Detalles de la astrología tibetana: 4 Cuadrados mágicos y trigramas

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Cuadrados mágicos

Los cuadrados mágicos (sme-ba) también se emplean, específicamente el que tiene una cuadrícula de tres por tres, con los números del 1 al 9 acomodados uno en cada casilla, de tal forma que, si se suma horizontalmente, verticalmente o diagonalmente, el resultado es 15. Los nueve números se combinan con el ciclo de 60 años, así que cada 180 años el mismo número del cuadrado mágico se correlacionará con el mismo año del elemento-animal. La secuencia inicia con el número uno, y luego procede en orden inverso: nueve, ocho, siete y así sucesivamente. A diferencia del ciclo de 60 años de las combinaciones elemento-animal que en el sistema tibetano empiezan con el año del fuego-liebre, el primero ciclo de 60 años de un ciclo numérico del cuadrado mágico de 180 años, empieza con un año madera-rata, como en el sistema chino.

Cada uno de los nueve números del cuadrado mágico se correlaciona con un color y cada uno de ellos con cada uno de los cinco elementos chinos. Generalmente, se hace referencia a los números en conjunción con su color. 

  • 1-blanco – hierro
  • 2-negro – agua
  • 3-azul marino – agua
  • 4-verde – madera
  • 5-amarillo – tierra
  • 6-blanco – hierro
  • 7-rojo – fuego
  • 8-blanco – hierro
  • 9-marrón o algunas veces 9-rojo – fuego. 

Así, el negro es equivalente al azul, y el marrón al rojo. Cuando se imprime el cuadrado mágico, el color de casilla concuerda con este esquema. 

El sistema chino clásico de los nueve números del cuadrado mágico también los asocia con el mismo conjunto de colores, excepto que el verde jade es usado en lugar del azul marino, y el morado en lugar del marrón. En algunos documentos astrológicos chinos del siglo X encontrados en Dunhuang, se refieren a los números del cuadrado mágico solo por sus colores, sin mencionar los números. 

En un relato del sistema chino derivado del japonés que se utiliza en conexión con los macrobióticos, se correlaciona y se hace referencia a cada número en conjunto con el elemento correspondiente de su trigrama, el cual no es el mismo elemento que está asociado con el número, como aparece en el sistema tibetano. En esta versión, los números del cuadrado mágico se dan de la siguiente manera:  

  • 1-agua
  • 2-tierra
  • 3-madera
  • 4-madera
  • 5-tierra
  • 6-metal
  • 7-metal
  • 8-tierra 
  • 9-fuego. 

Los ocho trigramas se abordarán en un momento, pero esta diferencia en la asignación del elemento afecta mucho todas las interpretaciones. No está claro si esta versión derivada del japonés refleja una asignación china clásica estándar de los elementos e interpretación de los números del cuadrado mágico, o si es una variante más. Es necesaria más investigación al respecto.  

En el sistema tibetano, cada año y cada fecha tiene un número del cuadrado mágico. La secuencia de los números para las fechas está en orden ascendente: uno, dos, tres y demás, 30 por mes y empezando cada año con el onceavo mes tibetano, que es aproximadamente la época del solsticio de invierno. En la variación bon de la astrología tibetana, los números del cuadrado mágico para las fechas son así para los varones, pero en secuencia inversa para las mujeres. 

En el sistema chino clásico, los números del cuadrado mágico están asociados no solamente con el año y la fecha, sino también con el mes. Para la fecha, en el caso de ambos géneros, los números están en orden ascendente desde aproximadamente el solsticio de invierno hasta el de verano, y en orden descendente aproximadamente desde el solsticio de verano hasta el de invierno. Los puntos de inflexión son la fecha que tiene el número 9 directamente antes del solsticio de verano y la fecha que tiene uno directamente antes del solsticio de invierno. Cada una es seguida por una fecha con el mismo número y luego la secuencia se invierte. Así, los sistemas chino y tibetano para asignar números del cuadrado mágico a las fechas son muy diferentes. 

Números en progresión del cuadrado mágico

En el sistema tibetano, el número natal del cuadrado mágico es calculado retrocediendo a partir del año en tránsito actual. A partir del número natal, un número en progresión del cuadrado mágico se deriva por cada año de edad. Al igual que con la combinación en progresión de elemento-animal, el cálculo es diferente para hombres y para mujeres. Se usa el acomodo de los números en el cuadrado mágico y se cuenta la casilla central como el primer año de edad. La casilla que está inmediatamente a la izquierda es el segundo año. 

  • Entonces, para los varones, se cuenta el círculo de casillas desde ahí, en el sentido del reloj, como las edades tres, cuatro, cinco, etc., hasta que se alcanza la casilla en la esquina inferior izquierda como la edad nueve. La casilla central es nuevamente la edad diez y la secuencia se repite hasta que se llega a la casilla en la que cae la edad en progresión en cuestión. Se toma nota de la posición de la casilla.
  • Para las mujeres, la edad uno es la casilla central y la edad dos es la casilla que está inmediatamente hacia la izquierda, como en el caso de los varones, pero luego se cuenta, a partir de ahí, en el sentido contrario de las agujas del reloj. La casilla superior izquierda, entonces, es la edad nueve para las mujeres. También se anota la posición de la casilla en la que cae la edad en cuestión. 

A continuación, se construye un cuadrado mágico con el número natal del cuadrado mágico en la casilla central y la secuencia subsecuente de números en el orden del cuadrado mágico. Esto significa que el número inmediatamente posterior del número natal está en la esquina inferior derecha, el siguiente en la casilla inmediatamente encima de ese, el siguiente en la casilla inferior izquierda y así sucesivamente. Cualquier número que caiga en la casilla previamente anotada será el número en progresión para ese año de edad. 

Cada número natal del cuadrado tiene una interpretación, la cual incluye una descripción de las vidas pasadas, con sus propensiones residuales en esta vida, así como la posible vida futura siguiente, junto con ceremonias religiosas y estatuas a las cuales encomendarse para mejorarla, y qué tipo de renacimiento entonces podría ser posible. Así, esta es la fuente para obtener información sobre las vidas pasadas y futuras que se da en los horóscopos tibetanos. Los horóscopos chinos generalmente no incluyen tal información. Además, estos números algunas veces también se correlacionan con la posición de lunares, marcas de nacimiento y “manchas”, dado que la palabra tibetana para número del cuadrado mágico (sme-ba) es la misma que la que se utiliza para este tipo de manchas o lunares en el cuerpo. También se interpretan ciertas combinaciones de los números del cuadrado mágico natales, en progresión y en tránsito. Los números del cuadrado mágico del cuerpo, fuerza vital, poder y caballo de la fortuna también pueden ser calculados y examinados, como se hace con los elementos. 

Comparación con el sistema chino de cuadrados mágicos

Por el contrario, en el sistema chino clásico de los números del cuadrado mágico se analizan los números natales del año, así como del mes de nacimiento, para obtener información acerca de la personalidad básica. En la versión derivada de la japonesa del sistema chino mencionado hace un momento, el número en progresión de cada año de edad se calcula de una manera muy diferente de aquella realizada por los tibetanos. No se hace ninguna diferenciación entre hombres y mujeres. Se construye un cuadrado mágico con el número en tránsito del cuadrado mágico en la casilla central y los números siguientes en la secuencia del cuadrado mágico. Luego, se ubica el propio número natal en ese cuadrado mágico y se anota la casilla de su posición. A cada posición de la casilla se le llama “casa” y se le asigna el número que ocuparía el número del cuadrado mágico en el cuadrado mágico estándar que tiene el cinco en el centro. Este número de la casa se toma como el número en progresión del cuadrado mágico. Cada número natal tiene una interpretación particular en cada una de las casas, y durante ese año de edad en progresión, se sentirá una atracción particular por aquellos cuyo número natal cae en la casilla del lado contrario al propio. 

Dado que el número en tránsito del propio año de nacimiento es el mismo que el propio número natal, todos tienen la quinta casa para la edad uno. Así, sucede que, para todos, la secuencia está en orden ascendente, con la edad dos en la sexta casa, la edad tres en la séptima y demás. Por lo tanto, todos tienen el mismo número en progresión cuando tienen la misma edad. En el sistema tibetano, el número en progresión para cualquier edad en particular es diferente no solo para los hombres y las mujeres, sino para cada grupo de personas con el mismo número natal.

En el sistema chino clásico, el cuadrado mágico forma la base de lo que se llama astrología de las nueve estrellas. Los nueve números están asociados con la Estrella Polar (Polaris), Vega y las siete estrellas de la Osa Mayor. Se dice que el cuadrado mismo se desarrolló a partir de la disposición de los ocho trigramas de los “Escritos del Río Luo” (洛書,洛书, Luoshu), los cuales se abordarán en un momento. Las casillas en el diagrama están asociadas con las direcciones, con una en la parte inferior que es el norte y nueve en la parte superior que es el sur. Esto forma la base de los cálculos de la geomancia china para la orientación direccional equilibrada de las casas, negocios, jardines, sepulturas y demás. 

Dado que esta disposición de las nueve casillas, de acuerdo con los relatos chinos, surgieron de los diseños de la parte inferior del caparazón de una tortuga, el tema de que el cuadrado mágico y otros símbolos astrológicos derivados de los chinos aparezcan en el caparazón de una tortuga de la que sobresalen la cabeza, las manos, los pies y la cola, es extremadamente común en el sistema tibetano. Ciertos cálculos, de hecho, se desarrollan asignando diferentes elementos a las extremidades de tal tortuga. 

Los cuadrados mágicos también se encuentran en la astrología árabe. Ahí, cada uno de los cinco planetas, el sol y la luna están asociados con un cuadrado mágico de diferente tamaño. El cuadrado con tres números en cada lado que suma 15 está conectado con Saturno, el que tiene cuatro de un lado que suma 34, con Júpiter, y así sucesivamente, hasta el cuadrado con nueve números en cada lado que está asociado con la luna. En la astrología tibetana, así como en la china, solamente se utiliza el cuadrado mágico con tres números en un lado.  

Trigramas

Los ocho trigramas del I Ching también se emplean en los cálculos tibetanos de los elementos o en los cálculos negros, aunque nunca se emplean los 64 hexagramas ni el sistema clásico chino de la astrología del I Ching basado en los troncos celestiales y las ramas terrenales. Los ocho trigramas están acomodados de acuerdo con la configuración china clásica de nueve casillas, llamados “Escritos del Río Luo”, con cada casilla correlacionada con su correspondiente número del cuadrado mágico. Se hace referencia a cada trigrama mediante la transliteración tibetana de su nombre chino junto con el signo físico que representa. Los signos son similares a la presentación china clásica, pero con algunas diferencias. Cada trigrama se asocia con uno de los cinco elementos chinos. Sin embargo, esta correspondencia de elementos, como ya se señaló, no es la misma que la del número cuadrado mágico tibetano al que está vinculado cada trigrama.

Las correlaciones son como sigue:

  • Conectado con el cuadrado mágico número 1 está el trigrama ☵ kam-agua, asociado con el elemento agua, que corresponde con el trigrama chino “kan” (坎) el abismal, correlacionado con el elemento agua. 
  • 2 es ☷ kon-tierra, que es tierra y el chino “kun” (坤) el receptivo, correlacionado con la tierra. 
  • 3 es ☳ zin-madera, que es madera y “zhen” (震) el despertar, correlacionado con el trueno. 
  • 4 es ☴ zon-viento, que es madera y el chino “xun” (巽) el suave, el penetrante, correlacionado con el viento o la madera. 
  • 5 en el centro no está fijo a ningún trigrama en la presentación china clásica. La astrología tibetana repite ☷ kon-tierra en este lugar para hombres y ☶ gin-montaña para mujeres en cálculos sobre el matrimonio, lo cual se describirá en un momento. Este valor del trigrama para cinco en el centro, diferente para hombres y para mujeres, es el mismo que se encuentra en el sistema chino clásico de la astrología del I Ching
  • 6 es ☰ ken-cielo, el cual es hierro y “qian” (乾) el creativo, correlacionado con el cielo.
  • 7 es ☱ dva-hierro, el cual también es hierro y “dui” (兌) el gozoso, correlacionado con lago. 
  • 8 es ☶ gin-montaña, que es tierra y “gen” (艮) el aquietamiento, correlacionado con la montaña. 
  • 9 es ☲ li-fuego, que es fuego y el chino “li” (離, 离) el aferramiento, correlacionado con el fuego.

Este acomodo de los trigramas es lo que los chinos llaman la secuencia de los trigramas del “cielo tardío” (後天,后天, houtian), en el que la casilla central se deja vacía y no se cuenta. De esto se deriva el trigrama en progresión para cada año de edad en el sistema tibetano. Cada varón tiene li-fuego como el trigrama en progresión para su primer año de edad. Entonces, se cuenta en el sentido de las agujas del reloj a partir de esto, de acuerdo con la secuencia del cielo tardío para derivar el trigrama en progresión para cada año de edad subsecuente. Para las mujeres, la edad uno es kam-agua y a partir de ahí la cuenta se hace en el sentido contrario a las manecillas del reloj. Así, todas las personas del mismo género tienen el mismo trigrama en progresión para la misma edad. 

A excepción de la variación bon en la astrología tibetana, no hay trigramas anuales en tránsito, lo cual implicaría que a cada calendario anual en general se le asigna uno en una secuencia particular. El trigrama natal, entonces, tanto para los hombres como para las mujeres, no se calcula a partir de su año de nacimiento, sino que se toma como el trigrama en progresión de su madre para su edad, en el año en que los dio a luz. La interpretación de los trigramas natal y en progresión brinda más información para el horóscopo predictivo.  

Hay un trigrama asociado con cada fase lunar, pero ninguno con el mes. Al igual que en la asignación de los números del cuadrado mágico a las fechas, la secuencia empieza al inicio del onceavo mes tibetano, cerca del solsticio de invierno. 

Además, también se pueden calcular los trigramas del cuerpo, fuerza vital, poder y valle de la fortuna, y estos se derivan de los cuatro tipos de números del cuadrado mágico que se calculan a partir del número natal. Estos cuatro trigramas, así como los elementos-piedra natales del cuerpo, la fuerza vital, el poder y el valle de la fortuna de una posible pareja, es lo que se compara en los cálculos del matrimonio para determinar la compatibilidad.

Comparación con la astrología china del I Ching 

Como se mencionó, la astrología tibetana no hace uso de los sesenta y cuatro hexagramas que se construyen a partir de estos ocho trigramas. Pero es interesante notar los principios básicos utilizados en la astrología clásica china del I Ching para derivar los hexagramas a partir de los trigramas, dado que implica otra aplicación de estas correlaciones numéricas del cuadrado mágico de los trigramas. Implica el uso de los 10 troncos celestiales y las 12 ramas terrenales, a los que se les asignan números de acuerdo con un esquema muy complejo. Primero que nada, a cada tronco y rama se le asigna un elemento de una forma que será explicada un poco más adelante. Para los 10 troncos celestiales, los trigramas se correlacionan con los elementos de lo que se conoce como la secuencia del “cielo primitivo” (先天, xiantian) y luego se asignan números de acuerdo con los valores numéricos de los trigramas del cuadrado mágico que se acaban de señalar. Para las doce ramas terrenales, a los elementos se les asignan números, uno impar y otro par, de otro esquema conocido como “Mapa del Río Amarillo” (河圖,河图, Hetu). No es necesario entrar en detalles.

Los números pares e impares de los troncos y las ramas de un año, mes, día y hora de nacimiento se agregan de forma separada. La suma de los números impares se convierte en lo que se conoce como trigrama “celestial”, y los pares en uno “terrestre”, de nuevo, de acuerdo con las equivalencias numéricas del cuadrado mágico de los trigramas, con reglas ligeramente complicadas para que las sumas sean divisibles entre cinco o diez. Para los varones nacidos en años pares, el trigrama celestial está en la parte superior y el terrenal en la parte inferior, para formar el hexagrama natal de los primeros años de vida, y en los años impares, al revés. Para las mujeres nacidas en años pares, el terrenal está arriba y el celestial abajo, y en los años impares al revés. A través de un esquema muy complicado de líneas cambiantes se derivan hexagramas y líneas rectoras que gobiernan los años, las estaciones y las fechas individuales de la propia vida, divididas en periodos tempranos y tardíos.

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