Las constelaciones de la luna y la astrología horaria
Al haber revisado algunas de las características del día de la semana lunar y la fecha del mes lunar, con fechas duplicadas y omitidas y meses duplicados, revisemos ahora la tercera característica del calendario inclusivo, la constelación de la luna (zla-skar). Esto no se refiere a la posición real de la luna en el amanecer de una fecha lunar, a saber, su constelación en conjunción corregida (zla-skar dag-pa) para esa fecha, sino a su constelación asociada sucesiva (res-‘grogs zla-skar). Para cualquier fecha lunar en particular, esta es la posición de la constelación que la luna tendrá al inicio del día de la semana lunar que ocurre en el amanecer de esa fecha, de acuerdo con la cual a esa fecha se le asignó su día de la semana. Se calcula restando las horas del día de la semana lunar de una fecha a partir de la posición real de la luna, calculada para el amanecer de esa fecha.
Las interpretaciones astrológicas involucradas con estas tres primeras características inclusivas del calendario, son el material principal que se encuentra en el almanaque tibetano. El día de la semana lunar se examina con relación a la constelación de la luna, mientras que la fecha del mes lunar es examinada de acuerdo con las variables atribuidas a cada una, según el sistema del “surgimiento a partir de las vocales”.
Cada una de las 28 constelaciones lunares y cada uno de los siete días de la semana lunar y los planetas, se asocia con uno de los cuatro elementos. Estos son cuatro de los cinco elementos indios de tierra, agua, fuego y viento.
Para los días de la semana lunar y los planetas, las correlaciones son:
- Domingo y el sol – fuego
- Lunes y la luna – agua
- Martes y Marte – fuego
- Miércoles y Mercurio – agua
- Jueves y Júpiter – viento
- Viernes y Venus – tierra
- Sábado y Saturno – tierra.
Las 28 constelaciones lunares igualmente se correlacionan con los elementos de una forma no simétrica similar.
La astrología horaria, revisar lo auspicioso de las horas de un día, se hace al comparar el elemento de la constelación asociada sucesiva de la luna para una fecha específica, con la del día de la semana lunar en curso. Cada combinación posible de elementos tiene una interpretación diferente, basada en la cual se puede decidir si es mejor llevar a cabo cierta acción en ese momento o no. Este es el sistema de las 10 combinaciones menores (‘phrod-sbyor bcu) y es el más comúnmente utilizado. Se clasifican en cuatro grupos:
[1] Las tres combinaciones excelentes (bzang-po gsum):
- Tierra-tierra – combinación de logro (dngos-grub sbyor) – excelente para lograr cualquier cosa que uno pretenda, buena para poner cimientos, levantar muros, comprar campos, y para acciones que amplíen y estabilicen logros previos.
- Agua-agua – combinación néctar (bdud-rtsi sbyor) – excelente para aumentar la longevidad y la fuerza, para el tratamiento médico, los lavados, las ceremonias de larga vida, matrimonio, y acciones que incrementen las capacidades personales, amistades y el comercio.
- Tierra-agua – combinación juvenil (lang-tsho sbyor) – excelente para ocasiones felices, días de campo y otras actividades placenteras, ir a hermosos lugares, vestir ropa bonita, usar joyería, jugar y escuchar música.
[2] Las tres combinaciones restauradoras (gso-thub gsum):
- Fuego-fuego – combinación que aumenta (‘phel ‘gyur sbyor) – favorable para actividades relacionadas con la comida, la ropa, las ganancias, los negocios, la caridad, plantar semillas, ceremonias para la riqueza y hacer ofrendas de cuencos de agua y otras ofrendas.
- Viento-viento – combinación de esplendor (phun-tshogs sbyor) – favorable para el logro rápido de los propios deseos, para viajar, para cuidar de los intereses personales, para la reconciliación y para la pronta y contundente restauración de lo roto y perdido.
- Fuego-viento– tener combinación potente (stobs-ldan sbyor) – favorable para hacer cualquier cosa auspiciosa, ofrecer puyas (zhab-rten) para superar obstáculos y construir fuerza positiva, hacer solicitudes a deidades, servir al propio maestro y a los demás y lograr acciones para alcanzar la paz, aumentar y controlar las situaciones.
[3] Las tres combinaciones malas (ngan-gsum):
- Tierra-viento – combinación que no concuerda (mi-‘phrod sbyor) – perder comida y riqueza, ser engañado o robado, encontrarse con la derrota y el dolor, y no lograr que los propósitos personales se cumplan.
- Agua-viento – combinación discordante (mi-mthun sbyor) – separarse de amigos, familiares y deidades de apoyo, y causar enemistades y separación.
- Tierra-fuego – combinación de quemarse (bsreg-sbyor) – aumentar el sufrimiento y dolor propios, aumentar el sufrimiento y el dolor de los demás, causar discusiones fuertes, conflictos y guerra, y ser vencido por los enemigos.
[4] La combinación terrible (tha-chad gcig):
- Agua-fuego – combinación de muerte (‘chi-sbyor) – dañar la propia energía vital y perder la vida, causar la muerte de otros por envenenamiento, magia negra y violencia.
Para mayor precisión, hay 28 combinaciones mayores (‘phrod-pa nyer-brgyad) de los días de la semana lunar individual con las constelaciones lunares individuales, sin referencia a elementos asociados.
Comparación con los almanaques chinos
La información que se encuentra en los almanaques chinos es bastante diferente de la que se encuentra en los almanaques tibetanos. El primero aborda lo auspicioso de una fecha principalmente en términos de tres factores:
El binomio o combinación tronco-rama, la constelación lunar y los indicadores de buena o mala fortuna. La asignación de una de las 60 combinaciones tronco-rama para cada fecha ya se ha explicado; cada una tiene una interpretación. Como ya se mencionó también anteriormente, en el sistema chino hay 28 mansiones lunares reales, las cuales no cubren porciones iguales en el cielo. En cambio, se asignan 28 mansiones lunares teóricas o ideales de la misma longitud a ciclos de 28 días. Cada mansión tiene una interpretación astrológica para el día, por ejemplo, con respecto a la construcción de edificios, el inicio de empresas, matrimonios y demás. Estas dos primeras características no aparecen en los almanaques tibetanos.
El sistema de los 12 indicadores de buena o mala fortuna, generalmente conocidos por los nombres chinos para los primeros dos indicadores, el sistema “jianchu” (建除), se encuentra en los almanaques chinos en el siglo II a.e.c. Se recordará que hay un sistema de 24 puntos meteorológicos equidistantes a lo largo de la eclíptica, cada uno de los cuales inicia una mini-estación. Corresponden a los puntos medios y cúspides de los 12 signos del zodíaco sideral europeo. Se especifican 12 periodos de meses, empezando con la mini-estación “gran nieve”, la que precede directamente a la llamada “solsticio de invierno”. El primer periodo de un mes, entonces, es equivalente al periodo que inicia desde el punto nadir estilo chino del onceavo mes estilo chino en el sistema tibetano de cálculos amarillos, continuando a través del punto cenital del onceavo mes, hasta justo antes del punto nadir del doceavo mes estilo chino.
Durante este periodo de un mes, durante el cual inicia el onceavo mes chino, llamado como la primera de las 12 ramas, los 12 indicadores se asignan a las fechas en una secuencia tal que las fechas con rama 1 tienen un indicador 1, aquellas con rama 2 tienen un indicador 2, y así sucesivamente. Durante el siguiente periodo de un mes, durante el cual inicia el mes de la rama 2, a las fechas de la rama 2 se les asigna el indicador 1, rama 3 indicador 2, y así sucesivamente. Cada periodo siguiente de un mes sigue el mismo patrón, en donde se asigna el indicador uno a aquellas fechas con el mismo número de rama que aquella del mes que inicia durante la misma.
Estos 12 indicadores son interpretados en el sentido de si ese día es auspicioso o no, particularmente para los matrimonios, y cuáles acciones es mejor hacer o evitar. Aunque se reporta que estos 12 indicadores de buena o mala fortuna no solo se encuentran en los almanaques chinos, sino también en los mongoles y en los uigures, en el último de los cuales son conocidos como los 12 señores, no he encontrado este sistema en los almanaques tibetanos actuales. Se debe hacer mayor investigación para ver si se mencionan en los textos astrológicos tibetanos.
Características adicionales de los almanaques tibetanos
Del sistema “surgimiento a partir de las vocales” (dbyangs-‘char), a cada fecha lunar se le asigna:
- Una vocal y una consonante del alfabeto sánscrito.
- Uno de los cinco elementos – espacio, viento, fuego, agua y tierra.
- Uno de los cinco objetos sensoriales – lo visible, sonidos, olores, sabores, sensaciones físicas.
- Uno de los 12 eslabones de surgimiento dependiente (rten-‘brel) del sistema budista– no darse cuenta, factores que afectan, conciencia y demás.
- Una de las cinco fases de la vida – alegría o infancia, excelencia o niñez, triunfante o juventud, vaciamiento o vejez, y terminado, muerte o declive.
Todos ellos pueden ser interpretados, particularmente el eslabón natal de surgimiento dependiente, para conocer acerca de la personalidad y el carácter. Los eslabones se calculan de acuerdo con un esquema muy complejo que involucra los puntos nadir y cenital, desarrollados a partir de lo que se explica en el Tantra de Kalachakra.
Fechas especiales que se indican en el almanaque tibetano
Además, ciertas combinaciones o conjunciones de fechas y días de la semana son no auspiciosas en general, similar al concepto europeo del viernes trece. Son conocidas como fechas en las que uno se quema (sreg-pa’i tshe), en otras palabras, días en los que cualquier cosa constructiva que se intenta lograr suele salir mal. Las fechas se dan en términos de que ocurren durante la mitad creciente o menguante del mes.
Estas son:
- Domingo 12
- Lunes 11
- Martes 10
- Miércoles 3
- Jueves 6
- Viernes 2
- Sábado 7
Para cada día de la semana, también hay una constelación lunar en conjunción de logro y fatídica. En los días de la semana en los cuales el primer tipo de la constelación está en conjunción con la luna, todos los esfuerzos serán logrados, mientras que, en el segundo, todo será desastroso. Sin embargo, estas combinaciones de fechas, días de la semana y constelaciones, no son tomadas mucho en consideración por la mayoría de los tibetanos.
Mucho más importantes son las tres fechas no auspiciosas que generalmente se marcan en todos los calendarios tibetanos. Los “días malos” (zha-ngan) se marcan con la letra tibetana “zha”, y dura de amanecer a amanecer. Los “días negros” (nyi-nag) se marcan con “nya”, y abarcan solo la duración del día. Ambos ocurren en fechas fijas cada año, uno durante cada mes Kalachakra. El tercer tipo de fecha no auspiciosa, marcada con “ya”, abarca tanto el día como la noche. Se conocen como los “días Yan Kuong” (yan-kuong), por el nombre de una deidad china. Por lo general, hay 13 cada año y ocurren en fechas fijas de los amplios meses estilo chino del sistema de cálculos amarillos dentro del linaje Pugpa.
En el calendario tibetano también se marca, esta vez con la letra tibetana “sa”, la ceremonia bimestral de los monjes y monjas para la purificación y restauración de sus votos, la ceremonia de “sojong” (gso-sbyong). Cada año, la primera de ellas se lleva a cabo 15 días solares después del año nuevo. Se recordará que los meses tibetanos inician con el periodo creciente de la luna. El segundo “sojong” cada mes, al final del periodo menguante, se lleva a cabo 14 números de fechas lunares después de la ceremonia previa. Si hay una fecha duplicada, ambas fechas se toman como una en el conteo. Si hay una fecha omitida, se debe contar un número de fecha adicional para sumar los 14. El primer “sojong” de cada mes, al final del periodo creciente, se lleva a cabo simplemente 15 días solares después de la ceremonia anterior, sin tomar en cuenta las fechas duplicada u omitidas.
Uno de los usos más importantes del calendario y el almanaque tibetanos es establecer las fechas para diversas ceremonias de ofrendas budistas o “tsog” (tshogs). Las fechas más comunes son el décimo de las fases creciente y menguante de la luna, en otras palabras, el décimo y el 25º. de cada mes lunar, para ceremonias de ofrendas rituales a las figuras búdicas de Chakrasamvara (Heruka) y Vajrayoguini, así como a Gurú Rinpoche Padmasambhava. El octavo de cada mes es el día especial para hacer ceremonias rituales de ofrendas a Tara, pero solo durante la fase creciente de la luna.
Si, por ejemplo, hay dos 10º. en un mes tibetano, estas ceremonias de ofrendas rituales se hacen en el primero de ellos. Si el 10º. se omitió durante ese mes, la ceremonia se lleva a cabo en el 9º. Esta regla se sigue para todas las prácticas religiosas que se han de realizar en una fecha auspiciosa específica del calendario tibetano.
Periodos de combinación y acción
La cuarta y quinta características inclusivas del calendario son los 27 periodos de combinación (sbyor-ba) y los 11 periodos de acción (byed-pa), cada uno de los cuales tiene una interpretación específica, tanto para el día como para aquellos nacidos en ese día. Aunque algunos astrólogos tibetanos consideran que estas características indican cuerpos celestes, mi propio maestro astrólogo, Gen Lodro Gyatso, no estaba de acuerdo con estas afirmaciones.
Un periodo de combinación es el periodo durante el cual el movimiento combinado del sol y la luna es igual a una veintisieteava parte de un zodíaco completo. Para cualquier momento, entonces, se deriva el periodo de combinación añadiendo la posición corregida del sol a la posición de la constelación asociada sucesiva de la luna. Así, cada periodo inicia en una hora diferente.
Los 11 periodos de acción se derivan al dividir las 30 fechas lunares como sigue. Empezando con la segunda mitad de la primera fecha, los primeros siete periodos cubren media fecha cada uno, de forma consecutiva. Así, el primero cubre la noche de la primera fecha, el segundo el día de la segunda fecha, el tercero la noche de la segunda fecha, y así sucesivamente. Esta secuencia de siete periodos de acción se repite ocho veces, terminando con el séptimo periodo de acción que cubre el día de la vigésimo novena fecha. Son conocidos como los siete periodos de acción de reciclaje (‘pho-ba’i byed-pa).
Del octavo al décimo periodos cubren media fecha cada uno, empezando con el octavo que cubre la noche de la fecha 29, el noveno el día de la 30, y el décimo la noche de la 30. El onceavo periodo cubre el día de la primera fecha. Son conocidos como los cuatro periodos de acción fijos (rtag-pa’i byed-pa).
Información que se encuentra en los almanaques y horóscopos tibetanos
Los almanaques tibetanos empiezan con el primer mes Kalachakra, el cual es el tercer mes mongol, y enumera al menos cuatro figuras para cada fecha. Se les llama características raíz derivadas (rtsa-sgrub), y son:
- El día de la semana lunar corregido.
- La constelación de la luna.
- La posición del sol corregida.
- El periodo de combinación.
También se pueden enumerar otras características para la fecha, tales como:
- Los elementos para el día de la semana lunar y la constelación de la luna.
- Las combinaciones menores.
- El eslabón de surgimiento dependiente.
- La vocal y consonante sánscritas.
- La combinación elemento-animal.
- El número del cuadrado mágico y el trigrama, tanto del sistema de cálculo negro como del amarillo.
Para los horóscopos personales, se debe combinar la información de todos los sistemas. En los que se han reunido en la actualidad en la tradición Pugpa, según se practica en Dharamsala, India, la personalidad se describe no solo a partir de la carta natal de 12 casas, sino también por:
- El día de la semana lunar natal.
- La constelación de la luna en el zodíaco de 27 signos en el momento del nacimiento.
- El signo de la primera casa natal en el zodíaco de 12 signos.
- Algunas veces, el eslabón de surgimiento dependiente natal.
Del sistema de elementos derivado de los chinos:
- La combinación natal de animal-elemento y el número del cuadrado mágico del año de nacimiento.
- Los elementos del valle de la fortuna y la fuerza vital calculados a partir del animal natal.
El desarrollo de la vida se analiza a partir de los periodos influenciados por cada uno de los nueve planetas, mientras que también se puede tomar en cuenta la información de los elementos-piedra, la combinación de elemento-animal, el número del cuadrado mágico y el trigrama para cada año en progresión.