El Dharma-light vs. el Dharma auténtico
Estoy muy feliz de estar de regreso aquí en Seattle una vez más y tener la oportunidad de hablarles sobre las meditaciones para desarrollar la bodichita.
Supongo que sería conveniente hacer una introducción.
La bodichita es algo muy, muy avanzado. Es muy difícil incluso imaginar de qué está hablando en realidad. ¿Por qué es eso? Porque está dirigida, hablando en términos de bodichita relativa o convencional, a nuestras propias iluminaciones futuras individuales que aún no hemos alcanzado pero que podemos alcanzar sobre la base de nuestra naturaleza búdica. Eso, obviamente, significa que tenemos que tener cierta comprensión de lo que es la iluminación y que es algo que no está sucediendo ahora. Entonces, ¿cómo nos enfocamos en algo que no está sucediendo ahora, algo que aún no está aconteciendo?
También necesitamos tener cierta comprensión de la naturaleza búdica y cómo la iluminación es posible sobre la base de esa naturaleza búdica. Y no solo necesitamos entender cómo es teóricamente posible, también necesitamos estar convencidos de que somos capaces de alcanzar la iluminación nosotros mismos; de lo contrario, nuestro deseo de lograrlo no puede ser realmente sincero.
También necesitamos tener la intención de alcanzar esa iluminación. ¿Qué anhelamos y por qué? En otras palabras, ¿cómo tomamos nosotros, como toma nuestra mente, esta iluminación aún no acontecida, nuestra propia iluminación individual aún no acontecida, como un objeto de la mente? Lo tomamos como algo que queremos lograr - "Quiero lograr esto" - con la intención: "Quiero beneficiar a todos los seres por medio de esto". Eso obviamente implica asumir alguna responsabilidad para hacer eso.
Tener esa intención también implica que ya tenemos, como base, lo que llamamos "amor" y "compasión": el deseo de que los demás sean felices y no infelices y el deseo de que los demás tengan las causas de la felicidad y estén libres de las causas del sufrimiento. Tenemos ese deseo para todos por igual. “Todos” es un gran número de seres. Incluye a todos aquellos que en la actualidad han renacido como hormigas, cucarachas, etc. Igualmente queremos que sean felices. No tenemos favoritos, lo que significa que estamos tan preocupados por la cucaracha o la hormiga como por nuestro mejor amigo.
Ciertamente no estamos hablando de algo que sea muy fácil de lograr. Tampoco estamos hablando simplemente de ayudar a otros a liberarse del hambre y la pobreza y este tipo de cosas; aunque, por supuesto, queremos que los demás también se liberen de esas cosas; más bien, queremos que estén libres de algo mucho, mucho más profundo.
De lo que queremos que se liberen es del renacimiento incontrolablemente recurrente, lo cual significa, por supuesto, que debemos comprender qué es el renacimiento incontrolablemente recurrente, o samsara. También significa que tenemos que creer que existe tal cosa como el renacimiento; de lo contrario, ¿cómo podríamos tener algún tipo de deseo sincero de liberar a los demás de él? Y, por supuesto, para liberar a otros del renacimiento incontrolablemente recurrente, nosotros también tenemos que estar libres de él.
Entonces, de lo que estamos hablando aquí no es solo de "amar a todos" y "que todos sean felices". Ese tipo de amor y compasión es maravilloso y muy, muy útil, pero no tenemos que ser budistas para desarrollarlo. Podemos desarrollar eso con muchas otras religiones. Podemos desarrollarlo con muchas filosofías seculares, como el humanismo, etc. Si llegamos al budismo para aprender métodos para desarrollar el amor y la compasión humanistas o el amor y la compasión cristianos, bueno, eso está bien, no hay problema con eso. El budismo tiene muchos métodos muy útiles que se pueden tomar prestados y que pueden utilizarse en muchos otros contextos. Sin embargo, este tipo de enfoque del budismo es lo que yo llamo "Dharma-light", como la Coca Cola light. Si queremos "El Dharma Auténtico", como la Coca-Cola auténtica, entonces tenemos que considerar todos los puntos que acabo de mencionar, comenzando con el renacimiento.
Como es una tarea bastante formidable considerar todo eso y se requiere una gran cantidad de preparación, pensé que no sería tan útil enseñar solo sobre el amor, la compasión y este tipo de cosas al estilo Dharma-ligth. En cualquier caso, no soy muy bueno enseñando lo que a veces llamo "Dharma para sentirse bien". En cambio, pensé que sería más útil hablar con mayor profundidad sobre algunos de los temas que son fundamentales para desarrollar bodichita en la verdadera forma budista.
Una vez que hayamos revisado algunos de estos temas, entonces podemos hablar sobre la meditación en siete partes sobre la causa y el efecto para desarrollar la bodichita. Podríamos hablar de esa causa y efecto en siete partes solo en términos de esta vida: ser amable con todos, ayudar a todos, etc., lo cual estaría bien, pero estoy seguro de que lo han escuchado de muchos otros. Entonces, aprovechemos esta oportunidad para revisar más profundamente lo que realmente está involucrado en el desarrollo de la bodichita.
Niveles graduales de mentes que son el camino
Ahora, ¿por dónde empezar? Esa es una buena pregunta: ¿por dónde empezar? Tenemos lo que se llama las "etapas graduales del camino". Soy traductor, por lo que tengo grandes reservas sobre muchos de los términos de traducción más habituales. No estamos hablando de las etapas de un camino físico. "Camino", aquí, se refiere a una mente, a una "mente que es el camino", como yo la llamo. Es un estado mental, un nivel mental -un nivel de comprensión y trato con el mundo- que actúa como un camino para alcanzar la iluminación. Pasamos por etapas de ese camino a medida que desarrollamos nuestra mente, desarrollamos nuestras actitudes, nuestra comprensión, nuestras motivaciones, etc. Entonces, estamos hablando de niveles graduales de una mente, una mente que es el camino.
El nivel inicial
El nivel inicial de motivación es uno con el que a la mayoría de nosotros nos resulta muy difícil relacionarnos y sentir sinceramente. Es el nivel de motivación de desear beneficiar nuestros futuros renacimientos y continuar teniendo preciosos renacimientos humanos. Sin embargo, ese nivel inicial no es particularmente budista. Muchas otras religiones hablan de apartar nuestra preocupación por esta vida y centrarnos en seguir una mejor vida: un renacimiento superior en el cielo, por ejemplo. Eso no es budista.
Lo que hace que esa motivación sea budista es el paso más allá de querer obtener preciosos renacimientos humanos vida tras vida. Queremos seguir teniendo preciosos renacimientos humanos porque sabemos que las cosas podrían empeorar muchísimo y que no tendríamos las oportunidades que tenemos ahora. ¿Por qué queremos esas oportunidades? No es porque queramos estar con nuestros amigos y profesores, etc., es porque queremos continuar en el camino de la liberación y la iluminación, porque hemos tomado refugio.
Tomar refugio no es un acto pasivo, como podría implicar la palabra en inglés “refuge” y en español “refugio”. Es uno muy activo, por lo que traduzco el término como "dirección segura". Tomar una dirección segura significa darle una dirección segura a nuestra vida, la dirección indicada por el Buda, el Dharma y la Sangha. Al darle activamente esa dirección a nuestra vida, nos protegemos. De ahí proviene realmente la idea de protección: nos protegemos del sufrimiento. Podemos obtener inspiración de los demás, pero nadie puede salvarnos; básicamente tenemos que salvarnos a nosotros mismos. Nadie puede comprender la realidad por nosotros; tenemos que entenderla nosotros mismos.
¿Cuál es esa dirección? Este es un punto muy, muy importante para comprender lo que implica el desarrollo de la bodichita. Esa dirección es la que indican las Joyas del Buda, el Dharma y la Sangha, específicamente la Joya del Dharma. El Buda es quien lo enseña, pero lo que realmente anhelamos es la Joya del Dharma: la tercera y cuarta verdades nobles. ¿Qué son?
La tercera verdad noble es una verdadera detención del sufrimiento y sus causas. Por lo general, se traduce como verdadera "cesación", pero "detención", me parece, es una palabra más fácil. La cuarta verdad noble es una verdadera mente que es el camino que conduce a y resulta de esa detención. Eso es lo que anhelamos. Esa es la dirección. Está indicada por el estado mental que está libre de sufrimiento y las causas del sufrimiento y que tiene el entendimiento que elimina todo sufrimiento y sus causas. Ese entendimiento también está ahí al final. No desaparece; seguimos teniendo ese entendimiento. Los budas son aquellos que han logrado esto en su totalidad en su continuo mental. La Sangha Arya son aquellos que lo han logrado en parte; por lo tanto, se han deshecho de parte de la basura para siempre, pero todavía no de toda.
Esa es la dirección, y si hablamos de ello en el contexto de la bodichita, entonces estamos hablando de querer realmente lograr nosotros mismos esas detenciones y mentes verdaderas que son el camino, para poder beneficiar a todos los demás llevándolos a ese estado también. Eso indica la importancia de comprender que en realidad es posible alcanzar esa detención del sufrimiento y sus causas, y que hay un oponente que realmente puede deshacerse de él.
Comprender eso significa, regresando a las dos primeras verdades nobles, que tenemos que entender cuál es el sufrimiento del que queremos deshacernos. ¿Qué es el "sufrimiento verdadero"? “Sufrimiento verdadero” es exactamente como se expresa la primera verdad noble. ¿Cuál es la verdad del sufrimiento que los aryas ven como verdadera, que es lo que significa "verdad noble"? Los nobles son los aryas, aquellos que han tenido cognición no conceptual de estas cuatro cosas, básicamente, que han visto que este sufrimiento es verdadero. La gente común no ve el sufrimiento al que se hace referencia aquí como sufrimiento verdadero, pero los aryas lo ven como sufrimiento verdadero. Ven que este sufrimiento es verdadero sufrimiento, y ven cuáles son las causas verdaderas (la segunda verdad noble).
Lo que queremos en este ámbito inicial no es solo mejorar nuestra vida cotidiana, aunque eso también está bien; ese es un objetivo legítimo. Creo firmemente que, como practicantes del Dharma, debemos ser muy honestos con nosotros mismos. ¿Qué anhelamos realmente? ¿Estamos realmente, realmente, en lo más profundo de nuestro corazón, anhelando buenos renacimientos, o anhelamos solo mejorar un poco esta vida y poder lidiar mejor con los problemas cotidianos? Practicar el Dharma para mejorar nuestra vida ahora es lo que yo llamo Dharma-light. Si nos gusta beber Dharma-light, maravilloso; es una gran bebida. Pero tengamos claro que es Dharma-light y no lo auténtico. Tengamos respeto de lo auténtico. Quizás podamos tener la aspiración de, con el tiempo, poder seguir lo auténtico, pero tenemos que entender muchas cosas antes de que esa aspiración pueda ser sincera.
Esta es la motivación del nivel inicial. Pueden pasar décadas antes de que la sintamos sinceramente. Eso obviamente requiere tener más que un entendimiento intelectual. Si estuviéramos enfrentando nuestra propia muerte en este momento, ¿qué sentiríamos realmente, a nivel visceral, sobre las vidas futuras? ¿Realmente, realmente creeríamos con plena confianza que nuestra vida continuará? Por supuesto, para comprender cómo puede suceder eso, necesitamos comprender las enseñanzas budistas sobre la identidad, el "yo", la persona que continúa de una vida a otra. Ciertamente no estamos hablando de un "alma" - un alma hindú o un alma cristiana – que va de una vida a otra.
Aunque realmente no necesitamos una comprensión budista de la vacuidad de una persona para lograr mejores renacimientos (en cualquier caso, no se presenta en esta etapa de las enseñanzas del lam-rim), siento, por mi propia experiencia, que creer en el renacimiento ciertamente se vuelve más budista, en cierto sentido, cuando no lo pensamos en términos de un “yo” sólido y permanente que estará en un siguiente cuerpo.
Los tres tipos de sufrimiento
¿Cuál es el sufrimiento - el "verdadero sufrimiento" - del que queremos deshacernos? Hay tres tipos de sufrimiento.
Tenemos (1) lo que se llama el "sufrimiento del sufrimiento". Esto es infelicidad, una sensación de infelicidad, básicamente, que es un factor mental que puede acompañar a cualquiera de los sentidos físicos - vista, sonido, tacto, olfato, gusto - así como a la actividad mental de pensar.
Creo que es importante diferenciar entre la infelicidad y el dolor. No estamos hablando de dolor físico. No estamos hablando de una sensación física. Las sensaciones físicas se pueden experimentar con sentimientos felices o infelices. Pensemos en el hambre: algunas personas pueden estar muy felices de tener hambre. Si están a dieta, sentir hambre puede hacerlos sentir felices porque piensan: "Ah, estoy perdiendo peso". Otras personas, cuando tienen hambre, se sienten bastante infelices. Entonces, es el nivel de felicidad o infelicidad que acompaña a estos eventos lo que es significativo. Y aquí, en el contexto del sufrimiento del sufrimiento, estamos hablando de la infelicidad que lo acompaña. Eso es de lo que queremos deshacernos primero. Queremos deshacernos de esa infelicidad que, por supuesto, puede tener muchos niveles de intensidad. Ese es el sufrimiento del sufrimiento, algo con lo que todos estamos familiarizados.
La infelicidad se define como ese estado mental del que, cuando lo tenemos, nos gustaría separarnos, una definición bastante simple. Querer separarse no significa querer desesperadamente. Es más como si solo quisiéramos, naturalmente, separarnos de él. Para la mayoría de nosotros, sin embargo, hay una cierta desesperación asociada. Eso entra en la categoría del aferramiento: nos aferramos a liberarnos de él. Sin embargo, ese es otro factor mental.
Como persona con una motivación del nivel inicial, en lo que realmente nos estamos enfocando es en deshacernos de este primer tipo de sufrimiento, el sufrimiento de la infelicidad, el sufrimiento del sufrimiento, del cual, por supuesto, no podemos deshacernos por completo en esta etapa. Otra forma de definir la infelicidad es como la forma en que experimentamos la maduración del karma negativo o destructivo; como resultado de acciones destructivas previamente cometidas, experimentamos algo con infelicidad. Entonces, la infelicidad que experimentamos indica los tipos de causas de las que queremos deshacernos. Es difícil deshacerse de la infelicidad por completo sin la comprensión de la vacuidad, pero abstenerse de actuar destructivamente y actuar de manera constructiva eliminará algo de la infelicidad temporalmente, al menos, la infelicidad burda.
Luego tenemos (2) el sufrimiento del cambio, que es el sufrimiento de nuestra felicidad ordinaria. ¿Qué pasa con nuestra felicidad ordinaria? El problema es que no dura, nunca satisface y nunca sabemos lo que vendrá después. Si nuestra felicidad ordinaria fuera felicidad verdadera, cuanto más tuviéramos de ella, más felices seríamos. Un ejemplo simple: comer nuestra comida favorita, digamos que es helado. Cuanto más comiéramos de él, más felices deberíamos ser, pero obviamente, después de haber comido cinco galones, ya no somos felices. Nuestra felicidad se ha convertido en infelicidad. Entonces, ese no es un tipo confiable de felicidad, en absoluto. Por lo tanto, también nos gustaría deshacernos de ese tipo de infelicidad.
El solo hecho de deshacerse de ese tipo de infelicidad no es particularmente budista. En los sistemas hindúes también hay prácticas de entrar en trances meditativos muy profundos en los que uno experimenta solo un sentimiento neutral, ni feliz ni infeliz. Eso no es budista. Ese es un tipo de meditación más genérico, ciertamente en los sistemas de meditación de la India. Eso no es lo que buscamos, pero también queremos deshacernos de eso.
Eso nos lleva al ámbito del nivel intermedio de motivación. Ese también es difícil. Incluso si llegamos al punto en el que estamos pensando seriamente en nuestros próximos renacimientos y estamos activamente haciendo algo para beneficiarlos y analizando las causas para un renacimiento feliz, vemos que hay muchas cosas que podemos hacer además de solo hacer plegarias: actuar de forma constructiva, abstenerse de comportamientos destructivos, practicar las otras actitudes de largo alcance como la paciencia, la perseverancia, la generosidad, etc. Pienso que es importante que también hagamos algo para preparar nuestros próximos renacimientos. Por ejemplo, podemos ayudar a entrenar a los jóvenes; necesitaremos depender de ellos en vidas futuras. Si volvemos de nuevo, suponiendo que tengamos preciosos renacimientos humanos, necesitaremos maestros, por ejemplo. También queremos que los materiales budistas estén disponibles para las generaciones futuras, no solo para los hijos de otras personas, no solo para mis hijos, sino también para mí, para mi próximo renacimiento. Pensar así, para muchos de nosotros, crea una sensación de mayor urgencia. "Realmente me estoy preparando porque en verdad me gustaría que los centros de Dharma y varias instituciones estuvieran disponibles cuando vuelva la próxima vez". Eso es lo que pienso personalmente: que realmente necesitamos hacer algo en preparación para los futuros renacimientos, además de las plegarias, etc.
Lo que es difícil de estar en el nivel inicial es que, por lo general, tenemos apego al precioso renacimiento humano: “Realmente me gustaría un precioso renacimiento humano, y realmente me encantaría que todos mis amigos y maestros de Dharma estuvieran conmigo también”. Queremos todas las cosas que nos gustan: buenos amigos, una situación cómoda, etc. Entonces, hay apego allí. Es la felicidad mundana en la que estamos involucrados. Para muchos de nosotros, quizás, el objetivo no sea entrar en el trance superior de un sentimiento neutro – así que, ahí estamos, solo deseando un mejor samsara. Quizás no lo queremos en esta vida, pero lo queremos en la próxima: un buen samsara.
Por lo tanto, revisamos el tercer tipo de sufrimiento, (3) el sufrimiento que afecta que todo lo impregna, que es el principal del que el budismo se preocupa por deshacerse. No diría que deshacerse de ese tipo de sufrimiento sea específico del budismo, porque los hinduistas y los jainistas también buscan alcanzar la liberación del samsara, el samsara de acuerdo con su definición. Lo que distingue al budismo es lo que se considera como la causa del samsara.
Entonces, aquí, ¿de qué queremos deshacernos? ¿Cuál es el tipo de sufrimiento que afecta que todo lo impregna? En otras palabras, ¿cuál es la cosa que todo lo impregna que afecta a los dos primeros tipos de sufrimiento? Es el renacimiento samsárico, el renacimiento impulsado por el no darse cuenta o la ignorancia, el no darse cuenta de cómo existimos y cómo existe todo lo demás, lo cual implica tener los tipos de cuerpos y mentes que están mezclados con esa confusión, ese no darse cuenta y, como tal, forman la base para experimentar los dos primeros tipos de sufrimiento.
Los dos primeros tipos de sufrimiento tienen que ver con nuestros altibajos cotidianos. Nunca sabemos lo que vendrá después. Ahora estamos de buen humor y, de repente, estamos de mal humor. Ahora estamos felices – no suele ser nada dramático; por lo general, solo es que las cosas van bien – y, al minuto siguiente, nos sentimos infelices. Alguna preocupación ha entrado en nuestra cabeza, o ha surgido alguna sensación de nerviosismo, o un dolor aquí o allá. Nuevamente, no pensemos en esto en términos dramáticos; las cosas simplemente suben y bajan, suben y bajan, suben y bajan. Entonces, ¿de qué queremos deshacernos? Queremos deshacernos de la base de esos altibajos. Ya sea que estemos en un punto alto por la felicidad mundana o en un punto bajo por la infelicidad, es un lastre, para decirlo en términos coloquiales. Es aburrido, no es divertido. Y seguirá para siempre si no hacemos algo al respecto. Por lo tanto, queremos deshacernos de la base, el renacimiento incontrolablemente recurrente. Evidentemente, tenemos que creer que existe tal cosa.
La forma en que pretendemos deshacernos de él es deshaciéndonos de su causa. Como digo, los otros sistemas indios también creen en el renacimiento, pero lo que el budismo identifica como la causa de tales renacimientos es lo que es exclusivo del budismo. ¿Y qué identifica el budismo como causa? Hay muchos sistemas de principios filosóficos budistas diferentes, pero hablando de manera muy genérica, es lo que se traduce como "ignorancia".
No me gusta la palabra “ignorancia” porque implica ser estúpidos, y no es que seamos estúpidos. Literalmente, la palabra significa "no darse cuenta": simplemente no sabemos. El prefijo negativo puede entenderse como “conocer de manera incorrecta” - conocer incorrectamente la causa y efecto conductual y, más específicamente, conocer incorrectamente la realidad, es decir, cómo existo, cómo existes tú y, más en general, cómo existe todo. Entonces, o simplemente no sabemos algo –simplemente somos ingenuos–, o lo sabemos de manera incorrecta.
No darse cuenta: La raíz del samsara
¿Por qué ese no darse cuenta causa el renacimiento incontrolablemente recurrente? Es importante entender eso. Entonces, ¿qué tenemos aquí?
Tenemos infelicidad, el primer tipo de sufrimiento, que es esa sensación de la que, cuando la tenemos, nos gustaría deshacernos. Más específicamente, sentirnos infelices es la forma en que experimentamos la maduración de los potenciales negativos acumulados por habernos involucrado en un comportamiento destructivo.
El sufrimiento del cambio, nuestra felicidad ordinaria, es la forma en que experimentamos la maduración del potencial positivo, la fuerza positiva acumulada por habernos involucrado en un comportamiento constructivo. (No utilizo las palabras "mérito" y "pecado". Son absurdas en un contexto budista. Son términos cristianos. Uso "fuerza positiva", "fuerza negativa", " comportamiento constructivo" y "destructivo". No hay ningún juicio de valor aquí). Esa felicidad se define como la sensación de la que no nos gustaría separarnos cuando la experimentamos.
Sobre la base de este no darse cuenta de cómo existimos, obtenemos todo tipo de emociones perturbadoras. “Quiero ser feliz y quiero tener más felicidad”, por eso actuamos por apego, deseo o codicia. “Quiero estar libre de la infelicidad”, por lo que sentimos aversión, enojo u odio hacia cualquier cosa que pensemos o imaginemos que nos causará infelicidad. Y, en general, somos ingenuos; no sabemos qué está pasando.
Todo esto provoca un comportamiento impulsivo, impulsos de actuar de determinadas formas. ¿Cómo estas cosas provocan impulsos? Los impulsos son de lo que habla el karma. El karma es un impulso, un impulso mental de hacer, decir o pensar algo. Es provocado por una sensación de tener ganas de hacer algo. Por ejemplo: "Tengo ganas de gritarte". Esa sensación luego conduce al impulso que nos lleva a la acción. Ese impulso es el karma.
¿Cómo surge eso? Se complica. Básicamente, lo que está sucediendo es que cuando tenemos sensaciones de felicidad e infelicidad, también tenemos apego. Esto se remonta a las enseñanzas de los doce eslabones. Cuando tenemos la sensación de felicidad, por ejemplo, la sensación de la que no queremos separarnos, deseamos vehementemente no separarnos de ella; nos aferramos a ella. Cuando tenemos la sensación de infelicidad, es decir, la sensación de la que queremos separarnos, deseamos vehementemente deshacernos de ella. La palabra "apego" que se usa en los doce eslabones es en realidad la palabra sánscrita que significa "sed". Estamos literalmente sedientos. “Tengo que deshacerme de esto”, o “Tengo que tener esto”. Entonces, es algo desesperado.
Ese apego o sed activa la fuerza kármica que hemos acumulado junto con toda una configuración de otras actitudes, en particular, la "actitud obtentora", que a menudo se traduce deficientemente como "aferramiento". Esa traducción es confusa porque hay otros términos en los que se usa la palabra "aferramiento", por ejemplo, "aferrarse a la existencia verdadera". No es la misma palabra que usamos aquí. Es una “actitud obtentora”, una actitud que obtendrá para nosotros una fuerza kármica activada que dará su resultado.
Entonces, hay un pequeño grupo de cosas involucradas, pero básicamente tienen que ver con este no darse cuenta. Nos identificamos con lo que está pasando: "¡Oh, es horrible!" - y después deseamos vehementemente separarnos de la infelicidad: “Tengo que deshacerme de esto”. No tiene por qué ser tan dramático, pero se dan una idea. También podría ser: “¡Oh, estoy tan feliz! ¿Acaso no la estamos pasando bien?" o “no me dejes nunca, no puedo vivir sin ti” o “tengo que hacerlo a mi manera” o “tengo que ser el primero en la fila”. Estas cosas activan la fuerza kármica. Entonces experimentamos más felicidad e infelicidad. Sobre la base de experimentar más felicidad e infelicidad, tenemos codicia, apego e ira, lo que simplemente genera más impulsos kármicos para repetir lo que hemos hecho antes. Simplemente sigue y sigue y sigue.
Así que este no darse cuenta es la raíz de tener una base continua para experimentar los altibajos del samsara, la felicidad y la infelicidad. Y también es la raíz que nos da esa felicidad e infelicidad, que son samsáricas.
Nivel intermedio
Lo que acabo de explicar es bastante complejo y requiere pensarlo mucho, pero explica de qué tenemos compasión por los demás, de qué queremos que estén libres. No es solo que queramos eliminar su hambre y darles una comida. Es mucho, mucho más profundo. Es Mahayana, es grandioso, es vasto y muy profundo.
Entonces, en este nivel intermedio de motivación queremos lograr, para nosotros mismos, la liberación del renacimiento incontrolablemente recurrente. Eso es difícil, muy difícil, porque entonces, por supuesto, la pregunta que surge es: "Obtenemos la liberación, ¿y luego qué?". La mayoría de nosotros pensamos: “Bueno, pero aún me gustaría estar con mis amigos. Todavía me gustaría estar con mis maestros” y ese tipo de cosas. Y si hemos escuchado enseñanzas sobre tener un cuerpo de luz y vivir en un campo de Buda, podríamos aspirar a lograr algo así. Sin embargo, eso degenera muy rápidamente en querer ir a un paraíso, que tampoco es del todo budista.
Tenemos que entender que el continuo mental individual es algo que continúa por los siglos de los siglos. La pregunta es, ¿qué lo va a impulsar? ¿Va a estar impulsado por el no darse cuenta, la confusión, el karma, las emociones perturbadoras y todas estas cosas, motivado por un comportamiento impulsivo de modo que, compulsivamente, nos metemos en dificultades? ¿O estará motivado por la ecuanimidad, deseando la paz de todo esto? ¿O estará motivado por algo aún más profundo, como la bodichita, querer alcanzar la iluminación para beneficiar a los demás? ¿Sería suficiente que sea impulsado solo por la compasión y el amor? En el Teravada, meditan sobre el amor y la compasión. ¿Es suficiente? ¿Es eso lo que nos gustaría que impulsara a nuestro continuo mental?
No es fácil estar convencidos de que existe tal cosa como la liberación – que es posible deshacerse del no darse cuenta, las emociones perturbadoras y los impulsos kármicos. Tenemos que estar convencidos de que estas cosas no forman parte de la naturaleza esencial de la mente, del continuo mental. Para estar convencidos de eso, primero tenemos que entender qué es la mente.
¿Qué es la mente? La mente, desde el punto de vista budista, no es una cosa. No estamos hablando de algún tipo de herramienta en nuestra cabeza o en nuestro corazón que un "yo" separado usa para entender las cosas. Existe ese tipo de explicación en algunos de los sistemas indios no budistas, pero esa no es la explicación budista. La mente es actividad mental. Es actividad. No es una cosa que esté haciendo la actividad. Nadie negaría que hay una base física, pero no es de eso de lo que estamos hablando. Tampoco es algo incorpóreo, algo inmaterial.
Estamos hablando de actividad mental, actividad momento a momento. Solo hay un momento sucediendo a la vez. Hay un momento, luego un momento siguiente, un momento siguiente, un momento siguiente, es decir, una continuidad de momentos. Y cada continuo es individual. Para la mayoría de nosotros, nuestro continuo mental está impulsado por la secuencia de causa y efecto de nuestro comportamiento. Somos nuestras propias películas personales, producidas y dirigidas por la ignorancia y con el título "Yo". "Yo" se está proyectando ahora. Bueno, no es realmente así, pero entienden la idea: solo se reproduce un momento de la película a la vez. En realidad, esa es una metáfora muy buena para comprender la naturaleza del "yo", de la identidad.
En cualquier caso, tenemos momentos de actividad mental. ¿Es esencial para la naturaleza de los momentos de actividad mental que esté presente la confusión, el no darse cuenta? Esta es realmente la pregunta. ¿Son estas emociones perturbadoras (enojo y demás, lo que llamamos "manchas pasajeras") parte de la naturaleza esencial de la actividad mental? ¿Están siempre ahí? Bueno, no estamos enojados todo el tiempo. No estamos enojados cuando dormimos, por ejemplo. Aun así, el enojo regresa, ¿no es cierto? Entonces, aunque las emociones perturbadoras no siempre están presentes (podemos liberarnos temporalmente de algunas de ellas y, de hecho, estamos temporalmente libres de ellas), eso no demuestra que no sean parte de la naturaleza esencial de la mente, ¿cierto?
¿A dónde va el enojo cuando no estamos enojados? ¿Está en alguna cajita dentro de nuestra cabeza, esperando salir? No, no es así. ¿No está manifiesto? Podemos entrar en grandes discusiones filosóficas sobre lo que sucede cuando en realidad no estamos experimentando enojo. En cualquier caso, vuelve de alguna manera; de hecho, la explicación de cómo vuelve es muy complicada. De todos modos, el hecho de que el enojo no siempre esté presente no prueba que podamos deshacernos de él. Lo que queremos con una verdadera detención, esta tercera verdad noble, es deshacernos para siempre de cosas como el enojo; queremos que no vuelvan nunca más. ¿Es eso posible? ¿Cómo podemos convencernos de que eso es posible?
Por qué el no darse cuenta es una mancha pasajera, pero la compasión no lo es
Es una pregunta muy interesante, ¿no? ¿Cómo podríamos convencernos? Se vuelve complejo, muy complejo. ¿Por qué? Porque hay ciertas cosas, como las manchas pasajeras, de las que podemos deshacernos, y luego hay otros factores mentales, como la compasión, de los que no nos deshacemos; son parte de la naturaleza esencial de la mente, en cierto sentido, dependiendo del sistema que usemos para explicar la naturaleza de la actividad mental.
El caso es que, cuando tenemos una cognición no conceptual sobre la vacuidad –y tenemos que explicar un poco lo que eso significa– no hay no darse cuenta. El no darse cuenta se ha ido. Algo de eso regresa, inicialmente. Deshacerse de él por completo implica un largo proceso de enfocarse no conceptualmente en la vacuidad. Es solo en la tercera de las cinco etapas, las cinco mentes que son el camino, el llamado camino del ver, la mente que es el camino del ver, que comenzamos a tener algunas verdaderas detenciones. En ese momento, algunos tipos de no darse cuenta desaparecen para siempre. Luego tenemos que trabajar para deshacernos de más y más.
El no darse cuenta se basa en lo que se llama "aferrarse a la existencia verdadera". No quiero entrar en lo que eso significa literalmente porque cada uno de los sistemas filosóficos lo define de manera diferente y, por lo tanto, se vuelve muy complicado. Digamos que es "aferrarse a formas imposibles de existencia". La verdadera existencia es una forma de existencia imposible. Cuando hablamos de vacuidad... en primer lugar, prefiero la palabra "vacuidad" a la palabra "vacío". Me opongo a la palabra "vacío", me parece que es engañosa. El vacío implica que algo está vacío, que hay algo allí y que está vacío de otra cosa. Y eso es erróneo. Eso no es lo que significa el término, y nos confunde cuando se trata de saber cómo meditar sobre la vacuidad.
La vacuidad es una ausencia total. Simplemente no existe tal cosa, punto – no existe tal cosa como esa forma imposible de existir. Cuando meditamos sobre la vacuidad, simplemente cortamos cualquier creencia en esta basura imposible. Es algo vacuo, en cierto sentido. Por supuesto, la vacuidad se refiere a una forma imposible de existir de algo, pero no es que ese algo, de alguna forma, aparezca mientras meditamos sobre la vacuidad. No existe tal cosa, punto.
Cuando nos enfocamos en la vacuidad de manera no conceptual, no nos enfocamos en ella a través de una categoría, por ejemplo, la categoría de vacuidad. Eso, por supuesto, es muy difícil de entender. ¿Qué demonios es no conceptual? Significa "no a través de una categoría". No tiene que ser verbalizado en nuestra cabeza. Es solo una categoría general. Por ejemplo, cuando miro este objeto, veo una mesa. “Mesa” es una categoría a través de la cual observo este objeto. No tengo que decir "mesa" cuando miro este objeto para ver que es una mesa; sin embargo, lo veo conceptualmente como una mesa. Esa es una categoría. Entonces, la cognición conceptual de la vacuidad es a través de la categoría de vacuidad. La cognición no conceptual es sin la categoría.
La cuestión es que nosotros, nuestra mente produce apariencias de formas imposibles de existencia, y luego creemos que esas apariencias son verdaderas. Entonces, aferrarse a la existencia verdadera, a esta forma imposible de existencia, tiene dos fases. Se incluyen dos cosas en el término "aferrarse". Es por eso que "aferrarse" es un término muy difícil de traducir correctamente. No significa lo que normalmente entenderíamos que significa. En realidad, significa "tomar cognitivamente algo como un objeto". Entonces, aquí hay dos componentes. Uno simplemente es percibir un modo de existencia imposible, porque la mente produce esa apariencia; el otro componente es creerlo, creer que corresponde a la realidad.
De lo que tenemos que deshacernos es de creer que corresponde a la realidad. Ese es nuestro no darnos cuenta: pensamos que lo que aparece, de hecho, corresponde a la realidad, que las cosas realmente existen de esa manera imposible. Cuando nos enfocamos en “no existe tal cosa”, entonces no solo dejamos de creer en esa basura que produce nuestra mente, nuestra mente ni siquiera la produce en ese momento. No existe tal cosa. Entonces, no hay apariencia de esta forma imposible de existir y ciertamente no hay creencia en ella. Entendemos que es basura, nunca lo fue y nunca podría haber sido. Cuanto más nos enfocamos en eso y más permanecemos en ese estado, más se rompe el impulso; esto se tiene que experimentar. Enfocarse en la vacuidad rompe el impulso de la mente que produce esa basura y rompe el impulso de creerlo.
Esta forma de romper el impulso no es lo mismo que estar enojado y luego romper el impulso de estar enojado yendo a dormir. Es posible que no estemos tan enojados o molestos cuando nos levantemos a la mañana siguiente, pero ese enojo regresa muy rápidamente. Aquí, la ruptura del impulso es diferente. ¿Por qué es diferente? Es diferente porque hemos detenido la apariencia y la creencia en esa existencia imposible mediante la comprensión, no simplemente durmiendo. Ese entendimiento es algo que permanece.
A pesar de que quizás no tengamos compasión manifiesta cuando estamos enfocados no conceptualmente en la vacuidad (y aunque hay una diferencia de opinión según diferentes libros de texto en las escuelas budistas, todo el mundo estaría de acuerdo en que al menos no tenemos compasión manifiesta en ese momento) la comprensión que tenemos en ese momento no elimina la compasión. Entonces, no nos deshacemos de la compasión enfocándonos en la vacuidad, pero sí nos deshacemos del no darse cuenta, de la ignorancia. Cuanto más nos ceñimos a esa comprensión, más débil se vuelve la creación de apariencias y la creencia en esa apariencia. Con el tiempo, desaparecen por completo. Eso demuestra que el no darse cuenta no es parte de la naturaleza esencial de la mente. Esa es la explicación desde el punto de vista del sutra.
Desde un punto de vista del tantra anutarayoga, también se puede decir que la mente de luz clara que experimentamos en el momento de la muerte no crea esta apariencia imposible; no tiene este no darse cuenta. Eso también demuestra que no es una parte esencial de la mente. Para la mayoría de nosotros, sin embargo, no es tan fácil experimentar lo que sucede en el momento de la muerte con algún tipo de darse cuenta. En cualquier caso, eso también demuestra que esta basura no es parte de la naturaleza esencial de la mente, mientras que la compasión puede serlo. Estas son cosas en las que tenemos que pensar.
Debido a que el no darse cuenta no es parte de la naturaleza esencial de la mente, en realidad podemos deshacernos de él. Podemos lograr la tercera verdad noble con la cuarta verdad noble y el entendimiento de la vacuidad. Aquí está nuestro refugio. Esa es la dirección segura, la dirección en la que queremos ir. No se trata solo de no volver a tener hambre nunca más. Si nos deshacemos de esa apariencia falsa, entonces las apariencias de: “¡oh, mi felicidad mundana! Mi televisión, mi música y todo eso es genial”, creer que esas cosas pueden darnos la máxima felicidad, apegarse a eso, etc., no aparecerá. No queremos esas cosas, son imposibles.
Es como buscar al príncipe o la princesa azul en el caballo blanco, mi ejemplo favorito. Creemos que llegará la pareja perfecta y que viviremos felices para siempre. ¡Vamos! Es un cuento de hadas, no va a suceder. Nadie existe de esa manera, como un príncipe o una princesa en el caballo blanco. Es lo mismo que pensar: "Oh, todo va a ser tan maravilloso" y luego aferrarse a esas cosas.
Ese tipo de aferramiento y apego no sucederá en el momento de la muerte si estamos muy familiarizados con la meditación en la vacuidad. La mente no hará que las cosas parezcan "lo más maravilloso del mundo". Y ciertamente no lo creeremos. En ese caso, no activaremos "karma que arroja", el karma que provoca otro renacimiento, lo cual significa que obtenemos la liberación.
Pensando así, empezamos a convencernos un poco de que la liberación es posible.
Nivel avanzado
Hay dos tipos de oscurecimientos de los que necesitamos deshacernos para alcanzar la liberación y/o la iluminación: los oscurecimientos emocionales y los oscurecimientos cognitivos.
Un oscurecimiento no es un oscurecimiento de la actividad mental; más bien, ocurre sobre la base de una actividad mental que oscurece cómo existen realmente las cosas. La actividad mental continúa, incluso si estamos confundidos; es la misma actividad mental. No oscurece la actividad mental. Un oscurecimiento existe sobre la base del continuo mental. Oscurece cómo existen las cosas. Oscurece tanto la apariencia de las cosas como su comprensión.
Los oscurecimientos emocionales oscurecen nuestra comprensión. Debido a ello, tenemos todas las emociones perturbadoras. Tenemos que deshacernos de ese tipo de oscurecimiento para alcanzar la liberación. Los cognitivos oscurecen la apariencia de todo, hacen que todo parezca existir por separado, como si estuvieran en pequeñas cajas, cajas que corresponden a palabras del diccionario - “bueno”, “malo”, “esto” o “aquello” - cuando, de hecho, todo está interrelacionado. Las cosas no existen en cajas de la forma en que las palabras y las categorías podrían implicar. No obstante, nuestra mente hace que las cosas aparezcan de esa manera: como "amigo", "enemigo" y este tipo de cajas. Esa creación de apariencias engañosas es un oscurecimiento cognitivo y nos impide ver la interconexión de todo.
Lo que nos esforzamos por hacer en el nivel intermedio es convencernos de que podemos deshacernos de creer en la basura que produce la mente y que podemos liberarnos del renacimiento incontrolablemente recurrente. En el nivel avanzado, que es donde entra nuestro tema de la bodichita, necesitamos estar convencidos de que es posible deshacerse de los oscurecimientos cognitivos, que es posible convertirse en un buda omnisciente. Ahora bien, ¿realmente creen que su actividad mental es capaz, no solo de conocer, sino también de comprender todo en -para usar la jerga- las diez direcciones y los tres tiempos (lo que sea que eso signifique)?
Esa es difícil. Las otras cosas que hemos estado discutiendo no son tan difíciles. Esta es realmente difícil. ¿Creemos realmente que la iluminación es posible? No tiene sentido anhelar el logro de la iluminación si no creemos que sea posible. Si no creemos que exista, entonces todo esto es solo un juego. ¿Que estamos haciendo? “Estoy deseando convertirme en el Conejo de Pascua”, o algo así, el Hada de los dientes. ¿Qué pretendemos lograr? ¿Realmente pensamos que podríamos convertirnos en budas? ¿O lo que creemos es algo así como creer en el Hada de los dientes? Creo que es muy útil dar ejemplos ridículos porque pueden darnos una pequeña llamada de atención y hacernos pensar: "¿Acaso solo estoy siendo ingenuo y estoy siendo engañado por algún tipo de propaganda budista, o pienso que este objetivo que pretendo lograr con bodichita es realista?".
El anhelo de la bodichita no es algo para trivializar. Todas estas palabras que repetimos son, en cierto sentido, bastante tontas: "Que pueda convertirme en un Buda para liberar a todos los seres sintientes". ¡Vamos! ¿Es eso realmente lo que sentimos: "Quiero liberar a todos los mosquitos del universo"? Ciertamente yo no estoy en ese punto todavía, ciertamente no. Creo que debemos ser modestos con nuestras metas. Incluso solo querer alcanzar la iluminación para beneficiar a todos los seres - que me parece difícil de imaginar: incluso querer alcanzar el nivel en el que sinceramente pueda desearlo - implica entender, conceptualmente, qué es la iluminación, así como tener confianza de que existe tal cosa y que podemos lograrla.
Entonces, revisamos la omnisciencia. Esa es una difícil. ¿Es la actividad mental capaz de comprenderlo todo? ¿Cómo podríamos siquiera analizar eso? Analizaríamos eso revisando qué la oscurece, qué le impide comprender las cosas. Y lo que lo impide son estos oscurecimientos cognitivos.
¿Cuáles son los oscurecimientos cognitivos? Según la Prasánguika Gelug, es la creación de apariencias engañosas de la mente, de la actividad mental. Hay algunas otras cosas incluidas en esta categoría de oscurecimientos, como la inhabilidad de que las dos verdades aparezcan simultáneamente, pero dejemos eso de lado por el momento. Para nuestra discusión aquí, este fin de semana, veamos solo esta creación de apariencias falsas.
¿Qué está haciendo nuestra mente cuando da surgimiento a estas apariencias engañosas? Como ya mencioné brevemente, nuestra mente hace que las cosas parezcan existir en categorías, como si las cosas realmente existieran en cajas, allá afuera y desde sus propios lados.
El ejemplo que siempre utilizo, ya que creo que es fácil de entender, es el de los colores rojo y naranja. Tenemos las palabras "red" (rojo) y "orange" (naranja) y se refieren a algo. Hemos acordado una convención para atribuir significado a estos sonidos arbitrarios y sin sentido, "rr -ed" y "or-unge". Estos son solo sonidos sin sentido. Alguna gente de las cavernas o quien sea decidió: “Juntemos estos sonidos sin sentido y asignemos un significado. Y estaremos de acuerdo en poner este en el cuadro de 'rojo' y este en el cuadro de 'naranja'. Obviamente, la gente no estará de acuerdo, pero está bien”. Entonces tenemos estas convenciones. Son útiles para comunicarse, pero cuando vemos el espectro de luz en sí, no vemos paredes que dividan el rojo y el naranja, en absoluto. La luz no existe como cajas de este o aquel color.
Es lo mismo con las emociones, ese es el ejemplo con el que nos identificamos un poco más. Amor, celos, ¿qué demonios son esos? ¿Existen en cajas? “Ahora voy a sentir amor, y el amor que siento va a ser el mismo amor que tú sientes”, o “el amor que siento por mi perro es el mismo que siento por mi amante o el mismo que siento por mi país”. ¿Qué es el amor? No existe en una caja. Tenemos una palabra y existe este amplio espectro de emociones que todo el mundo siente. Las emociones no existen en cajas, no existen desde sus lados, lo cual las palabras implicarían que sí. Esa es la apariencia engañosa. No se debe solo a convenciones o etiquetado mental.
La etiqueta mental "amor" no crea amor. Ya sea que llamemos a una emoción "amor" o cualquier otra cosa, ya sea que la llamemos de cualquier manera, no importa. Tenemos emociones y podemos comunicarnos con palabras y conceptos. Esas palabras y conceptos se refieren a algo, pero a lo que se refieren no existe en cajas. Eso es lo que no podemos encontrar cuando hacemos el análisis Madyámaka: no podemos encontrar cosas que existan por sí mismas en cajas, en estas categorías.
La pregunta es, cuando nos enfocamos en “no existe tal cosa como estas cajas” - en otras palabras, nuestra mente no está haciendo aparecer estas cajas - ¿cómo nos estamos enfocando en eso? Ese es un punto importante: ¿Cómo nos enfocamos en "no tal cosa"? Utilizo un ejemplo muy simple para demostrar esto, aunque no es tanto en términos de "no tal cosa"; es que "no hay" de algo. ¿Qué pasa cuando hemos perdido nuestras llaves? Buscamos por todas partes, pero no las encontramos. No están en ningún lado, pero no queremos creerlo, así que miramos una y otra vez. Finalmente, nos damos cuenta de que "no hay llaves". Cuando nos enfocamos en “no hay llaves”, ¿qué aparece en nuestra mente? Nada. No aparece nada. Podríamos estar viendo la pared, la pared aparece, pero eso no es en lo que nuestra mente se está enfocando realmente. Nuestra mente se está enfocando en nada, no hay tal cosa. Pero entendemos que no es solo nada: es la ausencia de las llaves.
De esa forma, nos enfocamos en "no existe tal cosa como cosas que existen en cajas". En el momento en que nos estamos enfocando en eso, no aparece nada. Entonces, la mente no está creando apariencias de estas cajas, no hace que las cosas parezcan existir como si estuvieran encapsuladas en plástico o algo así.
Luego, volviendo a nuestro deseo de convencernos de que la omnisciencia es posible, surge otra pregunta. Si nuestra mente no creara estas líneas sólidas alrededor de las cosas, para decirlo en términos simples, como si existieran en cajas, ¿qué aparecería? Entendemos que "no existe tal cosa". Así que ahora, si podemos mantener ese enfoque... ese es el significado del otro oscurecimiento cognitivo, que es que tenemos problemas para mantener ese "no existe tal cosa" junto con ver todo. Pero si pudiéramos deshacernos de ese oscurecimiento –y la mente de luz clara es capaz de hacer eso, por eso necesitamos el tantra–, y pudiéramos enfocarnos sin poner estas líneas alrededor de las cosas, ¿qué aparecería? Todo.
Sin embargo, ¿aparecería todo? Entonces, ahora comenzamos a pensar: “Bueno, solo puedo ver cosas desde estos agujeros en la parte frontal de mi cráneo. Entonces, incluso si no viera cosas con líneas alrededor, ¿sabría qué hay detrás de mí? ¿Sabría lo que aún no ha acontecido y lo que ya no está aconteciendo, el llamado pasado y futuro?”. Esa es una pregunta interesante. Tiene que ver con por qué, cuando hemos obtenido la liberación y la iluminación, ya no tenemos cuerpos que tengan este tipo de limitaciones. Ahora mismo, tenemos un hardware limitado. Solo podemos ver a través de los dos agujeros que están en la parte delantera de nuestra cabeza. Tenemos que dormir también. Obviamente, eso no es tan deseable si queremos ser omniscientes todo el tiempo. Entonces, estamos hablando de un tipo diferente de cuerpo. Existiría en energía pura, este tipo de cosas. Entonces tendríamos cuerpos de buda.
Si nuestros cuerpos existieran en términos de energía pura y no estuvieran limitados por las deficiencias de hardware que tiene un cuerpo samsárico, y si nuestra mente no trazara líneas alrededor de todo, seríamos capaces de ver la interconexión de todo lo que aparece. Y la interconexión no se limita solo a lo que existe en el presente y en términos espaciales; también existe la interconexión de todo en términos de causa y efecto, lo cual luego introduce el pasado y el futuro.
El tema de lo que un buda sabe cuando un buda conoce el pasado y el futuro es muy difícil. De hecho, de eso es de lo que estoy escribiendo en este momento. Pero créanme, la comprensión budista de ello es muy compleja. Tiene que ver con las tendencias kármicas y este tipo de cosas.
Lo que aún no ha acontecido es el futuro, por ejemplo, el año 2008. ¿Conoce un Buda el año 2008? Un buda conoce el año 2008, aunque no está sucediendo ahora. Entonces, algo puede existir, aunque no esté aconteciendo ahora. ¿Existe tal cosa como el año 2008? Sí. ¿Existe? Sí. ¿Podemos hacer planes para él? Sí. ¿Está sucediendo ahora? No. ¿Está sucediendo ahora el año 2006? No. ¿Puedes saberlo? Sí, lo recuerdo; sé lo que sucedió en el año 2006, pero no está sucediendo ahora.
Para comenzar a comprender la enseñanza budista sobre cómo un buda conoce el pasado y el futuro, tenemos que pensar en términos de las cosas que están aconteciendo ahora y las cosas que no están aconteciendo ahora. El hecho de que algo no esté sucediendo ahora no significa que no podamos conocerlo: sé que mañana será un mañana; sé que hay un ayer.
Mi punto es que cuando anhelamos nuestra iluminación futura – que aún no está aconteciendo; no está aconteciendo ahora, pero podría acontecer –, no es que nos estemos enfocando en algo imposible. No nos estamos enfocando en algo que no existe, pero tenemos que entender que no está aconteciendo ahora. Entonces, ¿cómo lo sabríamos? Lo sabríamos sobre la base de las causas de la iluminación, causas que existen ahora, a saber, los factores de la naturaleza búdica.
Eso entra en la discusión de la naturaleza búdica, que entra en la naturaleza de la mente. Por eso este tema es relevante. ¿Tiene la mente pureza natural y capacidad para comprender? De eso es de lo que estamos hablando. Estamos hablando de que la naturaleza esencial de la mente es pura de estas manchas, y no solo de las manchas pasajeras, sino también de las manchas de formas imposibles de existir. Eso es lo que se conoce como el Cuerpo de Naturaleza, Svabhavakaya, que es el tipo de cuerpo que uno tiene cuando se convierte en buda. Está directamente relacionado con la tercera verdad noble.
La mente tiene la capacidad de crear apariencias de las cosas y comprenderlas sin las líneas alrededor de ellas. Eso significa que podría abarcar todo, incluido el pasado y el futuro, si entendemos el pasado y el futuro en términos de la interconexión de todo y la relación de causa y efecto de todo. Esa habilidad es parte de la naturaleza búdica, parte de la naturaleza esencial de la mente. La actividad mental es naturalmente capaz de eso. Pero no piensen en términos de la mente como una cosa, la actividad mental es capaz de eso. Ese es otro aspecto de la naturaleza búdica. ¿De qué estamos hablando? Estamos hablando de la cuarta verdad noble, Dharmakaya, es decir, la mente omnisciente de un buda, y de crear apariencias, Rupakaya, es decir, el Cuerpo de Forma de un buda.
Tenemos que pensar en todas estas cosas, que son muy profundas y bastante complejas. Pero con una comprensión un poco más firme de esto, entonces podemos desarrollar la bodichita, sinceramente. “Sé en lo que me estoy enfocando, que en lo que me estoy enfocando existe y es posible lograrlo. Y quiero ayudar a todos los demás a llegar a este estado porque estoy seguro de que también es posible para todos los demás”. Si podemos tener eso, entonces podemos desarrollar la bodichita con sinceridad. Sin ella, solo estamos jugando.
Como dije, al principio podemos trabajar con estas enseñanzas de la bodichita en un nivel del Dharma para sentirse bien de “amar a todos” y “todos han sido muy amables conmigo” y “que sean felices; que estén libres de sufrimiento” – lo cual no pretendo menospreciar; es muy beneficioso – pero ese nivel de amor y compasión no es el nivel profundo de amor y compasión del que el budismo habla.
El nivel avanzado es un nivel muy profundo. “Es terrible que tengas este altibajo del samsara y que continúes perpetuándolo por ti mismo. Que estés libre del mecanismo que perpetúa tu existencia incontrolablemente recurrente de altibajos”. Eso es realmente de lo que queremos que los demás estén libres. Y la felicidad que queremos que tengan no es solo la felicidad que obtendrían al tener el estómago lleno, eso no va a durar. Claro, necesitan estómagos llenos, pero eso es temporal. No es que ignoremos dar ayuda temporal a los demás; por supuesto que ayudamos a los demás, pero brindarles ayuda temporal no es nuestro anhelo más profundo. Lo que anhelamos alcanzar es que ellos tengan el tipo de felicidad que está libre de toda esta basura y que es una felicidad duradera, una verdadera felicidad.
Y anhelamos que todos tengan esa felicidad. No estamos pensando en los demás en términos de las situaciones samsáricas en las que se encuentran ahora, que debido a varias razones kármicas, el continuo mental de este ser ha manifestado el cuerpo de una cucaracha, y este ha manifestado el cuerpo de mi madre, y éste el cuerpo de Adolf Hitler. Estamos pensando en términos mucho más grandes, mucho más amplios. Pensamos en términos de la naturaleza búdica de todos. Así es como, en el tantra, los vemos a todos como budas: es sobre la base de su naturaleza búdica.
Cuando pensamos en términos de la bodichita, tenemos que llegar a esto: "Todos han sido mi madre". Hablaremos de eso durante el fin de semana. No es fácil. No es solo: "todos han sido mi madre y todos han sido amables", porque también podríamos meditar sobre "todos han sido mi asesino". Usando la misma lógica podríamos decir que, si todo el mundo ha sido mi madre en un momento u otro, todos también me han matado en un momento u otro. Ese es un pensamiento aleccionador, y exploraremos los beneficios y desventajas de cada uno de ellos. Pero cuando usamos el otro método de desarrollar la bodichita, que es ver la igualdad de todos, no es sobre la base de pensar que todos han sido mi madre o mi asesino; en cambio, se basa en pensar que todo el mundo quiere ser feliz y nadie quiere ser infeliz. Entonces, el "yo" está menos involucrado.
Su Santidad el Dalái Lama siempre dice que el método de igualar e intercambiarse uno mismo con los demás – pensar en la igualdad de todos en términos de que todos quieren ser felices y no infelices por igual –, es menos riesgoso que el de reconocer que todos han sido nuestras madres porque reconocer que todos han sido nuestras madres y que han sido amables con nosotras tiende a poner un poco más de énfasis en el yo. Entonces, uno tiene que estar atento a eso en ese tipo de meditación, pero eso no disminuye los beneficios de esa meditación; es solo que hay que tener un poco de cuidado y complementarlo con estas otras meditaciones.
Estos son algunos antecedentes para nuestra discusión sobre la bodichita. Supongo que no es realmente una introducción. Se supone que una introducción es fácil, y luego se supone que la presentación principal es más difícil. Lo que expliqué no fue muy fácil. Sin embargo, creo firmemente que es importante no trivializar estas enseñanzas, ya que son muy preciosas y muy profundas. ¿Por qué son preciosas y profundas? Porque en lo que se basan es muy, muy profundo. Podemos usarlas y aplicarlas de una manera Dharma-light y beneficiarnos de hacerlo, pero la verdadera intención detrás de ellas es ayudarnos a alcanzar la iluminación.
Todo el primer capítulo de Involucrarse en el comportamiento del bodisatva (Bodhicharyavatara) de Shantideva está dedicado a lo absolutamente increíble que es reamente desarrollar la bodichita. La bodichita a la que se refiere, por cierto, es bodichita "no elaborada". "Elaborada" significa que tenemos que pasar por la meditación de siete partes sobre la causa y el efecto para desarrollarla en nosotros. Entonces está elaborada; tenemos que esforzarnos para llegar realmente a ese estado mental. Solo nos convertimos en bodisatvas cuando somos capaces de tener esa bodichita de una manera no elaborada. En otras palabras, no tenemos que desarrollarla, simplemente la tenemos. En ese momento, en realidad tenemos bodichita y somos bodisatvas. Shantideva elogia lo increíblemente extraordinario que eso es.
La bodichita no es un nivel trivial de simplemente recitar palabras sin sentido: "Pueda yo alcanzar la iluminación por el bien de todos los seres sintientes", y "ahora tengo la bodichita y ahora soy un bodisatva". Implica comprender todos los puntos que he estado discutiendo esta noche. Si nuestra bodichita se basa en comprender todo eso, tener confianza en ella e incluir sinceramente a todos los seres, es increíble. Eso es realmente increíble. Por eso, Shantideva la alaba con tanta fuerza. De lo contrario, ese primer capítulo es un poco extraño: “¿Cuál es el problema? Puedo recitar los versos como cualquier otra persona”.
La bodichita no es solo recitar versos. No se trata solo de recitar y pensar: "Me gustaría ser una buena persona y ayudar a todos". Es mucho más profundo que eso, mucho, mucho más profundo. Como un peldaño previo, sí, me gustaría ser una buena persona. Sí, me gustaría ser más amable. Sí, me gustaría ser más considerado y servicial y ser menos neurótico, por supuesto que me gustaría, pero esos son solo peldaños. La bodichita es lo auténtico. Y lo auténtico es, para usar el término coloquial moderno, genial.
Detengámonos aquí por esta noche. Quizás tengan algunas preguntas.
Preguntas
Sería un poco más fácil para mí tener convicción en cosas como la liberación o incluso la cognición no conceptual de la vacuidad, si supiera que alguien lo ha logrado, especialmente alguien que está vivo hoy. Por otro lado, sé que no se considera apropiado contarle a la gente sobre los logros personales, lo que dificulta que otros lo confirmen. También existe la posibilidad de dejarse engañar por charlatanes. Me pregunto si podría decir algo sobre eso, tal vez desde su propia experiencia.
Esa es una muy buena pregunta, una pregunta muy seria. Ella pregunta si, para obtener confianza en cosas como la cognición no conceptual de la vacuidad y la bodichita, sería útil realmente tener un ejemplo vivo de alguien que haya logrado estas cosas. Por supuesto, la tradición es que, incluso si uno la tiene, no lo dice. Entonces, ¿cómo reconoceríamos que alguien tiene bodichita, por ejemplo, si nosotros mismos no la tenemos? ¿Cómo sabríamos que existe? Bueno, hay demostraciones lógicas de ello. Esa es una forma de saberlo. Pero ciertamente sería útil saber que alguien más ha logrado estas cosas.
Este tema de tener confianza en el maestro se vuelve muy complicado porque significa que tenemos que, con cautela, entrar en el tema de la relación con el maestro espiritual y ver al maestro como un buda. Ese es un terreno muy peligroso porque el tema puede malinterpretarse muy fácilmente.
La enseñanza de ver al gurú como un buda nunca tuvo la intención de ser tomada literalmente. Si fuera literalmente cierto, su maestro sabría el número de teléfono de todos en el universo. Si fueran realmente budas, serían omniscientes y, por lo tanto, sabrían el número de teléfono de todos. Punto interesante.
Lo que queremos hacer es enfocarnos en las buenas cualidades del profesor, sin negar sus defectos. Simplemente nos enfocamos en las cualidades positivas del maestro y las vemos como cualidades búdicas. Lo que eso hace es ayudarnos con nuestro entrenamiento en la bodichita. ¿Cómo? Porque en lo que nos enfocamos con bodichita es en todas las buenas cualidades de un buda, cualidades del buda en el que nos convertiremos. Es lo mismo con la bodichita: “Me doy cuenta de que no soy un buda. No niego mis defectos, pero me estoy enfocando en estas cosas positivas”. Si podemos hacer eso con el maestro, y obviamente, vamos a elegir un maestro que tenga más buenas cualidades que nosotros, entonces podremos tener la inspiración para alcanzar el estado de un buda. Ese es uno de los beneficios de ver al maestro como un buda. Encaja muy bien con la meditación de la bodichita - enfocarse en algo positivo.
¿El maestro tiene que tener una bodichita real y una cognición no conceptual real de la vacuidad para poder hacer esto? Como dijiste, no van a afirmar que las tienen. Incluso si las tienen, no van a decirlo. Su Santidad el Dalái Lama dice que no las tiene, aunque menciona: "He tenido un pequeño vistazo"; a veces lo reconocerá. Pero si él no las tiene, ¿quién sí las tiene?
Somos muy afortunados de tener el ejemplo de Su Santidad, ya sea que él reconozca o no tener bodichita y una cognición no conceptual de la vacuidad. Ahora estoy hablando desde mi propia experiencia personal: si pudiera llegar a ser así, sería muy feliz. Eso sería suficiente. Uno puede ver la increíble dedicación que tiene y la increíble ecuanimidad. ¿Se imaginan ser el enemigo público número uno de toda China, con todos pensando que eres el diablo, y no desanimarse por eso? Es increíble, absolutamente increíble. ¿Se imaginan asumir la responsabilidad de liderar a seis millones de personas que te ven como quien las sostiene a ellas y a sus esperanzas, y tener que asumir eso a la edad de dieciséis años o cuando haya sido? Es extraordinario. Al ver las cualidades que tiene, diría que lo que tiene es lo suficientemente bueno para mí. He tenido la suerte de haber tenido un contacto muy estrecho con los difuntos maestros de Su Santidad, que también fueron extraordinarios.
Para mí no es realmente importante medir la cantidad de bodichita que alguien tiene y saber si su comprensión es realmente no conceptual o no. Creo que una pregunta más relevante es, ¿es lógicamente posible lograr estas cosas? Está bien, es lógicamente posible, y aquí hay personas que ciertamente han ido muy lejos en esa dirección. Entonces, no me preocupa. La cuestión es que, lo que realmente tenemos que tomar como nuestro refugio, nuestra dirección segura - pero aquí, quizás, "refugio" sí sea una palabra apropiada-, es el Dharma mismo. No confíen en la gente porque la gente puede defraudarnos.
Hay personas que tienen maestros y que, al cabo de un tiempo, se enteran de algún tipo de escándalo, algún tipo de abuso en el que estuvo involucrado el maestro. Esto le ha pasado a mucha gente. Entonces se desaniman mucho y piensan que el Dharma es basura: "¿Cómo podría producir a alguien así?". La culpa no está en el Dharma. Es muy importante examinar esto: ¿Cuál es la falla? Eran humanos; no eran budas. Si vemos sus buenas cualidades como cualidades búdicas, podemos ver que enseñaron algunos métodos que fueron útiles, pero la gente comete errores.
Su Santidad el Dalái Lama es un muy buen ejemplo de esto. Se refiere a uno de los maestros que tuvo en los primeros años de su vida, Reting Rinpoche, quien estuvo involucrado en todo tipo de cosas malas y que fue muy deshonrado. Su Santidad dice: “Bueno, al pensar acerca de cuando él estaba en el trono y en las enseñanzas que dio, pienso en él como un buda. En términos de su conducta mundana, no lo es”. Entonces, diferencia estos dos y dice que no tiene ningún problema con eso. Me parece que ese es un muy buen ejemplo. No es fácil, por supuesto, pero creo que necesitamos diferenciar entre nuestra relación con el maestro como maestro y nuestra relación con esa persona como un ser humano común.
La pregunta es ¿cómo nos convencemos de algo? Ese es realmente el problema, ¿no? ¿Cómo superamos la vacilación indecisa, la duda? ¿Es así, no es así? La verdad de algo podría estar justo frente a nuestros ojos y aún podríamos ser incapaces de aceptarlo. ¿Qué se necesita para estar convencidos? Esa es una pregunta muy, muy interesante. ¿Cuánto ego hay detrás de eso? Esa también es una pregunta interesante. "Quiero que alguien me demuestre que esto es así". Encuentro esto con bastante frecuencia: "No voy a practicar esto hasta que entienda lo que estoy haciendo". No nos callamos y simplemente lo hacemos.
Muchas veces lo que nos impide estar convencidos -además de no comprender, que es, por supuesto, el principal motivo de no estar convencidos- son algunas emociones perturbadoras, algunos bloqueos emocionales. Eso también puede ser un obstáculo para estar convencidos de algo, para tener convicción. Nos han decepcionado tan a menudo que “por lo tanto, no quiero tener que confiar en nada para creerlo realmente”, por usar un ejemplo común, en cuyo caso, nada de lo que alguien diga nos convencerá. En cualquier caso, creo que obtener convicción es un proceso muy largo y lento. No es "aleluya, ahora creo".
Su Santidad siempre dice que la convicción debe basarse en la razón en lugar de la compasión porque la compasión, si se basa en la emoción, es inestable. Si se basa en una razón, es estable. “Siento compasión por todos porque, así como quiero ser feliz y no quiero ser infeliz, todos quieren ser felices y no quieren ser infelices. Entonces, todos somos iguales”. Eso es más estable que simplemente sentir: "¡Oh, pobrecito!".
Luego está el tema de la emoción, pensar: "La compasión no es real a menos que realmente me conmueva emocionalmente". ¿Tenemos que estar conmovidos emocionalmente para sentir amor y compasión? Esa es una pregunta interesante. ¿Qué significa estar conmovido emocionalmente? Creo que tiene algo que ver con las energías del cuerpo, que las energías se mueven de una manera más agitada. Es como la diferencia entre enamorarse profundamente de alguien a quien no conocemos desde hace mucho tiempo y tener un amor más estable que se basa en estar con una persona durante treinta años. Ya no es emocionante, pero es muy estable porque realmente entendemos a la persona.
Esa cualidad de excitación emocional no es necesariamente algo útil. Aún más significativo, no hace que la emoción sea más real. Este es nuestro aferramiento a la existencia imposible. Pensamos: "Si realmente lo siento con fuerza, eso la hace real", "Si mi corazón no está conmovido y no lloro, no es real". Ahora volvemos a la vacuidad: “¿Qué establece que realmente tengo compasión? ¿Está establecido por el hecho de que lloro cada vez que veo a alguien sufrir, mi corazón se conmueve y me siento alterado? ¿Eso prueba que realmente tengo compasión? ¿Qué prueba que tengo compasión?”. Esa es una pregunta interesante y algo en qué pensar. No daré una respuesta, pero piensen en eso.
Hablaste de conocer el pasado y el futuro y también de las cajas, las cajas roja y naranja. Algo en lo que pienso con frecuencia cuando llego al tema de la vacuidad es la muerte. Pienso en el hecho de que lo que hay en esas cajas continúa. Tengo algunos ejemplos específicos, como personas que conozco o caminar por donde he caminado, o como cuando yo muera, la gente todavía estará aquí; así que continúa, pero para mí hay un vacío. Todo lo que puedo ver en mi mente es vacío. Por ejemplo, dices que el año 2008 existe, que es el futuro. Pero, ¿existe para mí si no estoy vivo en ese momento? Simplemente experimento un vacío en mi mente y no sé cómo captarlo.
Bueno, si puedo resumir lo que dijiste, debo decir que no está tan claro en mi mente, pero parece que estás diciendo que la vacuidad implica la nadeidad. Entonces, el año 2008 podría estar sucediendo para otras personas, pero si no estás vivo en ese momento, no te está sucediendo a ti.
Correcto.
Bueno, esa es una pregunta muy compleja si la piensas en términos del año 2008. No sé si ese es el enfoque de tu pregunta. El tiempo es relativo. Si estuvieras viajando en una nave espacial cerca de la velocidad de la luz y tuvieras un calendario que pudieras revisar, verías que el año 2008 no está sucediendo para ti al mismo tiempo que está sucediendo para aquellos en la Tierra. Entonces, está el tema de la relatividad del tiempo. Pero aparte de eso, lo que pareces estar diciendo es que algo existe porque lo experimentas, que eso demuestra que existe. Y si no lo experimentas, no existe. Si es así, ¿cómo sabrías que existe?
De hecho, creo que existirá, pero no estaré allí con eso, así que no sé de qué manera me relaciono con ello. Es como si existiera para ti, pero no para mí.
¿Existe para ti y no para mí? No, eso es un error. Lo siento, pero estás discutiendo el tiempo. No es que haya una cuadrícula o eje espacio-tiempo fijo y que haya un índice en movimiento llamado "ahora", como si "ahora" existiera objetivamente "allá afuera". No es así. Y no es que, cuando mueras, de alguna manera estás fuera de la cuadrícula en el bardo y que luego vuelves a la cuadrícula. No es así.
Cuando hablamos de pasado y futuro, tenemos que hablar en términos de nuestro propio continuo mental y en términos de lo que ya no está aconteciendo y lo que aún no está aconteciendo. No se usan las palabras "pasado" y "futuro". Tiene que ver con el karma, es decir, con lo que ya no está aconteciendo de las diversas causas kármicas y lo aún no está aconteciendo de los resultados. Esas están ahí incluso cuando estás en el bardo. Lo que ya no está aconteciendo y lo que aún no acontece se imputan en términos de las semillas kármicas, las tendencias. Son aspectos de esas tendencias.
El hecho de que haya una tendencia kármica, o semilla - la palabra literalmente es “semilla”; sin embargo, no es una cosa física, así que me parece que "tendencia" es una mejor palabra: indica que hay un pasar, un ya no acontecer, de la causa. Entonces, indica el pasado. Una tendencia kármica tiene que haber venido de alguna parte, de modo que el ya no acontecer de la causa es indicado por la presencia de la tendencia. Y el factor, o aspecto, o parte de esta tendencia que aún no está dando surgimiento al resultado sobre la base de su capacidad para dar surgimiento a su resultado cuando se cumplen todas las condiciones, es el futuro, lo que aún no acontece. Aún no está sucediendo porque la tendencia aún no está dando surgimiento a su resultado, pero tiene la capacidad de dar lugar a un resultado.
Por supuesto, podemos purificarlo para que las condiciones nunca se completen. Así es como nos deshacemos del karma, al nunca proporcionar las condiciones. Si las condiciones no están completas, una tendencia nunca puede madurar. Necesitamos la ignorancia, el no darse cuenta, como condición para que la cosa madure. Así es como purificamos. Entonces, es la comprensión de la vacuidad lo que purifica el karma. No se trata solo de recitar un mantra.
Entonces, todo lo que está ahí como parte de un continuo mental: bardo, muerte, tendencias, fuerzas kármicas, etc.
Las categorías, como "mesa", parecen ser categorías espaciales. ¿Existe tal cosa como una categoría temporal?
Sí, seguro. “Mesa”, como categoría, parece ser un tipo de cosa espacial. ¿Existen categorías temporales? Claro, por ejemplo, una continuidad, como un año.
¿Cuándo sucede un año? ¿Está pasando un año hoy? ¿Está sucediendo ahora mismo? No experimentamos un año en un solo momento. Esa es una categoría. Pensamos cosas como: "fueron años buenos", "fueron años malos", "fueron los años de mediana edad". Esas son categorías. Entonces, tenemos categorías de intervalos de tiempo. “Mañana” es una categoría y se puede aplicar a muchos, muchos días diferentes; hay muchos ejemplos de "mañana".
¿Qué pasa cuando empezamos a hablar sobre el pasado o el futuro?
"Pasado" y "futuro" son categorías, seguro. ¿Qué es una categoría? Todo lo que sucedió antes de ahora puede denominarse "el pasado". Puedo usar esa categoría, "el pasado", para referirme a cuando tenía cuatro años y para hablar de lo que pasó antes, y puedo usarla como una categoría para referirme a lo que sucedió antes de ahora, cuando estoy en mis sesenta años.
Cuando tú u otros maestros de Dharma hablan sobre cómo funciona el no darse cuenta o la ignorancia, sobre cómo ponemos las cosas en cajas, en categorías, etc., siempre me parece que el tipo de no darse cuenta del que se habla es uno que se basa en cómo funciona la cognición humana. Tengo dudas de que eso se aplique realmente a cómo un mosquito o una hormiga se dan cuenta de las cosas.
Estás planteando una muy buena pregunta. No lo mencionaste así, pero en lo que dijiste está implícito que necesitaba ser más preciso en lo que dije sobre las categorías que implican el uso de palabras. ¿Un mosquito o una vaca piensan en categorías?
Ciertamente lo hacen. Las categorías no tienen que estar asociadas con las palabras, aunque nosotros podríamos asociar una categoría con una palabra. Un mosquito ciertamente tiene la categoría de "comida". Puede diferenciar entre algo que es comida y algo que es una piedra o algo así. Un perro ciertamente tiene una categoría de "mi amo", basada en un olor o una visión o algo más. Tienen categorías.
Ahora tenemos que adentrarnos un poco en la teoría de la cognición, que es muy complicada. ¿Qué representa una categoría cuando pensamos en términos de una? Podría estar representada por una imagen mental; podría estar representada por un olor; podría estar representada por una palabra; podría estar representada por algún tipo de sensación; podría estar representada por muchas cosas.
Bien, terminemos aquí esta noche con una dedicatoria. Pensamos: "Cualquiera que sea la fuerza positiva que haya surgido de esto, cualquier comprensión, que sea cada vez más profunda y actúe como una causa para alcanzar la iluminación en beneficio de todos".