La renuncia como la base de la compasión

Antes de que puedas tener esta actitud de compasión, el deseo de que todos los demás estén libres de sus problemas, es necesario, primero que nada, pensar acerca de tus propios problemas y darte cuenta de ellos. Si no piensas acerca de tus propios problemas y desarrollas el deseo de superarlos y resolverlos, entonces es muy difícil desarrollar el deseo de que todos los demás se liberen de sus problemas. Antes de que puedas verdaderamente desear salir de todos tus problemas, es necesario darte cuenta de que, sin importar en qué tipo de situación puedas renacer, si es una situación incontrolablemente recurrente del samsara, solo representa problemas. Es necesario reconocer que, sin importar cuánta riqueza tengas, cuántas posesiones tengas, aun así, no tienes más que problemas. 

Cualquiera que sea la situación en la que estemos, en términos de la cantidad de riqueza que tengamos, la cantidad de posesiones que tengamos, es algo que solo involucra problemas, pero esto es algo que tendemos a ignorar. Solemos pensar que, de hecho, somos felices, cuando aún tenemos una gran cantidad de problemas con estas cosas. Porque cuando estamos en una situación incontrolablemente recurrente, entonces, en ese tipo de situación, incluso si tienes una posición muy alta, tienes muchos problemas asociados con eso. Tienes los problemas de preocuparte por caer, perder tu posición y ser degradado. Tienes preocupaciones en torno a si obtendrás futuras promociones y, de hecho, nunca estás satisfecho, y estás lleno de una gran ansiedad por toda la situación.  

De la misma forma, todos los que han nacido deben morir algún día, pero la mayoría de nosotros, debido a la fuerza de los grandes instintos que tenemos, solemos tratar de ignorar el hecho de que nuestra situación siempre va a estar cambiando en la vida, que nada nunca permanece estático. Las cosas siempre van a ser impermanentes, pero nos aferramos a estas cosas como si todo fuera a durar para siempre. Nos aferramos a las cosas como si fueran estáticas e impermanentes, cuando en realidad siempre van a cambiar.

Aun si estás consciente de tu mortalidad, consciente de la muerte, hay muchas personas que se esfuerzan mucho para convertirse en un dios en su siguiente vida, para convertirse en el dios más magnífico que puedan ser, o para convertirse en el ser humano más adinerado y demás. Hay muchas personas que tienen esas aspiraciones. Digamos que, aun si renaces como dios, podrías renacer en cualquiera de los tres tipos de dimensiones en los que hay dioses. Hay dioses en la dimensión de los deseos sensoriales, hay dioses en la dimensión de las formas etéreas y luego hay dioses en la dimensión de los seres sin forma.

Cada uno de estos reinos de los dioses, a medida que se asciende progresivamente, son cada vez más magníficos, los dioses y los palacios en los que viven, y todo -a medida que se asciende- eclipsa en gran medida todo lo que está debajo, y todo lo que está debajo luce muy inferior comparado con los demás reinos que están por encima. En estos diversos reinos de los dioses, los dioses viven vidas extremadamente largas, las cuales están llenas de una gran cantidad de felicidad, y pareciera que no tienen problemas. Pero en algún momento, su tiempo se termina, y los potenciales positivos que han acumulado por vivir una vida tan feliz como dioses se terminan, se agotan. 

Luego, los dioses adquieren conciencia de que ahora es tiempo de que los potenciales negativos den frutos, y están conscientes de que van a caer del reino de los dioses y de que ahora van a renacer en un estado horrible. Cuando las señales de su inminente muerte aparecen ante ellos, experimentan una gran cantidad de miseria e infelicidad. Sus guirnaldas de flores se empiezan a marchitar y a desvanecer. Sus cuerpos empiezan a expeler un mal olor ofensivo, y sus amigos, que siempre han estado con ellos, ahora no tendrán nada que hacer a su lado. Todos los dejarán rezagados y solos. El sufrimiento mental y la angustia que estos dioses experimentan es algo increíblemente enorme.

Los palacios en los que viven los dioses son algo magnífico. Están construidos de hermosas gemas y piedras pulidas. Pero luego tienen esta enorme cantidad de sufrimiento e infelicidad de ver que van a tener que dejar atrás tan hermosos hogares, tan hermosos y maravillosos amigos y demás. Su sufrimiento es simplemente insoportable. El tipo de renacimiento más maravilloso que podríamos imaginar sería como dioses, y es importante darnos cuenta de que, incluso como dioses, no se tienen más que problemas; contiene toda esta infelicidad que necesitaríamos experimentar. 

Cuando ves todas estas situaciones espléndidas y magníficas en las que podrías renacer, y te das cuenta de que todas implican situaciones incontrolablemente recurrentes y que solo significan problemas, entonces se desarrolla el tipo de actitud y mente de: “debo salir de todas estas situaciones problemáticas por completo”, y eso es lo que se conoce como la determinación de ser libre o renuncia. Es la determinación de estar libre de todos los problemas. 

Este tipo de determinación de liberarse es conocido como la determinación con la que te alejas de tu obsesión por las vidas futuras. Si realmente meditas y construyes todo esto como un hábito benéfico en tu mente, entonces puedes realmente desarrollar tal determinación de liberarte de tus problemas. Pero antes de que puedas desarrollar esta determinación de ser libre, con la que te alejas de tu obsesión por las vidas futuras, con la que te determinas a liberarte de todos estos problemas relacionados con renacer en vidas futuras como dios o como una persona adinerada – antes de que puedas desarrollar eso, es necesario desarrollar la determinación de ser libre con la que te alejas de tu obsesión por las cosas de esta vida, porque si no te alejas de la obsesión por esta vida, será muy difícil alejarse de la obsesión por las vidas futuras.  

Si pensamos acerca de la situación que todos enfrentamos en esta vida, todos debemos enfrentar cuatro tipos principales de problemas o situaciones difíciles. Todos debemos enfrentar cuatro. ¿Cuáles son estos cuatro tipos de situaciones problemáticas? Es el nacimiento, enfermarse, envejecer y morir – envejecimiento y muerte.

Ahora, ¿qué hay acerca de esta situación problemática de nacer? Esto es algo que implica una gran cantidad de sufrimiento e infelicidad, pero, como éramos muy pequeños cuando ocurrió, no podemos recordarlo muy bien. Ahora, ¿qué implica realmente tomar un nacimiento? El primer momento de la existencia de nacimiento se refiere, de hecho, al momento de la concepción, cuando el flujo de conciencia realmente entra por primera vez en la base del cuerpo futuro. Este es el momento de la concepción, y es realmente a lo que nos referimos con existencia de nacimiento, y a partir del segundo momento de nuestra concepción ocurre todo el proceso del envejecimiento, y se tienen todos los problemas y sufrimientos relacionados con envejecer. 

Con respecto a los sufrimientos relacionados con estar enfermo, esto es algo con lo que todos estamos familiarizados. Las diversas enfermedades pueden ser clasificadas en el sistema de cuatrocientas cuatro enfermedades, y además de ellas hay muchas enfermedades nuevas que surgen y que se pronostica que surgirán en tiempos posteriores de degeneración, y esto es algo que podemos ver que realmente está sucediendo. 

Cualquiera que haya nacido, si piensan en ello, tendrá que enfrentar el problema de morir. Si lo reflexionamos, nos daremos cuenta de que, en el momento de la muerte, tendremos que renunciar a toda la hermosa ropa, a toda nuestra comida favorita, y estaremos en una situación muy patética dado que realmente tendremos que dejar esta vida. No hay certeza en términos del orden en el que los diversos problemas de envejecimiento y enfermedad ocurrirán, porque es posible que alguien muera solo unos cuantos momentos después de su concepción, mientras aún está en el vientre de su madre, tras haber envejecido unos instantes en el vientre de su madre.

Debemos pensar que, incluso si sobrevivimos todo el periodo de estar en el vientre, si estamos en el vientre de nuestra madre tenemos que estar confinados en un espacio muy pequeño por más de nueve meses. Debemos tratar de imaginar cómo sería estar encerrados en un pequeño clóset sin puertas ni ventanas. Si estuviéramos encerrados así por incluso tres o cuatro días, sería sumamente difícil para nosotros soportarlo. 

Consideremos cómo éramos cuando salimos por primera vez del vientre de nuestra madre, cuando éramos unos bebés diminutos. No teníamos dientes, no teníamos ropa, estábamos completamente indefensos. No podíamos hacer absolutamente nada por nosotros mismos. Teníamos que ser completamente dependientes del cuidado amoroso de nuestra madre, y es debido a ello, debido al cuidado que se nos ha brindado cuando éramos niños pequeños, que sobrevivimos al periodo más difícil y estamos vivos ahora. Cuando éramos bebés muy pequeños no sabíamos cómo hacer nada y eso nos dio una enorme cantidad de problemas. Si pensamos en ello, podemos darnos cuenta cuántos problemas tuvimos cuando éramos bebés y niños pequeños. No era divertido.

El proceso mismo de nacer es algo que es extremadamente doloroso y tiene una gran cantidad de sufrimiento que está implicado en el proceso real de nacer, de salir. Pero esto es algo que, aunque fue muy doloroso, no recordamos. 

Si vivimos lo suficiente como para envejecer, entonces los problemas de envejecer son los que durarán más tiempo. Podrían durar toda nuestra vida. Digamos que, si vivimos para llegar a los ochenta años, tendremos problemas terribles conforme envejezcamos más y más. Estos problemas del envejecimiento son algo que nos acecha sin que nos demos cuenta. El envejecimiento ocurre de forma estable y gradual a lo largo de un extenso periodo y ni siquiera lo notamos. Si el sufrimiento y los problemas de envejecer no solo ocurrieran gradualmente, sino que nos sucedieran repentinamente en un instante, sería algo extremadamente terrible. Solo imaginen lo que sería tener dieciséis años y al día siguiente despertar y tener ochenta. Sería como si de pronto nos pusiéramos la máscara de una persona anciana. Es necesario que nos demos cuenta de que realmente cambiamos de forma gradual hasta vernos así. 

Si pensamos en los tipos de problemas que enfrentamos cuando somos viejos, por ejemplo, en términos de la fuerza física: incluso si quieres trabajar y tu mente está muy activa queriendo trabajar, tu cuerpo no es capaz de hacerlo, y eso nos produce un terrible problema de frustración. Aun si teníamos una mente muy clara cuando éramos jóvenes, empezamos a olvidar cosas y nuestra visión ya no es tan clara, lo cual es simplemente terrible. De la misma forma, las comidas que solían gustarnos mucho, ya no nos sientan muy bien, aunque queramos comerlas no podamos porque nos hacen daño. Todos los lugares a los que nos gustaba ir y las cosas que disfrutábamos hacer, ya no podemos hacerlas. Es un problema terrible y causa mucha infelicidad. 

De la misma forma, sin importar cuánta riqueza y posesiones podamos haber acumulado durante nuestra vida, con el tiempo alcanzaremos el punto en el que tendremos que dejar todo atrás. Ese es un problema terrible; nos hace sentir sumamente infelices y miserables. 

El problema más grande que tenemos que enfrentar es cuando realmente tenemos que morir, cuando todas las medicinas que hemos estado tomando ya no son de ninguna ayuda. Nada funciona, ninguna técnica médica que intentamos es de ayuda ya, y vamos a tener realmente que enfrentar nuestra muerte. Tendremos que dejar todo atrás, todo lo que teníamos, y nuestro flujo mental simplemente tendrá que irse por sí solo, y ese es el mayor problema y sufrimiento que enfrentamos o que tendremos que enfrentar. 

Este sufrimiento que experimentamos en el momento de la muerte es algo que es intenso, pero es muy breve porque morir solo toma un muy corto tiempo. Si después todo terminara y ya, entonces eso no sería tan malo porque el intenso sufrimiento de morir sería muy breve, terminaríamos con ello y sería todo. Pero, de hecho, ese no es el caso porque después de eso, nuevamente, tenemos que tomar un nacimiento. Otra vez, tenemos que atravesar todo el ciclo una vez más. Es una situación incontrolablemente recurrente que solo sigue y sigue y sigue sin final.

Este ciclo incontrolablemente recurrente, esta situación es algo que solo se repite. Es como las estaciones del año. Atraviesan las cuatro estaciones de primavera, verano, otoño e invierno, y luego el ciclo solo se repite de nuevo. Es como estas grandes máquinas que son usadas en los campos para cosechar, en las que la rueda gira y cosecha los cultivos. Luego, se utiliza para arar, sembrar el campo, y es solo una cosa circular que gira y gira. 

Podrían preguntarse: “¿Cuál es el propósito de darnos cuenta y tener presencia mental de todos estos problemas?”. Sí tiene un propósito porque nos inspira y nos mueve a realmente desarrollar un deseo de salir de todos estos problemas ahora; y, de hecho, hay una forma de salir de todos los problemas que tenemos, que posiblemente podríamos enfrentar. Si fuera el caso que no hay forma de salir de nuestros problemas, entonces sería mejor no tener conciencia de ellos y no pensar en ellos en absoluto. Pero, de hecho, hay una forma de salir de ellos, por lo tanto, al pensar en ellos nos sentiremos motivados para tratar de seguir ese método.  

Cuando pensamos en todos los problemas que están relacionados con el hecho de estar atrapados en las cosas de esta vida, solo estar involucrados con la comida, la ropa y la fama, y vemos que poner todas nuestras energías solamente en eso, no tiene esencia, no tiene sentido en absoluto, entonces obtenemos el tipo de mente con el que nos alejamos de la obsesión solo con las cosas de esta vida, y tenemos la determinación de liberarnos de este tipo de problemas. Deberíamos pensar en todos los problemas que tendríamos si naciéramos en cualquiera de estas situaciones incontrolablemente recurrentes, especialmente si renaciéramos en cualquiera de los peores estados de renacimiento, qué terrible sería eso, y entonces generamos la determinación con la que sentimos: “debo salir de todos estos problemas, es horrible”. 

Luego seguimos con ese tren de pensamientos, y así como tenemos esta fuerte determinación de liberarnos a nosotros mismos de todos nuestros problemas, luego deberíamos pensar cómo todos los demás están exactamente en la misma situación. Todos los demás también tienen que enfrentar todos estos problemas en la vida, sin importar en donde puedan renacer, y luego solo intercambiamos esta actitud y, en lugar de solo pensar en términos de nosotros mismos – nuestra determinación de que nosotros estemos libres de nuestros problemas – deberíamos desarrollar la misma determinación de que todos los demás, igualmente, se liberen de sus problemas. Ese tipo de actitud con la que deseamos que todos estén libres de su infelicidad y sufrimiento se conoce como compasión. 

Es extremadamente importante desarrollar compasión en nuestro flujo mental como parte de nosotros y, por lo tanto, debemos tener certeza acerca del método para ser capaces de hacer esto. Cuando deseamos que todo les salga bien a los demás, que todos sean felices, ese tipo de sentimiento y pensamiento se conoce como amor. Estas son cosas que es necesario practicar para desarrollarlas, y tenemos que asegurarnos de desarrollar como parte de nosotros tanto el amor como la compasión.

Por ejemplo, cuando estamos comiendo algo que es especialmente delicioso, deberíamos tratar de desarrollar el pensamiento de “¿no sería maravilloso si todos los demás pudieran disfrutar un manjar tan delicioso?”. Cuando está muy frío afuera y estamos usando un abrigo o suéter calientito, igualmente deberíamos pensar acerca de los diversos seres y personas que tienen frío, y tener la plegaria y el deseo: “deseo que todos puedan tener un abrigo tan cálido”. Cuando vivimos en una casa cálida, cómoda, hermosa y agradable, deberíamos pensar acerca de todas las diversas criaturas que no tienen una casa en donde vivir y, de nuevo, generar este fuerte deseo: “deseo que todos puedan vivir en una casa tan agradable y cómoda”. Si practican y hacen plegarias de este tipo, primero, lo que sucederá como resultado, es que todo eso en realidad les sucederá a ustedes. Pero ofrecer este tipo de plegarias porque nos damos cuenta de que vamos a obtener esas cosas lindas primero, es completamente inapropiado. 

Entre los famosos tres hermanos de la tradición Kadam, la tradición Kadampa, uno se llamaba Gueshe Chenngawa, quien siempre rezaba: “Que pueda yo renacer en alguno de los infiernos para beneficiar a todos”. Cuando estaba a punto de morir, dijo: “Oh querido, mis plegarias no se volverán realidad”. Su asistente le preguntó: “Has pasado toda tu vida haciendo prácticas espirituales, ¿qué quieres decir con que tus deseos no se volverán realidad?”. Él dijo: “Siempre recé, toda mi vida, por el bienestar de todos los seres y por que yo pudiera renacer en uno de los peores estados de renacimiento y ahora, cuando estoy a punto de morir, he recibido una visión de que voy a renacer en una tierra búdica pura; así que, por favor, organiza las ofrendas”. Luego empezó a hacer ofrendas de un mandala con un símbolo redondo del universo y murió así. 

Es extremadamente excelente que estén interesados en esto y que hayan solicitado enseñanzas sobre todo este proceso de cómo cambiar sus actitudes con respecto a sí mismos y a los demás. Cuando están interesados en equilibrar y cambiar sus actitudes con respecto a sí mismos y a los demás, entonces es muy importante atravesar estos procedimientos y estos trenes de pensamiento como se ha explicado aquí. Es como, por ejemplo, sentar el plan base o los planos arquitectónicos para construir una casa, recorrer todo esto como algo preliminar, luego establecer todo el esquema y el sistema sobre el que se va a construir una casa.