Definiciones básicas
Una perspectiva engañosa respecto a un entramado transitorio ('jig-lta) se refiere a la manera en que nos vemos a nosotros mismos como personas (gang-zag) con relación a los factores agregados de nuestra experiencia (phung-po). Se refiere únicamente a nosotros mismos como personas, y no a las demás personas. Tiene formas basadas en la doctrina (kun-brtags) y formas que surgen automáticamente (lhan-skyes), dependiendo de si se basa en el aferramiento a un alma imposible burda o sutil de una persona (gang-zag-gi bdag-'dzin rags-pa y phra-mo, aferramiento a un yo burdo y sutil de una persona). La forma basada en la doctrina proviene de aprender y aceptar las enseñanzas sobre el alma (bdag, sct. atman) de uno de los sistemas doctrinales indios no budistas.
- En general, según la tradición Mahayana, el aferramiento a un alma imposible puede referirse al alma imposible de una persona o al alma imposible de todos los fenómenos. Una perspectiva engañosa respecto a un entramado transitorio se basa en el aferramiento a un alma imposible solamente de una persona (es decir, no incluye a todos los fenómenos).
- El aferramiento a un alma imposible interpola (superpone) (sgro-'dogs) un modo de existencia imposible a su objeto y, por lo tanto, no es ni una conciencia primaria (rnam-shes) ni un factor mental (sems-byung, conciencia subsidiaria), aunque los acompaña a ambos. Además, al no ser un factor mental, no es una emoción o actitud perturbadora (nyon-mongs, sct. klesha). Una perspectiva engañosa respecto a un entramado transitorio es tanto un factor mental como una actitud perturbadora. Como tal, no interpola (superpone) nada.
- Según la tradición Gelug, el aferramiento a un alma imposible puede acompañar a una cognición conceptual o no conceptual, aunque no está en una forma manifiesta durante la cognición no conceptual de la vacuidad. Una perspectiva engañosa respecto a un entramado transitorio acompaña únicamente a la cognición conceptual.
Solo la perspectiva engañosa respecto a un entramado transitorio basada en la doctrina, que se basa en el aferramiento a un alma imposible burda de nosotros como personas basado en la doctrina, se divide en las veinte perspectivas engañosas respecto a un entramado transitorio ('jig-lta nyi-shu). Esto es así independientemente de las definiciones que hay de alma imposible burda y sutil de una persona. Todas las demás formas de perspectivas engañosas respecto a un entramado transitorio carecen de una división en veinte perspectivas engañosas.
Visión general de las afirmaciones de los diversos sistemas filosóficos indios según la presentación Gelug
Definiciones de almas imposibles burdas y sutiles
Según todas las escuelas budistas indias, excepto la interpretación Prasánguika Gelug, el alma imposible burda de una persona es estática, monolítica e independiente de los cinco agregados (rtag-gcig-rang-dbang-gi bdag). El aferramiento al alma imposible burda de una persona solo se basa en la doctrina, no surge automáticamente. El alma imposible sutil de una persona es aquella que es autosuficientemente conocible (rang-rkya thub-'dzin-pa'i bdag). El aferramiento al alma imposible sutil de una persona surge automáticamente y no se produce de una forma basada en la doctrina.
Según la tradición Prasánguika Gelug, el alma imposible burda es aquella que es verdaderamente encontrable como una entidad autosuficientemente conocible. El alma imposible sutil de una persona es aquella que simplemente es verdaderamente encontrable (tiene una existencia verdaderamente encontrable, bden-par grub-pa). Tanto el aferramiento a un alma imposible burda como a un alma imposible sutil de una persona, tienen lugar tanto en las formas basadas en la doctrina como en las formas que surgen automáticamente.
La base de una perspectiva engañosa respecto a un entramado transitorio
El sistema Vaibáshika afirma que una perspectiva engañosa respecto a un entramado transitorio se basa únicamente en el aferramiento al alma imposible burda de una persona.
El sistema Sautrántika, el Chitamatra, el Svatántrika y el Prasánguika afirman que puede basarse en el aferramiento al alma imposible burda o sutil de una persona.
La afirmación budista india no Prasánguika
En todos los sistemas budistas indios, con excepción del Prasánguika Gelug, un entramado transitorio se refiere a cualquiera de los cinco factores agregados —formas de fenómenos físicos, sensaciones de niveles de felicidad, distinciones, otras variables que afectan y tipos de conciencia—. Una perspectiva engañosa respecto a un entramado transitorio se enfoca en un entramado específico de nuestros agregados y los considera como si tuvieran una cierta relación con un alma imposible burda o sutil. En términos generales, considera a los agregados como un “yo” (nga) o un “mío” (nga'i-ba) imposibles.
Perspectiva engañosa burda basada en la doctrina respecto a un entramado transitorio: las veinte perspectivas engañosas
Debido al aferramiento basado en la doctrina a un alma imposible burda de nosotros como personas, la perspectiva engañosa respecto a un entramado transitorio basada en la doctrina implica veinte perspectivas engañosas. Las veinte se componen de cuatro perspectivas engañosas para cada uno de los cinco agregados. Con respecto a nuestro cuerpo, por ejemplo, se puede considerar a:
- Nuestro cuerpo como un “yo” estático, monolítico e independiente.
- Nuestro cuerpo como la posesión de un “yo” estático, monolítico e independiente.
- Nuestro cuerpo como una cosa que un “yo” estático, monolítico e independiente controla o manda.
- Nuestro cuerpo como el hábitat de un “yo” estático, monolítico e independiente.
La primera de las cuatro perspectivas se basa en aferrarse a nuestros agregados como el “yo” y, por lo tanto, a que nuestros agregados y nuestra alma imposible burda son totalmente idénticos, como “uno”. Esta es la afirmación de la escuela no budista Charvaka: es decir, que una persona o un alma es simplemente el cuerpo y la mente. Esta afirmación Charvaka sobre la persona puede ser incluida como una afirmación de un alma imposible burda. Las otras tres perspectivas engañosas consideran a nuestros agregados como “míos” y, por lo tanto, consideran a nuestros agregados y a nuestra alma imposible burda como “diferentes” (tha-dad, muchos), según afirman los otros siete sistemas filosóficos indios no budistas.
Perspectiva engañosa sutil que surge automáticamente respecto a un entramado transitorio
En los sistemas Sautrántika, Chitamatra y Svatántrika, cuando surge una perspectiva engañosa respecto a un entramado transitorio, basada en el aferramiento a un alma imposible sutil —una que es autosuficientemente conocible—, solo tiene una forma que surge automáticamente. Esto se debe a que el aferramiento a un alma imposible sutil solo surge automáticamente. Así, en los sistemas Sautrántika, Chitamatra y Svatántrika, las perspectivas engañosas respecto a un entramado transitorio basadas en la doctrina y que surgen automáticamente, no se refieren al mismo nivel de alma imposible.
La perspectiva engañosa respecto a un entramado transitorio que surge automáticamente también se enfoca en un entramado transitorio específico de nuestros agregados, pero no tiene veinte formas. Considera que esos agregados y nuestra alma supuestamente conocible de forma autosuficiente son totalmente idénticos (ngo-bo gcig, tener la misma naturaleza esencial, ser “uno”). O bien, considera que esos agregados y nuestra alma conocible supuestamente de forma autosuficiente, están totalmente separados (ngo-bo tha-dad, tener autonaturalezas diferentes, ser “muchos”). Las dos alternativas son, respectivamente, la perspectiva engañosa respecto a un entramado transitorio que surge automáticamente como “yo”, o como “mío”.
Solo tras habernos liberado de la perspectiva engañosa respecto a un entramado transitorio que surge automáticamente, podemos alcanzar la liberación. Deshacernos de la forma basada en la doctrina es simplemente un paso en el camino hacia la liberación.
La afirmación Prasánguika Gelug
En el sistema Prasánguika Gelug, un entramado transitorio se refiere a nuestro “yo” válidamente conocible, ya que es un entramado en cambio continuo de partes, facetas y momentos. Una perspectiva engañosa respecto a un entramado transitorio se enfoca en nuestro “yo” válidamente conocible y lo considera como nuestra alma imposible —burda o sutil— que guarda una cierta relación con nuestros agregados. En términos generales, considera al “yo” válidamente conocible como un “yo” imposible, o como un “yo mismo, el poseedor” imposible con relación a los agregados.
El hecho de que una perspectiva engañosa respecto a un entramado transitorio surja sobre la base del aferramiento a un alma imposible burda (una que existe de forma encontrable y que es autosuficientemente conocible), o que surja basada en el aferramiento a un alma imposible sutil (simplemente una que existe de forma encontrable) no supone ninguna diferencia en la siguiente cuestión. En ambos casos, la perspectiva engañosa tiene formas tanto basadas en la doctrina como que surgen automáticamente. Esto se debe a que el aferramiento a un alma imposible burda o sutil, tal como lo define el sistema Prasánguika, se da tanto en las formas basadas en la doctrina como en las que surgen automáticamente. Por lo tanto, en el sistema Prasánguika, tanto las perspectivas engañosas respecto a un entramado transitorio basadas en la doctrina como las que surgen automáticamente, se refieren a ambos niveles de alma imposible.
- Según el sistema Prasánguika Gelug, “basada en la doctrina” se refiere a las emociones y actitudes perturbadoras que son consecuencia de aprender y aceptar también las enseñanzas de un sistema de principios budistas no Prasánguika.
Perspectiva engañosa burda basada en la doctrina respecto a un entramado transitorio: las veinte perspectivas engañosas
Al igual que en los sistemas no Prasánguika, las veinte perspectivas engañosas respecto a un entramado transitorio ocurren solamente con el aferramiento al alma imposible burda de una persona basado en la doctrina. Por lo tanto, las veinte formas no ocurren con el aferramiento burdo que surge automáticamente, o con el aferramiento sutil —ya sea basado en la doctrina o que surge automáticamente—.
Al igual que en los sistemas no Prasánguika, el Prasánguika también divide las veinte perspectivas engañosas respecto a un entramado transitorio en cuatro puntos con respecto a cada uno de los agregados. Por ejemplo, con respecto a nuestro cuerpo, podemos considerar a nuestro “yo” válidamente conocible como:
- Un “yo” encontrable autosuficientemente conocible (un “yo” encontrable conocible válidamente y por imputación, según la definición común) que es este cuerpo.
- Un “yo” encontrable autosuficientemente conocible, que es el poseedor de este cuerpo.
- Un “yo” encontrable autosuficientemente conocible, que es el controlador o jefe de este cuerpo.
- Un “yo” encontrable autosuficientemente conocible que es el habitante de este cuerpo.
La primera postura considera al “yo” válidamente conocible no encontrable como un “yo” encontrable válidamente conocible que es alguno de los agregados. Esta es la posición Vatsiputriya (gNas-ma'i bu-pa). La escuela Vatsiputriya, una de las dieciocho escuelas Hinayana, ni siquiera afirma que un “yo” encontrable válidamente conocible que es idéntico (“uno”) a uno de los agregados encontrables, sea conocible de forma imputada. Según esta escuela, el “yo” válidamente conocible es autosuficientemente conocible y, por consiguiente, la escuela Vatsiputriya no establece la ausencia de un alma sutil imposible de una persona.
Los demás sistemas, con excepción del Prasánguika, afirman que el “yo” válidamente conocible es un “yo” encontrable válidamente conocible por imputación, que es imputado sobre el entramado encontrable o la continuidad encontrable de los cinco agregados. O afirman que es un “yo” encontrable que es imputado sobre un miembro específico encontrable de uno de los agregados —es decir, sobre la conciencia mental o el alayavijñana (kun-gzhi rnam-shes, conciencia base)—, como miembros encontrables del agregado de la conciencia. Si alguna de estas posibilidades fuera correcta, el “yo” válidamente conocible, como un “yo” encontrable válidamente conocible, necesitaría ser totalmente diferente ("muchos") de cualquier otro miembro encontrable de los cinco agregados. Esto conduce a un aferramiento basado en la doctrina al “yo” válidamente conocible —como un “yo” encontrable válidamente conocible imputado sobre una conciencia mental encontrable o sobre el alayavijñana encontrable— que es el poseedor, el controlador, o el habitante encontrable de ese otro miembro encontrable de los agregados.
Perspectiva engañosa burda que surge automáticamente respecto a un entramado transitorio
La perspectiva engañosa burda que surge automáticamente respecto a un entramado transitorio, se basa en el aferramiento que surge automáticamente a un alma autosuficientemente conocible de una persona, de acuerdo con la definición común. Considera que el “yo” válidamente conocible es un alma encontrable autosuficientemente que, o bien es totalmente idéntica a los agregados encontrables, o bien, es el poseedor encontrable totalmente diferente de los agregados encontrables.
Perspectiva engañosa sutil basada en la doctrina respecto a un entramado transitorio
La perspectiva engañosa sutil basada en la doctrina respecto a un entramado transitorio se basa en el aferramiento sutil basado en la doctrina a un alma verdaderamente existente de forma encontrable. Se adquiere al aprender y aceptar las afirmaciones de la existencia verdadera encontrable, realizadas por los sistemas doctrinales budistas no Prasánguika. Sobre la base de este aferramiento, considera al “yo” válidamente conocible como un alma encontrable que, o bien es totalmente idéntica a los agregados encontrables, o bien es el poseedor encontrable totalmente diferente de los agregados encontrables.
Perspectiva engañosa sutil que surge automáticamente respecto a un entramado transitorio
La perspectiva engañosa sutil que surge automáticamente respecto a un entramado transitorio se basa en el aferramiento sutil que surge automáticamente a un alma encontrable verdaderamente existente de una persona. También considera al “yo” válidamente conocible como un alma encontrable, de la misma manera que la forma sutil basada en la doctrina.