Introducción
Este fin de semana hablaremos sobre la felicidad y su papel en la práctica de sutras y tantras. Por supuesto, hay muchas maneras diferentes de abordar el tema, pero lo que propongo hacer primero esta tarde, a modo de introducción, es hablar sobre dónde encajan la felicidad y el trabajo por la felicidad en el camino budista. Después de todo, estamos abordando esto desde un punto de vista budista, por lo que creo que es muy importante ver cómo encaja exactamente en el marco de todas las enseñanzas. Luego, mañana entraremos específicamente en la discusión de la naturaleza de la felicidad y las diversas formas en que podemos fortalecerla y usarla como un camino mental que conduce a la liberación y la iluminación.
Propongo hablar de esto en un nivel bastante sofisticado, porque creo que el tema merece este tipo de tratamiento por respeto a las enseñanzas budistas. Realmente no queremos trivializar el tema de la felicidad y convertirlo en un tipo de seminario de “no te preocupes; sé feliz”. Entonces, aunque algunas personas puedan encontrar el nivel de sofisticación un poco complicado, ¡no permitan que eso arruine su felicidad! Creo que nos puede dar mucho ánimo ver, por un lado, cuán serio es este tema de la felicidad y, por otro, tener una actitud realista sobre el tema. De esta forma, no tendremos una idea vaga sobre la felicidad y de dónde proviene. No es que la felicidad provenga de tener suerte, por ejemplo, como si los dioses le sonrieran a alguien y eso le diera felicidad a la persona. A veces tenemos esa idea inconscientemente como una herencia del pensamiento romano antiguo. En otras palabras, si la diosa Fortuna nos sonríe, entonces, como resultado, tendremos buena suerte –que proviene de la palabra fortuna– de ser felices. Así no es como funciona.
Entonces, echemos un vistazo ahora al lugar que la felicidad y el trabajo para fortalecer la felicidad tienen en el budismo.
El lugar de la felicidad en el contexto del budismo
Siempre que queramos discutir las enseñanzas del Buda, creo que es extremadamente importante ponerlas en el marco de cómo el propio Buda presentó sus enseñanzas, en otras palabras, las cuatro verdades nobles. Estos son los cuatro hechos sobre la vida que cualquiera que vea la realidad de manera no conceptual, en otras palabras, cualquier arya, confirmaría que son ciertos.
Muy brevemente, la primera verdad es que la vida contiene sufrimiento. En otras palabras, la vida es difícil. Todos experimentamos tres tipos de sufrimiento:
- El primero es el sufrimiento burdo, el sufrimiento del sufrimiento, que sería dolor e infelicidad.
- Luego tenemos el sufrimiento del cambio, que es la felicidad teñida de confusión. Experimentamos formas ordinarias de felicidad, como cuando damos un paseo por un hermoso parque; pero si esto fuera verdadera felicidad, cuanto más camináramos, mayor sería nuestra felicidad. Pero al cabo de unas horas, la felicidad que sentíamos al caminar se convierte en dolor e infelicidad, y queremos parar y descansar. La confusión aquí es que, cuando experimentamos la felicidad ordinaria, pensamos que va a durar, así que nos aferramos a ella. Pero, por supuesto, no dura y luego nos frustramos y nos sentimos infelices. La felicidad contaminada, entonces, implica el sufrimiento de que se transforma en infelicidad.
- Luego, tenemos lo que se llama el “sufrimiento que afecta que todo lo impregna”, que se refiere a todos los factores agregados de nuestra experiencia: los llamados “cinco agregados” de nuestro cuerpo, mente, emociones, etc., que se derivan de la confusión, se mezclan con confusión y perpetúan la confusión en esta vida y en las vidas futuras. Estos factores agregados son la base para experimentar los dos primeros tipos de sufrimiento. En este sentido, afectan de manera generalizada cada momento de nuestra experiencia, haciendo que cada momento contenga uno u otro de los dos primeros tipos de sufrimiento.
Todos experimentamos estos tres tipos de sufrimiento, que son los que caracterizan al samsara, situaciones incontrolablemente recurrentes y renacimientos incontrolablemente recurrentes con problemas. Si queremos formular este punto en términos de felicidad, la primera verdad noble es que hay mucha infelicidad. De hecho, en nuestra experiencia de la vida, las cosas son tan confusas que tendemos a perpetuar nuestra infelicidad.
La segunda verdad noble es que esta infelicidad no proviene de que la diosa Fortuna no nos haya sonreído, sino que proviene de una causa más apropiada. La causa es nuestra confusión sobre el comportamiento y sus resultados y sobre la realidad: cómo existimos nosotros, los demás y todo lo que nos rodea. Detrás de esta confusión hay una causa más profunda de nuestros problemas, es decir, el hecho de que nuestra mente hace que las cosas aparezcan de una manera confusa, de modo que creemos que esta manera corresponde a la realidad. Por ejemplo, cuando cerramos los ojos, parece como si todos los demás hubieran dejado de existir y nosotros fuéramos los únicos que existimos. El hecho de que tengamos una voz en nuestra cabeza hace que parezca aún más fuerte que hay un “yo” sólido dentro de nuestra cabeza que existe por sí mismo, independientemente de cualquier cosa. Entonces creemos que esto es cierto, que corresponde a la realidad. Esa creencia errónea es nuestra confusión, nuestro no darse cuenta, nuestra ignorancia. Y como resultado, nos sentimos solos. Pensamos: “Estoy completamente solo, pobre de mí; nadie me entiende”, etc., y nos volvemos infelices.
En resumen, entonces, la primera verdad noble es que tenemos sufrimiento e infelicidad en la vida. La segunda verdad es que provienen de una causa, nuestra confusión y el hecho de que nuestra mente hace que las cosas parezcan confusas y creemos que eso es cierto.
La tercera verdad noble se refiere a la verdadera detención, lo que se suele llamar “verdadera cesación” del sufrimiento y sus causas. Para evitar que el sufrimiento se repita sin cesar, debemos deshacernos de sus causas. Y lo que es crucial aquí es que es posible deshacernos por completo de todos los niveles de sus causas. Si nos liberamos de la confusión que está causando nuestro sufrimiento, obtendremos la liberación del samsara. Si, además, nos deshacemos de los hábitos de la confusión que hacen que nuestra mente haga que las cosas parezcan confusas, entonces, además de la liberación, obtendremos la iluminación. Entonces, como budas, somos omniscientes y todo amorosos y, por tanto, tenemos la capacidad de conocer las mejores formas de ayudar a cada ser individualmente.
La cuarta verdad noble es la verdadera mente que es el camino –lo que generalmente se traduce como el “verdadero camino”– que debemos recorrer para lograr esa verdadera detención del sufrimiento y sus causas. Más plenamente, es un camino mental o comprensión que producirá esta detención, y también el camino mental o estado mental en el que ha alcanzado esa detención.
Estas cuatro nobles verdades son las enseñanzas más básicas del Buda.
Naturaleza búdica
Cuando hablamos de cómo generar un verdadero camino de la mente que conduzca a la liberación y la iluminación, el gran maestro Kagyu Gampopa ha dicho que la naturaleza búdica es la causa, un precioso renacimiento humano es la base y la inspiración de un mentor espiritual es la condición sustentadora. Por lo tanto, necesitamos comprender la naturaleza búdica.
La “naturaleza búdica” se refiere a un entramado de factores que nos permiten alcanzar los Cuerpos Iluminadores de un buda. Los "Cuerpos" de un buda es solo una traducción literal. “Cuerpos” se refieren a corpus o grandes grupos de rasgos y cualidades que tiene un buda y que funcionan como entramados. Un buda puede aparecer en un entramado de diversas formas y puede comunicarse en un entramado de diversos lenguajes y maneras. La mente de un buda es un entramado de comprensión completa de todo, amor pleno e imparcial por todos, la plena capacidad de ayudar a todos, etc.
¿Cuáles son estos factores que nos permiten a cada uno de nosotros convertirnos en un buda? Hay tres tipos básicos.
Primero tenemos los factores evolutivos. Estas son los entramados básicos que todos tenemos de forma innata dentro de nosotros y que pueden transformarse o evolucionar para convertirse en algunos de los Cuerpos de un buda. Incluso aquellos seres que actualmente renacen como lombrices de tierra los tienen. Dos de estos entramados básicos suelen traducirse como “colección de mérito” y “colección de sabiduría”, pero creo que son traducciones engañosas. No son como colecciones de sellos. Más bien, se refieren a entramados de sistemas que todos tenemos, como el cuerpo de cada persona tiene un sistema respiratorio o un sistema digestivo, que es un entramado de varios órganos.
Además, el budismo no habla aquí de “mérito”, como si hubiera una acumulación de puntos y cuando acumulamos suficientes puntos de mérito, obtenemos una “insignia de mérito” o ganamos un premio. “Mérito” se refiere a la fuerza positiva o potencial acumulado por acciones mentales, verbales y físicas constructivas. “Sabiduría” tampoco es el término apropiado, ya que el término técnico aquí se refiere a la conciencia de la realidad obtenida a través de los factores más básicos con los que trabaja la mente de cada persona, independientemente de su forma de vida actual. Las lombrices de tierra también tienen esto, pero es un poco extraño decir que las lombrices de tierra tienen sabiduría. Incluso decir que en un renacimiento de lombriz de tierra todavía tenemos sabiduría suena un poco extraño. Por estas razones, prefiero hablar de los factores evolutivos de la naturaleza búdica de un entramado de fuerza positiva y un entramado de conciencia profunda.
Cada una de estos dos entramados se fortalece al fortalecer el entramado de buenas cualidades y potenciales fundamentales que también todos tenemos. Por ejemplo, todos tenemos los factores básicos de calidez, bondad y afecto. Utilizándolos, actuamos de manera constructiva ayudando a otros y, de esta manera, construimos nuestro entramado de fuerza positiva. Además, todo el mundo tiene la capacidad de conocer cosas: todo el mundo es capaz de asimilar información, organizarla en categorías, comprender qué son las cosas, etc. Utilizando estos factores, podemos enfocarnos en la realidad y comprenderla y, de esta manera, construir nuestro entramado de conciencia profunda.
Estos entramados de buenas cualidades, fuerza positiva y conciencia profunda pueden evolucionar en el sentido de que ahora están nublados con lo que se llama “manchas fugaces”. No están operando en sus niveles más altos de eficiencia. Pero si podemos deshacernos de estas manchas que los están contaminando y bloqueando, y si podemos fortalecer los elementos dentro de estos entramados, entonces funcionarán a su máximo nivel de eficiencia. Su máximo nivel de eficiencia es funcionar como los entramados iluminadores de un buda: los “Cuerpos” de un buda. Específicamente, un entramado de fuerza positiva se transforma en un entramado de formas burdas y sutiles en las que un buda puede manifestarse y las diferentes formas en que un buda puede comunicarse. Un entramado de conciencia profunda se transforma en un entramado de la mente y el corazón de un buda con todas sus buenas cualidades.
[Ver: Progreso en el camino espiritual: Teoría del entramado]
El segundo factor dentro de este entramado que llamamos “naturaleza búdica” es el hecho de que nuestros continuos mentales, nuestros flujos mentales, pueden verse afectados por la inspiración, generalmente traducida como “bendiciones”. En otras palabras, nuestro continuo mental y los entramados de buenas cualidades, fuerza positiva y conciencia profunda que se encuentran en él pueden elevarse a un nivel superior de funcionamiento a través de la influencia positiva de los demás.
El tercer tipo de naturaleza búdica se llama “factor estable”. Esto se refiere a la manera en que existe todo este entramado de factores de la naturaleza búdica, es decir, su vacuidad o vacío. La “vacuidad” se refiere a la ausencia de formas imposibles de existir. En otras palabras, este entramado de factores de la naturaleza búdica no existe de manera imposible. Una forma imposible sería que siempre funcionara con baja eficiencia; que nunca va a mejorar. Eso es imposible. Es imposible que estos entramados no se vean afectados de tal manera que puedan funcionar con la máxima eficiencia. La ausencia de esas formas imposibles de existir es lo que explica o permite el proceso de evolución para que estos entramados básicos en algún momento puedan funcionar como los entramados iluminadores de un buda. Esa ausencia es lo que lo hace posible. Eso es vacuidad o vacío: la ausencia de formas imposibles de existir. Esa ausencia de formas imposibles de existir también es cierta en el caso de estos entramados cuando funcionan en el nivel de un buda. En ese nivel, esta ausencia se conoce como el Cuerpo Natural de un buda, según la explicación Gelug.
Algunas tradiciones tibetanas no Gelug incluyen la naturaleza convencional de la mente, no solo su naturaleza más profunda, como un factor estable de la naturaleza búdica.
Niveles de funcionamiento base, camino y resultante
Los sub-entramados que componen los factores evolutivos de la naturaleza búdica (los entramados de buenas cualidades, fuerza positiva y conciencia profunda) pueden funcionar en tres niveles. Los tres niveles son como diferentes niveles cuánticos de energía, si podemos tomar prestada una analogía de la física utilizada para delinear diferentes niveles de energía en los que un electrón puede vibrar.
- Primero está el nivel básico, en otras palabras, el nivel innato, que es simplemente su nivel ordinario cuando no estamos tratando de hacer algo para fortalecer o mejorar estos entramados.
- Luego está el nivel del camino, cuando hemos fortalecido estos entramados hasta el punto en que realmente pueden comenzar a reorganizarse y funcionar a un nivel más eficiente. Esto ocurre cuando comenzamos a eliminar estos entramados de las manchas y oscurecimientos que les han impedido funcionar a un nivel más eficiente. Específicamente, cuando se agrega alguna cognición no conceptual de la vacuidad a nuestro sistema de naturaleza búdica evolutivo como parte de nuestro entramado de conciencia profunda, esto produce una cierta cantidad de verdaderas detenciones de la confusión y las manchas que han estado impidiendo que este sistema funcione más eficientemente. Con esta cognición no conceptual, nuestro entramado de conciencia profunda incluye sus primeras verdaderas mentes que son el camino –en otras palabras, sus primeros ejemplos de la cuarta verdad noble– y nuestros continuos mentales contienen sus primeras verdaderas detenciones del sufrimiento y de las causas del sufrimiento –en otras palabras, sus primeros ejemplos de terceras verdades nobles.
- El tercer nivel es el nivel resultante, cuando se ha alcanzado la elevación total o el pleno fortalecimiento de estos entramados evolutivos con la cognición no conceptual simultánea de la vacuidad y las apariencias en todo momento; en otras palabras, la cognición no conceptual simultánea constante de las dos verdades acerca de todo. En este punto, obtenemos la verdadera detención de todo sufrimiento y sus causas; nos convertimos en un buda plenamente iluminado; y estos entramados se transforman y funcionan como los Cuerpos Iluminadores de un buda.
Entonces, los factores evolutivos de la naturaleza búdica (este sistema de entramados o buenas cualidades, fuerza positiva y conciencia profunda) son la causa para alcanzar verdaderas detenciones y verdaderas mentes que son el camino. Esto se debe a que, cuando se fortalecen hasta cierto nivel, funcionan como las “causas obtentoras” para lograr las verdaderas detenciones y las verdaderas mentes que son el camino que conducen a la liberación y la iluminación. Una “causa obtentora” es la causa que se transforma en su resultado.
Inspiración
La condición para lograr esta transformación es la inspiración y el hecho de que los factores evolutivos de la naturaleza búdica puedan ser influenciados positivamente para que se fortalezcan mediante la inspiración.
Hay tres cosas que pueden darnos la inspiración que nos puede animar a realizar este tipo de transformación. La primera fuente de inspiración es la Triple Joya o Tres Joyas de Refugio: los Budas, el Dharma y la Sangha. La Joya del Dharma se refiere a los estados en los que el sufrimiento y las causas del sufrimiento han sido eliminados para siempre y estos entramados evolutivos de la naturaleza búdica han sido activados y energizados hasta el punto en que pueden provocar estos estados de eliminación. En otras palabras, la Joya del Dharma se refiere a la tercera y cuarta verdades nobles del continuo mental de los individuos, y eso nos inspira. También recibimos inspiración de los budas, aquellos que han alcanzado en sus continuos mentales un conjunto completo de tercera y cuarta verdades nobles: la detención total de todo sufrimiento y sus causas, y el conjunto total de caminos de la mente iluminados e iluminadores. Y también nos inspiramos en la Sangha. La Sangha son aquellos practicantes que ya han alcanzado en sus continuos mentales alguna parte de la tercera y cuarta verdades nobles: algunas detenciones verdaderas y verdaderas mentes que son el camino.
Por favor, tengan presente este punto sutil: la tercera y la cuarta verdades nobles son equivalentes entre sí. Cuando obtienes una parte de comprensión no conceptual de la vacuidad, este logro es equivalente al logro de la parte correspondiente a la verdadera detención de la parte correspondiente de una verdadera causa de sufrimiento. Los dos logros son equivalentes y simultáneos. No es que primero se obtenga una verdadera mente que es el camino y luego se obtenga una verdadera detención. Obtener una porción de las verdaderas mentes que son el camino significa obtener la porción correspondiente de verdaderas detenciones. Obtener una porción de verdaderas detenciones significa obtener la porción correspondiente de verdaderas mentes que son el camino con cognición no conceptual de la vacuidad.
De esta manera, podemos inspirarnos en los Budas, el Dharma y la Sangha para la transformación edificante de nuestros entramados evolutivos de la naturaleza búdica. Del mismo modo, recibimos inspiración para esta transformación de otros seres sintientes que sufren: aquellos con mentes limitadas. Nos inspiran a desarrollar la compasión y a trabajar en nosotros mismos para poder beneficiarlos tanto como sea posible. Gracias a ellos, desarrollamos el anhelo por la bodichita de alcanzar la iluminación para beneficiarlos tanto como sea posible. Y también obtenemos inspiración de nuestros mentores espirituales, al verlos como ejemplos vivos de aquello por lo que nos esforzamos. La combinación de estas tres fuentes de inspiración es lo que, en cierto sentido, agregará el impulso de energía necesario para estimularnos a fortalecer estos sistemas de entramados. El hecho de que estos entramados no existan de formas imposibles permite que se produzca la transformación.
Creo que es realmente importante intentar comprender esta formulación (las cuatro verdades nobles, la naturaleza búdica, la inspiración, los cuerpos búdicos, etc.). Si tenemos esto como nuestro marco básico de comprensión, entonces podremos encontrarle sentido a todo lo que hay en el budismo. Aquí, en particular, podemos comprender mejor el papel que juega la felicidad en la formación budista.
Las buenas cualidades que fortalecerán nuestros entramados de fuerza positiva y conciencia profunda
Miremos un poco más de cerca el entramado de buenas cualidades que todos tenemos y que necesitamos fortalecer para que nuestros entramados de fuerza positiva y conciencia profunda salten a niveles más altos y funcionen como los entramados iluminadores de los Cuerpos de un buda.
Una de esas cualidades es el afecto innato de la mente: el hecho de que la mente o el corazón de cada persona tiene un cierto nivel de afecto o calidez, ya sea en forma potencial o manifiesta. La evidencia de que esto es así proviene del hecho de que cualquiera que sostiene a un bebé en su regazo (ya sea un bebé humano, un cachorro, un gatito o lo que sea) naturalmente siente afecto y calidez por el bebé.
Otra cualidad es la capacidad de la mente para dar surgimiento a apariencias cognitivas. Por ejemplo, todos tenemos imaginación. Lo sabemos porque, por ejemplo, si tenemos mucha sed, podemos imaginarnos un vaso de zumo de naranja o algo así. Todos somos capaces de hacer eso. Tenemos la capacidad de crear imágenes o apariencias a partir de nuestra mente.
La siguiente cualidad es la alegría innata. Ahora llegamos a nuestro tema, ya que aquí es donde encaja la felicidad en todo este contexto budista. Todos tenemos la capacidad de sentir felicidad. Lo sabemos porque, si estamos acostados en una cama cómoda, cálida y agradable por la mañana, todos sentimos cierto nivel de felicidad. O si caminamos por un hermoso parque en un bello día de primavera, todos sabemos lo que es sentirse feliz. Todos sabemos lo que se siente. Sentirse feliz es posible porque la mente de cada persona tiene una cualidad innata de alegría.
Otra cualidad es la energía innata. Prueba de ello es el hecho de que, si hay una emergencia, todos podemos levantarnos. Incluso si estamos paralizados, al menos puede haber un movimiento de energía dentro de nosotros de que nos querríamos levantar.
Otra es la capacidad innata de comprender las cosas. Todos sabemos cómo atarnos los zapatos, por ejemplo. Cuando te atas los zapatos, en ese momento entiendes cómo atarlos. No tiene por qué ser una comprensión sofisticada. Todos tenemos algo de comprensión. Incluso una vaca o una gallina saben dónde está la puerta del granero y cómo cruzarla. La vaca o el pollo no se estrellan contra la pared cuando quieren entrar al granero, ¿cierto?
Además, todo el mundo tiene una concentración innata. Sabemos que tenemos cierta capacidad de concentración porque cada vez que escribes una palabra, te concentras. De lo contrario, no podrías escribir.
Necesitamos señalar que todos estos elementos dentro de nuestro entramado de buenas cualidades son fenómenos éticamente neutros y no especificados. El Buda no especificó que fueran constructivos o destructivos. Pueden acompañar a estados mentales y acciones constructivos, destructivos o éticamente neutros y, en cada caso, asumen el estatus ético de ese estado mental o acción. En otras palabras, podemos experimentar felicidad mientras ayudamos a alguien, mientras lastimamos a alguien o mientras caminamos por la calle.
Lo que queremos hacer es aprovechar las diversas buenas cualidades que todos tenemos y utilizarlas para participar en actos constructivos. Entonces estas buenas cualidades se vuelven constructivas y pueden ayudarnos a alcanzar la iluminación. En este sentido, podemos referirnos a estas buenas cualidades como factores evolutivos de la naturaleza búdica aunque, estrictamente hablando, esa afirmación está abierta a debate.
Los entramados evolutivos de naturaleza búdica como un sistema orgánico abierto
Los entramados evolutivos de naturaleza búdica de nuestras buenas cualidades, fuerza positiva y conciencia profunda constituyen, en cierto sentido, un sistema orgánico abierto. Un “sistema abierto” es aquel en el que las cosas entran y salen, y un “sistema orgánico” es aquel que está vivo. Por ejemplo, la información, la experiencia, etc., entran en nuestro sistema de naturaleza búdica y emergen conductas físicas, verbales y mentales. No se trata simplemente de que la comida entre en nuestro cuerpo y salgan desechos. Permítanme dar otro ejemplo. Obtenemos cada vez más concentración a medida que practicamos la meditación y, en cierto sentido, la concentración entra a nuestro sistema de entramado. Como resultado, nuestra cualidad innata y nuestro potencial para concentrarnos se vuelven mayores, y nuestro sistema produce más momentos de concentración "que salen". Este proceso es como un circuito de retroalimentación.
El sistema de entramados evolutivos de la naturaleza búdica sigue todas las leyes de los sistemas orgánicos, tal como las entendemos en la ciencia occidental. Por ejemplo, el análisis de sistemas nos enseña que, en un sistema orgánico abierto de entramados que funcionan con circuitos de retroalimentación, cuando se fortalecen los elementos dentro de ese sistema, el sistema en algún momento alcanza una masa crítica. Cuando llega a ese punto, el sistema salta automáticamente a un “nivel cuántico” diferente y se reorganiza para funcionar en un nivel diferente. Sufre lo que a menudo se llama una "transición de fase".
En los sistemas inorgánicos, esta reorganización es bastante obvia. Cuando la energía térmica que ingresa a un sistema de agua alcanza un cierto punto crítico, el agua sufre una transición de fase y se reorganiza en vapor. En otro nivel crítico de energía térmica, el agua atraviesa otra transición de fase y se reorganiza en hielo. Un ejemplo en un sistema orgánico es el caso de alguien que pierde un brazo. En tal caso, el sistema orgánico del cerebro, el resto del cuerpo y la forma de hacer las cosas de la persona se reorganiza para que la persona pueda hacer cosas con el otro brazo.
Algo similar sucede con el sistema orgánico abierto de nuestros entramados evolutivos de naturaleza búdica. Cuando introducimos en el sistema suficiente fortalecimiento como para lograr por primera vez, por ejemplo, la cognición no conceptual de la vacuidad con nuestra cualidad innata de comprensión, el sistema alcanza una masa crítica. A continuación, todo el sistema sufre una transición de fase. Se reorganiza y, en lugar de funcionar como el sistema de un ser ordinario, ahora funciona como el sistema de entramados de un arya, un ser altamente realizado. La reorganización implica obtener, no solo una parte de las verdaderas mentes que son el camino, sino también una parte de las verdaderas detenciones, de modo que el sistema se deshaga de algo. En este caso, el sistema se libera de la confusión basada en la doctrina: confusión basada en aprender y aceptar un sistema filosófico indio no budista. También se deshace de las emociones y actitudes perturbadoras que surgen de esta confusión basada en la doctrina.
Alcanzar este nivel de masa crítica no se produce por fortalecer un solo elemento de este sistema de entramados. El sistema de entramados evolutivos de la naturaleza búdica es en sí mismo un entramado enorme y complejo de una gran cantidad de elementos interrelacionados que se afectan entre sí. Tenemos que fortalecer muchos de estos elementos para alcanzar esta masa crítica (por ejemplo, la compasión, la concentración, la comprensión, etc.).
Con un mayor fortalecimiento del sistema, llegamos al punto en el que alcanza otra masa crítica y se reorganiza para convertirnos en un arhat, un ser liberado. En este punto, el sistema se libera de la confusión que surge automáticamente y de las emociones y actitudes perturbadoras que surgen automáticamente con base en ella. Nos convertimos en un arhat Hinayana o, si practicamos con un camino mental Mahayana, en un bodisatva de octavo nivel. Ahora los entramados funcionan a un nivel arhat, sin ningún sufrimiento incontrolablemente recurrente; en otras palabras, libres de samsara. Cuando fortalecemos el sistema aún más, hasta su nivel máximo, para que se libere de los hábitos de la confusión, entonces todo el sistema alcanza el nivel de masa crítica suprema y se reorganiza de tal forma que nos convirtamos en un buda. Deja de dar surgimiento a apariencias confusas de formas imposibles de existir y se transforma en un entramado iluminador de Cuerpos de Buda.
Un punto importante a recordar aquí es que, aunque estos saltos cuánticos se producen cuando se alcanzan ciertos niveles de masa crítica, y aunque se producen saltos cuánticos más pequeños dentro de estos mayores, el progreso día a día siempre es no lineal. Esto nuevamente es consistente con el análisis de sistemas orgánicos y corresponde a nuestra experiencia cotidiana. De hecho, día tras día, momento tras momento, las cosas tienen altibajos. Nunca experimentamos una mejora lineal constante con la que cada día es mejor y mejor. Siempre tiene altibajos. Esto es muy importante para comprender el proceso de desarrollo de las mentes que son el camino progresivamente más avanzadas que conducen a la liberación y la iluminación.
Fortalecer el sistema de entramados evolutivos de la naturaleza búdica
La forma óptima de generar la transformación de estos entramados evolutivos de naturaleza búdica en cuerpos búdicos es trabajar para fortalecer los entramados tanto de fuerza positiva como de conciencia profunda simultáneamente. Esto se debe a que ambos están interconectados. Es por eso que en el budismo hablamos de trabajar tanto en el lado del método como en el lado de la sabiduría o la conciencia profunda de la práctica, y no solo en uno. Trabajar del lado del método fortalece el entramado de fuerza positiva, mientras que trabajar del lado de la sabiduría fortalece el entramado de conciencia profunda.
En su nivel máximo, el entramado de fuerza positiva se transforma y funciona como las Formas Iluminadoras de un buda (los Cuerpos de Forma, Rupakaya en sánscrito) y el entramado de conciencia profunda en su nivel óptimo se convierte en lo que se llama el "Dharmakaya de la Conciencia Profunda". O, más comúnmente, el “Dharmakaya de la Sabiduría” de un buda; en otras palabras, el entramado iluminador de la mente omnisciente y todo amorosa de un buda. Pero esta forma de describir el proceso no es del todo precisa. De hecho, necesitamos trabajar en ambos entramados, tanto en el método como en la sabiduría, para lograr el fortalecimiento del sistema de estos dos entramados como un todo. No es posible tener un solo sistema o entramado funcionando independientemente del otro; están interconectados. Por eso, cuando un entramado de fuerza positiva funciona como causa obtentora de los Cuerpos de Forma de un buda, es necesario un entramado de conciencia profunda como condición que actúa simultáneamente. Y cuando un entramado de conciencia profunda funciona como causa obtentora del Dharmakaya de Conciencia Profunda de un buda, es necesario un entramado de fuerza positiva como condición que actúa simultáneamente.
En otras palabras, necesitamos un enfoque holístico. Por ejemplo, para lograr una buena salud, no podemos simplemente trabajar en mejorar nuestro sistema digestivo; también debemos tener en cuenta que está conectado con el sistema circulatorio, el sistema nervioso, etc. Necesitamos hacer lo mismo en la práctica del Dharma con todos estos sistemas o entramados.
Fortalecer los entramados con los métodos del sutra
¿Cómo fortalecemos los elementos dentro de este sistema de entramados evolutivos de la naturaleza búdica? Con los métodos del sutra, enfocándonos en el lado del método, fortalecemos o trabajamos en la calidez natural del corazón. En otras palabras, trabajamos el amor y la compasión. Y trabajamos con la energía innata del sistema para salir y ayudar a los demás lo mejor que podamos. Cuando fortalecemos estos factores, esto fortalece nuestro entramado de fuerza positiva y eso nos lleva en la dirección de tener los Cuerpos de Forma reales de un buda que son los mejores para salir y ayudar a los demás de una manera amorosa. Pero tengan en cuenta que, en el sutra, solo trabajamos con algunos de los elementos dentro de nuestro entramado de buenas cualidades que fortalecen nuestro entramado de fuerza positiva. Por supuesto, también necesitamos fortalecer las buenas cualidades que contribuyen a la construcción de nuestro entramado de conciencia profunda para poder saber cómo ayudar a los demás correctamente.
¿Qué factores utilizamos en el nivel del sutra para fortalecer nuestro entramado de conciencia profunda? Usamos el nivel básico de nuestros cinco tipos de conciencia profunda.
- En primer lugar, existe la conciencia profunda cual espejo, que nos permite darnos cuenta de la información: todos somos conscientes de la información, las imágenes, los sonidos, etc.
- Luego está la conciencia profunda de la igualdad, que nos permite organizar esa información en categorías de cosas iguales, para que podamos procesarla.
- Lo siguiente es la conciencia profunda de la individualidad, que nos permite diferenciar los casos individuales de los generales. Una vez que hemos organizado la información en categorías generales, necesitamos ver la especificidad de cualquier evento para poder abordarlo como un caso individual.
- Esto lleva a una conciencia profunda del logro, que es la conciencia real con la que nos relacionamos y abordamos esta información.
- Y luego está la conciencia profunda de la realidad, que nos permite comprender correctamente la realidad convencional. Con ella sabemos qué son las cosas, a qué categorías pertenecen igualmente que otras cosas, cuál es su individualidad y cómo relacionarnos específicamente con ellas. Sabemos lo que sucede a nuestro alrededor y esto nos permite afrontar las cosas con medios hábiles. Vemos cómo ayudar y qué hacer. De esta manera, la conciencia profunda de la realidad se conecta, no solo con los otros cuatro tipos de conciencia profunda, sino también con los elementos del entramado del amor y la compasión.
La conciencia profunda de la realidad también nos permite ver el hecho más profundo de todo: la vacuidad de todas y cada una de las cosas. Con esta conciencia más profunda, vemos que nada existe de manera imposible. Así que trabajamos para fortalecer eso también, con meditación en la vacuidad, que acompañamos trabajando también con todo este tipo de métodos en el camino del sutra, como la compasión, etc. Fortalecemos ese entramado de conciencia profunda para que vaya en la dirección de convertirse en una conciencia profunda de Dharmakaya, la mente de un buda, que también es un entramado. Es un entramado no solo de comprensión de la verdad superficial, relativa o convencional, y de la verdad más profunda sobre todos y todo, sino también de amor total y compasión igualitaria hacia todos los seres limitados. Ese aspecto de la conciencia profunda de Dharmakaya proviene de trabajar también del lado de nuestro entramado de fuerza positiva. Además, la conciencia profunda de Dharmakaya también tiene la fuerza y la capacidad de ayudar a todos los demás. Eso proviene de realmente mover nuestra energía para ayudar a los demás, lo que también está del lado del entramado de fuerza positiva. Está claro, entonces, que debemos trabajar y fortalecer ambos entramados de manera conjunta, porque se interconectan y se refuerzan mutuamente. Un buen ejemplo que indica esta interconexión es que fortalecer nuestra cualidad innata de concentración contribuye a fortalecer ambos entramados: fuerza positiva y conciencia profunda.
Sin embargo, en el nivel de los sutras, es imposible trabajar o fortalecer los dos lados, el método o fuerza positiva y el lado de la sabiduría o la conciencia profunda, simultánea y explícitamente, en un momento mental. Esto se debe a que los dos elementos que utilizamos de manera más destacada en el camino de los sutras para fortalecer cada una de estos entramados (la compasión y la comprensión de la vacuidad) no pueden combinarse en un momento de un estado mental. La compasión está dirigida al aspecto convencional o relativo de algo, digamos, un ser que sufre. La comprensión de la vacuidad apunta a la forma más profunda en que ese ser existe. Entonces los dos se enfocan en cosas diferentes y, además, cognitivamente toman a sus objetos de diferentes maneras. La compasión se enfoca en su objeto –el sufrimiento– con el deseo de que desaparezca, de que ese sufrimiento desaparezca. La comprensión de la vacuidad se enfoca en la ausencia de formas imposibles de existir y cognitivamente toma ese objeto eliminando por completo esas formas imposibles de existir.
Por lo tanto, la compasión y la comprensión de la vacuidad son dos estados mentales totalmente diferentes que apuntan a cosas diferentes y que cognitivamente toman aquello a lo que se dirigen de diferentes maneras. Por eso, no podemos tener ambos simultáneamente y explícitamente en un momento de un estado mental. Lo único que podemos hacer es tener los dos consecutivamente. En otras palabras, tenemos compasión y luego, cuando nos enfocamos en la vacuidad, nuestro enfoque tendrá el sabor de la compasión detrás; y cuando nos enfocamos en la compasión, si hemos tenido la comprensión de la vacuidad de antemano, nuestro enfoque tendrá también el sabor de esa comprensión. Ese es el nivel del sutra. Necesitamos progresar al nivel del tantra general para llevar el método y la sabiduría a un momento de un estado mental para que podamos fortalecer ambos entramados simultáneamente.
Fortalecer los dos entramados con los métodos generales del tantra
Para poder fortalecer simultáneamente estos dos entramados evolutivos de fuerza positiva y conciencia profunda, debemos enfocarnos no solo en la compasión como la principal cualidad que fortalece nuestro entramado de fuerza positiva. Necesitamos trabajar para fortalecer otro elemento dentro de nuestro entramado de buenas cualidades que pueda hacer lo mismo. Por supuesto, seguimos fortaleciendo la compasión, la concentración y la energía de ayudar a los demás, pero ahora en el tantra ampliamos el alcance de lo que fortalecemos.
Recuerden, hablamos de otra de las buenas cualidades innatas que todos tenemos: la imaginación, la capacidad de la mente para generar apariencias. Usando esta habilidad, en el tantra imaginamos o visualizamos que tenemos la forma de una figura búdica, como Avalokiteshvara o Tara, e imaginamos que, en esta forma, ayudamos a los demás, con compasión y medios hábiles. De esta manera, fortalecemos más elementos dentro de nuestro entramado de buenas cualidades al mismo tiempo, y esto nos ayudará a practicar método y sabiduría simultáneamente.
Según las enseñanzas Sakya, una de las cuatro tradiciones del budismo tibetano, las figuras búdicas (yidams, deidades tántricas) son una configuración de la energía del cuerpo. Son otro nivel cuántico en el que nuestra energía aparece y funciona, y este nivel cuántico existe dentro de todos los seres. Déjenme decir esto de una manera diferente. Nuestra energía y apariencia ocurren no solo en un nivel cuántico, sino en dos de esos niveles. Un nivel cuántico es el de las apariencias ordinarias que tenemos como ser humano, animal, etc. El otro nivel cuántico es el de una apariencia pura como figura búdica. Ambos niveles cuánticos existen simultáneamente. Tenemos ambos como parte de nuestros factores de naturaleza búdica. Esto es lo que estamos usando aquí. Estamos activando y fortaleciendo este nivel cuántico de figuras búdicas fortaleciendo otro aspecto de nuestro entramado de buenas cualidades, a saber, la capacidad de la mente para dar surgimiento a apariencias cognitivas.
Sabemos que nuestra energía aparece y opera, de forma innata y automática, en muchas configuraciones diferentes porque todos aparecemos en diversas formas en nuestros sueños. Nuestra apariencia en sueños es una apariencia de nosotros mismos en niveles cuánticos que son diferentes de nuestro nivel ordinario de vigilia; son diferentes configuraciones de nuestra energía.
Lo que hacemos, entonces, en el tantra general, es enfocar nuestra atención en fortalecer, como método, este elemento creador de apariencias dentro de nuestro entramado de buenas cualidades. Hacemos esto imaginándonos a nosotros mismos apareciendo como una figura búdica, ayudando compasivamente a los demás. Esta visualización fortalece nuestro entramado de fuerza positiva. Con este método, podemos fortalecer simultáneamente nuestro entramado de conciencia profunda utilizando, como sabiduría, el enfoque en la vacuidad de nuestra apariencia como figura búdica. Pero es necesario explicar con más detalle la forma en que hacemos estas dos cosas simultáneamente.
Meditación sobre el método combinado y la sabiduría en el tantra general
La meditación no conceptual sobre la vacuidad tiene dos fases. La primera es la absorción total en la vacuidad cual espacio, durante la cual conocemos explícitamente solo la vacuidad. “Explícito” significa que en nuestra mente solo aparece la vacuidad, nada más. Nuestra mente no conoce simultáneamente la base de esa vacuidad (nuestra apariencia como figura búdica) ni explícita ni implícitamente. Sin embargo, la mente que está totalmente absorta en la vacuidad existe inseparablemente de un cuerpo; y, en este caso, la apariencia de ese cuerpo es la de una figura búdica. En este sentido, nuestra apariencia como figura búdica y nuestro enfoque en su vacuidad ocurren simultáneamente en un momento de un estado mental.
La segunda fase de cognición de la vacuidad es la fase de logro o realización subsecuente, generalmente traducida como fase de “post-meditación”. Ahora, nuestra mente se enfoca explícitamente en la base de la vacuidad, es decir, nuestra apariencia como una figura búdica, que es como una ilusión, y esto es lo que aparece en esa mente. Simultáneamente, esa misma mente conoce implícitamente la vacuidad de esa apariencia cual ilusión, pero sin que la vacuidad misma aparezca ante la mente. Esta vez, en un momento de un estado mental conocemos simultáneamente nuestra apariencia como figura búdica y su vacuidad, aunque solo nuestra apariencia como figura búdica aparece en nuestra mente y solo conocemos explícitamente eso.
Así, en el tantra general, tanto en la fase de absorción total como en la realización subsecuente de nuestra meditación sobre la vacuidad, tenemos una cognición de la vacuidad y una apariencia de nosotros mismos como una figura búdica simultáneamente en un momento de un estado mental, con una sola manera de tomar explícitamente un objeto. Aunque podríamos hacer lo mismo enfocándonos en la vacuidad de nuestra apariencia ordinaria, nuestra apariencia ordinaria no es algo que se transformará en las Formas Iluminadoras del Cuerpo de un buda. Solo nuestra apariencia como figura búdica –aunque solo sea en nuestra imaginación– se transformará en esas Formas Iluminadoras. Entonces, al fortalecer las habilidades de nuestra mente para crear apariencias y nuestra profunda conciencia de la vacuidad, trabajamos para fortalecer los dos entramados simultáneamente.
Pero esto no es suficiente. Necesitamos ser capaces de fortalecer estos aspectos de apariencia y vacuidad simultáneamente, siendo ambos conocidos explícitamente en el mismo momento de un estado mental. En otras palabras, debemos ser capaces de enfocarnos explícita y simultáneamente en las dos verdades de nuestra apariencia como figura búdica: su apariencia real y su vacuidad. Nuestros niveles mentales burdos son incapaces de hacer esto. Entonces, si realmente queremos fortalecer los dos entramados simultáneamente, debemos recurrir a los métodos de la clase superior de tantra, el tantra anutarayoga. Específicamente, necesitamos usar el nivel más sutil de la mente, es decir, el nivel de luz clara, para obtener la cognición no conceptual de la vacuidad de nuestra apariencia como figura búdica.
La mente de luz clara
Hay mucha discusión entre las diferentes escuelas del budismo tibetano sobre qué tipo de factor de naturaleza búdica es la mente de luz clara. ¿Es un factor estable o un factor evolutivo? Si decimos que es un factor evolutivo, entonces sería parte de nuestro entramado de conciencia profunda y sería parte de lo que evoluciona para convertirse en la Conciencia Profunda del Dharmakaya de un buda. Si decimos que es un factor estable, como lo es la vacuidad, entonces es lo que permite la transformación y no forma parte de ninguno de los dos entramados. Ambas maneras de formularlo son simplemente formas diferentes de concebir el mismo proceso de convertirse en buda.
En cualquier caso, en el tantra anutarayoga, utilizamos la cognición no conceptual de la vacuidad con una mente de luz clara como el lado de la sabiduría para fortalecer el entramado de conciencia profunda. La razón de esto es que, con este nivel mental más sutil, es posible enfocarse explícita y simultáneamente en la verdad relativa o convencional de la apariencia de nosotros mismos como una figura búdica, así como en la verdad más profunda de esa apariencia, su vacuidad. Esta apariencia, sin embargo, no es una apariencia impura: una apariencia que sería confusa porque, al ser impura, parecería existir de una manera imposible. Más bien, es una apariencia pura como algo que surge de manera dependiente de causas, condiciones y etiquetas mentales.
Entonces ahora surge la pregunta: ¿qué usamos del lado del método que pueda combinarse con esta cognición de luz clara de la vacuidad, simultánea y explícitamente, en un momento de un estado mental?
Utilizar la felicidad
Ahora vamos a trabajar en fortalecer otro elemento de nuestro entramado de buenas cualidades y es la alegría innata. Aquí es donde la felicidad entra en el camino y se utiliza como mente que es el camino. La capacidad o potencial de la mente para vivir las cosas con felicidad es lo que queremos potenciar. Queremos fortalecerlo para que se convierta en una conciencia dichosa, y no solo que se convierta en una conciencia dichosa como factor mental de un intenso sentimiento de felicidad que acompaña a un momento mental, sino que queremos fortalecerlo para que se convierta en la conciencia primaria de un momento mental.
Con este último tipo de conciencia dichosa, podemos tener esa conciencia dichosa simultánea y explícitamente con una mente de luz clara que, de manera no conceptual, está totalmente absorta en la vacuidad. La razón de esto es que los dos son en realidad el mismo estado mental: la mente de luz clara totalmente absorta de manera no conceptual en la vacuidad es una conciencia dichosa totalmente absorta de manera no conceptual en la vacuidad.
¿Por qué la conciencia dichosa es un método? La conciencia dichosa como conciencia primaria solo puede alcanzarse en el nivel de una mente de luz clara con cognición no conceptual de la vacuidad. Aunque una mente de luz clara es automáticamente no conceptual, no necesariamente conoce la vacuidad y no es necesariamente una conciencia dichosa. Por ejemplo, la mente de luz clara que se experimenta en el momento de la muerte no es dichosa ni conoce la vacuidad. Solo cuando una mente de luz clara conoce de manera no conceptual la vacuidad, puede ser también una conciencia dichosa.
Sin embargo, cuando la conciencia dichosa es un factor mental de una sensación de felicidad, puede acompañar a niveles mentales que son más burdos que el nivel más sutil de luz clara. Este es el caso ya sea que tales mentes tengan una cognición conceptual o no conceptual de la vacuidad, y si esa cognición es una absorción total en la vacuidad o la realización subsecuentemente alcanzada. En todos estos casos, la sensación de felicidad que acompaña a estas cogniciones hace que la mente que conoce la vacuidad se vuelva cada vez más sutil, dependiendo de la intensidad de la felicidad. Por lo tanto, fortalecer la felicidad, como un elemento de nuestro entramado de buenas cualidades y como factor evolutivo de la naturaleza búdica, y generar a partir de ella una conciencia dichosa de la vacuidad, es un método para acceder al nivel de luz clara de la mente y generarlo en una cognición no conceptual de la vacuidad de luz clara dichosa. Y luego, como mencioné, es posible que esta mente de luz clara dichosa tenga una cognición explícita de la vacuidad simultáneamente con una cognición explícita de una apariencia pura de sí misma como una figura búdica.
El método, entonces, en el tantra anutarayoga, no es simplemente imaginarnos conceptualmente que aparecemos como una figura búdica durante el logro subsecuente de la vacuidad. También es una conciencia dichosa como una sensación de felicidad que acompaña y, por lo tanto, es simultánea tanto con la absorción total conceptual en la vacuidad cual espacio como con la realización conceptual subsecuente de la vacuidad cual ilusión. Entonces, en el tantra anutarayoga, debemos trabajar para fortalecer tanto el factor de felicidad como el factor de creación de apariencias dentro de nuestro entramado de buenas cualidades, y utilizar ambos como métodos. El factor de creación de apariencias es el método del lado del cuerpo y la conciencia dichosa es el método del lado de la mente. Y, por supuesto, además necesitamos fortalecer también, dentro de ese entramado de buenas cualidades, la calidez o compasión, la concentración y la energía con la que salimos y ayudamos a los demás. Y, en el lado de la sabiduría, por supuesto, también seguimos fortaleciendo los cinco tipos de conciencia profunda y la conciencia de la vacuidad.
Trabajar con el viento de energía más sutil
Un punto más: cuando hablamos de fortalecer nuestro factor innato de energía aquí en el tantra anutarayoga, no estamos hablando solo del nivel más burdo de energía con el que ayudamos a los demás, sino del nivel más sutil de energía. Este nivel se llama “el viento de energía más sutil” y comparte la misma naturaleza esencial que la mente de luz clara. En otras palabras, el viento de energía más sutil y la mente de luz clara se encuentran inseparablemente en un solo paquete. Cuando vemos el paquete desde el punto de vista de su aspecto cognitivo, vemos una luz clara. Cuando lo vemos desde el punto de vista de su aspecto energético, es el viento de energía más sutil.
Es a partir de este viento energético más sutil que generamos lo que se llama un “cuerpo ilusorio” con la misma forma que la figura búdica que habíamos estado imaginando anteriormente. Solo podemos hacer eso en la segunda etapa de la práctica del tantra anutarayoga, la etapa completa. Simplemente imaginarnos a nosotros mismos apareciendo como una figura búdica es lo que hicimos en la primera etapa de anutarayoga, la etapa de generación, y cualquier cosa que imaginemos, por supuesto, solo puede ser conocida conceptualmente.
Pero, si trabajamos con el viento de energía más sutil de la mente de luz clara y producimos a partir de él la forma de un cuerpo ilusorio, entonces nuestra mente de luz clara dichosa, totalmente absorta de manera no conceptual en la vacuidad, también puede simultáneamente, explícita y no conceptualmente, conocer nuestra apariencia como este cuerpo ilusorio. Esto se debe a que el nivel mental de luz clara no solo está naturalmente libre de toda cognición conceptual, sino que también está naturalmente libre de la confusión y de los hábitos de la confusión. Los hábitos de la confusión no solo hacen que los niveles más burdos de la mente generen apariencias de formas imposibles de existir, sino que también impiden que los niveles más burdos de la mente conozcan explícitamente las dos verdades de cualquier cosa, su apariencia y su vacuidad, simultáneamente. Sin embargo, usar la mente de luz clara para conocer nuestra apariencia como un cuerpo ilusorio no hace que ese cuerpo parezca existir de ninguna manera imposible y, por lo tanto, esa mente también puede enfocarse simultánea y explícitamente en la vacuidad de esa apariencia.
De esta manera, podemos ver que en el tantra anutarayoga estamos trabajando simultáneamente para fortalecer muchos, muchos aspectos (tantos aspectos como sea posible) de nuestro entramado de buenas cualidades, de modo que fortalezcamos simultáneamente nuestros entramados de fuerza positiva y conciencia profunda. Eso es lo que hace que el tantra anutarayoga sea tan avanzado y difícil de practicar. Esta es también la razón por la cual dicha práctica es tan efectiva para lograr un fortalecimiento muy fuerte y rápido de todo nuestro sistema de entramados para que alcance las masas críticas para realizar esos saltos a nivel cuántico de manera mucho más rápida y eficiente.
Resumen
En resumen, ¿por qué queremos felicidad y por qué queremos aumentar la alegría innata de nuestra mente como parte del camino budista? No es solo porque sea la naturaleza de los seres limitados que busquen alcanzar la felicidad y evitar el sufrimiento. Ese esfuerzo también forma parte de nuestra naturaleza: todos queremos ser felices y no queremos ser infelices. Pero no es que, como parte del camino budista, simplemente queramos ir en esa dirección. No es que queramos ser felices y por ello usemos métodos budistas para tratar de obtener la mayor felicidad posible. Ese no es el punto. Más bien, utilizamos este hecho de que todos queremos ser felices y no sufrir y reconocemos que detrás de ello está el potencial que todos tenemos para ser felices. Eso está en todos. Trabajamos para fortalecer ese elemento (alegría o felicidad) dentro de nuestro entramado de buenas cualidades, pero no lo fortalecemos por sí solo. Hacerlo sería un pensamiento lineal y no holístico. Trabajamos para fortalecerlo en el contexto de fortalecer todo tipo de otros elementos dentro de nuestro entramado de buenas cualidades, de modo que la felicidad fortalecida actúe como una causa para que podamos acceder al nivel de luz clara de la mente. Así, también fortalecemos nuestra compasión, concentración, creación de apariencias, energía, etc.
Si fortalecemos la alegría innata de nuestra mente en el contexto de fortalecer todas estas otras cosas, eso conduce a una verdadera detención de la primera y segunda verdades nobles: el sufrimiento y las causas del sufrimiento. Esto sucede a través de nuestro entramado de conciencia profunda, reforzada por nuestro entramado de fuerza positiva, actuando como la cuarta verdad noble –una verdadera mente que es el camino para alcanzar una tercera verdad noble –una verdadera detención. Cuando estos dos entramados de fuerza positiva y conciencia profunda funcionan como entramados de un buda, experimentamos el nivel resultante de la tercera y cuarta verdades nobles. En esta etapa, el nivel resultante o más alto y eficiente de la alegría innata de la mente se transforma en la conciencia dichosa de la mente de un buda. Este aspecto dichoso de la mente omnisciente y todo amorosa de un buda se denomina “Cuerpo de Naturaleza Esencial” de un buda en las enseñanzas de Kalachakra.
Si entendemos todo esto, que puede llevar bastante tiempo asimilar, comprenderemos el lugar de la felicidad y la alegría en el camino budista y cómo convertimos esta felicidad en un camino mental que conduce a la liberación y la iluminación.
Esta es la introducción al tema de la felicidad. Como advertí al principio, planeo abordar este tema en un nivel sofisticado, porque creo que no solo merece ese nivel de tratamiento, sino que también creo que ustedes merecen un nivel de sofisticación. Por supuesto, comprender este nivel de sofisticación requiere escuchar las cintas o leer una transcripción una y otra vez y pensar profundamente en el material. Pero es de esperar que esta presentación haya proporcionado una estructura integral para comprender los diversos niveles de las enseñanzas del sutra y el tantra del Buda y, específicamente, una estructura integral para comprender cómo el trabajo con la felicidad encaja en esas enseñanzas.
Mañana entraremos en una discusión bastante detallada sobre qué es la felicidad y cómo trabajamos con ella. Primero, tenemos que reconocer qué es la felicidad para saber con qué estamos trabajando y luego debemos observar cómo trabajamos realmente con ella en varios niveles.
Aunque nuestra discusión de mañana sugerirá formas en las que podemos trabajar para aumentar nuestra felicidad ahora en esta vida, es muy importante ver ese beneficio colateral solo como un trampolín. Es una meta provisional en el camino hacia la liberación y la iluminación, que es el verdadero propósito de mejorar nuestra felicidad. No intentamos mejorar nuestra alegría innata solo para ser más felices en la vida, "la-la-la". Intentamos hacerlo para obtener la liberación y la iluminación más fácilmente, en beneficio de todos.
Gracias.