Empezamos nuestra discusión acerca de cómo hacer que nuestra práctica de tantra sea efectiva o más efectiva. Y vimos que lo fundamental para empezar es entender qué es el tantra y cuál es el punto esencial de la práctica tántrica – cómo funciona. Revisamos que tantra significa una corriente eterna de continuidad. Y, en un nivel base, eso se refiere a todos nuestros factores de naturaleza de buda, los cuales son características innatas de nuestra continuidad mental. “Innatas” significa que surgen simultáneamente con cada momento de nuestra actividad mental, cada momento de nuestra continuidad mental; eso es lo que significa “innato”, ¿no es así? Esa palabra, “innato”, literalmente es “que surge simultáneamente”; surge simultáneamente con la continuidad mental. Y el nivel resultante es cuando todos estos factores de naturaleza de buda están trabajando en su máxima capacidad, su máxima habilidad; en otras palabras, el estado iluminado de un buda, el cual también continuará para siempre.
Así que los factores básicos de la naturaleza de buda están en el nivel base – sin principio, sin final – pero los obscurecimientos que la obscurecen, los cuales limitan la capacidad de estos factores de trabajar en su máxima eficiencia – aunque no tienen principio, pueden terminar debido a que estos obscurecimientos no están basados en la realidad o en el entendimiento, y entonces su base, el no darse cuenta, puede ser reemplazado con darse cuenta correcto sin interrupción; así, estos factores perturbadores, estos factores obscurecedores, nunca surgirán de nuevo. Y entonces estos factores de naturaleza de buda ya no estarán limitados; funcionarán en su máxima capacidad y continuarán para siempre.
Es muy importante estar totalmente convencidos de estos factores de naturaleza de buda para poder practicar el tantra de forma efectiva, porque sin esta convicción, entonces es muy fácil caer algunas veces en la baja autoestima. Pensamos que realmente no podemos lograr nada, que “no somos suficientes”, etc. Por otro lado, si nos vamos al extremo opuesto de pensar que “ya soy un buda, realmente no necesito hacer nada para ser un buda”, entonces nos sobreestimamos, sobreestimamos estos factores de naturaleza de buda; y, por supuesto, dado que aún no estamos iluminados, cometemos muchos, muchos errores al estar completamente llenos de arrogancia y de falso orgullo.
Ahora, también tenemos el camino tantra. Hablamos acerca de la base, el resultado, ahora también tenemos el camino. Y este camino tantra se practica con esas figuras búdicas. Estas figuras búdicas no son algo que empiece como bebés – que tengan que ser concebidas, empiecen como bebés y crezcan. Son algo que permanece siempre disponible, para siempre. Así, en ese sentido, son un tantra. Y vimos que la práctica del tantra implica imaginarnos a nosotros mismos – al principio imaginar pero, con el tiempo, transformarnos en estas figuras búdicas. Y, al mismo tiempo, empezando con la imginación, imaginamos que tenemos la mente de un buda, así todo el entendimiento, el amor, la compasión, etc., de un buda. Y también imaginamos que tenemos la palabra de un buda, así que tenemos mantras que pueden comunicarse perfectamente con todos. E imaginamos que la forma en la que estamos actuando beneficia a todos los seres, así que imaginamos que emanan luces de nosotros y benefician a todos – emanan luces de nosotros, de nuestro corazón.
Y, para trabajar con estas figuras búdicas, que tienen muchos brazos y caras – nos ayudan a mantener en mente todas estas cosas que representan, todas las cualidades de un buda – para poder trabajar con eso, necesitamos entender la realidad de lo que sucede, lo cual, de hecho, implica bastante.
Cuando hablamos de “mí”, la persona, el yo, todos son “yo”, “yo” individuales, es algo que es etiquetado sobre lo que se conoce como nuestros factores agregados: el cuerpo, la mente, la palabra, las emociones, todo lo que está aconteciendo a cada momento. Así, en términos de todos estos factores – los cuales están cambiando en diferentes niveles, cada momento de nuestra continuidad, vida tras vida – hay una manera de unir todo eso: nos referimos a ello con la palabra o concepto “yo”. Y esa palabra o concepto “yo”, de hecho, se refiere a algo, al “yo” convencional, aunque no hay un “yo” sólido que se pueda encontrar con una gran línea alrededor, sentado dentro de nuestra cabeza, hablando – la voz en mi cabeza – y manipulando, controlando lo que está sucediendo, o solo observándolo.
Sí existimos; hay un “yo”, pero ese es el “yo” convencional. Lo que no existe es el “yo” falso – el “yo” falso como lo que correspondería a una palabra, algo que solo estuviera sentado ahí, con una gran línea alrededor – “yo” – como si estuviera encapsulado en plástico, aislado de todo lo demás, nunca cambiante, una especie de mónada. De cualquier manera, ese es el “yo” falso.
Así que tenemos este “yo” convencional que es etiquetado, decimos, o imputado sobre todos estos factores cambiantes de nuestra experiencia. Así, entre esos factores cambiantes de nuestra experiencia en cada momento, tenemos estas características de naturaleza de buda, ¿no es así? Y recordemos que, a lo que nos referíamos con estos factores de naturaleza de buda es al entramado de fuerza positiva o potencial positivo que tenemos, y algún entramado de darse cuenta profundo – la forma en que la mente realmente opera y conoce las cosas al tomar información y unir las cosas, etc. Y tenemos cierto tipo de cuerpo, cierto tipo de apariencia; la energía va hacia afuera: hay cierto tipo de habilidad comunicativa. Están todas las facultades mentales de entender, conocer, sentir diferentes niveles de felicidad, infelicidad, emociones, etc. Las emociones positivas, de las que estamos hablando en términos de los factores de naturaleza de buda, son el amor, la compasión, la calidez.
En términos del cuerpo, la apariencia que tenemos – nuestra forma ordinaria – eso es algo que surge de estos potenciales kármicos. Así, nuestra continuidad mental operará en cierto tipo de cuerpo físico, un tipo de vida u otro – niveles diferentes de cuerpos físicos – y esa será la apariencia que tendremos. Ahora, una apariencia samsárica ordinaria – una apariencia como ser humano, como perro, como fantasma, como cucaracha o lo que sea – eso será generado por estos factores obscurecedores.
Parte de cada momento de nuestra experiencia son, no solo estos factores de naturaleza de buda, sino también la falta de darse cuenta, diversos tipos de emociones perturbadoras y demás – impulsos kármicos, etc., potenciales kármicos positivos y negativos – eso estará ahí a cada momento. Así que el “yo” es etiquetado sobre todo esto, en cada momento. El “yo” se refiere al “yo” convencional que está basado en cada momento de esto, de nuestra experiencia continua, la cual tiene estos factores de naturaleza de buda y también estos factores obscurecedores. Y debido a que estos factores obscurecedores – el no darse cuenta y las emociones perturbadoras – van a causar estos entramados de potencial positivo y negativo, eso va a causar que den surgimiento – cierto potencial ahí que dé surgimiento – a un cuerpo samsárico: del entramado de fuerza positiva, uno de los mejores estados de renacimiento; del entramado de fuerza negativa, uno de los peores estados de renacimiento. Y eso continúa y continúa y continúa. Y ese no darse cuenta y las emociones perturbadoras también van a causar que ese entramado de darse cuenta profundo dé surgimiento a una mente limitada en cada momento de cada renacimiento: – limitado en nuestro entendimiento de las cosas; estamos limitados en nuestro amor por otros, quizás esté solo centrado en nosotros mismos o en unas cuantas personas; todas esas limitaciones.
Así que, ¿qué es lo que hacemos con nuestra práctica tántrica en términos de imaginarnos a nosotros mismos como una figura búdica o, con el tiempo, generarnos a nosotros mismos como una figura búdica? Entendemos – esto es muy importante para poder hacer que la práctica del tantra sea más efectiva – que estos factores obscurecedores pueden ser eliminados. No tienen una base firme, en el sentido de que no están basados en la realidad. Están basados en la ignorancia, la cual puede ser refutada y, por lo tanto, eliminada. No saber cómo existen las cosas puede ser reemplazado por saber cómo existen las cosas. Saberlo de forma incorrecta puede ser reemplazado por saberlo de forma correcta. Y aunque esa eliminación – esa cesación de estos factores obscurecedores – no ha sucedido todavía, entendemos que puede ocurrir.
Ahora, cuando sucede, cuando la cesación de estos factores obscurecedores ocurre, entonces ese entramado de potencial positivo, junto con el entendimiento correcto, da surgimiento, en lugar de al tipo de renacimiento (cuerpo, apariencia y demás) de uno de los mejores renacimientos, un renacimiento samsárico – en lugar de eso, dará surgimiento a una apariencia del cuerpo iluminado de un buda. Eso aún no ha acontecido, pero puede acontecer. Así que, si pensamos en términos de nuestra continuidad mental, entonces, en algún momento del futuro, es posible que todos estos factores obscurecedores sean eliminados – habrá una cesación verdadera de ellos – y entonces todos los potenciales de estos factores de naturaleza de buda, estarán funcionando a su máximo nivel, dando surgimiento al cuerpo, palabra, mente, etc., de un buda – un buda en el que nos convertiremos, un buda individual en el que nos convertiremos.
Así, aunque esto aún no ha acontecido, esta es una apariencia que tendremos como un buda, que aún no ha acontecido; y todos estos – un cuerpo aún no acontecido de un buda, una palabra y mente aún no acontecidas de un buda – todas estas cosas pueden ser válidamente conocidas porque pueden acontecer, aunque no estén aconteciendo ahora mismo. Y el “yo” convencional también puede ser etiquetado sobre eso. Pensamos en términos de la continuidad mental, momento a momento a momento, experimentándola cuando éramos un bebé, ahora como adultos, cuando seamos una persona anciana (si vivimos tanto tiempo) – todo eso, sobre toda esa continuidad podemos etiquetar “yo”. Aunque el “yo” está cambiando momento a momento, aún es yo. Así que ese estado aún no acontecido de buda que alcanzaremos, eso también será “yo”. “Yo” puede ser etiquetado válidamente sobre eso. Así que lo único que podemos hacer ahora es representar ese estado iluminado que podemos alcanzar con algo similar a él, y eso sería algo en nuestra imaginación. Y podemos etiquetar “yo” sobre nuestro imaginario estado iluminado aún no acontecido. Pero para poder ser capaces de hacerlo de una forma válida, racional, es necesario preceder esa visualización – visualización es imaginación – precederla con un entendimiento de la vacuidad; eso también es parte de la naturaleza de buda.
Recordemos que el no darse cuenta – ignorancia – es lo que está generando (en un sentido, a través de un complicado proceso, pero para simplificarlo: está generando nuestra apariencia samsárica ordinaria) nuestra mente limitada ordinaria, nuestro discurso ordinario limitado, con todas nuestras emociones perturbadoras. Pero ninguna de éstas existe de forma imposible, la forma imposible en la que parece existir, como si fuera sólidamente “yo”: ahí está, encapsulado en plástico; nunca cambiará; existiendo completamente por sí mismo, no relacionado con nada más que suceda, ni relacionado con causas y condiciones. Así aparece. Simplemente está como sentado ahí: ¡aquí estoy!
Así, con el entendimiento de la vacuidad, nos enfocamos en “no hay tal cosa como algo que corresponda con esta apariencia”. No hay tal cosa en la realidad, en términos de este “yo” encapsulado en plástico, esta apariencia ordinaria de mí mismo encapsulado en plástico: “Así es como me veo. Me veo en el espejo, ahí estoy ‘yo’”. Así, con el entendimiento de la vacuidad, nos enfocamos en que “no existe tal cosa”. Aclaramos todo eso. Y luego, ese entendimiento, compasión, el deseo de beneficiar a los demás, causará que el entramado de fuerza positiva dé surgimiento a su apariecnia pura como una figura búdica. Sobre esa base, esta apariencia más pura – mantener el entendimiento de la vacuidad, que no existe en ningún tipo de forma imposible, que tampoco está encapsulado en plástico – sostenemos lo que se llama “el orgullo de la deidad”. Así que etiquetamos “yo” sobre esa base. Ese “yo” es etiquetado ahora sobre el cuerpo, palabra y mente iluminadores aún no acontecidos que podemos alcanzar sobre la base de estos factores de naturaleza de buda. Y estoy representando eso con mi imaginación, la cual funcionará como una causa para realmente alcanzarlo, alcanzar ese estado aún no acontecido de forma mucho más rápida, porque es paralelo a ello, similar a ello, mientras conserve el entendimiento de la vacuidad y la motivación: compasión, amor y bodichita.
La bodichita está enfocada en este estado nuestro de iluminación aún no alcanzada, aún no acontecida, un estado individual. Así que se enfoca en eso. Y ahora estoy visualizando algo que lo representa, así que estoy enfocado en eso. Y como motivación: amor, compasión y la intención de ayudar a todos tanto como sea posible cuando ese estado aún no acontecido sea reemplazado por un estado de buda que acontezca en el presente. Y para poder producir un estado de iluminación que acontezca en el presente, el estado de un buda – entiendo que aún no está aconteciendo, así que no tenemos un sentido exagerado del “yo”, de que ahora yo soy un buda. Sabemos que aún no está aconteciendo – lo que vamos a necesitar es, gradualmente, deshacernos de esto, o “purificar”, es el término técnico, todos estos factores obscurecedores e incrementar la intensidad de los factores positivos, los factores de naturaleza de buda, los que pueden evolucionar. Hay una clase de ellos que pueden evolucionar, que pueden crecer.
Así, para hacer que nuestra práctica de tantra sea efectiva, necesitamos entender todo esto y practicar con ese entendimiento. Nos damos cuenta de que estos factores de naturaleza de buda están ahí. Nos damos cuenta de que todos estos obscurecimientos también están ahí, limitándolos, y todo eso está sucediendo momento a momento. Entendemos la vacuidad de todo esto, que nada de eso existe congelado, encapsulado en plástico ni existiendo de una forma imposible. Sabemos que, si nos deshacemos de estos factores obscurecedores de tal forma que nunca vuelvan a surgir, entonces, todos estos factores de naturaleza de buda darán surgimiento al estado iluminador de un buda, pero no está aconteciendo aún. Y que es válido etiquetar “yo” sobre ese estado aún no acontecido individual, el cual anhelo alcanzar con la bodichita. Pero, aunque estoy etiquetando válidamente “yo” sobre ese estado aún no acontecido, representado por mi visualización, entiendo perfectamente bien que aún no está aconteciendo. Así que no pretendo que ahora soy realmente un buda, estaríamos locos si lo pensáramos. Y entendemos que, para alcanzar un estado de budeidad que acontezca en el presente, necesitamos, no solo enfocarnos en esta visualización, esta identificación de “yo” etiquetado sobre este estado aún no acontecido, representado por la visualización; eso no es suficiente. Necesitaremos debilitar – “purificar” es la palabra – purificar y, eventualmente, deshacernos de este lado obscurecedor y desarrollar el lado positivo.
Si lo hacemos, eso nos permitirá permanecer enfocados continuamente – para siempre – en la vacuidad, y tener compasión pura dirigida hacia todos de forma continua. Ahora, este lado obscurecedor está limitando eso. No podemos hacerlo. No podemos conservar estas cosas ininterrumpidamente – de forma ininterrumpida. Nos cansamos, nos distraemos, etc. Por lo tanto, para hacer que nuestra práctica de tantra sea efectiva, necesitamos hacer lo que se conoce como preliminares, preparación.
Preliminar o preparación. La palabra puede traducirse de ambas formas. Así que tenemos diversas prácticas que hacemos para empezar, antes de que realmente nos involucremos en la práctica tántrica. O podríamos empezarla mientras la hacemos en la etapa inicial. Pero tenemos estas prácticas – conocidas en tibetano como ngondro (sngon-’gro), que es la palabra tibetana para las prácticas preliminares o de preparación – para ayudarnos a, al menos, empezar a purificar o disminuir los factores negativos y desarrollar los positivos. Hay muchas prácticas diferentes de ngondro; no hay solo una. En diferentes tradiciones tibetanas, habrá diferentes prácticas. E incluso dentro de una misma tradición, tu propio maestro espiritual puede aconsejarte hacer algo diferente de lo que él mismo aconseja a otros de sus estudiantes. Puede ser prescrito de forma muy individual. Pero en cada tradición suele haber prácticas bastante estándar que la mayoría de la gente hace, a menos que el maestro diga que hagas algo diferente. Esto a menudo involucra, en la mayoría de ellas, reafirmar el refugio (la dirección segura que estás tomando en la vida), la bodichita. Eso como una base, nuestra motivación. Y para purificar estas cosas negativas, tenemos la postración y la meditación de Vajrasatva. Para desarrollar fuerza positiva, tenemos la ofrenda del mandala y lo que se conoce como “yoga del gurú”.
Así, sin entrar en mucho detalle en torno a qué son cada una de estas prácticas, lo que hacemos como preparación es repetir cada una de ellas cien mil veces, o en algunas tradiciones ciento treinta y cinco mil veces, o en otras tradiciones ciento ocho mil veces. Realmente no importa – el punto es: mucho. En algunas tradiciones, ni siquiera se cuenta: simplemente lo hacemos hasta obtener cierta indicación de que es efectivo. Porque es muy fácil quedarse atascado en contar y perder el foco del verdadero estado mental que estamos tratando de generar. Solo estamos acumulando números.
Y no debemos pensar que solo porque hemos hecho un ngondro, eso es todo: no tengo que hacer nada más. Porque si vemos las prácticas de sadhana que están hechas – por supuesto que hay algunas que son muy cortas, que están resumidas y dejan cosas fuera. Pero las que están abreviadas son solo la estructura. Se supone que incluyamos en ellas todos los detalles de la versión larga, las prácticas completas. Y todas las prácticas completas tienen, como primera parte, todas estas prácticas ngondro de nuevo. Así que hacemos un poco de eso cada día.
Así que, si no entendemos todo esto, entonces quizás ignoremos estas prácticas preliminares, estas prácticas preparatorias. Y sin ellas, nuestra práctica tántrica no será tan efectiva porque realmente no hemos trabajado en superar – o, al menos, tratar primero de disminuir y, con el tiempo, superar – estos factores obscurecedores, estos alborotadores que causarán que nuestra práctica se vea perturbada: no podemos enfocarnos. Lo estamos haciendo por una motivación incorrecta, etc. Se vuelve un enorme viaje egoico.
Y si no entendemos la necesidad de estas prácticas preliminares mientras las estamos haciendo, entonces estas prácticas preliminares por sí mismas no serán efectivas. Solo será… las postraciones solo serán – bien podríamos estar haciendo flexiones en el ejército. Podríamos fácilmente practicarlas con la actitud de que solo son un desagradable impuesto que tenemos que pagar para llegar a lo bueno. Y entonces nuestro corazón realmente no está en ello, y realmente no entendemos la necesidad de hacerlas ni entendemos cómo funcionarán si las hacemos correctamente. Así que el entendimiento es absolutamente crítico para que nuestra práctica sea efectiva: entender qué estamos haciendo y por qué lo estamos haciendo.
Y si estamos haciendo estas diversas prácticas, entonces necesitamos ciertas herramientas para ser capaces de hacerlas de forma efectiva. Por ejemplo, la habilidad de concentrarse; si no podemos concentrarnos, entonces nuestra mente divagará mientras tratamos de hacer las prácticas. Así que, incluso antes de hacer estas prácticas, necesitamos preparar, acumular algunas de las herramientas que vamos a necesitar para hacer estas prácticas preliminares. Eso no significa que tengamos que perfeccionarlas antes de empezar la práctica del tantra, pero no empezamos apenas a trabajar con ellas al iniciar la práctica del tantra. Necesitamos tener cierta familiaridad, cierto progreso en desarrollar estas herramientas, antes de usarlas en la práctica del tantra.
Si estamos recitando un verso de cuatro líneas, o de las líneas que sea – no importa lo que recitemos; en tradiciones diferentes, recitamos diferentes cosas – pero si estamos recitando un verso una y otra vez, cien mil veces, de generar una motivación de la bodichita – bueno, si no hemos trabajado de antemano con todos los pasos para desarrollar sinceramente esa motivación, el solo repetir este verso no va a generar ese estado mental. Tenemos que ser capaces de generar ese estado mental basado en la práctica previa, para ser capaces de traerlo a nuestra atención cuando estemos recitando este verso.
Otra pregunta que surge, una pregunta muy interesante, es: “¿Realmente me voy a ver como una de estas figuras – con todos estos brazos y piernas y caras y colores, y sosteniendo todas esas cosas extrañas – cuando alcance la iluminación? ¿Eso es lo que significa ser un buda, que me vea así?”. Y debido a pensar: “¡Esto es tan extraño!” y “¿por qué habría yo de querer verme así como un buda?”, quizás no seamos capaces de realmente poner nuestro corazón en visualirnos con esa forma. Así que, de nuevo, la práctica no es tan efectiva porque – quizás sea inconsciente, no lo pensamos de forma conciente – pero inconscientemente nuestra actitud podría ser: “Esto es demasiado extraño y realmente estúpido”. “¿Y qué importa realmente si estoy sosteniendo una rueda en esta mano o una rueda en la otra, y una joya en esta mano o una joya en aquella? ¿Eso qué? Esto es estúpido y arbitrario. Algunas figuras sostienen una rueda en esta mano, algunas figuras sostienen una rueda en esa otra mano. ¿Cuál es el punto?”. Esto sabotea nuestra práctica; si tenemos este tipo de actitud, eso hace que no sea tan efectiva.
Así que, primero que nada, como un buda podemos aparecer en cualquier forma. No estamos atrapados en veinticuatro brazos o dieciséis piernas o así. Podemos aparecer en cualquier forma que sea útil o benéfica para los demás. Y, como buda, ciertamente no tenemos que sostener una rueda en una mano y una vasija en otra y una flor en otra. Estas figuras son un método, un método para alcanzar la iluminación. Recordemos la palabra “yidam”; es algo para hacer un vínculo estrecho con la mente – en la connotación de la palabra sánscrita, para alcanzar la meta deseada.
Recordemos ese otro significado de la palabra “tantra” – las cuerdas de un telar, para tejer ropa en él. Es una estructura – estas figuras con todos los brazos y las cosas que sostienen y demás – es una representación de diversas cualidades positivas, diversas realizaciones, varios entendimientos, varias partes del camino; tejerlos todos para ayudarnos a tener presencia mental de todos, simultáneamente. “Presencia mental” significa pegamento mental; sostenerlo en tu atención todo al mismo tiempo. Y es muy difícil mantener nuestra presencia mental en muchas cosas al mismo tiempo solo de forma abstracta. Si las representamos gráficamente, es más fácil.
Pero ¿qué hay acerca de todos estos detalles – con las ruedas y las flores y la joyería y todo eso? ¿Cuál es el punto? Y las prácticas de tantra no son solo visualizarnos en una forma – ya es lo suficientemente malo que tengamos todos estos brazos, piernas y caras – sino que además estamos en un edificio, el palacio de mandala, y hay muchas, muchas figuras en él, tanto adentro como afuera, y todas estas figuras también tienen muchos brazos, y algunas tienen diferentes piernas y están sosteniendo diferentes cosas. Y estamos tratando de imaginar todo eso. Y en una práctica de Kalachakra, por ejemplo, el mandala tiene 722 figuras y todas sostienen diferentes cosas. Y se ven diferente. Y entonces empezamos a pensar: “Bueno, ¿qué más da que esa figura de ahí, en la esquina oscura de allá, entre un grupo de treinta, sostenga esto y no aquello con sus cuatro manos? Vamos, ¿qué sentido tiene? ¡Es ridículo!”. Eso sabotea nuestra práctica.
¿Cuál es el punto, entonces? El punto es que queremos practicar ahora, acumular las causas para convertirnos en un buda. Un buda es omnisicente; la mente de un buda está consciente de todo de forma simultánea. Y, especialmente, un buda está consciente de todos los seres limitados: de todos y de todos sus problemas, y de sus vidas pasadas y de cuál sería la mejor forma de enseñarles a todos. Así que la mente de un buda está expandida completamente y sostiene toda esta información de forma simultánea, y la entreteje toda. No es que la mente de un buda integre y entrelace todo. Todo eso está entrelazado, así que la mente de un buda ve todo esto. Todo está relacionado, interrelacionado.
¿Cómo podemos entrenarnos a nosotros mismos para ser capaces de tener todo esto? ¿Cómo podemos entrenarnos para abrir nuestra mente a darnos cuenta de más y más y más cosas, más detalles, de forma simultánea? Estas muy complejas visualizaciones son un método para entrenar a nuestra mente a ser capaces de hacer eso. ¿Cómo opera nuestra mente? Bueno, podemos entender cosas con imágenes. Podemos entender cosas con palabras. Podemos entender cosas con hechos. Podemos entender cosas con sentimientos, emociones. Y para algunas personas, en nuestro estado ordinario, una forma de entender las cosas quizás sea más prominente que otras. Algunas personas son mucho más visuales, gráficas. Otras personas son más verbales. Algunas personas pueden aprender cosas mucho más fácilmente si las ven escritas. Otras las aprenden mucho mejor escuchándolas. Así que todos tenemos diferentes aspectos de cómo podemos retener información, cómo podemos aprender, cómo podemos entender a través de diferentes medios.
Así que tenemos factores de naturaleza de buda, los cuales nos permiten hacer todo eso. Queremos desarrollar todas estas formas posibles de conocer cosas, especialmente dado que queremos ser capaces de enseñar a otros, y tenemos que ser capaces de comunicarnos a través de cada uno de los medios. Visualizar estos detalles gráficos nos ayuda a ampliar nuestra mente. Y no solo estamos haciendo eso, porque también estamos tratando de conservar en mente lo que representan, etc., – diversos sentimientos de amor, compasión, paciencia, los diversos niveles de entendimiento, etc. El contenido real de estas imágenes, como digo, es arbitrario. En un sentido – no arbitrario, porque hay ciertos símbolos que son utilizados – pero si está en esta mano o en aquella realmente no importa tanto porque hay muchas variaciones.
Si tenemos un sistema con todas estas imágenes, sin importar cuán complejo sea – obviamente, en nuestra práctica empezamos con unas imágenes que son menos complejas, y entonces trabajamos para hacer unas que sean más grandes y más grandes y más complejas – el punto es entrenar a la mente para mantener todos esos detalles de forma simultánea, con igual concentración en todos ellos. Y hay detalles de cómo se hace eso. Cómo nos entrenamos para hacer eso. No importa que lo que son estas imágenes parezca arbitrario – porque podría ser cambiado en otro sistema – eso no importa; ese no es el punto. Y el punto no es ser capaces de visualizar flores y vasijas y ruedas y cosas. Ese no es tampoco el punto. Es solo un método para entrenar a la mente. Y hay convenciones que han sido establecidas, aunque quizás fue establecido en la India y no provenga de nuestra cultura. Pero ¿cuál es la diferencia? La luna representa la bodichita; un sol representa el entendimiento de la vacuidad. Un loto representa la renuncia. Bueno, está bien. ¿Por qué no? ¿Por qué tengo que cambiarlo? No hay razón para cambiarlo.
Eso es algo interesante para investigar en términos de nuestras actitudes. ¿Por qué querría cambiarlo? ¿Y qué le cambiaría? ¿Qué voy a representar, la bodichita con una imagen de una botella de agua mineral? Quiero decir, ¿qué le vamos a cambiar? Y ¿por qué? “Porque no me gusta”. “Porque yo no crecí con esto”. Esa no es una razón suficiente. Así que, de nuevo, para que la práctica del tantra sea efectiva, necesitamos entender – como he estado explicando en esta conferencia – la base, el resultado y también el camino. ¿De qué se trata? ¿Cómo funciona? ¿Por qué está funcionando? ¿Por qué es así?
Y, además, otro factor de naturaleza de buda es que estos factores positivos de naturaleza de buda, los que evolucionan, pueden ser estimulados; pueden ser estimulados positivamente para crecer. Así que eso habla de inspiración. A través de la inspiración, estos factores pueden crecer. Ahora, la inspiración es – lo que yo traduzco como “inspiración” a menudo se traduce como “bendición”, pero hace que las cosas sean demasiado vagas y casi místicas, y eso lleva a interpolar ideas de otras religiones en el budismo. “Bendiciones” es un término que no me gusta usar. Podemos inspirarnos para estimular estos factores a crecer.
Así, para la práctica del tantra, tenemos iniciaciones. Una iniciación – esa es una forma occidental de traducirlo. El término es un “empoderamiento”. El aspecto más importante en el empoderamiento está en el maestro espiritual – esta es la principal función de un maestro espiritual – el maestro espiritual en un ritual, a través de una ceremonia, inspira. Y a través de esta ceremonia, estos factores de naturaleza de buda, estos potenciales, se estimulan o activan. Por cierto, “empoderamiento” es la connotación del término tibetano. El término sánscrito es “rociar semillar”. Así que rociamos agua sobre la semilla para que crezca. Durante el empoderamiento, es importante tener esta relación con un maestro espiritual, que el maestro espiritual realmente nos mueva, nos inspire. Si no sentimos nada y el maestro no está calificado y demás, no será efectivo. Esa es la razón por la cual es muy importante no asistir a cualquier empoderamiento que cualquier persona esté dando, sino que tenemos que sentir cierta conexión con el maestro. Conexión significa que nos sentimos inspirados por ellos de una forma positiva.
Y con este maestro – por quien tenemos tanto respeto y quien nos inspira tanto; conocemos las cualidades del maestro – entonces tomamos los votos. Esa es una parte esencial de cualquier empoderamiento: los votos del bodisatva para todas las clases de tantra, y los votos tántricos para las dos clases superiores, además de los votos del bodisatva. Estos votos son los límites, en términos de: dentro de esos límites, dentro de esa estructura, así es como voy a practicar.
Así que no hay práctica de tantra sin votos. Esto se establece con suma claridad en muchos textos: “sin tomar los votos”. Y tenemos que tomarlos conscientemente, no solo repetir algunas palabras en un idioma que no conocemos, sin tener la más remota idea de lo que estamos haciendo. Ni siquiera sabemos que hemos tomado votos. Eso no cuenta. Para tomar un voto, necesitamos tomarlo de forma consciente. Y estos votos no son tan fáciles de tomar, así que realmente tenemos que ver si estamos preparados para mantenerlos. Como, por ejemplo, uno de los votos tántricos es tener presencia mental – eso significa meditar y traer a la mente – seis veces al día – el entendimiento de la vacuidad. Bueno, si no tenemos idea de lo que es la vacuidad, ¿cómo podemos hacerlo? No tenemos que tener el más profundo entendimiento de la vacuidad, pero sí cierto entendimiento, lo cual significa que siempre tenemos que estar trabajando con él, siempre tratar de tener presencia mental de él.
Y, durante el empoderamiento, también dice en el texto que tenemos que tener cierto tipo de experiencia consciente, experiencia positiva, en término de – un poco – los puntos principales del tantra. Eso estimula las semillas que ya están ahí en nuestra continuidad mental, y planta algunas semillas más. En algunas tradiciones tibetanas, hablamos en términos de tener cierto tipo de experiencia consciente de la naturaleza de buda. “Tengo naturaleza de buda”. Y en la tradición guelug, hablamos en términos de tener cierto tipo de experiencia de darse cuenta gozoso, y un entendimiento de la vacuidad, en cualquier nivel que podamos. En otras palabras, cierto entendimiento de que las cosas no existen de una forma extraña y, mientras nos enfocamos en eso, sentirnos felices. Eso es suficiente. Y lo mismo aplica con relación a enfocarse en la naturaleza de buda, porque un sentimiento de felicidad es lo que proviene del entramado de fuerza positiva, y un entendimiento de la vacuidad proviene de un entramado de darse cuenta profundo. Es solo una forma diferente de trabajar con la misma cosa. Y, sobre la base de esta experiencia consciente durante el empoderamiento, con posterior estimulación, eso crecerá. Y de eso se trata un empoderamiento. Y la ceremonia y todas estas cosas proporcionan un muy buen ambiente, una especie de paquete en el que lo recibimos. Así que eso también puede ayudar con el hecho de ser inspirados.
Así, sin el empoderamiento apropiado y sin tomarlo de forma apropiada – lo cual significa sentir inspiración, tener estos votos, hacer un compromiso de cómo vamos a practicar, y tener cierto tipo de experiencia consciente durante ese empoderamiento – nuestra práctica no va a ser efectiva. Para realmente recibir un empoderamiento, necesitamos inspiración, votos y una experiencia consciente.
La importancia de tener un maestro calificado y sentirnos inspirados por el maestro no debería ser subestimado. Si no sentimos inspiración del maestro, si no hay conexión con el maestro, entonces la energía en nuestra práctica será muy baja. Es muy importante tener esa inspiración.
En nuestras prácticas de tantra, hay partes de la práctica en las que imaginamos que la figura búdica en la que nos convertimos es inseparable de nuestro maestro espiritual – cuando imaginamos a la figura frente a nosotros. Ya tenemos ese tipo de visualización y reconocimiento durante el empoderamiento. Así que, el punto no es que el maestro sea en realidad un buda realizado o no, con todos los poderes de un buda; en lo que nos estamos enfocando es en la naturaleza de buda plenamente realizada del maestro espiritual. Estamos viendo todos los factores de naturaleza de buda del maestro funcionando en ese nivel. Y ver al maestro de esta forma, como inseparable de la figura búdica, ciertamente nos permite recibir una inspiración más fuerte del maestro, y nos da más confianza en la posibilidad de tener una naturaleza de buda plenamente realizada, y es una fuente de inspiración y energía a lo largo de la práctica.
No es necesario que realmente pasemos tiempo físico con el maestro – o mucho tiempo, o poco tiempo. Pero la práctica del tantra es altamente repetitiva: cuando hacemos un compromiso en un empoderamiento, eso… Y el compromiso siempre son los votos. Pero además, a menudo hay un compromiso práctico, y ese será establecido por el maestro; y, en la mayoría de los casos, es hacer una práctica diaria por el resto de nuestra vida. Y entonces estas prácticas, como dije, son sumamente repetitivas: hacemos lo mismo todos los días, y necesitamos inspiración y energía para poder mantenerlas. Y obtenemos esa energía, ciertamente de entender lo que estamos haciendo, pero la inspiración que obtenemos del maestro es realmente crucial.
No es que el maestro sea alguien separado, allá afuera, y nosotros estemos haciendo nuestra práctica aquí; sino que el maestro es inseparable de esta figura búdica que está frente a nosotros, que internalizamos y visualizamos. De esa forma, nos hemos integrado completamente con el maestro como un buda. Y ese es el punto de lo que se conoce como “yoga del gurú”. Y aunque podríamos hacer yoga del gurú – quizás hacerlo como un preliminar, y definitivamente es una parte de todas las prácticas de sadhana – aunque podríamos hacerlo solo con una visualización de una figura histórica, digamos Padmasambhava (Gurú Rinpoche) en la forma de una de estas figuras búdicas, o Tsongkapa, o lo que sea, la práctica tiene mucha más energía si hay un maestro vivo con el que hemos tenido algún tipo de contacto. Incluso si es en un gran público con veinte mil personas – ya saben, Su Santidad el Dalái Lama – hay un cierto tipo de experiencia personal y realmente hemos visto a un ser humano así. Esto brinda mucha más energía. Y con frecuencia imaginaremos al maestro, al fundador de un linaje y a la figura búdica como uno solo.
Pero, por supuesto, el maestro necesitar estar calificado. Y nuestra relación con ese maestro necesita ser saludable, no una que esté mezclada con emociones perturbadoras de “¡yo sé más que tú!” y arrogancia, o enojarnos con el maestro por una u otra razón, o estar demasiado apegados. Tiene que estar libre de estas emociones perturbadoras. Tiene que ser una relación madura, saludable. Y eso no es fácil porque, después de todo, cuando tenemos un fuerte aferramiento a un “yo” sólido, tendemos a pensar que somos especiales. Y si sinceramente vemos al maestro como a un buda – bueno, un buda tiene un interés igualitario por todos. Nadie es especial para un buda. O todos son igualmente especiales. Pero el punto es que, para un buda, todos somos iguales. Así que obtenemos inspiración de un maestro, de quien no debemos pensar en términos de “oh, soy tan especial”, y demás. El trabajo lo tenemos que hacer nosotros mismos.
Estos son puntos difíciles, debo decir. El punto de ver al maestro como inseparable de la figura búdica, aunque es mencionado y enfatizado en todas las prácticas de tantra, realmente no es fácil. Tenemos que trabajar de forma muy profunda para entender eso, de tal manera que realmente funcione de forma saludable. Y también pienso que necesitamos ser realistas, en términos de: “No me siento igualmente inspirado todo el tiempo. No me siento inspirado para hacer mi práctica todo el tiempo”. Después de todo, es el samsara. Samsara: su naturaleza básica es que tiene altibajos. Asi que, por supuesto, nuestro nivel de inspiración, nuestro nivel de práctica, tendrá altibajos. Necesitamos continuar, sin importar cómo… sea que nuestro estado de ánimo sea bueno o malo, sea que nos sintamos profundamente inspirados o no. Simplemente lo hacemos. Y si podemos recordar las buenas cualidades del maestro, la amabilidad del maestro y demás, e integrarlas a la práctica del tantra, eso nos ayudará a mantener nuestro nivel de energía, nuestra inspiración, aunque no sea de forma dramática. Así que es muy importante discriminar muy bien en términos del maestro de quien recibimos un empoderamiento. Primero, necesitamos estar listos para recibirlo; el maestro necesitar estar calificado; y necesitamos sentir cierto tipo de conexión, cierto tipo de inspiración por parte del maestro. Si cualquiera de esos tres elementos falta, tendremos algunos problemas.
Así, estos son los puntos esenciales para practicar el tantra de forma efectiva.