Comprender el propósito del tantra
Me gustaría hablar sobre cómo practicar el tantra de forma eficaz. Esto es importante para aquellos de nosotros que ya estamos involucrados en la práctica del tantra porque es posible que no estemos realizando esas prácticas de la manera más efectiva y, para que nuestra práctica sea más efectiva, necesitamos saber qué hacer. Lo primero que debemos saber es ¿qué es realmente el tantra? ¿Cuál es el objetivo del tantra y cómo logra ese objetivo?
Bueno, el objetivo del tantra es alcanzar el estado iluminado de un buda, como todas las demás prácticas Mahayana, y aquí estamos hablando de nuestro propio estado individual de iluminación. Como en todas las prácticas Mahayana, queremos lograrlo para poder ser de la mejor ayuda para todos. Ahora bien, ¿cómo vamos a lograr ese objetivo? Ciertamente vamos a utilizar todos los métodos que se presentan en las enseñanzas del sutra, pero además vamos a agregar algunos otros métodos. Es muy importante nunca pensar que la práctica del sutra y la práctica del tantra son dos cosas totalmente separadas y que no comparten nada en común. Todo lo que está en la práctica del sutra también está en la práctica del tantra, aunque no todo en la práctica del tantra se puede encontrar en el sutra.
Lo que nos ayuda a comprender lo que realmente sucede en el tantra es la propia palabra "tantra". La palabra tantra tiene dos significados en sánscrito. En un nivel, significa una continuidad interminable, es decir, algo que se estira más y más, para siempre. Una extensión de ese significado de estirar cada vez más y más es el segundo significado, que son las cuerdas de un telar sobre las cuales tejer algo.
Tres niveles de continuidad interminable: base, camino y resultante
Cuando hablamos de una continuidad interminable, tenemos tres niveles. Tenemos el nivel base, el nivel del camino y el nivel resultante.
Nivel base
El nivel base se refiere a todos los factores de la naturaleza búdica; en otras palabras, todos los factores que nos permitirán convertirnos en un buda. Estas son cualidades o aspectos de nuestro continuo mental; en otras palabras, lo que continúa momento a momento a momento, de vida en vida, sin principio ni fin. Esa es la base, lo que todos tenemos, todos los seres, no solo los humanos, porque en una vida podemos renacer como humanos y en otra vida podemos renacer como un insecto o cualquier otro tipo de forma de vida con una mente. “Tener una mente” implica aquí cualquier forma de vida que actúa sobre la base de impulsos kármicos para hacer algo con una intención: el deseo de lograr una meta específica. No estamos hablando de plantas o rocas ni nada por el estilo. En cualquier caso, esa es la base: todos estos factores de la naturaleza búdica. Los veremos más de cerca, pero primero quiero presentar la estructura.
Nivel del camino
El nivel del camino del tantra se refiere a un tipo de práctica que podemos realizar en la que sus elementos o aspectos tampoco tienen principio ni fin, es decir, como una continuidad. Aunque en el nivel base tenemos todas estas cualidades y aspectos que nos permitirán convertirnos en un buda, no están funcionando a nivel de un buda porque hay varios oscurecimientos u obstáculos que los nublan. Estos oscurecimientos limitan la capacidad de funcionamiento de nuestros factores de naturaleza búdica. Necesitamos una práctica que nos permita deshacernos de estos oscurecimientos, deshacernos de estos bloqueos y fortalecer estos aspectos de la naturaleza búdica para que funcionen plenamente.
Lo más eficiente sería tener una práctica que nos ayude a purificar estas dificultades, pero un método que tenga algún tipo de continuidad y que esté siempre disponible. Esta es nuestra práctica con el tantra. Nuevamente, veremos más de cerca cuál es realmente ese método.
Nivel resultante
En el nivel resultante, lo que queremos lograr es el estado iluminado de un buda en el que todas estas cualidades y aspectos de la naturaleza búdica estén funcionando plenamente, y queremos que sea una continuidad que siga para siempre.
Por lo tanto, el tantra es básicamente un método muy eficaz para purificar los obstáculos que impiden que nuestros aspectos de la naturaleza búdica funcionen plenamente como un buda. De eso se trata el tantra en un nivel muy, muy fundamental.
Factores de la naturaleza de Buda
Si analizamos cuáles son estos factores de la naturaleza de Buda, hay diferentes formas de presentarlos. Una presentación importante de ellos es que se refieren a los dos entramados, a veces llamadas “las dos colecciones”. Tenemos un entramado de fuerza positiva, a veces llamada “la colección de mérito”, y tenemos un entramado de conciencia profunda, a veces llamada “la colección de sabiduría o comprensión profunda”, algo así. ¿De qué habla eso? ¿Cómo podemos tener esto sin principio?
Como seres sintientes, lo que en realidad significa seres limitados, seres con una mente limitada – limitados no en el sentido de ser mentalmente deficientes o algo así; simplemente no es capaz de funcionar plenamente con todos sus potenciales – todos tenemos un continuo mental, una mente. Ahora bien, esa mente –la actividad mental, momento a momento– es capaz de conocer cosas. Pero esa capacidad de conocer cosas es limitada; está nublado por lo que se llama “no darse cuenta” o, en algunos idiomas, se llama “ignorancia”. Básicamente, esto significa, por un lado, que simplemente no nos damos cuenta, no conocemos la causa y el efecto (ya saben, cuál es el efecto de nuestro comportamiento) y no sabemos cómo existimos, cómo existen los demás, cómo existe todo, porque no es obvio o, por otro lado, tenemos una comprensión incorrecta de ello.
Pensamos que, por ejemplo, si le gritamos a alguien, de alguna manera hará lo que queremos que haga y le agradaremos (lo que obviamente no siempre funciona) y que nos hará más felices. No entendemos que tratar a alguien con crueldad solo nos traerá más infelicidad y problemas. O pensamos que, si explotamos a la otra persona, de alguna manera seremos más felices. O no conocemos el resultado o lo conocemos de forma inversa. O pensamos que podemos contaminar el medio ambiente y que eso no tendrá ningún efecto. Esto es completamente incorrecto, ¿cierto?
Lo mismo ocurre con la realidad: pensamos que podemos hacer algo y eso existe aislado por sí mismo. No sabemos –o lo sabemos incorrectamente– que todo está interconectado, que nada existe de forma aislada. Tenemos todo tipo de emociones perturbadoras basadas en este no darse cuenta. Tenemos avaricia, apego y lujuria: si podemos conseguir algo, nos hará felices. Luego, la ira y la aversión: si podemos alejar las cosas, eso nos hará felices; nos dará seguridad. Luego, la ingenuidad: si podemos simplemente desaparecer las cosas y no tener que lidiar con ellas, como si no existieran, eso nos hará felices. Sobre la base de estas emociones perturbadoras, actuamos de manera destructiva o incluso constructiva, pero detrás de las formas constructivas hay ingenuidad: “Seré amable contigo para que me ames, para sentirme necesitado”, o algo así.
Entramados de fuerza positiva y conciencia profunda
Actuar compulsivamente de esta manera se conoce como comportamiento kármico. Es actuar compulsivamente, compelidos por impulsos kármicos, y deja repercusiones kármicas: construye tendencias kármicas, potenciales kármicos y hábitos kármicos constantes. Al actuar compulsivamente de manera constructiva, se construye lo que yo llamaría “fuerza positiva” o “potencial positivo”. Eso suele traducirse como “mérito”. Al actuar compulsivamente de forma negativa y destructiva, acumula fuerza negativa, potencial negativo; eso a veces se traduce, desafortunadamente, como “pecado”. Pero mérito, pecado, realmente no dan la connotación adecuada. Solo estamos hablando de fuerza positiva y fuerza negativa, y de potencial positivo y potencial negativo.
Es fuerza positiva o potencial positivo poder experimentar nuestro tipo ordinario de felicidad en cualquier estado de renacimiento y, además, poder experimentar los tipos de renacimiento llamados mejores o más afortunados: humano, etc. El potencial negativo, la fuerza negativa, es un potencial o fuerza para experimentar infelicidad, dolor, etc. en cualquier renacimiento y, además, renacer en uno de los peores reinos, como un animal o un fantasma.
Ahora bien, obviamente, en cada estado de renacimiento, podemos tener felicidad e infelicidad. Todos experimentamos que a veces somos felices, a veces somos infelices, y hay diferentes niveles de cada uno; no tiene por qué ser intenso, pero todos lo experimentamos. Eso indica que todos tenemos algún tipo de fuerza positiva y algún tipo de fuerza negativa, o algún potencial positivo y potencial negativo. Lo que sucede es que también tenemos emociones perturbadoras (ya lo mencionamos) y estas emociones perturbadoras son las que activarán estos potenciales para provocar un próximo renacimiento. Dependiendo de qué grupo de potenciales se active, experimentaremos un mejor renacimiento con mejores circunstancias o no tan buenas, o un peor renacimiento con mejores circunstancias o no tan buenas.
Lo que es relevante aquí, en términos de nuestros factores de naturaleza búdica, es la fuerza positiva, el entramado positivo. Dado que tenemos un renacimiento sin principio desde un tiempo sin principio, todas estas fuerzas positivas se entrelazan. Por eso lo llamamos entramado; no es solo una colección de cosas que no están conectadas entre sí. Este entramado de fuerza positiva es un factor de la naturaleza búdica porque puede, si se dedica con bodichita, dar surgimiento al tipo de felicidad que tiene un buda. Contribuirá a ello, diría yo. En otras palabras, podemos desarrollarlo aún más para alcanzar la felicidad de un buda. Esta fuerza positiva, cuando es activada por emociones perturbadoras, da surgimiento a nuestra apariencia ordinaria en uno de estos mejores estados de renacimiento, digamos como ser humano. Sin embargo, si se dedica a la bodichita y se purifica de las emociones perturbadoras, puede funcionar como la causa que da surgimiento al cuerpo puro de un buda. Entonces, este entramado de fuerza positiva es uno de nuestros factores de naturaleza búdica.
También tenemos este segundo entramado, un entramado de conciencia profunda. Hay muchos niveles de conciencia profunda que se pueden incluir aquí, pero en el nivel más básico, se refiere a las diversas formas en que funciona la mente (en que funciona la actividad mental) en cualquier estado de renacimiento. Sin entrar en detalles técnicos, ¿cómo funciona nuestra actividad mental? Funciona con los cinco tipos de conciencia profunda. Es capaz de recibir información. Es capaz de reunir cierta información para que encaje igualmente en categorías para poder comprender cosas, como poder ver dos cosas igualmente como comida, por ejemplo. Incluso un gusano puede hacer eso. La capacidad de conocer las cosas individualmente; puedo conocer esta botella de agua individualmente, dentro de todo lo que veo, por ejemplo. Cualquiera puede hacer eso. Cuando veo estas dos botellas de agua frente a mí, puedo saberlo, puedo señalar una de ellas, así puedo saber cuál es individualmente. Podemos hacer eso. La mente funciona así. Otra cosa que puede hacer la actividad mental es saber cómo relacionarse con algo, cómo utilizarlo. Sé que para beber esta agua necesito levantar la botella, quitarle la tapa y llevármela a la boca. Por ejemplo, los gusanos saben comer. Por último, sabemos qué son las cosas. No es necesario que tengamos un nombre para algo; un gusano no tiene nombre para el agua, pero sabe que eso es agua, lo que llamaríamos agua con la palabra “agua”.
Esto es en un nivel base, y por eso los llamaríamos “los tipos básicos de conciencia profunda”. "Profundo" aquí significa fundamental. En algunos casos, la palabra traducida como “profunda” puede significar lo mismo. Pero en este caso de los cinco tipos de conciencia profunda básica, “profundo” significa realmente fundamental, profundo en ese sentido. Está claro que todos tenemos estos cinco porque son las características básicas más innatas de la actividad mental y describen cómo funciona la mente.
Sin embargo, estos cinco tipos de conciencia profunda son limitados ahora. No están trabajando a su máximo nivel de eficiencia. Es muy sencillo entender este punto. Todos somos capaces de recibir información, pero ¿cuántos de nosotros realmente podríamos recordar qué vestían todos los que estaban en esta sala cuando volvamos a casa? Aunque la información llega, estamos bastante limitados a la hora de recordarla y luego procesarla. Sin embargo, estos cinco tipos de conciencia profunda se conectan entre sí y la continuidad de los momentos de ellos entrelazados se conectan entre sí. Cuando se eliminan las limitaciones de este entramado, surge la mente de un buda.
Por lo tanto, tenemos estas características básicas de la naturaleza búdica. Por lo general, simplemente estarán involucradas en traernos otro renacimiento más, otro renacimiento con niveles limitados de estos cinco tipos de conciencia profunda y experimentar a veces felicidad ordinaria, que no dura, y a veces infelicidad. Y todos estos subirán y bajarán en intensidad. Entonces, eso es lo que está sucediendo, en el nivel base.
Sin embargo, si purificamos estos factores del nivel base de los factores que los oscurecen (no darse cuenta, etc.) que los hacen limitados, estos dos entramados, si se dedican a la bodichita, pueden dar surgimiento al cuerpo y la mente de un buda en lugar del cuerpo y mente limitados de un renacimiento como algún tipo de ser limitado.
Tenemos muchos otros factores de la naturaleza búdica. Hay muchos sistemas para explicarlos. Todos tenemos un cuerpo, la capacidad de comunicarnos, lo que se llama palabra, y todos tenemos mente, la capacidad de conocer cosas. Todos tenemos algunas buenas cualidades básicas, como la calidez, la capacidad de cuidar a alguien (incluso si solo nos estamos cuidando a nosotros mismos) y evitar el sufrimiento, incluso si es nuestro propio sufrimiento. Esto se convierte en una base para el amor infinito y la compasión infinita cuando se purifica. No se trata solo de cuidarnos a nosotros mismos para ser felices, ni solo de cuidarnos a nosotros mismos para evitar la infelicidad, sino de cuidar a todos para que sean felices y para que todos estén libres de sufrimiento; eso es amor y compasión infinitos. Tenemos esto como una habilidad básica. Además del cuerpo, la palabra, la mente y las buenas cualidades, también tenemos actividad. Hacemos cosas. Como el Buda, podríamos hacer todo lo posible para beneficiar a los demás, no solo el número limitado de cosas que podemos hacer ahora. Estos cinco son también factores básicos de la naturaleza búdica que pueden evolucionar hacia diversos aspectos de un buda. Hay una continuidad de ellos; siempre tenemos todos estos diferentes factores en cada renacimiento.
Además, nuestro continuo mental no existe de ninguna manera imposible. Una forma imposible sería que nunca pudiera mejorar, que nunca pudiéramos deshacernos de las limitaciones, cosas así. Eso es imposible. Entonces, aquí hay un aspecto muy importante: que todos estos factores de la naturaleza búdica (los dos entramados, los cinco tipos de conciencia profunda y el conjunto de cinco que comienzan con el cuerpo y el habla) pueden verse afectados. Se ven afectados por causas y condiciones para que puedan evolucionar y crecer. Las limitaciones, etc., pueden verse afectadas por causas y condiciones de modo que puedan disminuirse y, en algún momento, eliminarse. Estos factores evolutivos no existen en esta forma imposible de estar aislados, congelados, estancados.
Prácticas del camino para alcanzar el nivel resultante
En el nivel resultante, como un buda, tendríamos todos estos diversos factores evolutivos, todas estas diversas cualidades, presentes y funcionando simultáneamente en sus niveles más plenos y sin limitaciones. Ahora queremos tener un método que nos permita trabajar con este nivel base para alcanzar ese nivel resultante, de modo que este nivel base, en lugar de continuar para siempre de manera limitada, continúe para siempre en forma totalmente efectiva y eficiente como un Buda. Lo que queremos como método que nos permita alcanzar esa etapa resultante es un tipo de práctica que use todos estos factores del nivel base, los use simultáneamente como una manera que nos ayudará a lograr esa meta resultante. Y queremos usar un método, si queremos ser realmente eficientes, que sea similar o paralelo al que tenemos en el nivel base y el nivel resultante. En otras palabras, queremos un tantra camino, una continuidad interminable que sea el camino.
Para ello contamos con las prácticas del camino del tantra. En otras palabras, las prácticas de tantra que utilizamos como camino para alcanzar este estado resultante, el estado iluminado de un buda. Queremos utilizar el tipo de práctica que tiene como base algo que no tiene principio ni fin –una continuidad interminable, un tantra– y esto se refiere a estas diversas figuras búdicas con las que trabajamos, las llamadas “deidades tántricas”. Cuando se usa el término “deidad” para ellas, ciertamente no nos referimos a un dios creador, o en el sentido de los dioses hindúes o griegos antiguos. No queremos decir eso en absoluto. Más bien, el término en tibetano es, literalmente, un “tipo especial de dios”, o un dios que está por encima de estos tipos ordinarios de dioses. En inglés, usualmente usamos la palabra "deidad" porque "dios" implica un creador, por eso usamos la palabra "deidad". Prefiero evitar incluso esa terminología porque puede resultar bastante confusa para muchas personas.
En realidad, esta palabra “tipo especial de deidad” es solo un término tibetano. El término sánscrito que se traduce en realidad significa una deidad que se utiliza para alcanzar una meta deseada. "Deseado" es el término ishtadevata en sánscrito. Es una forma de deidad que utilizamos para alcanzar nuestra meta deseada, que no es ir al cielo o ser rico, sino alcanzar la iluminación. Creo que los tibetanos se dan cuenta de que traducir eso literalmente al tibetano sería un malentendido, y por eso lo tradujeron como un “tipo especial de deidad”. Quizás aquí se use “deidad” porque el tipo de cuerpo del que estamos hablando es un tipo de cuerpo muy sutil, no nuestro tipo habitual de cuerpo material, pero hay otro término que se usa en tibetano, yidam. Yi significa mente, y dam es la abreviatura de dam-tshig, que significa vínculo estrecho. Esta es una figura con la que establecemos una estrecha conexión – un vínculo estrecho con – para nuestra mente, a fin de alcanzar nuestra meta deseada, que es la iluminación.
¿Entonces que tenemos aquí? Trabajamos con figuras que provienen de un entorno tradicional indio, por lo que tienen una cierta variedad de formas en muchos colores diferentes. Tienen, muy a menudo, muchas caras, muchos brazos, muchas piernas. Cambian momento en momento, pero ¿qué significa eso? No significa que estén envejeciendo, ni enfermándose, ni pasando de ser un bebé a ser un adulto. Sin embargo, mientras nos imaginamos de esta forma, podemos hacer varias cosas. En ese sentido, momento a momento, está cambiando. No es estática. Es el tipo de fenómeno que a veces se denomina fenómeno estático no estático. No es estático, por lo que hace diferentes cosas momento a momento, pero no solo es eterno – como un continuo mental, no tiene principio ni fin – sino que también tiene una forma fija. No tuvo que crecer, no tuvo que ir a la escuela, no envejece, etc. Siempre está disponible en la misma forma para siempre para que podamos usarlo como objeto en nuestra meditación. En ese sentido, forma un tantra, una continuidad interminable.
Aunque algunas de estas figuras búdicas pueden, en cierto sentido, modelarse a partir de alguien que era un ser limitado, como Tara era una mujer. Quiero decir, en una vida particular, ella era una mujer, y en esa vida, prometió alcanzar la iluminación en forma femenina para alentar a las mujeres a alcanzar la iluminación. Entonces, había un ser conocido como Tara, pero la forma búdica real, la figura búdica de Tara, está, en cierto sentido, modelada a partir de eso.
Lo que queremos hacer en nuestra práctica es que, en lugar de que este entramado de fuerza positiva dé surgimiento a un tipo ordinario de cuerpo limitado en un estado de renacimiento samsárico, nos dé surgimiento a nosotros mismos en la forma de una figura búdica, por ejemplo, Tara o Manjushri. Queremos que nuestro entramado de conciencia profunda, en lugar de dar surgimiento a un tipo limitado de mente con capacidad limitada para comprender, queremos que dé surgimiento al tipo de mente de un buda con todas las cualidades ilimitadas de lo que diferenciaríamos en el mundo occidental como mente y corazón: la capacidad ilimitada de conocer y comprender todo y las cualidades ilimitadas del corazón, como la compasión y el amor.
Además, queremos que nuestra habla sea como la de un buda, es decir, no solo limitada en su capacidad de comunicarse, sino capaz de comunicarnos con todos en su propio idioma y de una manera que realmente les comunique para que puedan entender. Luego, queremos ser capaces de actuar de la forma en que actúa un buda, lo que beneficia a todos. En realidad, la forma en que un buda puede beneficiar a los demás es mediante lo que se conoce como una influencia iluminadora; en otras palabras, sin esfuerzo. En realidad, un buda no hace nada; solo por esta influencia positiva de un buda, estimula a otros a ser capaces de crecer y desarrollarse de una manera positiva si, por supuesto, los demás son receptivos – tienen que ser receptivos a la influencia iluminadora de un buda.
Dado que en el nivel resultante tenemos todos estos aspectos simultáneamente, y en el nivel base también los tenemos simultáneamente (todos están presentes, aunque oscurecidos y limitados), entonces, en términos del tantra que es el camino, nuestra práctica, queremos ser capaces de practicar todos estos diferentes aspectos simultáneamente. Esto es lo que hacemos en la práctica del tantra.
Esto los une a todos en términos del otro significado del tantra, que son las cuerdas de un telar sobre las que podemos tejer varias cosas. Entonces, todos estos brazos, piernas y rostros de las figuras búdicas en nuestra práctica de tantra sirven como estructura para entretejer todos los diferentes aspectos que desarrollamos con la práctica del nivel de sutra. Todos estos brazos, piernas y caras, y todas las cosas que sostienen, y los colores, representan varios aspectos de estas cualidades y varios aspectos de las prácticas para alcanzar estas cualidades. Muchos de ellos tienen varios niveles de lo que representan, no solo uno.
En las primeras etapas de la práctica del tantra trabajamos con la imaginación. Entonces, para empezar, imaginamos que tenemos el cuerpo de una de estas figuras, y mantenemos recordación de todas las cosas que nuestros brazos, piernas y caras representan, y no las recordamos solo como una lista, sino que realmente generamos lo que representan. De esta manera, imaginamos tener un cuerpo, una mente y buenas cualidades como las de un buda.
Al mismo tiempo, nuestro discurso consiste en decir mantras que imaginamos que son capaces de comunicar, enseñar y ayudar a todos; todo el mundo es capaz de entenderlos. Además, también tenemos actividad búdica, esta influencia iluminadora. Representamos esa influencia imaginando que estamos emitiendo luces que salen hacia todos, los aliviamos de todos sus problemas, les traemos buenas cualidades, los transformamos en budas, les hacemos ofrendas, etc. Todo eso está sucediendo, como ocurre con un buda, por medio de emanaciones, sin tener que levantarse e ir a ayudarlos físicamente. Solo con nuestra presencia, con la emisión de estas luces, influimos en ellos de manera positiva para que superen sus problemas.
Estamos haciendo todo eso simultáneamente en la práctica del tantra. De esta manera, dicha práctica actúa como una causa –un camino, por así decirlo– para lograr “lo Auténtico”, cuando todos estos factores son capaces de funcionar plenamente como las cualidades y aspectos de un buda iluminado.
Lo que vimos fue que, en el nivel base, cuando tenemos estas limitaciones de nuestro no darnos cuenta, nuestra confusión sobre la realidad y las emociones perturbadoras, lo que sucede es que activan los potenciales kármicos y obtenemos un renacimiento con más sufrimiento, más confusión, comportamiento kármico más compulsivo y más limitaciones. Para evitar que esto suceda y deshacernos de estas limitaciones que ocurren en el nivel base y lograr un nivel resultante de un buda, necesitamos basar nuestra práctica de tantra en una comprensión correcta del vacío, la vacuidad.
Reconocer la naturaleza engañosa de cómo aparecen las cosas
La vacuidad significa una ausencia. Algo está ausente; nunca estuvo allí, solo lo imaginamos. Nuestra mente proyecta una forma falsa en la que existen las cosas. En otras palabras, hace que las cosas parezcan imposibles. Como, por ejemplo, un ejemplo sencillo –no tan sencillo-, todos contaminamos el medio ambiente, aunque no nos lo parezca. Cuando hacemos algo, ¿cómo se ve? Simplemente parece como si hiciéramos algo y eso es todo. Fumamos, o producimos humo de los coches, o lo que sea. Lo que hacemos parece existir allí por sí solo. Nuestra mente no hace aparecer el efecto de lo que hacemos, ¿verdad? La apariencia es que podemos hacer algo y no tiene ningún efecto.
Ahora bien, esa apariencia no corresponde con la realidad, ¿verdad? Lo que está ausente es un referente real de esta apariencia que realmente existe de una manera que correspondería con lo que aparece. En otras palabras, en realidad, hacer cosas que contaminan el medio ambiente, pero que no tienen ningún efecto. Bueno, eso no existe. No hay nada en la realidad que corresponda a esta apariencia engañosa que nuestra mente hace aparecer.
Tenemos un hardware limitado, con este tipo de cerebro, este tipo de cuerpo, este tipo de sentidos; realmente no pueden ver u observar el efecto de nuestras acciones en este momento cuando estamos actuando. Si creemos que estas apariencias corresponden a la realidad, entonces tenemos confusión y todo tipo de emociones y actitudes perturbadoras. Activan los potenciales kármicos para traer otro renacimiento con otro cuerpo limitado, otra mente más limitada y más infelicidad y más felicidad ordinaria que nunca dura ni satisface.
Para lograr que estos entramados den surgimiento a algo así como un cuerpo y una mente de buda – o en el nivel del camino de la práctica del tantra, esta visualización de una figura búdica y del tipo de mente y habla de un buda – primero tenemos que obtener una comprensión correcta de la vacuidad. Tenemos que entender que todos estos factores de la naturaleza búdica y figuras búdicas e incluso los budas no existen de estas formas imposibles. Una vez que esa comprensión nos libera de al menos cierto nivel de ignorancia o no darse cuenta y de emociones perturbadoras, entonces tiene sentido imaginar que estos factores de la naturaleza búdica dan surgimiento a estas formas más puras, estas formas de figuras búdicas, en lugar de dar surgimiento a un cuerpo limitado y una mente limitada de un renacimiento samsárico.
Incluso el simple hecho de ser capaz de comenzar la práctica y mantenerla con algún nivel de comprensión conceptual de la vacuidad (que nada de lo que estamos haciendo existe de manera imposible, todo está interrelacionado por causa y efecto) desarrollará la fuerza positiva que servirá como causa para que nuestra comprensión se haga cada vez más profunda, permitiéndonos, en algún momento, realizar la transformación pura de alcanzar el estado resultante de un buda. Por lo tanto, es esencial obtener una comprensión correcta de la vacuidad.
Además, si realmente queremos que nuestra práctica del tantra sea más efectiva, realmente necesitamos comprender la teoría del tantra. ¿Qué es lo que realmente estamos haciendo en la práctica del tantra y por qué? Luego, necesitamos tener una comprensión básica de cómo funcionaría, cómo podría funcionar y cómo funciona.
Entonces, esa es la introducción básica. Continuaremos en nuestra próxima sesión con una descripción de las diversas partes del tipo de práctica de tantra que la mayoría de nosotros realizamos (si realmente practicamos tantra), que sería tomar iniciaciones y practicar una sadhana. “Sadhana” es una palabra sánscrita y significa un método para actualizarnos como una de estas figuras búdicas. Un método de actualización es su significado literal. Luego, si tenemos tiempo, veremos algunas de las diferentes partes y cómo podríamos hacer que nuestra práctica de cada una de estas partes sea más efectiva.
¿Qué preguntas tienen?
Preguntas
Hablamos de formas imposibles de existencia de los fenómenos. Si hablamos de formas imposibles y las refutamos, decimos que no existe tal cosa, entonces hay alguna manera en la que los fenómenos sí existen, ¿verdad?
Bueno, sí. Cuando refutamos formas imposibles de existir, nos quedamos con la forma posible en que todo existe. Sí, claro. Las cosas existen convencionalmente.
Más precisamente, si revisamos la teoría de la vacuidad, lo que la vacuidad refuta son formas imposibles de establecer que algo existe. ¿Cómo sabemos que algo existe? Podríamos pensar que las cosas existen de cierta manera y que existen ciertos criterios que probarán o establecerán que existen de esa manera, pero son incorrectos. Por ejemplo, nos parece que la existencia de las cosas se establece por sí misma, independientemente de cualquier cosa. Al fin y al cabo, objetivamente parece como si estuvieran allí mismo, ante nuestros ojos, independientemente de sus causas, de sus partes y de cómo se les concibe y se les llama. ¿Qué prueba o establece que estas cosas existen? Creemos que lo demuestra el hecho de que las cosas funcionan. Pero el hecho de que algo desempeñe la función de lo que parece que realmente es para nosotros, ¿eso establece o prueba que está establecido como verdaderamente existente de esa manera por el poder de algo que se puede encontrar desde su propio lado?
Por ejemplo, nos parece que esta mesa existe verdadera y objetivamente como mesa. Está ahí, por sí sola, aparentemente existiendo en la forma en que la vemos. Lo que creemos que prueba que existe verdadera y objetivamente como una mesa de esa manera es que podemos ponerle este vaso de agua y lo sostendrá; la mesa funciona como una mesa. Imaginamos que existen las características definitorias de una mesa que se pueden encontrar del lado de este objeto que lo establecen como mesa y que le permiten funcionar como mesa.
Pues nadie va a negar que la mesa sirve para sostener este vaso. Pero, ¿prueba esto que la mesa existe como mesa, desde su propio lado, verdaderamente como mesa? Bueno, esto es lo imposible, aunque pueda funcionar como mesa. Pero si la capacidad de realizar la función de una mesa establece que es una mesa, entonces, como podemos sentarnos en ella, eso debería establecerla como una silla. Podemos quemarla, entonces eso la establece como leña. Si somos una termita, un insecto, podemos comerla; es alimento. El hecho de que pueda sostener un vaso con agua no prueba que, desde su propio lado, ahí esté, establecida desde su propio lado, objetivamente solo como una mesa y nada más.
Bueno, si también puede funcionar como silla para alguien que se sienta sobre ella y como alimento para alguien que puede comerla y como leña para alguien que la quema – ¿está verdaderamente establecida como todo esto? O antes de que alguien la use para hacer algo, ¿no es ninguno de estos? ¿Qué es?
Hay muchos, muchos niveles diferentes de comprensión de la vacuidad, de lo que es imposible. Si puede funcionar, como dije, como mesa, silla, comida y leña, ¿podría funcionar también como perro? Bueno, no, no podría funcionar como un perro. Entonces, ¿cómo establecemos cómo puede funcionar válidamente y cómo no puede funcionar, y por qué hay una diferencia entre los dos?
Los taburetes también y todo lo que mencionaste: una mesa, una silla, comida y leña, ¿son todas formas imposibles?
No, son posibles, pero lo que es imposible es que se establezcan desde su propio lado como existentes como estas cosas, independientemente de cómo se conciban. En otras palabras, lo que es imposible es que haya algo que se pueda encontrar dentro del objeto, una característica definitoria que se pueda encontrar, que por su propio poder lo convierta en una mesa, una silla, leña o comida, pero que no haya nada que se pueda encontrar dentro de él que, desde su lado, por su propio poder, lo convierta en un perro. ¿Hay características definitorias que se puedan encontrar dentro de este objeto que nos permitan usarlo solo como ciertas cosas, pero no como otras? Si las hay, ¿dónde están? ¿Podemos señalarlas? Tenemos que pensar muy profundamente en eso, pero nadie niega que este objeto puede usarse como estas cosas, como lo que es posible.
¿Cuál es la palabra rusa para mesa?
Stol.
¿Existe esto como una mesa o existe como un stol? ¿Qué es?
Entonces uno se involucra en este tipo de preguntas. ¿Qué nos permite llamarlo correctamente mesa y stol, pero no nos permite llamarlo correctamente perro? ¿Qué pasaría si un grupo de personas decidiera: "En nuestro idioma, lo llamaremos perro"? Quizás en algún idioma africano se llame "perro". ¿Qué significa el sonido “perro” que alguien pronuncia? ¿Significa en su idioma lo que significa en nuestro idioma? ¿Qué es? ¿Es objetivamente un perro? Empieza a ponerse muy interesante.
¿Es posible hablar de mesa no en términos de nuestra relación con el mundo? ¿Se puede hablar de ello sin el sujeto que lo percibe? ¿Qué sería si eliminamos al sujeto?
Si quitamos al sujeto, no podemos hablar de ello. No hay análisis de ello, no hay conocimiento de ello, no hay discusión sobre ello sin un sujeto. Si no hay nadie en esta sala – esto se convierte en una pregunta interesante – si no hay nadie en esta sala y no tenemos una cámara espía o algo así funcionando, ¿hay una mesa en la sala? ¿Cómo establecemos que hay una mesa en la habitación? Solo podemos establecer que hay una mesa en la habitación con relación a un sujeto, una mente que la percibe. No hay manera de establecerlo por separado, independientemente de su percepción, o de pensar en ello, o de pensar en la palabra que lo designa. Después de todo, cualquier palabra que se le dé es solo una convención formada por las mentes de algunas personas que decidieron llamarla así.
Esa es toda la cuestión aquí. ¿Cómo establecemos que algo existe? Es imposible, desde un punto de vista budista, establecer que algo exista independientemente de la mente. Ahora bien, eso no significa que solo exista en nuestra cabeza o que, si no hay nadie en la habitación, deja de existir y vuelve a existir cuando alguien entra y la ve o la llama "mesa".
Pero si vamos más allá del marco de nuestra mente individual y hablamos en términos de la mente universal global de un Buda, entonces, desde el punto de vista de esta mente de buda, ¿podemos hablar de este objeto?
Podemos, pero eso es con relación a una mente.
¿Significa que, mientras recorremos el camino de la meditación y alcanzamos niveles mentales cada vez más sutiles -y nuestra meta es la mente del Buda- percibimos objetos en niveles cada vez más sutiles?
Diríamos que sí las percibimos de una manera más pura, tanto en términos de cómo aparecen las cosas (la forma en que aparecen, su apariencia) como de cómo parecen existir. Usaré solo un ejemplo burdo; esta no es realmente una analogía exacta. Todos podemos verte en la forma de tu cuerpo físico. Con ciertos instrumentos también podemos percibirte en términos de tu energía, por ejemplo, con un electrocardiograma.
Si estoy en el nivel en el que veo energía, el cuerpo sutil, entonces, al mismo tiempo, puedo ver el cuerpo físico, ¿verdad? Pero si puedo ver solo el cuerpo físico, significa que, desde ese nivel, si estoy limitado, entonces no puedo percibir el segundo nivel, este cuerpo de nivel sutil, ¿verdad?
Correcto.
Entonces, cuanto más sutil es mi nivel de conciencia, más sutil es mi percepción, ¿verdad? Mi forma de percibir los objetos.
Sí. Quiero decir, es un poco más complicado que eso, por supuesto, porque de lo que queremos deshacernos es de la apariencia de cosas que existen de una manera imposible. Ya sea que estemos hablando del cuerpo burdo o de la energía sutil, ambos podrían aparecer de una manera imposible. Queremos deshacernos de esa apariencia de una forma imposible de existir y poder percibir todos los diferentes niveles de lo que algo podría parecer ser. Como un buda puede aparecer en formas muy sutiles y un buda puede aparecer en formas más burdas.
Y mi segunda pregunta relacionada con eso: ¿La forma de un yidam está determinada culturalmente o es la misma para los practicantes de cualquier país?
Pues bien, desde el punto de vista del propio budismo, diríamos que la forma de estas figuras es básicamente la misma, independientemente de la cultura de la que provenimos, aunque estas formas surgieron dentro de la cultura india. Hay ligeras variaciones en color, número de brazos, etc., pero son básicamente iguales. La pregunta que realmente hay que hacerse es: ¿por qué los cambiaríamos y a qué los cambiaríamos? Algunas personas dicen, bueno, ¿no podríamos visualizar a la Virgen María y a Jesucristo y este tipo de figuras? Pero en realidad los cristianos se sentirían muy ofendidos si hiciéramos eso. ¿Deberían los cristianos indios y tibetanos representar al Buda en una cruz? Quiero decir, es igual de ofensivo, entonces, ¿qué vamos a imaginar? ¿Vamos a imaginar a Mickey Mouse? Quiero decir, ¿qué vamos a imaginar? ¿Qué diferentes formas vamos a utilizar?
Aunque estas figuras puedan resultarnos ajenas, también lo son para los indios y los tibetanos. No encontramos gente caminando con tres caras, seis brazos y muchos colores diferentes, por lo que también les resulta extraño. Sin embargo, los tibetanos las usan, los chinos las usan y los japoneses las usan. ¿Qué nos hace diferentes?
Pregunté porque, en los países latinoamericanos, hay algunos practicantes que tienen visiones que ven a estos yidams de una manera diferente. Por ejemplo, Tara, pero esta Tara tiene la cabeza extra de un águila. Y las personas que tienen el control allí han adoptado oficialmente estas figuras y dicen que están bien.
Bueno, la cuestión es que cada una de estas diversas figuras puede aparecer de muchas formas diferentes. Tomemos como ejemplo Avalokiteshvara, que es Chenrezig en tibetano. Avalokiteshvara suele ser blanco, pero también hay formas rojas. Algunos están sentados, otros de pie, algunos tienen dos brazos, otros tienen cuatro brazos, algunos tienen mil brazos. Las formas tibetana e india son masculinas, pero las chinas son femeninas. Hay muchas formas diferentes de un yidam, una figura búdica, aunque ninguna de ellas se parece a Jesucristo o Mickey Mouse.
También se dice que cuando las prácticas se popularicen demasiado hasta el punto de que la gente las trivialice, entonces se revelarán otras formas, ya sea en una visión, en algún texto tesoro enterrado o algo así. Tener una cabeza de águila encima de una figura no es tan inusual. Hay una forma de Vajrapani, por ejemplo, que tiene encima de la cabeza habitual un cuello de caballo y un garuda completo, que es un tipo de águila. Es la figura llamada “Vajrapani-Hayagriva-Garuda”. Entonces, no hay nada terriblemente especial en lo que describes en América Latina. Podría ser. En la India, un águila se llamaría garuda.
El punto es que, si hay otra forma que ha sido revelada de una de estas figuras búdicas, entonces las personas que realizan las prácticas basadas en esta forma deben poder lograr los resultados. Su eficacia, su validez, se determina en términos de si funciona o no. No es solo una alucinación de algún loco esquizofrénico.
Si el practicante se visualiza a sí mismo como una deidad, pero no comprende la vacuidad, ¿habrá alguna diferencia en comparación con una persona que tiene esta comprensión?
Oh, definitivamente. Sin la comprensión de la vacuidad, pensar que en realidad somos Tara o Chenrezig o lo que sea no es diferente de que un loco piense que es Napoleón, Cleopatra o Mickey Mouse. Puede conducir muy fácilmente a la esquizofrenia (imaginar todo tipo de cosas raras, totalmente fuera de contacto con la realidad) porque también tenemos que comprender la vacuidad de la figura búdica. Como se dice en los textos, si uno se visualiza en estas formas sin la comprensión de la vacuidad y sin bodichita, simplemente actúa como una causa para renacer como un fantasma en la forma de esta figura.
Última pregunta.
Cuando hablamos de nuestra comprensión de la vacuidad, ¿estamos hablando de nuestra comprensión conceptual o intelectual de la vacuidad, o de la experiencia?
Bueno, la comprensión conceptual es una experiencia, por lo que aquí debemos tener un poco de cuidado con nuestra terminología. Al principio, nuestra comprensión será conceptual porque, para empezar, esa es la única forma en que puede serlo. Luego, con el tiempo, tendrá que volverse, por supuesto, no conceptual.
Hay varias etapas para alcanzar esa cognición no conceptual. Pero lo realmente esencial aquí es saber cuál es la diferencia entre una cognición conceptual y una no conceptual. La diferencia entre estas dos no es la misma que existe entre la comprensión intelectual y la intuitiva. Esa es una forma diferente de dividir la experiencia. Esa es una forma occidental de dividirlo. Eso no es a lo que se refiere la cognición conceptual y no conceptual en el budismo.
Una cognición conceptual de la vacuidad conoce la vacuidad a través de la categoría "vacuidad". Entonces, cada vez que nos enfocamos en la vacuidad, aunque cada vez es una experiencia individual, siempre reconocemos que la vacuidad que surge como objeto en esa cognición encaja en la categoría de vacuidad. No tenemos que decir la palabra “vacuidad” en nuestra mente.
En la cognición conceptual de la vacuidad, surge algo intermedio entre nuestra conciencia mental y la representación conceptual de la vacuidad, y esa es la categoría “vacuidad”. “Oh, sí, ahora estoy meditando sobre la vacuidad otra vez. Encaja en la misma categoría que antes”. Tal cognición de la vacuidad puede ser una experiencia muy profunda con todo tipo de efectos transformadores, pero aun así se encuentra dentro de esta categoría. Como digo, eso no significa necesariamente verbalizarlo en nuestra cabeza. Ya sabes: “La vacuidad. Ahora estoy meditando en la vacuidad”. No tiene por qué ser así, pero la categoría está ahí.
Una cognición no conceptual de la vacuidad es una cognición de la misma que no está mezclada con la categoría “vacuidad”. Aquí está la parte complicada: sabemos que es vacuidad, pero no la mezclamos con la categoría “vacuidad”. Es muy, muy sutil porque aquí no estamos hablando de si realmente pensamos o no en “vacuidad” – eso es otra cosa – porque incluso si no estamos pensando en “vacuidad”, la categoría aún podría estar ahí.
Piénsenlo con un ejemplo más simple: "perro". Hay muchísimos tipos diferentes de perros; todos se ven muy diferentes. Miramos a este animal y podríamos pensar en “perro”; incluso podríamos verbalizar la palabra “perro” en nuestra mente. Pero, sin siquiera pensar “perro”, lo vemos como un perro. No lo mezclamos con la categoría "perro". De manera no conceptual, sabemos que es un perro y no un gato, y nos estamos relacionando con el animal individual que está aquí, y no solo con un animal que encaja con muchos otros en la categoría "perro".
¿Significa que nosotros, al mismo tiempo, estamos trabajando con nuestra comprensión no conceptual de la realidad, y ésta se vuelve cada vez más sutil, y también estamos trabajando y desarrollando nuestra descripción conceptual del mundo?
La cognición no conceptual puede ser con conciencia sensorial o con conciencia mental. La cognición no conceptual de la vacuidad, por supuesto, se realiza con conciencia mental. En términos de conocer los objetos ordinarios, no la vacuidad, nuestra cognición mental no conceptual ocurre solo por un pequeño instante después de una cognición sensorial no conceptual. Casi instantáneamente, se vuelve conceptual.
Por ejemplo, cuando miro alrededor de la habitación, ¿qué veo? Veo formas coloreadas y también veo objetos de sentido común: cuerpos y, como imputación sobre ellos, personas. Ahora sé que todos estos objetos que veo son personas. ¿Estoy pensando en "gente"? No. Quiero decir, ciertamente no estoy verbalizando "personas" cuando los miro a todos, pero sé que son personas. Entonces, ¿tengo un concepto de las personas que me permite verlos a todos ustedes como personas? ¿Estoy encajando en lo que veo en la categoría “personas”? Esta es la pregunta interesante. Para verlos no conceptualmente y saber que son personas, necesito tener el concepto de personas de antemano, pero no necesito encajarlos en la categoría "personas" para saber que son personas una vez que tengo el concepto de "personas".
Además, hay ciertas asociaciones que podría tener con esa categoría “personas”, ¿no es así? Si hablo contigo, existe la posibilidad de que lo entiendas. No hablo de una foto de personas. Supongo que lo más parecido a estas asociaciones que tendríamos en Occidente es una idea; tengo una idea de lo que la gente puede hacer. Eso sería conceptual.
¿Es una idea preconcebida? Por lo general, cuando decimos preconcepción, tiene algún tipo de aspecto crítico: tengo una idea preconcebida de que te voy a agradar o que no te voy a agradar. Semejante idea preconcebida no es lo mismo que la idea de que la gente puede entender si les hablo.
¿No es una idea?
Para mí hay una diferencia entre una idea preconcebida y una idea. Pero recuerden, estos son términos occidentales y no budistas. Una idea preconcebida sobre las personas no es necesariamente lo mismo que una idea sobre las personas. Creo que una idea preconcebida tiene un aspecto sesgado, crítico o prejuicioso, como que no les agradaré o que son malas personas. Una idea sobre las personas es más neutral. Al ver a la gente aquí, parece que algunos de ellos se sienten incómodos. La idea que tengo de por qué se ven así es que es tarde y tal vez tienen que tomar un autobús o un metro, o tal vez necesitan ir al baño. Hay muchas ideas que podría tener sobre ellos que son más neutrales que una idea preconcebida que pueda tener incluso antes de verlos, como la idea preconcebida de que no les agradaré.
Tanto las ideas preconcebidas como las ideas son asociaciones unidas a categorías: una preconcepción sobre las personas o una idea sobre las personas se refiere a alguna cualidad o característica de ellas. Sin embargo, la categoría “personas” se refiere simplemente a lo que son las personas. Cuando vemos un grupo de personas y las encajamos en la categoría "personas", sabemos qué son las personas. No los incluimos en la categoría “mesas” o “manzanas”. Aquí también podríamos utilizar la palabra “idea”. "Tengo una idea de lo que es la gente".
Si simplemente te veo y te conozco de manera no conceptual, ¿eso significa que no tengo idea de lo que es una persona? ¿No sé qué es una persona? Bueno, no significa eso. Sé lo que es una persona. Sé que a la gente le duelen las piernas al estar sentada en el suelo durante unas horas. Sé que necesitan llegar a casa y que es posible que necesiten ir al baño. Sé todo eso, pero esas son cosas que sé conceptualmente. Estas ideas que tengo sobre las personas no se mezclan con verlas como personas, no verlas como mesas.
En realidad, tal vez esta distinción que estoy haciendo entre categorías, preconceptos e ideas sea artificial. También hay “conceptos”, pero la palabra tibetana traducida como “concepto” (rtog-pa) en realidad significa cognición conceptual. En cualquier caso, la característica principal de la cognición conceptual es que es cognición, a través de una categoría, de una representación conceptual de un elemento individual que encaja en la categoría. Puede ocurrir con o sin ver un elemento individual inmediatamente antes. Podemos pensar en una persona y representarla en nuestra mente, o podemos ver a alguien e inmediatamente pensar en ella como una persona.
Es muy, muy difícil reconocer la diferencia entre cognición conceptual y no conceptual. La diferencia es muy sutil. La indicación suele ser en términos de cuán vívido aparece el objeto; si se mezcla con una categoría, lo que aparece no es tan vívido. Está ligeramente velado por la categoría. Por lo general, cuando estamos despiertos, dado que nuestra percepción sensorial no conceptual y el pequeño momento de cognición mental no conceptual que sigue duran un momento tan pequeño y son seguidos instantáneamente por la cognición conceptual, es realmente difícil identificar la cognición no conceptual.