Apariencias manchadas y no manchadas
Hemos analizado las variables que afectan a los tipos de hologramas a los que da surgimiento nuestra actividad mental. Estas son las variables de apariencias “precisas e imprecisas” y “puras e impuras”. Hemos visto que estas variables se refieren tanto a la apariencia de lo que algo es, así como a la apariencia de cómo existe.
La siguiente variable es apariencia “manchada y no manchada”. Este par, comúnmente se traduce como “contaminada y no contaminada”, que implica algo como “contaminado con radiación en Chernóbil”, así que a mi realmente no me gustan esos términos. “Manchado y no manchado” son términos más neutrales emocionalmente. A estos términos se les define de manera diferente en las diferentes tradiciones. Como hemos visto, Vasubandhu define a un fenómeno manchado como “cualquier cosa que surja basado en el no darse cuenta y las otras emociones perturbadoras y que da surgimiento a, fortalece y perpetúa más no darse cuenta y más emociones perturbadoras”. Con esta definición, “manchadas y no manchadas” corresponden a “impuras y puras”.
La tradición Prasánguika Gelug define “manchadas y no manchadas” en su propia forma única. Aquí la variable se establece solo en términos de la apariencia de cómo existe algo. “Fenómenos manchados” son aquellos fenómenos que están mezclados con una apariencia de existencia verdaderamente establecida. “Fenómenos no manchados” son aquellos fenómenos que no están mezclados con una apariencia de existencia verdaderamente establecida.
Ahora necesitamos entender qué significa “mezclados con una apariencia de existencia verdaderamente establecida”. Recordemos que hablamos de cómo la actividad mental está compuesta de conciencias primarias y todo un entramado de factores mentales. Las conciencias primarias y los factores mentales siempre tienen un objeto focal que comparten en común, así como el holograma mental de dicho objeto que aparece y al que todos dan surgimiento juntos. A menudo, pero no siempre, dicho objeto es la forma de un fenómeno físico, pero aun cuando tal objeto no es una forma, como cuando se enfoca en la vacuidad, siempre está el cuerpo físico de una persona que es el soporte de la actividad mental.
Los fenómenos que están “mezclados con una apariencia de existencia verdaderamente existente” se refieren a estos componentes que sostienen, o son parte, o aparecen en nuestra actividad mental cuando la actividad mental está dando surgimiento a una apariencia de existencia verdaderamente establecida. Así que, cuando nuestra actividad mental está enfocada con total absorción no conceptualmente en la vacuidad de la existencia verdaderamente establecida, no está dando surgimiento a un holograma mental que tiene la apariencia de existencia verdaderamente establecida y, por supuesto, que no se aferra a ella. En ese momento, la conciencia mental primaria o la conciencia de luz clara, todos los factores mentales acompañantes y el cuerpo de la persona que sustenta esa actividad mental, son todos no manchados. Aparecen o surgen en nuestra actividad mental sin mancha.
En todos los demás momentos – esto es, cuando nuestra actividad mental no está absorta no conceptualmente en la vacuidad– nuestra conciencia primaria, factores mentales, cuerpo y demás están manchados. Tienen apariencias manchadas cuando nuestra actividad mental está involucrada en la creación de apariencias de existencia verdaderamente establecida. Así que, ya sea que imaginemos a nuestro cuerpo en nuestra forma ordinaria o en la forma pura de una figura búdica, puede ser tanto manchado como no manchado, dependiendo de si la acompaña una apariencia de existencia verdaderamente establecida. A eso es a lo que se refiere la variable “manchado o no manchado”.
Así que, aun cuando somos un arhat, no siempre estamos totalmente absortos no conceptualmente en la vacuidad: solo un buda lo está. En ese momento, cuando, como arhats, estamos totalmente absortos no conceptualmente en la vacuidad, nuestro cuerpo ilusorio (si estamos practicando tantra anutarayoga) o nuestro cuerpo mental (si estamos practicando sutra) es no manchado. Pero cuando salimos de esa meditación y nuestra actividad mental sigue dando surgimiento a hologramas con una apariencia de existencia verdadera, pero ya no nos aferramos a ellas, nuestro cuerpo ilusorio o cuerpo mental está manchado con una apariencia de existencia verdaderamente establecida. Dejemos que eso se asiente por un momento.
(pausa)
Apariencias samsáricas y nirvánicas
La última variable de la que tenemos que hablar son las apariencias de samsara y las apariencias de nirvana. ¿A qué se refieren? Samsara es el renacimiento incontrolablemente recurrente, que está basado en el no darse cuenta como se describe en los doce eslabones de surgimiento dependiente. Nirvana es el estado de liberación del no darse cuenta. Tanto arhats como budas han alcanzado el nirvana, aunque los budas, adicionalmente alcanzaron la iluminación.
Si vemos el no darse cuenta en el contexto de los doce eslabones, un poco más profundamente que solo con la explicación que dan las escuelas no Prasánguika, estamos hablando del aferramiento a una existencia verdaderamente establecida. Recordemos, el aferramiento a la existencia verdadera tiene dos componentes: (1) la creación de apariencias y la cognición de una existencia verdaderamente establecida, y (2) el aferramiento a que eso corresponde a cómo existen realmente las cosas. Dicho aferramiento va acompañado por el no darse cuenta; ya sea no saber que no corresponde o bien creer que sí corresponde. Así que una apariencia samsárica es aquella que surge con una apariencia de existencia verdadera más este aferramiento. Una apariencia nirvánica es aquella que surge sin ese aferramiento, pero puede ser con o sin una apariencia de existencia verdadera.
Para los arhats, cuando una apariencia nirvánica es con una apariencia de existencia verdadera, es llamada “nirvana con residuo”, y cuando es sin dicha apariencia, o sea, cuando están totalmente absortos no conceptualmente en la vacuidad, es llamada “nirvana sin residuo”. “Residuo”, con referencia a los arhats, significa con apariencia de existencia verdadera. Recordemos que los arhats, cuando no están totalmente absortos no conceptualmente en la vacuidad, su actividad mental sigue dando surgimiento a una apariencia de existencia verdadera y la conocen, pero no se aferran a ella. Ya que los arhats son seres liberados – han logrado el nirvana – todas las apariencias a las que su actividad mental da surgimiento son apariencias nirvánicas, a pesar del hecho de que, en algunas ocasiones, dichas apariencias estén manchadas con la apariencia de existencia verdadera, y en otras no manchadas.
Para los aryas que han logrado la detención verdadera solo del aferramiento a la existencia verdadera basada en la doctrina, pero no todavía la detención verdadera de la variedad que surge automáticamente – así que todavía no han logrado el nirvana y no son arhats – todas las apariencias a las que da surgimiento su actividad mental son apariencias samsáricas. Este es el caso, ya sea que estén absortos no conceptualmente en la vacuidad o en cualquier otro momento.
La actividad mental de los budas nunca da surgimiento a una apariencia de existencia verdaderamente establecida y ciertamente no tiene aferramiento. En referencia a los budas, el “nirvana con residuo” se refiere a sus cuerpos de forma y el “nirvana sin residuo” se refiera a su Dharmakaya, a su mente.
El nirvana con o sin residuo es conocido como “nirvana adquirido”: lo que se adquiere o logra como arhat o buda. También está el “nirvana natural”, que se refiere a la vacuidad.
El trabajo con este material en la manera del entrenamiento del abhidharma en el darse cuenta que discrimina superior
Cuando trabajamos con este material, lo hacemos en la manera en la que estudiamos el abhidharma. Los textos budistas indios a menudo están divididos en el Tripitaka, las tres canastas. Estas son las “canastas” de los textos del vinaya, del sutra y del abhidharma. El estudio de cada uno de estos nos ayuda a desarrollar el llamado “triple entrenamiento superior”. “Superior” se refiere a desarrollarlos, ya sea, con una motivación de renuncia – la determinación de liberarse del samsara – o bien de la bodichita.
- Al estudiar el vinaya – las reglas de disciplina, los votos – desarrollamos el entrenamiento en la autodisciplina ética superior.
- Al estudiar los sutras, desarrollamos el entrenamiento en la concentración superior. Los sutras describen todo tipo de meditaciones diferentes que hacemos.
- Al estudiar el abhidharma, que significa “temas especiales de conocimiento”, desarrollamos el entrenamiento en el darse cuenta que discrimina superior.
El “darse cuenta que discrimina” (shes-rab) generalmente se traduce como “sabiduría”, pero esa es una palabra demasiado imprecisa. El darse cuenta que discrimina no es necesariamente sobre la vacuidad. Recordemos que la definición de “darse cuenta que discrimina” es “un factor mental que añade certeza a la distinción”. Con él, estamos absolutamente seguros de que algo es esto y no aquello. Distinguimos estas formas coloridas como un cuerpo, aparte de las formas coloridas de la pared. Esto es distinguir; el darse cuenta que discrimina, añade certeza a eso. Estamos seguros de eso, no hay indecisión alguna; pero, por supuesto que nuestra decisión podría ser correcta o incorrecta. El abhidharma nos ayuda a entrenar este tipo de darse cuenta que discrimina – decisión a la hora de distinguir esto de aquello. No nos enseña sobre el darse cuenta que discrimina de la vacuidad.
Cuando estudiamos el abhidharma, aprendemos todo tipo de variables, como las que hemos estado exponiendo: precisas e imprecisas, puras e impuras, manchadas y no manchadas, samsara y nirvana – todas estas. Aquí teníamos cuatro series de variables. Ellas se ocupan tanto de cómo aparecen las cosas, como de cómo parecen existir. Expusimos esto desde el punto de vista de las maneras de darse cuenta de las cosas – el lado cognitivo – y también lo vimos desde el lado del holograma mental.
Mejoramos nuestro darse cuenta que discrimina con el entrenamiento del abhidharma trabajando con la teoría de conjuntos, como en matemáticas. La teoría de conjuntos se ocupa de las implicaciones lógicas de varios conjuntos de elementos. Por ejemplo: ¿cuál es la implicación entre algo que es impuro y algo que es preciso o impreciso? En otras palabras, si algo es impuro ¿puede ser preciso o impreciso? ¿Puede ser manchado o no manchado? Tratamos de descubrir todas estas combinaciones. Esto es, entonces, lo que hacemos en el entrenamiento del abhidharma para poder desarrollar el darse cuenta que discrimina para conocer decisivamente tales cosas como: si algo es así, ¿cuáles son las posibilidades de que pudiera también ser esto o aquello? Si no es así, ¿cuáles son las posibilidades? Con cada implicación que establecemos, necesitamos dar un ejemplo. De esta manera, nuestra mente se vuelve muy clara y aguda. Ese es el desarrollo del darse cuenta que discrimina.
Recordemos que, hasta los tiempos modernos, los practicantes budistas en las sociedades tradicionales budista no tenían nuestro sistema moderno de educación. Su sistema de educación era el estudio del Dharma, de modo que esa era la manera de desarrollar su inteligencia y sus habilidades para abordar los sistemas complejos. Nos guste o no, la realidad convencional es muy compleja, así que tenemos que lidiar con ello. Esto significa que necesitamos desarrollar nuestra habilidad de trabajar con sistemas altamente complejos. Si lo pensamos en términos de interacciones de todos entre sí, ¿cuán complejo es eso?
Así que hemos presentado todas estas variables y, si queremos trabajar con ello, necesitamos trabajar por nuestra cuenta todas las implicaciones lógicas: cómo encajan todas las variables. Antes de llegar aquí, pensé que haría gráficas para mostrar cómo encajan todas estas variables, pero cuando comencé a tratar de hacerlo, me di cuenta de que era demasiado complejo para hacer gráficas de todas las formas diferentes en las que nuestros cuatro conjuntos de variables encajan. Además, en realidad no se puede poner tal cantidad de variables en una gráfica bidimensional. Así que, me di por vencido y decidí que esa es una tarea para ustedes.
Podemos usar este material ya sea para ayudarnos a desarrollar el darse cuenta que discrimina, o bien podríamos usarlo para analizar lo que estamos experimentando a cada momento. Eso significa que cuando estamos teniendo algún tipo de problema o dificultad, tratamos de identificar cuáles son ahí las apariencias engañosas a las que está dando surgimiento nuestra actividad mental. Cuáles son los factores mentales problemáticos con los que tenemos que trabajar para deshacernos de ellos, y cuál es la actividad mental básica que está funcionando de la cual no nos deshacemos. Y claro, también está la tercera posibilidad, que es ¡tan solo olvidarnos de todo eso!
Todo depende de nuestra motivación. ¿Por qué vinimos aquí para empezar? ¿Vinimos por mero entretenimiento, o queríamos aprender algo que realmente nos fuera útil? Ahora tenemos tiempo para más preguntas.
¿Cómo tenemos cognición válida de objetos completamente nuevos?
El primero de los tres criterios de Chandrakirti para evaluar una cognición válida, es que el objeto necesita ser un objeto convencional bien conocido. Pero si algo completamente nuevo aparece eso no es un objeto comúnmente conocido – por ejemplo, alguna partícula subatómica recién descubierta o un elemento nuevo en la tabla periódica o algún objeto extraterrestre del espacio exterior. En tales casos, ¿cómo puede cumplirse este primer criterio para la cognición válida del mismo?
Si surge algo nuevo y somos la primera persona en observarlo, el solo hecho de que lo hemos observado significa que es un objeto de conocimiento común, “común” no necesariamente significa “compartido con muchos otros”; también puede significar “ordinario”. En otras palabras, podemos observarlo tan solo con nuestra mente de tipo ordinario. Eso es suficiente, aunque seamos la primera persona en observarlo. Sin embargo, necesitamos verificar que lo que observamos no es una alucinación, así que necesitamos checar con otras personas para ver si también lo pueden observar. Ese es el método científico: otras personas necesitan hacer el experimento y obtener el mismo resultado. Eso es el segundo criterio de Chandrakirti: no ha sido contradicho por una mente que conoce válidamente la verdad convencional.
¿Es la bodichita un tipo de conciencia primaria?
¿Qué tipo de mente es la bodichita? ¿Es un tipo de conciencia mental?
Para contestar esto, necesitamos entender la diferencia entre una “conciencia primaria” (rnam-shes) y un “darse cuenta principal” (gtso-sems). Estos son dos términos tibetanos diferentes. Hemos hablado sobre la conciencia primaria: ver, oír, oler, gustar, sentir sensaciones físicas, o la conciencia mental. El “darse cuenta principal” es un grupo de algunos tipos de conciencias primarias y ciertos factores mentales que siempre tienen que estar ahí con un cierto valor específico. A todo ese paquete o grupo de maneras de conocer se le da el nombre de su principal componente, que en este caso es la bodichita.
Entonces, la bodichita es el darse cuenta principal formado por la conciencia mental que está enfocada en nuestra iluminación individual que todavía no acontece, que es una imputación sobre los factores de naturaleza búdica que serán sus causas en nuestro propio continuo mental. En el mimo paquete con esta conciencia mental primaria están dos intenciones específicas: alcanzar la iluminación y beneficiar a todos los seres mediante tal logro. Acompañando a este darse cuenta principal, la bodichita, y surgiendo inmediatamente antes, están dos cogniciones adicionales. Una es el amor y la otra es la compasión. Ambas son con conciencia mental y ambas están dirigidas a todos los seres sensibles; pero cada una tiene su propia manera de tener en cuenta a todos los seres sensibles. Amor es el deseo de que todos tengan felicidad y las causas de la felicidad. Compasión es el deseo de que todos se liberen del sufrimiento y de las causas del sufrimiento.
Podemos tener varias cogniciones simultáneamente, cada una con su propio objeto focal y cada una con su propia manera de tomar ese objeto focal en la mente. Sin embargo, puede que no todas vayan acompañadas del mismo grado de atención. Un ejemplo más fácil de entender es ver, escuchar y sentir la temperatura de la habitación en el mismo momento.
¿Son factores mentales el amor y la compasión?
Sí, el amor a la compasión son factores mentales, aunque no estén en las listas estándar de los 51 o 46 factores mentales del abhidharma budista. Si tenemos un pastel podemos dividirlo en muchos diferentes números de rebanadas. Y si lo dividimos en 51 rebanadas, podríamos hacerlo de dos formas; podríamos dividir todo el pastel en 51 rebanadas, o bien solo dividir una parte del pastel en 51 rebanadas de manera que tendríamos algo de pastel sobrante. La presentación de los factores mentales del abhidharma es como solo dividir parte del pastel en 51 rebanadas. Hay muchos factores mentales que no están incluidos en las citas estándar, como el amor, la compasión, la paciencia y otros más. Eso no significa que no sean factores mentales; lo son. Las presentaciones del abhidharma solo están dividiendo parte del pastel, no todo.
¿Por qué, en algunas formas de vida, hay factores mentales más altamente desarrollados que otros?
Con todos los factores mentales que tiene la actividad mental ¿por qué en ciertas formas de vida pueden ser estar más desarrollados que en otras?
Esta es una muy buena pregunta, porque nos recuerda el hecho de que, cuando hablamos sobre actividad mental, siempre tiene que tener una base física. También podemos describirlo en términos de lo que está pasando físicamente: en términos de impulsos químicos, eléctricos y demás; pero también necesitamos considerar el aparato cognitivo básico del estado de renacimiento en el que sucede. En la exposición de las cosas que maduran de nuestras repercusiones kármicas, está el llamado “karma que arroja”. El karma que arroja moldea el tipo de forma de vida que tendremos en nuestra próxima vida. Entonces, se da el karma que completa, que completará las circunstancias del mismo: podemos renacer como humano, pero ciego y demás.
Cuando el karma que arroja da surgimiento al cuerpo de nuestra siguiente vida, con los hábitos específicos de su especie, como mover la cola cuando se está feliz, el karma que completa acompañante añade el valor y la fuerza de los factores mentales no especificados que tendremos en esa vida. El karma que completa no da surgimiento a la fuerza de los factores mentales constructivos como el amor y la compasión, o a la de los destructivos como el enojo que todos tenemos.
Ahora, recordemos, cada uno de estos factores mentales no especificados, como “el darse cuenta que discrimina”, que es básicamente inteligencia, así como “la atención”, y todos estos otros factores, generan un espectro de valores y fortalezas variables. Así que, muy inteligente o no tan inteligente, la habilidad de distinguir muchas cosas o no distinguir mucho, la habilidad de comprender decisivamente las cosas o no – son variables.
Entonces, nuestro propio karma que arroja, arroja al continuo mental con el “yo” convencional como una imputación sobre él a una situación de renacimiento en la cual todos estos factores mentales son el resultado de cada una de sus tendencias. Por favor, no malentiendan esto. No es que estemos separados de todo esto y que ahora nos toque una nueva baraja de cartas por el karma para jugar con ellas en esta próxima vida. Eso es nueva era, no es budismo.
La base física, en otras palabras, el cuerpo de la forma de vida de nuestro renacimiento – un cuerpo y cerebro humanos, o un cuerpo y cerebro de hormiga – solo podrá sostener el valor de los factores mentales no especificados que maduren junto con él. El cuerpo y los factores mentales no especificados maduran juntos y encajan armoniosamente uno con otro. Así que estos dos se unirán y madurarán juntos. El cerebro de una hormiga solo será capaz de sostener valores muy bajos de darse cuenta que discrimina y de la habilidad de entender las cosas aunque, por supuesto, que será capaz de distinguir y discriminar dónde está su hormiguero.
Este es el punto que quería señalar cuando mencioné que los cuerpos de diferentes formas de vida pueden soportar diversos niveles de dolor o placer y que, asociado a eso, diversos niveles de felicidad e infelicidad. El espectro para estos será de una intensidad muy baja a una intensidad muy alta. Por ejemplo, un ser infernal tiene un cuerpo que no va a caer inconsciente, en cierto nivel de dolor, como lo haría uno humano; estaría consciente todo el camino hasta el extremo final de ese espectro. Ese es un renacimiento infernal. Cuando los humanos experimentan niveles extremos de infelicidad, pueden cometer suicidio; los seres infernales, no pueden cometer suicidio así que pueden experimentar aún mayor infelicidad. Así que, el cuerpo y los factores mentales siempre trabajarán uno con otro armoniosamente. El cuerpo soportará el nivel de los factores mentales y el nivel de lo visible, sonidos, olores, gustos y sensaciones físicas apropiados para él. Una hormiga no puede aprender cálculo, un ser humano no puede distinguir los olores que puede distinguir un perro, y un pez no puede teclear en una computadora.
Si renacemos como una hormiga o una cucaracha, ¿podemos desarrollar la bodichita en esa forma de vida? Pues no; no seríamos capaces de entender lo que es la iluminación. Tendríamos que esperar hasta que se agotara el karma que sostiene ese tipo de vida y que hubiera suficiente potencial positivo acumulado durante vidas previas para que renaciéramos con una preciada vida humana. Como hormigas, no hay mucho que podamos hacer para mejorar nuestro renacimiento futuro. Puede haber algunas cosas que, como perros, podríamos hacer para construir más potencial positivo. Podríamos aprender a ser un perro lazarillo que ayuda a una persona ciega, así que como ese perro ciertamente construiríamos cierta fuerza positiva. Pero me pregunto cuál es la motivación del perro lazarillo.
Si hemos desarrollado cierta cualidad, cierto factor mental como la paciencia, hasta cierto punto, y renacemos como una hormiga, ¿seríamos entonces una hormiga extremadamente paciente, o como ser infernal, pero un ser infernal extremadamente paciente, o un ser humano que hereda ese potencial y sería muy paciente?
No, no necesariamente. Hemos tenido renacimientos sin principio, así que solo porque desarrollemos algo en esta vida, no significa que esto madurará en la siguiente vida; podría madurar veinte mil vidas en el futuro; no es algo así de lineal. Incluso si somos muy inteligentes en esta vida humana, no hay garantía de que seamos igualmente inteligentes en nuestra próxima vida humana. El valor y la fuerza de nuestra inteligencia no va a crecer linealmente ni siquiera en renacimientos humanos sucesivos. El potencial para un nivel igual de inteligencia está ahí, pero cómo se manifieste, dependerá de una enorme cantidad de circunstancias en cada vida.
Sin embargo, como humanos tenemos una situación especial que es que, debido a nuestros potenciales kármicos, podemos nacer con inteligencia limitada. Pero tenemos el potencial de desarrollar aún más nuestra inteligencia, no solo simplemente con educación, sino construyendo fuerza positiva para superar los bloqueos mentales. El ejemplo clásico es que el Buda tuvo un discípulo que no podía recordar nada. Así que el Buda puso a este discípulo a barrer el templo. El Buda le dijo que repitiera: “La suciedad se ha ido; la suciedad se ha ido”. Entonces, al construir una fuerza positiva tan tremenda por limpiar siempre el templo, este monje desarrolló gran entendimiento experiencial y, con el tiempo, obtuvo el nivel de un arhat. Si eso es cierto o no, eso no viene al caso. Ilustra el punto de que, con una enorme cantidad de fuerza positiva, podemos sobreponernos a ese tipo de desventajas. Sin embargo, si nuestro karma que arroja ya ha madurado, de manera que hemos nacido ciegos, entonces no importa cuánta fuerza positiva acumulemos, eso no nos va a devolver la vista. Pero podemos desarrollar nuestra inteligencia, por ejemplo, aprendiendo a leer braille y estudiando de esa manera.
La dieta y el ejercicio también afectan la fuerza de nuestros factores mentales. Los medicamentos pueden afectar el nivel de dolor que sentimos o nuestra habilidad para distinguir cosas. Estos pueden tener solo un efecto a corto o a largo plazo en esta vida y pueden afectar el funcionamiento de estos factores mentales también en vidas futuras. El tema de la causa y el efecto, con relación a nuestra actividad mental, es muy complejo.