Mente
Hemos visto la aplicación general y la relevancia de este tema, los modos de conocer. Hay cosas generales adicionales que también necesitamos comprender para poder profundizar en los siete modos individuales de conocer. El primero de ellos es entender lo que queremos decir con mente (sems). Cuando hablamos de un modo de conocer, ¿de qué estamos hablando en realidad? Para esto, necesitamos entender qué se entiende por mente en el budismo.
Lo primero que debemos entender sobre la definición de mente es que es una actividad, una actividad mental. No estamos hablando de una cosa, ni siquiera de una cosa abstracta. Estamos hablando de alguna actividad que ocurre momento a momento. Está sucediendo ya sea que estemos despiertos o dormidos, e incluso cuando estamos inconscientes. Incluso bajo anestesia, todavía hay actividad mental, aunque solo sea para mantener a nuestro cuerpo funcionando. Siempre está sucediendo algún tipo de actividad mental.
¿Cómo podemos describir esa actividad mental? ¿Qué es en realidad? Los textos budistas lo definen como claridad y darse cuenta (gsal-rig), como suele traducirse. La tradición gelug añade a la definición la palabra mera o solamente (tsam). ¿Qué significa cada una de estas palabras? Esto se remonta a lo que decíamos antes de que, para entender lo que se está discutiendo en el budismo, necesitamos conocer las definiciones. De lo contrario, acomodamos la palabra "claridad" en la caja de cosas que están enfocadas no es en absoluto lo que significa claridad aquí. Acomodamos el darse cuenta en la caja de saber conscientemente qué es algo, y no significa eso en absoluto.
Claridad
Una vez más, tenemos que abordar las definiciones. La definición de claridad (gsal) viene de la palabra que significa “la salida del sol” (‘char-ba). Este es el amanecer de algo; lo que está sucediendo es que existe la actividad del surgimiento de un holograma mental. Un holograma mental es la mejor manera de explicarlo. No deberíamos pensar en un holograma simplemente como algo que es visible. Más bien, estamos hablando de una representación de algo visible, un sonido, un olor, un sabor, una sensación física, una idea abstracta, algo enfocado o no enfocado, algo borroso y otros tipos de representación. Por lo tanto, un holograma mental es un buen término descriptivo.
También tiene sentido científicamente, porque cuando vemos algo, por ejemplo, ¿qué está pasando realmente? Hay fotones que vienen y golpean la retina y se traducen en impulsos eléctricos y señales químicas a medida que se transmiten a lo largo de las vías neuronales. ¿Qué sucede en el cerebro? Se describe mejor como el surgimiento de un holograma mental, es decir, la experiencia de ver algo u oler, oír, saborear, pensar, etc. Eso sucede ya sea que percibamos algo o imaginemos que percibimos algo o soñemos algo. El mismo tipo de proceso está ocurriendo. A eso se refiere la palabra “claridad”. No tiene que estar enfocado y no está hablando de eso. Es la actividad de que surja o aparezca algo.
Darse cuenta
La otra palabra, “darse cuenta” (rig), tiene que ver con un “modo de conocer”. La palabra tibetana utilizada para explicarlo es la palabra que significa “involucramiento” (‘jug-pa). Hay algún tipo de involucramiento, un proceso cognitivo que puede ser conocer algo o no conocerlo, ver, oír, pensar u otras categorías generales. Más específicamente, son los modos de conocer, el tema que estamos discutiendo. Existe este involucramiento cognitivo con algo.
Estos dos aspectos realmente están hablando de lo mismo. Por ejemplo, no es que surja un pensamiento y luego lo pensemos. No es que primero surja un holograma mental y luego lo veamos. ¿Cómo podemos saber que algo ha surgido si no lo hemos visto? Está describiendo el mismo proceso desde dos puntos de vista. En la jerga técnica budista, decimos que los dos comparten la misma naturaleza esencial, pero tienen diferentes reversos conceptuales (ngo-bo gcig ldog-pa tha-dad). En otras palabras, podemos aislar conceptualmente estos dos aspectos, pero en realidad estamos hablando de una sola actividad. La actividad de involucrarse cognitivamente con algo y la actividad del surgimiento de un holograma mental son esencialmente lo mismo, aunque conceptualmente podemos discutirlas individualmente.
Mera
La palabra “mera” (tsam) es muy importante aquí. Significa "solamente" y eso significa que solo esa actividad está sucediendo. No es que haya un “yo” separado que esté haciendo que suceda, controlándolo u observándolo, separado de todo el proceso. No es que haya alguna máquina o cosa que esté haciendo que suceda, separada de ella. No es que un “yo”, separado de todo este proceso, esté sentado en esta máquina, la “mente”, presionando los botones para que surja un holograma mental. No es que un “yo” esté decidiendo que ahora va a mirar esto o aquello y aprieta un botón y gira la cabeza y ahora vemos algo con este sistema operativo. No es así. "Mera" excluye todo eso y nos quedamos con esta actividad que sucede momento a momento.
Por supuesto, como imputación sobre esa actividad mental, podemos decir: “lo estoy haciendo, lo estoy viendo, estoy pensando esto”; no es alguien más o "nadie". Queremos evitar los dos extremos de alguien más o nadie. Convencionalmente es "yo", pero no "yo" como algo separado de la actividad mental, tratando de controlar lo que está pasando con nuestra "mente" y emociones. No podemos controlar todo, pero nos asustamos y nos sentimos muy inseguros por eso, porque es un mito que haya un "yo" separado de todo.
Ese es un punto muy importante en la meditación, particularmente en el tipo de vipáshana y de presencia mental que se hace comúnmente, en la que queremos observar lo que está pasando en nuestra llamada “mente”. Si se hace incorrectamente, puede reforzar este sentimiento de disociación en el que hay un "yo" separado de todo. Entonces, todo es como ver una película y eso es muy peligroso en términos de perder el sentido de responsabilidad por lo que está pasando, en el sentido de nuestra conexión con los demás, etc. Aunque cognitivamente eso podría suceder, aun así, cuando entendemos –y, por supuesto, es muy difícil entender todo este punto de que no hay un "yo" separado y aun así conocemos las cosas– entonces podemos evitar ese problema. En la meditación, lo que queremos hacer es tener recordación, tal como se define en el budismo como el "pegamento mental", para que no perdamos nuestro objeto de atención, es decir, lo que estamos conociendo en cada momento. Hay atención a lo que está pasando, un factor analítico que sabe lo que está pasando, pero no un “yo” separado de todo eso que lo está haciendo.