Comprender algo: Aprehensión

Otros idiomas

Introducción al tema

En este seminario exploraremos el tema: “¿Qué significa comprender algo?”. Este es un tema muy importante que no se toca tradicionalmente en las presentaciones de Dharma. Sin embargo, necesitamos entender las enseñanzas sobre la impermanencia y la vacuidad. También necesitamos comprender a las personas a quienes tratamos de ayudar, sus problemas y necesitamos comprender lo que nos dicen. Así que, entender qué es “comprensión” es importante. 

Desafortunadamente, cuando usamos la palabra comprender en todos estos contextos, puede ser confuso, ya que en cada uno de ellos tiene un significado ligeramente diferente. En realidad, existen algunos términos que tienen un significado similar y, sin embargo, ligeramente diferente que puede usarse indistintamente en ciertos contextos pero que tienen connotaciones diferentes en otros. Por ejemplo, podríamos conocer algo, podríamos comprender algo; o podríamos aprehender algo – “aprehender” significa conocer algo de manera precisa y decisiva. 

Obviamente, la forma en que estas palabras se usan en un idioma como el inglés (o el español) y sus llamados equivalentes en términos de otros idiomas como el alemán, no tendrán una correspondencia exacta uno con el otro. Por ejemplo, cuando decimos en español “sé francés” y “entiendo el francés” significan lo mismo. Sin embargo, “aprehendí lo que dijiste”, “sé lo que dijiste”, y “entiendo lo que dijiste” son diferentes. “Sé lo que leí” y “entiendo lo que leí” también son ligeramente diferentes, ¿cierto?

Es muy importante tener una clara idea de los pasos que tenemos que tomar para obtener comprensión y conocimiento de algo. Necesitamos ser precisos con el uso de los términos para describir estos pasos, de otra manera no podríamos realmente identificar cuál es nuestro nivel de conocimiento o comprensión y no podríamos realmente saber si comprendimos o no algo. Como ya he dicho, ¿cómo sabemos que hemos comprendido algo?

Términos asociados con la cognición y la comprensión 

En tibetano tenemos varios términos diferentes. Tenemos la palabra sem (sems). Este generalmente se traduce como “mente”, pero en realidad esa es una traducción un poco engañosa. En realidad, significa actividad mental. No se refiere a una cosa; habla de una actividad, algo que sucede momento a momento. Este es el término más general. ¿Qué significa? La definición es: “mera claridad y darse cuenta” (gsal-rig tsam). Cada una de estas palabras tiene una definición y no significan lo mismo que nuestras palabras en español: 

  • “Claridad” (gsal) no significa que la mente o sus objetos estén enfocados, sino que la actividad mental está dando surgimiento a un holograma mental. Por ejemplo, cuando vemos algo ¿qué está sucediendo? Los fotones llegan a la retina y disparan señales neuroeléctricas y químicas que pasan por y a través de los nervios ópticos hacia el cerebro, y algo similar a un “holograma mental” surge de aquello que vimos. Eso es en realidad lo que vemos, un holograma mental. Lo mismo pasa con escuchar sonidos, son solo vibraciones de alguna membrana en el oído, y eso también se traduce en un holograma mental, el holograma mental de un sonido. Los pensamientos, las emociones y demás, también son hologramas mentales. En general, la palabra “claridad” significa la actividad mental de dar surgimiento a hologramas mentales, hacer que algo aparezca mentalmente.
  • El segundo término, “darse cuenta” (rig), significa involucramiento mental. Podría ser conocer algo, no conocer algo, ser conscientes de ello, o ser inconscientes de ello – cualquier tipo de involucramiento mental.

Estos dos tipos de actividad mental no son procesos separados. Son descripciones del mismo evento, de la misma actividad, desde dos puntos de vista. El surgimiento de un pensamiento es lo mismo que pensar un pensamiento. No es que primero surja el pensamiento y que luego lo pensemos. O que surja el holograma mental y luego lo veamos. ¿Cómo sabríamos siquiera que está ahí para poder verlo? No tiene sentido pensar que están separados. 

  • La palabra “mera” (tsam), que significa “solamente”, refleja que es lo único que está pasando. No hay un yo separado durante todo este proceso que esté observando o controlando la actividad mental o una mente separada que sea como una máquina con un yo sentado detrás manejando la máquina y que produce el holograma mental. No es así. 

Esta es la definición más básica de la actividad mental. Esto es lo que connota la palabra mente. No importa de qué tipo de actividad mental estemos hablando, esto es lo que está pasando. Está sucediendo momento a momento sin interrupción alguna en la continuidad, sin principio y sin final. Además, es individual; esto es muy importante. Por supuesto, existen muchos métodos de meditación – por ejemplo, el mahamudra – para tratar de reconocer esta actividad mental que está sucediendo, independientemente de lo que veamos o escuchemos. Sin embargo, ese es un tema completamente separado, uno muy útil en realidad. 

Luego, tenemos otras palabras, como shepa (shes-pa), conocer un objeto; rigpa (rig-pa), darse cuenta de un objeto; dzinpa (´dzin-pa), tomar cognitivamente un objeto. Todos estos son sinónimos. Lo que significa es que cada uno de ellos connota el tomar activamente un objeto de manera cognitiva. Estos son términos importantes porque existen muchas formas de tomar un objeto de manera cognitiva como: de manera conceptual (rtog-pa), no conceptual (rtog-med), inferencia (rjes-dpag), suposición (yid-dpyd) e indecisión (the-tshoms). Hay muchas formas diferentes. Puede ser conceptual o no conceptual. Puede ser percepción mental o percepción sensorial. Puede ser una suposición (suponemos que algo es verdadero, pero en realidad no entendemos por qué), un titubeo indeciso (¿será esto o aquello?), o cognición distorsionada (log-shes) (simplemente lo entendemos mal). 

Este es un gran tema que también se estudia en el budismo tibetano. En el entrenamiento tradicional en los monasterios, estudian esto por lo menos un año. Este tema es muy importante para ser capaces de identificar cómo conocemos algo. Algunos modos de conocer son válidos y otros no son válidos. Obviamente, en nuestro tema, comprender, necesitamos saber si es un entendimiento correcto o incorrecto; ¿estamos seguros de ello o no estamos tan seguros?

También hay otro término, togpa (rtogs-pa) en tibetano, que es un término muy difícil de traducir. Se me ocurrió “aprehender” algo, que no es una palabra común. En realidad, no tenemos una palabra para esto, pero significa conocer algo de manera precisa y decisiva.

Al traductor: Una traducción precisa. Muy bien. Fue decisiva, te decidiste. ¿Tal vez hubo primero un pequeño titubeo indeciso ahí? 

Ven, este es un muy buen ejemplo. ¿Realmente entendió lo que dije? ¿O ya lo sabía y, por lo tanto, pudo recordarlo? ¿Qué tan precisa y decisiva es su manera de traducir? Pudo haber usado la aplicación del diccionario en su celular – eso le da la traducción precisa y tan solo la repite, pero no la entiende en absoluto. Eso también es muy posible. 

También tenemos esta palabra en tibetano, gowa (go-ba), entender algo. Sin embargo, esto no está bien definido en tibetano. Me sorprendió mucho saberlo.

Les contaré algo. Soy muy cercano a la joven reencarnación de mi maestro, Serkong Rinpoche, que hoy tiene 27 años. También fui muy cercano al anterior, su predecesor. Un día le hablé y le pregunté: “¿Cuál es la definición de gowa?”. Me contestó: “No hay definición. No está definido”. Entonces le dije: “Bueno ¿por qué no le preguntas a tu maestro lo que significa?”. Para mi sorpresa dijo: “No creo que ningún tibetano haya hecho esa pregunta alguna vez. No es una pregunta que puedas hacer apropiadamente”. Así que dije: “Bueno, tú podrías ser el primero en preguntarlo”. Sin embargo, no creo que lo haya hecho. 

Depende de nosotros explorar, analizar y descubrir lo que la palabra gowa significa, especialmente si ésta es la palabra que correspondería a nuestra palabra entender. Necesitamos hacer eso porque usualmente se toma a la palabra tibetana togpa como significando “entender”, pero en realidad no corresponde al uso de la palabra en español entender; significa “aprehender” – la cognición precisa y decisiva de algo. Aprehender y entender no pueden usarse de forma intercambiable en español. Si entendemos algo correctamente lo aprehendemos. Pero también podríamos tener un entendimiento incorrecto o un entendimiento poco claro. Por otro lado, la aprehensión de algo no puede ser incorrecta ni poco clara. Además, podríamos aprehender algo, sin realmente entenderlo. 

Así que, no estamos hablando de un entendimiento incorrecto o un entendimiento impreciso con la palabra tibetana togpa, aprehensión. Este es el problema; podemos modificar la palabra “entendimiento” en nuestros idiomas y decir “entendimiento incorrecto” o “un entendimiento no muy decisivo” – lo entendemos, pero no estamos muy seguros. Esa es la dificultad con la palabra “entender”. En tibetano no sería así; no diríamos que entendemos algo si nuestro entendimiento fuera impreciso o inseguro. 

Ahora, tenemos que comenzar a utilizar la tradición india del análisis y la lógica que usan los tibetanos, que es una herramienta muy útil. Esto es lo que trato de enseñar y no solo dar información. Podemos leer información correcta en cualquier lado – bueno, tal vez no en cualquier lado, pero podemos leerla. El punto es aprender cómo analizar y resolver las cosas por nosotros mismos. Este es el objetivo del entrenamiento del Dharma. Si podemos analizar algo adecuadamente, lo habremos entendido. 

¿Qué significa aprehender algo?

Exploremos la palabra aprehender (rtogs-pa). Aprehender algo, a veces significa conocerlo tanto precisamente como decisivamente. Existen cuatro posibilidades (mu-bzhi). Esta es la manera en que lo analizamos, y tal vez esto lo deje más claro. Nuestra cognición – que significa nuestro conocer algo – puede ser: 

  1. Precisa y decisiva. La persona dijo “sí”, escuchamos “sí”, y estamos seguros de ello. Sin indecisión, sin dudas. Eso es lo que decisiva significa. No tenemos duda alguna acerca de ello. 
  2. Imprecisa y decisiva. La persona dijo “sí”, escuchamos “no”, y estamos seguros de que dijo “no”.
  3. Precisa y no decisiva. La persona dijo “sí”, escuchamos “sí”, pero no estamos seguros. Creemos haber escuchado “sí”.
  4. Imprecisa y no decisiva. La persona dijo “sí”, escuchamos “no”, pero, una vez más, no estamos muy seguros. 

Es muy importante saber que están estas cuatro posibilidades cuando nos comunicamos con alguien, porque se podría dar cualquiera de las cuatro. Aun si aprehendemos algo correcta y decisivamente, podríamos, de cualquier forma, no entender realmente lo que la persona quiso expresar al decir “sí”. “¿Qué quieres decir con eso?”. Creo que ese es un buen ejemplo de la diferencia entre aprehender y comprender. El solo hecho de aprehender algo, no significa que lo comprendamos. Por ejemplo, “Dijiste eso, en verdad escuché lo que dijiste. Estoy segura de que eso fue lo que dijiste. Pero no tengo idea de lo que quisiste decir”. Esto muestra la diferencia entre ambos. 

Aprehensión explícita e implícita

La aprehensión puede se explicita (dngos-su rtogs-pa) o implícita (shugs-la rtogs-pa) – ahora tenemos un poco más de detalle. La diferencia está en si surge o no un holograma mental del objeto involucrado (´jug-yul). Veamos un ejemplo: 

  • Explícitamente aprehendemos el sonido de pasos en las escaleras. Eso es lo que escuchamos de forma precisa y decisiva. Hay una vibración en el aire que golpea las células sensibles al sonido en nuestros oídos, y de ahí surge un holograma mental de los sonidos de pasos en las escaleras.
  • De manera implícita, aprehendemos la presencia de alguien ahí. No hay un holograma mental de la persona, pero sabemos de forma implícita, decisiva y precisa, que hay alguien en las escaleras, cuando de manera explícita escuchamos el sonido.

Otro ejemplo: vemos estas flores. Surge un holograma mental de las flores. De manera implícita sabemos “no es una pieza de fruta”. No es una pieza de fruta – no aparece una pieza de fruta. Sin embargo, sabemos que lo que vemos no es una pieza de fruta ¿verdad?

¿De acuerdo? Estos son los dos tipos de aprehensión que tenemos: la explícita y la implícita. Una aprehensión no puede ser solo implícita; una aprehensión implícita tiene que acompañar a una explícita. Por otro lado, una aprehensión explícita no necesita tener también un componente implícito. 

La aprehensión es precisa

Ahora tenemos que analizar más. ¿Cómo analizamos? Analizamos con definiciones. El budismo tibetano, proveniente de la tradición india, define la mayoría de las cosas. Desafortunadamente, no define “entender”, pero define la mayoría de los términos. Así que tenemos que analizar. Comencemos analizando lo que significa la aprehensión de algo – una cognición precisa y decisiva de algo. 

Primero ¿qué significa “precisa”? ¿Cómo sabemos que lo que conocemos es preciso? Necesitamos entender lo que significa ser preciso. Es la única manera de resolver las cosas. Ver las definiciones, y en las definiciones, ver la definición de las palabras en la definición, y luego ver cuáles son las implicaciones.

Tomemos el ejemplo de aprehender con cognición auditiva el sonido de nuestro bebé llorando. ¿Cómo sabemos que es precisa? Escuchamos el sonido. ¿Cómo sabemos de manera precisa que es el sonido de nuestro bebé llorando?

“Precisa” significa que cumple con los tres criterios de Dharmakirti para que una cognición sea válida. 

  1. Concuerda con una convención. Los bebés lloran y existe la convención de que ese sonido que escuchamos es el sonido de ellos llorando. Nuestra cognición del sonido como el sonido de un bebé que llora cumple con esa convención.
  2. No es contradicho por una mente que conoce válidamente la verdad convencional. ¿Qué significa esto? Significa que otros también pueden escuchar el sonido del bebé llorando. Le preguntamos a alguien más, o le preguntamos a algunas personas: “¿Escucharon llorar al bebé?”. Prendemos la grabadora – ¿tiene el sonido de un bebé llorando? Sí, el sonido lo confirma. Nadie contradice y dice: “No, yo no escuché nada” o “fue un gato”.
  3. No es contradicho por una mente que conoce válidamente la verdad más profunda. Los aryas – aquellos que conocen de manera no conceptual la verdad más profunda – no perciben el sonido del llanto de un bebé como si surgiera independientemente de causas y condiciones e independientemente de aquello a lo que se refiere la etiqueta mental “llorar”.

¿Entendemos lo que significa ese sonido? ¿Entendemos su significado? No necesariamente. ¿Qué significa ese sonido? Digamos que pensamos: “Bueno, es solo un sonido. El bebé está llorando, pero eso no significa nada. No le pasa nada al bebé”. Eso sería pensar que el sonido está surgiendo independientemente de una causa. Eso es imposible y esto sería contradictorio con lo que un arya conoce. 

Además, podríamos pensar que los bebés a veces hacen ese sonido, pero que no significa nada. Si pensamos eso, también es incorrecto. La cognición válida de la verdad convencional contradiría eso porque ese sonido puede ser etiquetado válidamente y conocido conceptualmente a través del concepto “llorar” e incluso designado con la palabra “llorar”. Eso es válido y tenemos lidiar con el llanto. No es solo un sonido. 

¿Qué es llorar? ¿Qué significa la palabra “llorar”? ¿A qué se refiere? Se refiere al sonido que está haciendo el bebé. Ahora, si pensamos que ese sonido es tan solo un sonido – no lo vemos como aquello a lo que la palabra “llorar” se refiere – no vamos a lidiar con ello, ¿verdad? Podríamos pensar: “Es tan solo un sonido. Los bebés hacen sonidos. Muchas gracias”. Sin embargo, ese es, objetivamente, el sonido de un bebé llorando. 

Una vez más, ¿qué estamos escuchando? Tan solo escuchamos un sonido ¿verdad? Es solo una vibración en el aire. Sin embargo, es a lo que la palabra “llorar” se refiere. Si pensamos que eso es tan solo un sonido que existe por sí mismo, no lo identificaríamos como el sonido del llanto ¿no es así? ¿Seguimos la idea? Quiero decir, simplemente está designado como llanto. Se le da esa palabra y las palabras tienen significados, pero no necesariamente entendemos lo que ciertas palabras significan. ¿Tiene significado el sonido por sí mismo? Alguien podría decirnos, en un idioma que no entendemos, que el bebé está llorando y todo lo que escucharíamos serían sonidos extraños y sin significado alguno.  

Pensemos en eso. Vemos y escuchamos todo este asunto sobre el etiquetado mental con conceptos y la designación con palabras. Realmente tenemos que pensar qué significan este tipo de imputaciones. Se refieren a algo que en realidad sucede todo el tiempo. No es algo esotérico y realmente oscuro. No es así, es totalmente práctico. Todo en el Dharma está destinado a una aplicación práctica que nos ayude a superar el sufrimiento. Por lo tanto, tratamos de descubrir qué significa realmente el etiquetado mental en la vida diaria práctica. Tomar refugio implica que estamos realmente convencidos de que todo lo que enseñó el Buda tiene sentido. Que no son tonterías. El entrenamiento es descubrirlo nosotros mismos. Este es un principio muy básico del Dharma, el que todos somos capaces de descubrir las cosas por nosotros mismos. 

Para continuar, solo porque escuchamos de manera precisa el sonido del bebé llorando, eso no significa que entendamos lo que quiere decir. El perro también puede escuchar de manera precisa el sonido del bebé llorando ¿verdad? Tiene que haber algo más. 

La aprehensión también es decisiva

Ahora, ¿qué significa “decisiva”? Por ejemplo, llega nuestra pareja a casa, no dice una palabra, se va a otro cuarto y cierra la puerta. ¿Qué es eso? Bueno, vimos eso de manera precisa. Eso fue lo que realmente vimos. Pero pensamos: “Mi pareja está enojada conmigo. Por eso hizo eso”. Así que ahora necesitamos verificar esto con los tres criterios de Dharmakirti. ¿Eso concuerda con una convención? Sí, si estuviera enojada, podría hacer eso. Ahí está esa convención. No quiere hablar con nosotros. Pero también está la convención de que cuando está muy cansada eso es lo que hace. Solo tiene que acostarse, así que se va al otro cuarto. Está demasiado exhausta para hablar. Tuvo un día terrible en el trabajo. Así que no estamos seguros de lo que signifique lo que vimos con precisión. 

Ahora el segundo criterio, ¿concuerda con la verdad convencional nuestra interpretación del por qué nuestra pareja no habla con nosotros? Así que preguntamos: “¿Estás enojada conmigo?”. Preguntamos, no solo asumimos. Conseguimos más evidencia. ¿Se acostó a dormir solo porque estaba cansada? Entonces, la verdad más profunda: “¿Acaso soy el centro del universo y lo único importante en la vida de mi pareja? Todo lo que hace ¿lo hace solamente debido a mí?”. Eso es ridículo ¿cierto? Contradice la verdad más profunda. Existen muchas causas y condiciones para que mi pareja actúe de esa manera y no es solo por mí. 

Estos tres criterios de Dharmakirti son muy prácticos y útiles. ¿Cómo sabemos si lo que vemos y entendemos es correcto o no? Pensémoslo por un momento.

Factores mentales asociados con la decisión

Para que nuestra cognición sea decisiva, necesita ir acompañada de varios factores mentales. Los factores mentales son modos de conocer algo que asisten a uno de nuestros tipos de conciencia, por ejemplo, la conciencia visual. Primero, tenemos el factor mental llamado “distinción” (´du-shes); usualmente se traduce como “reconocer”, pero esa es una forma engañosa de traducirlo. No es precisa, ya que “reconocer” requiere conocer lo que algo es por comparación con algo que se ha conocido anteriormente. Pero este factor mental no hace todo eso. El significado aquí es “distinguir”. 

Distinguimos un determinado rasgo característico (mtshan-nyid) en un campo sensorial. Por ejemplo ¿cómo distinguimos algo en el campo sensorial visual? ¿Qué es lo que vemos? Vemos muchas formas de colores. Eso es lo que vemos ¿no es así? formas de colores. No es que los colores y las formas sean cosas separadas. Ahora, ¿cómo acomodamos esas formas coloreadas en objetos diferentes? Bueno, para hacerlo, distinguimos un determinado rasgo característico en un grupo de ellos que están unos juntos a otros. Distinguimos esta agrupación de formas coloreadas de las que están en el fondo. De esto es de lo que habla este factor mental; no es que sepamos qué objeto constituye algún grupo de formas coloreadas que vemos.

El factor de distinguir ¿distingue si una forma coloreada está cerca o lejos?

No, no es así. Es cómo diferenciamos a un grupo de formas coloreadas de las formas coloreadas del fondo. Por ejemplo, vemos formas coloreadas aquí, y podríamos agrupar a las formas de color beige con las formas de color amarillo atrás de ellas y hacerlas un objeto. Pero, eso no es un objeto ¿o sí? Sin embargo, podemos agrupar las formas de color café y las formas de color beige en un objeto ¿y eso sería correcto? ¿Cómo podemos hacer eso? Podemos agruparlas correctamente en un objeto porque los objetos convencionales tienen rasgos característicos individuales, y la distinción es el factor mental que usamos para detectar dichos rasgos. La distinción es uno de los factores más básicos y fundamentales. Por eso es uno de los cinco agregados. Todos lo tenemos, hasta un gusano los tiene. 

Supongamos que estamos con un amigo en un restaurante lleno de gente. Muchas personas están platicando, ¿cómo distinguimos el sonido de la plática de nuestro amigo de todos los otros sonidos? Obviamente está el rasgo característico del tono y el sonido de su voz que podemos distinguir de todas las otras voces que estamos escuchando. Así es como funciona nuestra mente. La actividad funciona así, tiene que hacerlo. Eso es distinguir. 

Luego tenemos el darse cuenta que discrimina, que es otro factor mental. Es sherab (shes-rab) en tibetano; a veces traducido como “sabiduría”. Cuando está muy desarrollado puede ser algo como sabiduría, pero es un factor mental común que todos tenemos. ¿Qué hace? Añade decisión a la distinción, esa es la definición. Así que tenemos dos términos; uno es “distinguir” – puedo distinguir esto de aquello. Y el segundo es el darse cuenta que discrimina, que añade certeza a la distinción. 

Pensemos en la definición. La definición es “añade certeza al distinguir”, para que no estemos indecisos y más tarde no tengamos dudas al respecto. ¿Cómo funciona eso? Esto quiere decir que, cuando aprehendemos el objeto explícitamente, como cuando escuchamos el sonido del bebé llorando, estamos distinguiendo las características definitorias del sonido como el rasgo característico del llanto. La televisión está prendida y alguien más está hablando en la habitación, así que estamos escuchando todos estos sonidos simultáneamente. Distinguimos, de entre todos esos sonidos, los rasgos distintivos del sonido del llanto. De otra forma ¿cómo escucharíamos su llanto? Tiene que ser así. 

Un rasgo característico no es una cualidad – por ejemplo, la cualidad de ruidoso o suave, y demás. Es muy difícil entender que es lo que significa un rasgo característico. Pensemos en ello. Es muy difícil. Hay un rasgo característico en el sonido del llanto. Podemos distinguirlo del sonido del goteo del agua, por ejemplo. Sería difícil describir cuál es ese rasgo ¿verdad? Sin embargo, sabemos lo que el sonido significa. En realidad, lo sabemos a través del proceso conceptual del etiquetado mental. 

¿Cómo funciona el etiquetado mental? No existe nada encontrable del lado del sonido que lo establezca como el sonido de un bebé llorando. No tiene una pequeña etiqueta dentro que diga “soy el sonido de un bebé llorando”. Una etiqueta mental es una categoría conceptual en la que pueden colocarse muchos artículos similares. En Occidente podríamos llamar a dicha categoría conceptual un “concepto” o una “convención”. También podríamos designar esta categoría y los elementos que comprende con palabras, tales como “el sonido de un bebé llorando”. Esta etiqueta mental y los elementos que encajan en ella tienen un rasgo definitorio compartido y las palabras para dicho rasgo tienen definiciones que podemos encontrar en el diccionario. Pero ¿qué son estos rasgos definitorios y definiciones? Son tan solo convenciones creadas y acordadas por personas. Las inventan las personas ¿o no? Eso es lo que significa “convención”, ahí están estas convenciones. Y aunque las características definitorias no sean pequeñas etiquetas encontrables del lado de las cosas, que las identifique como objetos y como cierto tipo específico de objetos, aun así, el factor mental de distinguir nos permite conocerlos. Bastante asombroso ¿verdad?

En cualquier caso, hay todo tipo de sonidos sucediendo, pero con el factor mental de distinguir, surge el holograma mental del sonido de un bebé llorando ¿verdad? Distinguimos las características definitorias del sonido de un bebé llorando de entre todo lo demás que estamos oyendo. Esto significa que hemos individualizado este sonido de los otros sonidos que escuchamos. ¿Cómo hacemos eso?

Para que nuestra cognición de lo que es este sonido – es el sonido de nuestro bebé llorando – sea una aprehensión del sonido y sea realmente decisiva, tiene que ser excluido todo lo demás que podría ser. ¿Cómo funciona eso? Escuchamos el sonido de nuestro bebé llorando de forma explícita. ¿Qué aprehendemos de forma implícita? De forma implícita aprehendemos que el bebé no está durmiendo. No es el sonido del bebé durmiendo ¿cierto? Tampoco es nada más que el sonido del llanto de un bebé. Esa es la palabra tibetana dogpa (ldog-pa), a veces traducida como “un doble negativo” o “nada más que”. Es un reverso – nada más que el sonido de nuestro bebé llorando excluye a todo lo demás. Así que cuando explícitamente escuchamos el sonido de nuestro bebé llorando, implícitamente sabemos que no es nada más que el sonido de nuestro bebé llorando. Lo que escuchamos no es el llanto del bebé de alguien más. 

Pensemos en ello. ¿Cómo podríamos saber de forma decisiva que ese es el sonido de nuestro bebé llorando? Lo escuchamos de forma explícita, pero solo somos decisivos al respecto cuando también lo aprehendemos, pero solo de forma implícita: no-es-el-sonido-del-bebé-durmiendo. Con esa aprehensión implícita adicional, somos decisivos al saber que es el sonido de nuestro bebé llorando.

Permítanme repetirlo: escuchamos el sonido de manera precisa, explícitamente, y escuchamos de forma precisa, implícitamente, que no es el sonido de nuestro bebé durmiendo. No es nada más que el sonido de un bebé llorando – no es el sonido de un perro llorando. Y no es nada más que el sonido de nuestro bebé llorando – no es el sonido del bebé de otra persona que escuchamos aquí al lado. Cuando todo eso queda excluido, es decisivo: “Ese es el sonido de mi bebé llorando”. Además, todas esas exclusiones son conocidas implícitamente, y la forma en que lo experimentamos es bastante inconsciente. Sin embargo, en realidad, la mente está ordenando todo eso ¿verdad? Es nuestra actividad mental acomodándolo. No es esto, no es aquello, definitivamente es el sonido de nuestro bebé llorando.

Este es un ejemplo simple ¿verdad? Sin embargo, cuando tratamos de aprehender o comprender algo más complicado, en esos casos, para ser precisos y decisivos sobre lo que es, necesitamos excluir lo que es incorrecto, aquello que no es. Este es el proceso que se usa en lo que se conoce como “lógica prasanga (thal-´gyur)”. Vemos las conclusiones absurdas de todo lo demás y luego determinamos que solo puede ser esto porque hemos excluido todo lo demás.

“Aprehensión decisiva” significa que no es lo que se conoce como “cognición no determinante” (snang-la ma-nges-pa). “No determinante” significa que no estamos seguros de haber escuchado algo, o que no estamos seguros de que lo que escuchamos haya sido el sonido de un bebé llorando o el sonido de nuestro bebé llorando. No es determinante, no lo determina. Surge el holograma mental de un sonido, pero no estamos seguros de lo que es. Si nuestra cognición es decisiva, no es una cognición no determinante. En otras palabras, ¿qué es lo que no queremos tener? No queremos: “No estoy seguro de qué es eso”. No es titubeo indeciso. 

En resumen, hay diferentes modos de conocer algo. Puede ser no determinante: “Lo escuché, pero no estoy segura de lo que es”. Puede ser no decisivo: “Tal vez escuché, tal vez no. ¿Lo escuché o no lo escuché?”. Eso es titubeo indeciso. 

Aunque hayamos escuchado el sonido de nuestro bebé llorando de manera decisiva, eso no significa que hayamos entendido lo que significa. Por ejemplo, no sabemos si el bebé tiene hambre o se ensució el pañal, o tal vez tenga frío. No entendemos lo que significa el llanto. El hecho de que sea decisivo no significa que lo entendamos, y el que sea preciso no significa que lo entendamos. Sin embargo, todos estos son componentes de un entendimiento correcto. Un entendimiento correcto necesita ser preciso. Necesita ser decisivo, pero el solo ser preciso y decisivo, no es suficiente.

Bueno, tomemos un momento para digerir eso.  

Como obtener un entendimiento de la vacuidad 

Por ejemplo, supongamos que conocemos la definición de vacuidad: “La ausencia total de formas imposibles de existencia”, una definición muy sencilla. Las formas imposibles de existencia no corresponden a nada, son imposibles. No existe tal cosa. La vacuidad es la ausencia total de eso. 

Puedo conocer esa definición de manera precisa – puedo recitar las palabras de manera perfecta; es precisa. Estoy totalmente decidido de que esta es la definición y no otra – vacuidad no significa la nada, así que he excluido que significa la nada, ya que eso es nihilismo. Sin embargo, eso no significa que lo entienda en absoluto ¿verdad?

Nos queda claro que, si entendemos algo, tiene que ser preciso y decisivo, pero que el solo hecho de que sea preciso y decisivo no significa que lo entendamos. Por ejemplo, conozco la definición de vacuidad. Estoy seguro, tengo certeza de que esa es la definición. La consulto en un libro. Sí, esa es la definición. Le pregunto a alguien, a mi maestro: “¿Es ésta la definición?” “Sí, esa es la definición”. Y sigo sin tener idea de lo que significa. Ni siquiera es un entendimiento intelectual porque, en realidad, no entiendo nada. 

¿Lo pueden ver? Son pasos. Usualmente esto es lo primero que necesitamos desarrollar cuando estudiamos el Dharma o cuando estudiamos cualquier cosa. Necesitamos aprehender de manera correcta y decisiva lo que son las enseñanzas. Sin embargo, el solo dejarlas ahí para poder contestar un examen en el que se nos pregunta la definición – podemos escribir la respuesta – ¿y qué es eso? ¿De qué nos sirve eso? Es un comienzo. Lo necesitamos. Sin embargo, ciertamente eso no es lo que va a eliminar nuestros problemas, nuestro sufrimiento. ¿Se comprende hasta aquí?

Es muy importante conocer este proceso de cómo llegar a una aprehensión precisa y decisiva. Lo verificamos: ¿es precisa la vacuidad?

  • ¿Existe una convención de “vacuidad” en el budismo? Pues sí. Los textos budistas hablan sobre ello. ¿Se habla de Dios en el budismo? ¿De qué se habla en el budismo? Se habla de la vacuidad. Es un tema válido en el budismo. 
  • Luego, se tiene una definición – ¿concuerda con la verdad convencional? Consultamos los textos. Preguntamos a nuestros maestros. “¿Cuál es la definición?”. Por supuesto que necesitamos saber si esos libros y maestros son confiables. ¿Son fuentes válidas de información? Para eso, existe además otro proceso para determinar cómo sabemos si alguien o algo es una fuente válida de información. Muchas fuentes de información no son en absoluto válidas. Tan solo vean lo que aparece cuando buscamos algo en el internet a través de Google – mucha basura. 
  • Después, está la verdad más profunda. ¿Es la vacuidad un tipo de cosa dentro de todos los objetos? ¿O significa que, en última instancia, no hay nada allí? Bueno, un arya diría: “Vamos, ambas interpretaciones son completamente incorrectas. Eso no es lo que significa la vacuidad, en absoluto”. 
  • Finalmente, ¿ya excluimos todo lo que no es? Necesitamos ser decisivos. 

Leemos muchos viejos libros occidentales que se escribieron sobre la vacuidad y la describen como nihilismo – la vacuidad significa que nada existe. Bueno, necesitamos excluir eso. 

No debería haber indecisión ni titubeo: “Tal vez signifique lo que dicen mis maestros, pero tal vez signifique en realidad nada, la nada, que nada existe”. No queremos este tipo de indecisión. “Bueno, no estoy muy seguro. Tal vez sea esto, tal vez sea aquello”. Nunca vamos a tener un entendimiento más profundo si no podemos decidir qué es lo que realmente significa, cuál es la verdadera definición. 

Bueno, permitamos que esto se asiente en nosotros. Pensemos en ello. 

Por todo esto es que tanto el debate como la discusión – tanto como el debate formal como solo una plática de unos con otros – son muy importantes y útiles. Así podemos eliminar nuestros entendimientos incorrectos. Pero en esta etapa, ni siquiera estamos hablando todavía de entender – solo de información incorrecta. Tal vez no entendimos bien la definición de vacuidad. No estamos seguros de la definición cuando alguien más nos la pregunta. Esto es de mucha ayuda. Cuanto más excluimos lo que es incorrecto, más precisos y decisivos seremos acerca de lo que es correcto. “Yo creía que la definición de la vacuidad era esa. Oh, no, no es esa”. Ahora nos hemos acercado un poco más a lo que en realidad significa la vacuidad. Solo cuando de manera precisa y decisiva sepamos cuál es la definición de la vacuidad, podremos de manera precisa y decisiva distinguirla cuando tratemos de meditar en la vacuidad.

¿Cuál es la implicación de lo que acabo de decir? Es el no estar apegados a lo que creemos que conocemos y a lo que pensamos que entendemos. Además, el no tener orgullo y arrogancia pensando: “Ah, ya lo entendí”, porque generalmente podemos refinar lo que hemos entendido; podemos excluir: “bueno, no era precisamente eso”. No nos apeguemos. Me parece que es uno de los votos del bodisatva; nunca estar satisfechos con nuestro nivel de desarrollo; siempre podemos avanzar hasta llegar a ser un buda.

¿Cómo hacer eso? Veamos la definición de actividad mental y apliquémosla a nuestro entendimiento o conocimiento de algo como la vacuidad. La actividad mental que está sucediendo aquí es tan solo el surgimiento de un holograma metal y el darnos cuenta de ello, un involucramiento mental. Eso es todo. No hay un yo separado que esté pensando sobre este entendimiento o conocimiento que luego pueda voltear a ver esta cosa que está pensando, con apego y arrogancia y pensar: “Este entendimiento y este conocimiento son míos” y “soy lo máximo”. 

Pensar así está basado en un mito total de que hay un yo, separado de todo el evento del surgimiento del holograma mental y un conocimiento del mismo, y que ese “yo” separado se aferra a este entendimiento y conocimiento como míos. Es absurdo que exista esa entidad separada, este tipo de criatura ahí atrás en nuestra cabeza que sea lo que tenga este pensamiento, entendimiento y conocimiento y que piense: “Es mío” y “ah, soy lo máximo”. Por supuesto, ¿si preguntamos quién lo está pensando? la respuesta es “yo”. No es alguien más pensándolo o que nadie lo esté pensando. Pero necesitamos cuidarnos de convertir a ese “yo” en una entidad concreta que existe de manera separada.

Si tenemos este entendimiento de cómo existimos con relación a nuestro conocimiento y nuestro entendimiento, estaremos mucho más abiertos a refinarlos a un nivel más preciso. Sin esto, será muy difícil obtener un entendimiento correcto de la vacuidad. Así que permitamos que esto se asiente en nosotros un momento. ¿Quién es el que conoce la vacuidad?

Es muy gracioso. Hay tanta gente en este viaje de creer: “Nadie me entiende. Quiero que alguien me entienda. Quiero encontrar a alguien que realmente me entienda”, como si hubiera un yo separado de todo lo demás que pudiera ser entendido sin entender la personalidad y sus antecedentes y todo lo demás. Que solo me entiendan a . ¡Vamos! eso es imposible. 

Charla sobre la próxima clase

Necesitamos tomar una decisión y necesitamos ser decisivos. Hasta el momento, hemos cubierto una página de las seis páginas del material que he preparado – que es lo que pensaba cubrir antes de llegar – y esto es solo el comienzo del análisis del tema. Hay mucho, mucho más que podría analizarse de esto. En realidad, fui muy ingenuo al decir: “Bueno, cubriremos un tema el viernes por la noche, sobre lo que significa entender algo y luego veremos algo más durante el fin de semana”. De hecho, podríamos hablar sobre este tema durante todo un mes. Ni siquiera nos hemos acercado al tema de qué significa un entendimiento intelectual, un entendimiento intuitivo y demás. 

Lo que yo sugiero es que nos olvidemos del segundo tema y continuemos con este durante el resto del fin de semana. Esto es seguir la filosofía, si vamos a hacer algo, hagámoslo bien y no a medias. La cuestión es no solo leerles lo que yo analicé y verlo muy rápido. El objetivo de que estemos aquí es que ustedes realmente (perdón por la palabra) entiendan algo, aprendan algo. Esto es lo que yo sugiero. Sin embargo, esto no es una democracia completa, yo tengo un voto más pesado sobre la decisión de qué hacer este fin de semana. El otro tema, lidiar con la compulsión del karma en la vida diaria, tendrá que quedar pendiente para otra oportunidad. ¿Alguien tiene una fuerte objeción a este plan?

Por cierto, así es como se le pregunta a un lama. Nunca pregunten . . . lo que quiero decir, es que la forma incorrecta de preguntar es “¿Puedo hacer esto?”. Esa no es la forma de preguntar a un lama tibetano. Preguntamos: “Tiene alguna objeción si hago esto?”. Sugerimos nuestra idea y luego preguntamos si tiene alguna objeción. Es muy infantil preguntar: “¿Qué debo hacer? Dígame qué hacer”. Nunca aprenderemos de esa forma. En lugar de eso: “Yo propongo esto ¿Tiene alguna objeción?”. Esa es la forma tradicional de preguntar a un lama. “¿Qué debo hacer? Dígame que hacer” – es dependencia. 

Además, el termino dar permiso – no es dar permiso. Gagcha (dgag-cha) significa: “No tengo objeciones”. Nos liberan de las objeciones. Somos libres de hacer lo que proponíamos porque no hay objeciones. Así es como crecemos para convertirnos en personas maduras capaces de tomar nuestras propias decisiones y elaborar nuestro propio análisis sobre cuáles son las objeciones a cualquier plan que tengamos. 

Tal vez deberíamos plantear esta pregunta mañana en la mañana porque podrían venir otras personas esperando algo y, si inmediatamente hacemos algo completamente diferente, podrían estar decepcionadas.

Está muy bien. A esto se le llama purva paksha en sánscrito. Es un método de análisis muy importante. Purva paksha significa el otro lado, el lado del oponente. En un debate planteamos la objeción – esto es lo que tenemos que hacer nosotros mismos – desde el otro punto de vista, y ahora tenemos que responderla. Purva paksha en sánscrito. 

Ahora planteamos la objeción: “Mañana llegarán personas que quizá no estuvieron aquí esta tarde y que estarán esperando el segundo tema”. Necesitamos hacer el análisis. El objetivo es aprender a analizar. ¿Cómo respondemos a esa objeción? Todos los textos filosóficos tibetanos e hindúes tienen este formato. Esto es indio. 

¿Tienen la respuesta a la objeción?

Es fácil. Devolverles su dinero.

¿Qué se podría hacer antes de eso?

Preguntarles.

Así es, les preguntamos. Les decimos: “Esto es lo que vamos a hacer. Qué pena que no daremos el segundo tema. Son bienvenidos a quedarse, habrá una revisión para que no se sientan perdidos. Pero si no quieren quedarse, les devolveremos su dinero”. 

De cualquier manera, puede ser que se decepcionen. 

Estarán decepcionadas, pero las otras personas que están aquí no estarán decepcionadas. 

¿Qué mensaje conlleva esto? El mensaje es: “Si el Buda no pudo complacer a todo el mundo ¿cómo es posible que espere yo complacer a todos?”. Esto es de mucha ayuda. “El Buda no les caía bien a todos. ¿Por qué les voy a caer bien yo a todos?”. En serio, esto es muy útil cuando nos enojamos porque no le agradamos a alguien. Bueno, ¿qué esperábamos? Por supuesto que alguien saldrá decepcionado. 

Así que yo propongo eso. Tu objeción es una objeción válida. Todas estas purva pakshas, estas objeciones, son válidas. No son tontas. Sin embargo, tenemos una respuesta para ellas. Es muy importante entender esto cuando estamos tratando de planear algo o algo así. Plantear las objeciones. ¿Cuáles son las objeciones a esto? Y luego, responder a esas objeciones. Si no podemos responder las objeciones, entonces las objeciones son válidas y tenemos que cambiar nuestro plan. 

Por ejemplo: “Quiero salir de vacaciones”. La objeción es: “Bueno, no tengo dinero”. La respuesta a eso es: ¿Puedo ir a una vacación más barata? Trabajamos en ello y lo analizamos. 

Tengo una respuesta a esa objeción. Puede prometer regresar en otra ocasión a dar enseñanzas sobre el karma.

Claro. Esa es una respuesta. Puedo prometer regresar y dar enseñanzas sobre el segundo tema en otro momento. ¿Cuál es la respuesta india a eso? Definitivamente quizás. ¿Cierto? Esa es una respuesta válida. “Definitivamente quizás” significa que definitivamente trataré de hacerlo, pero no puedo prometerlo absolutamente y garantizarlo. ¿Quién sabe qué sucederá? O quizá dé las enseñanzas en otro lugar y estarán en mi sitio web. Es un tema sobre el que me gustaría mucho dar enseñanzas porque creo que esta manera de explicar el karma es mucho más precisa y mucho más útil. 

El problema de traducir karma como “acción”

Solo les daré un punto muy breve sobre esto. La palabra tibetana para karma es lay (las), que es la palabra coloquial tibetana para acción. Por lo tanto, todos los tibetanos – no puedo decir que todos, pero la mayoría, incluyendo a Su Santidad el Dalái Lama, la traducen al inglés como “acción” porque es la palabra coloquial para “acción”. Así que está bien. La buscaron en el diccionario; esa es la palabra. Está en el diccionario. 

Pensemos en ello. ¿Tiene eso algún sentido? No tiene sentido alguno, aunque no conozcamos la definición. Si las acciones son lo que nos mantiene en el samsara y sufriendo, entonces, para alcanzar la liberación, para alcanzar la iluminación, tendríamos que dejar de hacer cualquier cosa. Eso no tiene ningún sentido. ¿Ven al método aquí? Es muy importante. El método consiste en observar las consecuencias de entender que el karma significa acciones. Si las consecuencias, lo que sigue de ello, son totalmente absurdas, entonces no lo estamos traduciendo correctamente.

Estamos bajo el control del karma. No estamos bajo nuestro propio control. Estamos fuera de control. ¿Qué significa eso? No lo tomemos literalmente como un “yo” que está separado de todo y que es el controlador. Cuando hablamos sobre el karma, estamos hablando sobre el aspecto compulsivo de nuestras acciones; son compulsivas. Por ejemplo, mentimos compulsivamente. Tenemos que ser buenos compulsivamente. “Tengo que ser bueno. Tengo que ser perfecto”. Es esta compulsión la que nos mantiene repitiendo, una y otra vez, el mismo tipo de patrones que nos causan problemas y sufrimiento. Tenemos que superar la compulsión de nuestras acciones y no simplemente renunciar a hacer cualquier cosa. 

¿Puede repetir eso?

Es el aspecto compulsivo de nuestro comportamiento, tanto constructivo como destructivo, lo que necesitamos superar. De lo contrario, no actuamos conscientemente sobre la base de la compasión ni nada por el estilo; solo compulsivamente, por ejemplo, mentimos todo el tiempo, o somos compulsivamente perfeccionistas. Necesitamos ser perfectos, necesitamos ser buenos, es algo muy neurótico ¿verdad? Si entendemos esto, entonces sabremos dónde está el problema. La alborotadora es la compulsión, lo que entonces tiene mucho sentido si proviene del hábito, etc. 

Top