Comprender algo: Revisión de aprehensión

¿Qué significa comprender algo? Es un tema muy importante porque hay muchas cosas que necesitamos entender. No estamos simplemente hablando sobre comprender los diversos puntos del Dharma, sino que este tema también es muy importante en nuestra vida cotidiana. Necesitamos entender el lenguaje, lo que las personas dicen. Necesitamos comprender a las otras personas y sus problemas. Por ejemplo, nos dicen algo, ¿qué necesitamos entender? ¿necesitamos solo entender las palabras exactas que alguien dijo, o necesitamos comprender los significados profundos detrás de ellas? Necesitamos entender cómo usar una computadora nueva. Necesitamos comprendernos a nosotros mismos y a nuestro comportamiento para mejorarlo, especialmente si hay algo erróneo en él. Necesitamos entender por qué nos comportamos de esta manera y por qué otros se comportan de otra forma. No estamos hablando de un tema esotérico sobre epistemología que tal vez sea interesante, o no tan interesante. Estamos hablando sobre algo muy relevante para ser capaces de afrontar temas de la vida cotidiana. 

La actividad mental es mera claridad y darse cuenta

Comprender algo es un tipo de actividad mental. La actividad mental básica es el surgimiento de un holograma mental y un involucramiento mental – algún tipo de involucramiento cognitivo. Estas son dos maneras de describir el mismo evento. No es que surja un pensamiento y que entonces lo pensemos; el surgimiento del pensamiento es pensar el pensamiento. Solo eso está aconteciendo; no hay un yo separado que esté controlando y observándolo, y no hay una mente separada que, como una máquina, lo esté haciendo. 

Por cierto, es muy importante, al hacer meditación en presencia mental, evitar esta complicación: cuando estemos observando el surgimiento de diversos pensamientos, emociones o sensaciones y cosas así, el peligro es concebir eso como si hubiera un yo separado que esté observando todo esto. Lo único que está pasando es el surgimiento de estas sensaciones como un holograma mental, hay un involucramiento cognitivo con ello, y esta actividad mental va acompañada de darse cuenta y atención a aquello de lo que el holograma mental es el holograma. Sin embargo, el darse cuenta y la atención son tan solo factores mentales acompañantes de nuestra conciencia. No hay un yo separado sentado en el fondo de nuestra cabeza, mirando. El problema, por supuesto, es que así se siente. Se siente como si hubiera un pequeño yo sentado en el fondo de nuestra cabeza mirando todo esto. Esa es una apariencia engañosa. Nos engaña haciéndonos pensar que corresponde a la realidad. 

¿Qué significa aprehender algo?

Existen muchas formas de conocer objetos: pueden ser correctos o pueden ser incorrectos, pueden ser certeros sobre las cosas o pueden ser no certeros sobre las cosas, o pueden ser solo una suposición. “Supongo que este es tu problema, en realidad no lo sé, pero creo que es este”. Estas son muchas maneras diferentes de conocer. Sin embargo, algunas formas de conocer se llaman “aprehensiones”. Una aprehensión se define como una cognición precisa y decisiva de algo.

Por ejemplo, alguien dice “sí”, escuchamos “sí”, y estamos seguros de que dijo “sí”. No es como que dijo “sí” y escuchamos “no” o que no estamos seguros de lo que dijo – si dijo “sí” o si dijo “no”. Sin embargo, el solo hecho de tener una aprehensión precisa y decisiva, no significa que hayamos entendido lo que la persona quiso decir, al decir “sí”. 

No obstante, cuando hablamos de comprender, claro, si va a ser un entendimiento confiable, también necesita ser una aprehensión. En otras palabras, nuestra comprensión necesita ser correcta y necesita ser decisiva. Por supuesto que es posible que entendamos las cosas de manera completamente incorrecta. Podría ser: “Bueno, creo que esto es lo que entiendo. No estoy seguro”. Eso tampoco es confiable. Por supuesto que podríamos estar completamente convencidos de que nuestro entendimiento es correcto y que, de hecho, sea incorrecto. Por eso es que comprender este factor básico de la aprehensión es muy importante si vamos a abordar simplemente la aprehensión o si vamos a abordar la comprensión.

La aprehensión es precisa

Para que una aprehensión o una comprensión sean precisas necesitan cumplir tres criterios.

(1) Tiene que haber una cierta convención. 

Dentro del Dharma podemos usar el ejemplo de la vacuidad. ¿Hablan los textos budistas sobre la vacuidad? Sí, hay una convención de hablar sobre la vacuidad en el Dharma. 

Esto se convierte en un tema muy complicado que me acaba de venir a la mente. La mayoría de las veces, la mayoría de nosotros tratamos con el Dharma en traducciones, y nos encontramos con palabras que se han usado para traducir términos budistas, que tienen muy fuertes connotaciones cristianas – por ejemplo, la palabra “pecado”. Podemos preguntar, “Bueno, ¿existe esa convención?”. Podríamos ver todo un grupo de traducciones y decir: “Bueno, sí. Muchos traductores han usado esta convención”. Sin embargo ¿está en realidad esa convención en las lenguas originales? Ese es el problema. Solo porque un grupo de traductores haya adoptado esta convención, no es suficiente para que sea una traducción correcta ¿no es así? Necesitamos observar el segundo criterio.  

(2) No debe ser contradicha por una mente que conoce válidamente la verdad convencional. 

Veamos la definición de la palabra “pecado”. ¿Cuáles son las connotaciones de la palabra en nuestros idiomas? ¿Qué implica? Implica que hay una serie de leyes establecidas por una autoridad mayor, por Dios. Si rompemos la ley, entonces somos culpables y eso es un pecado, merecemos ser castigados. Luego analizamos una gran selección de textos budistas clásicos. ¿Encontramos algo siquiera parecido a eso en los textos budistas? ¿Que hay un juez, leyes, inocencia y culpa? Si analizamos cuidadosamente, especialmente en sus idiomas originales, veremos que no hay absolutamente nada parecido a eso. 

¿Qué mencionan los textos sobre el término pāpa en sánscrito o digpa (sdig-pa) en tibetano? Es un potencial kármico negativo que proviene de actuar de formas destructivas con base en el no darse cuenta y la confusión sobre la causa y el efecto del comportamiento y sobre cómo existimos y cómo existen los demás. Surge de la confusión, no de desobedecer una ley: “No sabía que, si actuaba de esta forma, eso produciría problemas y sufrimiento”. Madura en nuestra experiencia como problemas e infelicidad.

Si entendemos este término con el significado de “pecado” con todas sus connotaciones cristianas, entonces es contradicho por una mente que lee los textos de forma válida y que ha estudiado budismo y conoce la verdad convencional de las enseñanzas. Por eso es muy importante que, cuando estudiemos budismo en traducciones, tengamos una mente muy crítica sobre la traducción de los términos, porque muchos de ellos son engañosos. Palabras como “bendiciones” – “Bendíceme para que pueda entender esto” –    es un concepto cristiano, no budista. 

(3) No debe ser contradicho por una mente que conoce válidamente la verdad más profunda. 

La verdad más profunda es que todos los fenómenos están desprovistos de formas imposibles de existencia. Más bien, todo surge de forma dependiente en términos del etiquetado mental. ¿Qué significa eso? No es algo muy fácil de entender. 

“Todos los fenómenos” se refiere a cosas que tienen un nombre o palabra convencional, tales como “pecado” o “potencial negativo”. ¿Qué es lo que establece que hay cosas tales como estos fenómenos? ¿Qué establece que existe tal cosa como el pecado? Todo lo que podemos decir es que “pecado” es aquello a lo que se refiere la palabra o concepto “pecado”. No hay nada desde el lado de algo que hicimos que lo establezca como pecado. Existe un concepto de pecado, y eso ha etiquetado algo que hicimos como su base: “Es un pecado”. Matamos a alguien, mentimos, o lo que sea. Es simplemente la acción de matar o mentir ¿o no? No hay nada inherente en el acto que por sí mismo lo convierta en pecado. 

¿Qué es un pecado? Bueno, está el concepto de “pecado”, y es a lo que el concepto se refiere sobre la base de algún acto. Así que, el que alguna acción sea un pecado surge simplemente sobre la base de ese concepto de pecado. Tal vez esa sea una etiqueta mental incorrecta, porque también podríamos etiquetarla como “fuerza negativa”, o “potencial negativo” ¿no es así? Pero también esa es solo una convención, pero una más precisa, porque también se ajusta a la verdad convencional – a lo que se dice en distintos textos. 

Si creemos que “pecado” es la traducción correcta de pāpa y digpa, independientemente del concepto de “pecado” que ha surgido dentro del contexto de la teología cristiana, esto sería contradicho por una mente que conoce válidamente la verdad más profunda.

Por medio de un proceso como este, podemos llegar a un entendimiento preciso de algo. Pensémoslo. Todo este asunto de los fenómenos que surgen en dependencia del etiquetado mental, no es fácil de entender. Sin embargo, pensemos en esta explicación. Creo que tal vez eso pueda aclararlo un poco más. 

Permítanme resumirlo para ayudarlos a pensar en ello. El “pecado” es solo una convención. No concuerda con todos los textos budistas y las explicaciones en los textos sobre lo que significan las palabras pāpa y digpa. Es tan solo una convención, así que podría haber diferentes convenciones, y podría haber diferentes etiquetas mentales – algunas son precisas y otras no. No hay nada, desde el lado de la acción, que la convierta en un pecado por sí mismo. 

Así es como aplicamos el pensamiento crítico para comprender algo. 

La aprehensión es decisiva

Así que la palabra decisiva, la segunda característica definitoria de aprehensión, significa que hemos excluido todo lo demás. Cuando hemos excluido todo lo que algo no es ¿qué nos queda? Nos queda lo que es. Así es como obtenemos certeza sobre algo. Lo especificamos excluyendo todo lo que no es, lo que significa que no es nada más que lo que es.

Por ejemplo, leemos que pāpa y digpa significan potenciales kármicos negativos. Para obtener certeza sobre ello, necesitamos excluir otras posibles traducciones de los términos. Una vez que hayamos excluido todo tipo de cosas extrañas que estos términos pudieran significar, podemos tener certeza de que significan fuerza kármica negativa. No es que los estemos confundiendo con algo más. Necesitamos pensar en todos los posibles significados – lo que quiero decir es: no absolutamente todos los significados posibles en el universo, sino aquellos que son probables para un cierto término dentro del budismo – y entonces, excluir aquellos que contradicen a los textos originales y no tienen sentido. 

Hacemos eso en medicina. ¿Cómo diagnosticamos a alguien enfermo? Hacemos pruebas para diversas enfermedades posibles. No es esto, no es aquello, y finalmente nos quedamos con lo que ha de ser. El hacer un diagnóstico sin excluir otras posibilidades no es tan certero ¿verdad?

He aquí un simple ejemplo. Estuve sintiéndome mareado, y como tengo la presión alta, pensé que mi medicina para la presión tenía que ser ajustada. Fui al cardiólogo, y sí, las medicinas que tenía para la presión alta tenían que ser ajustadas, pero posiblemente esa no fuera la causa de mis mareos. Así que tuvo que excluir otras posibilidades y entonces me mandó con un otorrinolaringólogo para que me examinara el oído interno y viera si no había algún problema ahí. Ese no era el problema. También fui al neurólogo para averiguar si se trataba de un problema neurológico, eso también fue excluido. De esa manera tuvimos mayor certeza de que el problema era el ajuste de la medicina para la presión. Así es como obtenemos certeza.  

Cuando estudiamos algo es muy importante plantear las objeciones – ver todas las posibilidades de lo que pensamos que significa – y, al examinarlas, excluir aquellas que son incorrectas. Limitar las opciones. Así, nuestro entendimiento es correcto y decisivo: “Estoy seguro de que esto es lo que significa”. Esto es muy importante. 

Es muy fácil tener entendimientos incorrectos muy sutiles. Por ejemplo, entendemos que todo existe en términos de etiquetado mental y que solo podemos establecer las cosas en términos del etiquetado mental. Entonces, podemos pensar que, ya que el tiempo y el espacio son meros conceptos conceptuales, no existen cosas como el espacio y el tiempo y, por lo tanto, todo existe verdaderamente de forma independiente del espacio y el tiempo. Hay algunas filosofías indias que afirman eso, pero no el budismo. Recuerdo muy bien que, cuando estaba en la universidad estudiando todas las diversas filosofías indias, yo pensaba que esa también era una afirmación budista. Eso fue antes de que estudiara con cualquier maestro tibetano. Ese era un entendimiento incorrecto. Tuvo que ser excluido más tarde cuando fui a la India y aprendí más.

Siempre tenemos que comprobar. ¿Qué es lo que entendemos? ¿Cuáles son las implicaciones de lo que entendemos? Muy a menudo superponemos al budismo ideas y conceptos que provienen de otras filosofías. No hemos precisado las enseñanzas budistas lo suficiente, o aun dentro de las enseñanzas budistas, mezclamos las explicaciones que provienen de un sistema de principios indio o una tradición tibetana con otra. Es muy común. Por ejemplo, estudiamos budismo tibetano y decimos: “Los budistas afirman que bla, bla, bla”, siendo que eso para nada es lo que afirman los Teravada o los zen, o los budistas de la tierra pura. La tradición indo-tibetana difiere de ellos en muchos, muchos puntos. 

Si estamos dentro de la escuela Gelug y estudiamos Prasánguika Madyámaka, a menudo pensamos: “Bueno, los Prasánguika dicen esto”, cuando en realidad, esa es tan solo la versión Gelugpa del Prasánguika. Cada una de las escuelas tibetanas tiene un entendimiento diferente del Prasánguika. Incluso dentro del Prasánguika Gelug, existen diferentes tradiciones de libros de texto de los diferentes monasterios; también difieren. Cuando comenzamos a mezclar explicaciones de diferentes escuelas y de diferentes maestros, no necesariamente combinan muy bien. Encontraremos contradicciones. A esto se le llama “mezclar”, hacer una gran sopa con todo; eso solo conduce a la confusión. 

¿Significa esto que no estudiemos otras escuelas y otras explicaciones? No, no significa eso. Si tenemos la capacidad de no confundirnos, entonces podemos – sin confundir cada una de las diferentes posturas – ver que algo puede ser explicado de una manera y de otra manera o puede ser explicado de una tercera forma. Nos da una visión mucho mayor de las diferentes formas en las que algo puede ser explicado y entendido, como diferentes niveles de… Bueno, nivel implica que uno es mejor que otro, entonces, diferentes puntos de vista y cada uno de ellos tiene su validez. Enriquecen nuestro entendimiento sin crear confusión alguna. 

Un buen ejemplo que me parece muy útil es cuando hablamos de los diversos factores mentales, digamos las emociones perturbadoras, encontramos definiciones ligeramente diferentes en los textos del abhidharma de Vasubandhu y en los textos del abhidharma de Asanga. Si aprendemos ambas definiciones, eso enriquece nuestro entendimiento. En los textos de Buddhaghosa de la tradición Teravada, aún hay otras definiciones de muchos de estos mismos factores mentales. Necesitamos obtener una comprensión más profunda. Insisto, se trata de certeza. Certeza no significa que nos volvamos dogmáticos y pensemos: “Esta es la única forma de entenderlo”. ¿De acuerdo?

Comparación de las religiones abrahámicas y dhármicas 

Existe una diferencia entre lo que se conoce como religiones abrahámicas – el judaísmo, el cristianismo y el islam – y las religiones dhármicas – el hinduismo, el jainismo y el budismo. Estoy sacando esto del análisis en el libro llamado On Being Different de un autor indio, Rajiv Malhotra. Él señala que nuestras tradiciones abrahámicas están centradas en la historia. 

¿Qué significa esto? Significa que el tiempo tiene un inicio y un final. Dentro del lapso de tiempo lineal, una persona histórica – Moisés, Jesús o Mahoma – recibió la revelación final de la verdad de Dios en un evento histórico. Lo que Dios les reveló es la verdad final, así que depende de nosotros aceptar esa verdad. No es algo que podamos resolver nosotros mismos. Si pudiéramos resolverlo nosotros mismos y decir: “Tuve una revelación de Dios”, bueno, ¿qué pasó con muchas personas que dijeron eso? Se dijo que estaban poseídas por el diablo y fueron quemadas en la hoguera por ser herejes. 

Las tradiciones dhármicas son muy diferentes. No están orientadas ni centradas en la historia. Cada uno de nosotros es capaz de entender y darse cuenta de la verdad acerca de la realidad por nosotros mismos. Esa es toda la base de las tradiciones dhármicas ¿verdad? Varios maestros, incluyendo al Buda, podrían mostrarnos el camino, pero todos necesitamos resolverlo por nosotros mismos. Es muy diferente a las tradiciones abrahámicas ¿cierto? Naturalmente, en las tradiciones dhármicas existen muchas explicaciones válidas diferentes basadas en las experiencias de diferentes personas. 

Malhotra explica que estas tradiciones dhármicas de la India abrazan el caos. No hay problema con la multiplicidad del caos, es la naturaleza del universo. Si alguna vez hemos estado o hemos vivido en la India, todo – por ejemplo, el tráfico o el sistema burocrático – es caótico, sin embargo, todo funciona. Nadie tiene problema con que las cosas sean caóticas, lo aceptan y lo manejan. Mientras que, en las tradiciones abrahámicas, el caos es una amenaza. Es una amenaza a la autoridad de una verdad. Con esa actitud, sentimos que necesitamos controlarlo, gobernarlo, asegurarnos de que todo sea uniforme, o de que todos crean en lo mismo, en una verdad, etc. Muy diferente de las religiones dhármicas ¿no es así?

Cuando nos acercamos al Dharma y se dice que este autor explica algo de esta manera, y que ese otro autor lo explica de otra forma, que esta escuela es así y que esa otra es de esa otra manera, la típica respuesta occidental a esto es: “Pero ¿qué es lo que realmente significa?”. No podemos manejar el caos. Tenemos que controlarlo, necesita estar bajo control. Tiene que haber una verdad – lo que algo realmente significa. Si nos acercamos al Dharma de esta manera, vamos a tener problemas. 

Puede haber muchas interpretaciones válidas de una enseñanza del Dharma, y podemos aprehender que la enseñanza significa todas ellas. Si solo somos capaces de entender correcta y decisivamente uno de los significados, necesitamos aceptar que no es la única manera de aprehender lo que significa. Es como el ejemplo clásico de los humanos, los fantasmas y los dioses viendo el mismo líquido, que para los humanos es agua, para los fantasmas es pus, y para los dioses es néctar. Todo es correcto. Todas son aprehensiones precisas y decisivas. Entonces nosotros los occidentales preguntamos: “Pero ¿cuál es realmente…?”. No podemos aceptar que todas sean correctas. 

Si aplicamos esto a un ejemplo con el que nos podamos relacionar, en lugar del fenómeno de pus/agua/néctar, ¿qué es esto (apuntando a un reloj de muñeca)? Para los adultos es un reloj de muñeca. Para un bebé es un juguete. ¿Qué es en realidad? ¿Es más válida una explicación que la otra? Pensémoslo. 

Este es el principio básico que encontramos en la terapia familiar, particularmente en la rama contextual de la terapia familiar, que es el principio de parcialidad multidimensional de la justicia. Se reúne a una familia y se le pregunta a cada persona de la familia cómo entienden alguna situación problemática: ¿Cuál es el problema? y se es justo, a su vez, con todos los miembros de la familia. El punto es que todas las percepciones son válidas, la del niño, de la mamá y del papá. Para realmente entender la situación se necesita entender el punto de vista de todos. Es como la situación agua/pus/néctar, ¿verdad?

En resumen, cuando hablamos de comprender algo, existen muchas formas diferentes en que podemos entenderlo ¿no es así? Sin embargo, cada quien necesita ser preciso y decisivo para que sea confiable y válido.

Preguntas

Tengo una objeción al entender que hay que ser decisivo. Es, en gran medida, poner una capa adicional de apego a cierta forma de pensar. No estoy seguro de por qué se necesita si ya hay precisión, porque eso ya requiere cierto juicio para estar seguro de algo. 

Les di el siguiente ejemplo: Pensamos que alguien dijo “sí”, pero no estamos realmente seguros. Podría ser una suposición correcta. Si la persona dice “sí” y nosotros escuchamos “sí”, pero no estamos realmente seguros, entonces no es decisiva. “Creo que te vi ayer, pero no estoy realmente seguro”. Podría ser una suposición correcta. Si suponemos la respuesta, la suposición de nuestra respuesta puede ser correcta o incorrecta. Si es la respuesta correcta, seremos precisos, pero sigue siendo una suposición, no estamos seguros. Así que ser preciso no es necesariamente decisivo. 

Hemos escuchado sobre las tres características para una cognición válida, y ahora también hemos escuchado que diferentes aprehensiones pueden ser válidas. ¿Cuál es la relación entre ellas? ¿Es cierto que las tres características no se aplican a un grupo de personas en su conjunto, sino a personas individuales?

Esto comienza a ponerse un poco complicado. Trataré de explicarlo, pero les advierto que es un poco complicado. 

Digamos que nuestro hijo piensa que dijimos: “Sí, puedes quedarte despierto hasta tarde”, mientras que, de hecho, dijimos: “No”, así que es una contradicción. El entendimiento del niño sobre la situación no es preciso. Veamos al ejemplo del fenómeno pus/agua/néctar, de la manera en que se describe y explica en el texto. Hay características definitorias de un fenómeno. No tienen el poder de establecer la existencia de un fenómeno como esto o aquello, pero convencionalmente, hay rasgos característicos. No podemos encontrarlos del lado del objeto, pero el factor mental de distinguir los conoce, de otra manera no podríamos diferenciar una cosa de otra. 

El ejemplo que uso para esto, que tal vez lo haga un poco más comprensible es: Digamos que tenemos doce huevos, y queremos hacer algunas tortillas de huevo. Los doce huevos pueden dividirse en tres grupos de cuarto, cuatro grupos de tres, y seis grupos de dos. Esta es una característica de los doce huevos, que son divisibles entre tres, cuatro, seis y dos. ¿Podemos encontrar esas características desde el lado de los doce huevos? ¿Dónde? Sin embargo, existen estas características definitorias de estos doce huevos ¿o no? Pensémoslo. Me encanta este ejemplo. 

Divisible entre cuatro, tres o seis no es solo un concepto ¿verdad? Quiero decir, es un concepto; sin embargo, se refiere a algo que es real. El punto es que hay muchos rasgos característicos válidos de cualquier fenómeno. Por supuesto, se establecen por etiquetado mental; sin embargo, convencionalmente hay muchas características definitorias que son válidas. 

Si tomamos el ejemplo de la familia y cierto comportamiento. En términos de comportamiento, alguien podría estar lidiando con un rasgo característico del mismo, y otra persona de la familia podría estar lidiando con un rasgo característico diferente. Por ejemplo, el niño dice: “Tú nunca dices que me quieres”. De hecho, el papá no dice: “Te quiero” al niño, así que lo que dice el niño es correcto. El papá dice: “Bueno, yo trabajo y te proporciono un hogar, comida y todo tipo de cosas más”, eso también es correcto. 

Aquí tenemos dos características definitorias del comportamiento del papá. Primero, el papá no dice: “Te quiero”. La otra característica es que el papá proporciona todo lo material para el niño. Ambas características son correctas y podemos enfocarnos de forma decisiva y precisa en cada una de ellas. Ambas son evaluaciones precisas de la situación. La diferencia está en cómo se interpretan. 

Esto llega a la inferencia. El niño dice: “Tú no me dices: ‘te quiero’” e infiere que eso significa que su padre no lo quiere porque no se lo dice. Sin embargo, el padre dice: “Pero te proporciono todo eso, así que por supuesto que te quiero. Si no te quisiera, no te proporcionaría esto”. Tanto el hijo como el padre, tienen una aprehensión válida de los hechos objetivos de la situación, pero cada uno de ellos etiqueta mentalmente y comprende la situación de manera diferente. Es correcto que el hijo no se sienta querido, y también es correcto que el padre sienta que lo quiere. Ambos están en lo correcto. Sin embargo, ¿se entienden el uno al otro? No. Cada uno se está aferrando al dicho abrahámico de que solo debe haber una verdad. 

Lo que el niño y el papá necesitan aprender en esta situación – y es algo particularmente relevante en terapia de parejas – es lo que un psicólogo, el fundador de la terapia contextual, explica como aceptar el pago en diferentes tipos de moneda. Digamos que el niño quiere que le paguen en dólares (afecto), y el papá le está ofreciendo euros (cuidando al niño). Cada uno necesita aprender que el pago puede hacerse en cualquier tipo de moneda; que está bien y es válido. Ese es el truco. 

Esta es la aplicación en las relaciones con los demás – y es un análisis muy válido también, desde el punto de vista del Dharma – que hay diferentes explicaciones, diferentes conjuntos de explicaciones, que pueden todas ser igualmente válidas. Necesitamos aprender que hay otra forma (otra moneda, en un sentido), particularmente cuando se trata de métodos de meditación. Pensemos en la recitación de mantras. A los tibetanos les encantan los mantras: “Son una maravillosa forma de calmar la mente, de enfocar la mente y demás”. Le preguntamos a un meditador Teravadin y dijo: “Oh, no reciten mantras. Son solo parloteo mental. Calmen la mente”.

¿Cómo podemos enfrentar esto? Básicamente, ambos distinguen y entienden un rasgo característico diferente de la recitación de un mantra, y tiene sentido dentro de cada sistema. Si realmente queremos entender la recitación de mantras, es de mucha ayuda el conocer estos diferentes puntos de vista, y entonces podremos ver qué es lo más benéfico para nosotros.  

Si vamos a hacer varias meditaciones diferentes en nuestro centro de Dharma, como lo hacen aquí – una noche la meditación de Tara con la recitación de su mantra y otra noche meditación Teravada de presencia mental – necesitamos tener cuidado. Cuando hacemos la recitación de Tara, necesitamos estar decididos de que es benéfico y no pensar: “Bueno, tal vez es benéfico, pero los Teravada dicen que es solo ruido en nuestra cabeza y que necesitamos tener una mente en silencio”. Entonces no somos decisivos en torno a que sea una meditación adecuada. Por supuesto que no nos vamos a beneficiar mucho de ella. No tenemos confianza en lo que estamos haciendo. Lo estamos cuestionando. Necesitamos estar decididos acerca de los beneficios de cada meditación cuando la estamos haciendo. 

Así que, cuando recitamos el mantra de Tara, estamos distinguiendo un rasgo característico de la práctica de mantras – nos ayuda a generar y mantenernos enfocados en un estado mental beneficioso. Podemos entonces ser decisivos en cuanto a que sea beneficioso. En otra ocasión, cuando estemos haciendo meditación de presencia mental, distinguiremos otros rasgos característicos de recitar mantras – si al tratar de aquietar nuestra mente llega un mantra a nuestra cabeza, entonces eso sí que es solo parloteo mental, ruido mental, y luego pasa. Estamos precisa y decisivamente enfocándonos en un rasgo característico diferente de la recitación de un mantra. 

Los rasgos característicos de la recitación del mantra también son válidos, como el ejemplo de la división entre cuatro o tres. Todo es válido dentro de su propio contexto, así que no hay confusión. Dentro del contexto de los espíritus hambrientos, es pus. Dentro del contexto de los humanos, es agua. Dentro del contexto de la meditación de Tara, un mantra es una cosa. En el contexto de la meditación de presencia mental, el mantra es otra cosa. No hay problema o contradicción. 

Es más, si sobreponemos al budismo que el Buda, como Moisés, obtuvo esta revelación de quién sabe quién de que tienes que recitar mantras – Vajradara dijo: “Reciten mantras” – y creemos que esta es una verdad, entonces vamos a tener muchos problemas con toda la variedad de meditaciones que se hacen. No es así – “El Buda dijo la verdad y eso es todo”. Bueno, el Buda dijo muchas, muchas cosas. Pasa lo mismo en términos de diversos maestros budistas que reciben las visiones puras en las que, por ejemplo, Gurú Rinpoche les revela una enseñanza especial. Lo que reciben no es la única verdad. 

Esto es un problema cuando vemos al Buda solo como una figura histórica: “Bueno, el Buda histórico no hizo esto o aquello”. Luego, tenemos la versión Mahayana de lo que hizo el Buda, o la versión del tantra, y nos confundimos completamente ¿o no? Eso es porque estamos pensando solo en términos de una historia objetiva lineal y eventos históricos objetivos. Una vez, tuve una muy agradable charla con un amigo mío indio, y me señalaba que la mayoría de los indios ni siquiera creen en la historia. Y tampoco creen en los eventos épicos de Krishna, descritos en el Mahabharata y los de Ram y Sita en el Ramayana, como eventos históricos objetivos, con la misma realidad como la del Raj Británico. ¡Muy diferente a nuestro punto de vista occidental!

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