Esta tarde me pidieron que hablara sobre la naturaleza de la mente. Este es, por supuesto, un tema crucial en el budismo. Si vemos los diversos tipos de sufrimiento que experimentamos, por supuesto, ocurren en términos de nuestra experiencia de ellos – entonces mente, actividad mental. Cuando hablamos de obtener la liberación y la iluminación, eso también tiene que ver con la mente. Es muy importante y crucial tener realmente una comprensión clara de lo que entendemos por mente para poder trabajar con ella.
La mente como actividad mental
Mente es quizás una forma un poco engañosa de abordar este tema porque implica que es algún tipo de "cosa". No estamos hablando de una “cosa” cuando hablamos de la mente; estamos hablando de actividad mental, es actividad, actividad mental. Es individual y subjetiva y ocurre todo el tiempo. Ahora bien, en cuanto a qué es esta actividad mental, se define con tres palabras: claridad (gsal), darse cuenta (rig) y el adjetivo mera (tsam). Entonces, mera claridad y darse cuenta son nuevamente un poco engañosos como términos, aunque literalmente eso es lo que significan las palabras. Necesitamos entender realmente lo que significan.
Cuando hablamos de claridad, no nos referimos a que algo esté claro en el sentido de estar enfocado. No estamos hablando de una cualidad como “hay claridad en mi mente” o algo así. Más bien, de lo que estamos hablando es de la actividad de dar surgimiento a un holograma mental. Cuando conocemos algo, como cuando vemos algo, en realidad lo que sucede – incluso si lo describimos desde un punto de vista occidental – los rayos de luz entran en el ojo y se encuentran con las células fotosensibles y luego se traducen o se transforman en impulsos eléctricos, conexiones químicas, etc., y lo que realmente percibimos es un holograma mental que se basa en este tipo de proceso. Entonces, la actividad mental implica dar surgimiento a un holograma mental, y este holograma mental puede ser un holograma de algo visible, puede ser un holograma de un sonido, puede ser un holograma de un olor, etc., o puede ser simplemente un holograma de un pensamiento. Ese es un aspecto o una forma de describir lo que sucede con esta actividad mental.
Otra forma de describir exactamente la misma actividad es el darse cuenta, que significa un involucramiento cognitivo ('jug-pa), y un involucramiento cognitivo con un objeto significa algo así como conocerlo. También podría ser no conocerlo; podría ser entenderlo; podría ser verlo; podría ser sentirlo, como una emoción, tener una emoción hacia él, algún tipo de involucramiento cognitivo subjetivo con el objeto.
Ahora bien, esas dos cosas, esas dos actividades – dar surgimiento a un holograma mental y un involucramiento, un involucramiento cognitivo con él – están hablando de la misma actividad, simplemente describiéndola desde dos puntos de vista diferentes. No es que primero surja un holograma mental y luego lo conozcamos, porque ¿cómo lo conoceríamos, por ejemplo? Eso se vuelve bastante difícil. Si consideramos el ejemplo del pensamiento, no es que surja un pensamiento y luego lo pensemos. El surgimiento del pensamiento y el pensamiento del pensamiento son la misma cosa solo que descrita de dos maneras diferentes. Entonces, dar surgimiento a un holograma mental, por ejemplo, un holograma mental visual, y ver algo, es la misma actividad.
Hay algún objeto y luego surge un holograma mental de ese objeto. Esto es lo que está involucrado, dar surgimiento al holograma mental como un involucramiento cognitivo con él. La palabra "mera" significa que esto es todo lo que está sucediendo. Lo que niega es que haya un yo separado de todo este proceso, que es el controlador que hace que suceda o el observador que ve cómo sucede. No hay un yo separado, y no hay ninguna cosa separada, como una máquina llamada mente, en donde este yo esté presionando los botones para ver o pensar o algo así. Eso es lo que el mera niega. Niega que haya un yo separado o una mente separada que esté haciendo todo esto. Solo está la actividad mental. Está sucediendo, momento a momento, momento a momento. Si decimos: "¿Quién está pensando?". Bueno, claro, yo estoy pensando, pero ese yo no es algo separado de todo el proceso. Esta es actividad mental.
También podemos considerar la actividad mental desde un punto de vista físico, y desde un punto de vista físico, podríamos describir el fenómeno de la actividad mental en términos de la actividad de una energía muy sutil, o en un nivel más burdo, en términos de la actividad de la energía eléctrica y los procesos químicos. Estas son simplemente diferentes formas de explicar el mismo evento. Podemos explicarlo desde un punto de vista subjetivo y experiencial (que es el mero hecho de dar surgimiento a un holograma mental y algún involucramiento cognitivo con él), o podríamos describirlo desde un punto de vista físico objetivo (el movimiento de la energía o cosas así). Están hablando del mismo evento, de la misma cosa, solo que lo describen de dos maneras diferentes.
Además, existe un hardware físico que es la base de esta actividad mental, o aquello en lo que ocurre, como el cerebro y el sistema nervioso. Sin embargo, un cerebro por sí mismo no tiene esa actividad mental. Ponemos un cerebro sobre la mesa y no tiene actividad mental. Es solo cuando la conciencia, o lo que sea, está en combinación con él, que la actividad mental puede ocurrir sobre la base de lo que hay físicamente. Esto es lo que entendemos por actividad mental. Eso es mente. ¿De acuerdo? ¿Está claro? No es tan fácil de identificar, pero de esto es de lo que estamos hablando.
Objetos involucrados, el contenido de la actividad mental
Ahora bien, la actividad mental siempre tiene un objeto involucrado ('jug-yul) que conoce a través de hacer un holograma mental de él. No podemos tener actividad mental sin contenido, por lo que ese contenido será el objeto involucrado. No podemos simplemente conocer algo sin conocerlo. No podemos ver sin ver algo. No podemos pensar sin pensar en algo, por lo que siempre hay un objeto. ¿Qué conoce? Lo que conoce se llama objeto involucrado u objeto comprometido y, en la mayoría de los casos, es un objeto de sentido común ('jig-rten-la grags-pa).
Un objeto de sentido común significa como un perro. Cuando decimos objeto de sentido común, lo que significa es algo que se extiende a lo largo de diferentes datos sensoriales y a lo largo del tiempo. ¿Qué es un perro? ¿Es lo visible del perro? ¿Es el olor del perro? ¿Es el sonido del perro? ¿Es la sensación física que tenemos cuando acariciamos al perro? ¿Qué es un perro? ¿Un perro solo dura un instante? Si lo vemos durante un período de tiempo, ¿estamos viendo objetos completamente diferentes o estamos viendo al perro? Un objeto de sentido común sería el perro que se extiende sobre la vista, el oído, el olfato, el gusto, la sensación física, etc., del perro y se extiende en el tiempo. Ese es un objeto de sentido común.
Dentro del budismo tibetano, hay muchas maneras diferentes de explicar todo esto, pero dentro de la forma Gelugpa de explicar, en realidad vemos un perro. No solo vemos la forma coloreada de un perro. Vemos al perro y la forma coloreada de un perro. Eso es lo que vemos. O el sonido de un perro ladrando, entonces escuchamos ese sonido, pero también escuchamos al perro. Esos son los objetos involucrados: ese objeto de sentido común más, si se trata de cognición sensorial, un tipo particular de información sensorial.
¿Qué vemos cuando vemos un perro? Vemos formas coloreadas (las formas coloreadas de un perro) y vemos el movimiento de estas formas coloreadas. Este movimiento también se extiende en el tiempo; el movimiento no ocurre en un instante. ¿Qué escuchamos? A menudo escuchamos una combinación de varios tipos de sonidos. No solo escuchamos una cosa. Podríamos escuchar los pájaros, podríamos escuchar música y podríamos escuchar el tráfico afuera, todo al mismo tiempo. También escuchamos volumen al mismo tiempo; esa es otra cosa. Hay muchas cosas que están involucradas en términos de lo que escuchamos. Además, digamos, en términos de sensaciones físicas, podemos sentir al mismo tiempo temperatura y algo que es áspero o liso. Hay muchas cosas diferentes que componen el campo sensorial de la sensación física.
Entonces, ese sería el objeto involucrado: el objeto de sentido común y un tipo de información sensorial si conocemos un objeto de sentido común a través de la cognición sensorial.
Cognición
Hay seis tipos de cognición: hay cinco tipos de cognición sensorial, más la cognición mental. Está el ver, oír, oler, saborear y sentir una sensación física –las cinco sensoriales– y la mental. En la presentación budista, dividimos la cognición de este tipo.
¿Qué es una cognición? La cognición es este evento mental que está ocurriendo, y este evento mental, esta actividad mental –un momento de actividad mental– se compone de varias cosas. Hay un objeto comprometido o involucrado. Lo que se involucra con cada sentido o pensamiento sería un objeto de sentido común más un holograma mental que lo represente. Eso es lo que está involucrado aquí. También hay una conciencia primaria junto con factores mentales que la acompañan (y lo explicaré) y un sensor cognitivo (lo explicaré también). Existen estos tres tipos de cosas que están involucradas en un evento mental.
Conciencia primaria
Ya hemos hablado del objeto, lo que surge y es conocido. Quien conoce es la conciencia primaria (rnam-shes) y los factores mentales (sems-byung). La conciencia primaria, o simplemente una conciencia, conoce la naturaleza esencial (ngo-bo) del objeto involucrado. Esto sería como con un ordenador, por ejemplo. Esto sería como saber si los 0 y 1 son datos visuales o datos de audio. Eso es lo que hace la conciencia primaria. Todo lo que sabe es básicamente qué tipo de datos son. ¿Es visual? ¿Es audio? ¿Es un olor? ¿Es un sabor? ¿Una sensación física? ¿O es puramente un fenómeno mental, como un pensamiento o lo que aparece en un sueño, algo así, que solo es conocido por la mente?
Entonces, tenemos un sensor cognitivo. Una conciencia primaria y los factores mentales que la acompañan funcionarán a través de un sensor cognitivo. Este sensor cognitivo sería lo que se llama condición dominante (bdag-rken). Así, tenemos un sensor cognitivo específico para cada facultad sensorial. Cuando hablamos de un sensor cognitivo, nos referimos a las células fotosensibles de los ojos, las células sensibles al sonido de los oídos, las células sensibles al olfato de la nariz, las células sensibles al gusto de la lengua, las células sensoriales del cuerpo sensibles a las sensaciones, y si se trata de una cognición mental, como el pensamiento, el sensor aquí es el momento inmediatamente precedente de la cognición.
¿Cuál es la función de un sensor cognitivo? Cada tipo de conciencia primaria opera solo a través de un sensor cognitivo que le es específico; por ejemplo, la conciencia ocular opera solo a través de las células fotosensibles de los ojos; y cada tipo de información sensorial incide y es detectada únicamente por un tipo específico de sensor cognitivo (por ejemplo, lo visible por las células fotosensibles de los ojos). Por ejemplo, vemos un objeto de sentido común, digamos un perro. Hay un perro frente a nosotros. Ahora, el perro está ladrando, así que hay algo visible, hay un sonido y probablemente también hay un olor, si somos lo suficientemente sensibles al olor del perro. La información visual será tomada y registrada por las células fotosensibles de los ojos cuando esas células estén funcionando como soporte de la conciencia ocular, y la información auditiva será tomada y registrada por las células sensibles al sonido de los oídos cuando esas células están funcionando como soporte de la conciencia auditiva. Entonces, ver, oír, oler, saborear, sentir una sensación física o pensar, todos operan de la misma manera básica. “Pensar” tal vez no sea la mejor palabra – “cognición mental” sería mejor – porque eso también incluye soñar, por ejemplo, y nuestra palabra “pensar” en los idiomas occidentales no corresponde del todo con cómo hablamos de ello en la presentación budista.
Además, lo interesante es la apariencia. El sensor cognitivo afectará la apariencia del holograma mental que surge con la conciencia primaria. Por ejemplo, el holograma mental que surge a través de las células fotosensibles del ojo humano o de los ojos de una mosca o de los ojos de un pez cuando cada uno ve al perro va a ser bastante diferente, ¿no es así?, porque las estructuras de las células fotosensibles en los ojos de cada uno de ellos son diferentes. ¿Todos ven al perro? Sí, todos ven al perro, pero el holograma mental del perro va a ser bastante diferente, ¿no? Eso es muy interesante, en realidad. ¿Qué vemos?
Factores mentales
Luego, hay factores mentales que acompañan a la conciencia primaria y afectan la forma en que la actividad mental toma cognitivamente, o sostiene, su objeto. Entonces, tenemos cosas como el interés. Cada uno de estos abarca todo un espectro. El interés podría ser ningún interés o mucho interés. Podría haber atención, ninguna atención o mucha atención. La intención se refiere a lo que queremos hacer con respecto al objeto. La concentración puede ser poca concentración o mucha concentración. Entonces, también podría haber emociones positivas hacia el objeto, como amor o paciencia por él, o también podría haber emociones negativas hacia el objeto, como ira o apego.
Reconocer la actividad mental
Todo esto constituye un evento mental, un momento de actividad mental. Lo que sería útil entonces es tratar de distinguir y reconocer esta actividad mental mientras estamos sentados aquí. Recuerden, con cada momento de actividad mental, hay un objeto de sentido común y un tipo específico de información sensorial sobre ese objeto y un holograma mental de este objeto de sentido común como es representado por esa información sensorial. Un holograma mental es una visión o sonido holográficos que surge basado en una conciencia sensorial específica, con el grupo de factores mentales acompañantes, que opera a través de un sensor cognitivo específico de esa conciencia y de esa información sensorial. Si se trata de una cognición mental, el momento previo de pensar o soñar dominará y hará que el momento siguiente también sea una cognición mental. Todo esto está sucediendo en cada momento. Esto, por cierto, podría llevar años reconocerlo, así que no creas que es tan fácil reconocer qué es la actividad mental.
Creo que lo importante aquí es que la actividad mental no es solo una cosa. Hay muchos, muchos aspectos que están involucrados aquí, y todos ellos están involucrados en la actividad mental de hacer que surja un holograma mental de algún objeto de sentido común como un involucramiento cognitivo con él. Hacer que surja un holograma mental tiene que ver con el objeto de sentido común y con el tipo de información acerca de él que estará involucrada: lo visible de él, su sonido, etc. Para que surja el holograma mental se requiere una conciencia primaria que opere a través de un sensor cognitivo. El involucramiento cognitivo es con una conciencia primaria que simplemente conoce que es algo visible o un sonido, y los factores mentales que están lidiando con ello: la atención, el interés, el amor, el odio, etc. Todo eso es lo que está pasando en cada momento. No hay un yo separado, no hay una máquina separada llamada mente que lo esté haciendo, y no hay un yo separado que lo esté observando, aunque pueda parecer así en nuestra meditación, que hay un yo que está sentado en la parte posterior de nuestra cabeza buscando esta actividad mental y observándola. Incluso ese mirar u observar es el surgimiento de un holograma mental de mirar y observar, por lo que no hay un yo separado de todo esto. Aunque si nos hacemos la pregunta: “¿Quién está pensando?”, por supuesto, soy yo; no eres tú. Es individual.
Empecemos al menos a familiarizarnos con esta meditación para reconocer la actividad mental. Hay muchas formas de hacerlo, por supuesto: con los ojos abiertos, mirando a nuestro alrededor o con los ojos cerrados. Aquí creo que es mejor con los ojos abiertos. De esa manera, estamos viendo, estamos escuchando. Por cierto, ¿pueden oír algo? Puedo oír el tictac de este reloj. No sé si pueden oír algo. La habitación es bastante silenciosa. Incluso si comenzamos a pensar verbalmente, eso sigue siendo el surgimiento de un holograma mental de un pensamiento y un involucramiento cognitivo con él: lo estamos pensando, y no hay un yo separado que esté pensando.
Giren su cabeza de un lado a otro. Surgirán diferentes hologramas mentales porque están viendo cosas diferentes.
Creo que el holograma mental más interesante es el holograma mental de palabras o de una frase. ¿Alguna vez han pensado en eso? Solo escuchamos una consonante o vocal, o una combinación de consonantes o vocales a la vez. Cuando decimos la primera sílaba de una palabra y luego decimos la segunda sílaba de la palabra, ya no escuchamos la primera sílaba; ahora estamos escuchando la segunda sílaba. Cuando decimos la segunda palabra, ya no escuchamos la primera palabra. Entonces, ¿cómo podemos entender lo que alguien dice? Porque no escuchamos la palabra completa en el mismo momento y ciertamente no escuchamos la oración completa en un momento y, sin embargo, entendemos el significado. Eso es porque hay un holograma mental de la palabra u oración. Eso es lo que estamos escuchando. Escuchamos los sonidos a través de un holograma mental que representa la palabra u oración completa. Es muy interesante, de hecho. Es sorprendente cómo escuchamos y entendemos el lenguaje o cómo vemos algo en movimiento. Solo vemos un cuadro a la vez, pero podemos ver movimiento: hologramas mentales.
[Meditación]
Bien, obviamente tendremos que continuar con cada una de estas breves meditaciones, pero solo quería darles una pequeña muestra.
Preguntas
Entonces, ¿dices que todo es un holograma mental, incluso lo que pensamos, nuestros pensamientos?
Todo lo que vemos y todo lo que oímos y pensamos también es a través de un holograma mental.
¿Quién crea el holograma o qué lo crea?
¿Qué crea el holograma? Como dije, hay un componente físico, por lo que hay energía, etc. Si decimos “pienso” o “veo”, está bien. Pienso o veo, pero no hay un yo o una mente separada de esto que lo esté creando. Lo que vemos o sentimos… Ahora, el Prasánguika Gelugpa: Hay un objeto externo, como esta estatua – ese es el objeto externo de sentido común – y lo vemos a través de un holograma mental. La ciencia occidental también estaría de acuerdo con eso. Lo que dirían en el budismo es que el holograma mental –la palabra real para ello es simplemente la palabra aspecto (rnam-pa), pero eso no comunica mucho– este holograma mental es transparente, por lo que a través de él vemos el objeto externo, la estatua, y ese holograma mental representa la estatua para nosotros.
Pero es diferente en cada persona porque también depende de las huellas que uno tiene en su vida. Por ejemplo, el perro. Cuando veo un perro, tengo miedo. Otras personas ven un perro, sienten...
Bien. Lo que veamos va a ser diferente, pero aquí tenemos que diferenciar. El acontecimiento mental se compone de muchas cosas. El holograma mental será, como digo, una imagen mental de un perro. Ahora, para cada uno de nosotros, ese holograma mental se verá diferente porque lo vemos desde diferentes ángulos, diferentes distancias y diferentes alturas, y podríamos verlo a través de ojos humanos o de araña, así que será diferente. Ahora, los factores mentales que lo acompañan también diferirán, ya sea que haya miedo, compasión, amor, lo que sea, que le darán sabor a este evento mental.
Al observar la estatua, el holograma que surge será diferente porque estamos a diferentes distancias y diferentes ángulos.
Ese es un punto técnico.
Bueno, pero se verá diferente. Si tomaras una foto con una cámara Polaroid y él tomara una foto, en realidad no serían exactamente iguales. ¿Estamos todos viendo el mismo objeto? Esto se convierte en una cuestión filosófica complicada.
Actividad mental significa experimentar algo
Bien, sigamos. Un sinónimo de actividad mental, o mente, es experimentar algo. Ahora bien, la experiencia no se refiere al sentido de "he estado en este trabajo durante mucho tiempo y, por lo tanto, tengo mucha experiencia". No estamos usando "experimentar" para referirnos a eso. Tampoco significa "esa fue una experiencia terrible", por lo que tampoco se utiliza la palabra "experimentar" en ese sentido. Experimentar algo es la gran diferencia entre un ser sintiente (alguien con mente) y una computadora. En la computadora, en la pantalla, surge cierta información, alguna representación, una imagen de algo, y puede haber... Bueno, no sé si hay un involucramiento cognitivo, tal vez no, pero la computadora no experimenta el objeto. Con actividad mental experimentamos el objeto. Entonces, ¿qué significa experimentar? Para experimentar, necesitamos tener dos factores mentales, lo que se llama darse cuenta que contacta (reg-pa) y sentir un nivel de felicidad (tshor-ba).
Darse cuenta que contacta
Darse cuenta que contacta: algunas personas lo traducen como “contacto”, pero no se refiere a algo físico; es un factor mental. Entonces, es el darse cuenta que contacta. Con el darse cuenta que contacta, experimentamos el objeto como algún nivel placentero, desagradable o neutro. Es como experimentamos el objeto.
Cómo lo experimentamos –lo experimentamos como algo agradable o desagradable– está influenciado por muchas cosas. Está influenciado por nuestras tendencias kármicas. Podría estar influenciado por nuestra familiaridad con el objeto en esta vida; cuanto más nos familiarizamos con él, más lo encontramos agradable o menos agradable.
Podría verse influenciado por factores ambientales, como si es de día o de noche, si hay suficiente luz, cómo está la temperatura o el clima. Al contemplar el hermoso paisaje mientras estamos bajo la lluvia helada, encontramos que la vista del paisaje no es tan agradable. Si lo experimentamos bajo un agradable y cálido sol, lo encontraremos agradable. Es afectado por eso. Puede verse afectado por quién o qué nos rodea, la compañía con la que estamos. Podría haber un perro ladrando muy fuerte y gruñendo al mismo tiempo mientras contemplamos este bonito paisaje, por lo que el paisaje ya no nos resulta muy agradable. Podría haber mucho ruido de tráfico. Todo eso afectará ese darse cuenta que contacta.
Luego, hay otros factores, como factores corporales, que lo afectarán. ¿Estamos cansados, tenemos hambre, tenemos frío, estamos enfermos? Eso también afectará cómo experimentamos el objeto como agradable o desagradable. Además, los otros factores mentales afectarán la forma en que experimentamos ese objeto, y esos factores mentales podrían dirigirse al objeto, como la ira o el amor. O podrían estar dirigidos a algo completamente diferente: "Estoy muy enojado por lo que pasó hoy y por eso no encuentro muy agradable esta comida porque estoy de mal humor". Eso también afectará cómo experimentamos el objeto.
Entonces, muy importante, ¿cómo consideramos el objeto? ¿Lo consideramos hermoso? ¿Lo consideramos delicioso? ¿Lo consideramos mío? Eso afectará mucho si lo encontramos agradable o desagradable. ¿Lo vivimos como un pedazo de basura? La forma en que consideramos el objeto también afectará cómo lo experimentamos.
No podemos decir que el objeto por sí mismo sea agradable o desagradable, y que la forma en que lo experimentamos no se debe únicamente a nuestro karma. Son todos estos otros factores los que afectarán la forma en que experimentamos algún objeto. Eso es parte de experimentar.
Sentir un nivel de felicidad
El segundo factor mental es sentir un nivel de felicidad, y así es como experimentamos la actividad mental de ver, oír o pensar en el objeto. Esto se diferencia: cómo experimentamos el objeto y cómo experimentamos nuestro conocer el objeto, nuestro ver el objeto. De acuerdo con encontrarlo placentero en algún nivel, sentiríamos algún nivel de felicidad. La felicidad es ese sentimiento que, cuando surge, nos gustaría que continuara, y de acuerdo con encontrarlo en algún nivel desagradable, sentimos algún nivel de infelicidad. La infelicidad es ese sentimiento que cuando surge, nos gustaría que terminara. “Ya no quiero ver esto. No quiero quedarme bajo la lluvia y mirar esto”. Entonces, no estamos contentos. La infelicidad, un factor mental. Ese nivel de felicidad que sentimos madura a partir de potenciales kármicos positivos de nuestro comportamiento constructivo previo y la infelicidad de potenciales kármicos negativos de nuestro comportamiento destructivo previo. Esto es parte de toda la maduración del karma, lo que vamos a sentir en ese momento.
Entonces, recuerden, la forma en que experimentamos el objeto se ve afectada por todos estos diferentes factores, el entorno, cómo lo consideramos, nuestros factores mentales, nuestro estado mental, etc. Y sentirnos felices o infelices, eso estará en armonía con eso. Eso proviene de potenciales kármicos, que maduran y hacen que nos sintamos infelices o felices en ese momento. Sin embargo, la felicidad no es el tipo de felicidad que satisface; no dura. Ese tipo de felicidad tiene desventajas. Esto es lo que significa experimentar algo. Eso es parte de esta actividad mental.
¿Puedes tener un darse cuenta que contacta desagradable y un sentimiento de felicidad con eso?
Siempre dicen que no. Quiero decir, es muy interesante. Usemos el ejemplo del placer y el dolor. El placer y el dolor son sensaciones físicas. No son un sentimiento de felicidad o infelicidad. Son diferentes. Podríamos tener dolor… Podríamos ser masoquistas. Entonces, estamos experimentando dolor. Ahora bien, podríamos estar experimentándolo de cierta manera por cómo lo consideramos. Si somos masoquistas, podríamos considerarlo como algo agradable y nos alegraríamos: “Me lo merezco”, o lo que sea. Necesitamos diferenciar el objeto de cómo lo experimentamos.
Quizás también una madre dando a luz.
Bueno, esto es interesante. Dar a luz, dice ella, es dolor, pero lo vives con alegría. ¿Lo vives con felicidad? Esto es interesante. ¿Nunca has dado a luz? Yo tampoco.
Muchas madres nos dicen que ese dolor les resulta agradable. Es doloroso, pero da mucha felicidad.
Bueno, no. Creo que aquí hay una diferencia. Hay una diferencia. ¿Cuál es el holograma mental? Un holograma mental que está surgiendo es a través de las células del cuerpo sensibles a las sensaciones físicas, que sienten dolor, mucho dolor, y es desagradable, y no estamos muy contentos con eso. Pero, al mismo tiempo, pensamos y vemos salir un bebé, y ese holograma mental, esa cognición, es agradable, y nos sentimos felices. Cada uno tiene su propio aspecto de darse cuenta que contacta y su propia felicidad.
Ahora, todas estas cosas suceden simultáneamente. También existe la teoría de que se alternan, pero si ocurren simultáneamente, que es lo que la mayoría aceptaría, entonces lo que es diferente aquí es la cantidad de atención que se pone en ese evento mental. Si realmente nos concentramos en el hecho de que “aquí hay un bebé que sale”, entonces nos sentimos muy felices e ignoramos el dolor porque no le prestamos mucha atención, a pesar de que ese holograma mental está surgiendo, y estamos experimentando el dolor.
¿O qué tal cuando nos perforan el diente con novocaína para no sentir dolor y, aun así, nos sentimos muy infelices? ¿Por qué? ¿Con qué holograma mental no estamos contentos? En realidad, es nuestro pensamiento de que “me están perforando el diente” y ver al dentista encima de nosotros, etc., y el ruido. El ruido del taladro suele ser lo que realmente nos hace infelices, pero no es la sensación física porque no sentimos nada. Nuevamente, aquello a lo que prestamos atención va a resumir la experiencia de ese momento. Es muy importante darnos cuenta de eso, porque entonces podemos cambiar aquello a lo que prestamos atención en ese momento, así que en cierto sentido...
Por ejemplo, en mi casa, vivo en una esquina muy transitada y hay mucho ruido del tráfico. Lo escucho todo el día, pero realmente no le presto atención en absoluto. Estoy tan acostumbrado que no le presto atención y puedo hacer mi trabajo sin que me molesten. Sin embargo, al principio me molestaba mucho porque prestaba demasiada atención al ruido. Entonces es así.
Ejercicio para reconocer la actividad mental
Tratemos de reconocer o identificar dentro de nuestra experiencia, dentro de nuestra actividad mental, que todo esto de lo que hemos hablado está sucediendo. Tenemos el surgimiento de un holograma mental, es a través de sensores, y hay una cierta conciencia primaria que determina si esto es ver, oír o sentir una sensación física, o estamos pensando o soñando. Quizás aquí no estemos soñando porque no estamos dormidos, pero podríamos estar soñando.
Por cierto, el pensamiento no tiene por qué ser verbal. Podríamos tener una película mental pasando por nuestra cabeza. Hay muchos tipos diferentes de lo que en el budismo se llamaría pensamiento. Por lo general, en Occidente, el pensamiento... tendemos a identificarlo solo con el pensamiento verbal, pero no tiene por qué ser pensamiento verbal. Incluso cuando es audio, no tiene que ser verbal porque podríamos estar cantando una canción en nuestra cabeza o simplemente escuchando música en nuestra cabeza. Todo eso está cubierto por la palabra tibetana "pensar". No sé cómo lo llamaríamos todo en nuestros idiomas occidentales.
De todos modos, existe este surgimiento de un holograma mental, el involucramiento cognitivo con él y experimentarlo. El darse cuenta que contacta, experimentar el objeto como agradable, desagradable o neutro (y recuerden que esto es todo un espectro, por lo que no tiene por qué ser dramático) y junto con eso, nos sentimos felices o infelices. Felices, ¿queremos seguir mirándolo? O ahora estamos aburridos, hemos estado mirando el mismo objeto, pero ahora no estamos contentos, ahora tenemos un darse cuenta que contacta desagradable con él, y movemos la cabeza y miramos otra cosa.
¿Por qué movemos la cabeza y miramos otra cosa? Porque hay un nivel muy bajo de infelicidad con lo que estamos viendo. Estamos cansados de mirarlo. Eso es infelicidad, un nivel muy bajo. No tiene por qué ser que estemos llorando y molestos. Cuando miramos a nuestro alrededor y nuestra visión se queda en algo, bueno, porque nos resulta agradable, estamos felices de mirarlo por un rato. Ese es el problema. No querríamos verlo para siempre. Al cabo de un rato nos cansamos mucho. O escuchar la misma canción una y otra vez. Entonces, lo placentero, lo desagradable, lo feliz, lo infeliz, también surge como parte de la actividad mental, y esto es lo que diferencia nuestra mirada de una cámara que toma una fotografía. La cámara no experimenta su objeto.
Pero las cámaras modernas pueden hacer algo para mejorar la imagen.
Bueno, hacen algo para mejorar la imagen, pero no es agradable desde el lado de la imagen y la cámara no la encuentra mejor. Así es como lo experimentamos – lo experimentamos como agradable.
Es una especie de experiencia de la cámara, diría yo.
No. La cámara puede programarse para dar surgimiento a ciertos aspectos de algo, pero eso no significa que tenga un darse cuenta que contacta agradable o desagradable con eso y se sienta feliz o infeliz.
En realidad, no hay mucha percepción de un sentimiento neutro, ¿verdad?
Bueno, no. Hay neutro, pero se refiere a la ausencia de felicidad o infelicidad que experimentamos en estados extremadamente profundos de concentración absorta. Pero en un nivel ordinario, estar absolutamente en el medio de ese espectro de felicidad o infelicidad sería, de hecho, raro. Sin embargo, es un fenómeno muy interesante. Cuando decimos “no siento nada”, ¿qué significa que no sentimos nada? Significa que en realidad no estamos prestando atención a lo que sentimos, y eso puede deberse a muchas razones que lo están afectando. Podríamos tener miedo de saber realmente lo que estamos sintiendo. La tristeza es un tipo de infelicidad, y puede ser tan profunda y tan reprimida que lo que experimentamos es “no sentir nada” cuando en realidad nos sentimos muy tristes.
Ahora se vuelve muy interesante porque aquí hay tres teorías. Estamos mirando la habitación y vemos a todas estas personas, y vemos la pared y estos hermosos thangkas tibetanos, estas pinturas en brocado. Todo eso está en nuestro campo de visión, pero ¿qué estamos sintiendo? Entonces, hay tres teorías.
- Una es que tenemos cogniciones individuales de cada pieza que vemos, es decir, de cada persona. Es agradable ver esta pieza y nos sentimos felices, y es desagradable ver aquella pieza, y nos sentimos infelices, y es neutro ver la pared, y es agradable ver ese thangka. Cada cosa individual que vemos ocurre cada una en una cognición individual. Esa es una teoría.
- Otra teoría es que estamos viendo todos estos objetos individuales, pero solo hay una cognición de todo el conjunto. Hay simplemente un sentimiento general de felicidad o infelicidad al ver todo el campo, aunque estemos viendo todos estos objetos individuales.
- La tercera teoría es que simplemente estamos viendo todo el campo sensorial, un objeto y un sentimiento con él.
Eso es muy interesante. ¿Qué sentimos cuando miramos algunas cosas, algunas de las cuales nos gustan y otras no? Eso es muy interesante, de hecho. ¿Cómo funciona? No hay una respuesta clara. Existen estas tres teorías.
Mucho dependerá de en qué nos centremos dentro de ese campo sensorial. Viendo todo el campo sensorial, pero nos estamos enfocando en esta persona dentro de él o en la camiseta que lleva puesta. Eso sería diferente a enfocarnos en su rostro, ¿no? Puede que sea muy bonito verle la cara, pero en realidad no es una camiseta muy bonita, por ejemplo. Solo como ejemplo. No digo que tu camisa no sea bonita.
Experimentar es algo que podemos reconocer e identificar como parte de esa actividad mental. Es difícil decir qué es, ¿cierto? Pero está ocurriendo, estamos experimentando cosas.
Actividad mental conceptual y no conceptual
Ahora bien, esa actividad mental puede ser conceptual o no conceptual. Lo no conceptual puede ser sensorial o en sueños. Un sueño no sucede a través de nuestros ojos ni nada parecido, pero en el sueño parece como si estuviéramos viendo algo o escuchando a alguien hablar o sintiendo una sensación física como caer o volar o lo que sea, por lo que eso sería no conceptual.
O la actividad mental podría ser conceptual. Lo conceptual es solo mental y, nuevamente, eso puede ocurrir cuando estamos despiertos o en sueños.
¿Cuál es la diferencia? Conceptual es a través de una categoría. Hay varios tipos de categorías. Podría ser una categoría de objeto (don-spyi), como perro o café, o puede ser una categoría de audio (sgra-spyi) del sonido de una palabra. ¿Cómo es que vemos tantos animales diferentes y los conocemos a todos como perro? Es a través de la categoría de perro. Todos se ven bastante diferentes, pero a través de esa categoría de perro, los vemos como perros. O café, hay muchos tonos diferentes de café. Todos ellos los vemos a través de la categoría café. O una categoría de audio del sonido de una palabra. Es muy, muy interesante en realidad. Podemos decir la palabra "perro" y podemos escucharla en muchas, muchas voces diferentes de personas y pronunciarla de maneras muy diferentes, y podría estar en diferentes volúmenes y, sin embargo, escuchamos que, a través de la categoría, este es el sonido de la palabra "perro". Todos dicen "perro". En realidad, es asombroso, pero así es como funciona. Entonces, existen estas categorías de audio.
Luego, hay categorías de significado (don-spyi), como el significado de la palabra “amor”. ¿Qué significa la palabra “amor”? En diferentes momentos, sentimos amor. ¿Sentimos exactamente lo mismo cada vez? No, en realidad no. Lo que siento yo y lo que sientes tú, ¿es exactamente lo mismo? No. Pero le hemos dado una palabra, “amor”, y tiene un significado. Es realmente interesante porque lo que creo que significa y lo que tú crees que significa podría ser algo muy diferente, y lo que dice el diccionario también podría ser algo diferente, pero tengo un significado para ello, y cuando uso esa palabra, significa esto.
Entonces, tenemos estas categorías. Lo no conceptual no pasa por el filtro de una categoría. Veamos si dentro del mero surgimiento de un holograma mental e involucrarse cognitivamente, podemos identificar si una categoría está involucrada o no. Vemos todos estos objetos como mesas. Hay una categoría de mesa. ¿Tenemos que pensar verbalmente: “Mesa, mesa, mesa”? No. De manera no conceptual, sentimos algo, pero a través de la categoría felicidad, nos sentimos felices. Hay una diferencia entre ver algo o "estoy viendo una mesa".
Entonces, se vuelve aún más interesante. Cuando simplemente estamos viendo algo, ¿en realidad estamos viendo una mesa? ¿O es solo a través de la categoría mesa que la vemos como una mesa? ¿Es realmente una mesa? Quizás sea una silla. Podemos ver esto como una mesa o una silla, pero parece que es imposible ver algo no conceptualmente sin verlo mentalmente también como una silla o una mesa. Eso es muy, muy difícil de identificar, lo que es cognición no conceptual, extremadamente difícil de reconocer. Normalmente sucede en un microsegundo, tan rápido que no podríamos notarlo, pero lo no conceptual es simplemente registrar que es algo visible, un sonido.
Nuevamente, depende de la teoría de la cognición. ¿Es solo algo visible porque simplemente estamos viendo todo el campo sensorial? ¿O tenemos cogniciones separadas para cada elemento en el campo sensorial, de modo que solo vemos elementos: persona, mesa, una cosa, un elemento? ¿O es incluso más pequeño? ¿Estamos percibiendo el color, percibiendo la forma? O dentro de una sensación física, ¿percibimos textura o percibimos temperatura?
Entonces, dentro de que es un elemento, ¿qué tipo de elemento es? Es un tema complicado. Quería introducir algunas cosas más antes de entrar en ese tema, pero aquí es realmente donde se unen la teoría de la cognición y la teoría de la vacuidad. ¿Qué establece que sea una mesa? ¿Qué establece que sea una silla? ¿Hay algo dentro de ese objeto o qué? ¿Qué lo establece como un elemento conocible? ¿Hay una línea a su alrededor que lo separa de lo que está al lado y que lo convierte en un elemento?
Podríamos juntar formas de diferentes colores de lo que vemos incorrectamente como un elemento. Como el color rojo de tu manto y el color rojo de la mesa. Podríamos ver todo como una sola cosa porque tu bata y tu camisa tienen diferentes tonos de rojo, al igual que la mesa. ¿Hay una línea alrededor de tu túnica que separa el rojo de la túnica del rojo de la mesa? ¿Dónde está la línea? Interesante.
Todo eso viene del lado de la actividad mental, no del lado del objeto y, sin embargo, hay cosas de sentido común.
Los tres criterios de Chandrakirti para un etiquetado válido
Eso entra en cómo validamos lo que vemos. Están los tres criterios.
- Hay una convención de túnicas. No existe una convención entre esa forma roja de tu cuerpo y esa forma roja de la mesa formando un solo elemento. No existe ninguna convención al respecto. No hay ningún nombre para ello. Entonces, una convención, eso es desde el lado de la mente.
- No se contradice con un conocimiento válido de su verdad convencional. Si me quito las gafas, solo veo una mancha, una borrosidad roja. Entonces, ¿tú ves una borrosidad roja? ¿Tú ves una mancha roja? No. Dirías: "No, no hay una mancha roja allí". Es correcto que el holograma mental que estoy percibiendo es el holograma mental de una borrosidad roja. Eso es correcto, pero no hay una borrosidad roja ahí fuera, por lo que no sería válido verlo como una borrosidad roja. O me pareció oírte decir que sí, pero cuando les pregunto a todos los demás y te pregunto a ti también, dices: “No dije que sí. Dije que no". Es contradicho por otros que válidamente lo escucharon. Entonces, eso nuevamente es validado por el lado de la mente.
- No lo contradice una mente que ve válidamente la verdad más profunda. No debería ser contradicho por eso. La verdad más profunda es que no podemos encontrar algo dentro de ese objeto que lo convierta en mesa o en silla, estableciéndolo por su propio poder como mesa o silla. Se establece como mesa o silla etiquetándola mentalmente y usándola como mesa o silla, concibiéndola como una mesa o silla y usándola así. Desde el punto de vista convencional, si lo etiquetamos como un perro, bueno, no podría funcionar como un perro, por lo que se contradice.
Esto entra en todo este asunto de los rasgos característicos, pero permítanme agregar un poco más aquí.
Cognición no conceptual
Cognición no conceptual – Su Santidad el Dalái Lama lo explicó muy bien hace unas semanas en Toulouse. Dijo que la cognición no conceptual se relaciona con su objeto involucrado, el objeto de sentido común y el holograma mental mediante un proceso de establecer (sgrub-pa) al objeto como algo que conocemos: visual, auditivo, mental. Simplemente lo establece; ahí está. Entonces, tenemos esta teoría que estaba explicando: ¿Es todo el campo sensorial? ¿Son individuales o lo que sea? Dependiendo de cuál de estas teorías aceptemos, la cognición no conceptual establece su objeto ya sea como un tipo convencional de campo sensorial (lo establece como algo visible o como un sonido), o si vemos objetos individuales solo con fases individuales de conciencia, lo establece como un objeto convencional (tal como un elemento individual) dentro de un campo sensorial, o como un rasgo característico, si eso es lo que es, dentro del campo sensorial o dentro de un elemento, como un nivel de luz, un tipo de color, un nivel de temperatura, un tipo de textura. Lo único que hace es establecerlo así.
Reversos conceptuales
La cognición conceptual se relaciona con el objeto involucrado a través de un proceso de exclusión (sel-ba) de todo lo que no sea el objeto, por lo que especifica su objeto. Esto se vuelve muy, muy interesante.
Así es como funciona. Cuando pensamos en un perro, pensamos en la categoría perro, ¿verdad? Ahora bien, ¿cómo pensamos en un perro? A través de esa categoría, tenemos un especificador – se llama reverso o aislado conceptual (ldog-pa) – que especifica, excluye todo lo demás excepto este holograma mental, y eso es en lo que pensamos cuando pensamos en un perro. Piensen en un perro. ¿Cómo pensamos en un perro? Esa categoría en sí misma excluye gato y mesa, pero la forma en que pensamos, en que funciona la mente, es que excluye todo lo demás, por lo que especifica un holograma mental particular para representar al perro. Ahora bien, ese holograma mental podría estar solo cuando estamos pensando, por lo que el perro que aparece no está allí. O podría ser cuando en realidad estamos viendo al perro, y ese holograma mental que surge mirando al perro, esto es lo que lo representa en nuestra mente, cuando lo estamos viendo, un perro. ¿Me siguen?
Estas son formas muy diferentes de conocer algo. Su Santidad lo explicó muy claramente –descubrí que fue realmente revelador– que lo no conceptual simplemente establece que es algo visible, ahí está, o es un ser vivo. Ahora, conceptualmente, especifica, excluyendo todo lo demás: es un perro. De todos los tipos de seres vivos, es un perro, y así es como se ve un perro cuando solo pensamos en él... Estoy seguro de que cada uno tiene una imagen mental diferente de cómo se ve un perro.
Bueno, no es que excluyamos todo activamente, porque nunca podríamos hacerlo. Por eso siempre me refiero a ello como “nada más que”. Estamos concibiendo un perro a través de este reverso, que es “nada más que un perro”. ¿Qué es esto? Esto no es nada más que un perro, pero eso excluye todo lo demás. Generalmente, eso se traduce como la doble negación: no es un perro. Sin embargo, eso se vuelve muy, muy difícil de entender.
Así funciona el pensamiento conceptual. Especifica algo. Lo no conceptual es sin especificar, pero tanto lo conceptual como lo no conceptual tienen consigo el factor mental de distinguir ('du-shes). Esto se vuelve muy complicado, así que primero, tengamos la idea de especificar, la exclusión de todo lo demás. Hay formas bastante diferentes en que funciona la actividad mental, ¿no es así? ¿Pueden entender esto? Es difícil de reconocer –muy sutil– porque no es un proceso activo de aislamiento y porque también existe el proceso de encajar algo en una categoría. Eso tiene que ver con lo que llamamos "etiquetado mental".
Dentro de nuestra actividad mental, observen también estos dos tipos de actividad. Uno simplemente está estableciendo algo visible y ahora aislando y especificando conceptualmente: "Este es un ser humano". Bueno, estamos representando ser humano mediante este holograma mental de "ella". Eso representa un ejemplo de ser humano para nosotros, que eres un ser humano, no simplemente establecer que estamos viendo algo. Todo eso es parte de la actividad mental.
Distinguir en la cognición no conceptual
Ahora bien, tanto la actividad no conceptual como la conceptual tienen el factor mental de la distinción ('du-shes). Esto suele traducirse como “reconocimiento”, pero es más básico que eso; es distinguir.
La cognición no conceptual distingue tomando un rasgo característico no común o un rasgo definitorio (mtshan-nyid) de su objeto que aparece (snang-yul) – ese es el holograma mental del campo sensorial o algún objeto de sentido común dentro de él o alguna característica del mismo – y le atribuye un significado convencional (tha-snyad 'dogs-pa) como objeto conocible. Eso no es tan fácil.
Entonces, ¿qué está haciendo? Distingue algún rasgo característico definitorio y le da el significado convencional de que se trata de un objeto conocible, de que estamos viendo algo. Sin embargo, tiene que haber alguna característica que nos permita ver esto como un objeto, o una característica, un rasgo definitorio, que lo adscriba como algo visible o un sonido. Entonces, distingue eso. Dentro de ese campo sensorial, esto es lo que distingue. No le da un nombre ni un significado de un nombre.
Por ejemplo, nunca antes habíamos visto una computadora, pero con cognición no conceptual podemos distinguirla como un elemento sobre la mesa. Estamos viendo algo. No sabemos qué es. Ni siquiera sabemos su nombre, pero lo distinguimos de la mesa. Eso es no conceptual. Tiene distinción. O podría ser distinguir algo visible de un sonido, distinguir un campo sensorial visual, no un campo sensorial auditivo. No le da un nombre.
Distinguir en cognición conceptual
En la cognición conceptual, distingue tomando una característica compuesta (bkra-ba) de su objeto que aparece. Su objeto que aparece es una categoría. Con lo no conceptual, son los rasgos característicos del objeto de sentido común en el holograma mental. En lo conceptual, es una característica de la categoría y le atribuye un nombre o palabra convencional (con o sin también un significado convencional del nombre o la palabra), por ejemplo, “perro”, “café” o “amor”.
Tenemos una categoría. ¿Cómo definimos la categoría? Bueno, la característica compuesta que define la categoría es algo que nosotros u otros inventamos. Es la característica definitoria que todos los elementos que encajan en esta categoría tienen en común. Alguien lo inventó. La persona que escribió el diccionario lo inventó, pero esa característica definitoria de la categoría la convierte en una categoría de café, no de amarillo. Luego aísla esta categoría de todas las demás y especifica un holograma mental para representar la categoría, etiqueta el nombre sobre ese holograma mental y, a través de ese holograma mental, etiqueta el nombre en el objeto de sentido común convencional.
Entonces, tenemos una categoría de perro con alguna característica definitoria que lo convierte no en un lobo ni en un gato; es una categoría de perro. Luego, aislamos... especificamos un holograma que representa al perro. Ahora tenemos una palabra, que es otra cosa más, una palabra. Decimos: “Bueno, esa palabra representará esta categoría y ahora la etiquetaré como 'perro'. Vamos a llamar a la categoría 'perro'”. Y ahora vamos a llamar “perro” a ese holograma mental, y también llamaremos “perro” al objeto de sentido común, sin importar qué tan fuerte diga alguien la palabra "perro" o la voz con la que la digan. Cuando los escuchamos decir: "Oh, hay un perro", sabemos que todos están hablando de este objeto. ¿Cierto?
Rasgos característicos
Hay rasgos característicos del holograma y del objeto de sentido común y rasgos característicos de la categoría. La distinción en la cognición no conceptual tiene que ver con las características del holograma mental, y la conceptual se ocupa de distinguir las características de la categoría.
Ahora bien, lo interesante es que los rasgos característicos no se pueden encontrar estableciéndose por sí solos del lado de los objetos convencionales de sentido común, ni del lado del holograma mental, ni del lado de las categorías, sino que convencionalmente todos los fenómenos tienen rasgos característicos. ¿Podemos encontrar la característica definitoria dentro de esta categoría perro que está ahí por su propio poder y la convierte en una categoría perro? No se puede encontrar dentro de la categoría y no es por su propio poder, o junto con el etiquetado mental de la palabra "perro", lo que lo convierte en un perro. La categoría perro es una categoría perro simplemente por el poder del etiquetado mental únicamente.
Ahora bien, diríamos que convencionalmente hay rasgos característicos. Si los buscamos, no podemos encontrarlos. Esto no es muy fácil de entender. Aunque existen convencionalmente, no establecen la existencia del objeto como un objeto válidamente conocible, o como “esto” o “aquello”, por su propio poder o incluso por su propio poder en conjunto con el etiquetado mental.
Daré un ejemplo. Lo no conceptual es difícil, por lo que lo conceptual es mucho más fácil. ¿Hay algo dentro de este objeto que lo convierta en una mesa o una silla, algún rasgo definitorio, por su propio poder, independiente del concepto de mesa o silla que alguien inventó? Aunque convencionalmente diríamos que es una mesa y una silla. Hemos creado una definición de mesa o silla: algo en lo que podemos sentarnos, algo que tiene una superficie plana sobre la que podemos colocar objetos. Entonces, bueno, claro, convencionalmente, eso es una silla y eso es una mesa. Sin embargo, si vemos hacia adentro, ¿esa característica definitoria siempre estuvo ahí, independientemente de que alguien haya ideado alguna vez una mesa o una silla? No.
O una emoción, el amor. Sentimos muchas cosas diferentes, ¿no? Todo el mundo siente cosas diferentes y sentimos cosas diferentes en cada momento. ¿Hay algo dentro de cada uno de esos sentimientos (estoy usando sentimiento en el sentido occidental de eso) dentro de cada una de estas emociones que, por su propio poder, los convierta en amor? Si no existiera el concepto de amor, ¿qué lo establecería como amor? Es el concepto de amor, a lo que se refiere el concepto de amor, pero convencionalmente diríamos, válidamente, “siento amor”, y otras personas estarían de acuerdo. No se contradice. Existe esa convención y otras personas pueden validarla; podemos validarlo. No vamos a convertirlo en algo fantástico, lo cual es imposible, como pensar que durará para siempre y nos hará eternamente felices. Las características no se pueden encontrar del lado del objeto, aunque convencionalmente – cuando no estamos mirando – tendríamos que decir: “Bueno, claro, esto tiene las características del amor”, pero eso es muy difícil de encontrar. Alguien lo ha definido, ya sea de forma general (en el diccionario) o nuestra propia definición. Definición significa características definitorias: esto y esto y aquello.
Color: café o amarillo. Bueno, tenemos luz y tenemos longitudes de onda de luz. Alguien tuvo que idear el concepto de colores para diferenciar estas diferentes longitudes de onda y también marcar los límites: “Entre esto y aquello está el café. Entre esto y aquello está el amarillo”. Diferentes personas tienen diferentes límites y diferentes culturas tendrán diferentes límites. No hay nada del lado de la luz que la establezca como color o como este color o aquel color. Lo no conceptual lo tendría como color. Lo conceptual tendría amarillo o café, e incluso desde otro punto de vista, podríamos decir que el color también es conceptual. Depende de si estamos percibiendo un campo sensorial completo o si estamos percibiendo un elemento. Existen diferentes teorías sobre cómo funciona la cognición, pero se trata de percibir una característica con una cognición. ¿De acuerdo?
Esto no es fácil. Esto entra dentro de toda la discusión sobre la vacuidad en términos de lo que establece un objeto como lo que es. ¿Estamos viendo amarillo? ¿Estamos viendo café? Bueno, convencionalmente tendríamos que decir: "Sí, veo amarillo o café". Otras personas estarían de acuerdo, pero ¿qué establece o hace que sea café o amarillo? Esa es una convención, etiquetada mentalmente y aplicada. ¿Hay algo del lado del objeto, como un gancho, que nos permita aplicarlo? No. ¿Y eso podría permitirnos aplicar diferentes palabras en diferentes idiomas? No. ¿Es una mesa? ¿Es un Tisch (la palabra alemana para mesa) ¿Perro? ¿Es un Hund? ¿Qué es?
Además, con estas cogniciones, podría ser válido o no válido. Válido significa que es preciso y decisivo. No tenemos tiempo para entrar en eso, pero esto entraña una gran discusión sobre lo que es entender. "Entender" es una palabra occidental que implica conocer realmente el significado de algo. Para saber el significado de algo, ¿tenemos que saber la palabra y la definición de la palabra, o simplemente saber qué es? Esta no es una pregunta muy fácil porque nuestra palabra “entender” no corresponde exactamente a la palabra tibetana (rtogs-pa). Porque la cognición no conceptual de la vacuidad ciertamente entiende la vacuidad, pero no conceptualmente. Es entenderlo, pero no entenderlo como el significado de la palabra “vacuidad” de manera precisa y decisiva.
Las emociones perturbadoras y el karma
El otro tema para el que no tenemos tiempo, pero que realmente es crucial, es que una vez que hemos identificado la actividad mental (el surgimiento de un holograma mental, el involucramiento cognitivo con él), ese surgimiento que puede ser preciso o impreciso (como una borrosidad), ¿corresponde al objeto de sentido común? La forma de conocerlo puede ser decisiva o no decisiva en cuanto a cuánta certeza hay al distinguir. Está experimentarlo –agradable, desagradable, sentirse feliz, infeliz– y, por supuesto, todos estos otros factores de atención, concentración, interés, etc. Pero luego tenemos otro conjunto de factores mentales, y estos son emociones perturbadoras y karma, y ¿son parte intrínseca de nuestra actividad mental?
Las emociones perturbadoras (ira, avaricia, apego, celos, este tipo de cosas) cuando surgen, hacen que la mente, que esa actividad mental pierda su paz mental. Ya no hay paz, toda la energía está trastornada y perdemos el autocontrol.
Karma se refiere a impulsos kármicos. Si nos atenemos al punto de vista Prasánguika de lo que estamos hablando aquí, lo que estamos presentando –los impulsos kármicos de la mente se refieren a los impulsos apremiantes– “compulsión” es una muy buena palabra para describirlo – que, como un imán, nos lleva a pensar algo o a cantar esa misma canción en nuestra cabeza. Impulsos imperiosos o compulsión: no tenemos control sobre ello. Esos son los impulsos kármicos de la mente – el factor mental del impulso. Como un imán, nos atrae a pensar. No es la actividad de pensar. No hay nada malo en pensar. La compulsividad que impulsa incontrolablemente nuestro pensamiento: ese es el karma, y de eso es de lo que queremos deshacernos.
O si hablamos de los impulsos kármicos del cuerpo, estamos hablando de la forma compulsiva que nuestro cuerpo toma compulsivamente como método que implementamos para causar que se lleve a cabo una acción del cuerpo. Aquí el karma no es una acción del cuerpo, como golpear a alguien, sino más bien es la forma que nuestro cuerpo toma compulsivamente para producir la acción de golpear a alguien. O con los impulsos kármicos del habla, son los sonidos compulsivos de las sílabas de las palabras que pronunciamos compulsivamente como un método que implementamos para causar que se lleve a cabo una acción del habla.
El Prasánguika y todos los sistemas de principios budistas son muy claros en que el karma no se refiere a las acciones en sí mismas, sino más bien a los impulsos apremiantes que impulsan nuestro pensamiento, las formas compulsivas que adopta nuestro cuerpo cuando actúa y los sonidos compulsivos que nuestra habla emite. Hay muchas teorías diferentes, pero en ninguna de ellas el karma es “acciones”.
Creo que, como forma de comenzar, lo más relevante en nuestra discusión sobre la actividad mental es tratar de reconocer el aspecto apremiante de los impulsos que producen los hologramas mentales en nuestras cogniciones: la compulsividad de nuestros pensamientos. Compulsivamente pensamos de forma destructiva o constructiva confusa, acompañados de emociones perturbadoras o actitudes perturbadoras y todo eso nos hace perder la tranquilidad y el autocontrol.
Entonces, comenzamos a analizar: ¿Es esa una parte intrínseca que siempre tiene que estar ahí con la actividad mental? Dar surgimiento a un holograma, un holograma mental, un involucramiento, un darse cuenta que contacta (agradable, desagradable), feliz, infeliz. Todo eso siempre está ahí. No hay nada malo en eso. No hay ninguna fuerza contraria que pueda detener eso. Mientras que las emociones perturbadoras y esta compulsividad, especialmente al pensar, provienen del no darse cuenta en términos del yo: "Yo tengo que hacer esto".
Un muy buen ejemplo es ser perfeccionista, hacer cosas constructivas como: “Tengo que sacar un resultado perfecto en mi examen”, “mi habitación tiene que estar perfectamente limpia” y “tengo que lucir perfectamente arreglada”, etc., compulsividad sobre la forma que toma nuestro comportamiento. Pero todo se basa en mí – “yo tengo que ser así” – pensando que este yo existe como una especie de entidad que se puede encontrar y así sucesivamente. Hay una fuerza contraria a eso, en términos de ver que el yo no existe así. Como dije, este es otro tema muy amplio, pero es el siguiente paso en el proceso de identificación de la actividad mental.
La actividad mental es, como dicen, pura. No está manchada por estos factores perturbadores. Tenemos que reconocer dentro de esa actividad mental qué es fundamental en ella (cómo funciona la actividad) y qué se puede eliminar de ella. Lo que se puede eliminar son estas emociones perturbadoras y esta compulsividad al respecto. Esos son los verdaderos alborotadores, incluso cuando se trata de ser bueno y constructivo compulsivamente, porque nos brinda el tipo de felicidad que nunca dura. Eso lleva a toda la discusión sobre la vacuidad.
Una última cosa que quería agregar de lo que Su Santidad mencionó en Toulouse, que fue muy, muy interesante. Dijo que la forma en que meditamos para reconocer esta naturaleza convencional de la actividad mental, haciendo un holograma mental y algún tipo de involucramiento con él... Esta es, supongo, la forma Gelug de hacerlo. (El Karma Kagyu lo hace de manera diferente. Tratamos de reconocerlo, en el Karma Kagyu, mientras vemos y oímos, así que tratamos de reconocerlo en cada momento de diferente tipo de cognición). Su Santidad dijo que lo que tenemos que hacer es no tener (o minimizar) la cognición sensorial. Nunca nos deshacemos completamente de la cognición sensorial, porque incluso si estamos en una habitación de privación sensorial –totalmente negra, sin absolutamente ningún sonido, y estamos acostados sobre algo que ni siquiera sentimos porque es muy suave o lo que sea– aun así, vamos a escuchar el sonido de nuestro corazón latiendo, vamos a sentir la sangre bombeando en nuestro cuerpo, y así sucesivamente. Es imposible no tener eso, pero es importante disminuirlo y no tener pensamiento verbal. Tratar de no tener categorías en las que estemos pensando verbalmente o "esto es silencio", nada de eso, y que no haya emociones extrañas o sentir de miedo. Porque mucha gente, si está en esa situación, se asusta: “Yo no existo”, etc., y tienen miedo, etc. Entonces, es sin nada de eso. En esa situación, traten de reconocer, de distinguir la actividad mental, qué es, porque esa es la mejor situación para poder distinguirla. Porque, por supuesto, entonces podemos sentir, podemos intuir la compulsividad que nos haría pensar algo. Es compulsivo, ¿no? No tenemos control sobre ello. ¿Qué es esto? Estamos intentando ir a dormir. La compulsividad en la que seguimos pensando, eso es karma, impulsos kármicos, eso es horrible. Traten de identificar: “Existe simplemente el surgimiento de un holograma mental”, etc.
De todos modos, eso nos lleva al final de nuestra discusión. Solo quería presentar diferentes puntos que podrían desarrollarse más, pero si al menos se interesan en este tema de la actividad mental y la meditación sobre la naturaleza de la mente, esto es realmente muy, muy poderoso.