Confusión sobre los cinco agregados

La motivación para trabajar con los cinco agregados

Comenzamos nuestra discusión explorando por qué queremos aprender sobre los cinco agregados que conforman cada momento de nuestra experiencia. ¿Cuál es su importancia?

Es un enfoque muy estándar en el budismo examinar primero los beneficios de aprender o desarrollar algo. Una vez convencidos, tendemos a tener un interés genuino en conocerlo y desarrollarlo. Esta guía se aplica tanto a por qué querríamos desarrollar el amor, la compasión y el deseo de ayudar a los demás, como a por qué querríamos desarrollar una comprensión clara y correcta de la realidad. Si conocemos los beneficios de cada uno de estos factores, así como las razones para desarrollarlos, podemos poner todo nuestro corazón en el esfuerzo y proceder con confianza. Ese interés, entusiasmo y convicción por hacer algo, como la meditación, y saber cómo y por qué es beneficioso, es lo que nos sostiene durante todo el proceso de realmente hacerlo.

La referencia budista tradicional establece que seguir esta guía motivacional es útil al principio, en la mitad y al final de cualquier estudio o práctica. En otras palabras, es útil para entrar realmente en una práctica, para poder continuar la práctica y para poder completar la práctica. A menudo, nos cansamos de practicar, de meditar o de ir a clase. Si reafirmamos esta motivación, que incluye nuestro objetivo, la emoción detrás de él y la comprensión de los beneficios de la práctica, la meditación o la clase en sí, continuaremos hasta el final. Por supuesto, podemos cansarnos, pero no actuamos en consecuencia y simplemente nos detenemos.  

Además, es fundamental que nuestra motivación sea sincera, que sea lo que realmente sentimos y creemos profundamente. Por ejemplo, si anhelamos la liberación y la iluminación, pero no tenemos idea de lo que realmente significan y ni siquiera estamos convencidos de que sea posible alcanzarlas, ¿cómo podemos aspirar sinceramente a alcanzarlas? En ese nivel, en cambio, podemos tener la aspiración de algún día anhelar la liberación y la iluminación para, con el tiempo, entender lo que son y estar convencidos de que es posible alcanzarlas. Además, en general, podemos esforzarnos por comprender que no solo es viable, sino que también es posible que cada uno de nosotros lo logre. Podemos aspirar a trabajar hacia ese objetivo, pero ahora, quizás, nuestro objetivo es mejorar la calidad de nuestra vida. Quizás eso es lo que sentimos sinceramente y por eso queremos aprender sobre el Dharma.

Lo mismo es cierto en términos de desarrollar una motivación para mejorar nuestros futuros renacimientos y asegurarnos de que sean con preciados renacimientos humanos. Si no estamos realmente convencidos de que existe el renacimiento y no entendemos realmente lo que significa, ¿cómo podemos aspirar sinceramente a beneficiar nuestros renacimientos futuros? Se convierte solo en palabras.

Siempre es crucial dentro de la práctica del Dharma ser completamente honestos con nosotros mismos. En esa situación, la motivación honesta es que estamos trabajando genuinamente para beneficiar esta vida, mejorar la calidad de nuestra vida debido a los muchos problemas y dificultades que enfrentamos. Entendemos el camino budista y los otros niveles de motivación - mejorar futuros renacimientos, obtener la liberación y alcanzar la iluminación- y consideramos nuestra motivación actual como un trampolín en el camino. Tenemos la intención de tratar de desarrollar estas motivaciones más avanzadas, pero aún no lo hemos logrado. Sin esta honestidad, nuestra práctica no es realmente genuina. Nuestro corazón no está realmente en eso.

Sin embargo, es esencial que nuestro objetivo final sea la liberación y la iluminación. Es cuando tenemos ese objetivo final de liberación e iluminación, como se define en el budismo, que nuestra práctica se convierte realmente en una práctica budista. De lo contrario, si seguimos métodos y enseñanzas budistas solo para mejorar esta vida, sin este objetivo final, entonces no somos realmente practicantes budistas. Estamos utilizando el budismo como un tipo de psicología y está bien, siempre que reconozcamos que lo estamos utilizando como una forma de terapia psicológica.

Del mismo modo, si estamos adoptando los métodos budistas simplemente para mejorar nuestras vidas futuras, sin el anhelo final y el entendimiento de la liberación y la iluminación, entonces, nuevamente, no estamos siguiendo el budismo. Si tuviéramos fe en una religión occidental, quizás desearíamos aprender a ir al cielo. Una motivación para mejorar las vidas futuras no es muy diferente del deseo de ir al cielo, pero no es budista. Para que sea budista, debe ser un trampolín en el camino hacia la liberación y la iluminación.

¿Qué es la liberación? Significa la libertad del renacimiento incontrolablemente recurrente. Por supuesto, anhelar la liberación depende de entender y de creer en el renacimiento. Sin embargo, incluso si entendemos el renacimiento correctamente, como se explica en el budismo, y creemos que es verdad, si solo queremos una preciosa vida humana una y otra vez, y no queremos detener el renacimiento porque en realidad estamos bastante apegados a esta vida y queremos muchas más como esta, entonces, de nuevo, eso no es muy budista.

Junto con la cualidad esencial de tener una motivación sincera, también debemos ser honestos acerca de nuestras emociones acompañantes. Si nuestra motivación para lograr cualquiera de estos objetivos es que sería maravilloso y agradable, estos no son los tipos de emociones que enfatiza el budismo. Las emociones motivadoras que estamos tratando de desarrollar en el budismo son bastante diferentes. Son emociones como el genuino disgusto por problemas incontrolables y recurrentes y un verdadero deseo de salir realmente de esa situación. Además, realmente tenemos compasión por los demás y también queremos ayudarlos a terminar con el renacimiento incontrolablemente recurrente. Asimismo, queremos obtener un precioso renacimiento humano, un mejor tipo de renacimiento, porque estamos completamente horrorizados ante la idea de un renacimiento terrible. Realmente no queremos eso porque queremos continuar en el camino espiritual y, con el tiempo, ser de más ayuda para todos.

Si examinamos las tres motivaciones del budismo, la estructura es la misma. Con cada una de ellas, queremos deshacernos de algo. Queremos deshacernos de los renacimientos horribles, del renacimiento en general, y también queremos deshacernos del sufrimiento de todos los demás y de nuestra incapacidad para ayudarlos realmente. Estamos rechazando algo con la motivación acompañante de pensar: “Qué horrible sería experimentar peores estados de renacimiento o quedar atrapados para siempre en el samsara recurrente”. O, al sentir empatía por los demás, sentimos lo terrible que es que todos los demás estén sufriendo y no podamos hacer mucho al respecto.

Si nuestra actitud emocional básica es "¡qué maravilloso y estupendo!", entonces es de gran ayuda dirigir esa emoción y devoción que surgen naturalmente hacia el pensamiento de lo maravilloso que sería si pudiéramos evitar un peor renacimiento, obtener la liberación del samsara y realmente ayudar a todos. Entonces usamos nuestra emoción que surge naturalmente de una manera budista adecuada. Después de todo, esta es la forma en que practicamos las cuatro actitudes inconmensurables en el budismo Mahayana: ¡Qué maravilloso sería si todos estuvieran libres del sufrimiento y de las causas del sufrimiento! Qué maravilloso sería si todos tuvieran felicidad y las causas de la felicidad, etc. Necesitamos abordar el estudio de los cinco agregados dentro del contexto de este tipo de objetivo y emoción motivadoras.

Revisión

Anteriormente hemos discutido los beneficios de aprender sobre los cinco agregados ya que proporciona el contexto para toda nuestra práctica budista. Los cinco agregados son una forma de entender nuestra experiencia de cada momento de nuestra vida, en cada vida. Para comprender el verdadero sufrimiento y sus causas, necesitamos revisar lo que constituye nuestra experiencia y revisar dentro de los cinco agregados que conforman nuestra experiencia en cada momento. Si queremos experimentar una verdadera cesación del sufrimiento y sus causas, ¿eso dónde tendrá lugar? También ocurre dentro de los factores agregados de nuestra experiencia. En otras palabras, con la liberación, los agregados estarán sin sufrimiento y sin las causas del sufrimiento. El tipo de mente que queremos desarrollar que traerá esta eliminación del sufrimiento y sus causas es algo que queremos añadir a los cinco agregados de nuestra experiencia, y queremos que esté ahí todo el tiempo.

¿Cuál es la causa principal de nuestro sufrimiento, nuestros problemas y, de hecho, nuestra incapacidad para ayudar a todos por completo como un buda? Es nuestro no darnos cuenta de la realidad. Simplemente no sabemos o entendemos incorrectamente. El antídoto para eliminar este no darse cuenta sería desarrollar una comprensión correcta de la realidad y de cómo existen realmente las cosas. Queremos deshacernos del no saber o de la confusión que surge en cada momento y tener en su lugar, en cada momento, un entendimiento correcto. ¿Por qué queremos hacer esto? Nuevamente, si tenemos una verdadera comprensión de la realidad, ciertamente mejorará la calidad de nuestra vida ahora. Al reconocer el sufrimiento y los problemas que experimentamos en esta vida cuando estamos confundidos y realmente no sabemos o sabemos incorrectamente lo que está pasando, llegamos al punto en que hemos tenido suficiente y trabajamos para deshacernos de nuestro sufrimiento.

Al pensar más en el futuro, queremos eliminar este tipo de confusión porque conduce a peores estados de renacimiento. ¿Por qué? Porque cuanto más confundidos estamos, más destructivamente actuamos y las consecuencias de eso son más sufrimientos con peores renacimientos. Si queremos obtener la liberación y la iluminación, ¿qué tenemos que hacer? Tenemos que deshacernos de esta confusión que perpetúa nuestros renacimientos y obtener la comprensión de la realidad que traerá la liberación y nuestra capacidad para ayudar mejor a los demás. Independientemente de cuál sea nuestro objetivo aquí, básicamente queremos limpiar nuestros cinco agregados y cómo experimentamos la vida.

Para hacer esto, necesitamos investigar este no darse cuenta más de cerca. ¿Qué es lo que no sabemos? ¿Qué es lo que nos confunde que causa nuestros problemas? Estamos confundidos acerca de nuestros cinco agregados. Hay varios niveles de esta confusión, pero el problema general es cómo entendemos, prestamos atención y consideramos nuestras experiencias. El problema es que las consideramos incorrectamente. Hay cuatro formas en que esto ocurre. Estas se denominan "las cuatro consideraciones incorrectas": consideramos las cosas de formas que no concuerdan con la realidad. A veces se les llama "consideraciones discordantes".

Las cuatro consideraciones incorrectas

Considerar el sufrimiento como felicidad

La primera de estas consideraciones incorrectas es que consideramos el sufrimiento como felicidad. Anteriormente describimos cómo cada momento de nuestra experiencia tiene algún tipo de aspecto insatisfactorio; sin embargo, no reconocemos que es problemático. Creemos que es perfectamente normal; de hecho, incluso pensamos que es la felicidad.

Por ejemplo, centrémonos en una relación poco saludable. Desafortunadamente, casi todo el mundo ha estado en una relación enfermiza en algún momento u otro. Mientras estamos en esta situación, a menudo nos encontramos en un estado de negación y no queremos enfrentar el hecho de que la relación no es saludable. Debido a que somos inseguros, la consideramos felicidad: “Estoy muy feliz, abusa verbalmente de mí otra vez”.

Por supuesto, este es un ejemplo muy burdo de lo que estamos hablando aquí. Hay todo tipo de situaciones problemáticas con las que estamos satisfechos y que consideramos fuentes de felicidad. Por lo general, tenemos miedo de que, si las abandonamos, las cosas empeorarán. Podríamos temer que, si salimos de esta relación malsana, por ejemplo, estaremos solos y esa sería una situación aún peor. Creemos que no encontraremos a nadie y que es mejor estar en una relación poco saludable que solos. De esta manera, la consideramos felicidad.

Hacemos esto con todo, ¿no? Tenemos algún problema crónico, por ejemplo, un trastorno crónico del sueño, y en lugar de reconocer que es un problema, decimos que está bien; esa es solo la forma en que dormimos. ¿Por qué no queremos hacer algo al respecto? Tememos que la alternativa desconocida sea aún peor. Por lo tanto, nos conformamos con aquello de lo que deberíamos deshacernos. Así es como consideramos el sufrimiento como felicidad.

Piensen en esto por un momento para tratar de reconocer esta confusión que tenemos.

[Pausa]

Considerar lo sucio como limpio

El segundo tipo de confusión se traduce literalmente como "considerar lo sucio como limpio". Esto se refiere a considerar algo impuro como puro. Por supuesto, a nivel del cuerpo, a menudo pensamos que el cuerpo es tan limpio, hermoso y maravilloso. Sin embargo, como señaló el maestro indio Shantideva, si tomamos algo de comida deliciosa y nos la ponemos en la boca, la masticamos y la escupimos, todo el mundo consideraría lo que escupimos como sucio. Si esa comida pasa por todo nuestro sistema digestivo y sale por el otro extremo, ciertamente no consideraríamos limpio lo que sale. Si el cuerpo es tan limpio y maravilloso, ¿por qué convierte la comida deliciosa en algo sucio y repugnante? Obviamente si vemos dentro del cuerpo, despegamos la piel, lo que encontramos ciertamente no es lo que consideramos limpio, atractivo y bello.

Podemos aceptar este nivel de explicación, pero también se puede considerar de una manera más amplia. Podríamos tender a mirar a las personas y situaciones sólo en términos de sus puntos positivos; a menudo no queremos mirar lo negativo. Nuevamente, aquí examinamos nuestra experiencia, nuestros cinco agregados. Por ejemplo, estamos enamorados de alguien y realmente no queremos admitir ningún aspecto negativo de esa persona. Solo queremos ver los puntos positivos. En otro ejemplo, si nuestro bebé come algo y se llena la cara de comida, nos reímos y decimos: "Qué lindo". Si fuera el hijo de otra persona, podríamos simplemente pensar: "Qué lío".

También solemos pensar así en otros niveles. Por ejemplo, realmente no queremos pensar en el hecho de que nuestro ser querido ronca o huele mal cuando suda, y cosas por el estilo. Solo nos enfocamos en lo maravillosa que es esa persona. Tendemos a exagerar muchas cosas. Aquí en México, por ejemplo, cuando alguien nos invita a comer, muchas personas elogiarán al anfitrión diciendo: “Maravilloso; es la comida más maravillosa que he tenido". También podríamos describir un evento social como "la mejor fiesta a la que he ido". De hecho, probablemente haya algunas cosas que no fueron satisfactorias en lo que experimentamos.

Sin embargo, no queremos ver las partes malas. Consideramos que incluso las partes desagradables son hermosas y maravillosas. Por ejemplo, estamos abrazando a un cachorro y el cachorro estornuda, y pensamos: "oh, qué lindo", cuando en realidad una criatura viviente acaba de estornudar en nuestra cara. Si tuviéramos a una persona borracha a nuestro lado y nos estornudara en la cara, no pensaríamos que es tan lindo. A nuestro pequeño niño le gotea la nariz y la limpiamos con el dedo. Seguro que no haríamos eso con la persona borracha.

De esta manera, vemos lo sucio como limpio o lo impuro como puro. Exageramos las cosas. Nos gustaría que las cosas fueran como en un cuento de hadas (pero no uno de monstruos y brujas que comen niños pequeños, queremos que sea como Bambi, donde todo es realmente agradable). Solemos ver cosas así, aunque no son tan agradables. 

Entonces, eso es confusión sobre lo que estamos experimentando. No queremos ver el lado negativo de las cosas, el lado desagradable de las cosas. Preferiríamos vivir en un mundo de fantasía. La expresión en inglés es: "Ver las cosas a través de lentes de color rosa". Eso es ver lo sucio como limpio. Pensemos en eso e intentemos reconocerlo en nuestra propia experiencia.

[Pausa]

Considerar lo no estático como estático

La tercera de estas consideraciones discordantes es considerar las cosas no estáticas como estáticas. Por lo general, se traduce como “considerar las cosas impermanentes como permanentes”, pero debemos recordar lo que significan estos términos. Estamos hablando de cosas que cambian de un momento a otro y que consideramos incorrectamente como inmutables. En otros contextos, pensamos incorrectamente que algo que dura poco tiempo va a durar para siempre. Ambos significados de permanente e impermanente se aplican a esta consideración incorrecta.

Por ejemplo, quizás en lo que constituye cada momento de nuestra experiencia, los agregados, hay depresión. Podemos pensar que este estado de depresión, tristeza y baja energía es siempre el mismo; no está cambiando. También podríamos pensar que va a durar para siempre. A menudo nos sentimos así, ¿no es cierto? Cuando estamos en la silla del dentista y el dentista está perforando nuestro diente, ¿no sentimos que va a durar para siempre y que nunca terminará? Realmente no consideramos que en cada momento el nivel de dolor sea ligeramente diferente. O, cuando conocemos a alguien y nos enamoramos, ¿no tenemos la sensación de que va a durar para siempre? Viviremos felices para siempre, por siempre jamás. Esta es una consideración incorrecta de la situación porque, por supuesto, en cada momento de cada día, las cosas van a cambiar. Va a ser diferente y nada dura para siempre.

Este sentimiento de permanencia es algo que todos experimentamos. Un niño puede pensar: "Nunca voy a crecer". O piensan que la jornada escolar va a durar para siempre. Una vez más, esta consideración incorrecta se dirige a los cinco agregados de nuestra experiencia. Creemos que lo que estamos experimentando no está cambiando y lo que estamos experimentando en este momento (siendo el dolor el ejemplo más fácil de entender), durará para siempre.

Tomemos un momento para pensar en este tipo de consideración incorrecta.   

[Pausa]  

Considerar lo que no es el yo como si fuera el yo 

Finalmente, la cuarta consideración incorrecta o discordante es considerar el "yo" o el yo convencionalmente existente que es parte de nuestros factores agregados como un "yo" sólido, un "alma" sólida, que existe de alguna manera imposible. De hecho, nuestro yo convencional no es este tipo de "alma" imposible, o "yo" imposible, sentado allí como parte de cada momento de nuestra experiencia. Sin embargo, creemos que existe y se siente así. Realmente parece que cada uno de nosotros es un alma o algún tipo de entidad que existe por sí misma y, si creemos en el renacimiento, ahora ha entrado en nuestro cuerpo y se ha sincronizado con todos los aspectos de nuestra mente y nuestro cuerpo, ¡y ahí está! Además, pensamos que este “yo” usa este cuerpo y mente como una especie de máquina con la que caminar, pensar y comunicarse. Después de un tiempo, creemos que se desconectará, se irá y encontrará otro cuerpo y mente.

Incluso si no creemos en el renacimiento, sentimos que hay un “yo” sólido que es el verdadero “yo” y, por supuesto, sentimos que no cambia. Nos vamos a dormir por la noche y nos despertamos a la mañana siguiente y listo, ¡ahí estamos de nuevo! A medida que envejecemos, ciertamente pensamos que somos el mismo “yo” que éramos cuando éramos jóvenes. Es solo que este cuerpo está comenzando a fallar; sin embargo, sigue siendo el mismo “yo” sólido que tiene los mismos deseos y hábitos. "¿Por qué la gente me mira así y me trata como si fuera mayor?". Sin embargo, no es así como realmente existimos. Este tipo de “yo” imposible es un mito.

En un nivel más sutil, pensamos que hay un "yo" que se puede conocer por sí solo, no en relación con un cuerpo o una mente, y se siente así. Pensamos: “Quiero que me ames, y no solo por mi cuerpo, mi mente, mi dinero o mis posesiones. Quiero que me ames solo por ”, como si hubiera un “yo” que pudiera ser amado independientemente de un cuerpo y una mente, posesiones, personalidad y todas estas otras cosas. Todos nos hemos sentido así, pero no existe tal cosa. Imaginamos que existe tal entidad en cada momento de nuestra experiencia, y en realidad no la hay. Hay un "yo", pero no existe de esta manera imposible.

Este es el cuarto tipo de consideración incorrecta. Tengamos en cuenta que las falacias en los otros tipos de consideración incorrecta no son difíciles de reconocer. Sin embargo, es muy difícil reconocer que esta última es incorrecta. Es lo crucial que refuta la comprensión del vacío o vacuidad. Por favor, tomemos unos minutos para reconocerlo.

[Pausa]

Rechazar la consideración incorrecta

Necesitamos tener una actitud realista y una comprensión de los cinco agregados. Necesitamos reconocer las consideraciones erróneas con las que las consideramos de formas falsas que no corresponden con la realidad. Tenemos que darnos cuenta de que estas creencias son absurdas e incorrectas; no se refieren a nada real. Con el entendimiento de que estas formas falsas en las que consideramos nuestros agregados son absurdas, que no corresponden con la realidad, con ese entendimiento, refutamos y rechazamos estos puntos de vista incorrectos. Nos deshacemos de ellos y los reemplazamos con una comprensión correcta.

No es suficiente reemplazar superficialmente la comprensión incorrecta con la comprensión correcta, especialmente sobre cómo existimos. Necesitamos rechazar nuestra comprensión incorrecta sabiendo que es falsa y comprendiendo exactamente cómo y por qué es incorrecta. Entonces, podemos reemplazarla con una comprensión correcta. Si no rechazamos, mediante la comprensión, nuestro punto de vista incorrecto, entonces, si tratamos de anularlo con un punto de vista correcto, simplemente lo reprimimos y volverá a surgir. 

Sin embargo, el simple hecho de comprender que es incorrecto y rechazarlo solo comienza el proceso de deshacerse de él. Realmente tenemos que estar profundamente convencidos de su falsedad y luego integrar ese entendimiento en nuestra vida. Intelectualmente podemos saber que nuestro punto de vista incorrecto acerca de "mí" es falso, pero aún sentimos emocionalmente las cosas de acuerdo con ese punto de vista falso. Tenemos que ir más allá de ese paso en el que sabemos que no existe un “yo” al que podamos amar independientemente de nuestro cuerpo, personalidad, mente y posesiones, etc. Lo sabemos, pero aún así, profundamente, queremos que los demás me amen a “mí”. Por lo tanto, se necesita mucha familiaridad para deshacerse realmente de esta visión incorrecta de tal forma que no vuelva a surgir.

Revisión

Para repasar, debemos rechazar la primera consideración incorrecta, que lo que estamos experimentando es felicidad. En otras palabras, debemos reconocer lo que significa que cada momento de nuestra experiencia tenga sufrimiento. O estamos experimentando algo que no nos gusta y de lo que queremos deshacernos, o estamos experimentando algo que nos gusta y queremos que continúe, pero no durará. No es felicidad porque si fuera realmente felicidad, sería maravilloso todo el tiempo, y no es maravilloso todo el tiempo. Lo que sentimos siempre sube y baja; a veces nos sentimos felices, a veces infelices. Nuestros sentimientos fluctúan constantemente y en cada momento de nuestra experiencia estamos perpetuando esta montaña rusa. Esto es lo que se conoce como el sufrimiento que todo lo impregna.

Del mismo modo, debemos rechazar y reemplazar la opinión de que lo que experimentamos es limpio y puro, cuando en realidad no lo es. Creemos que nuestro cuerpo es tan hermoso, pero de hecho se enferma y no salen cosas tan bonitas de él. Compramos una computadora nueva y pensamos que es maravillosa y que funcionará para siempre; pero en realidad, en algún momento se va a descomponer. Creemos que la vida será mucho mejor si tenemos una computadora, un correo electrónico y luego un teléfono celular; pero en realidad provocan una enorme cantidad de sufrimiento. Experimentamos sufrimiento cuando funcionan mal y se descomponen, o cuando nos bombardean constantemente con anuncios emergentes, correos electrónicos y spam. No olvidemos que nuestros teléfonos móviles también nos interrumpen constantemente. En estos ejemplos, la felicidad es realmente muy problemática, ¿no es así? Es muy curioso cómo a veces ahora pensamos que las vacaciones ideales serían estar desconectados, sin correo electrónico y sin nuestro teléfono celular.  

También queremos eliminar la idea de que lo que sea que estemos experimentando no va a cambiar, que va a durar para siempre. Por último, queremos rechazar y reemplazar la sensación de que existe una especie de “yo” sólido con el entendimiento de que no existe tal cosa. Aunque existe lo que llamamos el "yo" convencional, no hay ningún tipo de criatura, como una entidad del espacio exterior, que esté sentada dentro de nosotros, hablando en nuestra cabeza, accionando los interruptores y las cuerdas para hacer que el cuerpo se mueva y la mente piense esto y aquello.  

Preguntas

Mi confusión se refiere a quién está experimentando karma. Tiendo a solidificar el "yo" que va a experimentar los resultados del karma.

Esto es muy natural. Le pasa a todo el mundo automáticamente. Hay una continuidad de un "yo", pero no es como una pieza de equipaje que se mueve en una cinta transportadora en el aeropuerto, que sea una entidad sólida que se mueve a través del tiempo. 

Lo que refutamos cuando negamos un "yo" sólido y un "tú" sólido es que existe tal entidad, un "alma" imposible que existe como "yo" o "tú", como si estuviera encapsulado en plástico, existiendo por sí solo. El budismo dice que no existe tal cosa. No es que estemos encapsulados en plástico como una pelota de ping-pong, y ese es el "yo". No es que seamos tan estáticamente permanentes, como "tengo que mantener mi integridad y ser fiel a mí mismo", o algo así. Más bien, estar sin esa solidez permite las relaciones con los demás. Si el "yo" estuviera encapsulado en plástico, estaríamos verdaderamente aislados y nunca podríamos relacionarnos con nadie más. El "yo" se define en términos de relaciones. 

Nuestra creencia en un "yo" imaginado e imposible surge dentro del contexto de cada momento de nuestra experiencia, dentro del contexto de los cinco agregados. Sin embargo, el "yo" real que sí existe, el "yo" convencional, también surge dentro del contexto de los cinco agregados. Nuestro primer paso, entonces, para deshacernos de este malentendido sobre nosotros mismos es comprender los cinco agregados. Con los cinco agregados como base, podemos hablar de cómo carecen de este "yo" imposible. Podemos examinar cómo el "yo" imposible no existe, y cómo existe el "yo" convencional real. Pero, debido a que este tema de cómo tú o yo existimos es tan vital y esencial para superar el sufrimiento, debemos abordar este tema tan delicado y sutil paso a paso, de manera ordenada. Necesitamos construir lo que necesitamos saber primero, a fin de tener la base para continuar hacia una comprensión estable y correcta. Lo que primero necesitamos conocer son los cinco agregados.

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