Un gurú es un gran maestro, un gran maestro espiritual o mentor, alguien que no solo es capaz de enseñar por su conocimiento de los textos, sino que también puede enseñarnos por su propio ejemplo, siendo un ejemplo vivo de lo que el Buda enseñó. Así, alguien que tiene amor sincero y compasión, que promueve que sus discípulos y todos los demás sean felices, que no sean infelices, que se liberen de sus sufrimientos y demás, y que está totalmente motivado solo por el deseo de ayudar a los demás. Esto es esencial. No están interesados en explotar a sus estudiantes por dinero, fama, sexo, amor, atención o lo que sea. Alguien que tiene una conducta ética completa – no necesariamente tiene que ser un monje o monja. Y buena concentración, buen entendimiento de las enseñanzas, particularmente acerca de la vacuidad; y, como resultado de ese buen entendimiento de la vacuidad, tiene una mínima cantidad – no puedo imaginar a nadie que no tuviera ninguna – pero sí una mínima cantidad de emociones perturbadoras. Y también cierto nivel de habilidad de ser capaz de enseñar, explicar cosas claramente con paciencia y entusiasmo, no desanimarse por los estudiantes más lentos ni por tener que repetir todo el tiempo.
Todos los textos dicen que va a ser muy difícil contar a alguien que tenga todas las cualificaciones. Lo principal es encontrar a alguien que tenga la máxima cantidad de cualificaciones; no vamos a encontrar a alguien que sea absolutamente perfecto, así que necesitamos ser realistas. Y el maestro, de forma muy importante, necesita ser honesto acerca de sus buenas cualidades y defectos, y no pretender tener cualidades que no tiene, y no ocultar defectos que sí tiene. Entonces está claramente abierto. Lo mismo con los estudiantes. De nuevo, no tiene que entrar en detalles íntimos personales, ese no es el punto. El punto está en términos del propio carácter.
Esto lo vemos con Su Santidad el Dalái Lama. Su Santidad explica algo con un tremendo detalle, cosas sumamente difíciles. Pero cuando llega a una palabra o a un pasaje en el texto que no entiende, dice muy claramente: “No entiendo qué quiere decir esto, no está claro”. Y entonces les pregunta a los grandes maestros que lo rodean cuando está enseñando: “¿Qué crees que significa?”. Algunas veces, alguien puede realmente responder a la pregunta y Su Santidad debate con él en términos de cuestionar lo que la otra persona está diciendo. Su Santidad siempre está abierto a aprender; siempre admite cuando no entiende algo. Y él es – todo el mundo concuerda – el más erudito de los tibetanos, el más avanzado de todos los tibetanos. Eso está claro.
Ese es un muy buen ejemplo y, por lo general, quiero decir, sé por mi propia experiencia y por otras personas, que eso incrementa la creencia y la confianza en Su Santidad, porque Su Santidad admitirá, en este texto completamente difícil y complejo, que hay dos pasajes que no entiende; entonces, eso da mucha confianza de que, de hecho, entiende todo lo demás. Probablemente nadie entiende esos dos pasajes. Podría ser un error en el texto (eso sucede con frecuencia, por algún error al copiarlo cometido hace siglos, cuando fue escrito a mano, o porque la traducción al tibetano fue incorrecta. No debemos pensar que los textos son absolutamente precisos y correctos. Y si lo cotejamos con el texto sánscrito, aun podemos encontrar errores, lo cual podría provenir de un error del traductor o porque usaron un manuscrito diferente, no había versiones estandarizadas de esos textos en sánscrito). Por ello, Serkong Rinpoche siempre solía enfatizar: “Siempre cuestiona todo lo que no tenga sentido, no solo lo aceptes, investiga”. Aun si está en una escritura, no se trata de palabras sagradas que no se deben investigar profundamente. Contienen errores.
Así, “yoga” significa juntarnos o unirnos con lo auténtico. Y lo auténtico, eso significa que, con lo que nos estamos uniendo es, de hecho, con las cualidades de naturaleza de buda, las cualidades de naturaleza de buda del maestro. No nos estamos uniendo con sus defectos. Entonces, incluso si el maestro no está muy bien calificado, aun así, tiene más cualificaciones que defectos, por lo que podemos obtener una gran cantidad de inspiración y ayuda si nos unimos a esas buenas cualidades. Y unirnos significa obtener inspiración y fortaleza de ellas, inspirarnos a lograr esas cualidades en nosotros mismos, sobre la base de la naturaleza de buda en el gurú y en nosotros mismos. Esa es la esencia del yoga del gurú.
Si lo vemos de esta forma, que podemos obtener inspiración de las buenas cualidades del maestro, entonces también podemos entender cómo podemos verlos a todos como nuestros maestros. Podemos aprender de todos, incluso del perro. El perro, sin importar cuánto le grites por hacer un desastre o esto o aquello, y sin importar con cuánta fuerza lo disciplines, se mantiene fiel a ti y te ama. Así que podemos obtener inspiración del perro como nuestro maestro. Incluso, si aprendimos de alguien a no actuar de cierta forma, lo que aprendimos de esa persona fue a no cometer el mismo error. Realmente tiene mucho sentido y es muy profundo ver a todos como nuestros maestros, y no solo quejarnos y rumiar sobre los defectos o los errores de nuestros maestros, eso no nos beneficia de ninguna manera. De nuevo, no hacer eso con ninguna persona. Eso no es benéfico. A menos que estemos tratando de ayudarlos a corregir esos errores, a superarlos, pero entonces la motivación tiene que ser apropiada, altruista.
Así, sigo repitiendo esto y enfatizándolo porque muchos de nosotros no tenemos al maestro ideal, alguien que nos pueda inspirar muy profundamente. Tenemos otros maestros, pero aun así podemos hacer el yoga del gurú en términos de ellos, no solo en términos de la figura fundadora de nuestro linaje, aunque eso es, por supuesto, algo muy estándar y muy útil, sea con Tsongkapa, sea Gurú Rinpoche, sea Drigungpa Jigten Gonpo, de quien se trate. Pero como dije, aun si lo hacemos con una figura fundacional, necesitamos saber algo de la biografía de esa figura; de lo contrario, no será muy significativa como ejemplo. Pero con nuestros maestros tremendamente menos inspiradores, me parece que aún podemos ciertamente aplicar el yoga del gurú y obtener cierto nivel de inspiración, porque al menos aprendemos algo de ellos. Si no estamos aprendiendo nada de ellos, ¿por qué vamos con ese maestro? El solo hecho de que esté en nuestro centro de Dharma y que otras personas vayan, no es razón suficiente, si no estamos aprendiendo nada de ese maestro. Como dijo Sakya Pandita: “No deberíamos ser como un perro; cuando uno ladra, todos empiezan a ladrar también”.
Empezamos la discusión de la práctica del yoga del gurú, la meditación del gurú, y mencioné que hay un nivel de sutra y un nivel de tantra. El nivel de tantra básicamente solo agrega unas cuantas cosas al nivel de sutra. No es que sean alternativas, que el nivel de tantra sea una alternativa al nivel de sutra, simplemente le agrega algo. El nivel de sutra básicamente nos ayuda a establecer el sentimiento apropiado, la actitud mental apropiada, y el nivel de tantra simplemente le añade algunos detalles gráficos y otras cosas que nos ayudan a obtener inspiración. Y el nivel de tantra también añade imaginar que estamos recibiendo nuevamente la iniciación del maestro espiritual. Pero sin la base del sentimiento y la actitud apropiadas, las cuales se establecen a través de la meditación sutra, todo el asunto solo se vuelve, podríamos decir, visualizaciones entretenidas – tienen muy poco contenido. Pero, como dije, todo esto solo se vuelve entretenido – se degenera en visualizaciones entretenidas – si no hay un contenido emocional, si no hay sentimiento detrás, si no está la generación de una actitud apropiada hacia el maestro. ¡Podría igual estar visualizando a Mickey Mouse!
Así que, ahora estamos hablando de la práctica del nivel de sutra. Empezamos con la práctica de las siete ramas para acumular fuerza positiva. No hay necesidad de repetir eso – postración, ofrendas, etc. Y luego, siguiendo esto, nos recordamos a nosotros mismos las ventajas de enfocarnos en las buenas cualidades del gurú y las desventajas de rumiar y quedarnos fijados en sus fallas. Y el siguiente paso proviene del texto de lam-rim del Quinto Dalái Lama. Y ahí, él dice que necesitamos tener en mente, recordarnos los defectos del maestro, y aclarar cualquier imprecisión que pudiera haber, que pudieran ser solo proyecciones nuestras. Y estos defectos, no tienen que estar en el nivel – quiero decir, pueden estar en el nivel de que la persona algunas veces se enoje o sea impaciente o regañe a otros, lo cual podría, de hecho, no ser un defecto. Mi maestro me regañaba todo el tiempo; lo hacía de forma muy compasiva, para ayudarme, era muy apropiado. Pero puede haber otros aspectos del maestro que parezcan defectos burdos. “Mi maestro realmente no puede enseñarme este tema particular que me gustaría aprender” – ese tipo de cosas. Pero también podría ser en el nivel de: “Mi maestro no tiene mucho tiempo para mí, mi maestro viaja todo el tiempo, está muy ocupado con otros estudiantes”, etc. Podría no ser un defecto en sentido último, pero es algo que nos hace sentir insatisfechos.
Y este es el punto importante, es traer estas emociones que podamos tener de insatisfacción, de crítica y demás, de tal forma que podamos lidiar con ellas, aclararlas y no vernos obstaculizados por ellas, porque si realmente no lidiamos con eso, puede socavar nuestra actitud hacia el maestro. El Quinto Dalái Lama es un muy buen psicólogo entendiendo esto. Cuando nos enfocamos en las buenas cualidades del maestro, no significa que caigamos en negación total de los defectos. Eso no es saludable. Y ayuda que el maestro sea honesto acerca de estas cosas. O el maestro no conoce nuestro idioma – esa es otra queja que a menudo nos molesta realmente. Así, aclaramos las imprecisiones convencionales. Tenemos que revisar si hay algo que sea cierto o falso. ¿Hay otra evidencia al respecto? ¿El maestro le está dando mucho tiempo a otro estudiante, en lugar de a mí? Bueno, quizás no soy tan receptivo como otro estudiante, podría deberse a mí. Muchos de nosotros imaginamos que somos Milarepas, pero no lo somos.
Otro ejemplo sería pensar que el maestro no entiende algo, mientras que, de hecho, lo está simplificando para que sea más fácil que nosotros lo entendamos. La imprecisión se debe a nuestra proyección. Pensamos que el maestro es tonto porque lo está explicando en un nivel muy simple. Bueno, el hecho es que sí lo entiende de una forma mucho más profunda, pero no habría manera de que nosotros pudiéramos entenderlo si lo explicase en el nivel en que el maestro lo entiende. Así que lo está simplificando por nosotros. Es nuestra proyección. Es como cuando, por ejemplo, un muy buen ejemplo es: escuchas a un maestro tibetano que no habla muy bien inglés, se explica en inglés y tú concluyes que así es ese maestro. Pero si entendieras tibetano, su lengua materna, si hablaras con él en tibetano, si escucharas la forma en que enseña en tibetano, obtendrías una imagen totalmente diferente de la persona y de su nivel de entendimiento, su nivel de expresarse y demás. Es nuestra proyección. Eso, me parece, es muy importante para aquellos de nosotros que tenemos maestros tibetanos que enseñan en mal inglés. Tenemos una idea de cómo hablan realmente en su lengua materna cuando enseñan a su propia gente.
También necesitamos meditar en cómo incluso los defectos precisos convencionales que el maestro tiene, están desprovistos de existir como fallas inherentes – el maestro no es bueno, inherentemente – sino ver que estas cosas surgen de causas y condiciones. No es parte de la naturaleza de buda y puede ser eliminado, el maestro está trabajando en estas cosas y demás. Es muy importante pensar también en esos términos, de lo que es convencionalmente preciso, la verdad convencional, y la verdad más profunda. La naturaleza de la mente está pura de esas cosas.
Después de que hemos hecho eso, luego puede ser útil, aunque el Quinto Dalái Lama no lo dice, pero pienso que también es muy útil incluir el mismo procedimiento con nuestros propios defectos – como estudiantes, como discípulos. Hay una larga lista de las cualificaciones de un discípulo apropiado. ¿En realidad coincidimos con eso en términos de quién puede aprovechar mejor un maestro espiritual totalmente calificado? ¿El perro del maestro espiritual o el discípulo apropiado? Obviamente, el discípulo apropiado. Un discípulo calificado puede obtener un mayor beneficio del maestro espiritual que un perro. Ambos pueden tener una relación cercana, de hecho, el maestro puede ser más cariñoso con el perro que con nosotros.
El estudiante, primero que nada, necesita ser receptivo al Dharma: un gran maestro Sakya, Sonam Tsemo (bSod-nams rtse-mo), escribió en un texto llamado La puerta para entrar al Dharma (Chos-la ’jug-pa’i sgo), que necesitamos reconocer nuestros propios defectos y tener un intenso deseo de superarlos. Ese es un punto muy importante. De hecho, ese es todo el punto de la renuncia, ¿cierto? Pero muchos de nosotros no estamos dispuestos a ser honestos con nosotros mismos y ver cuáles son nuestros defectos. Aun si los tenemos, queremos una oferta y no renunciar a ellos, solo adquirir buenas cualidades. Así que, tenemos que tener un fuerte deseo de deshacernos de ellos y estar dispuestos a hacerlo.
Y el otro aspecto que necesitamos, además de reconocer los defectos, número dos, es el deseo de deshacernos de ellos. Luego, el tercero es tener cierto conocimiento del Dharma, de tal forma que tengamos cierta confianza, la cual está basada en tener algún conocimiento de que el Dharma nos ofrecerá los métodos para superar estos problemas, no solo una creencia ciega basada en nunca haber escuchado nada del Dharma. No tiene que ser en absoluto un conocimiento profundo, pero al menos tener cierta idea en torno a de qué se trata el Dharma. De lo contrario, ¿por qué habríamos realmente de profundizar en él?
Y luego, el gran maestro indio Aryadeva, señala las cualidades básicas en términos del carácter del discípulo cuando dice: La primera es ser honesto e imparcial. “Honesto” es, como ya se ha mencionado, ser honestos acerca de nosotros mismos, de nuestros defectos, de nuestras buenas cualidades y demás. E “imparcial” significa no tener prejuicios sobre las propias creencias, lo cual es algo que quizás no es útil para nada, que no concuerda con la realidad. No parcial, en término de ser muy sectarios acerca de las enseñanzas del Buda. En otras palabras, tenemos que tener una mente abierta, estar dispuestos a aprender, sin preconcepciones. Y ser honesto con el maestro, no presentar estas pequeñas actuaciones, como si estuvieran publicitándose y vendiéndose a sí mismos. Vemos al maestro entrar y de pronto ya estamos sentados muy formalmente en meditación… actuando.
Esto se refiere a, por ejemplo, cuando aprendemos algo nuevo y tiene sentido para nosotros, pero en nuestra vieja actitud o en nuestra vieja creencia vemos que no tenía sentido – la voluntad de soltar esa vieja creencia. Eso es ser imparcial. Eso no es fácil. ¿Qué tan dispuestos estamos a cambiar? Para seguir el Dharma, tenemos que ser muy, muy valientes. Porque realmente necesitamos estar dispuestos a cambiar, a crecer, a desarrollarnos, lo cual significa renunciar a hábitos inútiles, formas de pensar y formas de actuar. Eso es ser imparciales, abiertos. Sin ello, no podemos realmente ser un discípulo apropiado. Necesitamos ser honestos acerca de ello y trabajar con eso. A veces estamos dispuestos a renunciar a algunas cosas, pero no a otras. Así que, de nuevo, tenemos que ser un poco amables en términos de eso, pero, en última instancia, nos deshacemos de ello.
Shantideva lo dice muy bien. Él dice que, en el caso de otros enemigos, todos los demás enemigos, si los tratamos muy amablemente y confiamos de ellos y demás, entonces quizás nos ayudarán, nos ayudarán a volvernos más felices. Pero en el caso de las emociones perturbadoras, si dependemos de ellas y somos muy amables con ellas, a cambio lo único que nos causan es más sufrimiento y dolor. En términos de ese punto, (ser amables con nosotros mismos), también, si intentamos ir muy rápidamente – renunciamos absolutamente a todo – a menudo no somos capaces de manejarlo y reincidimos muy rápidamente porque nos rebelamos. Es demasiado. Así que, paso a paso. Las personas que están aprendiendo apenas el Dharma durante tres meses y de inmediato quieren ordenarse, convertirse en monje o monja – eso es muy peligroso. Por lo general, no duran. Así que revisamos nuestros defectos.
Y en la lista que dio Aryadeva – la segunda, después de ser honestos e imparciales – tenemos que tener sentido común. Discriminación de sentido común entre lo que tiene sentido y lo que no tiene sentido, no solo “Duh” – creer ciegamente. Y saber – el ejemplo que ellos usan es “usar ropa cálida”, ya saben, usamos ropa cálida en el invierno cuando hace frío, no en el verano. Utilizamos el sentido común. El discípulo debe tener sentido común. Si renunciamos a los procesos de pensamiento – “Oh, el Lama sabe” – esto nos expone a abusos. Y luego, la tercera cualidad es tener un agudo interés en el Dharma, un interés sincero, y ser diligentes con ello. No solo ser un turista del Dharma, un aficionado. Somos sinceros. Esto es muy importante. Ser sinceros al respecto.
En resumen, es muy importante ser maduros acerca del Dharma, acerca de nosotros mismos, acerca del maestro, y tener cierto nivel de estabilidad emocional. Si tenemos realmente problemas psicológicos profundos, no estamos listos para tomar la medicina del Dharma. Tenemos que empezar por algo que nos ayude, sea cuidado psiquiátrico profesional, medicación o lo que sea. Si alguien que está realmente perturbado intenta practicar el Dharma, es probable que se sienta aún más perturbado. No pueden llevar a clases a una persona con esquizofrenia y esperar que tenga una cura milagrosa.
Olvidé cuál Gueshe Kadampa dijo esto, pero uno de ellos dijo que, si llega un estudiante que tiene un buen carácter y es muy, muy sincero, no importa que no sea inteligente, debemos aceptarlo como nuestro discípulo. Y si no aprende, es nuestra falla como maestros, por no ser lo suficientemente hábiles. Pero si llega un estudiante que es muy inteligente, pero muy arrogante y de mente cerrada, no aceptemos enseñar – no es un discípulo apropiado, no son receptivos. Eso es muy útil, especialmente si no somos la persona más inteligente en el mundo. Depende del maestro ser lo suficientemente hábil para enseñarle a alguien a quien le toma un poco más de tiempo entender. Si es sincero, de buen carácter, dispuesto a aprender, con ganas de aprender – entonces depende del maestro ser hábil. Y si el maestro no puede manejarlo, entonces que vaya con otro maestro. Si el maestro realmente no puede manejarlo, no es el maestro para ti: el maestro es impaciente contigo y te grita porque eres lento. Si eres flojo, eso es otra cosa – entonces necesitas a alguien que sea estricto.
Así que recorremos este aspecto de nuestros defectos, de nuevo, el mismo proceso – no exagerarlos, sino que sea preciso y honesto, y luego verlos, no como fallas inherentes a nosotros mismos; podemos superarlas. La naturaleza de la mente, la naturaleza de buda, es pura. Las fallas no se irán por sí solas, tenemos que trabajar en ellas – causa y efecto. Ese segundo punto, por cierto, es muy importante, si tenemos una baja autoestima basada en nuestros defectos.
Luego podemos seguir un procedimiento similar, aunque, de nuevo, no lo dice así en el texto del Quinto Dalái Lama, pero pienso que es muy útil en términos de – aunque se sugiere indirectamente aquí –hacer el mismo procedimiento con las buenas cualidades. Y aquí yo diría, solo desde mi propio conocimiento de psicología, un pequeño conocimiento de psicología, que es mejor empezar con nuestras buenas cualidades. Empezar con nuestras buenas cualidades y, de nuevo, ¿cuáles son? ¿Qué es convencionalmente preciso? Cortemos las exageraciones y veamos que no las estamos exagerando. Y luego no las vemos como grandiosas maravillas inherentes – surgieron por la causa y el efecto, sea en esta vida o en vidas previas.
Y luego hacemos lo mismo con las buenas cualidades del maestro. ¿Qué es preciso? Que, nuevamente, ellos no son estas maravillas inherentes. Incluso el Buda Shakyamuni tuvo que desarrollar las causas, lo dice muy claramente en los textos, no nació de esa forma. Cuando el Buda alcanzó la iluminación, tuvo que trabajar en ella, así como lo hacemos nosotros. Verán, para nosotros en Occidente, la mayoría sufrimos de baja autoestima, lo cual es de muchas formas fomentado por nuestra herencia cultural. Así que, en ese caso, si empezamos con nuestros defectos, solo nos sentiremos peor con nosotros mismos. Así que empezamos con los defectos del maestro, incluso el maestro tiene defectos. Luego… y también nosotros. Después de enfocarnos en nuestros defectos, si nos enfocáramos en las buenas cualidades del maestro, podríamos pensar: “Ah, el maestro es tan maravilloso y yo soy tan terrible”. Pero en lugar de ello, empezamos, después de nuestros defectos, con nuestros puntos fuertes, para ayudarnos a no sentirnos mal con nosotros mismos. Y luego tenemos estas buenas cualidades, y el maestro tiene aún más. Así que pienso que, desde un punto de vista psicológico, este orden tiene sentido. Esa es la razón por la que lo recomiendo así. Como dije, es completar lo que está ahí en el tibetano. El tibetano solo dice que revisemos los defectos del maestro. Esta es la tradición en los estudios budistas, que los textos más antiguos son bastante breves. Y siempre se nos anima a unir todas las enseñanzas de Dharma – todas encajan juntas – Atisha señaló ese punto con mucha fuerza. Así, cuando uno trata de completar esos textos más breves, entonces llenas cosas de otros aspectos de las enseñanzas. Eso es lo que estoy haciendo aquí. Trato de hacerlo. Atisha dijo que necesitamos ver que todas las enseñanzas encajan armoniosamente.
Muy bien, a continuación, después de recorrer los defectos del maestro y nuestros propios defectos, y nuestras buenas cualidades y las del maestro, entonces nos enfocamos en las buenas cualidades del maestro. Ahora, cuando hablamos de la actitud apropiada hacia el maestro espiritual, siempre hablamos de – los textos siempre hablan de – dos aspectos. Uno es la creencia (mos-pa, convicción firme) en las buenas cualidades, y el segundo es la apreciación (gus-pa) de la amabilidad del maestro. Así que tenemos que entender lo que la palabra “creencia” significa. Y aquí tenemos algunos problemas en el alemán, porque la palabra en alemán para creencia y fe es “Glaube”, es la misma. Y no queremos decir fe. Así que explicaré la diferencia.
De lo que estamos hablando aquí es de creencia en lo que es verdadero (dad-pa), creencia en lo que es un hecho. “Fe” es la palabra que generalmente se usa, al menos en inglés y español, con fe ciega. Así que, no estamos hablando de la creencia en Santa Claus. No es un hecho. O la creencia de que yo creo que lloverá mañana. Realmente no sabemos, es una suposición, una suposición educada, en el mejor de los casos. Estamos hablando de creencia en lo que es un hecho. La Tierra es redonda. La palabra tibetana y la palabra sánscrita significan esto. No tiene estos otros significados que tiene “creencia” en nuestras palabras occidentales. También estamos hablando de creencia en algo que puede ser conocido y que es un hecho. No estamos hablando de creencia en Dios, el cual realmente no puede ser conocido – tenemos que hacer un salto de fe. Lo que realmente podemos conocer. Dios es incognoscible. Es solo una creencia.
Y los textos hablan acerca de tres diferentes tipos de creencia en un hecho. Y aquí estamos hablando específicamente acerca de creencia en que el maestro, de hecho, tiene las buenas cualidades que él o ella en verdad tienen, no la creencia de que el maestro tiene cualidades que él o ella no tiene, que tienen las que no tienen. No estamos hablando de creer que el maestro tiene cualidades que no tiene. Eso es fantasía.
El primer tipo yo lo traduje como “creencia clara (dang-ba’i dad-pa)”. La palabra tibetana es solo la palabra “clara”. Lo que significa es un tipo de creencia en lo que es un hecho que aclara nuestra mente de emociones perturbadoras acerca de eso. Así que esto es lo que hemos logrado solo con el paso previo a este. No somos ingenuos acerca de estas cualidades, no tenemos baja autoestima: “Oh, el maestro es tan grandioso y yo soy tan insignificante, soy tan estúpido”. Hemos aclarado nuestra mente de estas emociones perturbadoras: estar enojados porque nuestro maestro tiene defectos, este tipo de cosas. Hemos aclarado la mente de eso, así que creemos en lo que es un hecho – un corazón y una mente claros y calmados. Muy importante. Eso se logra atravesando los defectos y ver lo que, de hecho, es verdad y lo que no es verdad. No ser ingenuos ni celosos ni arrogantes acerca de nuestro maestro: “Yo soy mucho mejor que mi maestro”. Todas estas cosas tenemos que limpiarlas – celos, arrogancia, etc.
Luego, cuando estas cualidades están perfectamente claras – las que el maestro sí tiene, sin exageración – entonces reforzamos nuestra creencia con lo que se llama “creencia segura” (yid-ches-kyi dad-pa, creer en un hecho basados en la razón)”. Y la creencia segura está basada en la razón. Entonces pensamos en el proceso por el cual el maestro espiritual obtuvo estas cualidades: todo el estudio y los retiros, la relación con sus maestros y demás. Y también lo que demuestra que tiene estas buenas cualidades – así lo vemos en términos de sus acciones, su efecto positivo en los estudiantes, los efectos positivos en mí. Estar con el maestro o maestra no incrementa mis emociones perturbadoras, sino que las disminuye. Así que, en este sentido, tenemos creencia segura basada en ver la causa y efecto – causas que producen esas cualidades y efectos que estas cualidades tienen en la conducta del maestro y en otras personas. Es un hecho. Y ellos confiaron en sus maestros, sus relaciones con sus propios maestros – muy importante. Es sobre la base de ello… y beneficioso sobre la base de que está libre de fantasía y libre de emociones perturbadoras, de estar atrapados en ello. De lo contrario, es básicamente veneración ciega de nuestra propia proyección. Eso no es útil. Eso nos expone a decepcionarnos mucho en algún momento.
Y luego, el tercer tipo de creencia en lo que es un hecho es “creer en lo que es un hecho con una aspiración (mngon-’dod-kyi dad-pa)”, se llama, con un deseo o una aspiración. Así, en lo que nos enfocamos ahora es que nosotros – dado que hemos pensado en cómo alcanzó el maestro esas buenas cualidades – ahora nos enfocamos con creencia en el hecho de que estas cualidades son algo que puede alcanzarse, y sobre la conclusión de que yo puedo alcanzarlas. Esta es la aspiración. Y eso con plena creencia confiada de que yo mismo las alcanzaré, trabajaré para alcanzar yo mismo estas cualidades para poder beneficiar a los demás de la forma en que mi maestro beneficia a otros. Así que, no solo es creer que el maestro tiene estas cualidades, sino creer que yo puedo alcanzar esas cualidades, y creer que yo puedo alcanzarlas si invierto el trabajo necesario. Creo que lo haré, no solo me estoy engañando a mí mismo, con tu ayuda, Oh maestro, a través de tu inspiración.
Así que concluimos esto enfocándonos, permitiendo que se asiente en nosotros está firme convicción en el maestro. Hay un aspecto de confianza, confianza en el maestro basados en la realidad de la situación y demás. Y, nos enfocamos en todos esos sentimientos que hemos evocado aquí y dejamos que se asienten realmente en nosotros, que los digiramos, que los integremos. Eso nos da un muy fuerte sentimiento de confianza y fortaleza. Sabemos lo que estamos haciendo y tiene unas bases muy firmes: confianza. La palabra que se utiliza (mos-pa) es una palabra que significa un tipo de creencia en un hecho que no puede ser – quiero decir decisión – sacudida. No importa lo que nadie más diga, lo hemos examinado sumamente bien. Es solo cuando no hemos examinado bien que, si alguien nos dice algo acerca del maestro, entonces empezamos a dudar de él o ella. Si hemos examinado muy, muy bien, entonces sabemos cuáles son los defectos del maestro, por lo que nuestra confianza en el maestro está segura.
Estaba tratando de explicar esto un poco el viernes por la noche, solo con el ejemplo de mi propia experiencia con Serkong Rinpoche a lo largo de dos vidas, y al no ser ingenuo con respecto a sus cualidades ahora como un veinteañero, y ciertamente no ser ingenuo cuanto tenía cuatro años y ocho años. La confianza en el desarrollo, en los instintos que están ahí, en la forma en la que está trabajando, sentirme guiado y, en cierto sentido, protegido y, ciertamente, increíblemente inspirado, no solo en esta vida, sino viéndolo como un proceso a largo plazo, todo el camino hacia la iluminación. No acaba de empezar en esta vida, obviamente, y continuará con la firme intención de que continúe y acumular las causas para que continúe la relación con el maestro.
Recuerden de la práctica de las siete ramas: “Condúceme en todo el camino hacia la iluminación”. Eso significa a lo largo de muchas vidas, ¿no es así? Una relación que continuará. Cada vida, por supuesto, será una forma ligeramente diferente, pero tener esa confianza de que el maestro te guiará en todo el camino hacia la iluminación. Hay una enorme cantidad de fortaleza y estabilidad. Y es interesante cuando pensamos en la palabra “devoción”. Uno de mis estudiantes, uno muy cercano a mí, me señaló – hablando acerca solo de mi propia experiencia de cómo, en mi sitio de internet, hablo de tener una práctica equilibrada de los aspectos intelectual, emocional y devocional, y estos necesitan estar equilibrados entre sí. Y, en mí mismo, tengo el aspecto intelectual y emocional, pero siempre pensé que el lado devocional era débil en mí. No me gustan los rituales. No me gusta esto de “Oh Lama, Lama”, – como imitar a una anciana tibetana. No exhalar cuando estoy en la presencia del maestro y demás. Me he dado cuenta de que no soy muy aficionado a esto. Así que pienso en mí como no terriblemente devocional. Quizás necesito equilibrar eso. Este muy cercano estudiante mío me señaló que, de hecho, soy increíblemente devocional en términos de mi devoción hacia mis maestros, y mi devoción a la página de internet, y hacer que el Dharma esté disponible para tantas personas como sea posible. Así que, cuando pensamos en devoción, ¿qué significa la devoción realmente? ¿Queremos decir adoración inconsciente, imitar a otras personas en términos de su forma? Especialmente, proviniendo de una cultura diferente, lo cual es realmente tonto. O significa esta muy fuerte confianza y creencia en lo que uno está haciendo y en el propio maestro y demás. Así que estaba tratando de obtener una visión diferente ahora en términos de qué significa realmente la devoción. La base de ello es el yoga del gurú.
Dos aspectos: la actitud, confiar en el maestro en términos de nuestra actitud – creencia en los hechos, en las buenas cualidades del maestro, y apreciación de la bondad. Y ahora nos volteamos a la amabilidad que el maestro ha tenido hacia nosotros, desarrollando apreciación por ella. Pienso que lo que podemos llenar en un paso, similar a lo que hicimos en términos de las cualidades del maestro, y traer a mente nuestros sentimientos de su falta de amabilidad – realmente no han sido amables conmigo – y examinar la – técnicamente se le llama “regresión degenerativa”, lo cual significa esta regresión a “mamá y papá no me quieren lo suficiente, este tipo de cosas, “nadie me ama”, que podría surgir aquí. Y que estamos proyectando una regresión, regresamos a algo en el pasado, y es degenerativo – no lo estamos haciendo de una forma positiva; lo estamos haciendo de una forma muy autodestructiva. Tratamos de sacar eso a flote y limpiar eso, de tal forma que estas imprecisiones convencionales y exageraciones de la conducta de nuestro maestro – que “realmente no me ama, si realmente me amara pasaría todo su tiempo solo conmigo”. ¡Cuán infantiles podemos ser! Y estamos celosos del nuevo hermano o hermana. Esto es regresión degenerativa. Y muchos de nosotros experimentamos eso. No estamos muy conscientes de ello, pero estos sentimientos infantiles surgen y necesitamos limpiarlos.
Así que nos enfocamos en los hechos precisos de la amabilidad del maestro – lo que han hecho por nosotros, cómo han actuado hacia nosotros – y también nos enfocamos en cómo han sido. Este es el nivel más profundo: desprovistos de indicar que son inherentemente desconsiderados o crueles, o si no pasaron mucho tiempo con nosotros y demás. “Mi gurú no fue amable conmigo, me regañó; me llamó tonto todo el tiempo”, lo cual fue el caso. Así que yo podría pensar: “Bueno, no me quería, no le agradaba, era cruel conmigo” y demás. Bueno, el hecho es que sí me regañaba, pero eso era muy amable. Eso no indica que inherentemente era una persona cruel que iba por ahí gritándole a todo el mundo. No hacía eso con los demás. “¿Por qué siempre me grita a mí y no a los demás?” Nada de esta basura, tampoco.
Luego, tenemos que enfocarnos en las formas reales en las que los maestros han sido amables. Y aquí es muy importante recordarnos a nosotros mismos que las personas, algunas veces, muestran amabilidad de formas distintas a las que normalmente podríamos reconocer y distintas de las que normalmente queremos. Esto es importante, no solo con el maestro espiritual, sino también con miembros de nuestra familia, nuestros padres, especialmente, amigos y demás. Las personas muestran amabilidad de muchas, muchas formas diferentes. Uno de mis amigos psicólogos usa una analogía para eso: que las personas utilizan diferentes monedas. Y tenemos que estar dispuestos a aceptar monedas extranjeras y reconocer este dinero. Así que, si nos pagan en francos suizos, o en euros o en dólares o en libras, o en eslotis polacos, que realmente no consideraríamos dinero, entonces, aun así, lo aceptamos.
Algunas veces, particularmente los asiáticos, muestran afecto de formas – especialmente las figuras paternas asiáticas –muy diferentes de las esperaríamos o de las que desearíamos – como siendo muy estrictos con nosotros. Si no nos quisieran, no les importaría, no harían nada; están buscando nuestro bienestar. Trabajar – este es el caso del padre – trabajar para hacer suficiente dinero para mantenernos. Quizás no sea cariñoso, pero esa no es la forma en que esta persona muestra su amor. Así que tenemos que reconocer con qué moneda nos están pagando y aceptarla, valorarla. No solo aceptarla, sino apreciarla. Esta es la emoción que queremos desarrollar aquí. Es ideal, obviamente, si podemos hacer eso mientras la persona aún está viva y aún estamos relacionados. Algunas veces ocurre solo cuando han muerto, pero es muy importante recorrer esta fase y reconocer y apreciar su bondad.
Muy bien y, de nuevo, cualquier amabilidad que tengan, también tratamos de no exagerarla como si fuera un favor inherente – qué maravillosos son de hacer esto. También, si nos parece relevante, podemos enfocarnos en nosotros mismos como desprovistos de fallas congénitas inherentes que nos harían, por sus propios poderes, inherentemente indignos de bondad o amor. Eso a menudo va acompañado de baja autoestima. “Soy tan mala persona, inherentemente, que no merezco ser amado, no merezco recibir ninguna bondad”. Eso es pesado y ciertamente impide tener una relación saludable con un maestro espiritual.
Así que tenemos que aplicar nuestro entendimiento de la vacuidad a tales cosas. No hay nada inherente en esto que nos haga ser aquello. O “soy tan valioso y maravilloso que todos deberían amarme y alabarme todo el tiempo”. Podríamos también hablar del otro extremo. “Soy tan especial” – ese es uno grande – “soy tan especial que debería ser el centro de atención. Y puedo monopolizar todas las clases haciendo constantes preguntas y no dejar que nadie más pregunte nada. Mis preguntas son las más importantes”. Muchas personas sufren de esto también. Empujan al frente. “El maestro ya viene – ¡el maestro debería verme, especialmente haciendo postración!”.
De esta forma, tratamos de enfocarnos en la realidad de la amabilidad que hemos recibido del maestro. Y al recorrer este proceso que acabo de explicar, luego, tenerlo de una manera clara – similar a la creencia en un hecho con claridad mental – no estar orgullosos de eso, no estar celosos cuando el maestro es amable con otros, no estar apegados a él, exagerarlas, no ser ingenuos al respecto ni enojarnos si no hemos obtenido suficiente. Pero con claridad mental, con una comprensión clara desde el corazón. Y está basada en la evidencia de lo que hemos visto, de lo que otras personas han visto. El sentimiento que desarrollamos a partir de eso es una apreciación sentida desde el corazón, y lo que proviene de ello es un respeto amoroso. Muy estable. Un tipo de respeto amoroso – no este súper exageradamente emocional que en realidad es muy inestable y, si lo vemos objetivamente, bastante perturbador, especialmente cuando el maestro ya no está ahí. Y luego, como hicimos con la creencia en un hecho de las buenas cualidades del maestro, dejamos que se asiente, de forma unipuntual, este sentimiento de apreciación sentida desde el corazón y respeto amoroso.
Y luego, el siguiente paso es, con esta firme convicción en las buenas cualidades, y la confianza, la apreciación y el respeto amoroso por el maestro, ahora solicitamos inspiración. Hacemos solicitudes; no solicitamos un Mercedes-Benz y este tipo de cosas, sino que solicitamos particularmente inspiración. Por lo general, vemos eso traducido del tibetano como: “Por favor, confiéreme tus bendiciones”, lo cual es muy cristiano y su connotación no es de lo que estamos hablando en el budismo. Inspírenme. Ayúdenme, inspírenme – y no solo inspírenme –, hagan específicamente que me aplique. Inspírenme a desarrollar la bodichita. Inspírenme para tener una mente clara de la forma que pueda entender las enseñanzas. Inspírame con tu ejemplo para tomarme en serio cuando tú me tomes en serio.
Y realmente solo podemos sentir inspiración, sentirnos inspirados por el maestro, si tenemos este estado mental y de corazón de antemano – la confianza, convicción, apreciación, respeto amoroso y demás. Es sobre esa base que realmente sentiremos algo en términos de respeto. De lo contrario, es solo una visualización de luces. Es entretenido, pero no nos mueve de ninguna forma profunda. Cuando solicitamos esa inspiración, entonces nos imaginamos esa inspiración – en un nivel de sutra podemos hacer que entre en nuestro corazón. Entra en nosotros en la forma de luz blanca o amarilla – luz blanca para disminuir los defectos, tales como baja energía u opacidad, y amarilla para estimular las buenas cualidades. Pero lo que es importante es sentir algo, no solo visualizar unas luces – eso es trivial. Solo visualizar las luces sin sentimiento alguno es bastante trivial; no hace mucho por nosotros. Pero hacer esta práctica con esa representación gráfica de las luces, nos ayuda a sentir más. De lo contrario, es un poco vaga. El budismo, particularmente el budismo tibetano, hace mucho uso de los poderes de la imaginación, una herramienta muy importante que tenemos.
La luz amarilla es para incrementar nuestras buenas cualidades, la luz blanca primero es para purificarnos – cosas como la baja energía y demás. Queremos la inspiración para deshacernos de la baja energía y para desarrollar una alta energía, por ejemplo. La luz blanca se deshace de la baja energía y la luz amarilla incrementa la energía más alta, fuerte y estable. La luz blanca calma la energía nerviosa; la luz amarilla le da energía positiva.
Luego, si estamos haciendo la práctica del nivel de tantra, ahora, en este punto, podemos agregar las visualizaciones y prácticas del nivel de tantra. Este es un tipo estándar de práctica – también se hace con figuras búdicas y yidams – que es imaginar que las luces blancas salen del chakra de la coronilla o de la frente del maestro a nuestra frente o a nuestro chakra de la coronilla, y nos inspira a desarrollar todas las buenas cualidades del cuerpo: conducta, acción del maestro. Después, la luz roja de su garganta a nuestra garganta para las buenas cualidades de palabra. La luz azul del corazón a nuestro corazón para desarrollar buenas cualidades de la mente. Y luego las tres juntas, de tal forma que las tres estén armoniosamente integradas.
Este tipo de visualización podemos hacerla con todas las clases de práctica tántrica. Y si estamos practicando tantra anutarayoga, la clase superior de tantra, entonces también podemos imaginar en este punto que recibimos las cuatro iniciaciones que son parte de cualquier iniciación de anutarayoga de parte del maestro espiritual. Y esto puede hacerse de muchas formas diferentes, de formas más o menos elaboradas. No hay necesidad de entrar en detalle acerca de ellos, pero puede hacerse de forma bastante elaborada. También podemos imaginar que una réplica del maestro se disuelve dentro de nosotros y que nuestras cualidades se vuelven una con el maestro. En otras palabras, podemos complementarlo con eso.
Si estamos haciendo esta práctica con las iniciaciones – o “empoderamientos”, es una traducción que yo prefiero, en lugar de “iniciación”, no es que estemos iniciando nada, sino que es un empoderamiento. Y lo que es empoderado – quiero decir, todo el propósito de tal práctica es que activa y fortalece, o empodera los potenciales de naturaleza de buda, de tal forma que puedan ser plenamente actualizados y realizados. De esto se tratan las iniciaciones, estimulando los potenciales de naturaleza de buda para que crezcan, activándolos, fortaleciéndolos. Porque estimula, fortalece los potenciales de naturaleza de buda; tomamos los empoderamientos una y otra y otra vez a través del yoga del gurú, a través de realmente recibir los empoderamientos y demás. No se hace solo para empezarlo y luego olvidarlo y no necesitarlo más.
Después, volviendo a la práctica de sutra – como dije, en el tantra hacemos todo esto en cualquier caso – pero lo que encontramos en la descripción de sutra es, al final de este proceso, entonces, imaginamos que el gurú – por cierto, nos estamos enfocando en el gurú que está frente a nosotros, no de tamaño real, sino pequeño (eso ayuda con la concentración) – luego, el gurú (uno muy pequeño) viene a la coronilla de nuestra cabeza, con el rostro en la misma dirección en la que nosotros estamos y, en un sentido, se queda ahí por el resto del día como un testigo de nuestra conducta y pensamiento – cómo estamos hablando, cómo estamos pensando, cómo estamos actuando – y continúa siendo una fuente de inspiración para nosotros y nos ayuda con disciplina. Porque lo que es un aspecto muy importante de la autodisciplina ética es: “Si mi maestro estuviera aquí, ¿actuaría de esa forma?”. Nos sentiríamos avergonzados de actuar, hablar y pensar de cierta forma si nuestro maestro estuviera presente. Así que esta es una gran ayuda para nosotros, mantenernos firmes. No actuaríamos como idiotas enfrente del maestro porque tenemos un respeto amoroso por el maestro. Esa es la razón por la que este sentimiento es tan importante.
Esto es lo que estaba tratando de describir (es difícil ponerlo en palabras) con Serkong Rinpoche. Hay un cierto sentido de – no es miedo, sino impresión. Estoy tan impresionado por sus cualidades y tengo tanto respeto y amor profundo y valoración y demás, que ¿cómo podría actuar como un idiota frente a él? Y si de forma inconsciente, no deliberada, actúo como un idiota: “Gracias por señalármelo”. Tanto en el pasado como en el presente, pero fue particularmente con el pasado.
Mi conducta con el actual toma mucho en consideración el hecho de que es un niño, y ahora es un hombre joven. Y, de muchas formas, yo asumo un rol paternal con él, porque realmente lo cuido y trato de procurar su bienestar y demás. Él lo sabe y lo aprecia. Así que es una relación muy diferente en la dinámica en la relación, por la diferencia de edades y de experiencia. Y debido a que me he relacionado con él como un niño, hay un cierto elemento de afecto que es apropiado en una relación con un niño. No exagerado, sino apropiado, considerando que es tibetano, la cultura de la que proviene. Y lo regaño cuando es necesario, pero de una forma muy amable. Lo que siempre lo estoy animando a hacer es a ser un adulto y usar sus habilidades para discriminar lo que es apropiado de lo que es inapropiado. Porque con un joven Rinpoche, con frecuencia ellos dependen mucho de sus principales asistentes, y no es fácil hacer la transición en la que se vuelven el jefe de la casa. Así que él está en la edad apropiada en la que eso es un tema, así que trato de ayudarlo con eso. Serkong Rinpoche era muy erudito en las cuatro tradiciones, y yo esperaría que él continuara esa tradición. Él tiene muchas ganas de continuar con las tradiciones de su predecesor. Pero primero necesita completar su educación Gelug, lo cual está haciendo con gran entusiasmo. Ama sus estudios, no pierde el tiempo.
En cualquier caso. Me impresiona mucho y tengo un increíble respeto por el joven Serkong Rinpoche, porque realmente ya tiene cualidades y habilidades excepcionales. Por ejemplo, si pienso solo en su disciplina, tenía un poco de sobrepeso, como su predecesor, que tenía mucho sobrepeso. Esto se debía, no solo a su falta de ejercicio, sino a su mala dieta. Así que otro amigo occidental me lo señaló y dijo que él tenía que hacer algo al respecto. Nos respondió que teníamos razón y entonces, no solo cambió sus hábitos alimenticios, sino que empezó un estricto régimen de ejercicios diario y perdió diecisiete kilos. Increíble.
Luego, una vez su maestro le aconsejó que hiciera un retiro de meditación de cierta deidad tántrica, que requería que recitara un largo mantra 100,000 veces. Hizo todo el asunto en tres días, practicando desde que se levantaba hasta que se acostaba. Una vez le pregunté qué le gustaría hacer y, de nuevo, lo que él quería era una sesión de debate de toda la noche. Esa era su idea y fue lo mejor para mí ayudarle a organizarlo. Y no duerme mucho. Generalmente, en la mañana tienen que hacer toda la memorización – la mente es mejor en la mañana para la memorización y para recitar lo que se ha memorizado. Así que generalmente se levanta entre cinco y seis de la mañana. Si hay una puya, se tiene que levantar alrededor de las 4:30, porque todos inician a las cinco en punto, las puyas en el monasterio. Pero generalmente e las 5:30 o 6 de la mañana, algo así. Pero después de que llega a casa del campo de debate, lo cual es a las once, doce de la noche, entonces hace todas sus prácticas, sus compromisos, sus meditaciones, así que se va a dormir hasta la una o dos de la mañana. Así que regularmente tiene cuatro o cinco horas de sueño. Eso está bastante bien para un adolescente, considerando cuántas horas suelen dormir los adolescentes. Y no solo le gusta el debate, sino que hacen estas puyas increíblemente largas desde las cinco de la mañana hasta las diez de la noche, durante tres o cuatro días. Le pregunté: “¿Qué piensas de ellas? ¿Te gustan?”. Le encantan. Maravilloso. Me da una increíble esperanza en el futuro.
Solo debería añadir a esto: no piensen que es serio todo el tiempo. Los lunes no tienen clases de debate ni lecciones, y los lunes él pasa una o dos horas jugando videojuegos. Tiene una computadora ahora. Quiero decir, aún es un adolescente, un hombre joven, pero lo tiene bajo control. No más de dos horas y solo los lunes. Tiene cierto equilibrio.
En términos de la computadora, él ha aprendido a usarla. ¿Para qué la usa? La usa para preparar materiales de estudio y herramientas de estudio para sus compañeros, hacer esquemas y cosas así. Me parece maravilloso, que haya adoptado la nueva tecnología y la utilice como un medio educativo para ayudar a otros – para ayudar a sus compañeros de clase. Y sí toma a los estudiantes más lentos de su clase, acuden a su casa y él les da tutorías y los ayuda. Todas estas cualidades están ahí. Esta es la razón por que digo que tengo una convicción muy firme. Está muy claro, la continuidad de todos estos instintos, todos estos hábitos de la vida previa, junto con un gran sentido del humor y demás, y totalmente práctico, aterrizado.
Así que terminemos la meditación, la meditación del yoga del gurú. Así que tenemos al gurú en la coronilla de nuestra cabeza. Él es testigo de todo nuestro día. Luego, antes de irnos a dormir, existen dos variaciones: una es que imaginamos que la pequeña figura del gurú viene a nuestro corazón y se disuelve mientras dormimos, que es un estilo de práctica más del tantra, pero también se describe en los textos de sutra – supongo que con el tantra en mente. La otra variación es que el gurú ahora se vuelve grande, de tamaño real. E imaginamos que dormimos con nuestra cabeza en el regazo de nuestros gurús, que es para aquellos que necesitan un poco más de calidez y afecto. (Risas).
Me recuerda que a Serkong Rinpoche, el viejo, le gustaban mucho los animales, y tenía muchos perros y gatos, y el lugar favorito de estos animales era debajo de sus hábitos cuando estaba enseñando, debajo del chal, sentados en su regazo. Y a mitad de una enseñanza o algo así, de pronto se asomaba una cabecita. (Risas). Porque él no sabía qué estaba ahí – estaban dormidos o lo que sea. Entonces se asomaba una cabecita y un animal se iba caminando. Así que solíamos bromear, imaginando que una jirafa o un elefante saldrían de ahí también. Nunca sabías qué había debajo de sus hábitos – debajo de su chal, diría yo – en su regazo.
El joven Rinpoche también ama a los animales. Tiene dos perros. Y lo que es extraordinario con estos perros – nunca he visto nada como esto – es que, donde él vive, en el Sur de la India, hay changos, y estaba este chango que siempre venía y jugaba con los perros. Y los perros no le ladraban al chango. Jugaban con el chango de la forma en que jugarían con otro perro. Y el chango no tiene miedo. Es extraordinario. Nunca había visto nada como eso. ¡Quién sabe quiénes serán esos perros!
Mientras cuento historias sobre la relación con el maestro en dos vidas, también debería mencionar que no he hablado mucho acerca de Ling Rinpoche, el tutor principal, pero no fui tan cercano a él como lo fui de Serkong Rinpoche, pero muchas veces sí traduje para él y estudié con él. No he sido tan cercano a su renacimiento como con Serkong Rinpoche. Pero – no la última vez que estuve en la India, sino la anterior – fui a verlo. Y estaba ahí y estábamos hablando, y no lo había visto en varios años. Le pidió al asistente que llevara té. Trajo el té y llevó además unas galletas británicas que son mis favoritas en el mundo. ¿De dónde las sacó y por qué las trajo para mí? – Solo me miró con esta cierta mirada de, ya saben: “Hahaha. ¿No crees en el karma?”. Cierto tipo de conexión, solo me miró mientras yo veía con asombro este paquete de galletas británicas. Él también es muy especial y también tiene muchas características del anterior.
Así pues, la meditación. Cuando hacemos la meditación, la terminaremos, obviamente, con la dedicatoria de la fuerza positiva de la práctica, así que quizás podamos terminar aquí también. Sería lindo poder tener más preguntas, pero realmente tengo que irme al aeropuerto. Obviamente, hay muchas dedicatorias. Pero una que es muy linda después de la meditación en el maestro espiritual es:
“Que el legado positivo que he obtenido, aprendido del maestro, de las buenas cualidades y amabilidad de mi maestro, integradas con el entramado de mis buenas cualidades, mis fuerzas positivas, mi darse cuenta profundo – que pueda integrarse con todo eso. Y pueda madurar y afectar mi conducta, de tal forma que pueda transmitir este legado a otros y ayudarlos a alcanzar bienestar emocional, mejores renacimientos, liberación e iluminación en beneficio de todos”. Así que podemos hacer una dedicatoria similar. Que pueda integrarse en mí para poder transmitirlo. No solo volverme como el Gurú, sino pasar ese legado a otros. Transmitir ese legado a otros. Y, por supuesto, siempre hacer aspiraciones para que nosotros y todos sean guiados por gurús plenamente calificados en todas nuestras vidas. Y que los gurús puedan tener una larga vida, salud y demás.
[Para un resumen de este nivel de sutra del Yoga del Gurú, ver: La meditación del gurú del nivel sútrico].