La práctica de las siete ramas en el Yoga del Gurú

El nivel del sutra del yoga del gurú, un tipo de práctica de meditación, es muy importante como la base para la práctica del nivel de tantra con las elaboradas visualizaciones. Pero incluso con la práctica del nivel de sutra podemos imaginar diversas luces y demás que vienen hacia nosotros. No es necesariamente exclusivo de la práctica del nivel de tantra. Pero necesitamos darnos cuenta de que el yoga del gurú es básicamente uno de los preliminares, es una práctica de ngondro (sngon-'gro). Básicamente, ngondro significa prácticas preliminares. Así, hay prácticas preliminares especiales que son compartidas en común por el sutra y el tantra, y aquellas que son exclusivas o especiales para el tantra. 

Ahora, empezamos la práctica imaginando a nuestros maestros espirituales o viendo una fotografía de ellos. Pienso que el punto de tal práctica no es perfeccionar nuestra habilidad de visualizar, así que, si no podemos visualizar, está bien; tener una fotografía de nuestro maestro espiritual delante de nosotros está perfectamente bien, no hay nada de qué avergonzarse al respecto. Si revisamos en las habitaciones privadas de la mayoría de los tibetanos, monjes tibetanos y personas laicas también, pero particularmente de los monásticos, todos tienen fotografías de sus maestros en las paredes, en las mesas, en todos lados. Esto es muy útil. No en el baño, por favor – sean respetuosos.

La práctica que voy a describir, debo decir que he reunido piezas de aquí y allá, de diferentes fuentes. Hay una gran cantidad de discusión en los diversos textos de sutra, particularmente textos de las diversas tradiciones tibetanas, las cuales (a falta de una palabra mejor) incluimos dentro de la categoría de lam-rim, de las enseñanzas de las etapas graduales. Y todas ellas enseñan acerca de la relación con el maestro espiritual, y todas ellas tienen diversas prácticas para, de cierta forma, juntarlas. Esto proviene principalmente de la tradición Kadam. También se encuentran muchos elementos en las otras tradiciones. 

Empezamos ofreciendo al maestro espiritual la práctica de las siete ramas – invocación de las siete partes, como algunas veces se le llama– postración, hacer ofrendas, etc. Esta es la práctica más estándar que absolutamente todos hacen para acumular fuerza positiva. Su expresión clásica se encuentra en el Bodhicharyavatara (Involucrarse en la conducta del bodisatva) de Shantideva. Empieza con – imagino que la mayoría de ustedes están familiarizados con ella, pero solo para revisarla brevemente – inicia con ofrecer postraciones, lo cual es una muestra de respeto, básicamente, con cuerpo, palabra y mente. Así pues, la postración física, recitar algunos versos, pensar en las buenas cualidades, y mostrar respeto por las buenas cualidades. La práctica, por cierto, por supuesto que inicia con, primero, la toma de refugio o lo que yo llamo “dirección segura” y bodichita – siempre empezamos la práctica con eso.

Cuando hacemos postraciones, lo que es muy útil es pensar en tres niveles de lo que estamos ofreciendo. El objeto al que le estamos ofreciendo la postración es, por un lado, los budas y los maestros espirituales que han alcanzado la meta (o que encarnan la meta) que nosotros anhelamos. Es muy importante no ver esto solo como algo externo que alguien más ha alcanzado, lo cual fácilmente podría llevarnos a simplemente adorar al gurú: “Eres tan maravilloso. Yo soy tan poca cosa y miserable. Solo dime qué hacer”. Ciertamente queremos evitar eso y, por lo tanto, también ofrecemos postraciones, al mismo tiempo, a nuestra propia iluminación futura, nuestra futura iluminación individual, la cual está más abajo en la línea de nuestra continuidad mental, pero aún no ha acontecido. La bodichita se enfoca en esa iluminación futura con la intención de alcanzarla, sobre la base de tener una confianza plena en que es posible y con la motivación y el anhelo de ayudar a todos los demás por medio de eso. Queremos ayudar a todos, esa es la motivación para llegar ahí; y lo que queremos hacer cuando lleguemos ahí es realmente ayudar a todos los demás. Así que le mostramos respeto a esa iluminación, no solo a la iluminación del maestro espiritual, o de lo contrario, la relación es solo adorar a ese ser maravilloso que está ahí arriba; eso no es de lo que se trata la relación con el maestro espiritual, no es saludable. También, con la postración mostramos respeto a nuestra propia naturaleza de buda. Es la naturaleza de buda del maestro lo que le permitió alcanzar sus altos logros, y también es nuestra propia naturaleza de buda, potenciales y cualidades, lo que nos permitirá alcanzar la iluminación. 

Así que toda la relación, me parece, con el maestro espiritual, es muy importante que esté basada en el respeto. No solo respeto por el maestro, sino por nosotros mismos, respeto por nuestro propio camino espiritual y por lo que estamos haciendo. Entonces, se sigue de una forma madura y adulta. Es muy importante que el yoga del gurú y esa relación con el gurú se dé a un nivel adulto maduro. No como niños, con una mentalidad infantil. Por supuesto, no queremos irnos al extremo tampoco de ser arrogantes. Solo maduros. 

Así que lo siguiente es, la segunda de la práctica de las siete ramas, es hacer ofrendas. No vamos solo a ofrecer una kata o algo de incienso al maestro, quien no necesita tales cosas. Estaba señalando ayer que lo que estamos dispuestos a dar es lo que sea para ser capaces de alcanzar la iluminación para beneficiar a todos los demás. Y nos ofrecemos al maestro como el conducto, por así decirlo. Lo mismo sucede con los budas, es un conducto para ser capaces de alcanzar esa meta. Así que tenemos que ofrecer todas las cosas significativas, como nuestro tiempo y energía, nuestro corazón y nuestro entusiasmo. Este tipo de cosas, no solamente una tonta cajita de incienso que compramos.  

Algunas veces leemos cómo ofrecemos a nuestro maestro un mandala de nuestro cuerpo, palabra y mente. Eso no significa que abuse de nosotros sexualmente ni nada por el estilo. Obviamente no. Y no significa: “Soy una cosa insignificante, moldéame y conviérteme en tu esclavo”. Sino que, como expresaba con respecto a mí y a Serkong Rinpoche: “Por favor, haz que un burro como yo se convierta en un ser humano”. Lo que quiere decir: por favor, ayúdame a desarrollar mi forma de actuar con la gente (ese es el cuerpo), mi comunicación, mis actitudes hacia los demás, etc., para que pueda ayudarlos más. Ayúdame a desarrollarme. Te ofrezco estas cosas como los materiales de trabajo para ayudarme a trabajar con y desarrollar mi cuerpo, palabra y mente, para tener las cualidades de un buda, que es en lo que me estoy enfocando de ahora en adelante. Es una ofrenda muy significativa, que no debe hacerse a la ligera. Si ofreces algo, significa que realmente lo ofreces. No se trata solo de dar un poco, pero cuando realmente empiezan a usarlo y a corregirnos, nos arrepentimos. 

Un conjunto de ofrendas muy útil son las ofrendas de samadhi, se le llama, de concentración, lo cual proviene de la tradición Sakya, que consiste en ofrecer diferentes aspectos de nuestra práctica. Lo que hacemos es que pensamos en diversos aspectos de nuestra práctica, y los ofrecemos. El gurú no los necesita, el Buda tampoco los necesita. Como dije, son un conducto; es a través de ofrecérselos a ellos que los usamos para ayudar a otros. Si doy un ejemplo de mi propio caso, todo lo que he leído y estudiado, todo el conocimiento que he obtenido, este tipo de cosas – lo ofrezco a mi maestro en el sentido de que luego puedo ser su traductor. Uso todo lo que he estudiado a través de él para ser capaz de traducir para él y dárselo a los demás. De esta forma, hago una ofrenda de todos mis talentos, todo mi trabajo, toda mi energía – a través de él, para ayudar a otros. Obviamente, puede haber muchas otras formas además de ser solo el traductor o el secretario del maestro. También puede ser tratar de continuar con sus intenciones, sus ideas, tratando de ayudar a otros, tratando de hacer cosas. Y cada una de estas ofrendas toma una forma simbólica de la ofrenda tradicional, pero eso solo adquiere una imagen de ellas. Lo que realmente estamos ofreciendo son los diversos aspectos de nuestra práctica. Trabajar en un centro de Dharma, cualesquiera sean nuestros talentos para ayudar al maestro a ayudar a otros. Ofrecemos eso. O trabajar en un hospital, o cuidar a personas con discapacidades, o llevar a cabo algún tipo de trabajo budista, que es lo que nuestro maestro, obviamente, quiere que todos podamos hacer.  

Así, como dije, puede ser un panorama muy amplio. Lo tradicional es que ofrezcamos todo lo que hemos leído y estudiado. En la práctica de la meditación, eso toma la forma – de cierta manera, se coagula, por así decirlo, en las ofrendas de agua. El énfasis no está en el agua. El maestro no necesita un cuenco de agua. ¿Qué va a hacer con un cuenco de agua? Alimentar un gato. El agua es solo un símbolo de todo lo que hemos leído y estudiado; una representación. Y luego, todo el conocimiento que hemos obtenido de nuestras lecturas y nuestro estudio, toma la forma de flores, flores que crecen del agua. Y luego, toda la disciplina que usamos para poner en práctica ese conocimiento con la meditación, con el hecho de realmente ayudar a los demás, refrenándonos de actuar negativamente; la disciplina de hacer cualquier trabajo que hagamos para ayudar a los demás basados en ese conocimiento que hemos obtenido, eso toma la forma del humo del incienso. 

Entonces, la comprensión profunda que hemos obtenido de esa práctica disciplinada, toma la forma de luz, la luz del conocimiento, la luz de las lámparas de mantequilla, velas y demás – iluminar el camino para todos. Luego, la firme convicción que tenemos en el Dharma, al estar convencidos de que es verdadero, nada puede tambalearnos – esta convicción firme la ofrecemos en la forma de un perfume refrescante, tan refrescante para todos. Conocer a alguien que está libre de dudas, que está firmemente convencido – que no es un fanático – sino firmemente convencido basado en la experiencia y el conocimiento profundo y la razón – es algo muy refrescante para todos. Un perfume refrescante – se utilizaba en la India, no estamos hablando de algo de Occidente; eso es algo de la antigua India.

Y luego la concentración que somos capaces de obtener con esa convicción firme. Un gran problema con la concentración es cuando tenemos dudas, realmente no sabemos, no estamos seguros de nosotros mismos. Cuando tenemos una convicción firme, estamos convencidos del entendimiento correcto, entonces podemos concentrarnos perfectamente. Es tan importante para ayudar a los demás. Así que ofrecemos esa concentración. Y esa concentración toma la forma de comida. Los grandes meditadores pueden vivir de su concentración; pueden quedarse en un estado de concentración meditativa profunda durante días y eso los sostiene, no tienen que comer. Toma la forma de comida. Y luego, finalmente, nuestras explicaciones claras del Dharma, así como nuestras alabanzas del Dharma, nuestra lectura de textos y todas estas cosas verbales que podemos hacer con esta concentración y convicción y demás. La base de todas ellas, particularmente nuestra habilidad de explicar el Dharma claramente, toma la forma de hermosa música. 

Así que estas son las ofrendas de concentración. Una práctica maravillosa, absolutamente maravillosa. Proviene, como dije, de la tradición Sakya. Chogyel Pagpa (Chos-rgyal ‘Phags-pa) fue el maestro que la desarrolló primero, quien la escribió primero. Y fue un gran maestro Sakya que llevó el budismo a los mongoles – a Kublai Khan. Fue adoptada en la tradición Gelugpa, y particularmente durante el festival Monlam en Lhasa, se volvió parte de eso. Se incorporó en la práctica de las seis sesiones de Kalachakra. La encontramos en muchos lugares. Es muy útil, muy profunda y muy práctica. No se trata solo de hacer estas ofrendas de incienso y demás – en un nivel empiezas a pensar que es bastante trivial. Tienen un significado más profundo, una representación más profunda.

Aunque, por supuesto, la ofrenda del incienso, las flores y demás – en esa forma – sí tiene un significado más profundo además de esto, en términos de traer dicha a los diversos sentidos, lo cual en el tantra tiene un significado más profundo. Pero en el nivel del sutra ordinario, también tiene un profundo significado en términos de estas ofrendas de concentración. El tantra es el aspecto de la dicha, el sutra son estos aspectos de concentración. En un nivel literal, es lo que se hacía en la antigua India cuando invitaban a una persona para ofrecerle una comida. Ese es el nivel literal. 

Así que, eso es hacer las ofrendas.

La tercera de la práctica de las siete ramas es admitir nuestros errores. Así que admitimos nuestros defectos: somos flojos, no tenemos ganas de practicar, etc. Y nos arrepentimos de eso, realmente desearíamos no repetir esas conductas y reafirmamos nuestras bases – refugio y bodichita. Y lo que sea que aprendamos con el maestro, y lo que sea que aprendamos en general, lo aplicaremos para superar estas fallas.  

Pienso que aquí – de nuevo, esta es mi propia tradición, así que seamos claros al respecto; no proviene de fuentes originales, pero pienso que encaja bastante bien aquí – admitir nuestras propias fallas y también reconocer los errores que podamos haber experimentado con maestros nada perfectos. En otras palabras, si hemos sido abusados, si hemos sido engañados por maestros charlatanes, reconocer eso. Eso es muy importante, tan solo a un nivel psicológico. Reconocer que: “Sí, fue terrible lo que sucedió. Fue un error entrar en una relación así. Fue un error seguir a ese tipo de maestro. Me arrepiento mucho de ello, pero sucedió. Y sí, fui engañado. Haré lo posible para que no vuelva a suceder, siendo mucho más crítico y mucho más cuidadoso en el futuro. Y reafirmo lo que haré con mi vida – no renunciaré al Dharma debido a esto. Reafirmo mi dirección segura de refugio y mi anhelo de la bodichita. Y cualesquiera cosas más aprenda en el Dharma, las aplicaré de tal forma que no repita los errores con futuros maestros, sino solo desarrollaré relaciones saludables con maestros apropiados”. Pienso que esto encaja muy bien aquí y puede ayudar con el proceso de sanación de aquellos que hemos sido lastimados espiritualmente, por así decirlo, por maestros engañosos o abusivos, porque muchas personas han experimentado eso. Necesitamos lidiar con eso – de alguna manera sanar las heridas y los dolores, no solo ignorarlos. Admitirlos abiertamente, especialmente si queremos hacer un yoga del gurú apropiado con un maestro apropiado más adelante. No queremos que esta mala experiencia que tuvimos en el pasado la empañe porque no fuimos capaces de reconocerla y lidiar con ella. Psicológicamente, me parece que es válido ponerlo aquí.  

Y así como cuando pensamos en nuestros defectos y sentimos arrepentimiento, eso significa que no nos sentimos culpables por ello: “No soy una mala persona debido a ello, solo lamento que haya sucedido”. De manera similar, si hemos sido utilizados, abusados o engañados por un maestro charlatán, entonces, de igual forma, cuando nos arrepentimos de eso – “lamento que haya sucedido, realmente es muy triste, muy desafortunado que haya pasado, pero eso no significa que yo sea una mala persona. No significa que deba sentirme culpable y castigarme por eso. Sentirnos amargados por eso también sería inapropiado. Sucedió por diversas razones kármicas, obviamente no todo es culpa mía o culpa del maestro, pero obviamente había cierta conexión kármica con la persona. Y, bueno, sucedió, y es muy triste que haya sucedido. Purifiquemos cualesquiera residuos kármicos que pueda haber para que no suceda de nuevo”. Pero nada de esto: “soy una mala persona”, ni sentirnos culpables por ello; eso no servirá de nada. Y luego el maestro, pensar que es el diablo, tampoco ayuda de nada. Eso solo nos hará sentir más amargados y enojados, y eso no sana nada. No es que el maestro sea el diablo. 

Así que, la cuarta de las siete partes es regocijarnos por las cualidades positivas y logros de nosotros mismos y de los demás. Así, nos regocijamos en cuan maravilloso es que nuestro maestro, los maestros budistas en general, hayan desarrollado todas sus buenas cualidades y hayan alcanzado la etapa en la que se encuentran. Y también nos regocijamos en nuestra propia naturaleza de buda. Es muy importante que tengamos la posibilidad de alcanzar lo mismo, y nos regocijamos en cualesquiera cosas positivas que ya hayamos hecho, lo cual dio como resultado que ahora nos encontremos en la etapa en la que estamos. Porque, aun si somos practicantes inexpertos y no terriblemente avanzados, esto es mucho, mucho mejor que alguien que tiene actitudes negativas hacia la práctica espiritual en general. Así que, obviamente, hay cierta repercusión kármica positiva que está resultando en que nosotros estemos en donde estamos ahora. Por ello, deberíamos sentirnos muy felices y positivos acerca de nosotros mismos. Y sentirnos positivos también acerca del maestro espiritual. Eso es muy importante – si hemos sido abusados o hemos tenido malas experiencias con maestros, reafirmar nuestras propias buenas cualidades. Podemos ver que esta práctica de las siete ramas no es en absoluto algo para trivializar. Es muy profunda y muy útil, no se trata solo de recorrerla de forma apresurada e ignorarla porque se trata de cosas de principiantes. Hay mucha sabiduría detrás de ella. 

La siguiente parte es hacer solicitudes al maestro. Es muy importante: “Mi maestro, enséñame. Realmente quiero aprender. Estoy abierto, estoy listo. Enséñame todos los niveles. Trabaja con mi personalidad, no solo me enseñes algún texto para memorizarlo”. Al viejo Serkong Rinpoche le gustaba ir a los circos y, particularmente, le gustaba ver a los animales entrenados. Solía decirme después: “Si un oso puede aprender a montar una bicicleta, nosotros los humanos podemos aprender mucho más que eso”. Así que hay esperanza para nosotros. Y entonces, no solo nos desarrollamos hasta el nivel en que un oso o un delfín pueden hacerlo – hacer algunos trucos para obtener el pescado al final como recompensa. Así que, le pedimos a nuestro maestro que nos enseñe cosas profundas y significativas, no solo montar una bicicleta como un oso. Pero estaba usando el ejemplo de, ya saben, al final, si nos hemos desempeñado bien con nuestro maestro, ¡nos da palmaditas en la cabeza y nosotros movemos la cola! Ese no es el punto. Gueshe Ngawang Dhargyey siempre usaba ese ejemplo. Me encantaba.

La siguiente rama es: “Enséñame a lo largo de todo el camino hacia la iluminación. No te vayas”. Es muy significativo. No alcanzaremos el punto de decir: “Bueno, ya tuve suficiente”, y retirarnos. “No quiero continuar más, no quiero escuchar más acerca de la vacuidad, ya tuve suficiente. Mi cabeza está llena de eso, ¡es demasiado!”. Por el contrario: “No te vayas. Nunca – ya saben, es en serio, quiero recorrer todo el camino hacia la iluminación, y nunca diré que ya tuve suficiente hasta haber alcanzado la iluminación. Así que, por favor, enséñame durante todo el camino. Estoy hablando en serio, no soy solo un turista del Dharma (de nuevo, Gueshe Ngawang Dhargyey acuñó esa frase) – que solo viene a ver un poco para luego regresar a casa”. 

Y luego, la séptima rama es la dedicatoria: “Cualquier fuerza positiva que se haya acumulado de mi práctica y demás, no quiero que eso solo contribuya a mejorar mi samsara; no quiero solo acumular karma mundano positivo ordinario, sino que actúe como una causa para alcanzar la iluminación en beneficio de todos”. Si no lo dedicamos, simplemente contribuye de forma automáticamente a mejorar el samsara. Así que necesitamos, de forma muy consciente, guardar la fuerza positiva en el folder de la iluminación de nuestra computadora interna, porque el modo automático de la computadora interna es que se guarda en el folder del mejoramiento samsárico, si podemos usar ese ejemplo. Ese es el modo automático. Si no presionas el botón de que se guarde donde quieres que se guarde, automáticamente se va al fólder del samsara. 

Esta es la práctica de las siete ramas y es muy profunda. No debe trivializarse. Y es muy útil para empezar, no solo esta práctica del gurú en el nivel sutra sino, si vamos a iniciar una práctica cotidiana, esta es con la que empezamos – la práctica de las siete ramas. Es absolutamente fundamental.

Ahora, la meditación continúa recordándonos las ventajas de enfocarnos en las buenas cualidades de nuestro maestro espiritual y las desventajas de enfocarnos en sus defectos. No es que vayamos a irnos al infierno ni nada por el estilo. Las ventajas y las desventajas son un poco más ligeras. Las desventajas de morar en los errores, rumiar sobre ellos, quedarnos fijados a ellos. ¿Cierto? Y esto se enfatiza mucho en todos los sutras y demás, y en los tantras que, si nos enfocamos en las cualidades positivas, obtenemos inspiración de ellas. Es inspirador. Nos da un modelo a seguir. Si nos quedamos fijados y atorados en sus defectos, entonces una y otra vez solo estamos insistiendo en eso y ¿qué nos provoca? Nos altera, nos deprime y nos quejamos todo el tiempo. Nos hace tener un estado mental muy negativo, un estado mental muy bajo. ¿Cuál es el punto de hacer eso? No nos ayudará en lo más mínimo. Simplemente nos desanima. Así que no queremos negar esos defectos, pero tampoco queremos quedarnos atrapados en ellos con amargura y enojo. No tiene sentido, no nos sirve de nada.  

Y enfocarnos en las cualidades positivas que realmente están ahí, no solo en las que exageramos y proyectamos. Esto puede realmente inspirarnos, porque se puede confirmar que el maestro en verdad las tiene. Si imaginamos que tiene cualidades que no tiene y nos damos cuenta de que realmente no las tiene, entonces, de nuevo, nos sentiremos muy desanimados. Esa es la razón por la que es muy importante que el maestro sea honesto acerca de sus buenas cualidades, no fingir que tiene cualidades que no tiene; y no ocultar sus defectos, pretender que no los tiene, sino ser muy honesto, muy abierto. Lo mismo con las enseñanzas, como estaba diciendo. Si son las palabras del Buda, se dice que lo son. Si es algo que el maestro está añadiendo, eso es lo que se dice. No tiene nada de malo hacerlo si eres honesto con respecto a de dónde provienen. Y, especialmente, si pasamos todo nuestro tiempo hablando con otros estudiantes, quejándonos acerca de lo terrible que es el maestro, ¿qué se va a lograr con eso, además de que todos se sientan deprimidos y enojados? 

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