El nivel del sutra del yoga del gurú, un tipo de práctica de meditación, es muy importante como la base para la práctica del nivel de tantra con las elaboradas visualizaciones. Pero incluso con la práctica del nivel de sutra podemos imaginar diversas luces y demás que vienen hacia nosotros. No es necesariamente exclusivo de la práctica del nivel de tantra. Pero necesitamos darnos cuenta de que el yoga del gurú es básicamente uno de los preliminares, es una práctica de ngondro (sngon-'gro). Básicamente, ngondro significa prácticas preliminares. Así, hay prácticas preliminares especiales que son compartidas en común por el sutra y el tantra, y aquellas que son exclusivas o especiales para el tantra.
Ahora, empezamos la práctica imaginando a nuestros maestros espirituales o viendo una fotografía de ellos. Pienso que el punto de tal práctica no es perfeccionar nuestra habilidad de visualizar, así que, si no podemos visualizar, está bien; tener una fotografía de nuestro maestro espiritual delante de nosotros está perfectamente bien, no hay nada de qué avergonzarse al respecto. Si revisamos en las habitaciones privadas de la mayoría de los tibetanos, monjes tibetanos y personas laicas también, pero particularmente de los monásticos, todos tienen fotografías de sus maestros en las paredes, en las mesas, en todos lados. Esto es muy útil. No en el baño, por favor – sean respetuosos.
La práctica que voy a describir, debo decir que he reunido piezas de aquí y allá, de diferentes fuentes. Hay una gran cantidad de discusión en los diversos textos de sutra, particularmente textos de las diversas tradiciones tibetanas, las cuales (a falta de una palabra mejor) incluimos dentro de la categoría de lam-rim, de las enseñanzas de las etapas graduales. Y todas ellas enseñan acerca de la relación con el maestro espiritual, y todas ellas tienen diversas prácticas para, de cierta forma, juntarlas. Esto proviene principalmente de la tradición Kadam. También se encuentran muchos elementos en las otras tradiciones.
Empezamos ofreciendo al maestro espiritual la práctica de las siete ramas – invocación de las siete partes, como algunas veces se le llama– postración, hacer ofrendas, etc. Esta es la práctica más estándar que absolutamente todos hacen para acumular fuerza positiva. Su expresión clásica se encuentra en el Bodhicharyavatara (Involucrarse en la conducta del bodisatva) de Shantideva. Empieza con – imagino que la mayoría de ustedes están familiarizados con ella, pero solo para revisarla brevemente – inicia con ofrecer postraciones, lo cual es una muestra de respeto, básicamente, con cuerpo, palabra y mente. Así pues, la postración física, recitar algunos versos, pensar en las buenas cualidades, y mostrar respeto por las buenas cualidades. La práctica, por cierto, por supuesto que inicia con, primero, la toma de refugio o lo que yo llamo “dirección segura” y bodichita – siempre empezamos la práctica con eso.
Cuando hacemos postraciones, lo que es muy útil es pensar en tres niveles de lo que estamos ofreciendo. El objeto al que le estamos ofreciendo la postración es, por un lado, los budas y los maestros espirituales que han alcanzado la meta (o que encarnan la meta) que nosotros anhelamos. Es muy importante no ver esto solo como algo externo que alguien más ha alcanzado, lo cual fácilmente podría llevarnos a simplemente adorar al gurú: “Eres tan maravilloso. Yo soy tan poca cosa y miserable. Solo dime qué hacer”. Ciertamente queremos evitar eso y, por lo tanto, también ofrecemos postraciones, al mismo tiempo, a nuestra propia iluminación futura, nuestra futura iluminación individual, la cual está más abajo en la línea de nuestra continuidad mental, pero aún no ha acontecido. La bodichita se enfoca en esa iluminación futura con la intención de alcanzarla, sobre la base de tener una confianza plena en que es posible y con la motivación y el anhelo de ayudar a todos los demás por medio de eso. Queremos ayudar a todos, esa es la motivación para llegar ahí; y lo que queremos hacer cuando lleguemos ahí es realmente ayudar a todos los demás. Así que le mostramos respeto a esa iluminación, no solo a la iluminación del maestro espiritual, o de lo contrario, la relación es solo adorar a ese ser maravilloso que está ahí arriba; eso no es de lo que se trata la relación con el maestro espiritual, no es saludable. También, con la postración mostramos respeto a nuestra propia naturaleza de buda. Es la naturaleza de buda del maestro lo que le permitió alcanzar sus altos logros, y también es nuestra propia naturaleza de buda, potenciales y cualidades, lo que nos permitirá alcanzar la iluminación.
Así que toda la relación, me parece, con el maestro espiritual, es muy importante que esté basada en el respeto. No solo respeto por el maestro, sino por nosotros mismos, respeto por nuestro propio camino espiritual y por lo que estamos haciendo. Entonces, se sigue de una forma madura y adulta. Es muy importante que el yoga del gurú y esa relación con el gurú se dé a un nivel adulto maduro. No como niños, con una mentalidad infantil. Por supuesto, no queremos irnos al extremo tampoco de ser arrogantes. Solo maduros.
Así que lo siguiente es, la segunda de la práctica de las siete ramas, es hacer ofrendas. No vamos solo a ofrecer una kata o algo de incienso al maestro, quien no necesita tales cosas. Estaba señalando ayer que lo que estamos dispuestos a dar es lo que sea para ser capaces de alcanzar la iluminación para beneficiar a todos los demás. Y nos ofrecemos al maestro como el conducto, por así decirlo. Lo mismo sucede con los budas, es un conducto para ser capaces de alcanzar esa meta. Así que tenemos que ofrecer todas las cosas significativas, como nuestro tiempo y energía, nuestro corazón y nuestro entusiasmo. Este tipo de cosas, no solamente una tonta cajita de incienso que compramos.
Algunas veces leemos cómo ofrecemos a nuestro maestro un mandala de nuestro cuerpo, palabra y mente. Eso no significa que abuse de nosotros sexualmente ni nada por el estilo. Obviamente no. Y no significa: “Soy una cosa insignificante, moldéame y conviérteme en tu esclavo”. Sino que, como expresaba con respecto a mí y a Serkong Rinpoche: “Por favor, haz que un burro como yo se convierta en un ser humano”. Lo que quiere decir: por favor, ayúdame a desarrollar mi forma de actuar con la gente (ese es el cuerpo), mi comunicación, mis actitudes hacia los demás, etc., para que pueda ayudarlos más. Ayúdame a desarrollarme. Te ofrezco estas cosas como los materiales de trabajo para ayudarme a trabajar con y desarrollar mi cuerpo, palabra y mente, para tener las cualidades de un buda, que es en lo que me estoy enfocando de ahora en adelante. Es una ofrenda muy significativa, que no debe hacerse a la ligera. Si ofreces algo, significa que realmente lo ofreces. No se trata solo de dar un poco, pero cuando realmente empiezan a usarlo y a corregirnos, nos arrepentimos.
Un conjunto de ofrendas muy útil son las ofrendas de samadhi, se le llama, de concentración, lo cual proviene de la tradición Sakya, que consiste en ofrecer diferentes aspectos de nuestra práctica. Lo que hacemos es que pensamos en diversos aspectos de nuestra práctica, y los ofrecemos. El gurú no los necesita, el Buda tampoco los necesita. Como dije, son un conducto; es a través de ofrecérselos a ellos que los usamos para ayudar a otros. Si doy un ejemplo de mi propio caso, todo lo que he leído y estudiado, todo el conocimiento que he obtenido, este tipo de cosas – lo ofrezco a mi maestro en el sentido de que luego puedo ser su traductor. Uso todo lo que he estudiado a través de él para ser capaz de traducir para él y dárselo a los demás. De esta forma, hago una ofrenda de todos mis talentos, todo mi trabajo, toda mi energía – a través de él, para ayudar a otros. Obviamente, puede haber muchas otras formas además de ser solo el traductor o el secretario del maestro. También puede ser tratar de continuar con sus intenciones, sus ideas, tratando de ayudar a otros, tratando de hacer cosas. Y cada una de estas ofrendas toma una forma simbólica de la ofrenda tradicional, pero eso solo adquiere una imagen de ellas. Lo que realmente estamos ofreciendo son los diversos aspectos de nuestra práctica. Trabajar en un centro de Dharma, cualesquiera sean nuestros talentos para ayudar al maestro a ayudar a otros. Ofrecemos eso. O trabajar en un hospital, o cuidar a personas con discapacidades, o llevar a cabo algún tipo de trabajo budista, que es lo que nuestro maestro, obviamente, quiere que todos podamos hacer.
Así, como dije, puede ser un panorama muy amplio. Lo tradicional es que ofrezcamos todo lo que hemos leído y estudiado. En la práctica de la meditación, eso toma la forma – de cierta manera, se coagula, por así decirlo, en las ofrendas de agua. El énfasis no está en el agua. El maestro no necesita un cuenco de agua. ¿Qué va a hacer con un cuenco de agua? Alimentar un gato. El agua es solo un símbolo de todo lo que hemos leído y estudiado; una representación. Y luego, todo el conocimiento que hemos obtenido de nuestras lecturas y nuestro estudio, toma la forma de flores, flores que crecen del agua. Y luego, toda la disciplina que usamos para poner en práctica ese conocimiento con la meditación, con el hecho de realmente ayudar a los demás, refrenándonos de actuar negativamente; la disciplina de hacer cualquier trabajo que hagamos para ayudar a los demás basados en ese conocimiento que hemos obtenido, eso toma la forma del humo del incienso.
Entonces, la comprensión profunda que hemos obtenido de esa práctica disciplinada, toma la forma de luz, la luz del conocimiento, la luz de las lámparas de mantequilla, velas y demás – iluminar el camino para todos. Luego, la firme convicción que tenemos en el Dharma, al estar convencidos de que es verdadero, nada puede tambalearnos – esta convicción firme la ofrecemos en la forma de un perfume refrescante, tan refrescante para todos. Conocer a alguien que está libre de dudas, que está firmemente convencido – que no es un fanático – sino firmemente convencido basado en la experiencia y el conocimiento profundo y la razón – es algo muy refrescante para todos. Un perfume refrescante – se utilizaba en la India, no estamos hablando de algo de Occidente; eso es algo de la antigua India.
Y luego la concentración que somos capaces de obtener con esa convicción firme. Un gran problema con la concentración es cuando tenemos dudas, realmente no sabemos, no estamos seguros de nosotros mismos. Cuando tenemos una convicción firme, estamos convencidos del entendimiento correcto, entonces podemos concentrarnos perfectamente. Es tan importante para ayudar a los demás. Así que ofrecemos esa concentración. Y esa concentración toma la forma de comida. Los grandes meditadores pueden vivir de su concentración; pueden quedarse en un estado de concentración meditativa profunda durante días y eso los sostiene, no tienen que comer. Toma la forma de comida. Y luego, finalmente, nuestras explicaciones claras del Dharma, así como nuestras alabanzas del Dharma, nuestra lectura de textos y todas estas cosas verbales que podemos hacer con esta concentración y convicción y demás. La base de todas ellas, particularmente nuestra habilidad de explicar el Dharma claramente, toma la forma de hermosa música.
Así que estas son las ofrendas de concentración. Una práctica maravillosa, absolutamente maravillosa. Proviene, como dije, de la tradición Sakya. Chogyel Pagpa (Chos-rgyal ‘Phags-pa) fue el maestro que la desarrolló primero, quien la escribió primero. Y fue un gran maestro Sakya que llevó el budismo a los mongoles – a Kublai Khan. Fue adoptada en la tradición Gelugpa, y particularmente durante el festival Monlam en Lhasa, se volvió parte de eso. Se incorporó en la práctica de las seis sesiones de Kalachakra. La encontramos en muchos lugares. Es muy útil, muy profunda y muy práctica. No se trata solo de hacer estas ofrendas de incienso y demás – en un nivel empiezas a pensar que es bastante trivial. Tienen un significado más profundo, una representación más profunda.
Aunque, por supuesto, la ofrenda del incienso, las flores y demás – en esa forma – sí tiene un significado más profundo además de esto, en términos de traer dicha a los diversos sentidos, lo cual en el tantra tiene un significado más profundo. Pero en el nivel del sutra ordinario, también tiene un profundo significado en términos de estas ofrendas de concentración. El tantra es el aspecto de la dicha, el sutra son estos aspectos de concentración. En un nivel literal, es lo que se hacía en la antigua India cuando invitaban a una persona para ofrecerle una comida. Ese es el nivel literal.
Así que, eso es hacer las ofrendas.
La tercera de la práctica de las siete ramas es admitir nuestros errores. Así que admitimos nuestros defectos: somos flojos, no tenemos ganas de practicar, etc. Y nos arrepentimos de eso, realmente desearíamos no repetir esas conductas y reafirmamos nuestras bases – refugio y bodichita. Y lo que sea que aprendamos con el maestro, y lo que sea que aprendamos en general, lo aplicaremos para superar estas fallas.
Pienso que aquí – de nuevo, esta es mi propia tradición, así que seamos claros al respecto; no proviene de fuentes originales, pero pienso que encaja bastante bien aquí – admitir nuestras propias fallas y también reconocer los errores que podamos haber experimentado con maestros nada perfectos. En otras palabras, si hemos sido abusados, si hemos sido engañados por maestros charlatanes, reconocer eso. Eso es muy importante, tan solo a un nivel psicológico. Reconocer que: “Sí, fue terrible lo que sucedió. Fue un error entrar en una relación así. Fue un error seguir a ese tipo de maestro. Me arrepiento mucho de ello, pero sucedió. Y sí, fui engañado. Haré lo posible para que no vuelva a suceder, siendo mucho más crítico y mucho más cuidadoso en el futuro. Y reafirmo lo que haré con mi vida – no renunciaré al Dharma debido a esto. Reafirmo mi dirección segura de refugio y mi anhelo de la bodichita. Y cualesquiera cosas más aprenda en el Dharma, las aplicaré de tal forma que no repita los errores con futuros maestros, sino solo desarrollaré relaciones saludables con maestros apropiados”. Pienso que esto encaja muy bien aquí y puede ayudar con el proceso de sanación de aquellos que hemos sido lastimados espiritualmente, por así decirlo, por maestros engañosos o abusivos, porque muchas personas han experimentado eso. Necesitamos lidiar con eso – de alguna manera sanar las heridas y los dolores, no solo ignorarlos. Admitirlos abiertamente, especialmente si queremos hacer un yoga del gurú apropiado con un maestro apropiado más adelante. No queremos que esta mala experiencia que tuvimos en el pasado la empañe porque no fuimos capaces de reconocerla y lidiar con ella. Psicológicamente, me parece que es válido ponerlo aquí.
Y así como cuando pensamos en nuestros defectos y sentimos arrepentimiento, eso significa que no nos sentimos culpables por ello: “No soy una mala persona debido a ello, solo lamento que haya sucedido”. De manera similar, si hemos sido utilizados, abusados o engañados por un maestro charlatán, entonces, de igual forma, cuando nos arrepentimos de eso – “lamento que haya sucedido, realmente es muy triste, muy desafortunado que haya pasado, pero eso no significa que yo sea una mala persona. No significa que deba sentirme culpable y castigarme por eso. Sentirnos amargados por eso también sería inapropiado. Sucedió por diversas razones kármicas, obviamente no todo es culpa mía o culpa del maestro, pero obviamente había cierta conexión kármica con la persona. Y, bueno, sucedió, y es muy triste que haya sucedido. Purifiquemos cualesquiera residuos kármicos que pueda haber para que no suceda de nuevo”. Pero nada de esto: “soy una mala persona”, ni sentirnos culpables por ello; eso no servirá de nada. Y luego el maestro, pensar que es el diablo, tampoco ayuda de nada. Eso solo nos hará sentir más amargados y enojados, y eso no sana nada. No es que el maestro sea el diablo.
Así que, la cuarta de las siete partes es regocijarnos por las cualidades positivas y logros de nosotros mismos y de los demás. Así, nos regocijamos en cuan maravilloso es que nuestro maestro, los maestros budistas en general, hayan desarrollado todas sus buenas cualidades y hayan alcanzado la etapa en la que se encuentran. Y también nos regocijamos en nuestra propia naturaleza de buda. Es muy importante que tengamos la posibilidad de alcanzar lo mismo, y nos regocijamos en cualesquiera cosas positivas que ya hayamos hecho, lo cual dio como resultado que ahora nos encontremos en la etapa en la que estamos. Porque, aun si somos practicantes inexpertos y no terriblemente avanzados, esto es mucho, mucho mejor que alguien que tiene actitudes negativas hacia la práctica espiritual en general. Así que, obviamente, hay cierta repercusión kármica positiva que está resultando en que nosotros estemos en donde estamos ahora. Por ello, deberíamos sentirnos muy felices y positivos acerca de nosotros mismos. Y sentirnos positivos también acerca del maestro espiritual. Eso es muy importante – si hemos sido abusados o hemos tenido malas experiencias con maestros, reafirmar nuestras propias buenas cualidades. Podemos ver que esta práctica de las siete ramas no es en absoluto algo para trivializar. Es muy profunda y muy útil, no se trata solo de recorrerla de forma apresurada e ignorarla porque se trata de cosas de principiantes. Hay mucha sabiduría detrás de ella.
La siguiente parte es hacer solicitudes al maestro. Es muy importante: “Mi maestro, enséñame. Realmente quiero aprender. Estoy abierto, estoy listo. Enséñame todos los niveles. Trabaja con mi personalidad, no solo me enseñes algún texto para memorizarlo”. Al viejo Serkong Rinpoche le gustaba ir a los circos y, particularmente, le gustaba ver a los animales entrenados. Solía decirme después: “Si un oso puede aprender a montar una bicicleta, nosotros los humanos podemos aprender mucho más que eso”. Así que hay esperanza para nosotros. Y entonces, no solo nos desarrollamos hasta el nivel en que un oso o un delfín pueden hacerlo – hacer algunos trucos para obtener el pescado al final como recompensa. Así que, le pedimos a nuestro maestro que nos enseñe cosas profundas y significativas, no solo montar una bicicleta como un oso. Pero estaba usando el ejemplo de, ya saben, al final, si nos hemos desempeñado bien con nuestro maestro, ¡nos da palmaditas en la cabeza y nosotros movemos la cola! Ese no es el punto. Gueshe Ngawang Dhargyey siempre usaba ese ejemplo. Me encantaba.
La siguiente rama es: “Enséñame a lo largo de todo el camino hacia la iluminación. No te vayas”. Es muy significativo. No alcanzaremos el punto de decir: “Bueno, ya tuve suficiente”, y retirarnos. “No quiero continuar más, no quiero escuchar más acerca de la vacuidad, ya tuve suficiente. Mi cabeza está llena de eso, ¡es demasiado!”. Por el contrario: “No te vayas. Nunca – ya saben, es en serio, quiero recorrer todo el camino hacia la iluminación, y nunca diré que ya tuve suficiente hasta haber alcanzado la iluminación. Así que, por favor, enséñame durante todo el camino. Estoy hablando en serio, no soy solo un turista del Dharma (de nuevo, Gueshe Ngawang Dhargyey acuñó esa frase) – que solo viene a ver un poco para luego regresar a casa”.
Y luego, la séptima rama es la dedicatoria: “Cualquier fuerza positiva que se haya acumulado de mi práctica y demás, no quiero que eso solo contribuya a mejorar mi samsara; no quiero solo acumular karma mundano positivo ordinario, sino que actúe como una causa para alcanzar la iluminación en beneficio de todos”. Si no lo dedicamos, simplemente contribuye de forma automáticamente a mejorar el samsara. Así que necesitamos, de forma muy consciente, guardar la fuerza positiva en el folder de la iluminación de nuestra computadora interna, porque el modo automático de la computadora interna es que se guarda en el folder del mejoramiento samsárico, si podemos usar ese ejemplo. Ese es el modo automático. Si no presionas el botón de que se guarde donde quieres que se guarde, automáticamente se va al fólder del samsara.
Esta es la práctica de las siete ramas y es muy profunda. No debe trivializarse. Y es muy útil para empezar, no solo esta práctica del gurú en el nivel sutra sino, si vamos a iniciar una práctica cotidiana, esta es con la que empezamos – la práctica de las siete ramas. Es absolutamente fundamental.
Ahora, la meditación continúa recordándonos las ventajas de enfocarnos en las buenas cualidades de nuestro maestro espiritual y las desventajas de enfocarnos en sus defectos. No es que vayamos a irnos al infierno ni nada por el estilo. Las ventajas y las desventajas son un poco más ligeras. Las desventajas de morar en los errores, rumiar sobre ellos, quedarnos fijados a ellos. ¿Cierto? Y esto se enfatiza mucho en todos los sutras y demás, y en los tantras que, si nos enfocamos en las cualidades positivas, obtenemos inspiración de ellas. Es inspirador. Nos da un modelo a seguir. Si nos quedamos fijados y atorados en sus defectos, entonces una y otra vez solo estamos insistiendo en eso y ¿qué nos provoca? Nos altera, nos deprime y nos quejamos todo el tiempo. Nos hace tener un estado mental muy negativo, un estado mental muy bajo. ¿Cuál es el punto de hacer eso? No nos ayudará en lo más mínimo. Simplemente nos desanima. Así que no queremos negar esos defectos, pero tampoco queremos quedarnos atrapados en ellos con amargura y enojo. No tiene sentido, no nos sirve de nada.
Y enfocarnos en las cualidades positivas que realmente están ahí, no solo en las que exageramos y proyectamos. Esto puede realmente inspirarnos, porque se puede confirmar que el maestro en verdad las tiene. Si imaginamos que tiene cualidades que no tiene y nos damos cuenta de que realmente no las tiene, entonces, de nuevo, nos sentiremos muy desanimados. Esa es la razón por la que es muy importante que el maestro sea honesto acerca de sus buenas cualidades, no fingir que tiene cualidades que no tiene; y no ocultar sus defectos, pretender que no los tiene, sino ser muy honesto, muy abierto. Lo mismo con las enseñanzas, como estaba diciendo. Si son las palabras del Buda, se dice que lo son. Si es algo que el maestro está añadiendo, eso es lo que se dice. No tiene nada de malo hacerlo si eres honesto con respecto a de dónde provienen. Y, especialmente, si pasamos todo nuestro tiempo hablando con otros estudiantes, quejándonos acerca de lo terrible que es el maestro, ¿qué se va a lograr con eso, además de que todos se sientan deprimidos y enojados?
Preguntas
¿Qué pasa cuando tenemos muchos gurús raíz y uno que es especialmente inspirador? ¿No es el gurú raíz en el que nos una iniciación, iniciaciones tántricas y transmisiones y discursos?
Ciertamente, podemos tener muchos maestros. Y también podemos tener más de un maestro raíz. Como dijo Su Santidad el Dalái Lama, no deberíamos ver a nuestros diversos maestros espirituales como contradictorios. Una forma de verlos sería como el Avalokiteshvara de las once caras: todas estas caras diferentes de los diferentes maestros que tenemos encajan en una figura. Esta es una buena forma de verlos. Por supuesto, la desventaja de esto es que, si tenemos una pregunta, le preguntamos lo mismo a cada uno de nuestros maestros porque, indudablemente, cada uno nos dará una respuesta diferente, y eso puede ser confuso. Así que eso no es muy sabio. Pero, especialmente en términos de consejo acerca de lo que sería mejor que hagamos, no le pregunten a más de uno. Definitivamente nos dirán dos cosas distintas.
Aunque lo óptimo sería que el gurú raíz sea el que nos dé las iniciaciones tántricas y demás, ese no es necesariamente el caso. El gurú raíz no es necesariamente nuestro primer maestro. No es necesariamente el maestro del que hemos recibido la mayoría de las enseñanzas. Es el que nos mueve más, el que nos inspira más. Y puede haber más de uno. En realidad, no tenemos que graduarlos en una escala – y a este le doy 74 en la escala, y a este otro le doy 71, así que el 73 es mi gurú raíz. Una señal interesante, por cierto, es cuál gurú aparece frecuentemente en nuestros sueños. Esa es una buena señal en términos de con quién tenemos realmente una conexión y sentimientos profundos.
En la tradición Gelug, está lo que se conoce como la Puya del Gurú (Lama Chopa), la cual es una práctica maravillosa. La mayoría de las personas la hacen diariamente, por cierto, especialmente si se han recibido enseñanzas en ella, entonces el compromiso es hacerla todos los días. Y al hacerla, no tienes que hacerla sumamente lenta, como para que te tome dos horas – si se hace rápidamente, puede tomar alrededor de cinco minutos. La principal visualización en ella es el árbol de los gurús reunidos. Y en esa visualización, por supuesto, tienes a todos los gurús del linaje. Pero la mayoría de nosotros no conocemos la biografía de estos diversos maestros del linaje, así que recitar una lista de nombres no nos mueve demasiado. En realidad, no se recitan los nombres en esa práctica, pero se pueden agregar. Lo que es parte de esa visualización es un conjunto de figuras – y hay cientos de figuras en esa visualización, es increíblemente compleja –, pero uno de los grupos de figuras es el de todos nuestros maestros espirituales, maestros espirituales personales. Y encuentro que esto es sumamente útil. Entonces, lo que hacemos (lo que yo hago, al menos) es que los acomodamos. Acomodamos a los diversos maestros que hemos tenido a lo largo de esta vida, y pensamos en los maestros espirituales, y pensamos, no solo en los maestros espirituales (de los diversos linajes, o lo que sea, con los que estudiamos), sino aquellos que nos han enseñado algo que es parte de nuestro camino espiritual. Y luego, lo que también es bueno incluir, es a aquellos maestros que nos han enseñado algo que ha sido muy útil en nuestro camino espiritual. Por ejemplo, aquellos que nos enseñaron los idiomas en los que podemos leer el Dharma; si somos alemanes, por ejemplo, aquellos que nos enseñaron inglés. No absolutamente cada maestro, pero sí alguno que sea representativo, el principal.
En mi caso, aprendí muchos idiomas asiáticos, así que incluyo al principal maestro para cada uno de esos idiomas asiáticos que estudié en los que puedo leer el Dharma. Y de mi educación regular, los principales maestros, no mi maestro de tercer grado y demás – aunque si lo quieren hacer de manera absolutamente completa, podrían hacerlo – sino el que me enseñó a leer, el que me dio realmente mucha inspiración en mi educación universitaria, haya sido en filosofía, en psicología, en historia asiática o lo que sea. Si conozco el mantra del nombre del maestro – yo sé sánscrito, así que puedo traducir sus nombres al sánscrito, pero si no lo hacen, no importa. Pueden solo decir su nombre, solo como una forma de recordarlos. Y, que puedan visualizarlo o no, depende de nuestra habilidad. Pueden recitar sus nombres de corrido solamente como “bla bla bla”, pero tomen un momento para pensar en cuál es la cualidad más sobresaliente de ese maestro y qué han aprendido de él o ella. ¿Cómo contribuyó eso a mi entendimiento y conocimiento actual del Dharma?
Esto es muy poderoso, es una práctica sumamente útil. Ese es un aspecto muy bueno y muy importante del yoga del gurú. Quiero decir que tienen que completar el yoga del gurú. Tienen una visualización base que incluye esto, y sí tienen una cierta parte en la que recorren el mantra de los nombres de los gurús – ahí es donde lo añaden. Y esto es algo que pueden agregar en cualquiera de las prácticas del yoga del gurú. Hay muchos linajes y casi todos ellos tienen algún tipo de árbol del gurú o árbol del refugio. Lo ponen ahí. En conexión con eso, uno de mis maestros, Gueshe Ngawang Dhargyey, dijo: “¡Mírennos! Si alguien nos pregunta cuánto dinero tenemos en el banco, podemos darles un número instantáneamente. Si nos preguntan cuántos maestros espirituales hemos tenido, no podemos dar un número”. No sabemos. Eso nos muestra en dónde están nuestros intereses y prioridades. Tenemos el árbol de los gurús, como el árbol del refugio, y pueden hacerlo ahí si no están haciendo la Puya del Gurú, el Lama Chopa. Todas las tradiciones tienen algo similar.
¿Es mejor hacer muchos árboles del linaje si tenemos maestros de diferentes linajes o juntarlos todos?
Yo los junto todos. Los acomodo en grupos, grupos de diferentes tradiciones, como los tendrías en un árbol – diferentes ramas. Pienso que no es muy útil tenerlos muy separados unos de otros. Lo mismo con mis maestros occidentales de educación regular – los tengo como algo separado – o mis maestros de idiomas. Esta es solo mi forma personal de hacerlo. Creo que necesitamos ser creativos. Mi propia forma de hacerlo es que en cada grupo tengo una figura central que es como el principal de ese linaje, o el más importante, digamos, de los que me enseñaron tibetano. Y luego tengo alrededor de él los otros maestros de ese linaje, o de quienes me enseñaron los idiomas asiáticos. Ese es solo mi propio estilo. Pienso que necesitamos ser creativos, tenemos espacio para la creatividad, es como un asunto artístico. E incluso si no podemos visualizarlos a todos de forma simultánea, lo cual, obviamente, es muy difícil de hacer, al menos, mientras decimos cada uno de sus nombres y pensamos en ellos por un momento, podemos recordar cómo se ven. Eso lo hace más vívido. Todo el propósito del yoga del gurú – no el propósito, sino la energía del yoga del gurú, proviene de ser vívido. Esa es la razón por la que es tan importante haber tenido un maestro en la vida real, no solo haber aprendido de los libros. No obtenemos energía de los libros, no mucha. Obtenemos cierta energía, pero no tanta como de una persona real. Es diferente ver a una persona en video que estar en la misma habitación con ella.
¿Cuál es la diferencia entre el aspecto de la práctica de las siete ramas de admitir cuando hemos sido utilizados por el maestro y hablar de los defectos del maestro?
En la sección acerca de admitir errores que hemos cometido en el pasado, aquí estamos particularmente hablando de un maestro abusivo. Quizás no estemos haciendo el yoga del gurú con ese maestro abusivo, sino con experiencias malas que tuvimos. Aunque podríamos pensar en términos de: “Fui abusado por ese maestro. ¿Cuál es el punto de rumiar al respecto? El maestro también tenía buenas cualidades y sí aprendí algo de ese maestro, así que puedo apreciar eso”. Eso es posible, pero lo más común es: “Tuve esta mala experiencia. Muy bien, no quiero contaminar ahora la relación que tengo con un maestro mejor calificado”. Y el punto que estamos haciendo ahora es pensar en las ventajas de enfocarnos en las buenas cualidades y las desventajas de enfocarnos solo en las cualidades negativas. Así que es un punto diferente.
El maestro con quien tuvimos malas experiencias – también es importante no solo decir, ya saben, “todo fue malo, fui completamente estúpido, involucrarnos con semejante maestro fue una pérdida de tiempo”, porque, sin duda, hubo cosas positivas que aprendimos de esa experiencia, de esa relación, incluso si solo fue información acerca del Dharma. Así que, en las enseñanzas dice claramente que, si entramos a la relación con el maestro de forma prematura e ignorante, mantenemos distancia. No solo pensamos negativamente, sino que apreciamos: “Muy bien, aprendí algunas cosas positivas y ahora puedo realmente continuar, así que, muchas gracias”.
¿Por qué esta relación entre el estudiante y el maestro es tan central en el budismo tibetano? Porque lo es mucho más que en cualquier tradición de Occidente, por ejemplo. Por supuesto, particularmente en el Tíbet, era difícil porque no había un sistema de educación pública. Si querías adquirir conocimiento, tenías que buscar el contacto directo con el maestro. Y puedes obtener más energía de este contacto directo. Pero ¿por qué es así es un mundo en el que tenemos tan buen acceso a la información, por qué sigue siendo tan importante? ¿Por qué se enfatiza tanto todavía?
Bueno, primero que nada, este énfasis de la relación entre estudiante-maestro no solo se encuentra en el Tíbet, sino también en la India y China – en términos de relaciones apropiadas entre las personas y demás. Y pienso que es incluso más relevante ahora en Occidente de lo que era hace algunos años. Si revisamos el fenómeno del Internet, las computadoras, las salas de chat, los celulares – todo este tipo de cosas – las personas se están distanciando más unas de otras. Podemos pensar que estos aspectos las están acercando más, pero no es así realmente, porque es justamente lo opuesto. Puedes dar un nombre falso en una sala de chat. Puedes asumir cualquier identidad. Puedes apagar la computadora si ya no te quieres comunicar más. Podrías no responder el teléfono celular si no quisieras hacerlo. Pienso que, con frecuencia, las personas se están alejando cada vez más unas de otras y están en su propio mundo con sus pequeñas máquinas y dependiendo de ellas. Particularmente en el contexto del Mahayana, en el que queremos ser capaces de realmente beneficiar a los demás, es sumamente importante tener contacto de humano a humano, un contacto emocional real unos con otros. Con el maestro espiritual, aunque no tengamos muchísimo contacto con el maestro, aun así, es una relación viva en la cual hay un intercambio real en un nivel verdadero. No puedes escapar. Tienes que lidiar con el maestro y con la situación. Así que me parece muy importante para el desarrollo de nuestra propia personalidad y para desarrollar nuestra propia habilidad de lidiar con las personas y ayudarlas, que es lo que anhelamos poder hacer como budas.
[Ver también: El papel de los maestros espirituales en la era digital]
Sin embargo, ¿sería correcto decir que el anhelo es superar esta dependencia en un maestro externo y ser guiados por completo por un maestro interno?
Pienso que necesitamos entender lo que eso podría significar. Es a través de relacionarnos con un maestro externo, no en lugar de. Pero, a través de relacionarnos con un maestro externo, podemos aprender a confiar en el maestro interno. El maestro interno no es una criatura que está dentro de nosotros o alguien que nos envía mensajes telepáticamente. Nuestro maestro interno es la naturaleza de Buda, nuestros potenciales de la mente de luz clara. Así que el maestro externo y nuestra relación con el maestro externo nos ayuda a hacer eso. También, con el maestro externo, tenemos una oportunidad de acumular una enorme cantidad de fuerza positiva, en términos, no solo de aprender de tal persona, sino de ayudarla a ayudar a otros. Y un modelo vivo es tan importante, de lo contrario, solo tenemos una idea imaginaria de lo que estamos anhelando y eso podría ser bastante falso.
Quizás no tengamos la habilidad de ayudar a cientos o miles de personas y demás. Pero si se dan estos eventos grandes en donde Su Santidad el Dalái Lama u otros grandes maestros acuden y enseñan a tantas personas, y nosotros ayudamos, aunque sea de una forma muy física y mundana, siendo voluntarios en estas enseñanzas, si participamos, entonces hay una gran cantidad de fuerza positiva. Nunca tendríamos una oportunidad semejante si nos quedamos sentados solos frente a la computadora en nuestra habitación.
¿Cómo entendemos eso en términos de que eso nos ayude a tener mayor darse cuenta que discrimina, o los poderes mundanos ordinarios, o lo que realmente es este gurú interno?
Recuerden que la principal función de un maestro espiritual no es simplemente darnos información. Esa la podemos obtener del internet o de un libro, sino darnos inspiración. Por supuesto, tiene muchas otras funciones: dar las transmisiones orales conectadas con el linaje, responder preguntas, corregirnos y demás. Pero lo más profundo es la inspiración, la fortaleza en el camino. Esta, en última instancia, tenemos que derivarla de nosotros mismos, de la mente de luz clara. El gurú interno es la mente de luz clara, el nivel más sutil de la mente, que es en donde están todas las cualidades y potenciales de la naturaleza de buda. Esto es lo que nos da nuestra fortaleza, nuestra inspiración, para seguir los diversos medios y métodos hasta lograrlos. Así como tenemos que seguir los diversos medios para lograr las buenas cualidades que vemos en el maestro.
Así que pienso que no deberíamos tomarlo de forma tan literal, que vamos a recibir mensajes de nuestra mente de luz clara, ya saben, como en nuestro celular – llega un mensaje y ahí está: “Ahora haz esto y aquello”. Es nuestra fuente de fortaleza; es nuestra fuente de inspiración. Y mediante desarrollarnos a nosotros mismos basados, no solo en la inspiración del maestro, sino en resonancia, en conjunto con nuestras cualidades de naturaleza de buda. Como dije, vemos la naturaleza de buda en el maestro y eso nos ayuda a activar la naturaleza de buda dentro de nosotros mismos. Luego desarrollamos, sobre la base de esas cualidades de la mente de luz clara, el darse cuenta que discrimina, esta calidez, esta habilidad de ayudar a otros y demás.
Conocí a un maestro occidental que dijo que él siempre está en comunicación con su gurú a través de la voz interna de la comunicación interna. No necesitaba ver a su maestro; de hecho, su maestro estaba muerto. Él sentía que ya no necesitaba ir a ver a más maestros. ¿Qué está pasando aquí?
En algunos casos raros, hay una cosa como la telepatía, incluso con un maestro que ya ha fallecido. Esto ciertamente se describe en los textos, por ejemplo, Kedrub Je tuvo una visión de Tsongkapa. Ahora, desde mi propia experiencia con la muerte de mi maestro, con frecuencia te sientes mucho más cerca de tu maestro una vez que ha muerto simplemente porque no puedes decir: “bueno, mi maestro está viajando a otro lado”, y entonces das esa excusa de decir que están alejados, porque realmente lo que uno tiene que hacer es internalizar al maestro, internalizar los valores del maestro.
Y ciertamente, yo con frecuencia – no con tanta frecuencia – pero cuando estoy en una situación compleja y no sé muy bien qué hacer, me pregunto a mí mismo, bueno, ¿cómo manejaría Serkong Rinpoche esta situación? ¿Qué haría él? ¿Qué haría Su Santidad el Dalái Lama? Mis dos maestros principales. ¿Qué haría él en esta situación? Y entonces, dado que he tenido mucha exposición a ellos en muchas, muchas situaciones, entonces tengo cierta idea de cómo reaccionarían. ¿Se están comunicando conmigo todo el tiempo? No lo creo. No directamente, no de forma consciente de su lado. Ahora, en la mayoría de los casos, un gran maestro espiritual tibetano habría renacido, así que ¿quién se está comunicando con quién? No lo sé. En términos de telepatía, hay muchas formas diferentes. Ciertamente, hay una conexión muy profunda con la que sientes algo. De otra persona, puedes sentir su energía muy fácilmente, aunque no esté ahí. Puedes saber que alguien está a punto de llamarte, “justo estaba pensando en ti”, y luego esa persona llama dos segundos después. Estoy seguro de que muchos de nosotros hemos experimentado eso.
Y entonces, existe este tipo de conexiones. Pero también están aquellos que entren dentro de la categoría de maestros charlatanes, a menudo occidentales, que quieren impresionar a otros diciendo: “Oh, estoy en contacto profundo con mi maestro todo el tiempo. Mi maestro me está hablando”, cuando en realidad es solo un espectáculo. Pero es muy difícil decir lo que alguien más está haciendo. Tienes que observar otros aspectos de su conducta. Pero, en general, si el propio maestro está vivo y tenemos acceso a él, es mejor tener contacto con el maestro y, ciertamente, en términos de que nos expliquen cosas y aprendamos más. Obviamente, están aquellos que han tenido visiones. Es bastante famoso que alguien diga que la visión de Maitreya o quien sea le ha dado enseñanzas. Pero eso es muy raro. Es algo bien conocido, pero no creo que la mayoría de nosotros vayamos a tener esa experiencia. Pero esta experiencia de “¿qué haría mi maestro en esta situación?”, eso, pienso, es algo con lo que todos podemos trabajar. Eso es lo que significa tener al gurú en nuestro corazón. Internalizamos sus valores.
Algunas veces pensamos que: “Oh, justo estaba pensando en ti” o “tuve la sensación de que estabas pensando en mí” y algunas veces es verdad, algunas veces no lo es, si revisamos con la persona: “¿Estabas pensando en mí a tal hora?”. Así que este tipo de experiencias no es confiable. Aunque son bien conocidas – muchos de los grandes textos que tenemos surgieron de visiones. Su Santidad el Dalái Lama ha hablado acerca de estas visiones puras. Él dijo que, así como ha habido visiones y transmisiones puras de enseñanzas de esa forma en el pasado, no hay razón para decir que eso no continuará en el futuro. Así que, continuará en el futuro, pero él dice que es muy importante poner a prueba estas enseñanzas para asegurarnos de que no son basura. Tenemos que revisar, ¿son consistentes con todas las otras enseñanzas del Buda? Cuando son puestas en práctica por maestros calificados, ¿producen los resultados y demás? Y especialmente, cuando las enseñanzas provienen de algún tipo de espíritu o a través de un oráculo o algo así, a través de canalización – este tipo de cosas – es sumamente importante revisarlas. Así como puede haber espíritus altamente desarrollados que sean muy beneficiosos, que pueden hablar y dar consejos a través de oráculos, también puede haber espíritus muy destructivos, fantasmas malvados (ese tipo de categoría) a los que les gusta engañar a la gente en términos de dar consejo. Así que siempre tenemos que revisar estas cosas, como dice Su Santidad.