Mahamudra: Purificación de la actividad mental

Etapas del verdadero parar

Lo que es relevante aquí, en nuestra discusión de mahamudra, es que en ambas situaciones, la impura y la pura, la naturaleza de la actividad mental es la misma. La naturaleza convencional de las dos actividades mentales impura y pura es siempre la simple claridad y conciencia. La naturaleza más profunda de ambas actividades mentales, impura y pura es siempre el vacío.

Cuando alcanzamos un verdadero parar del lado impuro, alcanzamos un verdadero parar de las dos primeras Verdades Nobles. Alcanzamos un parar verdadero del hacedor de apariencias de factores agregados de nuestra experiencia como verdaderamente existente (la primera Verdad Noble). En realidad, primero nos deshacemos del querer asir y luego del hacedor de apariencias. Cuando liberamos nuestra actividad mental de esos dos de tal manera que nunca recurren, habremos alcanzado el verdadero parar de ellos.

No alcanzamos un verdadero parar de todas las causas verdaderas y sufrimientos verdaderos con la primera cognición del vacío y con el convertirnos en aryas. El karma kagyu y nyngma afirman que un verdadero parar de todos ellos al mismo tiempo, ocurre ocasionalmente pero sólo para practicantes muy especiales. Son llamados aquellos a los que les sucede todo a la vez. Aunque gelug y sakya, no discuten ese tipo de practicantes. Sólo afirman a aquellos que progresan en etapas, se refieren a la gran mayoría de practicantes de acuerdo también a las tradiciones karma kagyu y nyngma.

Para aquellos que progresan en etapas, la primera cognición del vacío se desprende de solo una porción del verdadero sufrimiento y de las verdaderas causas. Cuán grande la porción depende de si estamos practicando con el método sutra o el de yoga anuttarayoga. En otras palabras, depende del nivel de actividad mental que usemos para la cognición no conceptual del vacío y de la motivación que acompañe a ese nivel.

Hablemos solamente del caso de los bodisatvas, aquellos con la motivación de bodhichitta. Al utilizar la actividad mental sutil para la cognición no conceptual del vacío, como en el sutra, nos desprendemos solamente del querer asir la existencia verdadera y de las emociones molestas y actitudes basados todos en la doctrina, cuando nos convertimos la primera vez en aryas. Aún así nos queda las que surgen de forma automática, igual que con el hacedor de apariencias de la existencia verdadera. Al utilizar la actividad mental de luz clara para la cognición no conceptual del vacío, como en el tantra anuttarayoga, nos desprendemos de ambos, el basado en la doctrina y las que surgen de forma automática asiendo la verdadera existencia y las emociones molestas y actitudes, todo simultáneamente. Aún así nos queda, de todas formas, el hacedor de apariencias de la verdadera existencia.

El querer asir la verdadera existencia basada en la doctrina, es el querer asir que surge de haber sido enseñados una visión de la verdadera existencia, por ejemplo por una de las escuelas no budistas de filosofía. Las emociones molestas basadas en la doctrina son aquellas que surgen basadas en ese querer asir, tales como el apego a una visión y el odio a los que no están de acuerdo con ella.

Luego están el surgir automático del querer asir la verdadera existencia y el surgir automático de las emociones molestas que tiene todo el mundo. Cuando caemos, por ejemplo, surge de forma automática el miedo. Los animales también tienen esto.

El punto es que durante la absorción no conceptual total del vacío, tanto con la cognición yóguica directa por la conciencia mental o con la actividad mental de luz clara, no tenemos el querer asir la verdadera existencia, ni emociones molestas o actitudes ni el hacedor de apariencias de la existencia verdadera. Aunque, la ausencia de éstos no dura. Sólo una cierta porción de ellos se detiene para siempre, mientras que el resto recurren durante la fase siguiente de logro. Sólo hemos alcanzado un verdadero parar de una cierta porción de la primera y segunda Verdades Nobles.

Tales practicantes constituyen el arya sangha (el sangha noble), el arya sangha. De las Tres Joyas de Refugio, son la Joya del Sangha. Esto es porque han alcanzado de manera parcial las Verdades Nobles tercera y cuarta, al desprenderse para siempre de sólo una porción de la primera y segunda Verdades Nobles. Sólo un buda ha alcanzado la tercera y cuarta Verdades Nobles en pleno y se ha desprendido de las Verdades Nobles primera y segunda de forma total. En otras palabras, cuanto más estamos en la cognición no conceptual del vacío, menos activamos la variedad impura de la actividad mental. Finalmente, podemos alcanzar un verdadero parar de todo el lado impuro.

¿Qué es significativo aquí, para nuestra discusión sobre el mahamudra? En términos de la naturaleza de nuestra actividad mental, no hay diferencia entre haber alcanzado un verdadero parar de sólo una porción de las dos primeras Verdades Nobles, un verdadero parar de todas ellas, o ningún verdadero parar de ningún tipo. La naturaleza de la actividad mental que se caracteriza por cualquier grado de verdadero parar, se mantiene igual. Aún así hay el hacedor de apariencias y el conocedor de apariencias con el “yo” no verdaderamente existente o la mente verdaderamente existente que hace que sucedan. No crea ninguna diferencia el que sea una actividad mental impura o pura. No marca ninguna diferencia tanto si miramos desde el punto de vista de las dos primeras Verdades Nobles o desde el punto de vista de las dos Verdades Nobles segundas; es lo mismo.

La actividad mental pura puede reemplazar la actividad mental impura

Entonces surge la pregunta, ¿si las actividades mentales impura y pura son lo mismo en naturaleza, cuál es más estable, la actividad mental impura o la actividad mental pura? ¿Cuáles son más estables: el hacedor de apariencias de la existencia verdadera y el querer asir la verdadera existencia, o el hacedor de apariencias de una ausencia de existencia verdadera y una cognición no conceptual del vacío? ¿El hacedor de apariencias de la existencia verdadera y el querer asir la existencia verdadera, o el hacedor de apariencias del surgir dependiente y la cognición del surgir dependiente? En cada caso, las dos posibilidades son mutuamente exclusivas. Un momento de actividad mental no puede hacer ambas simultáneamente. Así que, ¿cuál de ellas es más estable?

Deberíamos decir que el lado impuro es menos estable. Es menos estable porque puede ser minado por el lado puro. O, dicho con palabras más simples, la confusión puede ser socavada por una comprensión correcta.

Tenemos que ser cuidadosos en no hacer de esta afirmación un modo displicente. De otra manera podríamos discutir que el comprender puede ser reemplazado por la confusión. Si el comprender y la confusión son mutuamente exclusivos, entonces cuando estamos experimentando una, no estamos experimentando la otra y viceversa. Incluso después de tener la cognición no conceptual del vacío, aún nos queda algo de confusión, así que ¿qué está pasando aquí?

Consideremos una vez mas el ejemplo del hacedor de apariencias del conductor en el coche junto a mí como un verdadero idiota y creer que es de verdad un idiota porque algo está intrínsecamente erróneo en él, haciendo de él un idiota de verdad por su propio lado. Cuanto más examinamos esta actividad mental impura, más descubrimos que puede ser socavado por la comprensión de que esta forma de existir es imposible. Si él fuera intrínsecamente un idiota, entonces todo el mundo tendría que encontrarlo como un idiota desde el momento de su nacimiento en adelante, en todas las situaciones. Esto es porque hay algo mal en él, por su propio lado, que le hace intrínsecamente un idiota. Cuanto más investigamos este hacedor de apariencia impuro y su cognición impura, nuestra creencia en la apariencia correspondiendo la realidad, más averiguamos que no se sostiene para el análisis.

En cuanto a la actividad mental pura de acuerdo a esta persona, cuanto más investigamos qué actividad mental pura conoceremos, más nos damos cuenta de que en realidad es verdad. Comprenderemos que esta persona está quizá actuando de forma convencional como un idiota e “idiota” podría ser una etiqueta válida para su conducta en ese momento. Sin embargo, es imposible que sea intrínsecamente un idiota. Está actuando como un idiota al surgir dependientemente en cada cosa, principalmente en el concepto y la etiqueta mental de idiota, pero también en muchas otras cosas. Por ejemplo, el hecho de que alguien inventara coches, que la gente construyera coches en las carreteras, creara normas de circulación, y todo tipo de cosas, incluso la evolución de los seres humanos desde las amebas. Su actuación como un idiota está surgiendo dependientemente desde la interconexión de todas las cosas.

Esto es por lo cual un buda puede conocer esto. Cuando hablamos del hacedor de apariencias al surgir dependientemente, es la interconexión de todo, la totalidad de causa y efecto, todas las causas de todo. Estamos hablando de más que tropecientas causas y todos los efectos que van a llegar de todo lo que sucede en cualquier momento. Sólo un buda puede conocer esto al completo.

No deberíamos pensar de una apariencia al surgir dependientemente como algún tipo de cosa simple. Está más allá de nuestras mentes limitadas. No tenemos el aparato para ser capaces de conocerlo. La analogía que utilizo a menudo es la de que nuestra cognición es como un periscopio. Todo el mundo se mueve alrededor como en submarinos. Nuestra cognición, nuestra actividad mental, es una actividad de periscopio: es muy limitada. Sólo podemos ver lo que hay delante de nuestras narices. No podemos ver lo que hay detrás nuestro; no podemos ver todas las causas de lo que percibimos. Quizá podamos ver una o dos causas. Y ciertamente no podemos ver todos los efectos. Lo que podemos conocer es limitado y lo que nuestra actividad mental hace aparecer parece existir independientemente de todo lo demás. Es sólo cuando nos desprendemos de los agregados (nuestro cuerpo limitado y nuestra mente limitada) que finalmente nos desprendemos del periscopio y somos capaces de conocer la totalidad de todo, en toda su interconexión. Es sólo a través de palabras y conceptos que podemos dividir porciones diferentes de la totalidad de todo en una “mesa”, o “idiota”, o “coche”. Pero, éstos no existen independientemente por su cuenta. Todo está interconectado en una red gigante de causa y efecto.

Comprender esto socava y puede así reemplazar la confusión. Cuanto más examinamos la situación con racionamiento y lógica, por ejemplo la situación de la persona intentando pasarnos en la carretera, quien aparece ser un absoluto idiota, más comprendemos que nuestro análisis del surgir dependiente es verdadero. La apariencia engañosa producida por nuestra actividad mental es incorrecta. No se corresponde con la realidad y no puede resistir un análisis.

Esta conclusión lógica no sólo apoya la posición de que el lado puro de la actividad mental es más fuerte que el lado impuro y puede apartarlo, nuestra experiencia también corrobora esto. Cuanto más nos enfocamos en la actividad mental impura, más fuerte se hace nuestra rabia e infelicidad y, incluso si nuestra infelicidad no crece, al menos nos mantenemos en un estado mental pacífico.

A un nivel más profundo y en una etapa más avanzada, mientras estemos enfocados en el vacío de manera no conceptual, no habrá el hacedor de apariencias de existencia verdadera y ni querer asir la existencia verdadera. Sin el hacedor de apariencias de existencia verdadera, ni el querer asir la existencia verdadera, no hay activación de karma, porque éstos dos son los factores que activan el karma. No sólo no activamos el karma viejo durante ese tiempo, sino que tampoco construimos ningún nuevo karma.

Etapas de la purificación del karma

Cuanto más tiempo seamos capaces de mantenernos enfocados de manera no conceptual en el vacío, más débiles se hacen el hacedor de apariencias de existencia verdadera y el querer asirla, cuando salimos de nuestra absorción en meditación. Primero, el querer asir se hace más y más débil, hasta que para del todo. Luego el hacedor de apariencias de existencia verdadera comienza a palidecer. Esto es de acuerdo a la presentación Prasangika en las tradiciones gelug y karma kagyu. Hay pequeñas variaciones en las presentaciones de las otras presentaciones tibetanas y otros sistemas de principios indios Mahayana. Algunos de ellos afirman que el querer asir y el hacedor de apariencias se debilitan de forma simultánea.

En cualquier caso, cuanto más enfocados estemos en el vacío de manera no conceptual, más débiles se hacen éstos dos. No podemos activar karma viejo, ni construir uno nuevo durante nuestra total absorción no conceptual del vacío. Cuando salimos de nuestra absorción, hemos debilitado o mermado una cierta porción de nuestro karma. Las enseñanzas Kalachakra explican esto de forma más completa, en términos de lo que es llamado “los vientos del karma”. Esto es un poco complicado de entender y quizá este no es el momento de entrar con detenimiento en ello.

Incluso si hemos debilitado o reducido algo de nuestro antiguo karma, aún construimos karma nuevo durante los períodos de logro y entre los períodos de meditación. Esto es porque, si estamos siguiendo el camino de sutra, todavía tenemos el surgir automático del querer asir la existencia verdadera durante esos períodos, hasta que nos convertimos en un bodisatva del octavo nivel. Podemos construir nuevo karma incluso como un arya, aunque no un tipo fuerte de karma, conocido como karma lanzador, que nos lanzaría a otro renacimiento samsárico.

Lo que intentamos hacer ahora es extender la cantidad de tiempo en la que nos mantenemos enfocados de manera no conceptual en el vacío mientras procedemos a través de los bhumis, los niveles de la mente arya bodisatva. También trabajamos en alternar e incrementar cada vez más rápido la total absorción del vacío el subsiguiente logro de la realización de que las apariencias de la verdadera existencia son como una ilusión. También tenemos períodos entre meditaciones en los que estamos haciendo la cena, comemos y dormimos y ayudamos a los demás tanto como podemos. También durante esos ratos, intentamos darnos cuenta que todas las apariencias de la verdadera existencia, en otras palabras, todo lo que conocemos, son como una ilusión. Intentamos alternar y entra cada vez más rápidamente y con más frecuencia en la cognición no conceptual del vacío. Con el tiempo, somos capaces de estar en ello para siempre. Esto es cuando nos convertimos en budas y cuando todo el lado impuro de la actividad mental es parado para siempre. No regresará nunca, porque nuestro lado puro de la actividad mental que nunca termina es mutuamente exclusiva con el hacedor de apariencias de la verdadera existencia y el querer asir la existencia verdadera. No pueden ocurrir al mismo tiempo.

Cuanto más tiempo estemos enfocados en el vacío y cuanto más frecuentemente seamos capaces de hacerlo, más debilitamos el karma porque no estamos activando nada. No estamos construyendo nada nuevo. Este es el proceso implicado con la cuarta Verdad Noble, los senderos verdaderos de la mente.

Aunque los lados impuros y puros son ambos contenidos de la actividad mental y ambos comparten la misma naturaleza como actividad mental, simplemente al hacer surgir las apariencias y conocerlas, la actividad mental con contenido puro puede reemplazar a la actividad mental con contenido impuro. En otras palabras, la actividad mental pura puede parar la actividad mental impura para siempre y reemplazarla. A lo largo de todo este proceso que sucede, nuestra actividad mental permanece individual y subjetiva. Yo lo estoy experimentando y nadie más.

Como funciona la purificación del Karma

Durante la total absorción no conceptual del vacío de un arya, éste no está activando karma viejo y no está construyendo karma nuevo. ¿Entonces, qué está pasando con ese karma viejo? ¿Qué significa en realidad decir que está purificado?

Aquí tenemos que hacer un análisis más complejo. Lo que tenemos en este punto son los legados del karma (a veces traducido como las semillas del karma) y los hábitos del karma. Ambos son fenómenos no estáticos que ni son fenómenos de formas físicas, ni formas de ser conscientes de algo. El término técnico para ellos es el de variables no concomitantes conmovedoras. Si ponemos esto en un lenguaje simple, al estilo gelug, esto no funcionaría para la explicación no gelug, podríamos llamarlos abstracciones no estáticas.

A veces, los términos legados y hábitos son utilizados de manera intercambiable. Pero, cuando diferenciamos los dos, un legado origina un fenómeno intermitente: a veces hacemos esto, a veces hacemos aquello, a veces estamos felices, a veces no estamos felices. Un hábito origina algo continuo. Ambos son abstracciones.

¿Qué es una abstracción? Una abstracción es una imputación. Hay una secuencia de acontecimientos similares, basando en esa secuencia, decimos que hay un legado o un hábito. Un ejemplo simple es beber una taza de café ayer, anteayer, esta mañana, esta tarde, y seguir así. Basado en esta secuencia de acontecimientos similares, vemos que hay un hábito de beber café. El legado de cada uno de los actos de beber café es, que es probable que vayamos a beber café de nuevo, pero no cada momento de nuestras vidas, sólo a veces.

El legado existe sólo mientras hay la posibilidad de recurrencias futuras en la secuencia, no importa cuan largo sea el intervalo antes de la siguiente ocurrencia. Sólo podemos decir que seguimos teniendo el legado o el hábito, si es posible que haya futuros momentos de lo que se vaya a madurar de él. Si es imposible que nunca más vaya a haber momentos futuros de ello, ya no podemos decir que haya un legado o un hábito. Y no existe más. Así es como purificamos el karma. La comprensión del vacío purifica el karma porque elimina aquello que activa el karma, es decir, querer asir la verdadera existencia basada en el hacedor de apariencias de la existencia verdadera.

Si miramos con más detalle, el hábito de querer asir la verdadera existencia madura no sólo en querer asir la verdadera existencia en cada momento, sino también en el hacedor de apariencias de la existencia verdadera en cada momento. Los hábitos del karma maduran no sólo en maduraciones kármicas, tales como algún tipo de sufrimiento en cada momento, sino también en nuestra manera de experimentar una conciencia limitada cada momento. Cuando liberamos nuestra actividad mental de querer asir la verdadera existencia, entonces paramos el madurar karma viejo y paramos el construir karma nuevo. Esto elimina el aspecto de los hábitos de querer asir la verdadera existencia que madurarían en querer asir la verdadera existencia y el aspecto de los hábitos del karma que madurarían en maduraciones kármicas de sufrimiento verdadero

Ahora, nos hemos quedado con el aspecto de los hábitos de querer asir la verdadera existencia que hace surgir al hacedor de apariencias de la existencia verdadera y el aspecto de los hábitos del karma que hace surgir la conciencia limitada. Cuando seamos capaces de quedarnos en una absorción total no conceptual del vacío para siempre, ya no experimentaremos el hacedor de apariencias de la verdadera existencia y la conciencia limitada que es su sinónimo. De esa forma, ya no podemos decir que tenemos algún hábito de querer asir la verdadera existencia o hábitos de karma. Así es como purificamos el karma.

Manchas efímeras

Ahora podemos entender un poco mejor que significa la palabra efímera en la expresión manchas efímeras. El lado confuso, el lado impuro de nuestra actividad mental, no tiene comienzo. El hacedor de apariencias de la existencia verdadera subjetivo individual y el querer asir la existencia verdadera subjetiva individual no tienen comienzo. Siempre forman parte de nuestra actividad mental, tanto si es ver, oír, pensar, y demás, y son constantes. Pero, puede tener un verdadero parar de tal manera que nunca recurra. Esto es lo que significa efímera cuando hablamos de manchas efímeras. Algo puede ser efímero si podemos tener un parar verdadero de ello de tal manera que nunca recurra, incluso en el caso de actividades mentales que, como el hacedor de apariencias de existencia verdadera y el querer asir la verdadera existencia, son constantes y sin principio.

Por otro lado, cuando consideramos el lado puro de la actividad mental, comprensión correcta y, específicamente, la cognición no conceptual del vacío, tiene un principio, cuando lo experimentamos por primera vez. Es intermitente al comienzo: lo experimentamos sólo a veces, no todo el tiempo. Pero, no tiene final. No tiene final porque no puede ser socavado. Con el tiempo, podremos tenerlo todo el rato. No podemos decir que la comprensión correcta es una mancha efímera de la actividad mental. Es un aspecto de la naturaleza de Buda en el sentido de que puede ser transformada en el Dharmakaya de un buda.

Naturaleza de Buda

La naturaleza de Buda se refiere a aquellos factores que pueden ser transformados o que son responsables de los varios cuerpos de buda. Hay mucho debate acerca de si la naturaleza de Buda refiere a estos factores sólo mientras todavía son acompañados por el hacedor de apariencias de la verdadera existencia y el querer asir la existencia verdadera, o eso también se incluye en el estado de total purificación de un buda.

Aparte de en que posición nos asentemos, la actividad mental tiene dos posiciones: convencional y la más profunda. Estas son las dos verdades sobre la actividad mental: lo que es y como existe. La naturaleza más profunda de la actividad mental, su vacío, es un aspecto de la naturaleza de Buda. Es un factor de la naturaleza de Buda naturalmente perdurable porque es responsable del Svabhavakaya, el cuerpo natural, el vacío de la conciencia omnisciente de un buda. Como fenómeno inafectado, el vacío de una actividad mental limitada no se transforma en el vacío de una actividad mental omnisciente. El vacío de una actividad mental permanece igual.

La naturaleza convencional de una actividad mental también es un factor de la naturaleza de Buda. Hay mucho debate sobre si también es un factor naturalmente perdurable o un factor que evoluciona. Muchos de los escolares de las escuelas no gelug dicen que también es un factor naturalmente perdurable de la naturaleza de Buda. Aunque todos están de acuerdo con gelug en que toma un objeto diferente en cada momento, algunos lo afirman como un afectado (fenómeno no estático) y como una verdad convencional tal como hace gelug, y algunos afirman como inafectado y una de las verdades más profundas. Es inafectado en el sentido de que no es creado de nuevo por causas y condiciones.

La mayoría de los escolares no gelug asignan luego a la naturaleza convencional de la actividad mental también como un factor naturalmente perdurable de la naturaleza de Buda, tanto si lo afirman como un fenómeno inafectado o afectado. Se mantiene igual cuando está totalmente impurificado, cuando está parcialmente purificado y parcialmente impurificado como un arya, y cuando totalmente purificado como un buda. Gelug lo afirma como un factor que evoluciona de la naturaleza de Buda, que evoluciona en un Jnana-Dharmakaya (conciencia profunda dharmakaya), la conciencia omnisciente de un buda. De todas formas todos están de acuerdo, en que la comprensión correcta, como construida en una red de conciencia profunda (una colección de sabiduría), es también un factor evolutivo de la naturaleza de Buda, porque también evoluciona en un Jnana-Dharmakaya de un buda. La discusión sobre la naturaleza de Buda es muy complicada.

El punto es que las manchas efímeras pueden ser verdaderamente paradas, aunque una compresión correcta pueda ser intermitente, no puede ser parado de verdad; puede no tener fin. La comprensión correcta, como las naturalezas convencional y más profunda de la actividad mental, son factores de la naturaleza de Buda y están presentes con la conciencia omnisciente; han sido apartadas para siempre.

Así, necesitamos ser cautelosos en no comprender “efímero” con un significado de temporal. Excepto en los momentos cuando estamos en la absorción total no conceptual del vacío, el querer asir la verdadera existencia y la inconciencia (ignorancia) son constantes, hasta que nos deshacemos de ellas para siempre. Es igualmente cierto para el hacedor de apariencias de la existencia verdadera.

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