Antecedentes del texto: Entrenamiento mental en siete puntos
Empezaremos el seminario con un texto esencial muy importante que se encuentra en todas las tradiciones tibetanas de la India, llamado Entrenamiento mental en siete puntos, del que recibí enseñanzas fundamentalmente de dos de mis maestros principales: Serkong Rinpoche y Gueshe Ngawang Dhargyey. Seguiré principalmente la forma de explicar de Serkong Rinpoche, especialmente dado que él era absolutamente un experto en este tipo de práctica, en particular en el tonglen (gtong-len), “dar y tomar”. Fue uno de los maestros de Su Santidad el Dalái Lama.
El tipo de literatura de la que esto proviene generalmente se llama “lojong” en tibetano, y eso usualmente se traduce como “entrenamiento mental”, pero esa es una traducción bastante engañosa, como señaló Serkong Rinpoche. Especialmente cuando explique la connotación de esto, la razón quedará más clara. “Entrenar a la mente” suena como si estuviéramos entrenando el intelecto, pero realmente no se trata de eso en absoluto. La palabra “lo” (blo), que la gente generalmente traduce como “mente”, en realidad significa “actitudes”. Y la palabra “jong” (sbyong) tiene dos significados. Una es limpiar, purificar; estamos purificando nuestras actitudes negativas. También tiene la connotación de – una vez que hemos hecho eso – entrenar, aprender y desarrollar más actitudes positivas. Esa es la razón por la que lo llamo “limpieza de actitudes”.
Si preguntamos de dónde vienen estas enseñanzas, particularmente las enseñanzas sobre cambiar nuestras actitudes hacia el yo y hacia los demás, que es realmente de lo que tratan estas enseñanzas, provienen de dos capítulos del Sutra Avatamsaka, El sutra de la guirnalda de flores. Uno se llama el Sutra Gandavyuha, Un sutra extendido como el tronco de un árbol – el tronco de un árbol enorme que extiende sus ramas a todos lados. Esto describe el viaje espiritual de Sudhana a 53 maestros y bodisatvas en búsqueda de la verdad última y termina con la Plegaria de aspiración de Samantabhadra. El otro es el Sutra Vajradhvaja-parinamana, el Sutra de las transferencias de Vajradhvaja o, de manera más completa, El sutra de las (diez) transferencias (de potencial positivo) del bodisatva Vajradhvaja. Describe las diez situaciones en las que los seres estaban sufriendo tan intensamente que el bodisatva Vajradhvaja acudió con ellos y les transfirió el potencial positivo de sus acciones constructivas.
Los dos grandes maestros indios que difundieron las enseñanzas Mahayana, que realmente las volvieron accesibles para todos, fueron Asanga y Nagáryuna. También tenían los linajes y las enseñanzas de estos sutras, por lo que vinieron a través de ellos. Con el tiempo, después de algunos siglos, estas enseñanzas llegaron al gran maestro indio Shantideva, quien escribió Involucrarse en la conducta del bodisatva, el cual habla aún más de estas enseñanzas. Estas grandes enseñanzas Mahayana, estos linajes, se extendieron también afuera de la India y llegaron a Indonesia – la isla de Sumatra, llamada la Isla Dorada, “Serlingpa” en tibetano.
Unos cuantos siglos después, en la época de Atisha, hubo algunos tiempos difíciles en la India y muchas de las más específicas enseñanzas Mahayana ya no estaban disponibles ahí. Atisha escuchó que los linajes y las enseñanzas estaban disponibles de un gran maestro en Sumatra, así que emprendió un muy largo y difícil viaje por mar de India a Sumatra. Ahí, después de muchas dificultades -y de no apresurarse con su maestro, sino tomarse mucho tiempo para examinarlo y preguntar a otros discípulos-, estudió con el gran maestro Dharmakirti o Dharmapala, mejor conocido como “Serlingpa”.
Serlingpa sostenía estos linajes de Nagáryuna, Asanga y Shantideva, y Atisha los llevó de nuevo a la India, lo cual realmente nos enseña una lección muy grande de que las enseñanzas auténticas son realmente lo más absolutamente precioso del mundo. Si no están disponibles en nuestro país o en nuestra situación, no simplemente nos sentamos y decimos: “Bueno, tomaré lo que sea que esté disponible” – lo segundo o tercero mejor – sino que realmente revisamos y vemos quién tiene las enseñanzas auténticas y quién tiene las realizaciones auténticas. Sin importar cuán difícil sea, cuánto tiempo tome y cuánto esfuerzo se requiera para acumular el dinero y conseguir los recursos y todo lo necesario para ir a recibir las enseñanzas auténticas, si realmente somos serios acerca de nuestra práctica, iremos a las fuentes auténticas.
Atisha no solo conservó estas enseñanzas para sí mismo; también las enseñó. Fue invitado a ir al Tíbet, el cual era un viaje muy difícil en aquellos días. Los monjes en su monasterio en la India no estaban muy complacidos de que se fuera, pero nuevamente emprendió un viaje increíblemente difícil. Ahí, en el Tíbet, dio estas enseñanzas – principalmente sobre la bodichita – en especial a uno de sus discípulos más importantes, Dromtonpa, y Dromtonpa las dio a otro de sus discípulos, Gueshe Potowa.
Esta es la tradición Kadam, y cuando escuchamos acerca de estos Gueshes Kadampa, “Gueshe” no significa lo que significó después en la tradición Gelug, alguien que ha atravesado todo el entrenamiento monástico. No significa eso, sino, y como algunas veces se traduce, “amigo espiritual” – un amigo o familiar, un hermano, alguien que es muy cercano a nosotros, con una relación muy amorosa, que luego nos inspira y nos conduce, a través de su ejemplo, a ser constructivos y a actuar de formas constructivas.
Siempre hay un gran énfasis, por supuesto, en estas enseñanzas sobre la vacuidad y otros temas también, pero hay un gran énfasis en la bodichita. Lo que tenemos que recordar es que, históricamente en esa época en el Tíbet, las cosas eran bastante caóticas y difíciles, y las enseñanzas en este entrenamiento o limpieza de actitudes era realmente lo que la gente necesitaba.
Gueshe Potowa tenía dos discípulos principales llamados los discípulos cual sol y cual luna. Uno de ellos era Langri Tangpa, el otro era Gueshe Sharawa. Langri Tangpa también era muy serio. Las historias sobre él son bastante interesantes – no entraré en detalles dado que no tenemos mucho tiempo – pero él es el que solo se echó a reír tres veces (quizás hayan escuchado historias al respecto). No estaba serio con adustez, sino que la mayoría del tiempo estaba pensando en los demás y estaba lleno de tristeza por su sufrimiento y con compasión de ser capaz de ayudarlos. “No tenía tiempo de bromear”. Escribió Entrenamiento mental en ocho versos, un texto de este género que es muy famoso.
Gueshe Chekawa se cruzó con una copia de Entrenamiento mental en ocho versos en la casa de otro gran gueshe y se sintió especialmente atraído por una frase: “Ofrece la victoria a los demás y acepta en ti mismo la derrota”. Esto realmente lo impactó profundamente; tanto así que el resto de su vida se vio influenciada por esta frase. Preguntó: “¿Quién la escribió?”. Este Gueshe, en cuya casa estaba, le dijo: “Fue Gueshe Langri Tangpa”. Así, Gueshe Chekawa emprendió un largo viaje a Lhasa para tratar de encontrarlo y recibir enseñanzas sobre esto, pero cuando llegó ahí descubrió que Gueshe Langri Tangpa ya había muerto.
De nuevo, este es un buen ejemplo de que no solo estaba pensando: “Oh, esto es interesante, me gustaría estudiarlo”, pero luego no hizo nada. Tenía que tratar de encontrar estas enseñanzas. Emprendió un muy largo viaje, llegó al lugar, pero el maestro ya no estaba vivo, así que preguntó: “¿De quién puedo recibir estas enseñanzas?”. Se le dijo que Gueshe Sharawa, otro Gueshe Kadampa, sería una fuente. Entonces, Gueshe Chekawa fue y encontró a Gueshe Sharawa, pero Gueshe Sharawa no quería enseñarle al principio – es una larga historia en la que no tenemos tiempo de entrar – pero, con el tiempo, Gueshe Sharawa le dijo de dónde venían las enseñanzas, el linaje. Gueshe Chekawa no quería solo pensar: “Quizás alguien simplemente las inventó, pero no importa, suenan bien”, sino que quería saber que eran auténticas. Así que Gueshe Sharawa le enseñó que, de un texto de Nagáryuna, La guirnalda preciosa, provenía la enseñanza: “brinda la victoria a los demás y acepta en ti mismo la derrota”.
Así, Gueshe Chekawa se convenció de que era una enseñanza auténtica que se remontaba a la India y al Buda. De nuevo, esto nos enseña una lección muy importante, que puede haber enseñanzas disponibles que pueden sonar muy atractivas y alguien las publicita como enseñanzas del Buda, pero, a menos que realmente estemos seguros de que son auténticas – las enseñanzas verdaderas del Buda que se encuentran en los grandes textos – necesitamos ser cuidadosos. No solo elijamos algo porque es atractivo.
Esto nos muestra el valor de las enseñanzas de la bodichita y de las enseñanzas sobre cambiar nuestras actitudes acerca de nosotros y los demás, y limpiar estas actitudes, cómo estos grandes maestros las consideraron tan increíblemente valiosas que atravesaron muchas dificultades para poder realmente recibirlas. Hoy en día, las cosas están muy fácilmente disponibles. Algunas veces, debido a ello, solemos trivializar las enseñanzas, y eso realmente causa que no las tomemos en serio, que no las respetemos y entonces no las pongamos realmente en práctica. Es por esta razón que los textos a menudo son escritos con un estilo muy críptico, solo con unas cuantas palabras, y son muy difíciles de entender con solo leer los textos. Están llenos de palabras como “esto” y “aquello” y la mayoría de nosotros no sabemos a qué se están refiriendo realmente.
Me entrené y trabajé como traductor durante nueve años para mi maestro principal, Serkong Rinpoche. Él vio mi muy arrogante actitud de que yo era un poco crítico del estilo de estos textos, que los autores no los escribían con claridad, y que escribían con tantos estos y aquellos. Me regañó diciendo: “No seas tan arrogante de pensar que estos grandes maestros como Nagáryuna no podían escribir claramente y eran tontos, malos escritores y demás. Eso es realmente arrogante. Si hubieran querido escribir claramente lo hubieran hecho. Obviamente, escribieron de esta forma a propósito”.
Serkong Rinpoche explicó que los grandes maestros escribieron los textos así de tal forma que, si queríamos entenderlos y practicarlos, teníamos que invertir una enorme cantidad de trabajo y esfuerzo para obtener la explicación de ellos. Además, descartaba a los discípulos que no eran tan serios e, incluso cuando lo estamos explicando, dijo, la primera vez que lo explicamos no lo hacemos de forma muy clara. Porque, de nuevo, entonces muchas personas se irán y dirán: “¡Es suficiente!”. Sin embargo, aquellos que son realmente serios pedirán más, profundizarán y dedicarán todo el trabajo y el esfuerzo.
Por supuesto, yo soy un mal discípulo; yo no hago eso. Me gusta tratar de hacer que las cosas sean más claras para la gente, al menos, hacer que su comprensión sea un poco más fácil. Sin embargo, esto es necesario – invertir el esfuerzo para realmente obtener las enseñanzas y obtener claridad en torno a ellas; de lo contrario, no desarrollamos nuestro carácter. El estudio del Dharma no se trata solo de obtener información.
Realmente vivimos en la época de la degeneración. En muchos lugares, tenemos centros de Dharma que necesitan recibir dinero de que acudan muchas personas; de lo contrario, no pueden pagar la renta y los gastos, etc. No quieren asustar a la gente. Esa es realmente una señal de una época de degeneración, ¿no es así?
De cualquier forma, Gueshe Chekawa después pasó seis años, de acuerdo con un relato, estudiando con Gueshe Sharawa y practicando y meditando para tratar de realmente internalizar y realizar estas muy difíciles enseñanzas avanzadas sobre la limpieza de nuestras actitudes. Ahora, Gueshe Chekawa no era un principiante ni un tonto cuando acudió a recibirlas, y le tomó seis años – otro relato dice que catorce años – de trabajar en la bodichita. Luego, escribió este texto que estudiaremos, y lo enseñó a varios de sus discípulos, pero particularmente a un maestro Lhadingpa, quien lo enseñó a Togme Zangpo. Togme Zangpo es el autor de Las treinta y siete prácticas del bodisatva, el cual se enseña de forma muy amplia en Occidente. También escribió un comentario maravilloso sobre el texto Involucrarse en el comportamiento del bodisatva, de Shantideva.
A partir de este maestro Lhadingpa también hubo otros linajes y, con el tiempo, este texto del Entrenamiento mental en siete puntos llegó a todas las diferentes escuelas del budismo tibetano y, posteriormente, llegó a Tsongkhapa, luego entró a la tradición Gelug, y sus contenidos se incorporaron en muchos textos diferentes. Lo que es muy confuso es que en todos estos textos diferentes del lam-rim y en el Lama Chopa (La puya del gurú) y demás, hay versiones ligeramente diferentes del texto – estos siete puntos. Pabongka Rinpoche, quien fue un maestro en la primera mitad del siglo XX, revisando todas las versiones, hizo lo que consideró un texto estándar, pero solo es tomado como estándar dentro de la tradición Gelugpa, por supuesto. Lo menciono porque de todas estas diversas versiones hay muchos textos, al menos los que están traducidos al inglés, y entonces, cuando los revisamos, muchos de ellos son esta edición de Pabongka, pero hay muchas otras también. Entonces, no se confundan. La mayoría de estas versiones no añaden nada que parezca inapropiado. Dado que sucede con frecuencia que alguien da un comentario oral, nos confundimos en torno a lo que realmente está en el texto y lo que el lama está explicando a partir de una tradición oral. Las cosas se agregan o se cambian en el orden y demás.
La versión que yo seguiré es la que Serkong Rinpoche siempre solía enseñar, la cual es una de las versiones más viejas del texto. Es del texto de Togme Zangpo que en realidad se remonta hasta – las fechas de Togme Zangpo no son muy claras – alrededor del siglo XIII. Lo menciono porque sé que tienen la traducción al español del texto, una traducción al español de la versión de Pabongka. Esa no es la versión que voy a enseñar, así que hay algunas ligeras diferencias. Estoy seguro de que Serkong Rinpoche tenía una muy poderosa razón para siempre enseñar este texto, pero en realidad nunca se lo pregunté. En esa época yo no estaba consciente de que había otras versiones. Sin embargo, si era lo suficientemente bueno como para ser el maestro de Su Santidad el Dalái Lama, eso basta, no hay duda al respecto.
Les estoy dando toda esta historia y detalles no solo por contarles cuentos, sino porque pienso que todo esto nos ayuda a acercarnos a este material porque en realidad es increíblemente avanzado y difícil. Definitivamente no deberíamos trivializar estas enseñanzas ni tampoco desanimarnos con ellas porque, conforme escuchamos las enseñanzas sobre la limpieza de actitudes, muchos de nosotros pensamos: “¡Vamos, es imposible realmente hacer eso!”. Sin embargo, hay ciertos aspectos de estas enseñanzas que son más accesibles que otros, y entonces tratamos de poner en práctica lo que estamos listos para practicar, sin pretender asumir prácticas más avanzadas para las que no estamos emocionalmente listos. Necesitamos realmente haber digerido las enseñanzas básicas, y no solo conocerlas sino realmente sentirlas a un nivel emocional. Esto quiere decir que, si realmente queremos entrenarnos y limpiar nuestras actitudes, hay algunas formas muy drásticas de hacerlo, y si no estamos emocionalmente preparados para ellas, puede ser dañino llevar a cabo algunas de ellas antes de que estemos lo suficientemente maduros emocionalmente.
Sin embargo, como dije, no todos los puntos son tan fuertes, pero muchos de los puntos dentro de las enseñanzas lo son. Cuando recibimos las enseñanzas, lo que pueden hacer, quizás, es inspirarnos. Este es el verdadero entrenamiento del bodisatva. Es realmente como nos convertimos en un bodisatva, como nos desarrollamos en el camino del bodisatva. Si esto es seriamente lo que en realidad queremos hacer, verdaderamente queremos alcanzar la iluminación y beneficiar a los demás, esto es lo que podemos aspirar, tener una idea de lo que nos depara el futuro y no ser ingenuos al respecto. No deberíamos engañarnos al pensar que el camino a la iluminación es muy agradable, y que iremos en un viaje de Disneylandia hacia la iluminación, mientas pensamos que “todas las tierras búdicas son tan lindas y todos son tan amorosos y amables”. No seamos infantiles al respecto. Requiere una gran valentía seguir el camino del bodisatva; aquí veremos un poco de eso.
Desarrollar gran compasión y entrenarse en los preliminares
Ahora, el texto inicia:
Postración a la gran compasión.
La gran compasión no es solo: “Que algunos seres puedan liberarse de su sufrimiento y de las causas del sufrimiento”, y ciertamente no es: “¡Oh, pobre de ti!”. Es un alcance más amplio. La palabra “gran” aquí es muy importante. Primero que nada, no se limita solo a algunos seres; es para todos los seres, incluyendo a los arhats quienes, aunque están liberados del samsara, aún tienen los oscurecimientos cognitivos que les impiden ser de la mejor ayuda a los demás.
A menudo decimos “todos los seres sintientes”, pero eso no significa nada para nosotros. Es muy fácil decirlo, pero ¿cuántos de nosotros estamos pensando seriamente en el sufrimiento de cada insecto en el universo y realmente queremos trabajar para ayudar a cada insecto en el universo, no solo a superar el sufrimiento de esta vida, sino a alcanzar la liberación y la iluminación? Esto no es cosa de niños. Cuando dicen “todos”, realmente se refieren a todos.
Ese tipo de compasión, en la que sinceramente sentimos esto igualmente por todos, es un aspecto de la gran compasión. Otro aspecto es estar convencidos de que realmente es posible para todos los seres sintientes salir de su sufrimiento. Si no pensáramos que esto es posible y solo lo deseáramos o, peor aún, sintiéramos lástima por ellos, no sería de mucha ayuda.
Obtener esta convicción de que la liberación y la iluminación son posibles realmente requiere entender la vacuidad y la naturaleza de la mente: que la mente no está manchada por la confusión y las emociones perturbadoras y demás. Asimismo, que es realmente posible deshacerse de estas llamadas “manchas pasajeras” para siempre, de tal forma que nunca regresen, y es posible que todos lo logren porque todos tienen los factores de naturaleza de Buda que lo hacen posible. Además, no solo nos sentamos en nuestra cueva o en nuestra habitación con esta gran compasión, sino que también asumimos cierta responsabilidad para, de alguna manera, hacer algo para ayudar a otros y realmente hacerlo tanto como podamos.
En algunas versiones, no en la versión original, dice que el texto es como un diamante vajra, en el sentido de que nos ayuda a cortar a través de todas nuestras emociones perturbadoras; es como el sol, en tanto elimina la oscuridad del egocentrismo y egoísmo de solo trabajar por nosotros mismos; también es como una potente medicina, un árbol medicinal o hierbas medicinales para curar, de nuevo, nuestro egocentrismo. Así, mucha de esta limpieza de actitudes es deshacerse del egocentrismo, y eso será mediante el intercambio de nuestras actitudes acerca de nosotros y los demás.
Luego el texto continúa:
Practica primero los preliminares.
Cuando escuchamos “preliminares”, es importante no trivializarlos. “Preliminares” significa algo que hacemos que tiene que ir antes de hacer algo más – “va antes” es la traducción literal. “Preparación” quizás es más cercano a lo que el término realmente significa. Me parece que es útil pensar en estas prácticas con la siguiente imagen. Por ejemplo, si vamos en una caravana – hablemos de ser tibetanos – si vamos en una caravana a algún lugar distante y será un viaje largo y difícil, tenemos que empacar todas nuestras maletas. No solo podemos montarnos en nuestros yaks e irnos. No es que podamos irnos de viaje y, bueno, habrá farmacias en todos lados y tiendas en cada esquina y que podamos comprar todo lo que necesitaremos. No es así. Estos preliminares son una preparación que tenemos que hacer primero, antes de emprender nuestro viaje espiritual. Practicarlos es como empacar nuestras maletas con todo lo que vamos a necesitar en nuestro viaje, porque no podemos hacer el viaje sin ellos.
Estos preliminares son absolutamente esenciales, y se explican aquí como los cuatro pensamientos que voltean la mente hacia el Dharma. Recordemos que este texto es anterior a la tradición Gelugpa y su énfasis en los tres niveles de motivación del lam-rim. Estos cuatro pensamientos son las cuatro prácticas preparatorias comunes. Así, obtenemos enseñanzas en la comprensión de tener un preciado renacimiento humano, al pensar en torno a que no va a durar, acerca de la impermanencia y la muerte y, por lo tanto, darle una dirección segura de refugio a nuestra vida; luego, pensar en el karma, las leyes de causa y efecto, cambiar nuestra conducta y luego las desventajas del samsara.
El lam-rim Gelugpa acomoda estos cuatro pensamientos en la estructura de los tres niveles de motivación. Los primeros tres pensamientos – una preciada vida humana, la muerte y la impermanencia y el karma – encajan en el nivel inicial de anhelar un renacimiento más afortunado, y luego las desventajas del samsara se abordan en el nivel intermedio de anhelar la liberación. Podemos preguntar, bueno, ¿en dónde está el nivel avanzado en estos cuatro pensamientos? Nos están preparando para eso; son los preliminares de eso. Después de todo, los cuatro pensamientos son comunes no solo al sutra y al tantra, sino también al Hinayana y al Mahayana.
Una vez que hemos internalizado los entendimientos de estos cuatro puntos en términos de los niveles inicial e intermedio de motivación, eso no es suficiente. Tenemos que regresar y trabajar más en ellos, pero ahora, dado que estamos tratando de seguir el camino del bodisatva, lo hacemos con un nivel avanzado de motivación, con compasión y bodichita.
Una preciada vida humana
El primer preliminar es meditar en esta preciada vida humana que tenemos – esta preciada vida humana de ser capaces de desarrollar y practicar con bodichita para ayudar a los demás a cualquier nivel que seamos capaces de hacerlo ahora. Con un preciado renacimiento humano, ciertamente podemos ser de ayuda a los demás. ¿Cuánto podemos realmente ayudar a los demás en una vida como cucaracha? No mucho. Pero con una preciada vida humana con la habilidad de aprender, estudiar, meditar, sin tener tal sufrimiento burdo ni demasiada felicidad, podemos realmente trabajar, no solo en nosotros mismos, sino específicamente trabajar para alcanzar la iluminación y ser de la mejor ayuda a todos los demás.
Esta preciada vida humana no va a durar: es impermanente, está cambiando todo el tiempo, y vamos a morir. Queremos usar el tiempo que tenemos para avanzar tanto como sea posible porque nos vamos a enfermar, vamos a envejecer, vamos a morir; estas son cosas que indudablemente nos van a suceder. Queremos aprender los métodos que se enseñan aquí, de cómo transformar y usar esas situaciones difíciles para avanzar en nuestra práctica, para ayudar más a los demás, para avanzar en el camino del bodisatva hacia la iluminación. Como un humano con una preciada vida humana, realmente podemos transformar y usar las circunstancias difíciles para avanzar en el camino– a diferencia de un perro enfermo. Si no tomamos en serio que estas cosas nos pasarán a nosotros, no entrenaremos seriamente ahora que tenemos la habilidad -cuando no estamos enfermos, ni seniles, ni moribundos- de utilizar usar este tipo de situaciones y limpiar a nuestra mente del miedo y de tenernos lástima y de todo el egocentrismo que generalmente lo acompaña cuando estamos enfermos o viejos o moribundos.
Refugio
Con el segundo preliminar, queremos con mucha fuerza ir en la dirección segura del Buda, el Dharma y la Sangha, la dirección de trabajar en nosotros mismos. Los Budas y la Sangha Arya, aquellos que realmente han alcanzado las detenciones verdaderas de los sufrimientos verdaderos y sus causas verdaderas, son las fuentes que indican esa dirección segura. Al tener confianza en sus habilidades para guiarnos, nos confiamos a su guía. Queremos ir en la dirección que indican para alcanzar la iluminación con el fin de beneficiar a los demás. Cada momento de nuestra vida, sin importar cuán difícil sea, siempre queremos ir en esa dirección segura. Esa es la razón por la que tenemos que transformar las situaciones difíciles en situaciones que nos puedan ayudar a avanzar más en el camino y ayudar a los demás, que es de lo que se trata esta limpieza de actitudes.
Necesitamos ser muy seguros y estables en nuestra dirección en la vida. De lo contrario, si no somos tan estables en nuestra dirección segura, entonces, cuando vienen las cosas difíciles, podemos buscar refugio en otra cosa: enloquecemos, sentimos lástima por nosotros mismos, nos refugiamos en la comida, el chocolate, los amigos o lo que sea.
Karma
El tercer preliminar es pensar acerca del karma, la causa y efecto conductual. Es muy importante entender realmente que, cuando nos suceden cosas difíciles, esta es la maduración de la repercusión kármica de las acciones destructivas que hemos hecho en el pasado, y realmente necesitamos limpiar y deshacernos de esas repercusiones. Para que eso suceda, queremos que maduren ahora y terminar con ellas. La cantidad de fuerza positiva que tenemos de nuestras acciones constructivas está bastante limitada ahora. No queremos que todo eso madure y se agote, que todo vaya bien y demás, porque ¿luego qué? Nos quedaremos solo con los potenciales kármicos negativos.
Así, cuando estos potenciales negativos maduran, queremos transformarlos en circunstancias conducentes para la práctica. En lugar de solo construir más potenciales negativos al pensar: “Oh, ¡qué terrible! Pobre de mí”, podemos utilizar las situaciones difíciles que maduran a partir de ellas para construir más potencial positivo, de tal forma que podamos ayudar a los demás.
Todo el asunto es ser capaces de ayudar a los demás. Shantideva habla mucho de esto en el segundo capítulo de Involucrarse en la conducta del bodisatva, que cuando maduran estos potenciales negativos lo que generalmente sucede es que estamos llenos de miedo y terror: “¡Oh, pobre de mí! ¿Qué va a pasar conmigo?”. Realmente queremos evitar eso.
Al tener una dirección segura en nuestra vida – y, aquí, al transformar esa vida en algo positivo porque nos damos cuenta que, de lo contrario, estamos perdidos – si nuestra motivación es que queremos hacer esto para ser capaces de ayudar a los demás en el proceso de hacer esta transformación, eso nos da una muy fuerte motivación para hacerlo. Esto requiere un entendimiento realmente bueno del karma, el cual se basa en el entendimiento de la vacuidad. Sin él, no tiene sentido. Eso es porque lo que pasa es que cuando decimos: “Bueno, lo que sea que me pase es la maduración de mi karma”, entonces, si nos aferramos a un “yo” sólido pensando: “merezco este sufrimiento” y “soy una mala persona” y todo eso, eso destruye totalmente este proceso de limpieza.
Cuando hemos atravesado estas prácticas preparatorias por primera vez y luego avanzamos al Mahayana, desarrollamos un nivel inicial de bodichita y entendimiento de la vacuidad. Luego, necesitamos regresar y aplicarlos a cada uno de estos pasos en las prácticas preliminares preparatorias, de tal forma que tengamos una base firme para realmente entrar en la práctica del bodisatva. En otras palabras, sin un entendimiento de la vacuidad, realmente no podemos entender que sea posible transformas nuestras actitudes y estas circunstancias.
Si pensamos en términos de “mi sufrimiento” y “tu sufrimiento” y que eso no tiene nada que ver “conmigo” porque yo soy un “yo” sólido y tú eres un “tú” sólido que está totalmente separado de mí, entonces ¿cómo podemos lidiar realmente con el sufrimiento de otras personas? No podemos tomar el sufrimiento de los demás con el tonglen si pensamos que verdaderamente les pertenece a ellos y no a nosotros. Por supuesto, el sufrimiento de todos se debe a la maduración de sus propios potenciales kármicos, pero también debemos reconocer que este sufrimiento no pertenece a un “yo” sólido de alguien que ha construido este potencial. Entender esto es muy importante; de lo contrario, es muy difícil sentirse emocionalmente cómodo con estas prácticas y no asustarse o sentir que es algo muy artificial.
La importancia de entender la causa y efecto kármicos
Cuando se estudia el karma – la ley de causa y efecto – con este anhelo de la bodichita y realmente internalizándolo, nos preocupamos aún más por cómo podemos utilizar las situaciones difíciles que maduran de los potenciales kármicos para alcanzar la iluminación y no ser abrumados por ellas. Esto es porque, en nuestro nivel actual de desarrollo, estaremos experimentando constantemente esta maduración de nuestros potenciales kármicos negativos, así que tenemos que lidiar con ello.
Asimismo, nos damos cuenta de que todos los demás también están experimentando los sufrimientos que maduran a partir de sus potenciales kármicos. Todos estamos en el mismo predicamento. Entre más gente conocemos, más nos damos cuenta de que todos están atravesando su propio espectáculo de horror samsárico. Algunos espectáculos son más dramáticos que otros, pero todos están atravesando un espectáculo de horror. En lugar de la actitud egocéntrica de “pobre de mí”, “no quiero lidiar con tu espectáculo de horror; mi espectáculo de horror ya es lo suficientemente malo”, necesitamos – al entender la causa y efecto kármico – aceptar nuestra situación. “Muy bien, por cualesquiera razones esta es mi situación kármica samsárica y entonces ahora cómo puedo sacar la mayor ventaja de ello, porque tengo una preciada vida humana y la habilidad de transformar esa situación. Sin importar qué tanto sea un espectáculo de horror lo que estoy atravesando, aún tengo una preciada vida humana para alcanzar la iluminación con el fin de beneficiar a los demás”.
Pero no solo queremos aprovechar nuestra preciada vida humana, eso no es suficiente. Queremos aprovechar nuestro espectáculo de horror samsárico para poder usar eso, como usaríamos una preciada vida humana, para alcanzar la iluminación para beneficiar a los demás. Pero, ¿cómo podemos transformarlo? ¿Cómo podemos usarlo? Eso es lo que aprendemos aquí con el entrenamiento en la limpieza de nuestras actitudes.
Entender la causa y efecto kármico es muy importante como preparación. ¿De dónde proviene este espectáculo de horror y es posible realmente limpiar a nuestra mente de eso? ¿Es posible que los demás se limpien de eso? Esto es muy importante. Cuando otros actúan horriblemente hacia nosotros y horriblemente hacia los demás, necesitamos entender que no tenían ningún control sobre ello. Es solo a partir de la maduración de sus potenciales kármicos negativos que actúan compulsivamente de esa forma. No decimos: “eres una mala persona” o algo así; pero, dado el horror samsárico que está sucediendo alrededor de nosotros, ¿cómo podemos transformar eso en un camino que realmente nos ayudará, no solo a nosotros mismos, sino a todos?
Las desventajas del samsara
El cuarto y último preliminar es pensar acerca de las desventajas del samsara. Necesitamos darnos cuenta de que, para poder ayudar a todos y alcanzar la iluminación, necesitamos pensar no solo en términos de nuestras propias situaciones samsáricas difíciles y que queremos salir de todo eso. Es muy fácil sentirnos atraídos por las situaciones samsáricas de otras personas, pero cuando sucede realmente no estamos viendo lo suficientemente cerca. Tenemos envidia de esa persona rica de allá, o de esta persona que tiene una linda pareja. Sin embargo, cuando vemos más de cerca, vemos el espectáculo de horror que todos tienen de una forma u otra.
Así, pensamos en las desventajas del viaje samsárico de todos. Así como nosotros queremos salir del espectáculo de horror samsárico, también lo quieren los demás. Mientras más trabajamos con las desventajas de nuestro propio samsara, y las tomamos realmente muy en serio, más capaces somos de entender y valorar el espectáculo de horror de otras personas. Esto actúa como la causa para desarrollar compasión sincera por ellas.
Este es el primero de los siete puntos, entrenarse en los preliminares.
Los dos tipos de bodichita
El segundo punto del Entrenamiento mental en siete puntos es la forma real de desarrollar los dos tipos de bodichitas. Permítanme dar una muy breve introducción y luego, mañana en la mañana, abordaremos este punto con mayor detalle.
La bodichita es una mente y un corazón – ambos se incluyen en una sola palabra – que está dirigida hacia la iluminación. No a la iluminación en general; está dirigida a nuestra propia iluminación individual, que aún no ha acontecido, pero que puede acontecer sobre la base de todos los potenciales que tenemos ahora. Nuestra intención – lo que vamos a hacer una vez que hayamos alcanzado la iluminación – es beneficiar a todos tanto como sea posible.
Alcanzar la iluminación significa alcanzar los cuatro Cuerpo de Buda. Hay dos conjuntos de Cuerpos de Forma o Cuerpos Iluminadores, Sambogakaya y Nirmanakaya, cada uno con muchas apariencias diferentes con las que podríamos surgir para beneficiar a los demás. También hay dos conjuntos de Dharmakayas: un Dharmakaya de Darse Cuenta Profundo, el cual es la mente omnisciente, todo amorosa de un Buda, y un Dharmakaya de Naturaleza Esencial, un Svabhavakaya, a saber, la vacuidad realizada por tal mente – específicamente, la vacuidad de la mente omnisciente misma – y las detenciones verdaderas en esa mente alcanzadas por tal realización. De acuerdo con los libros de texto Gelug de Jetsunpa, la vacuidad de la mente omnisciente y las detenciones verdaderas en ella son equivalentes. Los libros de texto Gelug de Panchen no afirman tal equivalencia, pero dejemos de lado ese debate.
Hay dos aspectos de un anhelo iluminador de la bodichita. Con el aspecto relativo o convencional de la bodichita, nos dirigimos a los aspectos de la iluminación con los que realmente somos capaces de ayudar a todos – a saber, con todas nuestras apariencias y con las formas que tomamos y nuestro darse cuenta omnisciente de la extensión de todos los fenómenos, especialmente de la causa y efecto conductual, permitiéndonos saber cómo beneficiar a cada ser individualmente mientras aparecemos en estas formas. Con la bodichita más profunda, nos dirigimos a los aspectos de la iluminación con los que logramos nuestros propios propósitos – a saber, la vacuidad, como conocida no conceptualmente por nuestro darse cuenta omnisciente de cómo existen todas las cosas, incluyendo la vacuidad, y las detenciones verdaderas que se logran con esa cognición no conceptual.
Por supuesto, con la iluminación, nuestra mente omnisciente conoce no conceptualmente de forma inseparable tanto la extensión completa de lo que existe como la forma en que existen todas las cosas. Asimismo, no podemos separar la vacuidad conocida por una mente omnisciente, de la mente omnisciente que la conoce. El hecho de que incluyamos el logro de un Dharmakaya de Darse Cuenta Profundo como el aspecto de la iluminación que enfatizamos alcanzar con la bodichita relativa o con la bodichita más profunda -o con ambas- es un tema para debatir. Si explicamos la bodichita relativa como dirigida a la verdad relativa o superficial de nuestra iluminación y la bodichita más profunda como dirigida a la verdad más profunda de nuestra iluminación, el debate depende de si consideramos a la mente de darse cuenta profundo de la vacuidad como una verdad relativa o como una verdad más profunda. Dejemos de lado ese debate y solo tratemos a la bodichita más profunda como enfocarse en la vacuidad de la mente omnisciente, e implícito está enfocarse en alcanzar esta vacuidad con una mente omnisciente.
¿Con cuál trabajamos primero? ¿Con la bodichita más profunda o con la bodichita relativa, convencional? Hay dos tradiciones con respecto a con cuál trabajamos primero. En este texto, trabajamos primero con la bodichita más profunda – el entendimiento de la vacuidad – y luego la bodichita convencional para alcanzar la iluminación y ayudar a todos. Pero en otros textos, como el lam-rim, trabajamos primero en la bodichita relativa y luego en la bodichita más profunda y, obviamente, hay razones para cada una de estas dos formas.
Nagáryuna explicó que tener primero la bodichita más profunda es para discípulos más intelectualmente orientados que necesitan estar convencidos de que la iluminación es posible antes de que puedan dedicarse a trabajar para alcanzarla. Trabajar primero en la bodichita convencional es para discípulos con una orientación más emocional, que necesitan desarrollar primero el deseo de alcanzar la iluminación para ayudar mejor a los demás, y luego necesitan estar convencidos de que es posible alcanzarla. Lo que explicaré aquí es el orden en el que las dos son presentadas en el texto original, con la bodichita más profunda primero.
Resumen
En resumen, el punto importante es realmente valorar la preciosidad de estas enseñanzas, cuán seriamente las tomaron los grandes maestros que alcanzaron la iluminación, y ver realmente qué tan bien necesitamos estar preparados para ponerlas sinceramente en práctica. Limpiar nuestras actitudes no es algo solo para jugar.
Recordemos a Gueshe Langri Tangpa, quien escribió las ocho estrofas; no estaba bromeando, no se burlaba de las cosas ni entretenía a sus discípulos contando chistes y riendo. Tomaba a las enseñanzas completamente en serio. No es que fuera una persona adusta. Aunque nos puede gustar el entretenimiento y las bromas y reírnos, y algunas veces eso puede ser útil para relajarnos y tranquilizarnos, ese no es el propósito de acudir a las enseñanzas – que nos entretengan. Serkong Rinpoche dijo: “Si quieren entretenimiento, vayan al circo”. De eso no se tratan las enseñanzas del Dharma. Si ven a Su Santidad el Dalái Lama, él sonríe, y si algo le parece gracioso, se ríe; no está tenso. Sin embargo, cuando enseña, es muy serio.
Dedicatoria
Terminemos con una dedicatoria: Pensamos que cualquier entendimiento que hayamos obtenido, cualquier fuerza positiva que hayamos construido, que pueda profundizar cada vez más y actuar como una causa para alcanzar la iluminación en beneficio de todos.
Esta dedicatoria es muy importante porque algo de fuerza positiva que hayamos construido sin dedicarla, ¿qué hace? Simplemente actúa como fuerza kármica positiva. Madurará en ser capaces de tener una conversación entretenida alrededor de una mesa de café sobre Dharma. Ese no es el punto. No queremos que solo madure de una forma samsárica positiva, y que todos piensen que somos muy listos. Por eso es que necesitamos dedicar la fuerza positiva construida de forma muy consciente, de tal forma que actúe como una causa, no solo para la felicidad samsárica, lo cual hará de forma automática, sino como una causa para alcanzar la iluminación en beneficio de todos. Que pueda actuar como una causa para alcanzar la iluminación para llevar a todos los demás también a la iluminación.
De hecho, es mejor poner la dedicatoria en nuestras propias palabras, con nuestros propios sentimientos, y no solo recitar alguna fórmula que, con el tiempo, solo se convierta en palabras vacías.