Lo que no es el yo como yo

Consideración incorrecta del yo

Hemos estado hablando de consideración incorrecta y, en la presentación estándar, hay cuatro tipos de consideración incorrecta. Estos son: considerar lo no estático e impermanente como estático y eterno, considerar lo que es sufrimiento como felicidad, considerar lo sucio como limpio, y el cuarto se traduce generalmente como "considerar lo que no es yo como yo". ¿Entonces, qué significa esto? Esto se refiere a nosotros o a los demás y a considerar que hay un "yo" o un "tú" que está separado del cuerpo, la mente, los sentimientos, etc. Es la creencia de que el yo existe por sí mismo, a pesar de que no existe tal cosa. En una situación en la que no hay tal cosa, nos imaginamos y consideramos que hay tal cosa. Al igual que con un cuerpo y una mente, no existe un “yo” separado, pero consideramos que hay un “yo” separado, independiente de éstos.  

Podemos pensar en muchos ejemplos de esto. Podríamos ser un poco mayores o tener un poco de sobrepeso. Nos miramos en el espejo y pensamos: “Ese no soy 'yo'. “No puedo verme así” o “no puedo pesar tanto”. Es como si hubiera un "yo" que fuera independiente del cuerpo. En la misma línea, aquí en Occidente tenemos todo tipo de expresiones extrañas que serían bastante difíciles de traducir al tibetano, como: "Estoy tratando de encontrarme a mí mismo", "¡ser uno mismo!", "estoy tratando de ser yo mismo", "estoy alienado de mí mismo". Estas son formas bastante occidentales de ver las cosas. ¿En qué se basan? Es como si hubiera un "yo" separado de todo lo demás, al que estamos tratando de encontrar o con el que queremos estar cómodos. “No soy yo mismo hoy”, “no estás actuando como tú mismo hoy” y este tipo de cosas. Es bastante extraño, de hecho, si lo analizamos.

Vimos cómo este tipo de consideración incorrecta puede relacionarse también con lo que estábamos discutiendo en términos de los otros tres tipos. “Quiero ser amado por 'ti'”, “si es 'tu' taza, está limpia; si es de otra persona, no está bien". Es como si hubiera un "tú" independiente, por sí solo. No existe este tipo de "yo" o "tú". 

¿Significa eso que no existimos en absoluto? No, no significa eso. Cuando hablamos de un "yo" en el budismo, tenemos que diferenciar entre lo que se llama el "yo convencional", que existe, y el "yo falso", que no existe. No estamos hablando de la idea que tenemos de nosotros mismos, estamos hablando del yo real.  

El yo convencional

Ahora bien, ¿qué es una persona o un "yo"? El budismo dice que es una imputación sobre el cuerpo, la mente, las sensaciones, etc. Tenemos que entender qué significa esto. Una imputación o fenómeno de imputación es algo que no puede existir por separado de una base para la imputación. En el caso de una persona, un yo es algo que cambia de un momento a otro. Pero no es una forma de fenómeno físico. No es algo visible, ni un sonido, ni nada por el estilo. Tampoco es una forma de darse cuenta de algo, no es ver ni pensar. No es ira, no es amor. Sin embargo, es una imputación a lo que se conoce como los "cinco agregados".

Cuando hablamos de los cinco agregados, de lo que estamos hablando es de los fenómenos no estáticos que conforman cada momento de nuestra experiencia. El primero son las formas de fenómenos físicos, el llamado "agregado de la forma". No se refiere solo a nuestro cuerpo, que obviamente está presente en cada momento, sino también a algo visible que estamos viendo, un sonido que estamos escuchando, un olor que estamos oliendo, un sabor que estamos saboreando, o una sensación física que estamos sintiendo. Son formas de fenómenos físicos que forman parte de cada momento de nuestra experiencia. Estas formas aparecen como los hologramas mentales que discutimos antes. También pueden ser formas inmateriales que experimentamos en un sueño. No son necesariamente materiales, sino físicos en el sentido de que tienen forma, color, etc. Ese es un aspecto de nuestra experiencia.

Otro aspecto o agregado sería “una conciencia primaria”: ver, oír, oler, saborear, tocar o la conciencia mental. La conciencia primaria es simplemente consciente de la naturaleza esencial de un objeto. En otras palabras, con la conciencia primaria, solo somos conscientes de que algún objeto es algo visible, un sonido, un objeto mental, etc. En cierto sentido, es como: "¿En qué canal estamos?". ¿Estamos en el canal de la vista, el canal de la audición, el canal del olfato o el canal del pensamiento?

También tenemos, lo que estábamos discutiendo antes, el agregado de "distinguir". Dentro de un campo sensorial, podemos distinguir un objeto de otro, como en el campo de formas coloreadas que vemos, por ejemplo. No significa que sepamos qué es algo o que le demos un nombre. Es solo la capacidad de distinguir. Incluso un perro puede distinguir la puerta de la pared. No se estrella contra la pared.

Luego, tenemos el agregado de "sentir un nivel de felicidad" que es parte de cada experiencia. También hemos hablado de eso antes. La sensación no tiene por qué ser dramática, sino cierto nivel de felicidad o infelicidad. Cuando miramos la pared, por ejemplo, si seguimos mirando la pared, eso significa que estamos felices de seguir mirándola. No significa: "¡Ajá, estoy tan encantado!", pero estamos felices de mirar la pared. Si miramos hacia otro lado, eso significa que no estamos contentos de ver la pared y miramos hacia otro lado. Así, hay algún nivel de felicidad o infelicidad en cada momento.

Luego, está el agregado de todo lo demás que cambia y es parte de nuestra experiencia, el llamado "agregado de otras variables que afectan". Básicamente, tenemos todas las emociones, tanto positivas como negativas, y tenemos factores mentales como la concentración, interés, etc., todas estas cosas están en este otro gran grupo de "todo lo demás".

Imputaciones

Hay varios fenómenos de imputación que tienen como base una continuidad individual de estos cinco agregados, no solo un yo, "yo"; por ejemplo, la edad y la impermanencia. Así como una edad no puede existir por separado de ser la edad de algo, tampoco hay un "yo" que pueda existir por separado de una continuidad individual de cinco agregados. ¿Qué es “yo”? Bueno, una persona, un "yo", es la integración de una continuidad individual y completa a medida que cambia de un momento a otro. Nadie necesita imputar conceptualmente a una persona para que haya una persona presente. Cuando miro esta forma coloreada aquí a mi lado, ¿qué veo? Bueno, veo un cuerpo. Sin embargo, también veo a "Massimo"; veo a una persona, no conceptualmente. ¿Hay un Massimo, o una persona, separada de ese cuerpo? No, no la hay. Esta persona que veo es una imputación sobre una base como un cuerpo, o podría ser una imputación sobre el sonido de una voz en el teléfono. Podría ser una imputación sobre muchos elementos diferentes dentro de esta continuidad particular de cinco agregados.

No solo estamos hablando de un nombre. Incluso si no sé su nombre (no recuerdo ni sé los nombres de todos en esta sala) veo gente, veo personas y te veo a "ti". Sin embargo, ¿hay un "tú" que pueda ver por separado de estas formas y cuerpos de colores que veo? Y si decimos: “Realmente no te conozco. Te puedo ver, pero realmente no te conozco”; es como si hubiera un "tú" que de alguna manera pudiera ser conocido por separado, completamente por sí solo.

Hay otros fenómenos como este, quizás esto lo hace más fácil o quizás más complicado, no lo sé. ¿Qué es la edad? Si preguntamos: “¿Qué edad tienes? ¿Cuál es tu edad?". Yo respondería: "Bueno, mi edad es 62". Quizás tu edad sea otra, la que sea. Esa también es una imputación. La edad no existe por sí sola, ¿verdad? La edad no es solo un número. Es una medida, en nuestro concepto occidental, desde que nacemos hasta ahora. Juntamos ese intervalo, lo contamos con algún sistema y obtenemos un número. "¿Cuál es tu edad?", "mi edad es 62". ¿Existe por sí solo, como en el pensamiento perturbador: "No puedo relacionarme con mi edad", "no siento mi edad"? El yo o "yo" es un tipo de fenómeno similar. Pensemos en eso por un momento.

[Meditación]

Básicamente, tenemos esta consideración incorrecta de que hay una especie de "yo" separado, como al decir "me lastimé el dedo", como si hubiera un "yo" separado del dedo, y luego decimos, "me lastimé a mí mismo". ¿Eso tiene algún sentido? ¿“Me lastimé”, como si hubiera un “yo” separado del cuerpo? O me dices algo desagradable y yo digo: "Me lastimaste con lo que dijiste". ¿Qué resultó herido? ¿Hay un "yo" separado que resultó herido aquí?

Es curioso cuando empezamos a analizar este tipo de cosas. Es como: "estoy enamorado de ti y me gustaría acostarme en la cama contigo encima de mí". ¿Hay un "tú" a quien nos gustaría recostar sobre un "yo" que existe separado de nuestro cuerpo? Tendemos a pensar: "Oh, esto es lo que realmente me hará feliz a ‘mí’". Sin embargo, ¿hay un "tú" que esté separado del cuerpo de 70 u 80 kilos que está encima de mí? Si hubiera una bolsa de arena de 70 u 80 kilos encima de nosotros, ¿sería igual? "No, está bien porque eres 'tú'", pero ¿hay un "tú" que esté separado de este peso? ¿Qué es lo que nos está haciendo felices y a qué es a lo que hace feliz? ¿Es feliz tener 70 kilos encima de nuestro cuerpo? Es realmente extraño cuando empezamos a analizarlo.

"Esto está limpio". Podríamos estar sudando y todo, pero "está limpio". Si alguien más estuviera sudando y encima de nosotros, no estaría limpio. Esta es una consideración incorrecta de que hay un "yo" separado, o un "tú" separado, una persona separada de una base, un cuerpo, una mente, etc.

 “Yo” o “tú”, entonces, es un fenómeno de imputación en cada momento de su base siempre cambiante, una continuidad individual de cinco factores agregados. En cada momento, cada uno de los cinco agregados está cambiando, por lo que el “yo” que es una imputación sobre ellos como su base también cambia constantemente, al igual que nuestra edad está cambiando constantemente. 

Cuando hablamos de “yo” y “edad” y este tipo de fenómenos de imputación, siempre tienen una continuidad, una continuidad como su base. Sin embargo, como dije, este tipo de cosas no son muy fáciles de entender. Lentamente tenemos que entrar en esta forma de pensar sobre las imputaciones y bases para la imputación, esta forma de entender, porque parece que hay un “yo” que existe por separado que no es un fenómeno de imputación, pero eso es incorrecto.

No estamos cuestionando aquí ser un individuo. No soy “tú”. Pongo comida en mi boca y como, y eso no llena tu estómago, ¿verdad? Hay individualidad, pero, esto vuelve a ser algo bastante complejo, ¿qué nos convierte en individuos? ¿Qué me hace "yo" y no "tú"? Una pregunta interesante; no obstante, esa es una pregunta que consideramos a medida que avanzamos más y más en este tema. 

Primero, tenemos una idea general de lo que entendemos por “algo que es una imputación sobre la base de otra cosa” y que, como imputación, no puede existir ni ser conocido por sí mismo. Como la edad, ¿cómo puede haber una edad separada de algo que está envejeciendo? ¿Cómo puede haber impermanencia separada de algo que está cambiando? Vemos el vaso caer y romperse; vemos que es impermanente, ¿no es así? Lo vemos romperse: es impermanente. Esa impermanencia que vemos no es solo un producto de nuestra imaginación. La impermanencia del vidrio está ocurriendo. Sin embargo, esa rotura y esa impermanencia no están separadas del vidrio. Veo un cuerpo y eres tú; no te veo a “ti” separado del cuerpo.

Ahora se empieza a complicar un poco más cuando decimos: "Quiero que 'tú' me ames a 'mí'". ¿Qué es lo que quiero que me ame a "mí"? ¿Una mente, un  cuerpo? ¿Qué quiero que "tú" ames? ¿Quiero que "tú" ames mi mente? ¿Quiero que “tú” ames mi cuerpo? No, "te quiero a ti", como si hubiera un "tú" separado, por sí solo, "para amarme a ‘mí’", como si hubiera una entidad separada, "yo", por sí solo. Ese es el cuarto tipo de consideración incorrecta.

Este es el problema que está involucrado aquí. Consideramos incorrectamente que algo que no existe como parece existir -es decir, un yo, una persona- existe realmente como parece. Consideramos que existe algo que no existe, un yo que existe por separado, pero en realidad no existe tal cosa. Una vez más, hay una ausencia de un yo que existe de esa manera imposible. 

Esto nos lleva más lejos en la dirección de comprender de qué se trata la vacuidad: "No existe tal cosa". ¿Está un poco claro? Eso sí, recién estamos comenzando el tema; iremos más lejos. ¿Tienen alguna pregunta hasta ahora?

Preguntas

¿No es obvio que el "yo" depende de un cuerpo y una mente y demás? ¿No es un hecho que todos somos individuos? Incluso desde un punto de vista genético, todos somos individuos.

Bueno, tal vez sea así, pero cuando analizamos un poco más profundamente, encontramos que, aunque puede ser obvio, tal vez no lo sea tanto. En primer lugar, podríamos tener una consideración incorrecta basada en la doctrina y la propaganda. Por ejemplo, se nos dice: "Sé tú mismo", "elige por ti mismo", "sé un individuo" o "defiende tu individualidad". Quizás se nos enseñó que esto es algo muy positivo. Entonces, nos sentimos muy frustrados cuando no podemos hacer eso. "¡Tengo que expresar mi individualidad!". Eso también podría ser algo que sentimos como si fuera algún tipo de cosa.   

Este concepto erróneo podría surgir automáticamente, como ocurre con el egoísmo. ¿De qué se trata el egoísmo? Es pensar en "mí" y "tengo que salirme con la ‘mía’”, como si existiera un "yo" separado que existe de forma independiente. No pensamos en términos de un cuerpo; no estamos pensando en términos de una mente; no estamos pensando en términos de otra cosa, solo "yo". "Quiero las cosas a 'mi' manera". "Esta es 'mi' forma de hacer las cosas". Estamos hablando de algo muy básico aquí, como el egoísmo. ¿Cuál es la idea errónea en la que se basa el egoísmo? Es pensar que hay un "yo" concreto, que existe por sí solo.

¿Es este error obvio o no obvio? No es tan obvio, ya que el egoísmo está profundamente arraigado. Nadie tiene que enseñarnos a ser egoístas. “¡Este juguete me pertenece a 'mí'!” Un niño pequeño piensa eso. "No quiero que 'tú' lo tengas". El niño no piensa en términos de un cuerpo, no piensa en términos de mente, no piensa en términos de nada de eso, solo "yo" y "tú". Estamos hablando de algo muy fundamental aquí.

Cuando hablamos de este tema de la genética y demás, entonces necesitamos analizar ¿qué es la genética? ¿Qué es el genoma? Bueno, un genoma está formado por este y aquel compuesto químico y cada compuesto está formado por átomos, y así sucesivamente. Si empezamos a deconstruir, no encontramos nada sólido. Hay muchos niveles en los que podemos ver esto.

Sin embargo, como dije, esto entra en todo el tema de lo que establece nuestra individualidad. Somos individuos, claro, pero ¿qué nos hace individuos? ¿Es algo sólido, como una fórmula química, o qué es? Para eso, necesitamos profundizar cada vez más en nuestra comprensión de lo que realmente significan la imputación y el etiquetado mental. Ahora estamos comenzando el tema.

¿En qué se basan los cinco agregados?

Se basan en sus partes, sus componentes, ya que cada uno de estos componentes cambia de un momento a otro. Cada agregado es una imputación de sus partes, al igual que un todo es una imputación de sus partes. Esto es muy claro en textos como Involucrarse en la conducta del bodisatva, de Shantideva. La mano es una imputación sobre los dedos, los dedos son imputaciones sobre las articulaciones, las articulaciones son imputaciones sobre sus partes, etc. Va hacia abajo y hacia abajo y hacia abajo, más y más. 

¿La razón para que sigan y sigan?

Esto se vuelve muy interesante. ¿Existe una base que se pueda encontrar que esté realmente ahí todo el tiempo, pero que simplemente cambie? Estas son nuestras preguntas, ¿no? Por ejemplo, si lo pensamos bien, todo lo físico está hecho de átomos. Además, los átomos están formados por protones, neutrones y electrones, y vamos más y más lejos y no hay nada sólido allí, campos de energía, etc. Parece que las cosas son sólidas -esto es como una ilusión-, pero no son realmente sólidas. Esta silla no es sólida. Mi cuerpo no es sólido; está formado por átomos. Tanto la silla como mi cuerpo están formados por átomos, en su mayoría espacios vacíos y campos de energía. Ahora lo importante es que, sin embargo, a pesar de esto, podemos sentarnos en la silla y no caer al suelo.   

Eso es lo importante. Si podemos entender que no es sólido, solo parece ser sólido y, sin embargo, me sostiene, funciona, entonces empezamos a tener una comprensión correcta. ¿Podemos aceptar estos dos puntos -nada es sólido, pero todo funciona- sin que sean contradictorios? Si podemos hacer eso, si podemos aceptarlo y entenderlo, entonces estamos listos para ir a niveles cada vez más profundos, porque cada deconstrucción (aquí solo estamos haciendo la deconstrucción de que las cosas sean sólidas), todavía nos deja con que las cosas funcionan. A pesar de que no hay un “yo” sólido ni un “tú” sólido, sin embargo, verte puede hacerme feliz o infeliz. ¿Por qué no? No hay contradicción aquí, pero eso es muy difícil de entender.  

"Quiero que me ames". ¿Es incorrecto decir esto?

No, pero tenemos que entender lo que queremos decir con eso.

¿Cuál sería la forma correcta de decirlo?

Convencionalmente, es correcto decir o pensar: "Me gustaría que me amaras". Sin embargo, si pensamos que hay un “yo” sólido y un “tú” sólido involucrados, entonces hay mucha dificultad ahí. Podríamos tener todo tipo de pensamientos problemáticos, “Quiero que me ames, pero tú no me amas. No soy lo suficientemente bueno; hay algo mal en mí. Soy un perdedor; nadie me ama nunca. No puedo ser amado; no soy digno de ser amado...”. Vaya, entramos en un profundo sufrimiento, una profunda infelicidad. Sí, convencionalmente decimos “te amo y tú me amas”; no hay problema con eso. Es como lo consideramos. De esto es de lo que estamos hablando, consideración incorrecta. 

El problema es cuando empezamos a entrar en la espiral descendente de: "¿Por qué alguien no puede amarme a ‘mí’?". ¿Por qué no puedo encontrar a alguien que me ame a ‘mí’? Nadie ‘me’ quiere. ¿Cuándo puedo encontrar a alguien que realmente me ame ‘por mí mismo’?". Son este tipo de pensamientos los que causan problemas. El problema es cuando convertimos ese "yo" en algo sólido, que existe por sí solo.

Top