Vacuidad de otro: Mente de luz clara o rigpa

Repaso 

Hemos hablado de la vacuidad del sí mismo y de la vacuidad de otro y, hasta ahora, estamos restringiendo nuestra discusión a las afirmaciones Gelug, aunque el Gelug no utiliza los términos vacuidad del sí mismo y de otro para sus propias afirmaciones. Algunos maestros no Gelug, sin embargo, utilizan esos términos en referencia a las afirmaciones Gelug y las refutan por ser falsas. 

En aras de la simplicidad, usemos el término vacuidad del sí mismo para incluir la cognición tanto conceptual como no conceptual de la vacuidad de formas imposibles de existir, aunque diferentes sistemas y autores tibetanos pueden usar el término de manera diferente. Vimos que es muy importante comprender la vacuidad del sí mismo de manera plena y no conceptual. Esto se debe a que los hábitos de aferrarnos a una existencia imposible hacen que nuestra mente dé surgimiento a apariencias de todo lo que experimentamos como si existieran de una manera imposible, y luego creemos que eso es cierto. Creemos que esta forma imposible de existir es verdadera porque no conocemos nada mejor, y así se siente. No nos damos cuenta de que esta forma de existir es falsa. Esta apariencia de una forma imposible de existir es en realidad una ilusión. No corresponde a nada real, pero no lo sabemos, y por eso cuando la percibimos, nos aferramos a ella como si correspondiera a la realidad. Con base en eso, desarrollamos todo tipo de emociones perturbadoras (ira, avaricia, apego, etc.) y, movidos por estas emociones perturbadoras, actuamos en todo tipo de formas kármicas compulsivas que nos traen sufrimiento a nosotros y a todos los demás. 

Ver la naturaleza interdependiente de las cosas 

De lo que necesitamos darnos cuenta, entonces, con la vacuidad del sí mismo, es que no hay ningún objeto implicado (zhen-yul) para estas formas imposibles de existencia de las que nuestra mente proyecta una apariencia; está totalmente ausente, no existe tal cosa. No corresponde a nada. Es solo una apariencia que nuestra mente proyecta; en realidad, no puede proyectar la forma imposible de existir porque eso no existe en absoluto. Una vez que nos demos cuenta de que estas supuestas apariencias engañosas son una completa basura, entonces, con suficiente familiaridad, primero dejaremos de creer que son ciertas y, en algún momento, con suficiente familiaridad y una construcción de fuerza positiva lo suficientemente fuerte, nuestra mente dejará de proyectarlas. Sin que surjan estas apariencias falsas y engañosas y sin creerlas y desarrollar emociones perturbadoras basadas en ellas, ya no generaremos sufrimiento ni lo experimentaremos. 

Cuando nuestra mente proyecta estas apariencias engañosas, parece como si las cosas existieran encapsuladas en plástico como cosas sólidas. Como resultado, nuestra conciencia es limitada; no somos capaces de ver la interconexión de todo, cómo todo surge en dependencia. En esta situación, somos un ser limitado (sems-can). Esta es la palabra que normalmente se traduce como "ser sintiente". Significa alguien con una mente limitada; un buda no es un ser sintiente. 

Si realmente queremos poder ayudar a todos como un buda, entonces necesitamos ser capaces de ver la interconexión de todo. En otras palabras, cuáles son todas las causas (desde el tiempo sin principio) de por qué cada individuo está experimentando el tipo de sufrimiento y el tipo de maduración kármica que tiene, y ver todos los efectos que se derivarán de cualquier cosa que les enseñemos. Para eso, tenemos que lograr que nuestra mente deje de encapsular cosas en plástico, por así decirlo, como cosas separadas y sin relación. Al ver la interdependencia de todo, especialmente la causa y el efecto, entonces, como buda, somos capaces de saber cuál es la mejor manera de ayudar a todos. Este es el único propósito de convertirse en un buda. Y, por favor, no crean que cuando vemos la interdependencia y la interrelación de todo, entonces hay una enorme burbuja de plástico alrededor de todo; tampoco crean que eso existe de una manera imposible. 

Deshacerse de los oscurecimientos emocionales y cognitivos 

Como dijimos, sobre la base de estas apariencias de formas imposibles de existir, nos aferramos a ellas y realmente creemos en ellas y eso hace que surjan todas las emociones perturbadoras. Ese aferramiento, nuestro no darnos cuenta de que estas apariencias son falsas y todas las emociones perturbadoras que conlleva se denominan “oscurecimientos emocionales” (nyon-sgrib). Para lograr la liberación del sufrimiento –en otras palabras, para que no experimentemos más sufrimiento– tenemos que deshacernos de estos oscurecimientos emocionales. La comprensión y la cognición no conceptual de la vacuidad de las formas imposibles de existir lograrán eso cuando tengan como motivación la renuncia, la determinación de ser libres de ese sufrimiento, basado en la comprensión y la confianza de que podemos deshacernos de él para siempre. Simplifiquemos nuestra discusión y refirámonos a la vacuidad de formas imposibles de existir simplemente como “vacuidad”.

Cuando hemos logrado la verdadera detención de este aferramiento a formas imposibles de existir, entonces, a través de esa cognición no conceptual de la vacuidad, logramos lo que se llama “liberación” y nos convertimos en un ser liberado, un arhat. Aunque ya no experimentamos ningún sufrimiento, por lo que ya no somos un ser samsárico, nuestra mente como arhat todavía es limitada. Esto se debe a que nuestra mente todavía tiene los hábitos de ese aferramiento y del no darse cuenta, y por eso la mente todavía proyecta estas apariencias engañosas de formas imposibles de existir. Es solo que ahora, como arhat, ya no creemos que correspondan a nada real. 

Tenemos que trabajar cada vez más y más con esta cognición no conceptual de la vacuidad, construyendo más y más fuerza positiva y una conciencia profunda de la vacuidad, para que alcancemos el punto en el que estemos absortos para siempre en esta cognición no conceptual de la vacuidad. En ese punto, nuestra mente ha logrado una detención verdadera de crear estas falsas apariencias. Estos hábitos constantes de aferramiento que producen estas falsas apariencias se denominan “oscurecimientos cognitivos” (shes-sgrib), y cuando nos deshacemos de ellos para siempre, nos convertimos en un buda. 

Así es como se explican los dos oscurecimientos según el Prasánguika Gelug. Los otros sistemas de principios y tradiciones tibetanas tienen formas ligeramente diferentes de explicarlos, pero eso es demasiado complicado para abordarlo aquí. 

Niveles de la mente 

Ahora bien, la mente tiene muchos niveles diferentes de sutileza. Por mente, estamos hablando de actividad mental. No es una cosa que la haga; no estamos hablando de algo como un proyector de películas que hace algo. Cuando hablamos de mente en el budismo, nos referimos a la actividad mental que consiste en crear una apariencia cognitiva de algo, como un holograma mental, mientras nos damos cuenta de algo. Darse cuenta de algo significa involucrarse cognitivamente con un objeto. Hay muchos niveles de sutileza en esto: no conceptual, conceptual, etc. E incluso con respecto a la cognición yóguica no conceptual de la vacuidad, podemos tenerla con dos niveles diferentes de actividad mental, un nivel más burdo y un nivel más sutil. El nivel más burdo es el mismo nivel que la cognición sensorial no conceptual, que se basa, como base física, en los elementos del cuerpo burdo, mientras que el nivel más sutil es con el nivel más sutil de la mente, la mente de luz clara, que se apoya, como base física, en el viento de energía más sutil. El nivel más burdo es el que alcanzamos en la práctica del sutra o las tres primeras clases de tantra. El nivel más sutil es dominio exclusivo del tantra anutarayoga.  

En ambos niveles, cuando estamos totalmente absortos en la vacuidad de manera no conceptual con el par unido de shámata y vipáshana, no hay creación de apariencias de existencia imposible ni aferramiento a ellas; temporalmente, nuestra cognición está libre de todo eso. No solo no hay creación de apariencias o apariencia de existencia imposible, sino que tampoco hay creación de apariencias o apariencia de objetos convencionales, ya sea que existan de una manera imposible o simplemente como meras convencionalidades. El nivel más burdo se alcanza cortando, con nuestro entendimiento, esta falsa apariencia de existencia imposible y nuestra creencia en ella. Sabemos que no existe tal cosa. Eso es basura. No se refiere ni corresponde a nada real. Cortamos con eso y luego quedamos totalmente absortos en “no existe tal cosa”, pero sin la categoría de “no existe tal cosa”. El nivel más sutil de la mente, por naturaleza, no tiene creación de apariencias de existencia imposible ni aferramiento a ellas. Sin embargo, es necesario aprovecharla como la mente que conoce la vacuidad con un par unido de shámata y vipáshana. 

Si volvemos a nuestro ejemplo de ayer, cuando nos enfocamos en “no hay chocolate en casa”, ¿qué nos viene a la mente? Nada. No aparece nada. Primero pensamos “chocolate”, luego “no hay chocolate” y luego no aparece nada. Esto es de lo que estamos hablando aquí, pero no es solo una “nada” general que aparece: es una ausencia de chocolate. Entendemos eso. Ese es el tipo de meditación que hacemos con la meditación de la vacuidad del sí mismo. Es importante entenderlo, solo para tener una idea general de lo que estamos hablando cuando hablamos de meditación en la vacuidad del sí mismo. 

Absorción total de la vacuidad y logro subsecuente 

Cuando nos enfocamos en la meditación de manera no conceptual en la vacuidad con este nivel mental más burdo y termina esta fase de absorción total (mnyam-bzhag) de nuestra meditación, continuamos la meditación con una fase de logro subsecuente (rjes-thob). Ahora, subsecuente a esa absorción total, a medida que nuestros hábitos de aferramiento dan surgimiento una vez más a apariencias de formas imposibles de existir y a que los objetos convencionales parezcan existir de esa manera falsa, lo que logramos es un enfoque no conceptual, aún con el par unido de shámata y vipáshana en estas apariencias, al mismo tiempo que reconocemos implícitamente su vacuidad. Entendemos que son como una ilusión. Podríamos sostener esta realización conceptualmente inmediatamente después de esta fase, tanto mientras todavía estamos en meditación como tal vez incluso inmediatamente después de levantarnos, pero ya no será con la cognición yóguica no conceptual.

La traducción habitual de este término logro subsecuente es “post-meditación”, pero puede inducir a error. La palabra "post", que significa "después", se refiere a después de esta absorción total. Solo ocurre inmediatamente después de la absorción total. No podemos generar este estado mental de logro subsecuente por sí solo; tiene que estar inmediatamente precedido por una fase de absorción total no conceptual en la vacuidad con un par unido de shámata y vipáshana. Por supuesto, incluso antes de haber alcanzado esta absorción total, podemos enfocarnos en las apariencias de una existencia imposible como si fueran una ilusión. Pero ese enfoque no puede denominarse válidamente “logro subsecuente”.   

Con este logro subsecuente, o realización subsecuente, nos damos cuenta de que, si bien estas formas imposibles de existir y sus apariencias no se refieren a nada real, sin embargo, a pesar de eso – y, de hecho, debido a eso – funciona la causa y efecto. La forma en que los fenómenos parecen existir es una ilusión, porque no corresponde a nada real. Pero el Gelug afirma que los fenómenos convencionales en sí mismos son simplemente como una ilusión. A pesar de que los fenómenos son como una ilusión, la causa y el efecto siguen funcionando. Los sistemas no Gelug afirman que los fenómenos convencionales son en sí mismos una ilusión, pero a pesar de ello y debido a ello, la causa y el efecto sigue funcionando.

Aunque en algún nivel podríamos pensar: “Bueno, todo es como una ilusión, y esta falsa apariencia es una ilusión”, etc., eso no es en realidad lo suficientemente profundo. Esa visión podría ser bastante superficial y basarse en una comprensión muy extraña. Después de todo, en muchas formas del Vedanta, una filosofía hindú, tenemos una idea similar, que todo es maya, todo es ilusión y, en realidad, todos somos uno con Brahma. 

Pensar simplemente que todo es una ilusión, o algo así como una ilusión, no es necesariamente la comprensión budista. Para la comprensión budista, tiene que ser con la comprensión de que, sin embargo, el surgimiento dependiente y la causa y efecto todavía funcionan. Por favor, no confundan las enseñanzas sobre la ilusión del Vedanta con las enseñanzas sobre la ilusión del budismo; no son en absoluto iguales. Este es un error común que cometen muchas personas, principalmente porque no conocen las definiciones de los términos. Según el budismo, no todos somos una gran sopa indiferenciada; incluso en términos de lo que un Buda entiende en el momento de la iluminación, todo conserva su individualidad, pero no está encapsulado en plástico. 

¿Saben cuál es la gran objeción a la afirmación de que todos somos una gran sopa indiferenciada? La objeción es que, si ese fuera el caso, entonces ya no tendríamos responsabilidad individual por nuestras acciones kármicas porque no importaría, todos somos uno; eso es muy peligroso. 

La vacuidad de otro: Enfocarse con una mente de luz clara 

Esta absorción total no conceptual en la vacuidad con el estado mental más burdo, como dije, no genera la apariencia de una existencia imposible o una apariencia de objetos convencionales que existan de una manera imposible. No cree en ellos, no se aferra a ellos y no tiene emociones perturbadoras. Pero, dado que su base física son los elementos de nuestro cuerpo burdo, que no continúan cuando morimos y no continúan cuando nos convertimos en un buda, esta absorción total con el nivel más burdo de la mente no puede ser la causa inmediatamente precedente para la mente de un buda.  

Entonces la pregunta es: ¿Existe un nivel mental más sutil que pueda tener esta absorción total y que tenga una continuidad ininterrumpida en cada vida y continúe incluso en la budeidad? Sí la hay. Es la mente de luz clara más sutil. Tiene una continuidad ininterrumpida, sin principio ni fin. En cada vida, está subyacente en cada momento de experiencia; se manifiesta en el momento de la muerte y es el tipo de mente, el nivel de mente que tenemos como buda. 

Cuando escuchamos a algunos de los sistemas budistas hablar sobre la mente primordial no nacida, se refieren a este nivel mental de luz clara. Como la mente en general, no tiene principio ni fin; nadie la creó. Cambia de un momento a otro, en el sentido de que es consciente de cosas diferentes de un momento a otro, pero su naturaleza convencional y más profunda nunca cambia. 

Entonces, ¿cuáles son las características únicas de esta mente de luz clara, tenga o no total absorción en la vacuidad? 

  • Es no conceptual: no tiene niveles mentales más burdos, ya sean conceptuales o no conceptuales, como la cognición sensorial no conceptual basada en sensores oculares burdos.
  • No crea apariencias de formas imposibles de existir y, por lo tanto, no tiene aferramiento a una existencia imposible, ni no darse cuenta o ignorancia, ni emociones perturbadoras.
  • No da surgimiento ni conoce las apariencias impuras de los objetos convencionales como si existieran de maneras imposibles.
  • Da surgimiento y conoce apariencias puras –apariencias de fenómenos que no existen en formas imposibles– y puede hacerlo incluso cuando se encuentra en total absorción en la vacuidad.
  • Puede tener una gran conciencia dichosa (bde-ba chen-po) de la vacuidad. 
  • Puede conocer las dos verdades simultáneamente (lo que, para el Gelug, significa que conoce la vacuidad de las dos verdades simultáneamente) y puede ser omnisciente.
  • No requiere tres tropecientos eones de construcción de fuerza positiva necesaria para alcanzar la iluminación. Una vez que se manifiesta, puede construir suficiente fuerza positiva incluso en una sola vida.

Estas son características bastante extraordinarias, ¿no? Hay todo tipo de adjetivos para este nivel mental de luz clara: no manchada, inmaculada, pura, etc. Sin embargo, según la presentación Gelug, esta mente de luz clara no necesariamente tiene una comprensión o cognición de la vacuidad. No necesariamente comprende su propia naturaleza vacua. Si así fuera, entonces nunca tendríamos renacimiento si todo lo que tuviéramos que hacer fuera morir, porque se manifiesta en lo que se llama la "luz clara de la muerte". Tampoco es, por naturaleza, una conciencia dichosa; de lo contrario, la clara luz de la muerte sería dichosa. La mente omnisciente de un buda es dichosa, no neutral en sus sensaciones. 

El Gelug afirma que, aunque la mente de luz clara no tiene por naturaleza una cognición de la vacuidad con una conciencia dichosa de ella, cuando las prácticas de meditación para hacer que la mente de luz clara se manifieste se realizan con una conciencia dichosa de la vacuidad, esta puede surgir como una gran conciencia dichosa de la vacuidad. Algunas otras tradiciones tibetanas, sin embargo, como el Jonang, afirman que, por naturaleza, la mente de luz clara tiene una conciencia dichosa de la vacuidad, y que esta naturaleza solo se revela a través de estos métodos de meditación. Estuvo allí todo el tiempo en el nivel básico de la vida diaria como naturaleza búdica. Sin embargo, no se revela durante la luz clara de la muerte.

La tradición dzogchen, que encontramos en el sistema Nyingma y en muchos de los Kagyu, habla de rigpa, conciencia pura. Rigpa se refiere a la naturaleza básica de la mente de luz clara, que no está manchada por los hábitos de aferrarse a lo imposible. Esa es la diferencia entre mente de luz clara y rigpa. Rigpa, entonces, es una subclase de la mente de luz clara. Sin embargo, se requieren prácticas de meditación para eliminar las manchas pasajeras de estupefacción (rmongs-pa) que oscurecen a rigpa. Estas manchas fugaces impiden que se manifieste la naturaleza de conciencia profunda reflexiva de rigpa (rang-rig ye-shes), la conciencia profunda que “reconoce su propio rostro”.

Cuando hablamos de la vacuidad de otro, estamos hablando de la mente de luz clara o rigpa. Se puede aplicar a cualquiera de estos, pero dejémoslo para una discusión más general sobre la mente de luz clara, para no tener que repetir “mente de luz clara y rigpa” cada vez que decimos esto. 

Como mencioné, el nivel mental de luz clara se manifiesta automáticamente en el momento de la muerte, pero también podemos manifestarlo en la meditación siguiendo métodos muy especiales. No analizaremos en detalle todos los diferentes métodos que se utilizan. En el Sakya, Kagyu y Gelug, estos métodos se enseñan en la clase superior de tantra, anutarayoga y en el Nyingma se encuentran con el sistema dzogchen que se encuentra en el atiyoga, que es el nivel más avanzado dentro de la categoría general del tantra. 

Cuando hablamos de la vacuidad de otro, refiriéndonos a la mente de luz clara, aquí la “vacuidad” se refiere al hecho de que, independientemente de muchas otras cosas de las que pueda estar desprovista en muchos sistemas, está desprovista de los otros niveles más burdos de la mente en todos los sistemas. El Gelug, por ejemplo, a pesar de no utilizar el término “vacuidad de otro” para esto, habla de la mente de luz clara como la cuarta de las cuatro vacuidades, siendo las otras tres las tres mentes conceptuales sutiles creadoras de apariencias, a las que a menudo se hace referencia como la apariencia blanca, la apariencia roja y la apariencia negra. 

Debido a que la mente de luz clara está desprovista de estos niveles mentales más burdos, está desprovista de los niveles y tipos de mentes en los que ocurren las emociones perturbadoras. También está desprovista de los niveles mentales en los que ocurren las apariencias de existencia imposible y el aferramiento a ellas. Y está desprovista del nivel mental que conoce las cosas conceptualmente a través de categorías. Está desprovista de todas estas mentes; es una ausencia de todas estas otras cosas, se llame o no "vacuidad de otro". 

El uso de los términos vacuidad de otro y vacuidad del sí mismo

Un punto importante a tener en cuenta, entonces, es que, aunque todas las tradiciones tibetanas hablan de este nivel mental de luz clara y enseñan métodos para manifestarlo en la meditación, no todas llaman a esta mente de luz clara “vacuidad de otro”.

  • Muchos, pero no todos, los maestros Kagyu, Sakya y Nyingma lo llaman así,
  • Todos los maestros Jonang y Rime lo hacen,
  • Los Gelug no.  

Del mismo modo, todas las tradiciones tibetanas enseñan la visión Madyámaka de la vacuidad de lo que es imposible y que la verdad convencional, que siempre parece existir de una manera imposible, es falsa y que, a pesar de que la verdad convencional es incapaz de resistir el análisis convencional o último, sin embargo, la causa y efecto sigue funcionando. Sin embargo, varían en cuanto a la realidad de los objetos convencionales. Por ejemplo:

  • El Gelug afirma que cuando no se analiza la verdad convencional o más profunda, los objetos convencionales funcionan como meros convencionalismos.
  • Los no Gelug afirman que en realidad no existen objetos convencionales, son meras fabricaciones conceptuales (spros-pa). 

Todas las tradiciones tibetanas afirman una cognición conceptual de la vacuidad y otra no conceptual. 

  • El Gelug afirma que la vacuidad conocida conceptualmente y no conceptualmente es la misma. Puesto que no llama a la mente de luz clara “vacuidad de otro”, no llama “vacuidad del sí mismo” a esta vacuidad de existencia imposible. 
  • Muchos afirman que la vacuidad conocida conceptualmente y no conceptualmente no son lo mismo. Si afirman la vacuidad de otro, restringen el término "vacuidad del sí mismo" solo a la vacuidad conceptualmente conocida de formas imposibles de existir.
  • De entre aquellos que afirman que la vacuidad conocida conceptualmente y no conceptualmente son diferentes, varios, como el Nyingma, llaman a la vacuidad de la existencia imposible conocida no conceptualmente "más allá de las palabras y los conceptos". El Jonang, por ejemplo, lo llama “ni existente ni no existente”.   
  • El Nyingma acepta que la vacuidad de la existencia imposible conocida no conceptualmente por rigpa y por la cognición yóguica no conceptual de un nivel mental más burdo son lo mismo. Ambas son vacuidad más allá de las palabras y los conceptos. 
  • El Jonang y el Sakya afirman que la vacuidad que no es ni existente ni no existente, siendo equivalente a la vacuidad de otro, no puede ser conocida por niveles mentales más burdos. 

Entonces, podemos ver que hay una enorme variedad en las afirmaciones sobre la vacuidad del sí mismo y la vacuidad de otro y cómo se usan ambos términos.

Métodos para conocer la vacuidad con la mente de luz clara 

Como vimos, la mente de luz clara no necesariamente tiene la comprensión de la vacuidad; de lo contrario, la tendríamos en el momento de la luz clara de la muerte. La pregunta es: ¿Cómo obtenemos una cognición no conceptual de la vacuidad con esta mente de luz clara y cómo la obtenemos con una conciencia dichosa? Hay varios métodos, pero todos requieren una base de estudio de sutras y meditación sobre la vacuidad basada en los tratados de los grandes maestros de Nalanda como Nagáryuna, y prácticas sofisticadas de la etapa completa del anutarayoga o prácticas de anuyoga con los sistemas de energía sutil del cuerpo sutil – los chakras y canales. Sin embargo, no es necesario alcanzar primero la cognición yóguica no conceptual antes de pasar a los métodos tántricos del anutarayoga o a los métodos dzogchen. Ni siquiera es necesario haber alcanzado shámata y vipáshana unidos, enfocados conceptualmente en la vacuidad. La sola cognición válida de la vacuidad es suficiente.  

Hay dos métodos en el tantra anutarayoga, uno en el tantra padre y otro en el tantra madre. En el tantra padre, trabajamos para disolver los niveles más burdos de los vientos de energía y conciencia a través de prácticas de yoga muy difíciles y sofisticadas. Una vez que manifestamos la mente de luz clara generando también una gran mente dichosa con otros métodos yóguicos, aplicamos la mente dichosa de luz clara a la comprensión de la vacuidad que obtuvimos de antemano. Alternativamente, en el tantra madre, comenzamos con una comprensión de la vacuidad en nuestra meditación y luego, mientras mantenemos esa conciencia de la vacuidad, volvemos a utilizar métodos yóguicos muy difíciles y sofisticados para generar niveles cada vez más intensos de conciencia dichosa con la mente, de modo que se vuelve cada vez más sutil, hasta que manifestamos un nivel mental de luz clara que tiene una gran conciencia dichosa de la vacuidad. 

En los sistemas dzogchen, primero debemos haber estudiado y meditado sobre la vacuidad y haber practicado los métodos anuyoga para trabajar con el sistema de energía sutil. Como resultado, nuestro sistema energético está, en cierto sentido, “engrasado”, de modo que, cuando en realidad estamos haciendo las meditaciones dzogchen, no necesitamos trabajar conscientemente para lograr que los niveles más burdos de la mente y la energía se disuelvan y así generar una conciencia dichosa. Se disolverán automáticamente y nuestro estado mental será dichoso a medida que manifestemos rigpa

El método que utilizamos para manifestar rigpa suele traducirse como “reconocer la mente misma”, “reconocer rigpa”. Sin embargo, como vimos ayer, la palabra occidental “reconocer” implica que lo sabíamos antes, y ahora lo recordamos y lo conocemos nuevamente. Esa no es la connotación. El término utilizado es ngoshe (ngo-shes), “conocer el rostro”, literalmente, es decir, conocerlo tal como es. No es que lo recordemos y lo reconozcamos. La pregunta es, por supuesto, ¿cómo llegamos a conocer el rostro de rigpa tal como es? 

Por favor, no confundan el budismo con las tradiciones abrahámicas del judaísmo, el cristianismo y el islam. No es que originalmente estábamos en el Jardín del Edén y teníamos rigpa con la conciencia dichosa pura de la vacuidad y luego caímos en desgracia y ahora tenemos que reconocer nuevamente lo que teníamos al principio. Eso no es budismo, por favor. Mucha gente comete ese error de forma inconsciente. Cuando tenemos estos términos “puros desde el principio”, no significa literalmente que hubo un comienzo cuando éramos puros. “Comienzo” aquí significa la base, el fundamento. Así que, incluso la afirmación Jonang de que la vacuidad de otro, como naturaleza búdica, es idéntica en los niveles base y resultante, aunque en la actualidad el nivel base está velado, eso no significa que temporalmente al principio era puro y luego quedó velado.

Ahora bien, ¿cómo alcanzamos un estado de rigpa conociendo su propio rostro? Bueno, esto se basa en que – la terminología habitual es que “somos introducidos” – somos introducidos a ello por nuestro maestro espiritual. “Entonces, Sasha, aquí tienes tu mente pura. Mente pura, aquí está Sasha”. No, no es así. “Introducir”, ngotrö (ngo-sprod) en tibetano, significa literalmente ayudar a alguien a “conocer su propio rostro”. 

Ahora, volvamos a lo que estábamos discutiendo en nuestra primera conferencia, que es que, a través de la influencia de un maestro, de un maestro espiritual debidamente calificado, y nuestra relación saludable con ese maestro espiritual, obtenemos una enorme cantidad de inspiración. Esto se basa en tener una mente lo suficientemente abierta como para poder ver realmente la naturaleza de la conciencia pura. Como comentamos, ¿cómo nos volvemos receptivos y de mente abierta? Es construyendo los dos entramados constructores de iluminación –las dos colecciones–, fuerza positiva y conciencia profunda. 

Todos los sistemas dzogchen ponen un gran énfasis en hacer ngöndro (sngon-'gro), prácticas preliminares. Esto implica hacer las prácticas comunes – meditar en el precioso renacimiento humano, la muerte y la impermanencia, etc. – los temas básicos del lam-rim – y los preliminares especiales no comunes, la postración, etc., y hacerlos sobre la base de tomar refugio y desarrollar la bodichita. Hacer todo eso genera una enorme cantidad de fuerza positiva. Para construir un enorme entramado de conciencia profunda de la vacuidad, practicamos mucha meditación basada en los textos indios Madyámaka. No hay manera de evitarlo. 

La forma en que se describe es que, a través de la inspiración de nuestro maestro espiritual y con la base de una enorme construcción previa de fuerza positiva y conciencia profunda, llegamos a encontrar y conocer el rostro de rigpa. Cuando hemos hecho que rigpa se manifieste de esta manera, entonces, automáticamente, rigpa tiene una conciencia profunda de su propia naturaleza, su vacuidad, su pureza desde lo alto, kadag (ka-dag) en tibetano.

Entonces, con los métodos anutarayoga, debemos hacer un esfuerzo para que la mente de luz clara tenga la cognición dichosa de la vacuidad. Con el dzogchen, aunque esto sucede al final sin esfuerzo, se basa en nuestros esfuerzos previos. Al final conseguimos lo mismo; es solo una cuestión de cómo lo abordamos en la meditación y cómo lo explicamos. 

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