Las emociones perturbadoras son el enemigo
Ahora el verso tres de los Ocho versos del entrenamiento mental:
(3) En todo lo que haga, pueda yo revisar el flujo de mi mente, y al momento que surjan concepciones o emociones perturbadoras, ya que éstas me debilitan a mí y a los demás, pueda confrontarlas y apartarlas con medios poderosos.
Hemos discutido las desventajas de la actitud egocéntrica y las ventajas de apreciar a los demás, así como la importancia de valorar a los demás más que a nosotros mismos. Lo que nos impide hacer todo esto, por supuesto, son nuestras emociones perturbadoras. El tercer verso nos aconseja revisar siempre nuestra mente con alerta, porque estas emociones perturbadoras, cuando surgen, me debilitan a mí y a los demás. En otras palabras, nos lastiman y lastiman a los demás, y nos impiden realmente ser capaces de ayudar a los demás. Por lo tanto, hemos de usar medios poderosos para superar nuestras emociones perturbadoras.
Este tipo de pensamiento se hace eco a través de varios textos, de Shantideva y muchos otros, así como textos que siguieron. Shantideva destaca un punto muy importante sobre las emociones perturbadoras: realmente tenemos que identificarlas y verlas como nuestros enemigos. Sin embargo, no es algo muy fácil de hacer porque estamos muy familiarizados con ellas. Esto es especialmente cierto cuando nuestras emociones perturbadoras están conectadas al apego, el ansia o el deseo, porque pensamos que estas emociones son lo que nos hará felices.
Shantideva dice, además:
(IV. 28) Aunque los enemigos, como la ira y el ansia, no tienen piernas ni brazos, no son valientes ni sabios, ¿cómo es que me han hecho su esclavo?
(IV. 29) Porque mientras se agazapan en mi mente, a su placer, alegremente me causan daño. Ser paciente y no enojarse con ellos es un lugar inapropiado y patético para la paciencia.
(IV. 30) Incluso si todos los dioses y anti-dioses se levantaran contra mí como enemigos, no podrían arrastrarme y alimentarme a los fuegos (de un reino sin gozo) de dolor implacable.
(IV. 31) Pero esos fuertes enemigos poderosos, mis emociones perturbadoras, pueden, en un momento, arrojarme a ellos, las cuales, al encontrarse, causarán que ni siquiera las cenizas del Rey de las Montañas permanezcan.
Shantideva continúa:
(IV. 41) Cuando prometí liberar de sus emociones perturbadoras a los seres errantes en las diez direcciones hasta los confines del espacio, yo mismo no estaba aún liberado de emociones perturbadoras.
(IV. 42) Y ni siquiera me di cuenta de la medida de mi (estar bajo su control); ¿no era una locura haber hablado (así)? Pero, como esto es así, nunca me retiraré de destruir mis emociones perturbadoras.
Como se muestra claramente en estos versos, realmente necesitamos trabajar en ver a nuestras emociones perturbadoras como nuestro enemigo. De hecho, para ayudar verdaderamente a los demás, intercambiar nuestras actitudes hacia nosotros mismos y los demás, renunciar a la actitud egocéntrica y valorar a los demás, necesitamos absolutamente destruir nuestras emociones perturbadoras. No solo nos impiden ser capaces de beneficiar y valorar a los demás, sino que también son la causa de todo nuestro sufrimiento.
Por lo tanto, como escribe Langri Tangpa, lo que tenemos que hacer es constantemente revisar el flujo de mi mente. Revisamos con alerta y traemos la mente una y otra vez a actitudes más beneficiosas. Shantideva dice esto bastante y es útil ver todos los versos de apoyo para este entrenamiento mental en su texto, así como también cómo se ha desarrollado aún más.
Comienza Shantideva:
(V. 108) La característica definitoria de proteger con alerta no es más que esto, en resumen: revisar, una y otra vez, la condición de mi cuerpo y mente.
Eso es lo que continuamente tenemos que hacer, comprobar continuamente lo que está pasando. Entonces, continúa:
(V. 40) Con el máximo esfuerzo, revisaré que el elefante en celo de mi mente no ha sido soltado de cómo ha sido atado a la gran columna de mi propósito del Dharma.
(V. 41) Sin nunca soltar, ni siquiera por un instante, el deber de mi concentración absorta, revisaré uno por uno, así, (cada momento de) mente, (para ver:) "¿En qué está participando mi mente?".
Siempre nos involucramos en este tipo de introspección para ver lo que está pasando.
(V. 27) Los ladrones (que entran) por su falta de alerta siguen, después de saquear su presencia mental, (para tomar) también la fuerza kármica positiva que han acumulado, de tal forma que van a un peor estado de renacimiento, como si fueran robados por ladrones.
(V. 28) Este grupo de ladrones, las emociones perturbadoras, busca una oportunidad (para entrar); y, habiendo encontrado la oportunidad, roba lo que es constructivo, destruyendo la vida de un mejor estado de renacimiento.
Shantideva concluye:
(V. 54) Habiendo examinado mi mente de esta manera en busca de todas las emociones perturbadoras y esfuerzos inútiles, siendo valiente, lo sostendré firmemente con fuerzas oponentes, en esos momentos.
Estos últimos versos son casi los mismos que los de Langri Tangpa. Es muy bueno leer completo Involucrarse en el comportamiento del bodisatva de Shantideva una y otra vez. Por ejemplo, podemos leer un capítulo al día como parte de nuestra práctica diaria. Pero si no tenemos mucho tiempo, también podemos leer o recitar los Ocho versos del entrenamiento mental, porque encapsulan gran parte de la esencia de lo que Shantideva enseña.
Atisha, en su La guirnalda de joyas de un bodisatva, dice mucho de lo mismo que Shantideva.
(2) Permítanme proteger siempre las puertas de mis sentidos con recordación (presencia mental), alerta y cuidado. Así, permítanme revisar repetidamente mi flujo mental, tres veces cada día y cada noche.
En realidad, no es solo tres veces; eso es solo un número simbólico. Siempre debemos revisar lo que está pasando en nuestra mente. Hay un verso muy famoso de ese texto:
(28) Cuando esté entre muchos, permítanme examinar mi habla; cuando esté solo, permítanme examinar mi mente.
Togme Zangpo, en 37 Prácticas del Bodisatva, habla de manera similar:
(31) La práctica de un bodisatva es continuamente examinar nuestros propios errores y librarnos de ellos, porque si no examinamos nuestros errores, es posible que con una forma dhármica (externa) podamos cometer algo no dhármico.
En otras palabras, externamente estamos haciendo algo que solo se parece al Dharma. Podría ser ayudar a alguien o practicar o algo así; mientras que, en realidad, en nuestra mente, debido a nuestras emociones perturbadoras, es un acto no muy dhármico. Por ejemplo, solo estamos ayudando a alguien para agradarle, o porque obtendremos algo a cambio; estamos practicando la meditación o alguna puya y demás por razones completamente neuróticas. Por lo tanto, tenemos que buscar constantemente cualquier error en nuestra motivación.
Togme Zangpo continúa:
(35) La práctica de un bodisatva es hacer que los soldados, (como en el ejército), de la recordación (presencia mental) y la alerta sostengan las armas oponentes y destruyan enérgicamente a las emociones y actitudes perturbadoras, como el apego y demás, tan pronto como surjan, porque cuando estamos habituados a las emociones y las actitudes perturbadoras, es difícil para los oponentes hacerlas retirarse.
Mantener el control de las emociones perturbadoras con recordación (presencia mental) y alerta
El punto que Togme Zangpo está señalando aquí es similar a cuando practicamos la meditación de concentración para adquirir shámata, una mente tranquila y estable. El punto es reconocer cada vez más rápidamente que nuestra mente está bajo la influencia de algún vagabundeo mental o alguna emoción perturbadora. Shantideva también señala este punto. Cuanto más dejamos que nuestras emociones perturbadoras sigan sin que las detengamos, más nos habituaremos ante ellas. Entonces, se hace realmente muy difícil revertirlas. Básicamente, si podemos captar nuestras emociones perturbadoras lo suficientemente rápido con la alerta, son mucho más fáciles de detener.
Continuando, Togme Zangpo afirma:
(36) En resumen, la práctica de un bodisatva es (trabajar) por el bien de los demás al poseer continuamente recordación (presencia mental) y alerta para saber, sin importar qué actividades hagamos, cuál es la condición de nuestra mente.
Este verso muestra cómo podemos realmente trabajar por los demás. No es solo a través de actos o formas externas, sino también revisando lo que está pasando en nuestra mente mientras ayudamos. ¿Estamos actuando con amor y compasión, o es con apego u orgullo, o qué es? Como dice Langri Tangpa en este verso, cuando estas emociones perturbadoras aparecen, tenemos que confrontarlas. Esto significa enfrentarlas y apartarlas, darles la vuelta, con medios poderosos.
Utilizar medios poderosos
Shantideva también habló muy enérgicamente sobre cómo tenemos que aplastar estas emociones perturbadoras siendo muy contundentes y despiadados con ellas. En este sentido, escribió:
(VIII. 168) Pero incluso cuando se te instruye así, si no actúas de esa manera, oh mente, entonces, ya que todos los males dependen de ti, es exactamente a ti a quien derribaré.
(VIII. 169) Ese tiempo anterior era diferente, cuando yo era arruinado por ti. Pero (ahora) te veo; así que, ¿adónde puedes ir? Te voy a quitar toda la arrogancia.
(VIII. 170) Tira, ahora, cualquier esperanza: "Todavía tengo mi propio interés". Te he vendido a otros, así que no pienses en tu cansancio; les he ofrecido tus energías (a ellos).
(VIII. 171) Si, por no importarte, no te entrego a seres limitados, entonces, seguro, me entregarás a los guardias de los reinos sin alegría.
(VIII. 172) He sido entregado así, muchas veces, y largamente atormentado; pero ahora, recordando esos rencores, te aplastaré, criatura de egocentrismo.
Cuando Langri Tangpa dice que vamos a usar medios poderosos, esto también se refiere a los métodos que Shantideva describe tan bien en los versos anteriores. Nagarjuna también utilizó descripciones similares. Por ejemplo, podemos usar medios poderosos para superar el apego y el deseo de los cuerpos de los demás viéndolos como esqueletos, imaginando lo que hay dentro de su estómago, o lo que hay dentro de sus intestinos. Shantideva tiene algunos versos realmente grotescos sobre comida en la boca de otras personas que se convierte en vómito, diarrea y este tipo de imágenes.
Por supuesto, el medio más fuerte a usar es la correcta comprensión de la vacuidad. Pero, en general, cuando Shantideva, Langri Tangpa y otros hablan de medios contundentes, son estos medios provisionales que usamos. Pensamos en la fealdad y la suciedad y demás como medios contundentes para contrarrestar el apego, o la larga lista de fuertes métodos para contrarrestar la ira que Shantideva describe en su capítulo de paciencia. Por ejemplo, para la arrogancia, pensamos que siempre hay otros que saben mucho más que nosotros, o que son más guapos o más ricos, y así sucesivamente. Siempre hay alguien con más. Del mismo modo, si tenemos baja autoestima, pensamos en cómo también hay alguien peor que nosotros. No somos los peores del mundo, así que no necesitamos estar orgullosos de ser los peores.
Hemos cubierto, ahora, los medios poderosos que debemos intentar primero. Una vez que la fuerza de las emociones perturbadoras está un poco disminuida y contenida, entonces, si tenemos suficiente familiaridad, por supuesto podemos aplicar la vacuidad. Esto es lo que se llama en inglés un "método de dos golpes".
Aplicación en la meditación y en nuestra vida diaria
Tomemos unos minutos para examinarnos a nosotros mismos:
- ¿Cuán en serio nos tomamos nuestras emociones perturbadoras?
- ¿Cuánto nos examinamos realmente en diferentes situaciones, como cuando estamos solos, con personas, etc.?
- ¿Realmente nos tomamos en serio que nuestras emociones perturbadoras son nuestros enemigos, que son la causa de todos nuestros problemas?
- ¿Qué tan dispuestos estamos a aplicar realmente las fuerzas oponentes?
Si no estamos muy dispuestos, tenemos que examinar las desventajas como se describen extensamente en todos estos textos y tratar de tomar la decisión de aplicar las fuerzas oponentes. De lo contrario, es desesperanzador; nunca vamos a ser capaces de superar nuestras emociones perturbadoras. Tal vez las apliquemos cuando estamos sentados en meditación, pero ¿qué pasa con la vida real?
Incluso si aplicamos varias fuerzas oponentes, también es importante examinar más a fondo:
- ¿Por qué las aplicamos?
- ¿Cuál es la motivación para aplicarlas?
- ¿Es porque queremos ser una "buena chica" o "buen chico"?
El deseo de ser "bueno", aunque no de manera infantil, muy a menudo puede ser una motivación entre los occidentales. Pensamos: "Está en la ley del Dharma; está escrito, así que tengo que hacer esto". Queremos ser buenos practicantes, buenos budistas, complacer al maestro, complacer a los budas y así sucesivamente. ¿Para qué? ¿Es por una palmada en la cabeza? Es como Gueshe Ngawang Dhargyey solía decir: "Te dan una palmada en la cabeza ¿y luego qué? ¿mueves la cola?".
Todos estos son puntos importantes a considerar porque, como se ha mencionado, podríamos estar practicando el Dharma por una razón bastante no dhármica. Como dijo Togme Zangpo, podemos estar involucrados externamente en lo que parecen actividades del Dharma, pero internamente no es en absoluto el caso.
Se remonta a las Cuatro Realidades de los Nobles y a la seriedad con la que las tomamos, no solo en teoría, sino personalmente. "Quiero superar mi ira para gustarte" no es una razón muy dhármica. "Voy a superar mi apego a ti para que no huyas y te quedes conmigo". Estas son motivaciones no-dhármicas muy comunes.
Así que, vamos a examinarnos a nosotros mismos por unos minutos.
[Meditación]
Verso tres: Ver nuestras concepciones también
(3) En todo lo que haga pueda yo revisar el flujo de mi mente, y al momento que surjan concepciones o emociones perturbadoras, ya que éstas me debilitan a mí y a los demás, pueda confrontarlas y apartarlas con medios poderosos.
El verso tres también se refiere a confrontar y apartar nuestras concepciones tan pronto como surgen. Sin embargo, no son solo nuestros pensamientos conceptuales ordinarios, porque en realidad nos sería casi imposible deshacernos de ellos en nuestra etapa. Cuando hablamos de pensamientos conceptuales en general, nos referimos a lo que pensamos en términos de categorías. Por ejemplo, cuando vemos un objeto, como esta cosa frente a mí, inmediatamente pensamos "una mesa" e incluso podemos decir la palabra "mesa" en nuestra mente. Este es un pensamiento conceptual porque estamos ajustando este objeto a una categoría mental, la categoría "mesa", y asociando una palabra con él. Hay muchos otros objetos que también encajaríamos en esta categoría y también llamaríamos "una mesa". El pensamiento conceptual, entonces, implica categorías y palabras.
Este verso no se refiere a toda clase de pensamiento conceptual; en cambio, se refiere mucho más a prejuicios, preconcepciones o pensamientos extraños perturbadores, como: "Esta persona es un idiota", o "no son buenos", o "esta persona es horrible". Aquí, en lugar de encajar a alguien en la categoría neutral "una persona", la estamos colocando en la categoría "un idiota". Este tipo de pensamientos conceptuales son los que nos debilitan. Debido a tales ideas preconcebidas, podríamos pensar que no podemos tratar con cierta persona o situación, al sentir que es demasiado para nosotros. Son este tipo de pensamientos, estos prejuicios y preconcepciones a los que se refiere el verso y que necesitan ser confrontados y apartados.
Es una categoría mucho más pesada pensar que alguien es un idiota que pensar que algún objeto es una mesa. Pensar: "esto es una mesa" no nos va a debilitar. Por otro lado, pensar: "Esta persona es un idiota", y como resultado enojarse mucho, nos hace daño a nosotros y a nuestra capacidad de ayudar a los demás.