Comprender algo: intelectualmente vs intuitivamente

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Comprensión intelectual vs comprensión intuitiva

Examinemos qué es una comprensión intelectual de algo, versus una comprensión intuitiva de ello. Primero, tendría que decir que la literatura indo-tibetana budista sobre epistemología no incluye estas clasificaciones o palabra alguna para ellas. Sin embargo, si vemos las definiciones usualmente dadas de estos términos en Occidente, por lo general, podemos descubrir cómo encajarían en el análisis budista. Esto es muy importante porque hay muchas cosas que conceptualizamos en nuestras culturas occidentales, de las que no se habla explícitamente en las presentaciones budistas clásicas, como la baja autoestima, la inseguridad y demás. Si queremos tener una perspectiva budista sobre ellas, necesitamos ser capaces de describirlas en términos de conceptos budistas. 

Si consultamos el diccionario en inglés (y también en español), de acuerdo a la mayoría de las definiciones, una compresión intelectual es el entendimiento de algo derivado directamente a través de la fuerza del razonamiento lógico. Esa es la definición. Es posible que no usemos esa definición con frecuencia, pero es lo que dice el diccionario. La comprensión intelectual puede o no depender también del conocimiento empírico de la experiencia personal previa. Pero si nuestro entendimiento deriva únicamente del conocimiento empírico, no queda claro si ha de clasificarse como intelectual o intuitivo. 

El conocimiento empírico de experiencia personal previa sería cognición directa. En otras palabras, adquirimos experiencia conduciendo cierto tipo de coche o usando cierto tipo de computadora, y con base en esa experiencia, descubrimos por analogía cómo usar otro tipo de computadora con la cual podríamos o no haber tenido experiencia previa. ¿Es ese un proceso intelectual o es solo intuitivo?

Sin embargo, de acuerdo con el diccionario, para obtener una comprensión intelectual de algo, pasaríamos, consciente y directamente, por una línea de razonamiento – por ejemplo: “Si hay humo, hay fuego”. Es similar a lo que vimos sobre obtener un entendimiento conceptual de la vacuidad al apoyarnos en la inferencia basada en la lógica. 

Ahora, ¿qué es un entendimiento intuitivo? Nuevamente consultamos el diccionario, y dice que es un entendimiento que no se apoya directamente en el razonamiento lógico. Pero ¿eso significa que toda comprensión intuitiva es irracional? Eso invalidaría todos los entendimientos, hasta aquellos que fueran precisos. Esto sería muy raro. 

En cualquier caso, sin nos dejamos llevar por la definición del diccionario, entonces hay muchas variedades de comprensión intuitiva. Algunos sistemas espirituales no budistas explican entendimientos que no están basados en la lógica como místicos, derivados de una fuente trascendente tal como Dios. Ese sería un tipo. Entonces, tendríamos que investigar: ¿Hay algo así como “experiencias místicas” en el budismo? 

El cristianismo habla de la “gracia de Dios” – “Por gracia de Dios, entendí algo”. El budismo habla de comprensión a través de la inspiración de los budas o de nuestros maestros espirituales. “Inspiración” a menudo se traduce con el término cristiano “bendición”, lo que me parece inapropiado; es “inspiración”, que significa “elevar y abrillantar”. Adhishthana es el término en sánscrito. Adhishthana significa “un estado superior”, así que es elevador. Chinlab (byin-rlabs) – chin (byin), “abrillantar” es el término en tibetano. No hay connotación de que la comprensión venga del poder místico de una “bendición” o “gracia”. Pienso que “inspiración” cubre bastante bien la connotación.

Recibimos inspiración de los budas y los bodisatvas – por ejemplo, de Manjushri – como resultado de recitar muchos mantras de Manjushri o como el resultado que madura del entramado de fuerzas positivas que construimos a través de solicitar inspiración a los budas. Además, obtenemos inspiración del entramado de fuerzas positivas que construimos al hacer las prácticas preliminares, tales como postraciones, que nos ayudan a atravesar nuestros bloqueos mentales y, por lo tanto, a comprender las cosas. Probablemente tendríamos que llamar a esos entendimientos “intuitivos” si nos apegamos a la definición del diccionario en inglés o español, ya que no derivan directamente de una línea de razonamiento lógico. 

Pero en verdad me pregunto si entender algo por la gracia de Dios o a través de la inspiración de los budas puede realmente ser llamado “intuitivo”. Me parece que comprender lo que no depende de la lógica puede dividirse en aquellos que surgen al ser causados por otros y aquellos que surgen de nuestro interior. Para mí, solo aquellos que surgen de nuestro interior y que no se basan en un razonamiento lógico calificarían para ser llamados “intuitivos”. 

Pero regresemos a los ejemplos budistas que derivan de la inspiración que surge basada en una interacción con los budas o con nuestros maestros espirituales. No estamos hablando de la inspiración que algunas personas obtienen de la naturaleza, una puesta de sol o de música. Al recitar mantras a los budas o a nuestros maestros, o al hacerles solicitudes, o al hacerles postraciones u ofrendas de mándalas, construimos la fuerza positiva que puede madurar para que adquiramos nuevos conocimientos y comprensión. El término tibetano que traduzco como “fuerza positiva” es sönam (bsod-nams), punya en sánscrito, a menudo se traduce como “mérito”. Pero “mérito” suena como si ganáramos un premio al acumular suficientes puntos, y entonces ganamos un entendimiento. O puede implicar que necesitamos ganarnos la comprensión, trabajando duro e invirtiendo suficientes horas. No es así. Es más como cargar una batería – entre más fuerza positiva construyamos, mejor funcionará la batería, de modo que, cuando está cargada, somos capaces de atravesar nuestros bloqueos mentales y entender mejor las cosas. No es terriblemente místico. 

Encontramos este tipo de comprensión de manera más prominente en la práctica de Mahamudra y de Dzogchen, en las que nuestro maestro nos ayuda a literalmente “encontrarnos con la naturaleza de la mente, cara a cara” (sems-kyi ngo-sprod). La segunda palabra tibetana en esta frase, ngotrö (ngo-sprod) generalmente se traduce como “presentar”, que implica que nuestro maestro nos presenta a nuestra mente. Siempre tengo una imagen caricaturesca de eso que es: “Alex, te presento a tu mente. Mente, te presento a Alex”. Sin embargo, lo que en realidad significa la frase tibetana es que nos ayudan a “encontrarnos con nuestra mente, cara a cara”. A través de su inspiración y nuestra construcción de fuerza positiva, somos capaces de encontrarnos con nuestra mente, en el sentido de aprehender la naturaleza de la mente. Por supuesto, podremos diferenciar el conocer la naturaleza de la mente, aprehenderla y comprenderla. Hay varios niveles. 

El Dzogchen habla de la “conciencia profunda” innata, yeshey (ye-shes) en tibetano, que es la conciencia profunda que es parte de la naturaleza de la “conciencia pura”, rigpa (rig-pa) que es la mente primordial. En otras palabras, si vamos lo suficientemente profundo y somos capaces de encontrarnos con la naturaleza de la mente, encontraremos que tiene esta conciencia profunda innata como una de sus características. Rigpa, la mente de la conciencia pura, es capaz de aprehender y comprender todo cuando todos los velos de la ignorancia y de la confusión sean eliminados de su conciencia profunda innata. Aun cuando estos velos no han sido eliminados, podemos conocer cosas a través de dichos velos. Tomemos en cuenta que rigpa es una sub-categoría de la luz clara, osel (´od-gsal). La luz clara, osel, puede tener todavía los hábitos de aferramiento a la existencia personal como fenómeno de imputación sobre ella como su base; rigpa es el nivel básico de la luz clara de la mente, que nunca ha sido manchado por las manchas de dichos hábitos, para usar la jerga técnica. Esa es la diferencia. 

Cuando los textos de Dzogchen hablan sobre cómo el nivel puro de la mente más básico y fundamental, rigpa, tiene a esta conciencia profunda innata dentro de sí, podríamos decir que las comprensiones de cosas con esta conciencia profunda son intuitivas. Pero, ¿son intuitivas del mismo modo que saber intuitivamente manejar nuestro coche nuevo? Veámoslo más de cerca.

La inspiración de nuestro maestro nos ayuda a encontrarnos cara a cara con esta naturaleza de conciencia pura, y el permitirnos identificar y acceder a la conciencia pura, nos ayuda a aprehender su naturaleza innata de conciencia profunda. Al hacerlo, se quitan los velos de la ignorancia que nublan esta conciencia pura, de tal manera que su conciencia profunda innata funcione plenamente con omnisciencia. Supongo que podríamos clasificar como intuitivos a los entendimientos que surgen con esta conciencia profunda innata, ya que no deriva directamente de la lógica, pero creo que son mucho más sofisticados que nuestros entendimientos intuitivos habituales, como entender intuitivamente cómo manejar nuestro coche nuevo. No es ese nivel de comprensión. 

Para la experiencia intuitiva más común de entender algo, generalmente no somos conscientes de por qué lo entendemos. Realmente no sabemos cómo ni por qué lo entendemos; solo lo entendemos. Así es como funciona, así es como experimentamos el comprender algo intuitivamente, ¿o no? Sin embargo, aunque podamos afirmar que entendemos basándonos en la intuición, si lo examinamos a mayor profundidad, veremos que nuestra comprensión intuitiva probablemente haya surgido de un razonamiento inconsciente por analogía basado en el conocimiento empírico de experiencias previas, ya sea de esta vida o de vidas pasadas.   

Razonar por analogía a menudo implica muchas de nuestras intuiciones, inclusive que lloverá mañana, o que subirá la bolsa. Pero ¿es el razonar por analogía un tipo de lógica? Y si confiamos en dicha lógica para obtener el entendimiento sobre algo ¿eso califica a ese entendimiento como intelectual? En el contexto Mahayana, Chandrakirti clasificó al razonamiento por analogía como una forma válida de conocer algo – por ejemplo, entender la vacuidad a través de la analogía con el espacio y las ilusiones. Antes de él, Dharmakirti, en el contexto del Hinayana, no lo aceptó como un medio válido. Examinémoslo más de cerca. 

Por ejemplo, tenemos un modelo viejo de celular o de laptop y llega una nueva versión con un nuevo sistema operativo. Intuitivamente entendemos cómo usarlo. ¿Cómo es eso posible? Intuitivamente entendemos cómo usarlo con base en el conocimiento empírico que hemos obtenido a través de usar nuestro viejo celular o laptop y el previo sistema operativo. No es que descubramos lógicamente cómo usarlo basándonos en una línea formal de razonamiento, sino que inconscientemente, por analogía, somos capaces de resolverlo. Diríamos que nuestro entendimiento de cómo usarlo es intuitivo, pero en realidad está basado en el razonamiento por analogía, aunque ese razonamiento es inconsciente. 

Otro ejemplo es el entender intuitivamente cómo manejar un coche nuevo. No es exactamente igual que el coche que manejábamos previamente, pero por la analogía de haber manejado el coche anterior, sabemos cómo manejar el nuevo. No es que tengamos que pensar conscientemente: “Para encender el coche, necesito darle vuelta a la llave. Aquí está la llave, así que para encender el coche necesito darle vuelta”. No lo elaboramos lógicamente de manera consciente, tan solo vemos el tablero e inconscientemente sabemos qué hacer. 

Aquí hay otro ejemplo: acabo de comprar un nuevo escáner para mi computadora. Tendría que leer el instructivo para aprender a instalar y hacer funcionar esta máquina. Eso sería un entendimiento intelectual obtenido a partir de leer y descifrar lo que significan las palabras. En tanto, el amigo que me ayudó a instalarlo, nunca lee un instructivo. Tiene mucha experiencia en este tipo de aparatos. Intuitivamente, basado en la analogía, entendió cómo manejar el nuevo escáner. 

Este es el tipo de ejemplos en los que estoy pensando. El entendimiento intuitivo de mi amigo está basado en el conocimiento empírico previo, obtenido por cognición directa o por haber leído previamente instructivos de otros escáneres. Si mi amigo fuera muy joven, el budismo explicaría que posiblemente habría obtenido dicho conocimiento empírico en alguna vida previa. Vemos ejemplos tales con estos pequeños tulkus que, sin que nadie les enseñe, saben sostener el vajra y la campana y tocar el tambor de mano damaru basados en la experiencia de su vida pasada.   

¿Qué pasa con una comprensión intuitiva de la impermanencia, de la vacuidad, de la compasión o de la bodichita? ¿Qué es esto? También podríamos hablar en términos de experiencias previas en vidas anteriores para explicar por qué nos es muy fácil entender algunas cosas. Mi maestro, Tsenzhab Serkong Rinpoche, fue uno de los maestros de Su Santidad el Dalái Lama. Estuvo involucrado en su educación cuando era un niño. En una ocasión me dijo: “Con Su Santidad, sin importar de qué tema se trate, todo lo que se tenía que hacer era explicárselo una vez, y él lo entendía y lo recordaba. Ni yo, ni los otros tutores teníamos que explicarle nada más. Era como si solo le estuviéramos recordando algo que él ya sabía”. 

Este no es un fenómeno tan misterioso. No sé si ustedes han experimentado algo similar, pero yo sí. De adolescente y adulto joven, estudié chino bastante extensamente y me volví bastante fluido, pero no he usado esa lengua activamente en la mayor parte de mi vida adulta. Hoy en día, no conozco automáticamente las palabras en chino de muchas cosas; no las recuerdo. Sin embargo, cuando alguien me dice cómo se dice algo en chino, entonces: “Ah sí, lo sé” y lo recuerdo. Solo me lo tenían que recordar; es algo así. Nos encontramos con alguien que no hemos visto en muchos, muchos años y no lo reconocemos. Nos dice quién es y entonces: “Ah sí, ya me acuerdo de ti”. Estoy seguro de que todos hemos experimentado algo así. 

La confiabilidad de las compresiones intelectuales e intuitivas

Hemos examinado algunas de las formas mediante las cuales obtenemos entendimientos intelectuales e intuitivos. Ahora tenemos que examinar la confiabilidad de cada uno. Algunas personas critican la comprensión intuitiva y dicen que son solo conjeturas, mientras otras critican las comprensiones intelectuales por no entenderlas realmente. Cuando las personas critican el entendimiento intuitivo, no creo que estén cuestionando el saber, intuitivamente, cómo manejar su coche nuevo. La discusión va más dirigida a comprender asuntos filosóficos, tales como la impermanencia o la vacuidad. Así que, ¿cuál es más confiable, una comprensión intuitiva de la impermanencia o una comprensión intelectual de la misma? ¿O ninguna de las dos es confiable? Analicémoslo. 

¿Cuáles son los parámetros que están usando las personas, ya sea consciente o inconscientemente, para juzgar la validez y confiabilidad de las comprensiones intelectuales e intuitivas? Me parece que, en la mayoría de los casos, las variables son aquellas de las que hemos estado hablando para distinguir el conocer algo, aprehenderlo y comprenderlo. Para evitar confusiones acerca de estas distinciones, llamemos al entendimiento intelectual de algo: “captar algo intelectualmente” y al entendimiento intuitivo de algo: “captar algo intuitivamente”. “Captar” (´dzin-pa) significa el tomar cognitivamente un objeto. 

Por ejemplo, captar intelectualmente la impermanencia, podría ser simplemente saber lo que es la impermanencia y lo que significa – en cuyo caso, nuestro conocimiento podría no ser tan preciso ni decisivo – o podría ser una aprehensión precisa y decisiva de la impermanencia. En cualquier caso, hemos seguido una línea de razonamiento y ahora hemos captado la impermanencia intelectualmente. Pero ya sea que hayamos captado la impermanencia por un simple conocimiento intelectual o por una aprehensión precisa y decisiva, es posible que en realidad todavía no comprendamos la impermanencia.  

En algunos casos, captar intuitivamente la impermanencia, puede ser una aprehensión de la misma, pero en la mayoría de los casos, no es algo muy preciso, ni en términos de precisión ni tampoco de decisión. Es algo vago. Si dijéramos: “Tengo una sensación intuitiva de la impermanencia”. Eso no es una aprehensión precisa y decisiva ¿o sí? No es como haberlo resuelto intelectualmente a través de la lógica. “Intelectualmente” significa a través de la lógica, a través del razonamiento. 

Digamos que, basados en nuestra experiencia personal de la muerte de algunas personas que conocimos, o de la descompostura de nuestra computadora, podríamos decir que tenemos el sentimiento intuitivo de la impermanencia. Bueno, generalmente es una suposición. Suponemos que lo que hemos captado como impermanencia es preciso, incluso podríamos estar convencidos de que es preciso, cuando, de hecho, es bastante vago. Eso es diferente a deducir: “Todos los fenómenos que surgen con base en causas y condiciones no pueden durar. Son impermanentes porque las causas y condiciones que los sostienen, cambian”. Me parece que esta es una diferencia muy importante, en términos de lo confiable que puede ser nuestro entendimiento intuitivo de algo. Si es un poco vago o solo una sensación, entonces no es preciso ni decisivo. 

En otras palabras, aunque comencemos con un entendimiento intuitivo de la impermanencia del cual estamos decididos sobre su precisión, de cualquier forma, para que sea confiable, necesitamos verificar su precisión deduciendo las implicaciones de lo que hemos captado. No me malentiendan, un entendimiento intuitivo puede ser preciso y decisivo, pero en muchos casos no lo es. Necesitamos verificarlo. Podríamos estar convencidos de que nuestro vago entendimiento de algún tema es verdaderamente correcto y que es una comprensión completa del mismo, pero eso puede ser un autoengaño. Recuerdo haber comprado, hace años, una nueva máquina de fax, y un amigo que se ofreció a instalarlo, se negó rotundamente a leer el instructivo – “Sí, sí, ya sé cómo hacerlo” – y acto seguido, lo descompuso. 

Es más, en términos de captar algo intuitivamente, podemos ser capaces o no de poner nuestro entendimiento intuitivo en palabras. Aunque nuestro entendimiento intuitivo de algo sea una aprehensión precisa y decisiva, es posible que no podamos ponerlo en palabras. Con un entendimiento intelectual, usualmente es más fácil poner en palabras lo que hemos captado. Eso significa que es más fácil enseñar a otras personas sobre la base de un entendimiento intelectual de un tema, que tan solo habiéndolo captado intuitivamente. 

Si nos es difícil poner en palabras nuestro entendimiento intuitivo de algo, entonces ¿cómo le enseñamos a alguien lo que hemos captado intuitivamente? Podríamos mostrárselo. Esa es una manera de enseñar, sobre todo si estamos hablando de algún tipo de arte o de deporte o de cualquier cosa que hagamos con nuestro cuerpo. Nuestros estudiantes aprenden cuando les mostramos qué hacer y luego al imitarlo. 

Y ¿cómo enseñarle a alguien la impermanencia? Los tibetanos construyen estos elaborados mándalas de arena (rdul-phran-gyi dkyil-´khor) y luego, al terminar la ceremonia para la que se usan, lo barren con las manos y tiran la arena en un río o en otro cuerpo de agua. Es para enseñarnos la impermanencia. Sin embargo, es posible que no entendamos su intención o la lección, así que nos quedamos impactados de que destruyan, así nada más, aquello que les llevó tanto tiempo y esfuerzo construir.

Digamos que nuestro entendimiento intelectual o intuitivo de la impermanencia en realidad aprehende la impermanencia de manera precisa y decisiva, cómo vamos de ese nivel a realmente comprender la impermanencia. Dijimos que necesitamos deducir las implicaciones de lo que hemos aprehendido, y eso significa que necesitamos hacerlo usando la lógica. Pero, si deducimos las implicaciones usando la lógica, ¿eso significa que la comprensión que obtenemos es simplemente intelectual? Alguien podría objetar y decir: “Bueno, en realidad no comprendes la impermanencia porque no la has experimentado”. Me parece que esa es una objeción válida, pero en realidad tendríamos que examinar más profundamente la diferencia entre experimentar algo y no experimentarlo. 

La diferencia es fácil de comprender en el caso de la impermanencia. Si nunca en nuestra vida hemos perdido a alguien, ya sea porque hayan muerto o nos hayan abandonado, ¿en realidad comprendemos la impermanencia, o nuestro entendimiento es solo teórico? ¿Y qué pasa cuando sea trata de algo que no podemos experimentar? Aquí hay un ejemplo fácil, un hombre podría lógicamente imaginar todas las implicaciones de dar a luz a un bebé, pero un hombre nunca podrá experimentar lo que es dar a luz. Entonces ¿puede un hombre realmente comprender lo que es dar a luz? Cuando un hombre entiende intelectualmente lo que es dar a luz a un bebé, el hombre en realidad no lo entiende ¿o sí? Sin embargo, un hombre puede apreciar intuitivamente lo que es dar a luz a un bebé y sentir empatía por su pareja y brindarle apoyo cuando ella da a luz, pero, de cualquier forma, él nunca ha lo experimentado y, por lo tanto, no lo comprende por completo. 

Así que creo que el parámetro de haber experimentado algo o no, no es la característica distintiva entre un entendimiento intelectual y uno intuitivo. Algunas personas pueden hacer la diferenciación sobre la base de experimentarlo o no, pero si consultamos el diccionario, la diferencia es si la comprensión surge o no sobre la base del razonamiento lógico.

Hay muchas cosas que en realidad no podemos apreciar completamente, ya sea que le llamemos “comprensión” o no. Esto nos lleva a cómo definimos “comprensión”. ¿Incluye el apreciar su impacto emocional? Por ejemplo, cómo es que muera nuestra hija. Si nunca lo hemos experimentado, podemos ser empáticos, podemos tener cierta idea, pero es muy difícil apreciar realmente el enorme sufrimiento de un padre o madre cuando muere su hija o hijo. Aunque deduzcamos todas las implicaciones y aunque sintamos empatía intuitivamente por la persona, aun así, no lo hemos experimentado, así que realmente no apreciamos cómo es. 

Cuando hemos comprendido algo intelectualmente o intuitivamente – por ejemplo, la impermanencia – por lo general, hemos resuelto las implicaciones con razonamiento lógico. Pero necesitamos repetir el proceso analítico una y otra vez para que nuestra comprensión sea firme. El budismo diferencia una comprensión fugaz (nyams) – un entendimiento experiencial que, como un destello, es intenso, pero no dura – y una comprensión firme (rtogs-pa) que perdura.

También podríamos entender intuitivamente cómo encaja la impermanencia con otras facetas de las enseñanzas sin tener que resolverlo con lógica. Generalmente experimentamos esto como si todo encajara automáticamente, como si todo “hiciera clic”. Así es como lo experimentamos. No lo hemos deducido con lógica y todas sus implicaciones. Todo tiene sentido automáticamente para nosotros. Podríamos decir que es un proceso intuitivo; sin embargo, me parece que tendríamos que decir que está en algún tipo de entrenamiento previo en términos de analogías, en términos de experiencias de vida (podrían ser de vidas previas). No puede surgir sin motivo. Eso no es “kosher” en el budismo, que surjan las cosas sin motivo alguno. Es posible que la causa no sea obvia. 

El proceso habitual para comprender las implicaciones de algún tema, tales como la mente como significado de actividad mental, es que nos enfocamos en sus características definitorias y luego nos enfocamos también en otros temas, como la naturaleza búdica y la bodichita, y luego las unimos usando la conciencia profunda de la igualdad (mnyam-nyid ye-shes). ¿Recuerdan que teníamos esos cinco tipos de conciencias profundas? Hay una que junta e iguala cosas similares. Junta las cosas y ve la similitud. Por ejemplo, le mostramos a una niña pequeña una página con cuadros y círculos en ella, y luego le pedimos que nos señale los que son iguales. Eso es usar la conciencia profunda de la igualdad. Es un tipo de proceso similar al juntar algunos temas y sus implicaciones. Sin usar una línea formal de razonamiento, solo con esta conciencia profunda de la igualdad, podríamos comprender cómo es que estas cosas diferentes – la naturaleza de la mente, la bodichita y demás – embonan. Es difícil decir si es una comprensión intelectual o intuitiva. 

Por lo general, la característica del mayor nivel de inteligencia es la capacidad de unir cosas y ver los patrones. Por ejemplo, Einstein era capaz de observar y conocer muchos fenómenos diferentes, y luego se le ocurrió una ley de la física, la teoría de la relatividad, uniendo todo y dándole sentido. De esto es de lo que estamos hablando a un nivel mucho menos sofisticado. Lo que hizo Einstein ¿fue intuitivo o intelectual? Es difícil saberlo, pero me parece que estuvo involucrado lo que el budismo llama “conciencia profunda de la igualdad” – unir las cosas y encontrar patrones. 

Comprensión emocional

¿Y qué pasa con la comprensión emocional? Ya sea que estemos hablado de una aprehensión o del entendimiento de una cosa tal como la impermanencia, ya sea que lo derivemos intelectual o intuitivamente, esa aprehensión y entendimiento es un fenómeno no estático. ¿Qué significa eso?

El término no estático se traduce generalmente como “impermanente”, pero si lo traducimos así, obtenemos un entendimiento limitado de su significado. Algo no estático cambia a cada momento porque surge de manera dependiente de causas y condiciones que también cambian a cada momento, y además porque produce efectos. Alguien podría conocer este significado de algo que es no estático, y tanto aprehenderlo como entenderlo, y luego podría decir: “Yo solo tengo una comprensión intelectual de lo que significa que algo sea no estático. Pero no siento nada; en realidad no ha tenido ningún efecto en mí”. Esto es imposible; aunque tengamos un entendimiento intelectual de algo, basado en la lógica, nuestra comprensión es un fenómeno no estático; por lo tanto, tiene que afectarnos en alguna medida. Es posible que no sea dramático en término de nuestras emociones, pero marcará una diferencia.

Estoy basando esto en una enseñanza que a menudo imparte Su Santidad el Dalái Lama. Él explica este punto en términos del desarrollo de la compasión. Dice que la compasión se desarrolla basada en una razón – que todos somos iguales, que todos queremos ser felices, que nadie quiere ser infeliz, etc. – es más estable que la compasión que está basada en la emoción – que todos han sido nuestras madres y nos han tratado muy bien, y demás. Por ejemplo, si cuando sentimos compasión por alguien sentimos: “Oh, pobre de ti” – eso no es estable. ¿Qué significa el punto que señala Su Santidad?  Significa que, incluso si hemos desarrollado compasión a través de una línea de razonamiento – que significa intelectualmente – aun así, sentiremos algo, sentiremos compasión. Puede que no sea este tipo de cosas abrumadoras, demasiado emocionales, pero sentiremos compasión. Generamos una sensación. 

Entonces la pregunta es: ¿Cómo sabemos que estamos sintiendo una emoción si es muy ligera y no intensa? ¿Cómo sabemos que estamos sintiendo algo? Interesante pregunta ¿verdad? Tendríamos que ver la definición de una emoción perturbadora (nyon-mongs). Cuando surge una emoción perturbadora, nos hace perder la paz mental y el autocontrol. Una emoción positiva tendría que ser lo opuesto a eso: cuando la desarrollamos, al menos sentimos un nivel de tranquilidad y tenemos autocontrol. No estamos bajo la influencia del enojo y demás. Cuando sentimos compasión, tenemos una mente tranquila y pacífica, y autocontrol, para que podamos decidir qué es lo mejor que podemos hacer para ayudar a alguien.

Así que, para contestar la pregunta de si estamos sintiendo algo cuando tenemos una comprensión intelectual de algo, tal como la compasión, necesitamos examinar: “¿Me siento más tranquilo? ¿Tengo más tranquilidad? ¿Estoy en control y soy capaz de tomar una decisión racional y sabia de qué hacer?”. Nuestro estado emocional no tiene que ser dramático con hormonas corriendo por nuestro cuerpo. 

Sea que nuestra experiencia emocional de la compasión derive de la razón o simplemente surja intuitivamente, y sin importar cuán dramática pueda ser, otra cuestión es si aplicamos nuestra comprensión y sentimiento a nuestro comportamiento. Si sentimos compasión, pero no actuamos en consecuencia para hacer algo para aliviar el sufrimiento de los demás, ¿en verdad hemos entendido la compasión? Por otro lado, si afecta nuestro comportamiento, podríamos llamar a nuestra comprensión “una comprensión total” – no es solo emocional, en realidad, también afecta nuestro comportamiento. 

Eso cubre prácticamente lo que he preparado y el alcance de mi análisis hasta el momento. Obviamente hay mucho más que puede ser analizado. Podemos ir mucho más a profundidad en este tema. Es un tema relevante porque, si queremos progresar en el camino espiritual, necesitamos obtener comprensión de muchas cosas y hay muchos diferentes niveles de eso, y muchas cosas diferentes que están involucradas. Este seminario ha sido una introducción. 

Experiencias emocionales de vidas previas

¿Es posible tener, como yo, una experiencia emocional de vidas anteriores? No intelectual, sino emocional.

Yo creo que esa es una experiencia común de por qué la gente, desde la infancia, tiene miedo a esto o a aquello. Muy a menudo, la única manera de explicarlo es un trauma de una vida previa.

Viví durante muchos años con un monje tibetano, y él no les tenía miedo a las serpientes o a los escorpiones o cualquier bicho ponzoñoso por el estilo. Si entraba una serpiente a la casa, él la sacaba con toda tranquilidad. Sin embargo, les tenía terror a las ranas. Si había una rana en la casa, yo tenía que sacarla. ¿De dónde salió eso? Tal vez en una vida pasada fue una mosca que fue tragada por una rana o algo por el estilo. 

Dedicatoria

Terminemos con una dedicatoria. Tengo que agradecerles el haberme dado la oportunidad de trabajar con todo esto. Qué significa comprender algo es una pregunta importante, y me divertí analizando y descubriendo todo esto. Esto es lo que necesitamos experimentar si queremos tener algún progreso en el Dharma. Necesitamos disfrutar el pensamiento analítico y la meditación analítica. Tenemos que amar hacerlo, entonces funciona. 

Tsongkhapa lo menciona en el Lam-rim chen-mo, en términos del desarrollo de la bodichita. Si nuestro desarrollo está basado en alguna experiencia de una vida previa, de manera que, automáticamente, tenemos un fuerte “sentimiento intuitivo” para ello, nuestro desarrollo de la bodichita será mucho más seguro y estable que si tenemos que trabajarlo en esta vida. Así que, si nos encanta analizar la impermanencia, la vacuidad y este tipo de cosas, entonces no solo nos será divertido, sino que los conocimientos que obtengamos serán más seguros. 

Terminemos con una dedicatoria. Que cualquier comprensión, que cualquier fuerza positiva que hayamos obtenido de esta presentación, pueda llegar más y más profundamente y ser la causa para que todos y cada uno de nosotros alcance la iluminación en beneficio de todos. Entonces, posiblemente en vidas futuras, podamos comprender intuitivamente los puntos de los que aquí hemos hablado. Gracias.

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