Repaso
Hablábamos de las motivaciones del nivel inicial e intermedio en el proceso del lam-rim para el autodesarrollo en el camino espiritual. Y vimos que, en el nivel inicial o con el nivel inicial, anhelamos mejores renacimientos. Queremos evitar peores renacimientos porque realmente tenemos miedo de experimentar los sufrimientos de peores renacimientos, y vemos que hay una manera de evitarlo. Así le damos una dirección segura a nuestra vida para tratar de deshacernos, al menos tanto como sea posible en esta etapa, de la causa de peores renacimientos, que es nuestro comportamiento destructivo.
En el proceso, lo que estamos haciendo es afirmar y fortalecer el sentido de un “yo” convencional que realmente asuma la responsabilidad de sus propias acciones y las consecuencias de sus acciones. Esto es muy importante para un desarrollo saludable. Pero, a medida que abrimos nuestra mente y nuestra perspectiva de pensar solo en esta vida a pensar en nuestras próximas vidas, comenzamos a considerar cómo serán esas vidas futuras, incluso si fueran más felices. Vemos que seguirían siendo insatisfactorias, porque no duran y seguimos subiendo y bajando, subiendo y bajando.
Por supuesto, si estudiamos el lam-rim entenderemos los muchos, muchos tipos diferentes de problemas y sufrimientos que están asociados con cada uno de los diferentes reinos posibles de renacimiento y con el renacimiento samsárico en general. No es necesario entrar en todos esos detalles ahora. Y queremos salir de eso; es aburrido, está sucediendo desde el tiempo sin principio, y si no hacemos algo al respecto, continuará sin fin. Por lo tanto, estamos decididos a liberarnos de ello. A eso se le llama “renuncia”. Entonces, renunciamos a eso, lo que significa renunciar a la causa de nuestro renacimiento incontrolablemente recurrente, determinándonos a liberarnos de ella, y esa causa es nuestra confusión sobre cómo existimos, cómo existen los demás.
Para superar la compulsividad del karma que impulsa el renacimiento, tenemos que deshacernos de las emociones perturbadoras y las actitudes perturbadoras que causan que actuemos compulsivamente (ya sea de forma destructiva o constructiva), y deshacernos de los “oscurecimientos emocionales”, como se les llama. Necesitamos deshacernos del no darse cuenta, la confusión o algunas veces llamada ignorancia, acerca de cómo existimos. Para deshacernos de estos oscurecimientos emocionales que impiden la liberación, necesitamos darse cuenta que discrimina acerca de cómo existimos, de modo que rechacemos o refutemos una forma imposible de existencia para nosotros y los demás. Con el fin de mantenernos enfocados en eso, necesitamos concentración, y para desarrollar la concentración, necesitamos autodisciplina ética.
Formas imposibles de existir
Ahora, en el nivel avanzado, lo que queremos poder hacer -quiero decir, en última instancia, si vemos el objetivo del nivel avanzado-, es obtener el estado iluminado de un buda. De eso se trata la bodichita. Queremos alcanzar el estado iluminado de un buda porque todos los demás están experimentando el mismo tipo de sufrimiento que nosotros hemos estado experimentando, y eso es simplemente terrible. No podemos solo quedarnos al margen y trabajar por nuestra propia liberación, o liberarnos ya, cuando todos los que nos rodean están sufriendo. Incluso si estamos liberados, todavía estamos limitados en nuestra capacidad de saber cuál es la mejor manera de ayudar a los demás. Por lo tanto, también debemos superar lo que se conoce como “oscurecimientos cognitivos”.
Ahora, comienza a complicarse un poco. El Buda enseñó muchos sistemas filosóficos diferentes, los llamados “sistemas de principios”. El Buda enseñó estos elementos para adaptarse a diferentes niveles de personalidad y disposición, inteligencia. La forma en que los tibetanos los entienden y los aplican es que son pasos para profundizar cada vez más. Cada uno de estos sistemas y los conocimientos de cada uno de estos sistemas, es un paso en el camino de obtener la comprensión más sofisticada. En otras palabras, si queremos deconstruir nuestra confusión, nuestras proyecciones de lo que es imposible, tenemos que hacerlo paso a paso. Entonces, cada una de estas afirmaciones sobre cuál es una forma imposible de existir que postulan o explican cada uno de estos sistemas filosóficos, nos ayudará a deshacernos de las sucesivas capas de confusión.
Cómo existimos
Recordemos, hablamos de una forma imposible de cómo existimos nosotros mismos. Entonces, lo primero que debemos refutar es que el yo -esta es la palabra atman en sánscrito- como lo afirman algunos otros sistemas que nos han enseñado, no es exacto, no existimos de esa manera. No existimos como una especie de atman o alma estática en el sentido de que no cambia de un momento a otro, no se ve afectada por nada, y puede liberarse de un cuerpo y una mente y existir completamente por sí solo, ya sea como uno con todo el universo (del tamaño de todo el universo) o como una pequeña chispa de vida.
No es así como son las cosas. Así que refutamos eso y luego tenemos que profundizar más. Entonces, incluso si no es posible que existamos de esa manera (que podríamos liberarnos y simplemente existir por nuestra cuenta, del tamaño del universo o lo que sea), aunque el yo exista en términos de un cuerpo y una mente, [necesitamos refutar] que pueda ser conocido de forma separada de un cuerpo y una mente.
Sobre la base de pensar que existimos así, surgen todas nuestras emociones perturbadoras. Entonces, de acuerdo con algunos de los sistemas de principios o sistemas filosóficos budistas menos sofisticados, si entendemos simplemente eso, de hecho, nos liberaremos de los oscurecimientos emocionales y alcanzaremos la liberación; nos convertiremos en un arhat, un ser liberado. Pero, con una comprensión más profunda, entendemos que también tenemos confusión sobre cómo existe todo lo demás, además de tú y yo.
Cómo existe todo (Explicación Gelug)
Ahora, hay toda una secuencia de sistemas de principios o sistemas filosóficos que abordan cómo existe todo, no solo tú y yo. Y nuevamente, esta no es la ocasión para presentar cada uno de estos entendimientos progresivamente más profundos y sofisticados. Pero la comprensión más profunda es la que se presenta en el sistema Prasánguika. Y con respecto al sistema Prasánguika, los Gelugpa, específicamente Tsongkhapa, tiene una explicación bastante única de la posición Prasánguika. Debemos tener en cuenta que otras escuelas del budismo tibetano explican el Prasánguika de manera diferente. Así que sigamos dentro de la explicación Gelug.
La confusión sobre cómo existe todo, incluyéndonos a nosotros mismos, que se afirma en el Prasánguika y que necesita ser refutada, es que hay algo del lado de los objetos que, por su propio poder o en conjunto con la mente que los observa, establece que existen; establece que existen como algo conocible por sí mismo. Y dado que lo establece, que existe como algo conocible desde su propio lado, eso significa que es independiente y no tiene relación con nada más, solo existe por sí mismo.
Ahora, de acuerdo con el Prasánguika, el entendimiento que acabamos de explicar - que no hay un “yo” o identidad autosuficientemente conocible - realmente no es suficiente para obtener la liberación. Eso realmente no va a eliminar todos los oscurecimientos emocionales. Entonces, aquellos de ustedes que han seguido y obtenido justamente esa comprensión, como se explica en este nivel intermedio, pueden pensar que han alcanzado la liberación, que se han convertido en un arhat, un ser liberado, pero realmente no han alcanzado el estado total de un arhat. Esto es lo que se conoce como un “arhat de un sistema de principios”, un arhat de acuerdo con estos sistemas de principios filosóficos inferiores.
Hemos deconstruido mucha confusión y proyección sobre cómo existimos. Muy bien, hemos logrado algo, pero no hemos profundizado lo suficiente como para deshacernos de todas las causas del renacimiento incontrolablemente recurrente. Vamos a necesitar profundizar y deconstruir, a un nivel más sofisticado, las formas imposibles de existencia con respecto a todo, incluidos nosotros y los demás.
Lo que necesitamos entender es que esta proyección - que las cosas establecen su propia existencia por su propio poder, por sí mismas - no corresponde a nada real. Podríamos pensar y creer que corresponde a lo que verdaderamente existe; entonces pensamos que es existencia verdadera o existencia verdaderamente establecida, pero no lo es. No existe tal cosa como la existencia verdaderamente establecida de la forma en que la definimos. Lo que llamamos “verdadero” no lo es, básicamente.
Cuando hablamos de vacuidad, eso se refiere a la ausencia de algo; una ausencia de una forma imposible de existir, lo que significa que proyectamos una forma en que las cosas existen, y lo que está ausente es algo que corresponda con ello. No corresponde a nada en realidad. Eso es lo que está ausente; la vacuidad habla de esa ausencia.
Entonces, básicamente, es el entendimiento de que no existe tal cosa. Un ejemplo simple es que yo existo como alguien que siempre debe salirse con la suya, que debe agradar a todos, que es el centro al que todos deben prestar atención y demás, y eso no corresponde con la realidad; nadie existe de esa manera, no existe tal cosa. Queremos despejar nuestra mente de todas las proyecciones, básicamente, los niveles de la mente y las formas de lidiar con las cosas que están involucradas con estas proyecciones de lo que no corresponde con la realidad. Estos niveles de la mente son los que están involucrados o contienen estas emociones perturbadoras, actitudes perturbadoras y el no darse cuenta que hay detrás. Estos constituyen lo que se conoce como los “oscurecimientos emocionales”.
Oscurecimientos cognitivos
Los oscurecimientos cognitivos provienen de los hábitos de lo que se llama “aferrarse a una existencia verdaderamente establecida”. Escuchamos este término “aferrarse a la existencia verdadera” con bastante frecuencia, ¿no es así? ¿Qué significa? La verdadera existencia se refiere a esta existencia verdaderamente establecida en la que creen estos sistemas menos sofisticados. “Creo que hay algo en mí que me hace ser yo por su propio poder; eso me hace a mí ser yo y no tú”. Es muy sutil. Pero como podemos ver, basándonos en creer eso, podríamos actuar de maneras muy egoístas.
Y “aferrarse”, esa palabra, que es una palabra muy difícil de traducir, tiene dos significados juntos. Uno significa “percibir las cosas de esa manera”, y el otro significado es “creer que corresponde a la realidad”. “Me parece que debe haber algo en mí que me hace ser yo y lo creo, creo que es verdad”. Pero, de hecho, no es verdad.
Entonces, primero tenemos que deshacernos de creer que corresponde a la realidad, pero aún pareciera que yo existo de esa manera. Todavía lo percibo; todavía se siente así. Esto se debe a los hábitos de creer en ello y percibirlo. Debido a ese hábito, nuestra mente todavía proyecta ese tipo de apariencia - que hay algo dentro de mí que me hace ser yo por su propio poder, o adentro de ti que te hace ser tú por su propio poder; adentro de la pared, adentro del piso, adentro de todo. Es como la apariencia de que hay líneas sólidas alrededor de todo, como en un libro de colorear para niños, que todo existe por sí mismo, encapsulado, sin relación con todo lo demás. Y percibimos las cosas de esa manera, se ve así.
Vemos a todos aquí en la habitación, por ejemplo, y lo que me aparece es que tú estás sentado allí. Ahora, ninguno de ustedes surgió de la nada. Lo que percibo [sin embargo, es que estás] establecido solo por ti mismo sentado allí. [Pero, de hecho] que estés sentado allí surgió de lo que hiciste esta mañana, lo que hiciste ayer, todos tus antecedentes familiares, etc. Pero yo no veo eso cuando te veo, ¿cierto? Lo único que veo es lo que está frente a mis ojos. Y lo que está frente a mis ojos es solo este momento, como una imagen fija. La realidad no existe como una fotografía fija, ¿verdad? Las cosas en esa fotografía no están ahí solo por sí mismas, solo por su propio poder, todas provienen de algo. Y su presencia allí se ve afectada por todo tipo de causas y condiciones.
Pero lo que percibimos es cómo nuestra mente hace aparecer las cosas; eso es debido al hardware limitado, en realidad, nuestro cuerpo y mente limitados. Hace que todo en cada momento aparezca como una fotografía fija o un libro para colorear. Y eso no corresponde con la realidad. La realidad no es como una fotografía o una página de un libro para colorear. Entonces, esa “creación de apariencias engañosas”, como se le llama, que proviene de estos hábitos, son los oscurecimientos cognitivos. Oscurecen nuestra cognición de la interrelación de todo. Entonces, si queremos convertirnos en un buda iluminado y ayudar a todos, tenemos que lograr que nuestra mente deje de hacer que lo que percibimos parezca una imagen fija en un libro para colorear. Aunque no creamos que eso corresponda con la realidad, nuestra mente hace que parezca así.
Entonces, de acuerdo con el Prasánguika, tenemos realmente que familiarizarnos cada vez más con esto y con una fortaleza mental y una motivación cada vez más poderosas para deshacernos de ambos:
- Los oscurecimientos emocionales: la creencia de que esto corresponde a la realidad.
- Los oscurecimientos cognitivos: que nuestra mente lo hace aparecer así, aunque no creamos en ello.
Tomemos unos minutos para digerir eso antes de continuar.
Según el Prasánguika, necesitamos la misma comprensión para alcanzar la liberación y la iluminación; esto es exclusivo de la versión Gelugpa del Prasánguika. Entonces, lo que necesitamos digerir aquí: nuestra mente proyecta una apariencia de cómo existen las cosas que es falsa; para usar este ejemplo sencillo, como una imagen fija en un libro para colorear, y eso es lo que percibimos. Creemos que eso corresponde a la realidad; debido a que creemos que corresponde a la realidad, obtenemos todas las emociones y actitudes perturbadoras basadas en eso.
Por ejemplo, alguien dice algo en este momento y nunca pensamos en lo que le sucedió esta mañana, ni nada por el estilo. Solo está el momento en que la persona dijo algo que no nos gustó, y luego el enojo: “Oh, eres una persona terrible”. Parece que lo que dijo, lo cual no es muy agradable para mí, está establecido simplemente por el hecho de que esa persona esté sentada allí. Hay algo dentro de ella que la convierte en una persona terrible. No le agrado. No tiene nada que ver con que tal vez algo difícil haya sucedido en su casa antes o que tal vez no se sienta bien; es totalmente independiente de su historia. Solo por su propio poder de estar sentada allí, es una persona terrible. Hay algo dentro de ella que la hace ser así. Y luego nos enojamos, “grrrr”, porque me dijo algo desagradable a mí. “Si se lo hubiera dicho a otra persona, no me importaría. ¡Pero me lo dijo a mí!”. Y luego nos enojamos.
Entonces, estos son oscurecimientos emocionales. Es creer en esta apariencia falsa y luego reaccionar emocionalmente a ella. Los oscurecimientos cognitivos son solo esa apariencia que hace nuestra mente, aunque no creamos que corresponda con la realidad. Y debido a que nuestra mente hace que las cosas aparezcan separadas, (separadas, estableciéndose a sí mismas) realmente no podemos saber cuáles son las causas de la forma en que ustedes aparecen ahora, y cuál será el efecto de cualquier cosa que yo les enseñe. Realmente no podríamos conducir a los demás a la iluminación. Así que tenemos que deshacernos de esa creación de apariencias, esa creación de apariencias falsas de nuestra mente. Tratemos de digerir eso.
Preguntas
Esta es la primera pregunta que surge: ¿cómo lograr ese estado, donde estas apariencias no surgirían?
Bueno, ese es exactamente nuestro tema. Necesitamos desarrollar los dos aspectos de la bodichita, el relativo y el más profundo. Y eso es a lo que llegaremos en nuestra conferencia. Recuerden, estoy tratando de presentar el contexto dentro del cual desarrollamos la bodichita, para que veamos por qué la necesitamos y para qué sirve.
Si esta creación de apariencias engañosas está condicionada por nuestro hardware limitado de cuerpo y mente, y percibimos todo a través de nuestras facultades sensoriales limitadas, etc., ¿es posible detenerlo en este cuerpo humano, o quizás en otro cuerpo humano?
No, no es posible. Es por eso que tenemos que obtener la liberación del renacimiento incontrolablemente recurrente con estos llamados cuerpos y mentes “manchados”. Tenemos que alcanzar el cuerpo de Buda, que no se parece en nada a este cuerpo de hardware limitado. Y tenemos que alcanzar la mente de Buda, que no es en absoluto como el hardware limitado del tipo de cerebro que tenemos, que permite el tipo de conciencia limitada que tenemos como humanos.
Si naciste como un gusano, el tipo de cuerpo que tienes como gusano es muy limitado en cuanto a cómo puede ayudar a los demás. Y el tipo de cerebro y mente que tienes como gusano, que depende del cerebro, también es increíblemente limitado, ¿no es así? El tipo de cuerpo que tenemos y el tipo de cerebro y, en consecuencia, el tipo de mente que tenemos como humanos, también son realmente muy limitados. Te haces viejo, empiezas a olvidar cosas, tu cuerpo ya no es tan fuerte, te enfermas, hay todo tipo de limitaciones, ¿no es cierto? Es parte del sufrimiento del samsara.
Siempre bromeo, este cuerpo es como una botella de leche. La botella de leche tiene fecha de caducidad. Caducará en tal o cual fecha, y poco a poco se echará a perder. Entonces, este cuerpo viene con una fecha de vencimiento, excepto que no está claramente impresa, por lo que no sabemos cuándo caducará, pero definitivamente caducará, ¿no es así? Y poco a poco se echará a perder. Es horrible, ¿cierto? Es una forma maravillosa de considerar nuestro cuerpo y nuestro cerebro, nuestra mente. Por “mente” me refiero al tipo de darse cuenta y conciencia que podemos tener sobre la base de este cerebro, no me refiero a la naturaleza de la mente en general, no se confundan, por favor. Entonces, con el logro de la iluminación, ya no tenemos el tipo de cuerpo limitado y mente limitada que tendríamos en cualquier renacimiento samsárico.
Hay tres niveles de motivación, o tres ámbitos, y la pregunta es: en cada momento cambia nuestra mente y nuestra motivación, y entonces, ¿cuál es nuestro objetivo aquí? ¿Necesitamos ver nuestra motivación en un momento en particular, de un momento a otro, o necesitamos echar un vistazo, por ejemplo, a un mes y hacer algún tipo de estimación general de cuál es nuestra motivación general, y luego sacar conclusiones?
Ambas. Atisha dijo: cuando estés con otros, vigila tu habla; cuando estés solo, vigila tu mente. Entonces, de un momento a otro, debemos revisar nuestra motivación: por qué nos comportamos o pensamos de la manera en que lo hacemos. Y luego, para nuestro desarrollo general, revisamos largos períodos para ver cuál es la tendencia básica, dándonos cuenta de que de un momento a otro siempre habrá altibajos.
Emociones perturbadoras burdas y sutiles
Bien, ahora, si hemos entendido todo esto, al menos hasta cierto punto, sigamos. Tenemos los oscurecimientos emocionales y estas son las emociones perturbadoras y las actitudes perturbadoras y las tendencias a partir de ellas. No quiero complicarme demasiado aquí, solo las emociones y actitudes perturbadoras. Y estos sistemas inferiores han afirmado que, si entendemos que la forma en que yo parezco existir no corresponde con la realidad, nos desharemos de estas emociones perturbadoras, de estos oscurecimientos emocionales.
Y dicen (estos otros sistemas) que la única comprensión que tenemos que conseguir en términos de la vacuidad -lo que está ausente, lo que es una fantasía completa- es que yo no existo como algo que pueda ser conocido por sí mismo, separado de un cuerpo y una mente. Por supuesto, ya tenemos que deshacernos de toda esta falsa visión de que el yo liberado puede existir por sí mismo, uno con el universo; de eso tenemos que deshacernos primero. Pero para realmente obtener la liberación, lo que tenemos que entender es este nivel más sutil, que no hay un “yo” que pueda ser amado por sí mismo, solo por sí mismo, ese tipo de “yo”.
Y si dejamos de creer que existimos de esta manera imposible, entonces dejaremos de usar todos estos mecanismos emocionales para tratar de hacer que ese “yo” esté seguro. Entonces, todos estos síndromes de “quiero agradarte”, “quiero que me ames”, “no te agrado, quiero que te alejes de mí”, “oh, me amenazas”, así que coloco un muro a mi alrededor para defenderme, todas estas cosas se disolverán con este entendimiento, que ese “yo” detrás de las paredes no existe, no corresponde con la realidad, con cómo existo realmente.
Entonces, el Prasánguika afirma: “Está bien, te has deshecho de al menos la mayoría de las emociones perturbadoras burdas, pero hay emociones sutiles de las que no te has deshecho. Y entonces, realmente no has obtenido la liberación porque no te has liberado de todos los oscurecimientos emocionales”. Esto es específicamente Prasánguika Gelug.
Así, hay emociones perturbadoras sutiles, que se basan meramente en aferrarse, es decir, percibir y creer en una existencia verdaderamente establecida, pero no -además- creer en un “yo” autosuficientemente conocible. Entonces, pensamos: “¡Qué barbaridad! ¿A qué demonios podría estar refiriéndose esto? ¿Qué significa eso?”. Me parece que una vez que comprendamos esto, podremos comprender y valorar mucho más profundamente la presentación del nivel avanzado del lam-rim. Si podemos comprender esto, la distinción entre las emociones burdas y sutiles, apreciaremos mucho más la estructura del nivel avanzado (cómo se presenta, paso a paso, en el lam-rim). Comprenderemos por qué está estructurado de esa forma.
Nivel avanzado del Lam-rim
Entonces, ahora presentaré el análisis del nivel avanzado, basado en mi propio análisis. No lo encontrarán en los libros, así que, si está equivocado, es mi error, pero este es mi entendimiento en este momento, basado en reflexionar y meditar mucho al respecto. Verán, este es un gran desafío del Dharma. En primer lugar, si aceptamos el Dharma como correcto, aceptamos el hecho de que todo lo que abarca tiene sentido; entonces no nos damos por vencidos y decimos: “Oh, ¿qué demonios es esto?” y luego nos olvidamos de ello. Por el contrario, intentamos averiguarlo. Puede que sea muy, muy difícil, pero nos esforzamos por tratar de entender qué es, porque obviamente se enseñó así para ayudarnos a superar el sufrimiento. No hay otra razón para presentar esto.
Así, en un lenguaje muy sencillo, las emociones perturbadoras burdas se basan en tener un ego muy grande: “yo”, “yo”, y cómo te estás relacionando “conmigo”, y todas las cosas que me están sucediendo a “mí”. Así que todo el enfoque está en “mí”. E incluso si aclaramos eso, todavía hay emociones perturbadoras sutiles basadas en cómo me aparecen las cosas, cómo aparecen las cosas en general. Todo con relación a “mí”, o simplemente la apariencia general de todo.
Desarrollar la ecuanimidad
Ahora, en el nivel avanzado tenemos dos formas de desarrollar la ecuanimidad y tenemos dos formas de desarrollar la compasión. Entonces, intentemos entender por qué tenemos estas dos formas. Empecemos por la ecuanimidad. Queremos abrir nuestra mente para interesarnos por todos, no solo por nuestro propio bienestar. Este es el nivel avanzado, porque vemos que todos los demás están sufriendo. Necesitamos este tipo común de ecuanimidad, que es común tanto a lo que se llama Hinayana como al Mahayana, común al nivel intermedio y avanzado, porque se sigue ese nivel intermedio, no necesariamente hasta la liberación, pero sí lo suficientemente lejos como para poder continuar al nivel avanzado. Esta es la forma habitual de practicar. Así que todavía quedan algunas de estas emociones perturbadoras burdas.
Ecuanimidad basada en la emoción
El primer tipo de ecuanimidad es la ecuanimidad que necesitamos dentro del contexto de estas emociones perturbadoras burdas que giran en torno a “mí” y a la relación que tienen los demás “conmigo”. Entonces, pensamos que de lo que queremos deshacernos es de la atracción hacia algunos, la repulsión hacia otros y la indiferencia hacia otros, estas tres emociones perturbadoras que se basan en la relación con el “yo”. “Has sido amable conmigo, así que me atraes ‘tú’, me gustas ‘tú’”. “Has sido terrible conmigo, así que no me agradas ‘tú’, me siento repelido por ‘ti’”. Y “eres un extraño, no me has hecho nada a ‘mí’, así que soy indiferente, no me importa”. Estas son emociones perturbadoras burdas. Todas están relacionadas con “yo”, “yo”, “yo” y cómo han actuado los demás hacia “mí”.
Primero necesitamos deshacernos de eso, al menos temporalmente, debería decir provisionalmente. Entonces, nos damos cuenta de que, si revisamos en términos de vidas sin principio, todos han sido amables con nosotros, todos han sido terribles con nosotros, todos han sido extraños para nosotros, en diferentes momentos. Todos somos iguales en ese sentido. Así que desarrollamos ese tipo de ecuanimidad que es común al Hinayana y al Mahayana, en otras palabras, lo necesitamos porque tiene que ver con una falta de ecuanimidad, basada en pensar en “yo”, “yo”, “yo”. “Quiero agradarte ‘yo’ y no me gusta que ‘yo’ te desagrade”. ¿Me siguen en esto? Tomemos un momento para asimilarlo.
¿Sobre qué base podemos obtener una referencia, o podemos darnos cuenta, de que todos los demás seres en algún momento de las infinitas vidas pasadas nos trataron de manera agradable, en este método en particular? ¿Cómo nos convencemos de eso?
Bueno, en primer lugar, uno necesita entender el renacimiento sin principio y el renacimiento sin principio de todos, lo cual ciertamente no es algo simple de entender o creer que es verdad. En la cultura india, en la que se desarrolló el budismo, era algo que todo el mundo aceptaba simplemente como parte de la realidad. No necesitaban ser convencidos de esto. El único problema fue entender cómo funciona. Lamentablemente, no tenemos esos antecedentes culturales, por lo que debemos comprender y convencernos del renacimiento, pero tradicionalmente no era un problema.
Es bastante obvio que, antes de conocer a cualquiera persona, era una extraña. E incluso cuando llegamos a conocerla, a veces fue amable con nosotros, a veces no fue amable con nosotros. A veces quisimos estar con ella, a veces nos molestaba. Vamos, eso es absolutamente cierto con todo el mundo, ¿no es así? Así que se deduce que todos en algún momento, si pensamos en términos de vidas pasadas también, han sido amables con nosotros, y algunas veces han sido desagradables con nosotros, y otras veces han sido extraños. Es solo una cuestión de diferencia en términos de lo que está sucediendo en cada momento.
Bien, entonces tenemos esta ecuanimidad inicial, en la que no nos sentimos atraídos por alguno, repelidos por otro, ni somos indiferentes hacia alguien más, debido a nuestras fuertes emociones que giran en torno a “yo”, “yo”, “yo”. Ahora hemos considerado a todos; estamos empezando a abrir nuestra perspectiva para pensar en todo el mundo.
Ahora queremos desarrollar la compasión, ¿verdad? El deseo de que los demás estén libres del sufrimiento. Hay dos formas de desarrollar la compasión: una es emocional y la otra es racional. Y por “emocional” me refiero a emociones positivas cálidas. Si es solo una de estas, si son solo las emociones cálidas, entonces no es algo muy estable. Y si es simplemente racional, no tiene esta calidez que nos permite conectarnos de una manera agradable con los demás.
Entonces, al haber despejado el campo, al menos provisionalmente, de las emociones negativas perturbadoras con este primer tipo de ecuanimidad, primero queremos generar un sentimiento cálido y conectado, una emoción positiva hacia todos. Ya hemos establecido que todos son iguales en el sentido de que a veces han sido amables con nosotros, a veces han sido terribles con nosotros, a veces han sido extraños. Ahora, ¿cómo desarrollaríamos un cálido sentimiento emocional hacia todos? Basados en la biología, como siempre explica Su Santidad el Dalái Lama, hay un sentimiento de calidez y conexión con nuestra madre; estamos hablando de un bebé recién nacido. Obviamente, podrían suceder todo tipo de cosas en la vida que dificulten la relación con nuestra madre, pero básicamente ese sentimiento de calidez y conexión es ese sentimiento de amor hacia una madre, o quienquiera que nos haya brindado atención primaria cuando éramos pequeños y dependientes.
Entonces, en términos del renacimiento sin principio, todos han sido amables con nosotros, todos han sido horribles, todos han sido extraños, todos también han sido en algún momento nuestra madre. Y luego, el siguiente paso, recordamos la amabilidad que hemos recibido de nuestras madres y de todos en general, pero aquí específicamente de nuestra madre. Nos alimentó, nos cambió cuando íbamos al baño, quiero decir, tantas cosas en las que nos cuidó, ha sido muy amable.
Luego, el siguiente paso generalmente se traduce como devolver esa amabilidad, pero eso suena como una transacción comercial. Así que tenemos que revisar un poco más profundamente las palabras. No es que te deba algo, y si no pago mi deuda, soy culpable; ciertamente, ese no es el marco emocional que estamos tratando de desarrollar aquí. Cuando nos damos cuenta y recordamos, tenemos presencia mental de la amabilidad que hemos recibido y nos sentimos agradecidos por eso: “Estoy realmente agradecido. Aprecio mucho lo amable que has sido. Así que, naturalmente, me gustaría hacer algo por ti”.
Esto lleva a lo que se llama “amor reconfortante”, que siento tanto afecto hacia ti que me sentiría terrible si algo malo te sucediera. Este es un desarrollo emocional muy, muy positivo, después de haber despejado el campo de nuestras emociones negativas burdas. Nos hemos abierto absolutamente a todo el mundo - esta es la visión Mahayana - con esta ecuanimidad inicial. Y ahora hemos desarrollado un sentimiento emocional muy cálido hacia todos. Es la base de este desarrollo emocional reconfortante y positivo de la compasión.
Pero ahora tenemos que ser cuidadosos, porque esta emoción puede abrumarnos, por lo que tenemos que estabilizarla con un enfoque racional para fortalecerla. Y para ello debemos trabajar en superar las emociones perturbadoras sutiles.