Repaso
En nuestra última sesión presentamos las primeras etapas del proceso para trabajar en el desarrollo de la bodichita. Vimos que el primer tipo de ecuanimidad que cultivamos es la ecuanimidad que trata de liberarnos, al menos provisionalmente, de las emociones perturbadoras burdas hacia los demás que se derivan de pensar en términos de “yo”, “yo”, “yo” - un yo autosuficientemente conocible. Queremos estar abiertos a todos, queremos ampliar nuestro alcance hacia todos, y lo hacemos pensando en términos de que todos han sido amables conmigo, terribles conmigo y extraños para mí, en términos del tiempo sin principio, y entonces eso nos abre a pensar absolutamente en todos, que es el alcance que necesitamos para el Mahayana.
Al abrirnos a todos y, al menos provisionalmente, liberarnos de las emociones perturbadoras burdas hacia los demás, queremos cultivar un sentimiento cálido hacia ellos. Así que tenemos los pasos de reconocer que todos a veces han sido nuestra madre, que han sido muy amables con nosotros, nos sentimos muy agradecidos y tenemos este amor reconfortante, este sentimiento cálido hacia todos. Ahora, debido a que esta sensación de calidez emocional podría salirse de control, necesitamos un refuerzo más racional; por ello, tenemos que trabajar en las emociones perturbadoras sutiles.
Emociones perturbadoras sutiles
Cuando nos relacionamos con los demás con este sentimiento cálido, no nos molesta sentirnos atraídos por unos y repelidos por otros, etc., basándonos en pensar en “yo”, “yo”, “yo” y cómo se han relacionado “conmigo”. Así que ahora tratamos de imaginar cómo sería, en términos de la apariencia de todos, si nuestra forma de tratar con ellos no estuviera basada en el ego (desde una forma negativa de ego). Bueno, nuestra mente todavía los haría aparecer como verdaderamente existentes, establecidos desde su propio lado, como una fotografía fija en un libro para colorear. ¿Y cómo aparecerían? Aparecerían como “algunos están cerca de nosotros”, “algunos están lejos de nosotros”.
Entonces, no es que me atraigan unos y me sienta repelido por otros, sino que me siento más cerca de este y no tan cerca de aquél. ¿Pueden comprender y apreciar la distinción en términos de emoción que está involucrada aquí? Es una emoción muy burda, perturbadora, de “quiero atraparte” o “quiero alejarte de 'mí', 'mí', 'mí'”. Es una emoción muy burda. Y una emoción perturbadora muy sutil de: “Me siento más cerca de ti y me siento distante, no me siento tan cerca de ti”. No es que te quiera atrapar o que te quiera alejar, pero aún se siente así, aparece así, sin sentirme atraído ni repelido. Tratemos de entender eso. Me parece que esta es una distinción muy significativa, la distinción entre las emociones perturbadoras burdas y sutiles. Y creo que a eso se refiere la emoción perturbadora sutil.
Tratemos de entender eso; tratemos de reconocerlo por nosotros mismos. Bien, ¿empiezan a reconocer un poco de lo que estamos hablando? Así que ahora tenemos el segundo tipo de ecuanimidad: deshacernos, al menos provisionalmente, de esta sensación de que “algunos están cerca y otros están lejos de nosotros”. “Provisional” significa que no hemos logrado una verdadera detención de ello; “provisionalmente” solo significa que lo hemos calmado. Sin la comprensión de la vacuidad, no vamos a deshacernos de ello para siempre.
Ecuanimidad basada en la racionalidad
Así que ahora obtenemos este enfoque más racional, que conducirá a un establecimiento racional de la compasión. Esta es la práctica de igualar nuestra actitud hacia todos. Ya saben, tenemos esta expresión: “igualar e intercambiar nuestras actitudes acerca de nosotros mismos y los demás”, y a menudo sé que yo mismo pensaba que esto significa igualar nuestra actitud acerca de nosotros mismos y los demás e intercambiar nuestra actitud acerca de nosotros mismos y los demás. Y aunque, como parte del proceso, vemos que, así como yo quiero estar libre del sufrimiento, también todos los demás (por lo que existe ese aspecto en términos de la determinación de liberarnos de nuestros propios problemas y luego transferimos eso a los demás), la compasión, el deseo de que todos estén libres de sus problemas, no es el énfasis aquí.
Aquí el énfasis está solo en igualar, hacer que todos sean iguales o darse cuenta de que todos son iguales, para superar este sentimiento de que algunos están cerca y otros distantes. Y eso se basa en el entendimiento de que todos quieren ser felices por igual; todos por igual no quieren ser infelices; todos tienen el mismo derecho a la felicidad y a no ser infelices; todos necesitan igualmente nuestra ayuda. Todos somos iguales en ese sentido. Esa es una base muy racional, ¿no es cierto?
Si hay diez pacientes en el consultorio del médico, todos quieren curarse; todos quieren la atención del médico por igual, ¿no es así? Y todos tienen el mismo derecho al mismo tipo de tratamiento, porque todos son iguales. Todo el mundo quiere ser feliz, todo el mundo quiere curarse de sus problemas; nadie quiere estar enfermo e infeliz. Por lo que podemos ver, es una manera muy racional de igualar a todo el mundo en contraposición con una forma muy emocional de que todo el mundo ha sido muy amable conmigo y me trató con el cuidado amoroso de una madre. Es una forma muy diferente de igualar, ¿cierto?
De esta manera, tratamos de contrarrestar estas emociones perturbadoras sutiles que aún quedan, incluso si hemos tratado de trabajar principalmente con las emociones perturbadoras burdas. Aunque previamente hemos trabajado en el nivel burdo de las emociones perturbadoras, tenemos que trabajar en el nivel sutil, porque debido a que algunos parecen cercanos a nosotros, nos sentimos, de una manera muy sutil, atraídos hacia ellos, nos sentimos más cerca. Y otros nos parecen distantes, por eso nos sentimos un poco distantes. Es una emoción perturbadora muy sutil que nos hace alejarnos. Pero entonces, todo el mundo es igual de esta manera muy racional. Así, hemos abordado estos dos niveles de emociones perturbadoras, por eso tenemos los dos tipos de ecuanimidad.
Ahora, si solo hemos trabajado en ese lado emocional para nuestro desarrollo, entonces, “todos han sido muy amables y me siento muy agradecido y los amo, quiero que sean felices”, y la compasión, “yo no quiero que sufran” - esa es una forma. Es muy importante tener un sentimiento emocional cálido como ese, porque ayuda a relacionarse con los demás, pero puede ser un poco abrumador para la otra persona y abrumador para nosotros. Por lo tanto, necesita estar más equilibrado con un refuerzo racional de amor y compasión. Entonces, ese enfoque racional, todos somos iguales, nos ayuda con la emoción perturbadora sutil. Y luego, de una manera muy racional, pensamos en las desventajas del egocentrismo, de ser egoísta, de pensar solo en mí mismo, y en los beneficios y ventajas de valorar a los demás.
Combinar los desarrollos emocional y racional de la compasión
No tiene sentido, racionalmente, actuar de manera egoísta, porque simplemente presenta problemas. Como resultado de actuar de manera egoísta, robamos, somos desconsiderados con los demás, lastimamos a los demás, porque solo pensamos en términos de nosotros mismos, por el contrario, pensar en términos de los demás, produce armonía, felicidad, etc. Así que esta es una base muy racional para nuestra futura conducta del bodisatva. Pero se combina con este sentimiento cálido que hemos desarrollado a través de la práctica de ver que todos han sido nuestra madre.
Luego tenemos la práctica del amor y la compasión en este proceso del tonglen: tomar el sufrimiento de los demás y darles felicidad. Eso se basa en ver la igualdad entre uno mismo y los demás. Así como he cuidado y limpiado este cuerpo, puedo cuidar cualquier otro cuerpo, es solo cuidar un cuerpo. ¿Cuál es la diferencia? Este cuerpo provino del esperma y el óvulo de otras dos personas, así que no es realmente mi propio cuerpo, ¿verdad? Es parte del cuerpo de otra persona. Entonces, ¿cuál es la diferencia entre cuidar un cuerpo que proviene del esperma y el óvulo de esta pareja y el cuerpo que proviene del esperma y el óvulo de esa pareja? No hay diferencia. Por tanto, de una manera muy racional, desarrollamos este interés por que los demás sean felices y no tengan infelicidad, tal como lo tendríamos hacia nosotros.
De esta manera, en lo que se conoce como el “proceso de once partes para desarrollar la bodichita”, combinamos los desarrollos emocionales y racionales de la compasión y trabajamos en las emociones perturbadoras tanto burdas como sutiles. Es un sistema increíblemente sofisticado, si realmente lo analizamos y vemos cómo está funcionando y por qué está funcionando. Entonces, digiramos lo que llevamos hasta ahora.
A medida que nos abrimos a los demás y desarrollamos nuestro corazón y nuestra mente para interesarnos por todos, queremos hacerlo de una manera equilibrada. Queremos hacer eso con una emoción cálida, una emoción positiva, pero eso debe equilibrarse con una comprensión racional para que se vuelva más estable. Y tenemos que equilibrar ese enfoque racional con el sentimiento, de lo contrario, es demasiado mecánico. Tenemos que trabajar para superar tanto las emociones perturbadoras basadas en el ego como las más sutiles, en función de cómo las personas aparecen ante nosotros, cercanas o lejanas. ¿Bien? ¿Alguna pregunta?
Preguntas
Cometer errores
Tengo la sensación de que los errores son una parte ineludible de nuestro camino espiritual, y aunque existe la sensación de que después de un error estamos retrocediendo un poco y nuestro objetivo es no volver a repetir ese error, la tesis subyacente es que probablemente sea imposible no cometer ningún error.
Bueno, esto se adentra en las cuatro verdades nobles, básicamente. Para cada una de las cuatro verdades hay cuatro entendimientos correctos y cuatro errores acerca de ellos, esto es, los dieciséis aspectos de las cuatro verdades nobles. Y la tercera verdad noble es que existe una verdadera detención de nuestros problemas y sus causas, una verdadera detención, de modo que desaparezcan para siempre y nunca vuelvan a repetirse. Entonces, la comprensión incorrecta de eso sería que no es posible deshacerse de ellos para siempre, que siempre volverán a repetirse, por lo que, como lo estabas diciendo, siempre cometeremos errores. Para aclarar ese concepto erróneo sobre si es posible o no deshacerse de las causas del sufrimiento para siempre, para aclarar esa confusión tenemos que entrar en una discusión muy sofisticada sobre la naturaleza pura de la mente, y si la confusión es una parte intrínseca de la actividad mental.
Realmente no tenemos tiempo; esta no es la ocasión para entrar en toda esa discusión. Es una discusión muy compleja, profunda y sofisticada, pero muy importante. Pero esa es la dirección en la que necesitamos ir: examinar cuál es realmente la naturaleza de la mente, ¿está la naturaleza de la mente inherentemente manchada y confusa o no? ¿Y puede la comprensión correcta, mantenida siempre, deshacerse de la confusión para siempre? Requiere mucho análisis y meditación comprender esto, no es una pregunta sencilla en absoluto.
Responsabilidad hacia las personas cercanas a nosotros en esta vida
Entonces, ¿significa que realmente podemos lograr detenciones verdaderas sin cometer errores en el camino?
En el proceso de trabajar hacia una verdadera detención, por supuesto que cometeremos errores y habrá confusión, pero será cada vez menos y menos, y en algún momento ya no tendremos la confusión, ya no cometeremos ningún error. ¿Alguna otra pregunta?
La pregunta es, en este contexto de igualar a todos los seres sintientes, pensamos en ellos en términos de que han sido nuestros padres, etc. Pero, ¿qué pasa con nuestro deber hacia nuestros propios padres reales en esta vida, o hacia nuestros hijos en esta vida? Porque si empezamos a pensar que todos son mis padres, entonces eso disuelve por completo... Si tenemos este sentimiento hacia todos, entonces nuestros sentimientos hacia una persona en particular disminuyen, se disuelven un poco, porque la responsabilidad hacia todos se parece mucho a la responsabilidad hacia nadie, en cierto sentido.
En el texto Entrenamiento mental en siete puntos, uno de los puntos para entrenarse es practicar primero con aquellos que son cercanos a nosotros; no los ignoramos. Ahora, podríamos pensar que esto es contradictorio con todo el entrenamiento de no considerar a nadie como cercano o distante de nosotros, pero es importante darse cuenta de que, en términos de realidad, hablamos de la verdad más profunda y la verdad convencional. Y entender y enfocarnos en la verdad más profunda no niega la verdad convencional, necesitamos verlas a las dos juntas. Entonces, ambos puntos de vista son válidos dentro de sus propios parámetros, es decir, dentro de su propio contexto.
Entonces, por analogía, existen diferentes niveles de comprensión de esta forma de ver a los demás, o clasificar a los demás como cercanos y distantes. Hay dos niveles al respecto; dos puntos de vista, más profundo y convencional, último y convencional. Desde un punto de vista más profundo, un punto de vista último, esa apariencia de los demás como algunos que son cercanos y otros distantes no está racionalmente justificada.
Verán, lo que queremos hacer, en términos de convertirnos en un buda, es poder beneficiar a todos. Recordemos nuestros oscurecimientos cognitivos: nuestra mente hace que las personas aparezcan separadas, separadas, separadas, cada una estableciendo su propia existencia por sí misma. Entonces, si pensamos en términos de un número incontable de seres y cada uno de ellos separado, separado, separado, separado, es sencillamente abrumador que tengamos que lidiar con cada uno individualmente, por separado. Ya saben, tengo que desarrollar compasión hacia este, y luego este, y luego este, y luego este, y luego este - para un número incontable. Quiero decir, esto es realmente muy extraño, ¿no es cierto?
Entonces, para desarrollar el tipo de compasión, la gran compasión de un buda, la gran compasión de un buda no está dirigida a individuos separados, separados, separados, separados, separados, este, ese, ese, ese, ese, en términos de cómo aparece ante un buda. Por lo tanto, tenemos lo que se llama compasión no dirigida. No está dirigida a seres específicos y separados que parecen cercanos, distantes, etc. Eso no convierte a todos en un lío o en una sopa indiferenciada. Pero desde el punto de vista de un buda, la analogía que se utiliza es que la compasión del Buda es como la del sol que brilla, simplemente brilla en todas direcciones. No brilla solo para calentar a esta persona y a aquella también y a aquella también y a aquella también. Simplemente brilla, no está dirigida a nada en específico o solo a esta cosa específicamente. Es por eso que también necesitamos superar los oscurecimientos cognitivos, para tener realmente la compasión plena de la mente omnisciente de un buda.
Ahora, ese hecho más profundo, ese enfoque más profundo (cómo es desde el punto de vista de un buda), no niega que convencionalmente en esta vida has sido mi madre. Eso no contradice este hecho. Y convencionalmente hay algunos que son más receptivos con nosotros y otros que no lo son tanto. Esto se basa en el karma, ¿cierto? Entonces, es por eso que tenemos este consejo en el entrenamiento mental del lojong, que cuando comencemos a trabajar para ayudar a los demás, no descuidemos a aquellos que convencionalmente son más cercanos a nosotros -nuestros padres, nuestra familia, etc.-, y nos ampliamos desde allí. Eso no contradice tener esta compasión no dirigida hacia todos.
Entonces, dentro de esta compasión no dirigida hacia todos, entonces, en un nivel práctico, asumimos la responsabilidad de ayudar a aquellos que, en esta vida, por diversas razones kármicas, están más cerca de nosotros, como nuestros padres. Es por eso que hacemos todas estas aspiraciones y demás, “que pueda beneficiar a todos los seres”, y cuando hacemos las prácticas Mahayana nos imaginamos a todos alrededor de nosotros, de tal forma que podamos construir esta conexión kármica para poder ayudar a los demás. Y vemos el resultado: ¿cuántas personas asisten a una conferencia mía o de algún otro maestro regular, y cuántas personas asisten a una conferencia de Su Santidad el Dalái Lama? Está claro, en términos de la conexión que atrae a todos. Todo depende de tu nivel de compasión.
Secuenciar el desarrollo del amor y la compasión
En este contexto, esta etapa en la que extendemos nuestra compasión hacia todos los seres sintientes, ¿es algo que practicamos después de haber alcanzado el estado de arhat?
Hay dos métodos, dos estilos. Uno es recorrer todo el camino para lograr la liberación como un arhat y luego entrar en el camino Mahayana, y el otro es ir un poco en la dirección de la liberación como un arhat, y luego, antes de llegar al estado de arhat, dirigirse al camino Mahayana. Así pues, hay dos estilos. Pero si no desarrollamos amor y compasión hacia nosotros mismos, en términos de lo que estaba diciendo de esta afirmación del yo convencional que trabaja por su propia felicidad y se libera de su propio sufrimiento, entonces no tenemos una base para querer que otras personas estén libres del sufrimiento y sean felices. Por tanto, esta es la secuencia: desarrollar estas actitudes hacia uno mismo y luego transferirlas hacia los demás. Y en el proceso de hacerlo, no ser egoístas.
Si ya logramos el estado de arhat y ya tenemos nuestra experiencia personal de primero tener sufrimiento y luego no tener sufrimiento -estar liberados del sufrimiento- ¿por qué necesitamos desarrollar la compasión hacia los demás usando el razonamiento lógico? Dado que ya sabemos cómo sufrir y cómo no sufrir a partir de nuestra experiencia directa, entonces surgirá naturalmente hacia los demás...
Solo surgirá de forma natural hacia los demás cuando comprendamos nuestra interdependencia con los otros, lo que se comprende de una manera racional. Entonces, cuando pensamos en términos de la amabilidad de los demás, complementamos el entendimiento de que han sido amables con nosotros como nuestras madres al comprender que todos han sido amables con nosotros, incluso cuando no han sido nuestras madres, porque todo lo que usamos en el día, toda la comida que comemos, la ropa que usamos, la casa en la que vivimos, la calle por la que viajamos, todo eso se ha logrado gracias al arduo trabajo de muchos, muchos otros, a través de un largo desarrollo histórico. Y así, toda nuestra existencia depende del arduo trabajo y los esfuerzos de los demás. Que lo hayan hecho para beneficiarnos o no, es irrelevante, pero si no hicieran todo eso, no podríamos sobrevivir. Así que es irracional trabajar solo por nuestro propio bienestar, como si existiéramos aislado de todos los demás.
El proceso de desarrollar la bodichita
Terminemos la secuencia hacia la bodichita, antes de concluir con la sesión de hoy. Entonces, tenemos el desarrollo de la compasión, el deseo de que todos estén libres del sufrimiento y las causas del sufrimiento, y lo hemos desarrollado de una manera equilibrada con un componente emocional y un componente racional. Y ya estamos en esa etapa de compasión, asumiendo alguna responsabilidad para ayudarlos, como en el tonglen, esta práctica de dar y tomar.
Pero luego, asumimos un nivel aún mayor de responsabilidad con lo que se llama la “determinación excepcional”: que voy a asumir la responsabilidad de llevar a todos, no solo a la felicidad ordinaria y a la libertad del sufrimiento, sino a la liberación y la iluminación. [Y no solo tenemos este pensamiento como una buena intención, sino que decidimos definitivamente que vamos a hacer eso]. Tenemos esta determinación excepcional. Pero vemos, ¿soy capaz de llevar a todos a la iluminación, de guiarlos? Obviamente, no podemos solamente ir por nuestro propio poder y, ¡zap! ya estás iluminado. Pero, ¿puedo enseñarles, puedo mostrarles el camino? Y nos damos cuenta de que no, en nuestro nivel actual no somos capaces de hacer eso.
La única forma en que podremos hacerlo es si nos convertimos en un buda completamente iluminado, es decir, deshacernos de los oscurecimientos no solo emocionales, sino también cognitivos. Porque si mi mente ya no hace que todo aparezca como autoestablecido por sí mismo, no conectado con nada más, entonces no hay obstáculo para convertirse en alguien plenamente amoroso – esta compasión realmente no dirigida que es absolutamente para todos por igual. Y también seremos omniscientes; la mente podrá ver la interconexión de todo.
Si somos capaces de percibir la interconexión de todo, conoceremos todas las causas que han llevado a la situación actual de cada persona y sus problemas, y cuáles serían las consecuencias de enseñarles esto o aquello, para que sepamos cuál es la mejor manera de ayudarlos. Así que tenemos que alcanzar la iluminación para poder beneficiar a todos, beneficiarlos tanto como sea posible. No es posible convertirse en un dios omnipotente, que solo por tu propio poder puedas liberar a los demás; eso no es posible.
Entonces, desarrollamos la bodichita. La bodichita se centra en nuestra propia iluminación individual, no en la iluminación del Buda Shakyamuni, no en la iluminación en general, sino en nuestra propia iluminación individual, que aún no ha acontecido, pero que puede acontecer sobre la base de lo que se llaman factores de “naturaleza búdica”. Y tenemos dos intenciones que acompañan esto: tenemos la intención de alcanzar esa iluminación y la intención de beneficiar a todos por medio de esto, beneficiarlos tanto como sea posible a lo largo del camino. Ese es el estado de aspiración de la bodichita, lo que se conoce como “meramente de aspiración”, simplemente estamos aspirando a esta meta. “Aspirar” significa que este es nuestro objetivo, lo admiramos y deseamos alcanzarlo.
Luego está el estado de aspiración comprometido, que es que nunca voy a dar marcha atrás, pase lo que pase. Y luego el estado comprometido de la bodichita. “Comprometido” - la palabra sánscrita para esto es avatara, que es avatar (avatar es la pronunciación hindi de la misma). Entonces avatar, queremos encarnarnos en el comportamiento del bodisatva, en actuar como un bodisatva. Esa es la connotación de la bodichita comprometida. Como dijo mi maestro Serkong Rinpoche, podemos extraer una gran cantidad de significado de cada una de las palabras, si realmente sabemos cuáles son las palabras en tibetano y sánscrito. Y para encarnarnos, para involucrarnos en la conducta del bodisatva, tomamos los votos del bodisatva, que nos dan las pautas para este tipo de conducta.
Y nuestra conducta estará moldeada por las seis actitudes de largo alcance, las llamadas seis paramitas:
- Generosidad
- Autodisciplina ética
- Paciencia
- Perseverancia
- Estabilidad mental (concentración).
- Darse cuenta que discrimina (sabiduría).
Este es el camino a la iluminación en breve. Esta no es la ocasión para hablar de las seis actitudes de largo alcance. Esos son temas enormes. Pero para alcanzar la iluminación, lo que hemos discutido es la llamada bodichita relativa o convencional. También necesitamos lo que se llama bodichita más profunda, lo que significa que tenemos que entender cómo existen nuestras propias iluminaciones individuales, que aún no han acontecido. Si tenemos alguna proyección fantasiosa de alguna forma imposible en la que existe, y eso es lo que anhelamos, entonces será inútil.
Por lo tanto, tenemos que tener una comprensión correcta de cómo existe esa iluminación y cómo puede ocurrir, para que tengamos una iluminación que acontezca en el presente y una comprensión clara del procedimiento de causa y efecto, y cómo funciona la causa y el efecto para realmente producir la iluminación a partir de estos factores de naturaleza búdica. Ese será nuestro tema de mañana.
Entonces, pensamos que cualquiera que sea el entendimiento, cualquier fuerza positiva que haya surgido de esto, sea cada vez más profundo y actúe como una causa para que todos alcancen la iluminación por el bien de todos nosotros. Gracias.