Hemos recorrido uno de los métodos para generar la bodichita, que es una ampliación de las meditaciones para igualar e intercambiar nuestras actitudes sobre nosotros mismos y los demás. Se deriva de las enseñanzas de Shantideva en Involucrarse en el comportamiento del bodisatva (sct. Bodhicharyavatara) y las enseñanzas de los diversos maestros Kadam, y también los comentarios y explicaciones del Lama Chopa (La puya del gurú); “puya del gurú” significa una ceremonia de ofrenda a los maestros espirituales. Esta práctica ha sido elaborada por el difunto Tutor Junior de Su Santidad el Dalái Lama, Trijang Rinpoche.
Hemos pasado por las meditaciones para desarrollar la mera ecuanimidad, que es compartida en común entre las tradiciones Hinayana y Mahayana, y que es la base tanto de este método para desarrollar la bodichita como del método de causa y efecto en siete partes que aborda el reconocer que todos han sido nuestra madre en una vida anterior. Luego, hemos pasado por las nueve rondas o los nueve pasos para generar la forma de ecuanimidad Mahayana no común, y esto está específicamente dirigido a eliminar cualquier sentimiento de partidismo de cercano o distante, en términos de la cualidad de todos aquellos a los que estamos ayudando. Vimos que muchos puntos de esa presentación también podrían aplicarse para ver la cualidad de nosotros mismos y de todos los demás. Agregamos aquí los puntos que el propio Shantideva hace en términos de ayudarnos a desarrollar esta comprensión de la igualdad de nosotros mismos y todos los demás.
Tomar la decisión de dejar de ser partidista
Ahora, continuamos con cinco decisiones de haber pensado en estos nueve puntos de este tipo de ecuanimidad Mahayana no común. Cada una de las cinco está correlacionada con un verso de La puya del gurú. La primera decisión es: “Dejaré de ser partidista”. En términos de esto, ya sea que veamos desde el punto de vista relativo o desde el punto de vista más profundo, no hay razón para considerar a unos seres como cercanos y a otros como lejanos. Entonces, tomamos la firme decisión de dejar de ser partidistas. Nos desharemos de los sentimientos de parcialidad con los que rechazamos a unos y acogemos a otros, porque si tenemos este punto de vista partidista, ciertamente causa problemas; mientras que considerar a todos como iguales es el camino que han seguido los budas.
Si vemos el verso de La puya del gurú que está asociado con esta práctica, lo que encontramos en el verso es que se refiere a igualar al yo y a los demás, en lugar de buscar la igualdad de todos los demás. Si nos vemos solo a nosotros mismos, entonces esa es otra forma de entender ser partidista, mientras que, si desarrollamos una actitud no partidista, entonces estamos trabajando para el beneficio de todos, lo cual nos incluiría a nosotros mismos. Como si estamos en algún tipo de desastre, si pensamos en un desastre ambiental, no es solo “mi” problema, es un problema de todos, y somos parte de todos.
El verso de La puya del gurú dice:
(90) Inspíranos a incrementar la comodidad y el gozo de los demás, al pensar que los demás y nosotros no somos diferentes: nadie desea ni el más mínimo sufrimiento, ni está satisfecho nunca con la felicidad que él o ella tiene.
Cuando decimos “inspíranos”, nos dirigimos al gurú, los budas, los bodisatvas, etc. A menudo eso se traduce como “bendíceme” o “bendícenos”, y considero que es una traducción inapropiada. Con esto, pedimos inspiración a los maestros espirituales para tener una actitud igualitaria hacia todos, sin ningún sentimiento de cercanía o lejanía en nuestros pensamientos o acciones, con respecto a lograr la felicidad de los demás y eliminar su sufrimiento. Vemos que nosotros y los demás somos iguales en esto, por lo que no hay sentimientos de cercano (solo yo) y lejano (es decir, todos los demás), y no hay sentimientos de cercanía o lejanía entre todos los demás a los que estamos tratando de ayudar. Serkong Rinpoche dio una analogía para el tipo de estado mental que generamos con esta decisión, que es como cuando vemos un artículo realmente hermoso en una tienda que en verdad nos gustaría y realmente necesitamos, y tomamos la firme decisión de comprarlo; entonces, ese estado mental con esa decisión firme de que vamos a conseguir esto, es el tipo de actitud que tratamos de generar y en la que nos enfocamos aquí; esa es la decisión de desarrollar y mantener esta actitud de igualdad con respecto a nosotros y a los demás, y a todos los demás dentro de ellos mismos.
Esa decisión se basa en muchas razones, así que veamos algunas de ellas, como que todos somos iguales en querer ser felices y no querer ser infelices. Nos recordamos eso, y luego llegamos a la firme decisión de no favorecer a nadie sobre nadie más, y luego nos enfocamos en eso. Podemos hacerlo mientras vemos a un grupo completo de personas, como las personas que están aquí en esta sala o las personas en la estación del metro cuando tomamos el transporte público, lo que sea. No tendremos favoritos, en términos de todas estas personas y al tratar de ayudarlas, y todos son iguales a nosotros; somos iguales a ellos.
Lo que también es útil, no lo tenemos aquí, pero si tenemos un espejo grande, como el que podríamos tener en una sala de ejercicios o de práctica de baile, entonces si estamos con un grupo de personas en un curso de meditación, sentarse frente a ese espejo para que veamos a todo el grupo de personas (incluidos nosotros mismos), eso hace que sea más fácil enfocarse en la igualdad de "todos, incluido yo mismo". De hecho, es una práctica muy poderosa porque normalmente no nos visualizamos a nosotros mismos cuando estamos con los demás, por lo que es fácil olvidar que somos como todos los demás, como otra oveja en un rebaño de ovejas (que todas parecen iguales cuando las vemos en manada), o una gran colonia de pingüinos.
Tratemos de hacer eso.
[Meditación]
Puntos que toca Shantideva para fortalecer la decisión de no tener favoritos
Si queremos agregar aquí algunas de las formas en que Shantideva ha explicado cómo igualamos nuestra actitud hacia nosotros mismos y los demás, Shantideva escribió:
(VIII.90) Primero, meditaré enfáticamente en la igualdad de mí mismo y de los demás (de esta manera): como cada uno es un prójimo que tiene felicidad y sufrimiento, (los demás) han de ser cuidados (por mí) de la misma manera que yo.
Él dice que el dolor de los demás se debe a que se aferran a un “yo” falso, el “yo” que ellos piensan que está verdaderamente establecido, y lo mismo ocurre con nuestro sufrimiento y dolor. Se debe a nuestro apego y aferramiento a un “yo” sólidamente existente, por lo que debemos eliminarlo por igual, porque no hay diferencia. En términos de este falso “yo”, es igualmente no existente en términos de todos, por lo que no hay diferencia en términos del sufrimiento que es generado por esta falsa visión del yo. Dice que es igualmente insoportable, el sufrimiento que genera cualquiera en términos de aferrarse a un falso “yo”, porque está basado en el mismo tipo de confusión, o no darse cuenta, o ignorancia (simplemente no saber).
(VIII.92) Aunque mi propio dolor no lastima los cuerpos de otros, sin embargo, al ser así, el dolor de un “yo” es insoportable, por aferrarse a un “yo”.
(VIII.93) De la misma manera, aunque el sufrimiento de otros no me suceda a mí, sin embargo, al ser así, el dolor de un “yo”, es (también) difícil de soportar, por aferrarse a un “yo”.
(VIII.94) Por lo tanto, el dolor de otros es algo a ser eliminado por mí, por su (naturaleza como) dolor, como el dolor de un “yo”; y los demás son seres que han de ser ayudados por mí, por sus (naturalezas como) seres limitados, como el cuerpo de un “yo”.
Entonces, podemos ver a los demás. Podemos hacer esto como una meditación en términos de “todo el mundo tiene el mismo tipo de confusión, al igual que yo”. Este es el problema básico al que se enfrenta todo el mundo: la falta de darse cuenta o la confusión acerca de cómo existimos. No es “mi” problema privado, y no es “tu” problema privado; es problema de todos. El sufrimiento que se genera por esto es algo terrible y tiene que ser eliminado sin importar quién lo esté experimentando, yo o los demás. Está diciendo que la ignorancia tiene que ser eliminada en todo el mundo, no solo “mi” ignorancia, sino la ignorancia en general, y no solo “tu” ignorancia.
[Meditación]
Por cierto, el hecho de que esté agregando a esta meditación que recibí de Serkong Rinpoche puntos adicionales hechos por Shantideva no es un método inusual. La forma en que Su Santidad el Dalái Lama suele enseñar es que enseña varios textos al mismo tiempo, y completa partes de un texto en secciones de otro texto donde se encuentra más elaboración en el segundo texto. Esto no es un error de “inventar el Dharma”, sino de seguir un método de enseñanza de juntar material de diferentes textos que provienen de la misma tradición armoniosa.
El siguiente verso que Shantideva tiene en su presentación enfatiza que no hay nada especial acerca de mi felicidad o mi sufrimiento, entonces, ¿por qué enfocarse solo en el mío? Eso es muy cierto. ¿Qué tiene de especial mi dolor de cabeza que lo hace más horrible que el tuyo? ¿O mi felicidad o tu felicidad? No hay nada especial en mí.
(VIII.95) Si la felicidad es algo igualmente apreciado tanto por mí como por los demás, ¿qué tengo yo de especial para que me esfuerce por alcanzar la felicidad tan solo para mí?
(VIII.96) Y si el sufrimiento es algo igualmente despreciado, tanto por mí como por los demás, ¿qué tengo yo de especial que me cuido a mí mismo y no a los demás?
Este aspecto de “nada especial” es muy útil; es la frase favorita de la joven reencarnación de Serkong Rinpoche, “no es nada especial”. Ahora podemos enfocarnos de nuevo en que no hay nada especial en nuestro sufrimiento o nuestra felicidad que hace que sea adecuado trabajar solo para deshacernos de nuestro sufrimiento y generar nuestra propia felicidad. Tu felicidad y tu sufrimiento son tan importantes como los míos, nada especial. Eso también es cierto en términos de igualar a todos; nadie entre todos es especial. Lo vemos muy bien en la forma en que Su Santidad el Dalái Lama trata a las personas. En cierto sentido, hace que todos se sientan especiales, en el contexto de que nadie es más especial que los demás.
[Meditación]
Este punto se relaciona con el punto anterior que hace Shantideva. Si decimos que nuestro sufrimiento y felicidad son especiales porque son “míos”, entonces en realidad todos consideran especiales su sufrimiento y su felicidad porque también los consideran “míos”, entonces, ¿cuál es la diferencia? No hay diferencia. Esa no es una razón válida, que sea especial porque es "mío", porque esa es la razón de todos. Es muy cierto, ¿no?
Podemos poner nuestra atención en el sufrimiento de los demás, pero no podemos comprenderlo de la misma manera que nuestro sufrimiento.
Bueno, eso está cubierto por otros versos en la presentación de Shantideva. Shantideva aborda muy bien todas estas objeciones. Dice que formamos un todo con todos, como la mano y el pie forman un cuerpo entero. Se puede imputar un todo sobre todo nuestro cuerpo, y del mismo modo, se puede imputar sobre la base de todos los seres sintientes, y nosotros también somos parte de ese todo.
(VIII.91) Tal como, a pesar de sus muchas partes, con divisiones en manos y demás, se cuida al cuerpo como un todo; similarmente, a pesar de las diferencias entre los seres errantes, con respecto a la felicidad y el sufrimiento, todos son iguales a mí en que desean ser felices, y (por lo tanto, formamos) un todo.
Su Santidad a menudo usa como ejemplo, si solo nos preocupamos por nuestros propios problemas, ese es un nivel; es válido que tengamos nuestros propios problemas individuales, pero dice que también somos parte de un todo más grande, el todo de los tibetanos; por lo tanto, es apropiado que nos preocupemos por el sufrimiento de los tibetanos porque somos uno de ellos, somos parte de ese todo. Somos parte de toda la vida en este planeta, y todos enfrentamos un problema mayor de desastre ambiental y climático, por lo que no es solo nuestro problema individual, es un problema que abarca a todos, porque somos parte de toda esta vida en este planeta.
Al tratar con estos problemas más grandes que abarcan grupos más grandes, es totalmente apropiado porque formamos un todo, y el todo experimenta ese problema. Al lidiar con estos problemas mayores, como en el caso de los tibetanos o en el caso de la vida en este planeta, no solo estamos lidiando con nuestro propio problema, sino que es el problema de todos. Como dice Shantideva, si el pie tiene un problema, como una espina en el pie, entonces, por supuesto, la mano ayuda al pie. La mano no dice: “Bueno, lo siento, ese es tu problema. Estoy bien aquí arriba. Por supuesto, la mano ayuda al pie, porque ambos son parte del todo. Es lo mismo en términos de que seamos parte del grupo más grande del todo, todos los seres limitados.
(VIII.99) Si cualquier sufrimiento que alguien tenga, debe ser atendido por esa persona misma, entonces, si el sufrimiento del pie no es el de la mano, ¿por qué ha de ser cuidado por ella?
(VIII.100) Si es el caso que (ignorarlo) sería ilógico y entonces aquí se asume desde un sentido de un yo (completo); entonces, seguramente aquello que es ilógico con respecto (al todo formado por) mí mismo y los demás es algo a ser descartado, tanto como pueda.
Enfoquémonos en eso.
[Meditación]
Dado que todos tienen su flujo mental individual, ¿cómo puedo realmente decir que todos son iguales?
Todos somos iguales en el sentido de que todos somos partes de un todo, que incluso un continuo mental es imputado sobre sus partes de cada momento, y un grupo de continuos mentales individuales: podemos imputar sobre ello un todo, un grupo completo. Shantideva tiene un verso en esta secuencia que dice que un rosario y un ejército no están establecidos verdaderamente desde su propio lado, que son totalidades que son imputadas sobre las partes. No hay nada inapropiado en términos de etiquetar grupos cada vez más grandes como un todo. Aunque nuestro continuo mental individual convencionalmente tiene individualidad, sin embargo, no está verdaderamente establecido como una cosa individual totalmente aislada de todos los demás.
(VIII.101) Lo que es llamado “un continuo” y “un grupo”, como un rosario, un ejército y similares, no son verdaderamente (un todo encontrable) y, por lo tanto, ya que no existe un poseedor del sufrimiento, ¿de quién es la responsabilidad (como “mía”)?
Además, si pudiera agregar algo aquí -perdón por la interrupción-, considerando su edad, indudablemente experimentaron la vida bajo el sistema soviético en el que se vieron obligados a pensar en términos de colectivos. Así que son parte de un colectivo, y si te obligan a ser parte de un colectivo y a pensar en un colectivo y no en tu necesidad individual, entonces obviamente no puedes imponer esto a los demás; la gente se rebelará y lo rechazará. Es muy comprensible que aquellos que se han visto obligados a pensar con una mentalidad colectiva se opongan a este punto. Sin embargo, si lo pensamos de manera lógica y razonable de acuerdo con estas líneas de razonamiento adecuadas que encontramos en el material de Shantideva, entonces estamos pensando en términos de un sentido más amplio de responsabilidad social basado en nuestra propia elección y nuestra propia comprensión, no algo a lo que simplemente estamos siendo forzados. Pero se puede entender muy bien en el caso de la experiencia de países bajo un sistema colectivo forzado como Rusia, China, etc., que esto sería problemático.
Pienso en términos de grupos más grandes, como colectivos, hay grupos designados artificialmente y aquellos que son designados naturalmente. Estoy pensando en términos de si hay prejuicio y discriminación por el color de la piel. Por ejemplo, en Sudáfrica durante el apartheid, a las personas de piel negra no se les permitía viajar en los mismos autobuses que las personas blancas, o usar los mismos baños, o usar las mismas playas, etc., o incluso las escuelas, ir a las mismas escuelas. Muchos de estos aspectos los tuvimos en la parte sur de los Estados Unidos; las personas negras tenían que sentarse en la parte trasera de un autobús y no podían sentarse en la parte delantera de un autobús. Entonces, si el color de nuestra piel era negro, ese problema nos afectaba, quisiéramos o no. Entonces, ese no es un grupo designado artificialmente; ese es un grupo naturalmente designado del que somos naturalmente parte. Me parece que, en ese tipo de situación, es mucho más fácil pensar en términos de trabajar por el problema de todos los negros, especialmente si somos negros, o los derechos de las mujeres, si las mujeres son discriminadas. En algunos países, a las mujeres no se les permite conducir un automóvil; no se les permite salir a la calle sin tener la cara cubierta. Entonces, si somos una mujer, somos parte de eso; ese es nuestro problema también, por lo que es un grupo naturalmente designado. Me parece que, al abordar este punto de Shantideva, es mejor pensar en términos de grupos o totalidades designados de forma natural, en lugar de colectivos designados artificialmente creados por un gobierno autoritario.
[Meditación]
El siguiente punto que toca Shantideva, en un verso muy hermoso, dice:
(VIII.102) Al ser sin un dueño, todos los sufrimientos carecen de distinción, así que es (simplemente) porque son sufrimiento que han de evitarse. ¿Por qué se hacen (limitaciones) fijas aquí?
Si pensamos en términos de un todo, de toda la vida, entonces el sufrimiento que todos experimentamos, de hecho, no tiene dueño individual. Debe eliminarse simplemente porque duele.
Un ejemplo muy trivial en el que pienso es que en el pasillo del edificio en el que vivo hay un contenedor de basura. A veces encuentras papel en el piso y ese papel necesita ser recogido, no porque sea mi papel o el tuyo el que se cayó, simplemente necesita ser recogido porque está en el piso. Por lo tanto, sin hacer un gran problema sobre quién lo tiró, si entro al edificio y veo algo así en el piso, simplemente lo recojo y lo tiro a la basura sencillamente porque necesita ser recogido.
Pensemos en términos de eso. El problema del medio ambiente no es mi problema, y no es su problema, nadie es dueño de ese problema, hay que eliminarlo, simplemente porque es perjudicial para todos.
[Meditación]
El siguiente punto que toca Shantideva es una línea lógica de razonamiento para demostrar que se debe evitar el sufrimiento de todos, en otras palabras, se debe hacer retroceder, deshacernos de él. Dice:
(VIII.103) “Pero ¿por qué ha de ser evitado el sufrimiento de todos?”. Bueno, es indiscutible: si (el de cualquiera) ha de ser evitado, entonces el de todos ha de ser evitado; si no, (eso aplica) a mí también, así como (a cada) ser limitado.
Podríamos decir esto de manera ligeramente diferente: “Si hay una persona cuyo sufrimiento no debe ser eliminado, entonces el de nadie debe ser eliminado, incluido el mío”.
¿Siguen esa línea de razonamiento? Eso no es tan fácil. Si el sufrimiento de una persona ha de ser eliminado, entonces el sufrimiento de todos ha de ser eliminado, porque todos somos iguales; porque si no fuera así, por el contrario, si no se elimina el sufrimiento de uno, no se elimina el de nadie, porque también todos somos iguales. Traten de trabajar con eso. Si nuestro sufrimiento es algo que debe ser eliminado, entonces el sufrimiento de todos debe ser eliminado; porque si no se elimina el sufrimiento de todos, tampoco se eliminará el nuestro. Esa es quizás una forma más clara de establecer la línea de razonamiento.
Eso, por cierto, se basa en la comprensión de la parte y el todo que acaba de establecer Shantideva. Si se ha de eliminar el sufrimiento de una parte, se ha de eliminar el sufrimiento del todo. De lo contrario, si no se elimina el sufrimiento del todo, tampoco se eliminará el sufrimiento de una parte, especialmente cuando esa parte es el “yo” individual.
[Meditación]
Luego, Shantideva presenta versos que son similares a la primera decisión aquí en nuestra práctica de meditación, que definitivamente dejaremos de ser partidistas, ya sea que pensemos en términos de parcialidad al tratar con los demás, que algunos están cercanos y otros distantes, o que tomemos como “cercano” solo al yo y como “distante” a todos los demás. Entonces Shantideva dice:
(VIII.105) Si el sufrimiento de muchos desaparece a través del sufrimiento de uno, ese sufrimiento sería algo que ofrecería alguien con compasión amorosa, por el bien de sí mismo y de los demás.
Como encontramos en otras enseñanzas de la bodichita: somos solo uno, y todos somos mucho más que solo uno. Y Shantideva dice:
(VIII.109) Así, aunque se trabaje en beneficio de los demás, no hay arrogancia, no hay asombro, no hay esperanza de un resultado madurado (para uno mismo), cuando se hace con un apetito exclusivamente por lo que beneficia a los demás.
Shantideva también da un ejemplo:
(VIII.116) Aunque al trabajar así, por el beneficio de los demás, no surge asombro ni arrogancia: es similar a que no surge una expectativa de recompensa al alimentarse a uno mismo.
Como, por ejemplo, es absurdo que la mano sienta “qué maravilla soy si ayudo al pie sacándole una espina”, o “qué maravilla soy por alimentar mi cuerpo al poner comida en la boca”.
Eso encaja muy bien con “el sufrimiento hay que eliminarlo simplemente porque duele”, no porque sea tu sufrimiento o mi sufrimiento, y no porque seamos nosotros los maravillosos que lo eliminamos, o lo eliminaste tú. En mi pasillo no pongo un cartel: “Este papel que estaba en el piso lo limpió…” y firmo con mi nombre; ciertamente no hago eso porque sería una tontería. No espero que todo el mundo me lo agradezca. Lo recojo porque hay que recogerlo.
[Meditación]
Me parece que este es un punto muy importante, que ayudamos simplemente porque hay que hacerlo. Mi propio maestro, Serkong Rinpoche, fue muy útil para ayudarme a entender esto. Le serví como traductor, secretario y ayudante de muchas maneras durante nueve años, y en todo ese tiempo, solo me dijo “gracias” dos veces. El punto era que lo ayudé e hice todo lo posible para que sus enseñanzas estuvieran disponibles para otros simplemente porque era de beneficio y era necesario hacerlo, y no porque quisiera que me agradecieran y me acariciaran la cabeza como a un perro para luego mover la cola. Fue muy útil.
Shantideva continúa:
(VIII.114) Así como se estima a la mano y demás por ser miembros del cuerpo, ¿por qué no podrían, los seres que tienen un cuerpo, ser igualmente estimados por ser los miembros de la vida errante?
En otras palabras, la mano se considera querida y preciosa ya que es una parte del cuerpo etiquetada como "yo" y "mío". Etiquetamos nuestra mano como "yo". Si nos lastimamos la mano, decimos: "Me lastimé", pero la mano obviamente no es "yo". Si cuidamos la mano como si fuera “yo”, aunque no sea “yo”, entonces también podemos cuidar la mano de otra persona porque tampoco es “yo”. Podemos cuidarla igual que cuidaríamos nuestra mano; podríamos considerarla “yo”. Esto es para ayudarnos a ver cómo podemos considerar y cuidar a los demás de la misma manera que nos cuidamos a nosotros mismos. Su cuerpo no es "yo", pero, de nuevo, nuestro cuerpo tampoco es "yo".
Luego, Shantideva concluye:
(VIII.115) Así como, por familiaridad, ha surgido una actitud de “yo” con respecto a este cuerpo (mío), a pesar de carecer de un “yo”; de la misma manera, por familiaridad, ¿por qué no podría surgir también una actitud de “yo” con respecto a otros seres limitados?
[Meditación]
Dijo que cuando nuestra mano saca una espina de nuestro pie, es natural, y eso es verdad. Es natural, porque hay un cuerpo y nuestro flujo mental sobre el que etiquetamos nuestro "yo"; y entonces este “yo” experimenta dolor, y por eso nuestra mano no pensará que no debe ayudar al pie. Pero si continuamos con esta analogía y observamos la situación con las partes y el todo cuando nos consideramos como personas que son partes del mundo viviente, ¿cuál es el caso entonces?
En primer lugar, en el budismo nunca afirmamos una mente universal de la que todos somos parte, por lo que todos tenemos continuos mentales individuales, eso es cierto. Pero en términos de “experimentar”, si nos preguntamos qué significa experimentar algo, no se trata solo de registrar datos o información, porque una computadora también hace eso, o registrarlos y luego recuperarlos, una computadora también lo hace. Una computadora no experimenta los datos. “Experimentar” algo significa ser consciente de ello con algún nivel de sensación de felicidad o infelicidad. Esa felicidad o infelicidad con la que experimentamos o conocemos una información, ya sea en uno de los sentidos o simplemente información mental, es el resultado del karma. La definición es – de la sensación de felicidad o infelicidad – “la forma en que experimentamos la maduración de nuestro karma”, lo experimentamos con felicidad o infelicidad. También es lo que madura del karma. Nos encontramos con algún tipo de información sensorial, de ver algo, o dolor, esa es una sensación física, y eso también proviene del karma, pero viene junto con un sentimiento de felicidad o infelicidad que maduraría, de hecho, de una tendencia kármica diferente, generalmente un potencial.
El punto es, ¿podemos experimentar la infelicidad en términos del dolor de otra persona? Esto es algo que podemos hacer, pero Shantideva tiene varios versos diferentes en los que aborda este tema. Nos referimos a eso brevemente antes. Él dice que, ya sea nuestro sufrimiento, el sufrimiento que tenemos, que es un dolor, o el dolor de otra persona, es un dolor que surge debido a un apego a un "yo", y debe ser eliminado debido al apego al “yo”. Queremos que sea eliminado. Cuando actuamos en términos de eso, actuamos en términos de aferrarnos a un “yo” verdaderamente establecido y verdaderamente existente, que es un “yo” falso que no existe en absoluto. En ese sentido, no hay diferencia en términos de este falso “yo”, ya sea una proyección en términos de un “yo” convencional de nosotros mismos o un “yo” convencional de otra persona. Por eso, nos gustaría trabajar para eliminar el dolor y la infelicidad simplemente porque se basa en un “yo” falso.
Ahora, por supuesto, tenemos el "yo" convencional que sí existe, pero lo que se etiqueta (es decir, "yo") no es idéntico a la base, por lo que la base sería, como dijiste, el cuerpo, pero “yo” no es el cuerpo. Shantideva dice que existe el cuerpo e, incluso dentro de esta vida, el cuerpo del bebé y el cuerpo del anciano, o la anciana, no es el mismo cuerpo. Si podemos trabajar para eliminar la infelicidad de todos estos diferentes tipos de cuerpos durante una vida, y luego trae cuerpos de otra vida también, ninguno de ellos es "yo". Trabajaríamos para eliminar el dolor que hay en cualquiera de estos cuerpos. Entonces, también podríamos trabajar para eliminar el dolor que está asociado con cualquier otro cuerpo, y podríamos experimentar infelicidad con relación a ese dolor de un cuerpo que no es "yo". Con relación al dolor de cualquier cuerpo, el cuerpo de cualquier persona, ya sea el cuerpo de un bebé dentro de nuestro propio continuo mental; el cuerpo como anciano o anciana; el cuerpo de una vida futura; el cuerpo de una vida pasada; o el cuerpo en otro o asociado a otro continuo mental. La mano no experimenta el dolor del pie, pero forman un todo y, sobre la base de ese todo, trabajamos para eliminar el dolor. Entonces, una parte ayuda a la otra parte de un todo, y el "yo" está etiquetado sobre el todo.
Podemos tener un todo más grande de toda la humanidad, o todo en la vida, y aunque no etiquetamos "yo" en el sentido de un "yo" verdaderamente existente, que somos todo (esa es más una visión hindú), sin embargo, somos parte de este todo y, por lo tanto, una parte puede ayudar a otra parte. Hay una diferencia entre decir “soy un ser humano” y “soy toda la humanidad”, o “soy tibetano” o “soy todos los tibetanos”. Este es obviamente un tema difícil, una pregunta difícil, en términos del "yo" falso, el "yo" convencional, lo que significa experimentar algo, etc.