Introducción a las Cuatro Verdades Nobles
En este seminario, revisaremos los dieciséis aspectos de las cuatro verdades nobles. Para lograr la liberación del renacimiento incontrolablemente recurrente -en otras palabras, la liberación del samsara- y para alcanzar el estado iluminado de un buda, necesitamos enfocarnos en estos aspectos de las cuatro verdades nobles y comprenderlos plenamente. Para eso, necesitamos reconocer y distinguir correctamente cuáles son los sufrimientos verdaderos, después cuáles son los orígenes verdaderos que causan estos sufrimientos, cuáles son las detenciones verdaderas de los mismos -en las que se han ido para siempre y nunca se repiten-, y cuáles son las verdaderas mentes que son el camino o estados mentales que producirán estas detenciones o cesaciones verdaderas. En otras palabras, estos estados mentales actúan como un camino que conduce a detenciones verdaderas de los sufrimientos y de sus causas. Es por eso que a veces se les llama simplemente “caminos verdaderos”, pero no se trata de pasos reales. Se trata del estado mental que provocará esas verdaderas detenciones.
Cada una de estas cuatro verdades nobles se denomina noble porque “noble” es la traducción habitual del término “arya”. Los aryas son aquellos seres altamente realizados que han alcanzado la cognición no conceptual de los dieciséis aspectos de las cuatro verdades nobles. Estos son los hechos verdaderos que son vistos como verdaderos por estos seres altamente realizados y que los seres ordinarios no necesariamente reconocen como verdaderos, pero son los hechos verdaderos de la realidad. Por lo tanto, cada una de estas cuatro verdades nobles, estos cuatro hechos de la vida, no solo tienen dieciséis aspectos, sino que también tienen cuatro formas distorsionadas de adoptarlos o de comprender cada uno. No voy a enumerar los dieciséis, es solo una lista. Los revisaremos uno por uno lentamente a medida que se desarrolle el seminario.
Introducción a la meditación en las cuatro verdades nobles con relación a los cuatro emplazamientos cercanos de la recordación (presencia mental)
La forma en que meditamos en estos dieciséis aspectos es en términos de los cuatro emplazamientos cercanos de la recordación (presencia mental). Necesitamos entender lo que significa la palabra “mindfulness”. En Occidente, la gente hoy en día usa la palabra “mindfulness”, para significar que se da cuenta de lo que sucede en su mente y a su alrededor; te das cuenta de lo que está sucediendo. Ese no es el significado de “mindfulness” de acuerdo con la definición budista de las palabras en pali, sánscrito o tibetano. El “mindfulness” se define como el pegamento mental, se aferra a un objeto cognitivo y es lo que impide que ese objeto se pierda. Como resultado, nuestra atención permanece ahí y no se va: eso es mindfulness. Es la misma palabra que recordar, tener en mente. Eso es lo que significa mindfulness. (Nota de la editora: Dado que el término mindfulness es ya muy conocido tanto en inglés como en español, en este párrafo se deja la palabra original en inglés, de tal forma que se pueda contextualizar y comprender la explicación del autor. En español, “mindfulness” suele traducirse como “atención plena” o “presencia mental”. En este mismo apartado, queda claro por qué elegimos traducirlo como “recordación”).
“Emplazamiento cercano” significa que la recordación que se mantiene tiene una comprensión asociada. Entonces, te mantienes enfocado en un objeto con un entendimiento, con una forma de tomar en cuenta a ese objeto. Por ejemplo, para tener recordación de que necesitas ir a algún lugar en un momento determinado, mantienes eso en mente mientras prestas atención a la hora.
Entonces, en esta práctica tenemos un emplazamiento cercano de la recordación en el cuerpo, las sensaciones, la mente y los fenómenos. Cuando nos enfocamos en estos cuatro temas, nos enfocamos en cada uno de ellos en términos de una de las cuatro verdades nobles. Nos enfocamos en ellos distinguiendo ciertos rasgos característicos acerca de:
- El cuerpo, que entendemos en términos de sufrimiento verdadero.
- Las sensaciones, que entendemos en términos de orígenes verdaderos del sufrimiento.
- La mente, que entendemos en términos de detenciones verdaderas del sufrimiento.
- Fenómenos, que se refieren específicamente al darse cuenta que discrimina, uno de los factores mentales, que entendemos en términos de una verdadera mente que es el camino.
Cuando revisamos los temas de estos cuatro emplazamientos cercanos de la recordación, cubren e incluyen los cinco factores agregados que conforman cada momento de nuestra experiencia.
- El cuerpo es el agregado de las formas de fenómenos físicos.
- La sensación es el agregado de las sensaciones de felicidad e infelicidad.
- La mente es el agregado de la conciencia, los seis tipos de conciencia.
- En este caso, los fenómenos son el agregado de la distinción y el agregado de las otras variables que afectan, incluidos todos los demás factores mentales, etc.
De esta manera, es una meditación que todo lo abarca cuando meditamos en los cuatro emplazamientos cercanos de la recordación en conexión con las cuatro verdades nobles. Hacemos esto en relación con el cuerpo, las sensaciones, etc., en el plano de los objetos sensoriales deseables, y luego en términos del cuerpo, las sensaciones, etc., en el plano de las formas etéreas o el llamado “reino de la forma”, y en el plano de los seres sin forma, el llamado “reino sin forma” o “reino de la no forma”. Hacemos esto porque el continuo mental puede renacer en cualquiera de estos planos de existencia. Nos familiarizamos con los planos de existencia de los llamados reinos de la forma y de la no forma cuando avanzamos cada vez más en la dirección del shámata, un estado mental tranquilo y estable, y nos adentramos en las absorciones meditativas cada vez más profundas.
En algunas tradiciones no budistas y en algunos malentendidos de las tradiciones budistas, la gente tiende a pensar que estar absorto en estos llamados trances superiores es un estado de liberación, cuando no es así. También es importante entender que cualquier tipo de cuerpo que podamos tener en estos reinos o planos de existencia superiores, cualesquiera sensaciones que podamos experimentar con ese cuerpo, cualquier tipo de mente que podamos tener, cualquier tipo de factores mentales que podamos tener, aún están dentro del contexto del samsara. Las cuatro verdades nobles todavía les conciernen y son cosas de las que queremos deshacernos para siempre.
En las meditaciones reales que se realizan, nos enfocamos en el cuerpo, la mente, etc., y en nuestra experiencia en el reino del deseo y luego en los reinos de la forma y de la no forma. Obviamente, la mayoría de la gente pone el énfasis en lo que experimentamos en nuestra vida cotidiana, el reino de los objetos sensoriales deseables. Esto es lo que estamos experimentando ahora, no las formas sutiles que tenemos en el llamado reino de la forma ni estos estados mentales que se tienen en las absorciones sin forma. En las absorciones sin forma, por cierto, podemos enfocarnos en cualquier cosa. En las absorciones sin forma, es solo que se está apegado a que la mente sea como el espacio, que la mente sea como el infinito de la conciencia y demás, pero podemos enfocarnos en muchas otras cosas en esos estados.
El estado mental en construcción: camino de acumulación
Queremos meditar sobre los cuatro emplazamientos cercanos de la recordación en el contexto de las cuatro verdades nobles. Meditamos de esta manera como una estructura para avanzar a través de los llamados cinco “caminos”, que son cinco niveles de mentes que son el camino o niveles mentales que nos llevarán a la meta de la liberación o la iluminación.
Primero, alcanzamos un estado mental de construcción. Por lo general, esto se traduce como “camino de acumulación” y tenemos tal nivel mental cuando logramos una renuncia no elaborada -la determinación de ser libres- o cuando tenemos además una bodichita no elaborada. “No elaborado” significa que no tenemos que llegar a ellas por etapas, como en el caso de la renuncia, recorrer las líneas de razonamiento de lo horrible que es el samsara y por qué queremos salir y demás. Hemos hecho todo eso de antemano con una enorme cantidad de esfuerzo y tiempo, de modo que ahora podemos generar ese estado mental instantáneamente. Ese es el estado no elaborado y, una vez que lo logramos, alcanzamos una mente que es el camino de la construcción, con el que construimos más y más fuerza positiva.
Con la determinación de ser libres, anhelamos la fuerza positiva que estamos construyendo, que la mayoría de la gente llama “mérito”, para alcanzar nuestra liberación individual del sufrimiento del renacimiento incontrolablemente recurrente, el samsara. Por lo tanto, anhelamos una detención verdadera del sufrimiento y de sus causas. La fuerza positiva conducirá a una detención verdadera del sufrimiento verdadero y de las causas verdaderas del sufrimiento porque está dirigida a eso, está dedicada a eso. Si solo hacemos cosas positivas sin una intención y dedicación específicas, la fuerza positiva proveniente de eso solo servirá para mejorar nuestro samsara. Nos brindará una vida mejor, ya sea en esta vida o en vidas futuras. Entonces, si realmente queremos lograr una detención verdadera del sufrimiento, necesitamos construir fuerza positiva con la intención de que sirva como un medio para lograr esa detención verdadera.
La importancia de la bodichita basada en la gran compasión
Entonces, con la bodichita basada en una gran compasión, queremos liberarnos no solo de nuestro propio sufrimiento, sino que queremos que todos también se liberen de su sufrimiento. Queremos poder ayudar a innumerables seres a alcanzar una detención verdadera del sufrimiento, y si hay una cierta cantidad de fuerza positiva en querer que una persona, nosotros mismos, se libere del sufrimiento, entonces podemos imaginar cuán mayor es esa construcción de fuerza positiva si tenemos una gran compasión y queremos que todos logren una detención verdadera. Por eso la gran compasión es mucho más fuerte que meramente renunciar a nuestro propio sufrimiento.
Entonces, nos damos cuenta de que, para poder ayudarlos a superar su sufrimiento y sus causas, tenemos que alcanzar la budeidad. Así, la bodichita se basa en esta gran compasión y, con ella, se construye mucha más fuerza positiva que con la mera renuncia.
Cuando tenemos estos anhelos de una manera no elaborada, esto significa que hemos trabajado en ellos con tanta fuerza que automáticamente los tenemos como el anhelo principal en nuestra vida. Como dice Shantideva en el Bodhicharyavatara, Involucrarse en el comportamiento del bodisatva, hablando de este estado de la bodichita no elaborada, entonces, ya sea que estemos despiertos o dormidos, e incluso si estamos borrachos, aún estamos construyendo esta fuerza positiva porque ese es nuestro anhelo principal en la vida. Esto subyace todo; esto es a lo que estamos dedicados en nuestra vida, sin duda alguna. No hay nada que nos aparte de eso.
La bodichita no elaborada no es solo el mero estado de deseo - el mero estado de aspiración - o el estado comprometido en el que prometemos que nunca abandonaremos este objetivo de la iluminación y de beneficiar a todos los demás. La bodichita no elaborada se da con un estado comprometido de la bodichita, lo que significa que hemos tomado los votos del bodisatva. Con estos votos, nos hemos comprometido con la iluminación y con ayudar a todos los seres. Al meditar una y otra vez en la bodichita, no solo estamos completamente comprometidos, sino que podemos generar un estado mental de la bodichita al instante y, de hecho, lo tenemos subyacente todo el tiempo. Eso es realmente un gran logro. Entonces realmente estamos comenzando a construir esta poderosa fuerza positiva.
Por supuesto, hay una diferencia de opinión en los diversos textos monásticos en cuanto a si, antes de que la bodichita sea no elaborada, en realidad se la llama “bodichita”. ¿Solo se le llama bodichita una vez que es no elaborada? ¿Cuándo se empiezan a construir realmente los tres incontables eones, los tres tropecientos eones de fuerza positiva? ¿Cuándo empieza eso? Desde un punto de vista estricto, de acuerdo con algunos de los textos, comienza solo cuando se tiene este estado mental de construcción, cuando se tiene una bodichita no elaborada. Antes de eso, se tiene un facsímil, algo similar a ella, que comienza a ayudar a ir en la dirección de la iluminación. Pero si ni siquiera se tiene renuncia o bodichita elaborada, entonces cualquier cosa positiva que se haga solo mejorará el samsara. Eso está bien, porque el primer nivel de motivación del lam-rim es que necesitamos tener mejores renacimientos. Entonces, está bien, pero eso no va a contribuir a una verdadera detención del sufrimiento y de las causas del sufrimiento, que es, después de todo, a lo que aspiramos en términos de anhelar la liberación y la iluminación.
Creo que es extremadamente importante comprender la necesidad de la determinación de ser libres y de la bodichita para cualquier tipo de práctica que hagamos que tenga como objetivo la liberación y la iluminación. Mucha gente practica el tantra de forma muy prematura y, ¿actuarán esas prácticas como una causa para la liberación o la iluminación si no tienen esta renuncia y bodichita detrás? No, definitivamente no; y entonces, ¿qué están haciendo con estas prácticas? Es esencial, tanto en la práctica del sutra como del tantra, tener el objetivo de deshacerse del sufrimiento y de sus causas y no solo del propio, sino que todos se liberen de él. Entonces, con la comprensión correcta, podemos lograr una detención verdadera del sufrimiento y sus causas. Esto necesita quedar bastante claro.
La bodichita y la concentración en las cuatro verdades nobles pueden ocurrir simultáneamente
Las prácticas de la meditación sobre las cuatro verdades nobles en el detalle de los dieciséis aspectos, entonces, podrían hacerse por sí solas, pero para que conduzcan al logro de la liberación y la iluminación, la mente que hace esa meditación necesita tener todas las cualidades de la motivación. Podemos tener todas estas cualidades simultáneamente, aunque nuestro enfoque esté simplemente en una de las cuatro verdades nobles a la vez. ¿Cómo es eso posible?
Por ejemplo, podemos tener dos estados mentales simultáneamente, dos tipos de cognición simultáneamente. Después de todo, podemos ver a alguien y escuchar lo que está diciendo al mismo tiempo. Eso son dos conciencias, dos objetos, y podemos tener una cantidad variada de atención en cada uno de ellos. La variable aquí es la atención. De la misma manera, podemos tener shámata y vipáshana completos totalmente enfocados en alguna comprensión dentro del contexto de las cuatro verdades nobles, y también tener compasión manifiesta al mismo tiempo, la cual es el deseo de que todos estén libres de su sufrimiento. Es solo que eso no nos distrae. Está ahí, pero no es en donde está nuestra atención principal.
De esa forma, cuando estamos sentados aquí, escuchando, la conciencia de nuestro cuerpo tiene cognición de la sensación de la ropa en nuestro cuerpo y el asiento debajo de nosotros, pero no le estamos prestando atención. Es así. No es que la conciencia táctil esté totalmente ausente. Es lo mismo que tener compasión y bodichita al mismo tiempo que se tiene una concentración perfecta en otra cosa. La fuerza de la bodichita está ahí todo el tiempo cuando es no elaborada, incluso cuando estamos completamente enfocados en una de las cuatro verdades nobles. Es solo que no estamos prestando atención a los objetos de la compasión y la bodichita. Pero se necesita, junto con los cuatro emplazamientos cercanos de la recordación, una determinación no elaborada de ser libre, o tanto eso como la bodichita no elaborada, para alcanzar la liberación o la iluminación.
Shámata y Vipáshana
Entonces, con esta mente que es el camino de la construcción, ¿qué es lo que se construye? Se construye un estado de shámata, un estado mental tranquilo y estable. ¿En qué se enfoca? Se enfoca en los dieciséis aspectos de las cuatro verdades nobles en términos de estos cuatro emplazamientos cercanos de la recordación. Nos enfocamos en eso no solamente con shámata, un estado mental tranquilo y estable, sino también con shámata unido al vipáshana. Vipáshana es un estado mental excepcionalmente perceptivo. Vipáshana y shámata son temas que se enseñan en todos los diversos sistemas budistas, no solo en el sistema tibetano; pero es importante comprender lo que significan.
Shámata es un estado mental. Se refiere al estado real que se alcanza al final, aunque hay prácticas que conducen a él. El estado real de shámata es aquel en el que se está enfocado en un objeto y debe ser un objeto mental. No se trata simplemente de mirar fijamente una mesa o una manzana o una imagen de un buda o una estatua; el objeto debe ser algo generado por la mente y necesitamos tener una cierta forma de entender ese objeto. No es solo verlo fijamente en la mente, por así decirlo, y enfocarse en ello. Nos enfocamos en ello con un entendimiento.
Entonces, si nos enfocamos en un buda, un buda visualizado, es con una comprensión de las cualidades de un buda y de las causas de las cualidades de un buda. En términos de las treinta y dos características físicas de un buda, cada una de ellas tiene una causa. Los ochenta signos menores también tienen una causa. Entonces, en lo que realmente nos enfocamos es en las causas para lograr el cuerpo físico de un buda con el que podamos ayudar a todos. Es importante tener cierto entendimiento de eso y eso es en lo que nos enfocamos.
Con el shámata, no nos estamos enfocando en todos los detalles. Solo nos enfocamos en el buda, por ejemplo, con la comprensión de que las características físicas del buda representan todas las cualidades que anhelamos con una dirección segura, con refugio. Queremos ir en esa dirección y lograr lo que ha logrado un buda.
Con shámata en nuestro cuerpo samsárico, el entendimiento es que este es un ejemplo del sufrimiento verdadero, en términos de los sufrimientos del nacimiento, la enfermedad, la vejez, la muerte y este tipo de cosas. Nos enfocamos en ello con esa comprensión, solo una comprensión general. No tenemos volatilidad mental; nuestra mente no va a ningún otro lado. No tenemos sopor mental; realizamos el emplazamiento con total claridad. Además, tenemos una estimulante sensación de cuerpo y mente que no es perturbadora en lo más mínimo. Es maravilloso que el cuerpo pueda permanecer así durante cuatro horas sin ningún dolor ni nada por el estilo, sin distracciones, y que la mente pueda permanecer así, enfocada en donde se quiera. Eso es shámata y es un recipiente. Hay métodos para alcanzar el shámata y el vipáshana en sistemas que no son budistas también. No es exclusivamente budista, sino una práctica india común. Es el contenido de cómo se entiende el objeto lo que lo vuelve budista, no el nivel de concentración ni la mecánica para alcanzarlo.
Entonces, dentro de esa base - ese contenedor de shámata – el vipáshana discierne todos los detalles finos sobre el objeto, pero no de una manera discursiva, no recitándolos en nuestra cabeza. Hay treinta y dos signos de un buda y nos damos cuenta de lo que cada uno de ellos significa. No es que los estemos recitando. Estamos familiarizados con ellos desde mucho antes y ahora, con ese contenedor de shámata -la mente sin divagar hacia ningún lado y sin pensar verbalmente en nada más- discernimos todos los detalles finos de todos estos aspectos de un buda.
Con una mente que es el camino de la construcción, seguimos un procedimiento similar cuando meditamos con un emplazamiento cercano de la recordación en el cuerpo, las sensaciones, la mente y el darse cuenta que discrimina representando todos los fenómenos, y lo hacemos con la comprensión de que cada uno de ellos está en la naturaleza de una de las cuatro verdades nobles. Primero se alcanza el shámata en esto y luego un estado unido de shámata y vipáshana, discerniendo todos los detalles de los cuatro - cuerpo, sensaciones y demás - en términos de estos dieciséis aspectos de las cuatro verdades nobles. Todo esto es también con la fuerza de la renuncia no elaborada, la compasión y la bodichita respaldando y fortaleciendo ese estado mental.
En resumen, estamos construyendo para alcanzar el par unido de shámata y vipáshana enfocado en los dieciséis aspectos de las cuatro verdades nobles, con la renuncia no elaborada o tanto con renuncia no elaborada como con bodichita no elaborada. Cuando se alcanza ese par unido con una mente conceptual, entonces se habrá alcanzado la segunda mente que es el camino, el siguiente nivel.
La mente que es el camino de aplicación: camino de preparación
La segunda mente que es el camino, o el siguiente nivel, lo llamo “mente que es el camino de aplicación”. La gente suele traducirlo como “camino de preparación”, pero el término en realidad significa “aplicar”. Se está aplicando el par unido de shámata y vipáshana una y otra vez de tal forma que pasa de ser conceptual a no conceptual.
“Conceptual” significa que su enfoque es a través de una categoría. Por ejemplo, podría haber una categoría de sufrimiento verdadero o una categoría del verdadero origen del sufrimiento. En la cognición conceptual, nos enfocamos en algo a través del filtro de una categoría junto con algo que represente a esa categoría. Por ejemplo, si pensamos en un perro, tenemos algo en nuestra mente que representa lo que es un perro y luego, cuando vemos algún animal frente a nosotros, ya sea un chihuahua, un pastor alemán, un san Bernardo o un gran danés, colocamos a ese animal en la categoría de “perro”. Es posible que no se parezca exactamente a nuestra imagen mental que representa a un perro cuando simplemente pensamos en uno, pero aun así entendemos que el animal que tenemos enfrente está en la categoría de perro. Esa es la cognición conceptual. Por cierto, al ver al animal y luego conceptualizarlo como un perro, la imagen mental que representa al perro también puede ser solo un reflejo del perro que vemos y no nuestra imagen mental de cómo debería verse un buen perro.
Es lo mismo cuando nos enfocamos en el cuerpo como ejemplo de sufrimiento. Con shámata y vipáshana conceptual, nuestro enfoque en el cuerpo es a través de las categorías tanto de “cuerpo” como de “verdadero sufrimiento.” La imagen mental asociada con tu cuerpo podría ser un reflejo de lo que ves cuando miras tu cuerpo o simplemente una imagen mental que usas al pensar en tu cuerpo. Lo que representa la categoría de verdadero sufrimiento sería simplemente su significado. No tiene por qué ser verbal. Es posible que podamos expresar el significado con palabras, pero no tenemos que decir la palabra en nuestra cabeza para que sea conceptual.
Eso es conceptual. La gente usa estos términos de manera muy vaga, conceptual y no conceptual, y la mayoría de nosotros no tenemos idea de lo que realmente significan. Es importante comprender que la cognición conceptual es necesaria. No podemos tener lenguaje sin cognición conceptual, de modo que no importa con qué volumen o con qué voz y con qué acento alguien diga una palabra, entendemos que significa una palabra en particular. Esa es una categoría de audio. De lo contrario, no podríamos entender el idioma y no podríamos comunicarnos entre nosotros. No podríamos reconocer que todos estos animales son perros si no tuviéramos una categoría de perro y un concepto de perro. No es que el pensamiento conceptual sea un obstáculo o malo o algo por el estilo. Un buda no tiene pensamiento conceptual, eso es cierto, pero no significa que la cognición conceptual sea algo que bloquee la liberación y la iluminación, como lo hace un oscurecimiento emocional o cognitivo.
La mente que es el camino del ver – Camino del ver
La mente que es el camino del ver es aplicar este par unido de shámata y vipáshana una y otra vez a estos dieciséis aspectos de tal forma que, con el tiempo, se convierta en no conceptual. Cuando se alcanza esa cognición no conceptual, se tiene esa mente que es el camino del ver que ve las cuatro verdades nobles de manera no conceptual. Eso produce una cierta cantidad de detenciones verdaderas. Entraremos en los detalles técnicos más adelante sobre de qué se deshace.
La mente que es el camino de la familiarización - Camino de la meditación
Luego tenemos el llamado “camino de la meditación”. Es una mente que es el camino de la familiarización. Eso es lo que significa la palabra “meditación”. Te acostumbras a esta cognición no conceptual. Desde el logro de una mente que es el camino de la construcción hasta la mente que es el camino del ver, se construye el primero de los tres tropecientos eones - los llamados “incontables eones” - de fuerza positiva, lo que sea que eso signifique. “Incontables” es solo el nombre del número finito más grande. Eso significa que se necesita una enorme cantidad de fuerza positiva detrás de la meditación para obtener esa cognición no conceptual.
Eso no es tan fácil de entender y es algo que muy a menudo no se analiza con la suficiente profundidad. ¿Por qué nuestro entendimiento de las cuatro verdades nobles y la vacuidad o el vacío de la persona que lo experimenta necesitan esa cantidad de fuerza positiva detrás para convertirse en no conceptual? ¿Cómo es que una comprensión depende de la cantidad de fuerza positiva que hay detrás de esa mente para ser conceptual o no conceptual? Es una pregunta interesante.
No se puede obtener una cognición no conceptual de la vacuidad sin esos incontables eones de fuerza positiva acumulada con el anhelo y la dedicación para alcanzar la iluminación. No sé la cantidad de fuerza positiva, con renuncia no elaborada y dedicada a alcanzar la liberación, que se necesita para alcanzar esa cognición no conceptual. Eso no lo he visto y estoy seguro de que es menos; pero, para alcanzar la iluminación, se necesitan incontables eones. Un profesor universitario no budista puede comprender la vacuidad correctamente, pero nunca podría obtener una cognición no conceptual de ella porque no tiene la fuerza positiva.
De todos modos, cuando tenemos esa mente que es el camino del ver, es no conceptual. Luego, te acostumbras a ella. Así, construyes otros tropecientos eones de fuerza positiva y, de acuerdo con la presentación Prasánguika, paso a paso, por etapas, te deshaces de otro montón de oscurecimientos y alcanzas más detenciones verdaderas. Alcanzas la liberación después de siete de las diez mentes bhumi, como una división de esta mente que es el camino de la familiarización. Luego, se necesita un tercer incontable eón para pasar de allí a la iluminación.
A lo largo de todo este proceso, ¿en qué nos estamos enfocando? Nos estamos enfocando básicamente en lo mismo. Quiero decir, hay muchas otras cosas en las que podemos enfocarnos, pero la estructura básica es el emplazamiento cercano de la recordación en el cuerpo, las sensaciones, la mente y los fenómenos, representados aquí por el factor mental del darse cuenta que discrimina, y comprenderlos en el contexto de los dieciséis aspectos de las cuatro verdades nobles.
Entonces, es una meditación muy básica, fundamental y todas las etapas que aprendemos del lam-rim, todo eso es preliminar a esto. Todo el lam-rim es necesario como base si se está haciendo este tipo de práctica.
La mente que es el camino que no necesita más entrenamiento: camino de no más aprendizaje
La quinta mente que es el camino es la mente que es el camino que no necesita más entrenamiento, a menudo traducida como “camino de no más aprendizaje” o simplemente “camino de no aprendizaje”. Con el logro de esta mente que es el camino, se habrá alcanzado la liberación o la iluminación. Se puede alcanzar la liberación como un arhat shrávaka, un escucha de las enseñanzas, lo cual se hace mientras las enseñanzas del Buda estén disponibles, en cuyo caso se han escuchado las enseñanzas del Buda mismo o de un maestro; o como un arhat pratyekabuda, viviendo en una época en la que las enseñanzas no están disponibles, las llamadas eras oscuras. Aquí es cuando simplemente se tiene que confiar en los propios instintos por haber escuchado al Buda y a las enseñanzas en alguna vida anterior cuando estaban presentes. Es bastante difícil practicar durante esas eras oscuras.
También se puede atravesar la misma estructura como un bodisatva que aspira a la iluminación, pero para alcanzar la iluminación, primero tienes que liberarte del samsara. La estructura, independientemente de si se anhela la liberación o la iluminación, es la meditación con estos cuatro emplazamientos cercanos de la recordación en términos de las cuatro verdades nobles y los dieciséis aspectos. Entonces, hay formas Hinayana de meditar en ellos y ahora el sistema Hinayana que está disponible es el Teravada. En un momento, hubo dieciocho de tales sistemas, pero solo el Teravada ha sobrevivido hasta el presente; se puede encontrar en Sri Lanka y el sureste asiático. También existe la forma Mahayana de practicarlos.
[Para obtener más detalles sobre los cinco caminos, ver: Los cinco caminos que conducen a la liberación y a la iluminación]
Pregunta acerca de la distinción entre liberación e iluminación
¿Podrías decir un poco más sobre la distinción entre liberación e iluminación?
La diferencia entre liberación e iluminación es que con la liberación se ha logrado una detención verdadera de los oscurecimientos emocionales, y con la iluminación se ha logrado, además, una detención verdadera de los oscurecimientos cognitivos. Los oscurecimientos emocionales que impiden la liberación son las emociones y actitudes perturbadoras y sus tendencias. Las tendencias hacen que las emociones perturbadoras, como la ira, surjan de forma intermitente, lo cual significa de vez en cuando. No estamos enojados en cada momento de nuestra existencia, por lo que solo estamos enojados a veces. Una tendencia es literalmente la palabra “semilla” y da surgimiento a su resultado algunas veces, pero no todo el tiempo. Esas emociones perturbadoras, que incluyen el no darse cuenta, la llamada ignorancia y sus tendencias, son las que impiden la liberación.
Entre ellos se encuentran los oscurecimientos emocionales basados en la doctrina. Esas son las emociones perturbadoras basadas en haber aprendido, aceptar y creer en un atman, un yo, con todas sus características de uno de los sistemas filosóficos indios no budistas. Las emociones perturbadoras basadas en la doctrina provienen de pensar en ti mismo, “yo”, como un atman descrito en estos sistemas indios: un “alma” que es estática (nunca cambia), sin partes y que puede existir independientemente de un cuerpo y una mente cuando se libera. Al creer que existimos como tal atman, pensamos: “Yo soy el que está sufriendo; yo soy el que tiene estas sensaciones; yo soy quien logrará detenciones verdaderas. Seré liberado y soy yo el que tiene este darse cuenta que discrimina, esta sabiduría”. Cuando piensas en ti mismo de esa manera y, con base en eso, te vuelves orgulloso, enojado o codicioso, etc., esos son oscurecimientos emocionales basados en la doctrina. Se obtiene una verdadera detención de ellos con el logro de una mente que es el camino del ver, y eso requiere la construcción de tropecientos eones de fuerza positiva.
Además de estas emociones perturbadoras basadas en la doctrina, también se tienen las que surgen automáticamente, que incluso un perro tiene, como la ira, el apego, etc., que surgen automáticamente. Nadie tiene que enseñarle a un perro a enojarse. No se basan en aprender y creer un concepto indio no budista de un “yo”. Automáticamente, cuando estoy sentado aquí, se siente como “aquí estoy”. No pensamos en un cuerpo sentado aquí y un “yo” como una imputación sobre el cuerpo. Es solo “aquí estoy”. Entonces, eso surge automáticamente; y las emociones perturbadoras que surgen automáticamente se basan en sentir que es ese tipo de “yo”, conocible por sí mismo, independientemente del cuerpo y la mente como base para la imputación, el que experimenta las cuatro verdades nobles.
De acuerdo con el punto de vista Prasánguika, se logra una detención verdadera de estos oscurecimientos emocionales que surgen automáticamente al completar las primeras siete de las diez llamadas “etapas bhumi” de una mente que es el camino de la familiarización. Eso implica el segundo conjunto de tropecientos eones de construcción de fuerza positiva. Ahora, libre de todos los oscurecimientos emocionales, se alcanza la liberación.
Entonces, ¿qué queda todavía? Permanecen los llamados hábitos constantes del no darse cuenta y las otras emociones perturbadoras. Estos constituyen los oscurecimientos cognitivos que impiden la omnisciencia. Los hábitos constantes son los que hacen que la mente constantemente, en cada momento, dé surgimiento a una apariencia de existencia autoestablecida, que realmente hay algo del lado del objeto que lo hace ser lo que es y, en cierto sentido, lo encapsula en plástico y lo convierte en una entidad separada por sí misma. Ahí está sentado: “Aquí estoy, establecido como sentado aquí, independientemente de todo lo demás, completamente por mí mismo”. El yo, experimentando las cuatro verdades nobles, parece ser una persona que ha surgido independientemente de todas las causas y efectos que tendré, por no hablar de todas las partes o aspectos de mí mismo y las relaciones que tengo con otras cosas. Entonces, aunque la mente crea esta apariencia, como un ser liberado, un arhat, ya no creemos en ella. Cuando creíamos que correspondía con la realidad, desarrollamos emociones perturbadoras que surgen automáticamente, pero ahora estamos libres de esa creencia y de esas emociones perturbadoras.
Pero la mente aún crea esa apariencia engañosa. Sabemos que esto es una tontería. No lo creemos, pero debido a que nuestra mente crea esa apariencia, no sabemos realmente cuando vemos a alguien cuáles son todas las causas de la forma en que es ahora en términos de vidas pasadas infinitas o cuál sería el efecto de cualquier cosa que les enseñemos. Van a interactuar con incontables seres y cualquier cosa que les enseñemos los afectará no solo a ellos, sino que también afectará su interacción con todos los demás. Es una interacción enorme. Para entender todo eso, tenemos que volvernos omniscientes de tal forma que nuestra mente no genere esa apariencia de todo encapsulado en plástico y sin relación entre sí. Para eso necesitamos este tercer conjunto de tropecientos eones de fuerza positiva detrás de nuestro entendimiento de que esto no corresponde a la realidad. De eso habla la vacuidad, una ausencia total de la “cosa” referente real encontrable que corresponda a la apariencia engañosa. La apariencia es solo una proyección sin sentido que no tiene nada que la respalde en la realidad.
Cuando te deshaces de esos hábitos constantes, te conviertes en un buda iluminado. Entonces ves el surgimiento interdependiente de todo, conoces completamente la causa y el efecto, así que sabes cómo ayudar realmente a alguien. Ves no conceptualmente lo que es útil.
¿Realmente lo ves?
Bueno, no conceptualmente significa sin la categoría de “lo que sería útil”. Esa es una categoría, “lo que sería útil”. Algo la representa, puede que no sea una imagen mental precisa, pero al menos tienes una idea de que algo es útil. Con la cognición conceptual, siempre estás pensando en términos de esta categoría. El problema con las categorías es que da la impresión de que la categoría es como una caja y que hay algo del lado del objeto que le permite pertenecer a esa caja. Pero, en la realidad, las cosas no pertenecen a cajas como las palabras de un diccionario. Las cosas ni siquiera existen en cajas. Si vemos las emociones, no existen estas cajas de amor y lealtad y este sentimiento y aquel sentimiento. Estas emociones no existen en cajas, pero las categorías dan esa apariencia de caja. Entonces, cuando tu cognición es no conceptual, no es con esa apariencia de cosas que existen en cajas. Eso es lo que significa no conceptual. Entonces, un buda es capaz de conocer a todos y todo de manera no conceptual, sin categorizarlos.
Si ves personas en cajas, existe esta persona y esa persona y esa persona, y es como si hubiera una capa de plástico alrededor de cada una de ellas, y lo que le enseño a esta persona o a esa persona existe en esta o aquella caja y solo tengo que sacarlo de su caja, listo para usar, por así decirlo. Pero, si pudiéramos percibir no conceptualmente -no a través de un recuadro o una categoría- a cada una de estas personas, aunque convencionalmente hay límites entre las personas, espacio vacío entre ellas, sin embargo, hay una influencia que cada una podría tener sobre la otra y sobre todos los demás, a lo largo del tiempo infinito. Debido a que no los ponemos en una caja y no los percibimos a través de una caja, entonces podemos percibirlos con la interconexión de las cosas.
Entonces podemos ayudar a todos porque podemos ver cuáles son los efectos. Es como la teoría del caos que dice que, si una pluma se mueve, afecta a todo en el universo. Podemos ver cómo todo está interconectado así. Esa es la única forma de poder beneficiar a todos, porque no se puede beneficiar a una persona individualmente, aislada de cómo eso afectará a todos los demás en el universo. Si pensamos en términos de tiempo sin fin, que cada ser en algún momento interactuará con todos los demás, entonces no podemos simplemente beneficiar y hacer algo que solo tendrá un efecto en una persona. Tenemos que ser capaces de abarcar y lidiar con el infinito en cierto sentido. Es por eso que el Mahayana es tan vasto. Shantideva lo dice muy claramente, innumerables seres por innumerables tiempos y eliminar innumerables sufrimientos, etc. Todo es esta cosa enorme incontable.
La interconexión de todo no es como cajas que están conectadas con líneas entre ellas, como en un gráfico. Esto tiene sentido incluso desde un punto de vista físico. Si lo llevamos al nivel de los átomos, están los campos de fuerza y energía y demás. No hay fronteras y la luz de todo se irradia hasta el infinito. Todo está interconectado también desde el punto de vista físico. Nada está encapsulado en plástico.
Este es al menos un aspecto de lo que significa iluminarse. No es solo liberación, solo estar libre de un renacimiento incontrolablemente recurrente o, en otras palabras, estar libre de que la continuidad de mi continuo mental perdure por la fuerza del no darse cuenta y las emociones perturbadoras que el no darse cuenta produce, y la compulsividad de mi conducta que es de lo que habla el karma. El karma no son solo acciones, sino su compulsividad. Si el karma fueran solo acciones, entonces lo único que tendríamos que hacer es dejar de hacer cualquier cosa y entonces estaríamos libres del karma; no significa eso. Es la compulsividad de nuestras acciones, como cuando le gritamos compulsivamente a alguien o limpiamos compulsivamente la casa una y otra vez. Aunque podríamos estar haciendo algo positivo, está fuera de control y es neurótico ser perfeccionistas. “Yo, yo, yo; necesito ser perfecto”. El renacimiento es la continuidad del continuo mental como resultado de la fuerza de eso. Eso es samsara, el renacimiento incontrolablemente recurrente, siempre con sufrimiento y problemas. De eso es de lo que queremos deshacernos.
Una vez que nos deshagamos de eso, el continuo mental continuará ¿sobre la base de qué? La base está en la fuerza de la compasión: quieres poder seguir ayudando a los demás. Si es solo liberación, si lo estás haciendo solo por ti mismo, no hay mucha fuerza allí. Hay suficiente fuerza para salir del samsara, pero entonces, ¿por qué continúa? ¿Es solo para estar en paz y demás? Eso es bastante aburrido. Con el tiempo, es posible desarrollar el interés por los demás y no simplemente pasar el rato en una tierra pura. Entonces, incluso como un arhat liberado, se puede trabajar para alcanzar la iluminación.