Nada encontrable que establezca al “yo” como “yo”

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Hemos estado hablando del "yo", que se imputa sobre el flujo de continuidad de nuestros factores agregados que componen cada momento de nuestra experiencia. Ese “yo” convencional es a lo que se refiere la palabra o concepto del “yo” sobre la base de estos agregados siempre cambiantes que forman una continuidad de acuerdo con el karma individual. Cuando hablamos de la vacuidad del yo de una persona, estamos hablando de la ausencia de varias formas imposibles de existir que nuestra mente, debido a los hábitos de la confusión, proyecta sobre ese “yo” convencionalmente existente para constituir un “yo falso”. Hay muchos niveles de ese “yo” falso que necesitamos refutar, que tenemos que dejar de pensar, dejar de proyectar y dejar de creer en esas proyecciones, paso a paso.

El “yo” convencional y el “yo” falso no son lo mismo que un ego sano y un ego inflado

Por cierto, el “yo” convencional y el “yo falso” no son equivalentes a lo que tenemos en nuestra psicología occidental como un “ego” sano y un “ego inflado”. Un “ego saludable” y un “ego inflado”, son diferentes. Un "ego sano" es un sentido, una sensación o una identificación con el "yo" convencionalmente existente. Un "ego inflado" es una identificación o una sensación de ser el "yo falso".

Lo que estoy diciendo es que un "yo convencional" y un "yo falso" son un conjunto. En Occidente hablamos de un “ego sano”, que es un estado mental. El “yo convencional” y el “yo falso” no son estados mentales, y no son formas de darse cuenta de nada; mientras que un ego “sano” y un “ego inflado” son formas de darse cuenta de algo.

Entonces, el "ego saludable" se identifica con el "yo saludable", el "yo convencional" que sí existe. Sobre esa base nos levantamos por la mañana, nos vestimos y vamos a trabajar; de lo contrario no nos cuidamos a nosotros mismos. Un “ego inflado” se identifica con un “yo falso” que no existe en absoluto: “Yo soy el centro del universo, soy el más importante”.

No darse cuenta basado en la doctrina acerca de cómo existe el “yo”

Primero, necesitamos refutar o deshacernos de lo que se conoce como no darse cuenta basado en la doctrina o confusión basada en la doctrina, acerca de cómo existe el yo. Podemos pensar que “existo de cierta manera” porque lo hemos aprendido a través de cierta doctrina. Esto se refiere específicamente aquí a las doctrinas de las escuelas filosóficas indias no budistas. Estas eran visiones que necesitábamos aprender, alguien tenía que enseñárnoslas, porque no eran cosas que cualquiera creyera de manera natural. Aunque las diversas escuelas filosóficas indias no budistas tienen diferentes afirmaciones sobre el yo o el atman, existen ciertas características en las que están de acuerdo todas ellas.

¿Cuáles son estas características? Hay tres características de este yo imposible. Ya sea que lo llamemos yo o alma, lo que nos trae, quizás, un esquema indio, es realmente difícil decir cómo traduciríamos aquello de lo que estamos hablando aquí; pero hay muchas características que son similares a nuestra idea occidental de un alma. Pero dejémoslo solo como una identidad o un “yo”. Tengamos en cuenta que siempre tenemos que hacer la diferencia entre el "yo" convencionalmente existente y lo que se conoce como el "yo falso". El “yo falso” no existe en absoluto. Estamos refutando que el “yo” convencional exista en la manera de un “yo falso”.

El “yo” falso basado en la doctrina tiene tres características, como afirman estas escuelas indias no budistas.

La primera es que es un fenómeno estático. Tenemos que entender lo que significa "estático"; debemos tener cuidado de no traducir esta palabra simplemente como “permanente”, porque a lo que se refiere aquí no es a que el yo sea eterno, sin principio ni fin; el budismo también dice eso.

El budismo dice que el continuo mental, estos factores agregados, no tienen principio, y el continuo mental mismo, la mente, no tiene fin. Una vez que seamos un buda, no continuarán estos factores agregados mezclados con la confusión; tendremos los agregados puros de un buda. Pero, aun así, el continuo mental no tiene principio ni fin y se puede imputar el "yo" sobre todo eso. No hay principio ni final para el "yo", el "yo" convencional y, por supuesto, el "yo" es siempre individual, incluido el "yo" de un buda. Buda Shakyamuni no es el Buda Maitreya, son diferentes e individuales.

Un “yo” estático sería un “yo” que no cambia de un momento a otro y no se ve afectado por nada. Así que esa es la primera característica: "nunca cambio, sigo siendo 'yo'; me fui a dormir anoche, me levanté esta mañana, aquí estoy de nuevo". El mismo “yo” que no cambió.

La segunda característica es que el “yo” es monolítico; no tiene partes, es unitario. Por lo general, se traduce como "uno", pero eso es demasiado vago. Algunas de las escuelas indias dicen: "Es tan grande como el universo", otras dicen: "Es como una pequeña chispa", pero, en cualquier caso, no tiene partes; es monolítico.

La tercera característica es que es algo totalmente separado de los agregados; de manera simple, es algo totalmente separado del cuerpo y la mente. De manera simplista, sería como decir: "¿Quién soy yo? ¿Qué es el 'yo'?”. Es como una pequeña chispa, una chispa monolítica de vida, o alma, o lo que sea, que nunca cambia y simplemente entra en el cuerpo como si entrara en una casa, y se queda allí, y luego se va, a otro cuerpo, y siempre es el mismo. Así que este es el tipo de "yo" sobre el que tendrían que enseñarnos. No es algo que naturalmente sentiríamos como que eso es lo que somos, como un alma que va de una vida a otra. Entonces, cuando obtenemos por primera vez la cognición no conceptual de la vacuidad, en términos de "no existe tal cosa", que "este concepto no se refiere a algo que en realidad sea verdadero o real"; nos deshacemos de esto. Nos deshacemos de esta creencia basada en la doctrina sobre este “yo falso”. 

Por supuesto, una pregunta interesante es: “¿Qué pasa con nosotros, los occidentales que nunca estudiamos ninguno de los sistemas filosóficos indios no budistas? ¿Nos deshacemos de esto cuando alcanzamos el camino del ver? Kedrub Je, uno de los discípulos de Tsongkhapa, dijo que todo el mundo obtiene esto, haya estudiado o no, las escuelas indias de filosofía no budista en esta vida o en una vida anterior. Este en un concepto muy extraño referente a que estas escuelas indias de filosofía también han estado funcionando desde tiempos sin principio.

Pero todo el mundo tiene esto, incluidos los animales. Los conceptos de un "yo" falso que podríamos haber aprendido de otros sistemas filosóficos y religiosos, digamos el cristianismo u otros, no serían lo que se conoce como el tipo definitorio de este no darse cuenta, de este tipo de confusión. Pero habría que decir que quizás sea algo similar, porque ciertamente podríamos ser adoctrinados por otros sistemas además de los sistemas hindúes indios que tienen algún tipo de creencia que, desde un punto de vista budista, sea incorrecta. Esto ni siquiera tiene que venir de un sistema religioso, puede ser también de un sistema psicológico.

Permítanme agregar también que hay emociones y actitudes perturbadoras que están basadas en la doctrina, que están basadas en esta creencia errónea. Al creer que existimos como este “yo” falso basado en la doctrina, nos volvemos posesivos y queremos aferrarnos a las cosas como si le pertenecieran al “yo” falso, y nos enojamos con las personas y las cosas que sentimos que amenazan a este “yo” falso basado en la doctrina, así que inicialmente nos deshacemos de estos.

El no darse cuenta que surge automáticamente acerca de cómo existe el “yo”

Pero luego, en un nivel más profundo, tenemos lo que se conoce como el “no darse cuenta que surge automáticamente”. Diríamos: “Sí, entiendo que el yo es algo que cambia de un momento a otro, tiene partes y otras cosas a lo largo del tiempo, no está separado de los agregados, simplemente se imputa sobre ellos. Sí, sí, eso lo entiendo”. Esto es lo que nos queda, después de haber refutado la falsa creencia basada en la doctrina. Ese es el punto, que tenemos que ver qué sigue siendo incorrecto con lo que sobra después de haber hecho la primera refutación.

Entonces, esta sería la creencia de que este "yo" cambiante, que se imputa sobre los agregados, sin embargo, es conocido de forma autosuficiente: "Puedo conocerlo solo por sí mismo". Podría ser conocido por sí mismo, sin tener que saber o conocer algo más, al mismo tiempo. "Conozco a Sasha" ¿cierto? Eso surge automáticamente: "Creo que conozco a Sasha". ¿Cómo puedo conocer a “Sasha” sin pensar, al mismo tiempo, en un cuerpo, una mente o una voz? "Escucho a Sasha en el teléfono". ¿Estoy escuchando a Sasha en el teléfono, o estoy escuchando una voz sobre la que "Sasha" es imputado? Pero me parece que “estoy escuchando a Sasha, estoy viendo a Sasha y conozco a Sasha”. Esa es la apariencia engañosa de que el yo, o una persona, es conocido autosuficientemente, y eso es incorrecto.

Pensamos así en términos del “yo”; no podemos pensar en el "yo" sin pensar al menos en la palabra "yo", pero pensamos en "yo". Este es un “yo” que necesita expresar su individualidad y ser único, todas estas cosas. “Sí, sé que está cambiando de un momento a otro y todas estas otras cosas”. Pensamos: “¿Quién soy yo?” “¿Cuál es mi identidad?” "¿Qué debería hacer ahora?" y parece como si solo estuviéramos pensando en... a pesar de que entiendo: "Sí, claro, el "yo" está imputado", pero automáticamente parece que solo puedo pensar en el "yo" y en lo que debo hacer, sin tener que pensar también en un cuerpo o una mente o estas otras cosas.

Simplemente podríamos identificar ese “yo” que es conocido autosuficientemente con algo, como la voz que suena en nuestra cabeza y que está preocupada, pensamos que es el “yo” hablando: “¿Qué debo hacer ahora?” – la que se preocupa dentro de nuestra cabeza. El “yo”, entiendo, no está separado de los agregados; está allí de alguna manera, es parte del todo. Pero es como el jefe: "¿Qué debo hacer ahora?". Bueno, "diré esto", "haré aquello", como si hubiera un pequeño "yo" adentro, sentado detrás del panel de control, presionando los botones, recibiendo la información de los ojos como en una pantalla de computadora.

Luego, tenemos todas las emociones perturbadoras que surgen automáticamente y las actitudes perturbadoras que se basan en este no darse cuenta que surge automáticamente de cómo existe el “yo” o cómo existes “tú”. Entonces, creo que para asegurar a ese "yo" que puedo conocer por sí mismo, tengo que tener muchas cosas a mi alrededor; así que desarrollamos la codicia y el apego, no queremos soltarlas, porque pensamos que van a hacer que ese "yo" esté seguro. También para hacer que ese “yo” que es conocido autosuficientemente esté seguro, queremos que ciertas cosas no sean parte de nosotros, nos enojamos y con ira decimos: “¡Quiero deshacerme de eso!”. 

Todas estas emociones perturbadoras surgen automáticamente; podemos reconocer estos síndromes muy fácilmente y son bastante divertidos, si pensamos en ellos. Son graciosos porque son ciertos. Es que “no quiero que la gente me ame solo por mi buena apariencia, por mi dinero o por mi fama” y así sucesivamente. "Quiero que la gente me ame por ser 'yo'". Pensamos así, ¿cierto? Como si hubiera un “yo” que pudiera ser conocido por separado de todas estas cosas, y ese “yo” pudiera ser amado. Muy lindo. Entonces, todos nos sentimos así y nadie tuvo que enseñarnos eso. "Ámame por ". Así que tomemos unos momentos para pensar cómo esto es cierto. Además, hay muchas líneas lógicas de razonamiento para mostrar lo absurdo de creer esto, que esto no puede ser así. No necesitamos entrar en todo eso aquí porque no tenemos mucho tiempo.

[Meditación]

El objeto de refutación según el Prasánguika

Bien, aunque se siente así... esto es lo que es tan terrible, se siente así, que "hay un 'yo' que puede ser conocido por sí mismo, que puedo expresar creativamente, y luego todos conocerán el ‘yo’”, todo este tipo de cosas, y entonces tratamos de encontrar nuestra individualidad única y demás. Aunque se siente así, no se refiere a nada real; eso es lo que está ausente: un referente real de eso. Tenemos que ver qué queda después de esa refutación.

Entonces, sé que el “yo” está cambiando todo el tiempo, tiene partes y no está separado de los agregados, es imputado sobre ellos y no puede ser conocido por sí mismo. Sé todo eso. Está bien, pero para que esa imputación del "yo" sobre este flujo de continuidad de los agregados sea correcta, tiene que haber algo único y encontrable del lado del "yo" que haga que "yo" sea " yo”, y no . Este es un nivel más sutil de lo que surge automáticamente dentro del contexto de este etiquetado mental, todo lo que hemos discutido – aún hay algo del lado del "yo", del lado del objeto referente de la palabra "yo" que me hace un “yo” único, un individuo único, que establece al “yo” como “yo”. Esa forma imposible de existir, de establecer la existencia, es lo que está refutando la escuela Prasánguika.

Entonces, a menudo pensamos así: "Tengo que encontrar el verdadero “yo”, ¿no es así? Especialmente en Occidente queremos afirmar esta singularidad, esa individualidad, algo que hace que el "yo" sea "yo". Creemos que se encuentra en algún lugar adentro, aunque es un poco vago dónde podríamos encontrarlo; tenemos todo tipo de nociones extrañas: "Anoche estaba borracho, no era yo mismo”.

La refutación de tal "yo" falso, uno cuya existencia está establecida por alguna característica definitoria única del lado del "yo" o del lado de los agregados, nos lleva a la visión Prasánguika de la vacuidad, que la existencia del yo o de cualquier cosa se establece meramente en términos de una etiqueta, un concepto del "yo". No hay nada del lado del objeto de referencia que lo establezca o lo convierta en un elemento conocible y único que pueda ser conocido. No hay nada del lado del objeto que establezca una especie de perímetro, como una capa de plástico que haga de esta cosa un elemento, un elemento único que puede ser conocido, en este caso el "yo". A menudo, pensamos en esto en términos de características definitorias: hay características definitorias del lado del objeto que lo convierte en lo que es, lo define como "yo". “Esto es lo que hace que ‘yo’ sea ‘yo’”.

Sin embargo, el “yo” aún funciona

Pero, cuando refutamos eso, no es que nos quedemos sin un “yo”. Este es el sin embargo más importante: “Sin embargo estoy aquí, estoy hablando, me siento feliz, me siento infeliz. Aún necesito levantarme por la mañana, vestirme e ir a trabajar o a la escuela”. Pero todo eso puede funcionar y operar debido a que no hay nada del lado del objeto que lo establezca. Si hubiera algo del lado de un objeto estableciéndolo, sería como una pelota de ping-pong, como lo describí; no podría interactuar con nada, simplemente estaría allí. ¿Cómo podría aprender algo? Si aprendiera algo de alguien más o de un libro, ya no sería "yo", porque eso es algo además de "mí". Se vuelve realmente extraño si revisamos todas las consecuencias absurdas de creer en estas formas imposibles de existir.

Así que siempre tenemos que tener en cuenta esta palabra, “sin embargo”. Sin embargo, a pesar de que el yo está desprovisto de todas estas formas imposibles de existir, sin embargo, sigo funcionando, haciendo cosas y todavía puedo alcanzar la iluminación. Así que simplemente trabajamos y lo hacemos para acumular fuerza positiva, entender, estudiar, pensar, meditar, ayudar a los demás, etcétera, sin preocuparnos de: “¡Oh! Tengo que ser un 'yo' único y expresar mi individualidad” y “¿Le voy a gustar a esta persona?” y “¿Qué van a pensar de mí?” y todo este tipo de cosas. No necesitamos nada de eso; eso es lo que yo llamo basura, basura mental. Se basa en una idea falsa: "hay un pequeño yo dentro que tengo que proteger".

El mismo análisis se aplica a otras personas también. Tenemos muchas dificultades con otras personas debido a esta visión errónea de pensar que hay algo especial, único, del lado de la otra persona que los hace ser quienes son. Entonces, “mucha gente está ahí afuera”, y así sucesivamente, “y puede que les guste y me amen, pero eso no cuenta, quiero que tú me ames. Ahora eres el que realmente marca la diferencia para ”. ¿Por qué? “Porque debe haber algo especial de tu lado que te haga ser , el único”, y “Tengo que tenerte, exclusivamente a ti, desde tu lado, ámame a ”, por supuesto, nos alteramos mucho cuando eso no pasa.

Lo mismo en términos de objetos: “mi computadora” y “hay algo en el lado de esta que la hace mía” o “después de todo, yo la compré”. Pensamos en términos de objetos que también tienen la misma identidad falsa, algo del lado del objeto que lo hace ser, como en el ejemplo anterior, un reloj, y entonces el niño que lo ve como un juguete es estúpido o peligroso, que lo va a romper. Ahora, podría romperlo, eso es cierto, pero te enojas tanto: “Este es mi objeto querido y esta persona piensa que es un pedazo de chatarra. Pueden ver claramente que hay valor desde el lado del objeto que lo hace hermoso y costoso”, y así sucesivamente. Tenemos todo tipo de emociones perturbadoras.

O pensamos en términos de un problema: "tengo un problema", y pensamos que hay algo del lado del problema que lo convierte en un problema, como si fuera una bola grande y horrible ahí fuera. Si fuera así, debería ser un problema para todos y no habría manera de quitarse ese problema, porque: “¡Ahí está, sentado!”. Hay algo desde su lado que lo convierte en un problema. Este problema, en términos de: "Sí, existen estas dificultades" y demás, "lo etiqueté como un problema", pero ha surgido de causas y circunstancias que pueden verse afectadas y pueden cambiar, entonces: "no es la gran cosa". No hay nada inherente, que se pueda encontrar en él, sentado allí, que lo convierta en un problema sólido por sí mismo, por su propio poder.

Enfocarse en la vacuidad

Cuando nos enfocamos en la vacuidad o el vacío, en lo que nos estamos enfocando es en que “no existe tal cosa, nunca la hubo, ni la habrá.” Aunque puede parecer que existe este "yo" imposible, ese sentimiento no se refiere a nada existente, a nada real. "No existe tal cosa" y luego cortamos esta creencia y cualquier idea de que exista tal cosa.

¿Ustedes conocen a Papá Noel aquí, o Santa Claus? Vi a alguien afuera en la calle, vestido con un traje rojo y un sombrero gracioso. Oh, ¿tienen un Padre Frost aquí? ¡Buen ejemplo! Aquí hay alguien, un hombre que está vestido como el Padre Frost, se parece al Padre Frost y creo que es el Padre Frost, pero luego, después de pensar y pensar, descubro que: "Oye, no hay ningún Padre Frost". Entonces, ¿qué me queda? Me quedo con un hombre que se parece al Padre Frost, pero que no es el Padre Frost. Así que me quedo con algo, la base. La base es el hombre. No estamos negando al hombre; lo que estamos negando es la apariencia engañosa. "¡Parece que este es realmente el Padre Frost!". Luego, con la comprensión de la vacuidad, no se trata de que entendemos que él no es el Padre Frost, pero que el que está en la otra esquina sí es el Padre Frost; no es así. Lo que entendemos es: "No existe tal cosa como el Padre Frost"; así que esta es una apariencia engañosa.

Eso es exactamente lo mismo. Hay un “yo” convencional que parece como si existiera como el “yo falso”, pero no existe tal cosa como el “yo falso”. No se refiere a nada real; así nos quedamos con el “yo” convencional que parece y se siente como el “yo falso” y, en algún momento, cuanto más nos familiarizamos y nos habituamos a este entendimiento de que “no hay tal cosa”, la mente dejará de proyectar esta apariencia engañosa. Así que pensemos en eso por un momento.

[Meditación]

¿Qué establece la individualidad?

¿Cuál es el papel de esa singularidad o individualidad? Porque dijiste que no hay un yo único, porque acabas de mencionar que el Buda Maitreya no es el Buda Shakyamuni, etc. Varios yos son únicos, funcionan como individuos con conciencia sin principio. Entonces, ¿cuál es el límite entre no ser único, sino ser individual?

Todos somos individuos, pero no hay nada del lado de cada uno de nosotros que nos haga ser ese individuo; no se puede encontrar nada. Incluso si pensamos en términos de genes y cromosomas y ese tipo de cosas, cuando observamos profundamente, están los diversos químicos, compuestos de varios átomos, y estos de varios electrones, quarks, etc. No se puede encontrar nada.

Entonces, convencionalmente, podemos decir que existen ciertas características definitorias, en términos del karma y la continuidad de causa y efecto, y así sucesivamente. Así, el propio continuo mental es un continuo basado en causa y efecto. Continuamos a través de la causa y el efecto y el otro está basado en un flujo de continuidad de causa y efecto diferente. Pero no es que esta secuencia de causa y efecto esté ahí, sentada en algún lugar del lado del objeto. Los hábitos y las tendencias kármicas, etc., son imputaciones sobre el continuo de los agregados, al igual que el yo y su existencia también se establece meramente en términos de etiquetado mental con conceptos y designación con palabras.

Veamos la causa y el efecto. Un ejemplo simple que siempre se usa en el budismo es “una semilla y un brote”. Un brote es el resultado de la semilla. Una semilla es la causa del brote. ¿Hay algo del lado del brote que se pueda encontrar que diga: “Vengo de esa semilla”? ¿Hay algo del lado de la semilla que diga: “Voy a dar surgimiento a ese brote”? No, obviamente no. Entonces, ¿qué establece que la semilla sea la causa del brote y el brote el resultado de la semilla? ¿Qué establece eso? ¿Qué prueba eso? ¿Cómo se establece eso? Se establece en términos de etiquetar mentalmente "esto es causa y efecto", basado en el concepto de causa y efecto ¿Fue la semilla la causa del brote? Sí. El " factor sin embargo". ¿Importaba si yo sabía o no que esta semilla era la causa del brote? No, no hace ninguna diferencia en absoluto. Eso requiere mucho pensamiento.

¿Es la mente de luz clara el yo?

Ayer hablaste sobre el nivel más sutil de la mente, aparentemente la mente de luz clara, que conecta todas nuestras experiencias y tiene diferentes vidas, renaciendo y demás, y subyace a todas las experiencias que estamos teniendo. Eso suena bastante parecido a algo de lo que estás hablando ahora, el "yo verdadero", lo que es un yo subyacente, que es únicamente nuestro. Entonces, ¿cómo correspondería eso?

¡No! Si preguntamos: “¿Qué es lo que tiene continuidad sin principio ni fin?”, podríamos decir: “la mente más sutil, con la energía más sutil que es la base de ella”. Y esa es la base sobre la cual se imputa el “yo” convencional, así como las tendencias kármicas, los hábitos, etc. También es la base para etiquetar los conceptos de "yo", las tendencias y hábitos kármicos y también es la base para la designación con las palabras "yo", tendencias y hábitos kármicos. Pero la base de la designación no es lo mismo que aquello a lo que se refiere la designación. Es por eso que dije que, para comprender realmente la vacuidad, uno tiene que comprender correctamente el etiquetado mental y la designación: todos los componentes involucrados en el etiquetado y la designación.

Recuerden el ejemplo, una naranja no es una forma coloreada, no es un olor, no es un sabor. Esas fueron la base para la designación y una naranja no es la palabra "naranja". No es un patrón acústico sin sentido que un grupo de personas decidió usar para representar este objeto, este objeto convencional, que ahora van a llamar “una naranja”. Ya saben, es realmente extraño: también tenemos la convención de que ciertas líneas en una hoja de papel también representan este objeto. Eso es realmente extraño, si pensamos en ello.

La ignorancia no tiene principio

Esta ignorancia masoquista e innata, ¿de dónde viene en primer lugar? ¿A qué fin sirve?

Para nosotros los Occidentales, esto es algo muy difícil de entender para poder trabajar con ello. Pero hablamos en términos de continuidad sin principio; hay una mente sin principio, un continuo mental sin principio, una confusión sin principio, un no darse cuenta sin principio, un no darse cuenta que surge automáticamente, sin principio. No fueron creadas por alguien, ni sirven para el propósito de alguien. Nadie nos lo puso a modo de prueba ni nada por el estilo, ni como un truco desagradable o una mala broma.

Lo que es tan desagradable es que automáticamente se siente así, debido a nuestros cuerpos y mentes limitados. Se siente así: se siente como: "soy un 'yo' separado, autosuficientemente conocible, que se puede encontrar", y ese no es solo el caso cuando ese continuo mental con la etiqueta "yo", por varias razones kármicas, está asociado a un cuerpo humano. También sucede cuando está asociado con el cuerpo de un insecto o con cualquier cuerpo.

Pon tu dedo hacia abajo para evitar que una hormiga se mueva y la hormiga huirá en otra dirección; coloca un trozo de papel para intentar que la hormiga se suba a él y se escapará ¿Por qué? Al pensar en términos de “yo”, puede que no tenga la palabra "yo", pero ciertamente tiene un concepto del "yo" y está tratando de defenderlo. Sin principio, eso es realmente difícil de entender.

Si vemos las cosas en términos de causa y efecto, entonces cada causa es un efecto, un resultado de la causa anterior. Entonces, si vemos: "Aquí está la causa y aquí está el efecto", y queremos encontrar la primera causa por excelencia, no podemos encontrarla, porque cada causa es el resultado de otra cosa. Entonces, tal vez esa sea una forma útil de llegar a "sin principio", porque ese es siempre el problema con un creador, tienes la primera causa, un creador. ¿De dónde vino el creador? Tendrías que decir que el creador siempre estuvo allí o vino de la nada.

Esta discusión puede tornarse muy, muy profunda muy rápidamente, a medida que nos adentramos en toda la discusión sobre el tiempo, y este tipo de cosas. Especialmente si queremos verlo desde el punto de vista del Big Bang: el tiempo y el espacio empezando con el Big Bang, entonces no tiene ningún sentido hablar de alguien que crea el Big Bang, porque la misma creación implica tiempo y si el tiempo fue lo que fue creado, ¿cómo se puede tener una variante de tiempo de lo que lo creó? Así que todo empieza a volverse muy, muy metafísicamente problemático. Entonces, el problema, dicho de manera muy simple, es: "¿Cómo puedes tener un principio del principio?" “¿Cómo puedes crear un comienzo?”. Crear un principio implica que hubo algo antes del principio.

Debemos entender esto en el contexto de "ciclos" y, por lo tanto, un universo, y hay múltiples universos, innumerables universos, pero cualquier universo específico va a pasar por un ciclo. Dentro de ese ciclo de evolución, mantenimiento, desintegración y luego vacío, hay un cierto período en el que ese sistema de mundos será capaz de sustentar vida, los seres sintientes, la vida sintiente y entonces se obtiene, básicamente, la versión del Buda de evolución, de cuáles formas de vida están disponibles dentro de ese sistema de mundo en el que los continuos mentales podrían encarnar.

Entonces, cualquier universo individual tendrá un principio, en términos de su ciclo, pero no hay un comienzo para los ciclos en general, no hay un primer ciclo. Hay innumerables universos y todos están pasando por el ciclo y no de manera sincrónica. Así que siempre hay algún lugar donde los seres sintientes van a renacer; los seres sintientes no nacerán siempre en el mismo sistema de mundo o universo.

Pasar de una comprensión conceptual a una no conceptual de la vacuidad

Para citar las palabras de Chogyam Trungpa Rinpoche en su libro Cortar a través del materialismo espiritual, quien dijo que la razón por la que no obtenemos la realización de la vacuidad es porque estamos intentando realizarla. Entonces, ¿cómo funciona eso?

Esto se refiere a cómo pasas de una comprensión conceptual a una no conceptual de la vacuidad. El punto es que, si conviertes la vacuidad y la comprensión de la vacuidad en una cosa, entonces eso se basa en un concepto erróneo. Concebimos el “yo” como una “pelota de ping-pong” aquí, y la vacuidad como una pelota de ping-pong allá, mi comprensión de esto es otra pelota, que tengo que conectar con esa. Y estás trabajando muy duro para que ese "yo" lo consiga; por supuesto, nunca lo conseguiremos, porque tenemos una idea equivocada de todo el proceso.

Eso no significa que no apliquemos un esfuerzo continuo para comprender la vacuidad, no la vamos a entender simplemente sentándonos en nuestra silla al sol, bebiendo limonada, eso no va a pasar. Lo sabemos por nuestra experiencia, si concebimos la idea: “¡Ahora voy a pasar un buen momento!” ¿Han tenido ese concepto? “¡Ahora voy a tratar de pasar un buen momento!”. No funciona, ¿verdad? Entonces, media hora antes de que me tenga que ir, les puedo decir: “Sí, voy a pasarla bien ahora”, mejor que sea rápido, porque el tiempo se acaba. Eso siempre lo arruina, si estás con alguien y le dices: “¿Acaso no estamos pasando un buen momento?”. Como si hubiera algo del lado del “buen momento”, convirtiéndolo en un buen momento, y ahí está sentada afuera esta pelota de ping-pong, un buen momento, y tenemos que encontrarla, y tal vez esté en la discoteca o en la fiesta de allá.

El propósito de las visiones filosóficas sobre la vacuidad

¿Cuál fue la intención detrás del desarrollo de la filosofía budista? Porque se suele decir que todas esas cosas, todas esas enseñanzas se aplican a nosotros como remedios y son para ayudar a los seres sintientes. Son para nosotros, nos tratan y ayudan a alcanzar la liberación o la iluminación de innumerables seres. Todas estas escuelas filosóficas superiores del budismo Mahayana, protegen y ayudan a todos los seres y muchos obtuvieron la iluminación usándolas como sus puntos de vista últimos. Entonces, ¿cuál es la intención detrás de todo el desarrollo y detrás de Lama Tsongkhapa, por ejemplo, reinventando todo y reescribiéndolo, si un gran número de seres antes de Lama Tsongkhapa alcanzaron, con esa comprensión, la iluminación, en el Tíbet y fuera de él? ¿Cuál es el punto detrás de la evolución de esta filosofía, desde los inicios, de la manera en que fue dada por el Buda o por Nagáryuna?

La forma en que el Buda presentó las enseñanzas podría haber sido clara para algunos arhats en los primeros días, quienes pudieron entender directamente lo que dijo. Pero para la mayoría de los otros, con el paso del tiempo, se volvió poco claro y confuso lo que se decía en los sutras, y así surgen los comentarios indios. Aunque al principio tal vez estaban claras, más tarde para la gente no era claro lo que significaban por lo que se tienen más comentarios. Así, la razón de escribir más y más comentarios a lo largo del tiempo es hacerlas más claras para las personas de este tiempo presente, para quienes las presentaciones iniciales ya no resultaban sumamente claras.

Además, como ha señalado Su Santidad el Dalái Lama, hubo muchos maestros en el pasado que eran practicantes realmente muy, muy desarrollados y alcanzaron logros muy, muy altos (si alcanzaron o no la iluminación es irrelevante), pero alcanzaron logros muy altos. Pero no eran muy buenos para expresarse; entonces los textos que escribieron eran confusos, nada claros.  Obtuvieron realizaciones muy altas; el hecho de que logres altas realizaciones no significa que puedas explicarlo a los demás y escribir textos que sean claros.

Además, los tiempos y las formas de pensar cambian, y es necesario explicar las cosas de una manera que la gente de tu época y tu cultura puedan entender. Escuchamos las enseñanzas explicadas para los tibetanos con ejemplos de yaks y burros y tal vez eso no tenga mucho sentido para nosotros; pero si nos las explican en términos de trabajar con una computadora, puede que nos sea más fácil de entender. Ya saben: “No sean como el asno, que cuando se le echa oro en la oreja, lo sacude”. Este muy buen ejemplo, podemos entenderlo, pero: "No seas como alguien que tiene un archivo en su computadora, se olvida de guardarlo y luego lo pierde". ¿Con qué ejemplo nos podemos relacionar? Algunas personas pueden identificarse con un ejemplo o con el otro. “Si tengo una computadora y no tengo un burro, puedo relacionarme con el ejemplo de la computadora”.

La necesidad de construir fuerza positiva para comprender la vacuidad

Con suerte, ahora tenemos una idea general sobre a qué se refiere la vacuidad; es muy difícil entenderla realmente, e incluso si la entendemos, es difícil tener una convicción profunda y visceral de que eso es así. Para comprenderla, no es suficiente simplemente escuchar, pensar y tratar de meditar. No es suficiente hacerlo para obtener conocimiento; eso no es suficiente. Porque, ya saben, tenemos muchos -lo que en Occidente llamaríamos- "bloqueos mentales", que "simplemente no entiendo y hay una especie de bloqueo que me impide entender realmente esto". Entonces, para atravesar estos bloqueos mentales, lo que necesitamos es una gran cantidad de fuerza positiva.

Es por eso que necesitamos hacer muchas cosas constructivas: ayudar a los demás, hacer postraciones, o lo que sea, para construir este entramado de fuerza positiva, que a veces se traduce como "colección de mérito", pero suena como si tuvieras que coleccionar suficientes sellos para ganar un premio. Tienes que construir suficiente fuerza positiva. Es como poner suficiente carga en una batería para que se encienda. Debemos poner suficiente energía y fuerza positiva, para que podamos romper el bloqueo mental y entender algo. Esto es muy, muy cierto. Entonces, esta imagen de cargar una batería para que funcione, creo que es muy útil. No es que tengamos que hacer ciertas cosas y luego ganar, es casi como comprar el entendimiento o ganarlo, eso es mérito, por ser merecedores. Esta manera o forma de entender, de concebir el proceso es bastante falsa.

Simplemente hacer acciones positivas no es suficiente; tiene que ser con la motivación adecuada y la dedicación de esa fuerza positiva: “Que contribuya a obtener la bodichita, a obtener la comprensión de la vacuidad, de modo que actúe como causa para alcanzar la iluminación en beneficio de todos”. Sin esa adecuada dedicación, solo estamos acumulando una carga positiva en la batería para hacer funcionar un estúpido auto de juguete que da vueltas en círculos una y otra vez y hace que el samsara sea agradable y placentero. Entonces, pensamos: “Cualquier fuerza positiva y comprensión que haya surgido de esto, que actúe como una causa para comprender realmente la vacuidad con plena bodichita, para que podamos alcanzar la iluminación en beneficio de todos”.

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