Mahamudra sutra y tantra
Hay varias tradiciones de mahamudra: está la tradición del sutra y la tradición del tantra. Las tradiciones del sutra involucran los diversos métodos para meditar en la vacuidad, que es la ausencia de todas las formas fantasiosas e imposibles de existir. La tradición del tantra son las meditaciones sobre la luz clara. Dice en el texto, “El primero” refiriéndose a las formas de meditar en mahamudra según el sutra:
El primero se refiere a las formas de meditar en la vacuidad según se indica directamente en los Sutras ampliados, intermedios y breves (Sutras del Prajnaparamita). El supremamente realizado Arya Nagáryuna ha dicho: “Excepto por esto, no hay otro camino de la mente que conduzca a la liberación”. Aquí daré instrucción relevante sobre mahamudra de acuerdo con estas intenciones suyas y discutiré los métodos que te llevan a conocer la mente, cara a cara, de acuerdo con la exposición de los maestros del linaje.
Desde el punto de vista de los nombres atribuidos individualmente, existen numerosas tradiciones, como las de surgir simultáneamente como fusionado, la caja del amuleto, poseer cinco, las seis esferas de igual sabor, las cuatro sílabas, el pacificador, el objeto a ser cortado, dzogchen, la visión discursiva Madyámaka, etc. Sin embargo, cuando son escudriñados por un yogui, erudito en escritura y lógica y experimentado (en meditación), se ve que todos sus significados definitivos llegan al mismo punto pretendido.
Y así, para esta (tradición sutra del mahamudra), de los dos métodos, a saber, buscar un estado meditativo además de haber obtenido una visión correcta (de la vacuidad) y buscar una visión correcta además de un estado meditativo, (explicaré) aquí de acuerdo con el último método.
Nuevamente, el texto se refiere a los métodos del sutra y el tantra. El método del sutra es meditar sobre la vacuidad, la ausencia de existencia encontrable, mientras que, en el método tántrico, la meditación es sobre la luz clara. En cualquier caso, todo llega al mismo punto. Hay varios métodos para esto en las diferentes tradiciones Nyingma, Kagyu, Sakya y Gelug. Tienen terminología diferente y métodos ligeramente diferentes, pero todos se dirigen al mismo punto.
En términos del método del sutra, dice el texto, primero se obtiene una visión correcta de la realidad y luego se medita en la naturaleza de la mente en términos de eso, o primero se medita en la mente y luego se busca una visión correcta de la realidad en términos de eso. Lo que se discute aquí se refiere a esta última técnica, algunos de los métodos que se han discutido anteriormente.
La práctica real de la meditación
Entonces, aquí se discuten dos métodos: el primero es meditar en la mente después de haber obtenido una visión correcta de la realidad. El otro es primero meditar en la mente y luego obtener una visión correcta. De acuerdo con el segundo método, primero logras shámata, un estado mental tranquilo y estable, y luego, al haber logrado eso, obtienes un estado mental excepcionalmente perceptivo o vipáshana, sobre la base de haber aquietado y asentado tu mente en shámata. Los métodos para hacerlo implican estar en un lugar propicio para obtener concentración. Este es un lugar aislado, extremadamente tranquilo, donde no te va a molestar mucho el ruido de los pájaros o los ladridos de los perros, un lugar muy tranquilo donde es fácil conseguir todo lo necesario para sostener tu meditación.
El texto explica:
En un asiento propicio para la estabilidad mental, asume la postura corporal de los siete puntos y purifícate de forma pura con una serie de los nueve sabores de la respiración. Al haber separado completamente los estados de conciencia turbios de los lúcidos, entonces, con una mente puramente constructiva, dirige (hacia tu gurú raíz) tu toma de dirección segura y la reafirmación de tu anhelo por la bodichita. A continuación, medita en un camino profundo del yoga del gurú y, después de hacer cientos de solicitudes muy fuertes y fervientes, disuelve a tu gurú (visualizado) en ti mismo.
Cuando meditas, necesitas sentarte en un asiento adecuado y en el tipo de postura adecuado, la postura de siete u ocho partes de Vairochana, como se discutió anteriormente. Luego están los diversos métodos involucrados en aquietar y asentar la mente.
Sentado en la postura de siete u ocho partes de Vairochana, comienzas por tomar refugio, en otras palabras, reafirmas la dirección segura y sólida que tomas en la vida, y luego vuelves a dedicar tu corazón a los demás y a la iluminación, en otras palabras, desarrollas bodichita. A continuación, realizas las diversas prácticas del yoga del gurú, que son las prácticas para integrarte con tu maestro espiritual incomparable. Después de hacer esas prácticas y hacer solicitudes, admites abiertamente todos los errores que has cometido en el pasado, para purificarte, etc. Luego imaginas que tu maestro espiritual visualizado frente a ti se disuelve en ti, que todas las apariencias desaparecen y luego te quedas muy quieto en un estado de absorción total, un estado en el que todo ha desaparecido, y simplemente te quedas muy quieto.
En este estado de quietud, procedes:
Permanece absorto por un tiempo firmemente en ese estado que no tiene el borboteo de la creación de apariencias y las apariencias (de "esto" y "no aquello"). No discurras nada con pensamientos tales como expectativas o preocupaciones. Esto no significa, sin embargo, que ceses toda atención como si te hubieras desmayado o dormido. Por el contrario, debes atar (tu atención) al poste de la recordación para no divagar, y colocar la vigilancia para darte cuenta de cualquier movimiento mental.
No se deben tener pensamientos ni esperanzas de obtener nada especial, ya sea en un nivel temporal o definitivo. No debes tener expectativas y tampoco preocupaciones como: "Espero no volverme infeliz o que las cosas no vayan a funcionar, ya sea en un nivel temporal o último". En otras palabras, te sientas allí sin preocupaciones, pensamientos prejuiciosos, esperanzas o expectativas.
Sentado en este estado, debes enfocarte en el objeto que estás usando para obtener un estado mental tranquilo y estable y con el que estás tratando de obtener una concentración unipuntual, y no debe ser como si te hubieras desmayado o desvanecido. En otras palabras, no debes volverte completamente inconsciente mientras te enfocas, sino que debes mantener una recordación muy estable de lo que está sucediendo. Debes estar extremadamente alerta y consciente. Sería, por ejemplo, como cuando conduces un automóvil, tienes que estar muy atento a lo que estás haciendo y estar atento a los automóviles que vienen en la otra dirección o desde las calles laterales, etc. Si no tienes presencia mental mientras conduces, corres el peligro de tener un accidente y ser golpeado por algo. Lo mismo cuando estás caminando; si no estás atento mientras caminas, puedes tropezar y caer muy fácilmente. Lo mismo aplica cuando estás meditando, te enfocas en el objeto y permaneces muy atento y consciente de lo que estás haciendo, igual que si estuvieras conduciendo un automóvil.
Conservas esta recordación para permanecer en lo que estás haciendo y tu mente no cae en la inconsciencia, el olvido o en una gran cantidad de divagaciones mentales. Asimismo, posicionas el estado de alerta, que es la función que vigila lo que estás haciendo y se da cuenta cuando tienes sopor mental o volatilidad mental y tu mente se distrae por todos lados, y luego la traes de vuelta al objeto de meditación. Así que usas estas dos funciones, la recordación para adherirte a lo que estás haciendo y el estado de alerta para mantener un control de que no estás cayendo en ninguno de los obstáculos para la concentración.
¿Cómo lidiar con los pensamientos que surgen?
Refuerza con firmeza (la sujeción de tu recordación) sobre aquello que tiene la naturaleza esencial de la claridad y el darse cuenta, y contémplalo directamente. Cualesquiera pensamientos que puedan surgir, reconócelos como siendo eso y aquello. Alternativamente, como un duelista, corta los pensamientos por completo, ¡zas, zas!, tan pronto como ocurran.
En el método mahamudra descrito aquí, la técnica consiste simplemente en usar la mente misma como el objeto central para lograr la concentración, pero ya sea que hagas eso o te concentres en un pequeño objeto visualizado, a saber, la forma de un Buda frente a ti, las técnicas involucradas son exactamente las mismas. Cuando estés sentado allí vigilando con tu estado de alerta cualquier divagación mental o pensamientos discursivos que puedan surgir, debes tener un tipo de mente similar a cuando estás practicando un arte marcial. En otras palabras, cuando estés sentado allí, si alguien fuera a atacarte con un cuchillo, una lanza o algo así, tu estado de alerta estaría justo en el lugar, de modo que cuando vieras que el arma viene hacia ti, inmediatamente la agarrarías y la detendrías, o harías algo para evitar que te golpee. Asimismo, deberías tener el mismo tipo de alerta con respecto a cualquiera de esos pensamientos salvajes que puedan surgir en tu mente, que te distraen de tu concentración y, tan pronto como surjan, como en un duelo o en un combate de artes marciales, lidiar con ellos inmediatamente, deshacerte de ellos, y volver a tu concentración.
¿Cómo proceder a partir de ahí y mantener el equilibrio correcto en tu meditación?
Una vez que los hayas cortado por completo y hayas asentado (tu mente), entonces, sin perder la recordación, relájate y suéltate. Como se ha dicho: “Relaja y afloja su firme tensión y ahí está el estado mental establecido”. Y en otros lugares: “Cuando la mente misma, atrapada en un enredo, se suelta, no hay duda de que se libera”. Al igual que estas afirmaciones, afloja, pero sin divagación alguna.
Además, cuando intentas concentrarte y calmar tu mente, si presionas demasiado, si aprietas demasiado y lo fuerzas, existe el peligro de que te pongas bastante nervioso y tenso, y tu mente tenderá a volverse agitada y volátil, y se dispersará porque la estás presionando demasiado. En ese caso, tendrás que relajar el control de tu mente y no estar tan tenso cuando estés meditando. Por otro lado, si estás demasiado relajado y demasiado casual en lo que estás haciendo, entonces el peligro es que te vuelvas soporoso y te sumerjas en todos los tipos de sopor mental que pueden surgir, estar desconectado y demás. Por lo tanto, debes tener un equilibrio cuidadoso entre estar demasiado tenso por un lado y estar demasiado relajado, casual y distraído por el otro, y simplemente mantener un equilibrio entre los dos para que estés meditando perfectamente en sintonía.
Sería como si tuvieras un pajarito en la mano. Si lo sujetaras con demasiada fuerza, lo aplastarías hasta matarlo, mientras que, si lo sujetaras con demasiada holgura, el pájaro saldría volando. Por lo tanto, debes tener la cantidad justa de fuerza en tu agarre para que no lo pierdas ni lo dañes. Lo mismo es cierto en términos de sostener un objeto de concentración. No debes apretarlo con demasiada fuerza, estar demasiado tenso ni presionar, ni debes estar tan flojo o casual que lo pierdas en el sopor. Es muy importante mantener el equilibrio y meditar a un nivel muy uniforme, ni demasiado apretado ni demasiado flojo.
Cuando observas la naturaleza de cualquier pensamiento que surge, desaparece por sí mismo y surge una absoluta desnudez. Del mismo modo, cuando inspeccionas cuando está asentada, ves una claridad y una desnudez vívidas y no obstructivas. (Esto es) bien conocido como “las (mentes) asentadas y móviles mezcladas”.
También hay un método para lidiar con varios pensamientos salvajes que surgen, que consiste en ver la naturaleza de los pensamientos y observarlos. Al hacer esto, encontrarás que los pensamientos desaparecen naturalmente por sí mismos cuando los miras. Alternativamente, si surgen pensamientos, puedes concentrarte en el pensamiento mismo. Centrarse en el pensamiento mismo y confrontarlo directamente y examinarlo evitará que surjan más pensamientos que perturben tu meditación.
(Así,) sin importar qué pensamiento surja, cuando, sin bloquearlo, reconoces (que es) un movimiento (de la mente) y te has asentado en su naturaleza esencial, (encuentras) que es como el ejemplo del vuelo de un pájaro confinado en un barco. Como se dice: “Así como un cuervo que ha volado de un barco, después de dar vueltas en las direcciones, debe volver a posarse en él...”.
Si un pájaro en una jaula grande en un zoológico trata de volar, puede volar, pero solo puede volar dentro de los límites de la jaula; y cuando aterriza, el único lugar donde puede bajar es dentro de la jaula, de regreso al sitio dentro de este espacio confinado donde normalmente se posa. Lo mismo es cierto cuando tus pensamientos salen volando. No hay ningún lugar al que puedan ir y, de hecho, una vez que el pensamiento se ha agotado, lo único a lo que puede volver es, de nuevo, a la mente misma. De esta manera, cuando los pensamientos surjan, si solo miras lo que están haciendo, encontrarás que los pensamientos mismos se asentarán y nuevamente te quedarás enfocado en la mente misma. El comentario dice, no mires los diversos pensamientos que surgen en la mente como faltas terribles, y no medites de manera tensa tratando de alcanzar un estado sin pensamientos discursivos, sino solo posiciónate con alerta para ver la naturaleza de la mente y la meditación misma se asentará naturalmente en un estado tranquilo y estable de shámata.
Además, el comentario describe seis métodos para calmar la mente. El primer método es asentar la mente para que sea como el sol que brilla en el cielo, sin que ninguna nube lo oscurezca. Esto se refiere a que la mente brille como el resplandor del sol, no oscurecida por ninguna nube de sopor o agitación o cualquiera de esos otros obstáculos para la concentración, simplemente dejar que la mente brille en un estado claro por sí misma.
Entonces tenemos el primero, que es como la luz del sol libre de nubes. El sol es extremadamente claro y lúcido y, así como el sol permanece así, la naturaleza de la mente es algo que en sí misma es muy clara. Por lo tanto, trata de evitar que se oscurezca por el sopor, la agitación o varios pensamientos y simplemente deja que la mente sea como un sol libre de nubes.
El segundo método es como un águila que vuela por el cielo. Un águila puede volar por el cielo sin ningún esfuerzo, simplemente vuela abriendo sus alas; no tiene que agitarlas. De la misma manera, un avión atraviesa el cielo sin tener que batir las alas, simplemente vuela recto. Lo mismo sería cierto con la mente misma, simplemente dejas que la mente vuele como un águila en su estado natural de claridad, sin presionarla demasiado ni dejar que se suelte demasiado, sino simplemente dejándola volar como un águila que no tiene que batir sus alas.
Luego, el tercero es como tener un gran barco en el océano. Aunque el barco puede ser empujado por las olas que se levantan, se mantiene relativamente estable. Sin ser molestado por las pequeñas olas del océano, simplemente avanza. Lo mismo en términos de la mente, aunque los diversos pensamientos sutiles pueden surgir como pequeñas olas, sin embargo, no te distraes con grandes trastornos importantes. La mente sigue su curso como un gran barco.
El cuarto método es que la mente es como un niño pequeño que observa los murales en la pared de un templo. El niño entra y mira a su alrededor de una manera muy general, sin fijarse en todos los pequeños detalles del cuadro, sino que los ve en general y avanza. De la misma manera, cuando surgen varios pensamientos de deseo, ira, etc., no les prestas demasiada atención. No te enfocas en ellos, los separas y miras cada detalle lacerante de ellos, sino que, como un niño que mira un mural, simplemente los notas y continúas sin prestar mucha atención y sin quedar atrapado en ellos.
La quinta forma es ser como un pájaro que vuela por el cielo sin dejar rastro. En otras palabras, el pájaro vuela por el cielo sin dejar huellas ni nada por el estilo. De la misma manera, cuando estás meditando, independientemente del tipo de sentimiento que estés experimentando, ya sea feliz, triste o indiferente, o si te viene a la mente algún tipo de cosa, sigues adelante sin que deje rastro en tu mente. En otras palabras, no permites que tu mente se vuelva pegajosa, que se infecte y se aferre a cualquiera de los sentimientos o estados de ánimo que surjan, sino que, como un pájaro que vuela por el cielo, continúas sin dejar rastro alguno.
El sexto es meditar como un trozo de algodón suave. El algodón no se vuelve áspero; se mantiene suave y esponjoso a medida que recorre el aire y demás. Lo mismo cuando meditas, no debes dejar que tu mente se vuelva enredada y revuelta, sino que debe permanecer suelta y esponjosa como un trozo de algodón. Esto no significa que se afloje tanto como para perderlo todo, sino que debe ser elástica y saltarina para avanzar sin enredarse ni volverse pesada.
Estas son las seis analogías de diferentes formas en las que puedes asentar tu mente. Así como el sol libre de nubes, como un águila volando, como un barco que atraviesa el océano sin volcarse, como un niño mirando un mural en un templo, como un pájaro que vuela por el cielo sin dejar rastro y como un pequeño trozo de algodón.
De cultivar métodos como este, ¿qué sucede? ¿Qué resulta?
Al cultivar tales (métodos como estos, te das cuenta de que), dado que la naturaleza esencial de la mente totalmente absorta es la lucidez y la claridad, no obstruida por nada y no establecida como ninguna forma de fenómeno físico es, como el espacio, una desnudez absoluta que permite que cualquier cosa surja y sea vívida. Sin embargo, aunque la naturaleza real de la mente puede verse directamente, con una percepción excepcional, como tal, no puede tomarse como un “esto” y ser (verbalmente) indicado.
El comentario de esto prácticamente solo repite y parafrasea eso. Dice:
Al cultivar esto, verás que la naturaleza de la mente asentada unipuntual es algo que es claro y lúcido y no oscurecida por nada. No es una forma de fenómeno material, es una desnudez que no está obstruida como el espacio y, sin importar qué tipo de cinco objetos sensoriales surjan, lo visible, sonido, olor, sabor y tacto, y sin importar qué clase de objeto surja, lo refleja. Lo hace claro como un espejo que aclara una imagen y todo puede surgir en ella muy vívidamente.
Por lo tanto, deberías permanecer en este estado mental y no obsesionarte con ninguna elaboración intelectual tratando de decir que la mente es esto o aquello, sino simplemente permanecer en ese estado mismo. Si permaneces en ese estado mental claro, lúcido y enfocado, aunque sea muy firme como un estado de samadhi, concentración unipuntual, si ese estado mental no está acompañado o sostenido por un estado de dicha y éxtasis físico y mental, en otras palabras, si tu mente está asentada en una concentración unipuntual, pero no tienes un sentimiento de dicha y regocijo al mismo tiempo, entonces es simplemente un estado mental unipuntual dentro del reino de los objetos sensoriales deseables. Pero, tan pronto como la concentración unipuntual está acompañada por este sentimiento de dicha, entonces se convierte en un estado tranquilo y estable real o shámata.
Este estado tiene muchas grandes cualidades, como todos los diversos tipos de PES, los diferentes poderes, etc. Todos los logros de los diversos caminos de los seres altamente realizados, los aryas, en cualquiera de los tres vehículos: los escuchas, los seres autorrealizados, los seres dedicados, todos ellos se obtienen sobre la base de obtener tal estado mental tranquilo y estable. Así que es algo además de la concentración perfecta; también necesitas tener una sensación de regocijo y dicha. Cuando tienes eso, entonces tiene todas las cualidades de ser capaz de obtener PES y demás, y todos los logros superiores de los caminos de la mente se basan en alcanzar eso.
El texto continúa:
Los grandes meditadores de las Montañas Nevadas son prácticamente de una sola opinión al proclamar que establecer (la mente) en calma, no tomar cognitivamente (como un “esto”) nada que surja, es una pauta para poner a tu alcance la forja de la budeidad. Sea como sea, yo, Chokyi Gyaltsen, digo que este método es un medio hábil maravilloso para que los principiantes logren asentar su mente y es una forma de conocer, cara a cara, (meramente) la naturaleza superficial de la mente que oculta algo más profundo.
Esto quiere decir que tienes que experimentar realmente la naturaleza de la mente en términos de obtener este estado mental tranquilo y estable y que no es algo que puedas indicar con palabras, sino que tienes que experimentarlo tú mismo directamente. Una vez que lo hayas experimentado, permanece en ese estado mental sin aferrarte a él.
Incluso si lo has hecho, aunque algunas personas podrían decir que puedes forjar la budeidad simplemente logrando ese estado mental, el autor dice que esto es simplemente reconocer la naturaleza convencional de la mente y esto oculta algo más profundo.
La discusión real de la naturaleza de la mente se presenta en el texto primero como una presentación general, y luego el texto llega a su esencia. La gente dice que la mente misma es algo con lo que puedes forjar la budeidad y que la budeidad no es algo que necesites buscar afuera, sino que es algo que proviene de tu propia mente. Así que es similar a la búsqueda a la que fueron enviados ayer, salir y buscar la mente en el bosque, en la que, a partir de la experiencia de buscarla allí, ves por ti mismo que no es algo externo, sino que es algo interno. Del mismo modo, descubres que la budeidad tampoco es algo que se pueda encontrar externamente, sino que es algo de lo que te das cuenta internamente cuando realizas la naturaleza de tu mente.
Como explicó el maestro Saraha, la mente es como la semilla de todo en el sentido de que todo depende de la mente. La mente es la fuente del surgimiento de todos los fenómenos incontrolablemente recurrentes, todos los fenómenos del samsara, tanto del entorno como de tu ser. Cuando te encuentras en un tipo de situación incontrolablemente recurrente, eso ocurre en dependencia del estado de tu mente y de las diversas cosas que has construido a través de tu mente. Del mismo modo, los fenómenos liberados de forma natural, en otras palabras, los fenómenos del nirvana que se liberan de un tipo de síndrome tan incontrolablemente recurrente, tal como un estado de liberación, un estado de budeidad, etc., también se producen al apoyarte en tu mente, eliminando todos los diversos obstáculos y demás. Entonces, en este sentido, la mente es lo más crucial porque todo depende de ella.
Preguntas
Las enseñanzas parecen claras, pero mi mente está soporosa. Cuanto más intensas se vuelven las enseñanzas, más vaga se vuelve mi mente.
Deberías montar una tienda en la que vendas tu sopor mental si tienes un gran stock del que necesitas deshacerte. Fabricarlo barato y venderlo.
Estoy bromeando contigo. Puedes ser llamado el mercader del sopor, entra y aburre a todos hasta las lágrimas y vende tu sopor mental. Pero Rinpoche, por supuesto, está bromeando contigo.
Cada vez que trato de pensar en que mi mente está tranquila, tiendo a pensar en ella como si fuera un espejo que ha sido pacificado y aquietado. ¿Cuáles son los ejemplos que usa Rinpoche que difieren de un espejo?
¿Qué ejemplos?
Ejemplos que difieren de esa imagen de un espejo, que es una especie de ser realmente pasivo.
Sí, pero ¿a qué ejemplos te refieres que crees que son diferentes, como el vuelo del pájaro y este tipo de analogías?
La mente en cualquier estado es como un espejo, simplemente reflejando cosas. Entonces, cuando hablan de tener un estado mental tranquilo y estable, ese estado mental es algo que es muy firme y en lo que sea que lo establezcas, la mente permanece así, como algo que se eleva en una dirección y sigue yendo en esa dirección. Sin embargo, ya sea que la mente se asiente o no, siempre es como un espejo, lo refleja todo.
Por la forma en que lo dijiste, parecía que una vez que asentaste la mente, viste que era como un espejo. Pero lo que el texto está diciendo es que el ejemplo del espejo se aplica ya sea que la mente esté asentada o no, siempre es como un espejo. El punto de que está asentada es que luego se vuelve firme, se queda donde quieres ponerla, ya sea quedándose quieta o como cuando algo está volando y se mantiene en el camino.
La distinción para mí es que, por ejemplo, cuando estás dando vueltas en la vida cotidiana, sientes que tienes un propósito. Eres dirigido y estás haciendo lo que sea que estés haciendo. Entonces, en ese sentido, tu mente no es como un espejo. Luego, cuando pienso en meditar, digo: “Haré que mi mente sea pasiva como un espejo y estaré allí, seré pasivo”.
A menos que te cubras la cabeza con una bolsa, tu mente funciona como un espejo en todo momento. Un espejo refleja cosas, ya sea que se lleve o se coloque en un lugar. Es lo mismo cuando estás caminando e involucrado en el ajetreado trabajo de tu vida diaria, todavía ves cosas y escuchas cosas, y todo eso se refleja claramente como en un espejo. Asimismo, cuando te sientas y meditas, es lo mismo. Entonces, a menos que coloques una cubierta sobre un espejo, el espejo siempre reflejará cosas. Mientras estés funcionando y tus ojos estén abiertos, la mente refleja las cosas como un espejo.
Sin embargo, el punto de la analogía del espejo no es en términos de obtener un estado mental tranquilo y estable, shámata. Se refiere a dos tipos de imágenes: una es en el sentido de que la mente refleja todo lo que surge, de la misma manera que el espejo refleja todo lo que surge. El otro punto del símil del espejo es que la imagen en el espejo no es algo que realmente puedas encontrar. No es el objeto real en sí mismo, aunque se parece al objeto, y esa es una línea de pensamiento que te lleva a todo el tema de la vacuidad, que las cosas no tienen una existencia concreta que se pueda encontrar. Entonces, la analogía del espejo se usa para esos dos puntos, pero no especialmente con referencia a si la mente está tranquila o no, porque en todo momento tu mente refleja cosas como un espejo a menos que tengas una bolsa en la cabeza.
En el sentido de que la mente es un espejo, en el sentido de que refleja las cosas claramente a medida que surgen, realmente no entiendo la analogía y que realmente no vemos las cosas como son, ¿las cosas tienen una apariencia ilusoria?
Bueno, esa es la segunda imagen: que las cosas son como la imagen en el espejo, no las cosas reales, la mente funciona de la misma manera.
Pero parece que en realidad no refleja nada fuera de la mente, sino que lo que vemos es realmente una proyección de la mente. Entonces, en ese sentido, ¿no puedo ver qué está reflejando? Sé que la analogía de la imagen del espejo se usa comúnmente para eso, pero…
Entonces eso entra en la cuestión en torno a de qué sistema estás hablando, qué sistema de principios. Hay objetos externos y la discusión es en términos de aceptar la existencia de objetos externos. No es el caso que todo esté solo dentro de tu cabeza. ¿De qué sistema de creencias filosóficas estás hablando cuando haces tu pregunta?
Incluso en el sistema Prasánguika, estas cosas que vemos afuera no existen de la forma en que las vemos. En otras palabras, suponiendo que hay moléculas y la mente abstrae un objeto concreto, ¿entonces incluso en ese sentido no está realmente reflejando...?
La pregunta que planteas es algo que no puede responderse fácilmente porque solo causará una gran confusión. Tienes que abordar todo el tema de los fenómenos externos en términos de un estudio de las formas progresivamente más sofisticadas de describir la realidad que se tiene en las diferentes escuelas o posiciones filosóficas. Empiezas con una posición como la de los Sautrántika, que aceptan los fenómenos externos, y tienes que entender la forma en que se afirma en ese sistema. Luego ves el refinamiento en el sistema Chitamatra, en el que no afirman fenómenos externos, y lo que quieren decir con eso. Luego, en las dos escuelas Madyámaka, Svatántrika y Prasánguika, el Svatántrika tiene dos escuelas diferentes, una de las cuales afirma los fenómenos externos y la otra no, y hay que ver qué quieren decir con esas posiciones. Hasta que finalmente puedas llegar a la forma Prasánguika de afirmar que existen fenómenos externos, y ver qué quieren decir con eso, que es diferente de la forma Sautrántika de afirmar que existen fenómenos externos. A menos que tengamos todos esos antecedentes y veamos cómo su comprensión se vuelve cada vez más sofisticada y refinada, una respuesta simple a su pregunta sería (A) muy difícil y (B) probablemente engañosa.