Intercambiar nuestra felicidad por el sufrimiento de los demás

Breve revisión

Los Ocho versos del entrenamiento mental provienen de una larga tradición, comenzando con el texto de Shantideva, Involucrarse en el comportamiento del bodisatva, luego con Atisha, que escuchó acerca de estas enseñanzas de Dharmarakshita, quien escribió La rueda de las armas afiladas y luego viajó a Sumatra para recibir este linaje de entrenamiento mental de Serlingpa. Atisha más tarde escribió La guirnalda de joyas de un bodisatva y transmitió estas enseñanzas al Tíbet. Allí, nuestro autor, Langri Tangpa, escribió nuestro texto y, después de eso, Gueshe Chekawa escribió Entrenamiento mental en siete puntos y Togme Zangpo 37 prácticas del bodisatva. Todos estos textos cubren básicamente los mismos temas, que son igualar e intercambiar nuestras actitudes acerca de nosotros mismos y los demás, la práctica de dar y tomar, el tonglen, y cómo transformar las circunstancias negativas en positivas, particularmente practicando la paciencia.

Estos dos temas son muy importantes, porque a menudo nos encontramos con personas que son muy negativas y están llenas de emociones perturbadoras. A veces incluso las personas con las que hemos sido muy amables son malagradecidas, hacen cosas crueles o dicen cosas crueles que nos lastiman. Es muy importante no desanimarnos o deprimirnos por esto; en cambio, necesitamos verlos como que nos dan oportunidades de oro para practicar la paciencia. También es importante desarrollar más compasión por los demás y darse cuenta de que nuestra experiencia del comportamiento cruel de los demás es la maduración de nuestro propio karma.

Hasta ahora, en Los ocho versos del entrenamiento mental, hemos visto cómo podemos ver a otros que están actuando de esta manera desconsiderada como si encontráramos un gran tesoro. Podemos verlos como nuestros maestros de paciencia, o al menos como niños que están enfermos de emociones perturbadoras. Por lo tanto, no hay razón para enojarnos con ellos, por el contrario, tenemos que ser aún más amables y comprensivos. Es realmente la única alternativa que tiene sentido para lidiar con este tipo de situaciones; de no ser así, las otras opciones son deprimirse, ser infelices y sufrir.

Resistencia emocional y desafíos

Estas prácticas, por supuesto, son muy difíciles de hacer. Son desafiantes porque van en contra de nuestras formas instintivas de reaccionar ante las personas y esas situaciones. Instintivamente, nos molestamos y nos deprimimos, o nos enojamos y sentimos lástima por nosotros mismos. También surge mucho apego, apego a nosotros mismos y a nuestro propio interés. Esto es especialmente cierto si la persona que es cruel con nosotros es alguien con quien hemos sido muy amables y amigables.

Cuando tratamos de meditar en estos puntos del entrenamiento mental, aunque podríamos entenderlos intelectualmente, tenemos una gran resistencia emocional para aceptarlos a nivel visceral. La única manera de tratar de romper la barrera entre una comprensión intelectual y un sentimiento emocional visceral es realmente asimilar los puntos de esta enseñanza a través de la meditación repetida. Tenemos que enfocarnos en las actitudes más saludables que se sugieren para que eventualmente podamos calmar nuestra resistencia. Como en la imagen de un perro atado a una cadena ladrando y tratando de escapar, el ego se rebela contra esta nueva forma de ver las cosas.

Sin embargo, si podemos relajarnos lo suficiente, con el tiempo empezamos a sentir que algo cambia. Esto se debe a que entramos en contacto con las cualidades naturales de la naturaleza búdica de la comprensión, la calidez, la aceptación, la apertura del corazón, etc. Sin embargo, para transformarnos así se necesita mucha práctica, esfuerzo y determinación. Básicamente, se necesita la fuerte determinación de la renuncia: "No voy a sufrir. No voy a dejarme caer con depresión y enojo".

Tonglen: Dar y tomar

Hemos llegado al verso siete de los ocho versos:

(7) En resumen, pueda yo ofrecer a todas mis madres, tanto en hechos como indirectamente, todo aquello que las beneficie y les traiga gozo; y pueda yo, en silencio, aceptar sobre mí todos los problemas y pesares de mis madres.

Este verso se refiere a la práctica de tonglen, dar y tomar. Queremos hacer esta práctica dando directa e indirectamente. "Directamente" significa realmente dar a otras personas ayuda y asistencia material, darles enseñanzas del Dharma, o darles cualquier ayuda que podamos ofrecer con nuestro cuerpo y palabra. "Indirectamente" significa dar en nuestra mente a través de la práctica de tonglen.

Las fuentes del sutra de la práctica de tonglen son el Sutra Gandavyuha y el Sutra Vajradhvaja Parinamana. También las encontramos en La Guirnalda Preciosa, de Nagáryuna en la que afirma:

Que su fuerza negativa madure en mí y que toda mi fuerza positiva madure en ellos.

Tonglen es una manera muy efectiva de lidiar con otros que son muy crueles y que están bajo la influencia de sus emociones perturbadoras, particularmente si actúan de una manera egocéntrica y desagradable hacia nosotros y los demás. A través de la práctica de tonglen, realmente imaginamos asumir y eliminar las emociones perturbadoras de los demás. Además, les ofrecemos cualquier solución que sea adecuada para el tipo particular de problema o emoción perturbadora que los está afligiendo.

Esta práctica nos recuerda muchos aspectos diferentes de las enseñanzas budistas que hemos encontrado. Por ejemplo, cuando leemos las escrituras Mahayana, un Gueshe Kadampa aconsejó pensar en todos los errores, rasgos negativos y emociones perturbadoras que se describen en ellas como si fueran nuestros, y todas las buenas cualidades como si fueran de los demás. Podemos combinar esta forma de leer las escrituras con la práctica de tonglen.

Por ejemplo, cuando leemos acerca de la actitud egocéntrica, pensamos en nuestra propia actitud egocéntrica; también tenemos esta misma actitud. Entonces pensamos en todos los demás que sufren de la misma emoción perturbadora y deseamos que su sufrimiento y aquello que lo causa los abandonen a ellos y vengan a nosotros. Debido a que lo asumimos de todos los demás, trabajamos para resolver ese problema en nosotros mismos, no solo por nuestro propio bien, sino también por el bien de todos. Además, proporcionamos la solución no solo a nosotros mismos, sino también a todos los demás. Esta forma de lidiar con nuestras emociones perturbadoras se convierte en una verdadera práctica Mahayana. Al no solo lidiar con nuestras emociones perturbadoras personales, sino al asumir las de los demás y solucionarlas, nos damos cuenta muy profundamente de que todos somos iguales y todos tenemos los mismos tipos de problemas.

Shantideva hace eco del punto de que no solo abordamos los problemas y el sufrimiento de los demás, sino también el nuestro:

(VIII. 136) Por lo tanto, en aras de sofocar mi propio sufrimiento y sofocar también los sufrimientos de los demás, me entregaré a los demás, y asumiré a (los demás) como a mí mismo.
(VIII. 120) Así, todo aquel que desee dar una dirección segura rápidamente a sí mismo y a los demás, necesita practicar el secreto más sagrado: el intercambio de sí mismo con los demás.

Al llamarlo "el secreto más sagrado", Shantideva utiliza la misma palabra, "secreto", que se encuentra en el verso siete de nuestro texto. Allí, lo he traducido como "oculto" en la expresión "aceptar ocultamente en mí mismo" o "aceptar secretamente en mí mismo". Esto significa que, cuando practicamos tonglen, lo practicamos en privado y no hacemos un gran espectáculo de ello. No vamos por ahí agitando las manos delante de la otra persona, diciéndole: "Estoy haciendo tonglen", y "te voy a curar de tus problemas al asumirlos y darte felicidad", como si todo eso fuera a suceder con un simple movimiento de nuestras manos. Por un lado, tal forma de practicar puede ser un gran viaje egoico, que damos un gran espectáculo. Por otro lado, si no funciona, y en la mayoría de los casos no funcionará, simplemente hacemos el ridículo, haciendo que la otra persona se sienta realmente muy decepcionada y pierda la fe en nosotros. Por lo tanto, cuando hacemos esta práctica de tonglen es mejor no decirle a la otra persona en absoluto, y mucho menos hacerlo delante de ella.

Otra referencia a la necesidad de practicar de forma privada es de Gueshe Chekawa en el Entrenamiento mental en siete puntos. En la cuarta de las dieciocho prácticas de vínculo estrecho afirma:

Transformar mis intenciones, pero permanecer normal.

En otras palabras, en el exterior solo permanecemos perfectamente normales. No nos involucramos en un gran viaje egoico cuando estamos haciendo este tipo de práctica. Shantideva continúa:

(VIII. 131) Para aquellos que no han intercambiado su felicidad por los sufrimientos de los demás, la budeidad será imposible de alcanzar y no habrá felicidad ni siquiera en el samsara.

Shantideva establece este poderoso punto esencial de que el tonglen es una práctica muy necesaria para obtener nuestra felicidad en este mundo y, en última instancia, la iluminación. Como se ha explicado, sin esta práctica, la alternativa es que nos deprimamos mucho con el hecho de que todos estén tan atrapados en los problemas y sufrimientos de este mundo.

Por lo tanto, en la oración de Shantideva al final de su texto, dice:

(X. 56) Cualesquiera sean los sufrimientos que puedan tener los seres errantes, que todos maduren en mí, y a través de la asamblea de bodisatvas, que los seres errantes disfruten de la felicidad.

No solo a través de que le demos la felicidad a los demás, sino también a través de que todos los bodisatvas trabajan por el bien de todos, que los demás disfruten de la felicidad. Togme Zangpo, en 37 Prácticas del bodisatva, dice esto también:

(11) La práctica de un bodisatva es intercambiar de forma pura nuestra felicidad personal por el sufrimiento de los demás, ya que (todos) nuestros sufrimientos, sin excepción, provienen de desear nuestra felicidad personal, mientras que un buda completamente iluminado nace de la actitud de desear el bien a otros.

Este ejemplo indica que, a través de la práctica de intercambiarse a sí mismo y a los demás, podremos lograr la iluminación.

Cómo practicar Tonglen

En cuanto a cómo realmente practicamos tonglen, Gueshe Chekawa dice en el Entrenamiento mental en siete puntos:

Entrenarse tanto en dar como en tomar alternadamente, montando ambos en la respiración.

La forma en que practicamos es asumir primero cualquier dificultad que otros puedan tener. Imaginamos asumir el sufrimiento de los demás mientras respiramos, y lo hacemos con una actitud de compasión: "Que estén libres de sus problemas y de las causas de sus problemas". Al exhalar, visualizando lo que será beneficioso para ellos, imaginamos con amor: "Que sean felices y tengan las causas de la felicidad".

Comenzamos esta práctica inhalando, a través de nuestra fosa nasal derecha, todos los sufrimientos, problemas, etc. de los demás, que visualizamos en ciertas formas. Estos sufrimientos visualizados bajan a nuestro corazón y se disuelven allí. Esta técnica se explicará más adelante. Por otra parte, al exhalar, visualizamos la felicidad y otras cosas que salen de nuestro cuerpo y que les estamos dando con nuestro aliento a través de nuestra fosa nasal izquierda. No tenemos que sostener nuestra nariz mientras hacemos esto; solo tenemos que imaginarlo así. Cuando llegamos a ser competentes en la práctica, podemos hacerlo con cada ciclo individual de respiración; sin embargo, al principio eso es demasiado complicado y difícil de hacer. En su lugar, hacemos un período de enfocarnos en la inhalación. Obviamente, tenemos que exhalar, pero primero nos enfocamos en el aspecto de tomar y disolverlo en nuestros corazones, y luego cambiamos a la exhalación y el aspecto de dar.

Es importante darse cuenta de que esta práctica no va a funcionar en casi todos los casos, a menos que tengamos una motivación increíblemente pura, una concentración perfecta, bodichita y una conexión kármica muy fuerte con la otra persona. Además, realmente necesitamos haber superado la actitud egocéntrica, el aferramiento al yo y todo este tipo de actitudes egocéntricas. A menos que tengamos todas estas cualidades, el tonglen no va a funcionar. Debido a eso, necesitamos tener el fuerte deseo de poder llegar al punto en que la práctica funcionará, pero con el entendimiento de que todo lo que podemos hacer es proporcionar las circunstancias para que la otra persona supere sus problemas. Como el Buda dijo en uno de sus sutras, un buda no puede eliminar el sufrimiento de los demás como si se tratara de sacar una espina del pie de alguien. Todo lo que un buda puede hacer es mostrar el camino a la iluminación.

Además de proporcionar circunstancias para que los potenciales kármicos positivos de otra persona maduren, en realidad estamos proporcionando una circunstancia para debilitar sus potenciales kármicos negativos que están madurando o madurarían. Si alguien ya está ciego, por ejemplo, no podemos quitarle la ceguera; pero si está enfermo, esa enfermedad puede debilitarse. Podemos afectar la maduración de los potenciales kármicos de otras personas como lo hacemos, por ejemplo, cuando ofrecemos aspiraciones por alguien que está en el período de bardo entre renacimientos.

No es que estemos tomando algún pedazo de su situación kármica y arrojándolo sobre nosotros mismos, como atrapar una pelota o algo así. No es que realmente estemos dando algo sólido de nuestro propio lado. Pero, como dije, incluso si en la mayoría de los casos no va a funcionar, aun así, queremos desarrollar un fuerte deseo: "que pueda beneficiar a otros de esta forma".

El poder del mantra: Moldear la respiración y la energía

Podríamos tener cierta confusión y preguntar: "¿No hay muchos lamas tibetanos que soplan su aliento sobre otras personas para sanarlas? ¿Qué está pasando ahí? ¿Eso es tonglen? Esa práctica es ligeramente diferente. En realidad, no es la práctica de tonglen, dar y tomar, pero tiene que ver con el poder de los mantras.

Como solía decir Serkong Rinpoche: "hay tres cosas que son las más poderosas en el mundo: medicina, tecnología y mantras". Siempre me pareció un poco difícil de entender; sin embargo, siempre hizo hincapié en que el poder del mantra es extremadamente fuerte. Cuanto más pensaba en el propósito real de un mantra, me di cuenta de que el propósito del mantra es proteger a la mente, que es literalmente el significado de la palabra sánscrita "mantra". Cuando recitamos mantras, necesitamos acompañarlos con enfocarnos en el significado que hay detrás de ellos. Por ejemplo, "Om mani padme hum" es el mantra de la compasión. Al enfocarnos en la compasión mientras recitamos este mantra, protegemos a nuestra mente de ir en una dirección negativa y, por el contrario, le damos una dirección positiva. 

El mantra es realmente moldear la respiración y moldear la respiración es moldear la energía. En un nivel de tantra más profundo, queremos moldear la respiración para obtener el control de nuestras energías. Con el control, podemos disolver la respiración y la energía sutil en el chakra del corazón con el fin de acceder al nivel de luz clara de la mente para la comprensión más eficiente de la vacuidad. Este es el propósito final de la recitación de mantras.

Al moldear la respiración a través de técnicas especiales de recitación de mantras en la práctica avanzada del tantra y, a través de eso, moldear las energías sutiles, alguien que ha hecho una increíble cantidad de recitación de mantras con motivación pura y concentración pura, puede proyectar esa energía sutil hacia afuera con la respiración.

En las visualizaciones de tantra, imaginamos la luz y los néctares saliendo de nosotros y ayudando a los demás. Del mismo modo, en un nivel avanzado, enviamos nuestra respiración, y con ella nuestra energía sutil, para ayudar a los demás. Después de todo, ¿realmente qué simbolizan las luces y los néctares? Están simbolizando el cuerpo ilusorio, el tipo de formas que podemos crear a partir de la energía sutil. Por lo tanto, si podemos moldear esa energía sutil y enviarla hacia afuera, puede tener un "efecto inspirador", que generalmente se traduce como "bendición". Puede inspirar a otras personas y actuar como una circunstancia o condición para que los potenciales kármicos positivos de otros maduren, si tienen el potencial positivo, por ejemplo, para superar su enfermedad. Si no tienen ese potencial kármico, no va a pasar nada.

Del mismo modo, si vamos en peregrinación a un lugar donde un gran ser espiritual ha vivido y meditado, podemos sentir, si somos lo suficientemente sensibles, la fuerza inspiradora o la "bendición" del lugar. Este tipo de lo que se llama "bendición" también puede ocurrir cuando un gran lama sopla su aliento sobre otras personas, o sobre el agua que luego se da a la gente a beber. Recibir esas "bendiciones" puede ayudar a otras personas a atravesar situaciones difíciles. También existe lo que se conoce como "bendiciones de las manos", la inspiración o la bendición por medio de tocar a la otra persona con la mano. Es lo mismo que cuando los lamas toman su rosario y tocan con él la parte superior de la cabeza de alguien; aquí es cuando han hecho un gran número de mantras con el rosario. Una vez más, esto no es dar y tomar, no es tonglen, aunque, por supuesto, el lama podría practicar tonglen al mismo tiempo que estas prácticas.

Superar el egocentrismo

Uno de los principales énfasis con el tonglen es que su práctica nos permite superar nuestro egocentrismo, ese aferramiento al ego y aferramiento a un yo que dice: "No quiero involucrarme; no quiero ensuciarme las manos con un lío así. Es demasiada molestia y estoy demasiado ocupado; tengo bastante dificultad con mis propios problemas". El punto es desarrollar el valor de un bodisatva para superar este tipo de sentimientos. Las visualizaciones que hacemos con tonglen están muy relacionadas con el desarrollo de este tipo de valentía, como veremos en un momento.

Cuando imaginamos que tomamos los sufrimientos de los demás y les damos nuestra felicidad, también debemos estar plenamente preparados para aceptar su sufrimiento en nosotros mismos. Tenemos que decirlo en serio cuando decimos o pensamos: "Que todos sus sufrimientos maduren en mí y que esto actúe como una circunstancia para que todo mi karma negativo similar al suyo, madure". En resumen, tenemos que estar totalmente dispuestos a sufrir lo mismo que la otra persona está sufriendo y, de esta manera, asumir plenamente su problema. 

La práctica de tonglen también implica aceptar los problemas de los demás en el sentido de tratar con ellos como si fueran nuestros propios problemas. Por ejemplo, otra persona está desempleada, sola o enferma y pensamos: "Me ocuparé de esto de la misma manera que lo haría con mi propio problema". Es por eso que Shantideva dice que, así como etiquetamos el "yo" sobre un cuerpo que en realidad era el esperma y el óvulo de nuestros padres y no el nuestro, también podemos etiquetar el "yo" sobre el cuerpo de otra persona. Por esta lógica, podemos tener el mismo respeto por los demás que por nosotros mismos. Entonces, podemos resolver más fácilmente cualquiera que sea el problema que les preocupa como si fuera nuestro propio problema.

El punto clave es que tenemos que estar totalmente dispuestos a experimentar el problema nosotros mismos y tratarlo como propio; de lo contrario, la práctica no funcionará. En general, acumulamos una enorme cantidad de valentía haciendo tonglen.

Disolver el sufrimiento en la mente más sutil

Cuando nos ocupamos de los problemas de los demás, no es que nos aferremos al sufrimiento. Estamos dispuestos a experimentar ese sufrimiento, pero lo disolvemos con la comprensión de la vacuidad en la mente de luz clara, el nivel más sutil de la mente en nuestro corazón. A pesar de que en realidad no somos capaces de acceder a ese nivel más sutil, aun así, imaginamos que el sufrimiento llega a nuestro corazón y se disuelve allí. En cierto sentido, el sufrimiento pasa a través de nosotros; sin embargo, aún lo experimentamos.

Podríamos preguntarnos: ¿cómo podemos darle felicidad a alguien si nos hemos vuelto tan infelices experimentando sus sufrimientos? Es por eso que tenemos que pensar en términos de la mente de luz clara. Solo cuando disolvemos la energía perturbadora de esa infelicidad y sufrimiento en la mente más sutil podemos realmente calmarnos. Es solo cuando nos hemos vuelto lo suficientemente tranquilos que somos capaces de acceder y sacar las cualidades de la naturaleza de Buda, como la tranquilidad innata y la felicidad que se encuentran en este nivel más sutil de la mente. Es sobre esta base que damos felicidad a los demás. De lo contrario, ¿cómo podríamos cambiar instantáneamente de sentirnos tristes de que alguien tenga cáncer a sentir felicidad y dársela? Es solo en términos de acceder al nivel de luz clara de la mente que la práctica tiene sentido. 

Una vez que pensamos en términos de calmar las energías perturbadoras del sufrimiento de los demás en nuestra mente de luz clara, entonces podemos agregar visualizaciones encima de eso. A medida que nuestras visualizaciones de los sufrimientos de los demás se vuelven cada vez más horribles, atacan nuestra resistencia egoica para lidiar realmente con el sufrimiento de los demás. De esta manera, con el tiempo construimos la valentía de un bodisatva. 

Preguntas y comentarios

Pensando en términos de nuestras propias faltas, ¿también tomamos las deficiencias, errores o defectos de los demás?

Sí. El sufrimiento es una gran categoría. Incluye fallas y errores. Pero, ¿qué sería un fallo o un error? Es ser egoísta, la actitud egocéntrica y actuar bajo la influencia de todas nuestras emociones perturbadoras. Todas estas son formas de sufrimiento. Cuando hacemos tonglen, no solo asumimos la enfermedad de otra persona; también asumimos sus emociones perturbadoras y los errores que ha cometido. Es el mismo proceso.

Pero, entonces, ¿no estamos ocupados con la aplicación de antídotos contra ellos?

Tienes razón. Es por eso que es una práctica increíblemente avanzada, no es en absoluto una práctica para principiantes, ni siquiera una práctica Mahayana principiante. Es una práctica muy avanzada, y tenemos que hacerla muy lentamente. Cuando pensamos en términos de aplicar los oponentes, primero asumimos este o aquel error o emoción perturbadora y la calmamos. Entonces podremos acceder y aplicar mejor los antídotos con este nivel mental más tranquilo y sutil.

Tenemos que ser un poco delicados aquí. Cuando asumimos la estupidez de los demás, por ejemplo, no es que nos sentemos allí e imaginemos que somos cada vez más estúpidos o tratemos de generar más estupidez. No es así, sino que tratamos de tener un sentimiento o comprensión del sufrimiento que implica ser estúpido.

¿No nos vemos a nosotros mismos también como estúpidos?

Sí, podemos pensar eso también. Hay muchos aspectos en esta práctica. Un aspecto es saber que tenemos esta misma aflicción que ellos. Con la estupidez, es fácil; todos somos estúpidos de una manera u otra. Por otro lado, si la otra persona tiene cáncer, podemos pensar: "Sí, desde el tiempo sin principio, debo tener los potenciales kármicos para tener cáncer también". Pensamos en términos de no ser totalmente ajenos a esta persona. Por lo tanto, somos capaces de empatizar con su problema y sufrimiento, porque hemos experimentado o podríamos experimentar fácilmente algo similar.

Otro aspecto de la práctica de tonglen es que, cuando tenemos una enfermedad o una emoción perturbadora, deseamos: "Que este problema, en todos los que lo tienen, venga sobre mí". Incluso cuando no tenemos el problema manifiesto de los demás, como otro aspecto de la práctica pensaríamos: "Que pueda asumir este problema de otros para romper mi actitud egocéntrica".

Romper la actitud egocéntrica con visualizaciones fuertes

Dharmarakshita enfatiza fuertemente este aspecto de romper nuestra actitud egocéntrica y nuestra resistencia en La rueda de armas afiladas:

(94) Con todos los sufrimientos que otros experimentan, asfixia completamente nuestra preocupación egoísta. Los sufrimientos de otros surgen de los cinco venenos; de este modo, cualquier engaño que aflija a otros seres, tómalo para ahogar los engaños del yo.
(95) Aunque no tenemos duda, dado que reconocemos plenamente la causa y la raíz de los errores que todos cometemos, si aún queda una parte de nuestra mente que tienda a tolerar este engaño del yo que tenemos, destruye entonces el firme aferramiento de esta parte de nuestra mente que, en contra de nuestros verdaderos deseos, aún nos engaña.
(96) Así como todo lo que es erróneo puede ser rastreado a una fuente: la preocupación por nosotros mismos que apreciamos más que a nada, debemos meditar ahora en la bondad de los demás. Aceptando el sufrimiento que nunca desearon, debemos dedicar completamente nuestras virtudes a todos.
(97) Así, aceptando nosotros mismos las acciones engañosas no virtuosas que otros han cometido en el pasado, en el presente y en el futuro con mente, palabra y cuerpo, puedan los engaños de otros al igual que los nuestros ser las condiciones favorables para obtener la iluminación, tal como los pavorreales que comen veneno y prosperan.
(98) Así como los cuervos pueden ser curados cuando ingieren veneno a través de un antídoto dado a tiempo, dirijamos a todos nuestros méritos virtuosos, que esto avive sus oportunidades para liberarse. ¡Que todos los seres sintientes alcancen pronto la budeidad!

Todo el énfasis en La Rueda de las armas afiladas está en pisotear nuestra actitud egocéntrica y así sofocar la vida de nuestro aferramiento egoico. ¿Cómo lo hacemos? Asumiendo los sufrimientos de los demás y dándoles nuestra felicidad. Pero, para ser más eficaces al deshacernos del egocentrismo, necesitamos hacer esto de una manera muy contundente. Lo hacemos a través de las visualizaciones que acompañan esta práctica.

Las visualizaciones recomendadas son realmente muy fuertes, pero trabajamos en etapas para aplicarlas. La simple visualización con la que las personas comienzan – una versión ligera de tonglen – es imaginar que el sufrimiento y los problemas de los demás vienen a nosotros en forma de luz negra, y nuestra felicidad va hacia ellos en forma de luz blanca. Por supuesto, esta es una contradicción porque la luz no puede ser negra; pero, de todos modos, esta es la versión para principiantes.

Su Santidad el Dalái Lama y Serkong Rinpoche explican las visualizaciones más avanzadas en términos de tres etapas. Hay varias maneras de aplicar las tres etapas como formas de purificar varios niveles de nuestro egocentrismo y emociones perturbadoras, pero son las visualizaciones las que son importantes, no tanto lo que representan. 

Por ejemplo, si hablamos de los sufrimientos de las emociones perturbadoras, las enfermedades, etc., la primera etapa es imaginar que estas nos llegan de otros en forma de sustancias realmente sucias como el aceite, la grasa, la tinta, el hollín y el carbón mezclados con agua, todo este tipo de cosas sucias. Naturalmente, tenemos resistencia a eso: "No quiero ensuciarme". Nuestra actitud egocéntrica surge con fuerza cuando realmente imaginamos estas sustancias sucias que vienen a nosotros.

A continuación, pensamos en las tendencias, las semillas de las emociones perturbadoras de los demás, o sus tendencias y potenciales kármicos negativos que vienen a nosotros en forma de diarrea, vómito, orina, pus y sangre. Estos son los tipos de cosas que tendríamos aún más resistencia de asumir y realmente tener dentro de nosotros para lidiar con ellas. Por lo tanto, es una visualización aún más fuerte. 

El tercer nivel involucra los hábitos más profundos que sostienen a las emociones perturbadoras y el karma de los demás. Nos imaginamos que vienen a nosotros en la forma de lo que es nuestro mayor temor, ya sean arañas, serpientes, escorpiones, fuego, o lo que sea a lo que le tengamos más miedo. Imaginamos que vienen a nuestro corazón y se disuelven allí en nuestra mente de luz clara; sin embargo, estamos totalmente dispuestos a experimentar estos problemas de otros. Pero eso no significa que conservamos nada dentro. Como se ha explicado, este proceso de disolución tiene que hacerse con la comprensión de la vacuidad, aunque al disolver estas horribles visualizaciones, podemos imaginar, en un nivel más simple, que se van por el drenaje de la bañera.

Es un gran error aferrarse a estas sustancias sucias que hemos tomado dentro de nosotros como si fueran sustancias existentes de forma sólida y verdadera dentro de un "yo" sólido y verdaderamente existente. Es por eso que la práctica de disolución debe hacerse con una comprensión de la vacuidad de estas sustancias y del "yo". Ambos son fenómenos que surgen en dependencia y no se establecen a sí mismos por algo que se puede encontrar, inherentemente existente desde su propio lado. Es la comprensión de la vacuidad, el vacío, aunado a estas aterradoras visualizaciones, que en conjunto aplastan nuestro aferramiento al ego, nuestro egocentrismo. Y, por supuesto, la base para hacer esta práctica es, antes de hacer esta meditación, pensar en todas las desventajas de la actitud egocéntrica.

Con estas visualizaciones podemos ver que el tonglen es una meditación muy fuerte y muy avanzada. Obviamente, no es para los despreocupados o para los principiantes que se asustarían haciendo algo como esto. Pero es la práctica "auténtica", como su Santidad el Dalái Lama la enseña y que, obviamente, practica.

Podemos ver, entonces, tal como lo enfatiza Dharmarakshita, que esta práctica está realmente dirigida a desarrollar el valor de un bodisatva y a romper el egocentrismo. Rompe pensamientos como: "No quiero involucrarme en ayudar a los demás. Es demasiado conflictivo. Es demasiado aterrador." Además, por el hecho de que las etapas de las visualizaciones se vuelven cada vez más horribles y aterradoras a medida que contrarrestan los niveles más profundos de problemas y sus fuentes, la práctica contrarresta la tendencia que podríamos tener de hacer un trabajo superficial en ayudar a los demás, no ir lo suficientemente profundo. No queremos deshacernos de los síntomas superficiales de la enfermedad de alguien, no ir realmente a la raíz del problema. No pensamos: "No puedo molestarme en profundizar".

Por ejemplo, podríamos darle algo de dinero a un joven mendigo que ha huido de sus padres, en lugar de ayudarlo realmente a superar las razones psicológicas y emocionales de por qué dejó la casa de sus padres. Este último enfoque es una implicación mucho más profunda con la persona que simplemente darle dinero para una comida. Aplicar estas visualizaciones para ir a niveles cada vez más profundos de las causas que hay detrás de los problemas de los demás, entonces, realmente construye el valor de hacer todo lo posible para ayudar a los demás.

Aunque podemos hacer una versión más ligera de tonglen, es importante no trivializar la práctica. Es muy desafortunado cuando la gente simplemente piensa: "Es tan fácil, cualquier principiante puede hacerlo; es solo luz negra y luz blanca y desear que todos sean felices". Este tipo de pensamiento no solo trivializa la práctica, sino que también crea una falta de interés para profundizar.

Lo que damos a los demás

No he oído hablar de muchas descripciones de lo que visualizamos dando a otros en la práctica de tonglen. Por lo general, lo que se explica es a nivel material. Si alguien quiere una casa o dinero o algo así, imaginamos estas cosas con la luz blanca que emanamos hacia ellos. Todas las diversas cosas que damos se les presentan como tales. 

Los textos dicen que también podemos dar muchas otras cosas: buenas cualidades, ideas y, finalmente, liberación e iluminación. Pero no tengo instrucciones específicas de cómo visualizar esto. Tal vez podamos dejarlo abstracto. Podemos imaginar que la luz blanca que les enviamos está llena de información sobre las fuentes de sus problemas y cómo deshacerse de ellos y demás. Además, la luz blanca podría darles el logro dichoso del estado omnisciente de un buda. Podemos trabajar de esta manera.

Aplicaciones de tonglen en la vida diaria

Podemos abordar la práctica de tonglen en nuestra vida cotidiana de diferentes maneras, dependiendo de las circunstancias reales que están sucediendo. Por ejemplo, si uno de nuestros amigos tiene un problema muy serio, una enfermedad, o si nos encontramos con alguien que sufre de una emoción perturbadora muy fuerte, podemos asumir eso nosotros mismos y hacer la práctica. Al mismo tiempo, también reconocemos que nosotros mismos también tenemos el mismo problema. Cuando damos buenas cualidades a los demás, podemos pensar: "No es que no tengan buenas cualidades; lo que les estoy dando es simplemente para fortalecer y mejorar las buenas cualidades que tienen".

También podemos vincular esto a la práctica que se describe en los versos anteriores cuando alguien con quien hemos sido amables y a quien hemos criado como un niño nos dice cosas muy crueles. También asumimos eso en nosotros mismos, asumiendo cualquier emoción perturbadora que haya hecho que esa persona se comporte de esa manera y dándole la solución a sus problemas. Como en el verso anterior, si alguien por envidia nos dice cosas horribles, también podemos asumir eso. En estos casos, trabajamos con personas específicas; también podemos hacer la práctica para los animales que están sufriendo. Además, hay prácticas que podemos hacer con los seres en los seis reinos y así sucesivamente, pero me parece mucho más eficaz si lo hacemos con seres específicos reales.

Por supuesto, cuando nosotros mismos tenemos un problema serio, tal vez experimentando la tristeza de una enfermedad, la vejez o el fin de una relación, también podemos trabajar con este tipo de problemas. En estos casos, podemos imaginar que asumimos el tipo similar de problema de todos en general, no de seres específicos. Todo depende de las circunstancias.

Es importante, en cualquier meditación como esta, y particularmente en la meditación analítica, que nuestra práctica no se vuelva obsoleta repitiendo siempre lo mismo con la misma emoción perturbadora y la misma persona exactamente todos los días. La práctica, entonces, pierde su eficacia. Tenemos que aplicar el tonglen a las situaciones que surgen en nuestra vida. Es muy útil hacerlo cuando hay alguien que nos molesta. En lugar de enfadarnos, practicamos tonglen con ellos en mente. Esto se debe a que, cuando estamos molestos, obviamente nuestra actitud egocéntrica es aún más fuerte.

Además, a nivel práctico, Gueshe Chekawa dice que empecemos con nosotros mismos cuando practiquemos tonglen. Primero tenemos que aceptar nuestros propios problemas, como la enfermedad y la vejez. Tenemos que asumirlos, no negarlos, y lidiar con ellos ahora, incluso si no están sucediendo actualmente. De hecho, tendremos que enfrentarnos a muchos problemas en el futuro: los problemas de la vejez, la muerte de nuestros padres, nuestras propias enfermedades futuras y, finalmente, nuestra propia muerte. Además, está el sufrimiento que podríamos tener en vidas futuras. Al asumirlos ahora y lidiar con ellos, podemos evitar ser completamente sorprendidos y no estar preparados cuando estas cosas suceden.

En términos de nuestra enfermedad y vejez, podemos pensar en mostrar y dar a los demás la dignidad de cómo lidiar con la vejez y la enfermedad. Podemos mostrar esto a los demás manteniendo nuestra auto-dignidad, no quejándonos ni sintiendo lástima por nosotros mismos. Este tipo de comportamiento es algo muy útil que podemos dar a los demás; no solo es beneficioso para ser capaces de actuar de esta manera, sino que también demuestra a todo el mundo cómo lidiar con estos problemas de una manera adecuada y saludable. Claramente, como podemos ver, hay muchas maneras en que podemos practicar tonglen.

Pregunta sobre practicar como un mártir

¿En qué forma es diferente esta práctica de tonglen de algunos monjes cristianos que se golpean con un látigo o lo que sea, con la idea de que “estoy asumiendo los sufrimientos de otros”?

La principal diferencia en tonglen es que estamos haciendo la práctica con nuestra mente. No la haremos de manera física. Es similar a lo que explicamos sobre asumir los sufrimientos de la estupidez de los demás. Cuando asumimos la estupidez de los demás, no nos volvemos más estúpidos a propósito y tratamos de ser más estúpidos. Del mismo modo, cuando asumimos el dolor de alguien, no nos lastimamos a propósito para sentirlo.

Otra gran diferencia es que, en la práctica budista de tonglen, enfatizamos la comprensión de la vacuidad. No es que estemos asumiendo un sufrimiento concreto de otra persona, ni que un "yo" concreto lo esté experimentando concretamente. Desde el punto de vista budista, golpearnos físicamente mientras imaginamos que estamos asumiendo el sufrimiento de los demás sería hacerlo demasiado concreto. Pero no quiero criticar una práctica de otra religión, porque no sé qué entendimiento tienen detrás de lo que están haciendo.

En el budismo, no queremos hacer tonglen con la mentalidad de ser un mártir. Podría haber fácilmente un poco de aferramiento a un "yo" si, con una mentalidad de mártir, menospreciamos a los demás con lástima y pensamos. "Yo voy a ayudarte". Sin embargo, esto no significa que todos los mártires sean así; la mayoría de ellos son bastante desinteresados, pero no necesariamente desinteresados a partir de la comprensión de la falta de identidad y la vacuidad. En cualquier caso, con esta práctica de tonglen ciertamente no estamos practicando ser un mártir. Cuando imaginamos asumir el sufrimiento de los demás, lo principal en lo que estamos trabajando es en desarrollar la voluntad de experimentarlo.

Podemos pensar en un ejemplo: el viejo Serkong Rinpoche murió haciendo tonglen mientras asumía un obstáculo que amenazaba la vida de Su Santidad el Dalái Lama. No creo que haya hecho eso como un mártir. Siempre enseñó tonglen, citando a Kunu Lama Rinpoche, diciendo que deberíamos estar dispuestos a morir haciendo la práctica. Una vez, lo interrogamos sobre eso: "¿No sería terrible que un gran maestro muriera así y dejara a todos los discípulos y a todos los demás atrás?". Serkong Rinpoche dijo "No". Explicó que, al hacer ese tipo de práctica, además de ayudar a los demás, construimos una fuerza positiva increíble que puede llevarnos a un nivel mucho más alto de realización.

Explicó, además: "Si un astronauta muriera en un accidente en el espacio, ese astronauta se convertiría en un héroe y el gobierno apoyaría a su familia. Del mismo modo, si un gran maestro muriera haciendo tonglen, el logro de ese maestro cuidaría de los discípulos. Los inspiraría y les enseñaría aún más". Y, por supuesto, tal maestro volvería a través del renacimiento y continuaría ayudando a los discípulos.

Sin embargo, esto ciertamente no significa que salgamos a propósito y nos golpeemos a nosotros mismos o algo así. Recordemos, Rinpoche no estaba tomando el karma negativo de una mosca de ser comido por una araña. Estaba asumiendo un obstáculo importante para la vida de Su Santidad. Serkong Rinpoche tenía una conexión con Su Santidad que muy pocas personas tienen. Tenía ese nivel de cercanía y logro que permitía que la práctica realmente funcionara.

Aquí hay otro ejemplo. Digamos que nuestra computadora falla y luego entramos en la cocina y se rompe un vaso y luego la bombilla se quema. En lugar de enfadarnos y deprimirnos por ello, podemos decir: "Más, dame más. Que venga más. Vamos a ver lo que seguirá a continuación”. En cierto sentido, acogemos con beneplácito este tipo de situaciones para que podamos asumir las de los demás. 

Esto no significa que luego entremos en la sala de estar, rompamos la televisión y todas nuestras ventanas. Este tipo de comportamiento sería análogo a azotarnos en la espalda, por usar un ejemplo absurdo. En cierto sentido, casi nos reímos ante este tipo de problemas. No significa que no nos tomemos las cosas en serio; simplemente no nos molestamos por eso. Simplemente preguntamos: "¿Qué más puede salir mal hoy?".

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